Absceso hipofisario tras la extirpación de un adenoma de hipófisis

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NEUROIMAGEN
Absceso hipofisario tras la extirpación de un adenoma de hipófisis
M. Escosa-Bagé, R.G. Sola
El absceso hipofisario es una
patología rara, infradiagnosticada, que puede estar en relación con la cirugía transesfenoidal y requiere un alto índice
de sospecha. La ventaja es que,
generalmente, se sospeche o no,
presenta una clínica similar al
adenoma, que precisa cirugía y
generalmente se trata bien.
Caso clínico. El paciente es un
varón de 53 años, hipertenso y
diabético de tipo II, que en
julio del 2003 consultó por
mareo y síncope coincidiendo
con maniobras de Valsalva en
un contexto de apatía y anorexia de, al menos, un año de
evolución. Últimamente se
acompaña de cefalea hemicraneal derecha, fotofobia y náuseas ocasionales. En la exploración destaca bradilalia, bradipsiquia y piel seca. La campimetría evidenció una cuadrantanopsia bitemporal superior. En el estudio hormonal se
demostró un panhipopituitarisFigura 1. Macroadenoma hipofisario: imagen en T2 heterogénea con componente quístico.
mo con la prolactina normal.
La resonancia magnética (RM)
mostró una masa heterogénea de 3 cm predominantemente hipe- El paciente fue intervenido transesfenoidalmente. Presentó un conrintensa en T1, isointensa en T2, con un componente hemorrágico tenido purulento y se le diagnosticó de absceso hipofisario.
y compresión del quiasma y del tercer ventrículo.
Se intervino mediante cirugía transesfenoidal y se encuentró Discusión. El absceso selar posquirúrgico tras un abordaje tranuna tumoración de consistencia blanda, con abundante material sesfenoidal por adenoma de hipófisis es una complicación exnecrótico en su interior. El informe anatomopatológico dio cepcional (menos del 1% de los casos que se intervinieron); se
como resultado material necrótico.
han publicado menos de 150 casos y puede amenazar la vida del
Dos meses más tarde acudió a urgencias por cefalea brusca y paciente [1]. Aunque los adenomas de hipófisis pueden favoredeterioro de la visión en los campos inferiores que mejoró to- cer la aparición de un absceso, sobre todo en presencia de netalmente con corticoides. La RM posterior demostró una masa crosis, la etiología puede ser oscura: meningitis, inmunoafectaheterogénea de 2,5 cm de diámetro compatible con un macroade- ción, sinusitis esfenoidal, tromboflebitis del seno cavernoso,
noma hipofisario con componente quisticonecrótico, restos de he- osteomielitis esfenoidal, bacteriemia sistémica [1-6].
matoma, predominantemente isointensa en T1 e hiperintensa en
En nuestro caso, el cultivo fue negativo. Aunque lo más freT2 (Fig. 1), que tras la administración de contraste presentaba un cuente es que sean grampositivos [2-4], la mitad de los casos
realce lineal periférico que se confirmó posteriormente (Fig. 2). que se han publicado corresponden a cultivos estériles [1].
Nuestro paciente recibió tratamiento antibiótico posoperatorio,
lo cual podría haber contribuido a la esterilidad. En ocasiones se
Recibido: 12.02.04. Recibido en versión revisada: 26.07.04. Aceptado: 28.07.04.
ha discutido que los casos estériles podrían corresponder a neServicio de Neurocirugía. Hospital Universitario de la Princesa. Madrid,
crosis licuefactiva o al contenido de quistes atípicos, como los
España.
de la bolsa de Rathke o craneofaringiomas [5], pero en nuestra
Correspondencia: Dr. Marcos Escosa Bagé. Servicio de Neurocirugía. Hosexperiencia, este caso no se correspondía con estas opciones y
pital Universitario de la Princesa. Diego de León, 62. E-28006 Madrid.
E-mail: [email protected]
era claramente purulento. Además, se descartó anatomopatológicamente la presencia de recidiva tumoral.
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REV NEUROL 2004; 39 (8): 776-777
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ABSCESO HIPOFISARIO
pterional. Es fundamental no
acceder al espacio subaracnoideo. En nuestro caso, no
reconstruimos el suelo de la
silla turca ni pusimos ningún
injerto para evitar la sobreinfección.
El paciente no presentó
complicaciones posquirúrgicas. Se trató con ceftriaxona
(2 g/24 h) y vancomicina (500
mg/12 h) durante dos semanas. Se ha descrito la infección por Candida sp y Aspergillus sp, agentes causantes de
tuberculosis y endocarditis.
Estos microorganismos son
menos frecuentes, aunque se
recomienda un seguimiento
por especialistas en enfermedades infecciosas.
Figura 2. Realce periférico tras la introducción de contraste.
La clínica era inespecífica y recordaba a la de cualquier adenoma hipofisario (cefalea, alteraciones visuales, hipopituitarismo).
Al igual que a otros autores [1,6], nos llamó la atención el curso
crónico y la ausencia de signos de infección. No hubo diabetes
insípida. La presencia de diabetes insípida en un adenoma no intervenido debería hacer sospechar la presencia de un absceso [6].
La técnica de imagen de elección es la RM, superior a la
tomografía axial computarizada (TAC); se apreció una imagen
hipointensa o isointensa en T1, hiperintensa en T2, en la que al
introducir contraste aparecía un realce en el anillo periférico
que rodeaba la lesión [1-6]. Hay que recordar que el componente quístico de un tumor hipofisario no es característico de absceso. La tomografía axial computarizada (TAC) sería útil para
descartar osteomielitis de la base del cráneo [6].
La vía de abordaje de elección es la transesfenoidal. Esto
evita la potencial diseminación de la infección en un abordaje
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En conclusión, podemos decir
que el absceso hipofisario tras
la resección de un adenoma es
una complicación poco habitual pero posible. El diagnóstico preoperatorio requiere una
alta sospecha clínica con las
características radiológicas que
se han descrito. El tratamiento
de elección es quirúrgico por vía transesfenoidal sin invadir el
espacio subaracnoideo.
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