La oportunidad de la renta fija

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OPINIÓN DE
Paulina Yazigi
GERENTA DE RESEARCH RENTA FIJA CREDICORP CAPITAL
La oportunidad de la renta fija
LATINOAMERICANA
DESPUÉS DE UN DECEPCIONANTE 2015, LOS BONOS DE EMPRESAS
LATINOAMERICANAS PODRÍAN SER UNOS DE LOS GRANDES GANADORES ESTE AÑO.
H
an sido tiempos difíciles, en que hemos
visto una alta incertidumbre y volatilidad en los
mercados, y que los riesgos
no dejan de estar sesgados a
la baja. ¿Cómo invertir en este
escenario? He escuchado mucho la preferencia por la caja.
Los inversionistas ya están
cansados de tener retornos
negativos. Y es que los atractivos retornos del año pasado
por estar invertidos en bolsas
desarrolladas, se nos dieron
por el efecto de la depreciación
del tipo de cambio, no por los
magros retornos de las bolsas
mismas. Ni hablar de la renta
variable de América Latina o
local. Entonces este año que
no se está viendo muy prometedor, y que el dólar no debiera
apreciarse mucho más, ¿dónde invertir?
Para nosotros, invertir en
renta fija Latinoamericana hoy
es una gran alternativa. Después de más de un año y medio
de “bailar con la fea”, encontramos en ella una oportunidad
con grandes atractivos.
Medido por el índice benchmark, en 2015 ésta cayó en
8,6% en dólares, en las clasi-
ficaciones más seguras (grado
de inversión) y 10,4% en la
clase high yield. ¿Pero qué enfrentamos hoy mirando hacia
2016? Hoy el spread promedio de Latam está en torno a
610 puntos base. Dado el nivel
actual de la tasa del Tesoro de
EE.UU., esto significa que los
bonos en promedio nos ofrecen un devengo anual (tasa interna de retorno, TIR, o “yield”)
en torno a 8,0%. Esto es bastante más que el 2,0% con que
partíamos el año anterior.
Es decir, si hoy invirtiéramos
en un fondo diversificado, podríamos acceder a retornos en
torno a 8,0% al año, desde aquí
hasta que los bonos venzan y
paguen su capital. El tema es
que si uno va valorizando en
cada momento del tiempo, el
retorno puede ser diferente,
básicamente por dos factores
principales. El riesgo de crédito, reflejado en el spread que
se les exige a estos bonos, y
el riesgo de duración, que está
dado básicamente por el movimiento que tengan las tasas de
interés “base”, que es la tasa
del Tesoro de EE.UU. Si el riesgo aumenta, el spread subirá, y
tendremos pérdidas de capital
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que compensarán el atractivo
devengo de 8,0%. Si las tasas
de EE.UU. suben, también podemos perder dinero invertido
en la renta fija, y mientras más
largo el bono, más pierdo.
¿Existen estos riesgos hoy?
Claramente, siempre están
presentes. Lo que ocurre hoy
es que los spreads están tan
altos que por un lado enfrentamos un atractivo devengo que
funciona como colchón ante
pérdidas de capital, y además,
vemos con baja probabilidad de
que puedan subir mucho más.
En el último tiempo el riesgo
más alto que enfrentaba el
mundo Latam era Brasil. Este
riesgo sigue existiendo, y esto
podría llevar a varias compañías a cesación de pagos incluso. Es por esto que sugerimos
estar invertidos en la renta fija
Latinoamericana, pero alejarse
de Brasil, sólo con ciertas excepciones. Como hoy los créditos brasileños son los que más
ofrecen devengo, el alejarse de
ellos baja la TIR promedio en
la cartera invertible. Pero de
todas formas existen oportunidades muy atractivas en créditos colombianos, peruanos,
chilenos y en México. Incluso
en emisores brasileños que se
dedican a la exportación y que
tienen ingresos en dólares, le
vemos un alto potencial.
¿Qué pasa con el riesgo de
duración? Llevamos un buen
tiempo esperando que la Fed
comience su ciclo de alza de
tasas, para comenzar a ver las
tasas del Tesoro y empezar a
subir. Sin embargo, el mercado
lo tuvo tan internalizado, que
una vez que la Fed comenzó, se
convirtió en un evento que no
tuvo grandes consecuencias.
Es más, dado que la economía
global sigue desilusionando
y que seguimos viendo tasas
de interés a la baja, y cada
vez más negativas en algunas
economías, las tasas en EE.UU.
han incluso retrocedido. En un
escenario normal-moderado
y quizás optimista, podríamos
esperar que la tasa del Tesoro a 10 años avance unos 40
puntos base en el año. En este
caso, podríamos perder por
este concepto unos 2.4% del
total del retorno, es decir, en
vez de enfrentar retornos del
8.0% al año, podrían ser más
cerca del 5.5% (en dólares).
Esto sigue siendo una alternativa prometedora.
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