QUE REFORMA EL ARTÍCULO 3O. DE LA LEY GENERAL DE SALUD, A CARGO DEL DIPUTADO JOSÉ FRANCISCO CORONATO RODRÍGUEZ, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DE MOVIMIENTO CIUDADANO José Francisco Coronato Rodríguez, integrante de la LXII Legislatura del Congreso de la Unión y del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano, con fundamento en los artículos 71, fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 6, fracción I, del Reglamento de la Cámara de Diputados, someto a consideración del pleno de esta honorable asamblea la siguiente iniciativa con proyecto de decreto por el que se adiciona la fracción VI Bis al artículo 3o. de la Ley General de Salud, al tenor de la siguiente: Exposición de Motivos La epilepsia es una enfermedad cerebral crónica que afecta a las personas y se caracteriza por episodios breves de convulsiones, es decir, contracciones musculares que pueden afectar a una parte del cuerpo o a su totalidad, y a veces se acompañan de pérdida de la consciencia y del control de los esfínteres, esto debido a descargas eléctricas excesivas de grupos de células cerebrales. Las características de los ataques son variables y dependen de la zona del cerebro en la que empieza el trastorno, así como de su propagación. Pueden producirse síntomas tales como ausencias o pérdidas de conocimiento, y trastornos del movimiento, de los sentidos, en particular la visión, la audición y el gusto, del humor o de la función mental. Las personas con convulsiones tienden a padecer problemas físicos, tales como fracturas y hematomas, y mayores tasas de otras enfermedades o problemas psicosociales y de trastornos tales como la ansiedad o la depresión. Quienes tienen epilepsia no sólo deben lidiar con su enfermedad sino que se enfrentan al descuido gubernamental y al estigma social. De conformidad con datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se calcula que actualmente habitan en el mundo un total de 50 millones de pacientes epilépticos; así también se estima que 2.4 millones de nuevos casos ocurren a nivel global. Estudios realizados por esta misma Organización han revelado que un 50 por ciento de los casos tienen inicio en la infancia y la adolescencia junto en las etapas en las que el cerebro aún no alcanza la madurez deseada, por lo que es más susceptible este tipo de padecimiento. La epilepsia tiene importantes repercusiones económicas por la atención sanitaria que requiere, las muertes prematuras y la pérdida de productividad laboral que ocasiona. Sin embargo los efectos sociales como la discriminación y la marginación que rodean la epilepsia son a menudo más difíciles de vencer que las propias convulsiones, ya que, pacientes con este padecimiento pueden ser objeto de prejuicios. En la antigüedad a las personas diagnosticadas con este mal se les consideraba como poseídas y para tratar su enfermedad, lejos de ser sometidas a un tratamiento médico se les aplicaban procedimientos experimentales o religiosos. En nuestro país este trastorno tiene una prevalencia relativamente alta de 10 a 20 casos por cada mil personas, tomando en consideración que ésta a nivel mundial oscila entre los 55 eventos por cada mil personas. En México, Zacatecas es la entidad con mayor número de personas con epilepsia con poco más de 25 mil personas, es decir que cerca del 20 por ciento de la población zacatecana padece este mal. Las personas con epilepsia ven reducido su acceso a los seguros de vida y de enfermedad, además de limitar las posibilidades de ocupar determinados puestos de trabajo. Para la población epiléptica adulta, conseguir trabajo es uno de los principales problemas que los aquejan, ya que, en un 25 por ciento de los casos estas se encuentran desempleadas o con empleos informales. Las personas con epilepsia gozan de los mismos derechos que todos los demás, entre ellos tener un empleo y una vida digna, así como un trato respetuoso y cordial, ya que su padecimiento no debe ser motivo de discriminación en ninguna circunstancia. Diversos estudios realizados por organizaciones de la sociedad civil especialistas en la materia, señalan que cerca una proporción entre el 60 y el 90 por ciento de los pacientes epilépticos que viven en países en vías de desarrollo, no reciben el tratamiento médico a causa de a la deficiencia en la asignación de los recursos en el sector salud de estos. No podemos dejar en estado de indefensión a este sector tan importante para nuestro país, sin embargo la legislación vigente en materia de Seguridad Social no ha podido evitar la discriminación y la violación de los derechos de las personas, mucho menos mejorar el acceso a los servicios de salud y aumentar la calidad de vida. Lo que hace falta en el país es educación cívica y concientización de la enfermedad, es indispensable cambiar la estructura laboral y de salud, pues se requieren más hospitales, especialistas y medicamentos para estos pacientes además de que estos conozcan sus derechos y obligaciones. Por lo anteriormente fundado y expuesto y como consecuencia de lo anterior, quiero dejar constancia que hasta este momento la Ley General de Salud es omisa respecto a considerar a la epilepsia como una enfermedad, lo cual vulnera el derecho a la salud que consagra el artículo 4 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en perjuicio de las personas que padecen ésta enfermedad, por lo que de aprobarse la presente propuesta, se estará garantizando efectivamente el ejercicio de esta prerrogativa a favor de los ciudadanos que padecen esta enfermedad, someto a consideración del pleno el siguiente Decreto por el que se adiciona la fracción VI Bis al artículo 3o. de la Ley General de Salud Único. Se adiciona la fracción VI Bis al artículo 3o. de la Ley General de Salud para quedar como sigue: Artículo 3o. En los términos de esta ley, es materia de salubridad general: [...] [...] VI Bis. La atención, orientación, control y vigilancia en materia de padecimientos crónicos neurológicos, entendiendo por éstos todo aquel trastorno en el cerebro que provoca afectaciones al sistema nervioso induciendo la dificultad total o parcial para moverse, hablar, tragar, respirar o aprender, tal y como sucede con la epilepsia. Texto Vigente Artículo 3o. En los términos de esta ley, es materia de salubridad general: [...] [...] No existe. ... Texto Propuesto Artículo 3o. En los términos de esta ley, es materia de salubridad general: [...] [...] VI. Bis. La atención, orientación, control y vigilancia en materia de padecimientos crónicos neurológicos, entendiendo por éstos todo aquel trastorno en el cerebro que provoca afectaciones al sistema nervioso induciendo la dificultad total o parcial para moverse, hablar, tragar, respirar o aprender, tal y como sucede con la epilepsia. Transitorio Único. El presente decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el Diario Oficial de la Federación. Dado en Palacio Legislativo de San Lázaro, a 27 de marzo de 2014. (Rúbrica) Presentada por el diputado José Francisco Coronato Rodríguez, Movimiento Ciudadano. Turnada a la Comisión de Salud. Gaceta Parlamentaria, número 3990-VII, jueves 27 de marzo de 2014. (2111)