Y es con gran alegría que anuncio hoy la Beatificación de la Hna

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Roma, 3 de mayo de 2012
Queridos,
tal como lo expresáramos en el Boletín anterior (En la Iglesia 1/2012), este año se presenta rico
en celebraciones y eventos importantes para nuestra historia institucional y eclesial: ¡todo sea para
nosotros una llamada a la alegría y a la santidad, una alegría y una santidad que deben reflejarse en
nuestra vida apostólica, comunitaria, familiar y personal!
Alabo y agradezco al Señor porque la Iglesia ha reconocido la santidad de nuestra Hermana
María Crescencia y ha promulgado el milagro acaecido a través de su intercesión.
Y es con gran alegría que anuncio hoy
la Beatificación de la Hna. María Crescencia Pérez,
que tendrá lugar en Pergamino (Argentina) el 17 de noviembre de 2012,
según lo dispuesto por la Santa Sede.
El Delegado Papal que presidirá la ceremonia será S. Em. Card. Angelo Amato.
Si bien no todos los trámites se han desarrollado en forma rápida, ahora tenemos la certeza de la
glorificación tan deseada e invocada, también a través de la oración recitada asiduamente por tantas
personas.
A este respecto, creo que podemos continuar rezando la misma oración que muchos saben de
memoria, omitiendo la expresión “y te rogamos que la glorifiques para que …”:
“Padre de Jesús y nuestro, que por tu Divino Espíritu, haces florecer la santidad en la Iglesia,
te damos gracias por tu su sierva María Crescencia que te amó con sencillez.
Su ejemplo e intercesión sirvan a la extensión de tu Reino
y a la multiplicación de las vocaciones a la vida consagrada.
Concédenos, por su intermedio, la gracia que, con humildad, te imploramos. ….
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Corazón de Jesús, por los sufrimientos de tu Divino Corazón, ¡ten misericordia de nosotros!”
El logo de esta Circular es el que las dos Provincias argentinas han elegido para dar inicio a una
serie de iniciativas orientadas a preparar el aspecto spiritual del evento.
Es importante ahora hacer lo posible para dar a conocer la figura de nuestra Beata, sobre todo,
presentando el ejemplo de su santidad cotidiana, en las pequeñas y grandes cosas, más aún,
especialmente en las pequeñas.
Creo, espero que todos nosotros procuremos en nuestro ámbito de acción, ¡hacerla conocer,
invocar y amar!
Un saludo cordial a todos, ¡en la gracia que se nos concede con esta Beatificación!
Hna. Terezinha Maria Petry
Superiora General
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