Simetría y transitividad en ratas Respuestas emergentes en ratas

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Simetría y transitividad en ratas
Revista Iberoamericana de Psicología: Ciencia
y Tecnología, En prensa.
Respuestas emergentes en ratas: evidencia de simetría y transitividad.
Lady Andrea Polanco , Iván Felipe Medina
Fundación Universitaria Konrad Lorenz
Resumen
El propósito de la investigación fue evaluar el efecto del entrenamiento en relaciones
arbitrarias entre estímulos, en tareas de discriminación condicional en dos ratas
albinas. En un primer experimento los sujetos fueron expuestos a un entrenamiento
en discriminación condicional tipo igualación a la muestra con relaciones arbitrarias,
estableciéndose un criterio de precisión de 90% en dos sesiones consecutivas para
avanzar a fase de pruebas de simetría y transitividad. En el primer experimento
ninguno de los sujetos alcanzó el criterio de precisión. En un segundo experimento
fue cambiada la respuesta de discriminación requerida, y el criterio de precisión
establecido en la fase de entrenamiento a 75% en dos sesiones consecutivas. En esta
condición los dos sujetos alcanzaron los criterios de precisión y se evaluaron
respuestas transitivas y simétricas. En ambos sujetos las respuestas transitivas son
iguales o superiores al 75%, y las respuestas simétricas son superiores al 60%. Se
discuten los resultados a la luz de las teorías sobre los requisitos lingüísticos
considerados fundamentales en el análisis de las respuestas emergentes.
Palabras clave: equivalencia de estímulos, simetría y transitividad
* Asistente del laboratorio de Análisis Experimental del Comportamiento de la Fundación
Universitaria Konrad Lorenz. Correo Electrónico: [email protected]. Corespondencia:
Cra 9bis # 62-43.
** Docente de planta de la Fundación Universitaria Konrad Lorenza. Correo Electrónico:
[email protected]: Cra 9bis # 62-43.
Simetría y transitividad en ratas
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Emerging responses in rats: evidence transitivity.
Abstract
The purpose of this study was to evaluate the effect of training on arbitrary relations
between stimuli on conditional discrimination tasks in two albino rats. In a first
experiment, subjects were exposed to conditional discrimination training in
matching to sample with arbitrary relations, establishing a criterion of 90% accuracy
in two consecutive sessions to advance to phase symmetry and transitivity tests. In
the first experiment, none of the subjects reached the criterion of accuracy. In a
second experiment was changed the response of discrimination required and the
accuracy criteria established in the training phase to 75% in two consecutive
sessions. In this condition the two subjects reached the criteria of accuracy and were
evaluated transitive and symmetric response. In both subjects transitive responses
are equal to or greater than 75%, and responses are symmetrical above 60%. Results
are discussed in light of theories of linguistic requirements considered essential in
the analysis of responses emerging.
Keywords: Stimulus equivalence, symmetry and Transitivity
La formación de relaciones de equivalencia se predican tras el cumplimiento de
pruebas conductuales que evalúan el establecimiento de relaciones condicionales entre
estímulos muestras y comparadores como resultado del entrenamiento en discriminación
condicional estándar de tipo igualación a la muestra. Las pruebas conductuales son
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denominadas reflexividad, simetría, transitividad y equivalencia (Sidman, 2000; Sidman &
Tailby, 1982).
La reflexividad se define como la intercambiabilidad de un elemento consigo mismo
(A1 con A1). La simetría consiste en la inversión o reversibilidad de la relación muestracomparador (si A1-B1 entonces B1-A1). Y en la transitividad una vez se han establecido
las relaciones (A1 de A1-B1) y (C1 de B1-C1), se evalúa la respuesta de selección del
comparador en presencia de la muestra (entonces A1-C1) una vez las relaciones del
estímulo son demostradas, sin entrenamiento explícito, las relaciones se denominan
emergentes, y se indica que los estímulos son miembros de una clase de equivalencia
(Gómez-Bujedo, 2009; Sidman, 2000).
Los procedimientos de discriminación condicional se han utilizado para evaluar
procesos de emergencia de conductas no entrenadas directamente, permitiendo que se
defina las clases de estímulos como los conjuntos de estímulos que son intercambiables
entre sí en un contexto dadas ciertas condiciones (Pérez-González, 1994) o como los pares
ordenados de eventos (estímulos, respuestas, consecuencias, operandos, contextos) que
participan en una relación de contingencia (Sidman, 2000).
Una de las principales características de las discriminaciones condicionales es la
gran flexibilidad que permite su uso, dando lugar a una gran riqueza procedimental. De
forma que se puede utilizar un entrenamiento de igualación física –si la muestra y la
comparación correcta comparte las mismas características- o una igualación simbólica –si
la asignación es arbitraria (García, 2002). Algunos ejemplos de igualación simbólica en
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humanos se encuentran en los trabajos de Hernández, Céspedes y Prieto (2007), Hernández,
Medina y Erazo (2008) y Wilson y Hayes (1996).
Las relaciones de equivalencia han sido estudiadas y replicadas consistentemente
con humanos verbalmente competentes (Hernández, et al., 2007; Hernández, et al., 2008;
Tepaeru, Jones, Elliffe & Muthukumaraswamy, 2006; Tomanari, Sidman, Rubio, & Dube,
2006) pero no se cuenta con replicaciones consistentes en especies no verbales, y las
evidencias reportadas son sometidas a críticas por la gran cantidad de ensayos que
requieren, la presencia de reforzamiento en fase de pruebas, o la validez de los arreglos
experimentales para la evaluación de las respuestas emergentes (para algunos trabajos ver
Bodily, Katz & Wright, 2008; Nakagawa, 2001; Schusterman & Kastak, 1993; Zentall &
Hogan, 1974, para una revisión Lionello-DeNolf, 2009). Lo anterior cual ha conllevado a
postulados teóricos que relacionan el lenguaje articulado humano como requisito para la
formación de relaciones equivalentes (Hayes, 1992; Sidman, 1971).
Según Dube, Mcllvane, Callahan y Stoddard (1993) existen dos posturas sobre
equivalencia con animales humanos y las dificultades en encontrarlas con los estudios con
animales no humanos. La primera de ellas sostiene que las diferencias, entre especies, se
deben a diferencias cualitativas entre las especies. Desde esta postura la aparición de las
relaciones que definen las clases de equivalencia son una capacidad netamente humana,
filogenéticamente dada, por lo cual, se afirma que en las equivalencia se requiere
asociaciones del sistema neuronal o cadenas desarrolladas sólo en el sistema nervioso
central humano.
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La segunda postura, presenta una explicación más centrada en los procedimientos
que en características biológicas de las especies desde esta visión el fracaso en demostrar
equivalencia en no humanos, puede estar relacionada con entrenamientos inadecuados,
pruebas inadecuadas o de ambas. Es por ello, que en algunos estudios que presentan
resultados positivos, están soportados por procedimientos de equivalencia en donde
involucran prerrequisitos de experiencias pre-experimentales (Dube et al., 2003).
Algunos estudios a favor de la segunda posición son mencionados por García
(2002), en ellos, se muestra emergencia de las relaciones que definen una clase de
equivalencia en diferentes especies No-humanas (palomas, chimpancés, leones marinos,
monos y ratas), pero la mayor parte de los resultados son poco alentadores. Según Hayes
(1992), dichos estudios probablemente no encuentran resultados favorables por variaciones
en el procedimiento en cuanto al orden de presentación de los estímulos, tipo de estímulos
utilizados, respuesta requerida, entrega del reforzador, entre otras características relevantes
que al momento de llevar a cabo el procedimiento, pueden estar afectando la adquisición de
las equivalencias de estímulos.
Valero y Luciano (1993), mencionan algunas variables que se deben tener en cuenta
al momento de evaluar la emergencia de las relaciones de equivalencia, algunas de ellas
son: la introducción progresiva de los estímulos o de las relaciones a incluir en el
entrenamiento, el uso de dos o más estímulos de comparación en cada ensayo para aislar el
control estimular condicional, presentar en bloques separados los ensayos para evaluar las
nuevas relaciones (simetría y transitividad) a fin de aislar específicamente el efecto
obtenido sobre cada una de las nuevas relaciones formadas, un criterio elevado de
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mantenimiento de las relaciones entrenadas ya que si éste es bajo, al no aplicar
contingencias sistemáticas durante las pruebas puede estar siendo reforzada de forma
condicionada una ejecución con gran variabilidad, la presentación simultánea de los
estímulos muestra y los comparadores, la separación o diferenciación espacial entre el
estímulo de muestra y los de comparación, y la necesidad de un intervalo entre ensayos
para mejorar la precisión de respuestas correctas en la igualación.
En el grupo de investigaciones sobre respuestas emergentes con especies no
humanas, Schusterman y Kastak, (1993), llevaron a cabo una investigación con leones
marinos, en la cual se buscó demostrar que un león marino de California puede realizar
ciertas tareas de relaciones emergentes simétricas y transitivas. Dentro de los resultados
obtenidos se observó que las ejecuciones del sujeto estaban por encima de la probabilidad
media, encontrándose porcentajes de acierto del 87.5% y 97.97% en pruebas de simetría y
de transitividad de 88% y 94% respectivamente.
Por otra parte, Frank y Wasserman (2005) condujeron tres experimentos con
palomas en los que evaluaron la relación de simetría A-B entonces B-A. En la investigación
utilizaron imágenes (mariposa, caracol y planta) como estímulos y realizaron asociaciones
por la localización espacial. Durante la presentación de los estímulos, se tenían intervalos
de tiempo entre la aparición presencia del estímulo muestra y el comparador, lo cual
probablemente posibilitó que en los resultados no se reportara simetría en los tres
experimentos.
En el estudio de Pérez-Acosta y Benjumea (2003), también con palomas, el objetivo
básico era aumentar la evidencia de la transferencia de la auto-discriminación condicional
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en animales, para ello, hicieron tres experimentos, en los que usaron adaptaciones de un
procedimiento de igualación a la muestra la muestra fue alguna dimensión de la propia
conducta (orientación espacial, frecuencia o emisión) y la comparación un par de estímulos
visuales, cada uno de ellos arbitrariamente relacionados con uno de los valores de dicha
dimensión conductual (responder a la izquierda o responder a la derecha). Al hacer las
pruebas de transferencia, se obtuvieron resultados que apoyan la hipótesis que la
autoconciencia no se restringe a las auto-clíticas verbales humanas en la medida en que la
auto-discriminación puede transferirse a situaciones distintas a las de su entrenamiento.
En otro estudio realizado por Peña, Pitts y Galizio (2006), se utilizó una tarea de
discriminación condicional en ratas pero con estímulos olfatorios, encontrando que es
posible facilitar el proceso de identidad de igualación a la muestra en ratas usando
estímulos olfatorios, resaltando que la realización de múltiples ensayos facilita la
emergencia de conductas no entrenadas.
García y Benjumea (2007), utilizaron palomas como sujetos experimentales en su
investigación, buscando comprobar la obtención de simetría en una situación de
discriminación condicional con la propia conducta del sujeto como estímulo
(propioceptivo) de muestra. Los resultados obtenidos resaltan la necesidad de llevar a cabo
gran cantidad de ensayos por sesión, para obtener criterios superiores al 70% en el
entrenamiento. Del mismo modo, se resalta la necesidad de utilizar transferencias positivas
(coherencia entre el entrenamiento y la prueba) en la fase de prueba de la simetría,
permitiendo encontrar diferencias significativas, aunque los porcentajes de la fase de
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prueba 45% y 55% sugieren que las palomas posiblemente pueden discriminar y etiquetar
su propia conducta en una prueba de simetría con transferencia positiva.
En un estudio con una especie diferente, Nakagawa (2001) evaluó simetría y
transitividad como resultado de dos entrenamientos, un grupo experimental con sobreentrenamiento (entrenamiento durante 20 días adicionales), y otro grupo experimental con
entrenamiento hasta alcanzar el criterio de precisión, comparándolos con un grupo control.
En ambos experimentos se tomaron como estímulos figuras arbitrarias, que eran
presentadas en un pantalla, muestra en el centro y comparadores en los lados. La respuesta
que debían dar los sujetos era palanqueo en el lado en el que se encontraba el comparador
establecido como equivalente.
Para simetría se entrenaron cuatro relaciones y para transitividad ocho relaciones,
las cuales eran presentadas de forma aleatoria, al igual que la posición de los comparadores
en cada ensayo. En el experimento se estableció un criterio de precisión del 80% de
respuestas correctas durante dos sesiones consecutivas. Para la fase de prueba se entregó
reforzamiento (comida). En los resultados se compararon las ejecuciones de los grupos,
encontrándose un mayor número de aciertos para los grupos experimentales (71%), en
especial para el grupo experimental 1, en comparación con el grupo control (53%),
sugiriendo que podría encontrarse formación de clases de equivalencia de estímulos,
simetría y transitividad en animales no humanos.
Teniendo en cuenta la inconsistencia en los estudios que reportan relaciones
emergentes en animales no humanos, el presente estudio tuvo como propósito evaluar la
formación de relaciones emergentes de simetría y transitividad en ratas utilizando una
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versión modificada del procedimiento de Nakagawa (2001), eliminando la presencia de
reforzadores en la fase de pruebas, e intentando adecuar la presentación de los estímulos a
una situación de recorrido de laberintos y garantizando el contacto de los sujetos con los
estímulos muestras y comparadores.
Método
Experimento 1
Sujetos
Se utilizaron 2 ratas macho Wistars, ingenuas experimentalmente, alojadas en el
bioterio de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz (FUKL). Fueron
mantenidas
aproximadamente al 80% de su peso con alimento libre y adlibitum de agua. Al iniciar la
investigación tenían 84 días de vida (post-natal). Cada animal fue manipulado para
transportarlo a la sala experimental, la toma de peso diario y la limpieza de la caja semanal.
Los animales fueron supervisados diariamente para garantizar su bienestar, el
procedimiento fue avalado por la dirección del Laboratorio de Análisis Experimental del
Comportamiento y su ejecución cumplió con los requerimientos de ley establecidos en
Colombia para el uso de animales en laboratorio.
Instrumento:
El instrumento utilizado fue un laberinto radial octogonal de marca MED, que está
construido con base central de polipropileno blanco de 1.3 cm. de grosor x 30.5 cm de
diámetro. Cada uno de los brazos tiene una extensión de 76 cm con piso hecho de PVC
blanco de 1.3 cm de grosor y paredes de policarbonato transparente de 0.56 de espesor; los
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brazos forman corredores de 76 x 9 x 16.8 cm, la parte superior de cada brazo posee
agujeros uniformemente distribuidos que permiten la ventilación.
Para el experimento se utilizaron los 3 brazos, que formaban una “Y” . Uno de los
brazos sirvió como caja de inicio (brazo 1) y los otros dos, como opciones (cada uno de los
brazos) de elección (brazos 4 y 6). El laberinto fue operado manualmente, manipulando las
puertas de entrada y salida de los brazos por parte de los experimentadores.
Estímulos
Los estímulos que se emplearon fueron tomados del estudio de Nakagawa (2001),
para propósito de claridad del procedimiento se agruparon y nominaron alfanuméricamente como A, B, C, y 1, 2 (ver Figura 1). Las relaciones entre los estímulos no
están determinadas físicamente sino arbitrariamente (Garcia, 2002) y se presentaron como
un procedimiento de igualación a la muestra con dos comparadores.
Figura 1. Estímulos utilizados en el procedimiento. Fuente: Nakagawa (2001)
Procedimiento
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El experimento estaba dividido en 3 fases experimentales: moldeamiento,
entrenamiento y evaluación de las relaciones emergentes.
Previo a las fases experimentales, se realizó habituación al instrumento para los dos
sujetos, durante dos días por 30 minutos, en los cuales cada sujeto se desplazó libremente
por los tres brazos habilitados.
Fase de Moldeamiento: consistió en colocar a cada sujeto en el brazo de inicio,
para que se desplazara hasta el centro del laberinto, allí se forzaba a recorrer los brazos
(50% para cada uno). Este procedimiento se llevó a cabo durante 2 días por 30 minutos.
Fase de Entrenamiento: esta fase constó de 28 ensayos por día, 14 ensayos eran
para entrenar la relación 1y los restantes para la relación 2 (ver tabla 1). Se estableció un
criterio de precisión del 90%, 25 ensayos correctos del total de la sesión y 13 ensayos
correctos para cada relación, durante 2 días consecutivos.
Cada ensayo comenzaba cuando la rata se situaba en la caja de inicio
y se
desplazaba hasta el centro del laberinto. Estando en este lugar, encontraba en la puerta de
entrada del brazo 5 y en las puertas de entradas de los brazos 4 y 6 el estímulo muestra
(A1) y los estímulos comparadores respectivamente (B1-B2 y C1-C2) (ver tabla 1).
El requisito conductual requerido para la entrega de la comida consistió en
levantarse frente al estímulo muestra y tocarlo, para luego levantarse frente al estímulo
comparador seleccionado y tocarlo, permitiéndole el acceso al brazo seleccionado (4 o 6)
para desplazarse hasta el final de éste. Si escogía la opción establecida como correcta,
obtendría una pellet al final del recorrido del brazo, si se escogía la opción establecida
como incorrecta no se entregaba pellet, e inmediatamente se colocaba en la caja de inicio
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para comenzar un nuevo ensayo.
Las relaciones entre estímulos establecidas como
correctas y sus correspondientes evaluaciones se presentan en la Tabla 1.
Tabla 1.
Relaciones para fase de entrenamiento y evaluación
COMPARADOR
FASE
MUESTRA
Entrenamiento relación 1
A1
Correcto
B1
Incorrecto
B2
Entrenamiento relación 2
A1
C1
C2
Evaluación: simetría 1
B1
A1
B2
Evaluación: simetría 2
C1
A1
C2
Evaluación: transitividad
B1
C1
C2
Fase de Evaluación de Relaciones Emergentes: Después de alcanzado el criterio de
precisión de la fase de entrenamiento, se evaluaron simetría y transitividad (ver tabla 1). La
ubicación de los comparadores se aleatorizó y se presentaron 16 ensayos de prueba de
simetría (8 de simetría de la primera relación, 8 ensayos de simetría de la segunda relación)
y 8 ensayos de transitividad. En esta fase no se entregaba pellets.
Resultados
El procedimiento de este experimento, sólo se llevó a cabo hasta la fase de
entrenamiento, debido a que los sujeto no alcanzaron el criterio de respuestas del 90%, a
continuación se presentan los resultados correspondientes a las sesiones realizadas de fase
de entrenamiento para ambos sujetos.
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Para la relación 1 (ver figura 2), ambos sujetos presentaron respuestas de
discriminación en un 79%, pero en el trascurso de las sesiones se presentaron
disminuciones en las respuestas en ambos sujetos, disminuyendo las respuestas a un 43%
en las sesiones 7, 8, 11 y 12 para el sujeto 1 y un 50% en la sesión 14 para el sujeto 2.
Aunque el sujeto 2, presentó respuestas superiores al criterio de precisión (93% en la sesión
once y 86% en las sesiones 2 y 4 respectivamente), la inestabilidad de una sesión a otra, no
permitió alcanzar las dos sesiones consecutivas estables de respuesta requeridas para
continuar con la fase de evaluación de respuestas emergentes.
En cuanto al sujeto 1, sus respuestas simétricas en el trascurso de las sesiones fueron
bajas e inestables, aunque en las últimas sesiones se presentó un incremento de respuestas
correctas (64% y 86% respectivamente), no permitió alcanzar el criterio de estabilidad para
continuar con la prueba de simetría.
Figura 2. Respuestas correctas en la fase de entrenamiento de la relación 1.
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En el entrenamiento de la relación 2 (ver figura 3), los resultados son bastante
similares a los de la relación 1. Ambos sujetos, iniciaron con igual número de respuestas
correctas (7) para un porcentaje del 50%, pero en el trascurso de las sesiones se presentaron
bastantes cambios. El sujeto 2, aunque presentó un mayor número de respuestas correctas
en las sesiones 5, 11, y 4 (93% en la sesión 5 y 11; y 86% en la sesión 4), no son
constantes, presentando disminución de porcentaje de respuestas correctas en las últimas 4
sesiones. Y el sujeto 2, al igual que en la relación anterior, muestra porcentajes de respuesta
bajos (43% en la sesión 3 y 50% en la sesión 1, 7, 9 y 12).
Figura
3.
Respuestas correctas en la fase
de entrenamiento de la relación 2.
En cuanto a los porcentajes totales de ambas relaciones por cada sesión (ver figura
4), teniendo como criterio la ejecución de 25 respuestas correctas, equivalentes al 90%,
ninguno de los sujetos las alcanzó en las catorce sesiones que se efectuaron. Aunque ambos
sujetos iniciaron con un nivel de respuestas correctas del 64%, la ejecución del sujeto 1 fue
menor a la del sujeto 2, mostrando su mayor porcentaje de respuestas correctas en la sesión
4 con 75%, y en la sesión 6 con 71%. De igual forma, en este sujeto, la sesión 7 a la sesión
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12, se encontraron porcentajes inferiores al 60%, aunque en las siguientes se evidenció un
incremento de las respuestas (64% en la sesión catorce), no alcanzó el criterio de respuestas
propuesto.
Para el sujeto 2, en la sesión once las respuestas fueron altas con un 93% de
aciertos, seguidos por decremento en el número de aciertos de respuesta, siendo la sesión 9
la de menor número de respuestas con un 50%, aunque en las demás registró porcentajes
superiores al 50% no fueron suficientes para alcanzar el criterio de precisión determinado.
Figura 4. Porcentaje promedio de respuestas correctas en la fase de entrenamiento
para ambas relaciones.
Con base en los resultados totales y por relación, se evidencia que ninguno de los
sujetos logró el criterio de respuestas equivalente al 90%, por lo que no se continuó con la
fase de evaluación de respuestas no entrenadas. Teniendo en cuenta que ninguno de los
sujetos logró el establecimiento de las relaciones condicionales que se llevó a cabo en el
experimento 1, se modificó el entrenamiento en cuanto a la respuesta requerida, cambiando
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la respuesta de tocar el estímulo muestra por la de retirar el estímulo considerando que con
ello se garantizaría un mayor contacto visual de los sujetos con las muestras,
adicionalmente se aumentó el número de ensayos por relación y se entrenaron por separado
las relaciones.
Experimento 2
Sujetos
Se utilizaron los mismos sujetos del experimento 1, bajo las mismas condiciones
ambientales.
Instrumento
Se utilizó el mismo instrumento del experimento 1.
Estímulos
Se utilizaron los mismos estímulos que en el experimento 1.
Procedimiento
El experimento estaba dividido en 2 fases: entrenamiento y evaluación de las
relaciones emergentes.
Fase de Entrenamiento: cada ensayo se llevó a cabo de igual forma que en el
experimento 1, excepto por el tipo de respuesta de discriminación implicada, los sujetos al
levantarse frente al estímulo comparador debían tocarlo y retirarlo antes de permitir el
acceso a uno de los brazos, dicha respuesta garantizaba que estuviera en contacto con otros
estímulos. La respuesta fue seguida de la entrega de un pellet para el caso en que las
selecciones muestra-comparador fuesen correctas.
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Adicionalmente, cada relación se entrenó por separado. Para la relación 1 se
hicieron 28 ensayos por día, hasta lograr criterios superiores al 75% de elecciones correctas
(mínimo 21 ensayos correctos) durante 2 días consecutivos. Inmediatamente se llevó a
cabo la fase de prueba de simetría y se continuó con el entrenamiento en la relación 2.
En la relación 2 se presentaron 19 ensayos, seguido por 9 ensayos de la relación 1,
para los primeros días. En la segunda (para el sujeto 1) y tercera (para el sujeto 2) sesión, se
llevaron a cabo, 14 ensayos de la relación 1 y 14 ensayos de la relación 2, para las
siguientes sesiones, 20 ensayos por cada relación, hasta alcanzar criterios superiores al 75%
de elecciones correctas (mínimo 15 ensayos correctos) para la relación 2. A continuación,
se prosiguió a evaluar simetría y transitividad.
Evaluación de relaciones emergentes: Después de logrado el criterio de la fase de
entrenamiento, se evaluó simetría y transitividad (Ver tabla 1)
Resultados
Fase de entrenamiento: De acuerdo a los datos obtenidos en la fase de
entrenamiento para la relación 1, el sujeto 1 requirió de 15 sesiones para alcanzar
porcentajes de respuesta superiores al 75% (ver figura 5). Al iniciar el entrenamiento se
reporta el 70% de respuestas correctas, probablemente debido al entrenamiento que se
recibió en el experimento 1. En las 2 últimas sesiones, el sujeto 1, presentó aciertos de
100% en la sesión catorce y 75% en la sesión quince, lo cual permitió alcanzar el criterio
para continuar con la fase de prueba de simetría.
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Figura 5. Entrenamiento de la relación 1 para el sujeto 1.
Para el sujeto 2, se realizaron menos sesiones de entrenamiento para la relación 1
(ver figura 6). Al igual que el sujeto anterior, el sujeto 2, recibió entrenamiento de las
relaciones en el experimento 1, lo cual posiblemente, facilitó la adquisición de la relación 1.
Se resalta que a partir de la segunda sesión, los criterios fueron superiores al 80% de
aciertos, (89%, 82%, 93% y 100% respectivamente), de manera que se continuó con la fase
de prueba de simetría.
Figura 6. Entrenamiento de la relación 1 para el sujeto 2.
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Para el entrenamiento de la relacion 2, llevado a cabo después de la prueba de
simetría de la relación 1 para ambos sujetos, se requirió un menor número de ensayos de
adquisición para el sujeto 1 (9 sesiones), iniciándose con un porcentaje de aciertos del 69%
en la primera sesión y en las 2 últimas sesiones obtuvo porcentajes de 85% y 80%
respectivamente (ver figura 7). Así mismo, se encontró una disminuciòn en el porcentaje de
respuestas correctas en la sesión 3, pero se incrementó y mantuvo desde la sesión 4 hasta la
9, por lo cual se continuó con la fase de prueba de simetría para la relación 2 y las pruebas
de transitividad.
Figura 7. Entrenamiento de la relación 2 para el sujeto 1.
Para el sujeto 2, el entrenamiento de la relación 2 tomó mayor número sesiones que
en la relación 1 (13 ensayos) (ver figura 8). Además se observó una disminución en el
porcentaje de respuestas correctas durante la sesión 3, 4 y 9, en las cuales el sujeto
presentaba mayor preferencia por el comparador negativo aunque no recibía reforzador. A
partir de la sesión 10, el porcentaje de acierto presentó un incremento estable, logrando en
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las dos últimas sesiones porcentajes de 90% y 95% respectivamente, lo cual permitió
continuar con la fase de prueba de simetría de la segunda relación y la prueba de
transitividad.
Figura 8. Entrenamiento de la relación 2 para el sujeto 2.
Fase de evaluación de respuestas emergentes:
Para la fase de prueba de las relaciones, en la evaluación de simetría para el sujeto 1
(ver figura 9), en la fase de prueba de simetría B1-A1 obtuvo un porcentaje del 56% (5
respuestas correctas y 4 respuestas incorrectas) a diferencia de la relación 2 de simetría C1A1, en la que el porcentaje de aciertos de simetría fue del 75% (6 respuestas correctas y 2
respuestas incorrectas).
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Figura 9. Prueba de simetría para el sujeto 1.
Para el sujeto 2, la prueba de simetría B1-A1 y simetría C1-A1 (ver figura 10), se
encontró un porcentaje del 88% (7 respuestas correctas y 1 respuesta incorrecta) para la
primera, y de 63% (5 respuestas correctas y 3 respuestas incorrectas) para la segunda.
Figura 10. Prueba de simetría para el sujeto 2.
Por tanto, en la fase de prueba de simetría B1-A1, el sujeto 2, el porcentaje de
aciertos fue superior (88%) con respecto al sujeto 1 (56%), pero en la evaluación de
simetría C1-A1, en el sujeto 1 el porcentaje de acierto fue mayor (75%) con respecto al
sujeto 2 (63%). En la prueba de transitividad, B1-C1, realizada después de la prueba de
simetría de la relación 2, en ambos sujetos se presentaron porcentajes iguales o superiores
al 75% (ver figura 11). Para el sujeto 1, se encontró 75% (6 respuestas correctas, y 2
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respuestas incorrectas) al igual que su mayor porcentaje de aciertos de simetría (relación 2).
Y para el sujeto 2, se obtuvo el 100% de respuestas simétricas (8 respuestas correctas).
Figura 11. Prueba de Transitividad para ambos sujetos.
Discusión
El propósito de esta investigación fue evaluar los efectos de dos entrenamientos en
discriminación condicional con relaciones arbitrarias entre estímulos sobre la presentación
de respuestas emergentes (simetría y transitividad) en animales no verbales. Inicialmente se
probó un protocolo con una topografía de respuesta consistente en tocar los estímulos
muestra y comparadores, y posteriormente con miras a garantizar el contacto de los sujetos
con las dimensiones estimulativas visuales de los estímulos muestra y comparador se
cambió el requisito de respuesta por retirar los estímulos muestra y comparadores.
Diferentes hallazgos que fundamentan la hipótesis de emergencia de relaciones en animales
no humanos con diferentes tipos de criterios de respuesta pueden encontrarse en
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Schusterman y Kastak (1993) con leones marinos, Frank y Wasserman (2005) y García y
Benjumea (2007) con palomas y Nakagawa (2001, 2005) con ratas.
El procedimiento experimental se realizó considerando diferentes parámetros. En el
experimento 1 se moldearon las dos relaciones de forma simultánea en cada sesión,
mientras que en el experimento 2 se entrenó cada relación por separado. También se
cambiaron los requisitos conductuales para acceder al reforzador (retirar los estímulos para
el caso del experimento 2). Los estímulos presentados y las relaciones entrenadas
permanecieron constantes en ambos experimentos.
Las modificaciones realizadas al procedimiento en el experimento 2 promovieron la
emergencia de relaciones no entrenadas. Sin embargo, teniendo en cuenta que las relaciones
ya habían sido parcialmente entrenadas en el experimento 1, la emergencia de las relaciones
se pueden considerar como un producto de sobre entrenamiento, en el cual se presentan un
elevado número de de ensayos de entrenamiento para cada una de ellas. Esta característica
es recurrente en los procedimientos de formación de relaciones con animales no verbales
(García & Benjumea, 2007; Peña et. al, 2006), y en algunos casos con humanos (Wilson &
Hayes, 1996).
A pesar de los reiterados ensayos, los resultados encontrados en las prueba de
simetría y transitividad permiten afirmar la emergencia de equivalencia con porcentajes
superiores al 60% para simetría y para transitividad superiores al 75%. Estos resultados
contradicen las posturas teóricas según las cuales las relaciones emergentes son
estrictamente humanas, o implican como prerrequisito el lenguaje (Horne & Lowe, 1996;
Schusterman & Kastak, 1993; Sidman, 1992).
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Simetría y transitividad en ratas
Estudios como el presente, muestran que posiblemente la formación de relaciones
de equivalencia podría no ser característica de los humanos, dando otro paso en la
comprensión de la génesis de esta capacidad (García & Benjumea, 2007), y dejando abierta
la posibilidad a nuevas investigaciones de mayor profundidad en la adquisición de
conductas no entrenadas en especies no-humanas.
El hecho que posiblemente hayan relaciones equivalentes en animales no humanos,
podría hacer suponer una errónea conclusión: los animales humanos presentan repertorios
verbales lingüísticos. Por el contrario, la conclusión sugerida es que las relaciones
equivalentes no son exclusivamente humanas, es decir no se necesita del lenguaje para
producirlas (Schusterman & Kastak, 1993) en contradicción con hipótesis de nominación
en la cual el lenguaje articulado es considerado prerrequisito de la emergencia de las
relaciones (Horne & Lowe, 1996; Hayes, Barnes-Holmes, Roche, 2001; Sidman, 2000).
Uno de los puntos de partida de las relaciones equivalentes es la discriminación
condicional, aprendizaje que se ha podido encontrar en animales (García & Benjumea,
2007; Frank & Wasserman, 2005; Peña, et. al, 2006; Schusterman & Kastak, 1993), pero
determinar la ampliación de este proceso en animales no humanos implica una mayor
rigurosidad investigativa, mayores criterios para el establecimiento de significancia y una
rigurosidad en la selección de los repertorios conductuales de los sujetos que se entrenan y
evalúan pues quizás el hecho de no replicar el hallazgo de respuestas emergentes
sistemáticamente
está
relacionado
con
la
arbitrariedad
de
los
procedimientos
experimentales y no con las posibilidades comportamentales de los organismos (Hayes,
1992).
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Aunque los avances en este campo resultan aún incipientes para una confirmación
del fenómeno de equivalencia, se considera que estos resultados se suman a las evidencias
de relaciones emergentes en animales no humanos. En futuros estudios se buscará que los
resultados encontrados puedan ser confirmados en nuevas situaciones experimentales,
adicionando nuevas variables y parámetros experimentales a controlar (Hayes, 1992).
En nuevos estudios se tomará mayor tiempo para el aprendizaje en cada una de
las fases, como se hizo en el segundo entrenamiento, con el fin de obtener criterios de
respuesta mucho más altos. Para efectos de tiempo y mayores resultados se sugiere desde el
inicio entrenar una relación a la vez, realizar la prueba de simetría y continuar con
entrenamientos de menor número de ensayos hasta que se realice la prueba de transitividad.
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