Ética - Las Virtudes

Anuncio
Ética
LAS VIRTUDES
Es un problema complejo la realización o asimilación de los valores morales, no son
suficientes su estudio, aprenderlos, conocerlos, conversar o querer ejecutar los
máximos valores de nuestra época, nuestra sociedad, grupo, profesión o familia, en
suma una cosa es pensar los valores, otra sentirlos y por último hacerlos.
Hemos de recordar la diferencia entre moral y moralidad, la tendencia debe ser
siempre ir hacia la moralidad, en suma; pensar la moral y hacerla realidad, es decir
moralidad. También hemos de recordar lo analizado en cuanto al progreso moral, el
cual no es gratuito y no solamente se da por el hecho de pensarlo, antes que todo
es hacer.
Los bienes morales o agentes de la moralidad son; la familia, el estado, la
educación formal, la religión, la profesión, las organizaciones sociales y
económicas, vale decir todas aquellas personas, organizadas o no, con las cuales
todo individuo puede realizar posibles relaciones con ellas.
Todo individuo nace con una nacionalidad, bajo los límites de un estado, en el seno
de una familia, etc., de los cuales recibe, quiera o no, una formación moral positiva
o negativa. Estudiarlas a todas ellas no es parte de nuestro curso sin embargo,
pondremos énfasis en la familia y en la profesión, la primera por ser el grupo
humano en donde todo individuo tiene sus primeras experiencias en este mundo y
la otra como una respuesta a la vocación que todo ser humano quiere concretar.
Por lo tanto, veremos la realización de la moral no como una empresa individual
sino como un proceso social en las relaciones organizadas o no, las que
desempeñan un papel decisivo.
Principios Morales Básicos
La moralidad, la moral efectiva o vívida, va ligada a ciertos principios básicos de
conducta que la sociedad, o parte de ella, presentan a todos sus miembros o
conjunto de ellos. Pueden ser teorizados o no, también pueden estar
fundamentados por teorías éticas o no, lo que siempre poseen tales principios es
una experiencia social acumulada por las cuales se rigen los miembros de una
sociedad.
A modo de ejemplo, tomemos nuestra sociedad contemporánea la cual puede
catalogarse como una sociedad basada en el principio de individualismo. Lo cual
quiere decir que este principio; el individualismo, es una síntesis de experiencia
social acumulada que ha demostrado tener éxito en algún momento y lugar del
espacio, vale decir para un conjunto de seres humanos.
Los principios morales responden a necesidades sociales y éstas apuntan a dirigir
las relaciones entre los miembros de una comunidad o grupo de tal sociedad. Así,
estos principios fundamentales tienen una doble dirección. Responden a
necesidades sociales reales y concretas, y por otra sirven como base a las normas
que regulan, en cierta dirección, a los miembros de una sociedad dada.
Estos principios pueden ser o no objeto de estudio con el fin de justificar su
necesidad o su validez. En el caso del individualismo se presenta como un principio
moral en total armonía con la naturaleza humana, es decir; el ser humano se
preocupa solamente por su bienestar. Una vez hecha la ideología o teoría del
principio se decreta el divorcio entre la realidad social y sus respectivas
necesidades con el principio moral, con este divorcio se intenta negar todo
surgimiento de todo nuevo principio o ideología que intente explicar las nuevas o
antiguas necesidades de una comunidad. Sin embargo las necesidades concretas de
las sociedades son más fuerte que las teorías o ideologías y por ende los nuevos
principios que intentan dar una solución a tales requerimientos sociales deben y
salen para reemplazarlos, es posible que el principio de los derechos humanos sea
el sucesor del individualismo como principio básico de la moral, el cual es incapaz
de ofrecer soluciones estables y dignas a los nuevos requerimientos sociales de las
sociedades actuales.
La sustitución de un principio viejo por un nuevo no es suave ni calmada, todo lo
contrario es abundante en confusión o incertidumbre, el derrumbe se puede deber
a la manifestación concreta de los intereses que lo inspiraban o también porque se
han vuelto vacíos o abstractos, como consecuencia la desilusión, el nihilismo
pasivo, las protestas o revoluciones huecas y toda manifestación de
irresponsabilidad son posibles. Lo importante es no negar todo principio de validez
moral, lo que cae o aquello que es reemplazado es un principio o cierta moral que
respondía a una organización social ya añeja.
Si analizamos cualquier relación social contemporánea es susceptible de
cuestionarla desde el principio del individualismo pero, no es suficiente su
cuestionamiento hay que establecer alternativas para los nuevos requerimientos de
las sociedades o comunidades.
La proximidad cada vez menor (tiempo/espacio) a que está sometido el ser
humano es una condicionante para establecer posibles alternativas de principios
básicos morales, los grandes antagonistas son; sectores que representan las
diversidades (indígenas, pobres, diversidad sexual, grupos religiosos, etc.) y
totalidades aquellos que pretenden por diferentes vías establecer sus principios
morales al resto de la sociedad.
Para entender los principios morales básicos de una sociedad hay que ponerlos en
relación con sus requerimientos sociales, con sus sueños o intereses que los
inspiran, además con las relaciones sociales concretas, reales y vívidas
efectivamente que pretenden regular o controlar, de lo contrario no será más que
un rompecabezas y nos quedaremos solo en el intento.
La Moral Individual
Hasta aquí hemos establecido que el agente o actor moral es el individuo, pero este
individuo es un ser social y por tanto podemos desprender que la empresa moral es
individual y social a la vez.. Individual pues en último término el único responsable
es el individuo, sin embargo tantos los principios morales básicos, así como las
normas responden a requerimientos e intereses sociales establecidos por una
comunidad o sector de la comunidad dada.
También el individuo está sometido a un conjunto de relaciones sociales, políticas y
económicas que a la hora de del estudio de la realización moral deben ser
consideradas.
Toda actuación moral del individuo está como posibilidad de realizarse como
resultado de su carácter, con lo cual el modo o forma de actuar es una manera de
reaccionar ante las cosas y demás seres humanos. Podemos reconocer en el
individuo una serie de condiciones propias de la comunidad en que se desarrolla,
así como otras conductas genéricas o sociales pero, también hay otras que son
propias u originales en cada individuo y que son relativamente estables. Por lo
general se llama carácter a esta forma total de conducta del ser humano, la cual no
es posible desintegrarla en sus partes.
El carácter es la forma habitual y constante del comportamiento del ser humano, es
el cómo enfrenta la realidad, tiene una base orgánica (sistema nervioso), sin
embargo tiene una fuerte influencia del medio ambiente que rodea al individuo, por
tanto el carácter es adquirido, modificable y dinámico.
En suma, la importancia moral del carácter es cómo es o será nuestra relación con
los otros. Así, la formación o deformación del carácter es valioso para la realización
de la moral como empresa individual y para la moralización de la comunidad o
grupo de seres humanos.
El hedonismo, por ejemplo, es un principio moral dominante en nuestra sociedad
contemporánea, sin embargo también un principio que muchos individuos han
hecho suyo hasta convertirlo en parte de su carácter, vale decir como una conducta
estable y constante no sólo con él, sino con los demás.
Dado que el carácter no es algo innato y puede adquirirse bajo el influjo del
entorno en que se desarrolla un individuo, las cualidades morales adquiridas son
denominadas virtudes morales, las cuales analizamos a continuación.
Virtudes Morales
El término virtud viene del latín virtus y ésta de vir, que significa varón, hombre y
por extensión podemos decir que es una capacidad o fuerza propia del ser humano.
En nuestro análisis es la fuerza moral, aquella potencia propia de todo ser humano
que lo dirige al “hacer moral” en forma positiva, vale decir; en busca de la
perfección humana. La fuerza negativa o contraria a la virtud moral, entonces sería
el vicio moral, en breve; es aquella fuerza que lleva al ser humano hacia su
degradación, corrupción como ser, es el alejamiento de la humanidad.
Existe una relación directa entre virtud y valor moral. La disposición positiva en la
acción a través de las virtudes morales tiene como fundamento la comprensión del
o de tales valores que van a concretarse (normas, reglas, principios) en el acto
moral. Sin embargo, también hay que considerar la fuerza de voluntad requerida
para evitar y enfrentar todos las limitaciones, obstáculos y las fuerzas contrarias
que frenan o desvían la realización de cualquier acto moral positivo.
El ser humano virtuoso moralmente es aquel individuo que práctica en el día a día
el o los valores que sustentan sus acciones morales. La constancia, el hacer
cotidiano, la virtud hecha hábito es el fundamento de las virtudes morales. Todos
aquellos actos esporádicos, singulares o únicos no son más que situaciones
heroicas y no se pueden ni deben confundir con las virtudes morales. La
honestidad, la valentía intelectual o corporal, la justicia en todas sus dimensiones,
la lealtad, fidelidad, amistad, etc., son virtudes morales cuando forman parte del
carácter del individuo y por tanto sus acciones llevarán toda vez el sello de los
valores que sustentan sus virtudes.
Las situaciones extremas y sus héroes tienen su momento, siempre fugaz. Para los
virtuosos es la constancia, la lucha constante contra fuerzas negativas, sin
embargo como ha encarnado en su carácter el o los valores que guiarán su
comportamiento es una lucha en la que no está solitario, así se contribuye a la
moralización (actos buenos, actos valiosos) de su entorno.
Historicidad de la virtudes
Hay acuerdo en que toda virtud moral es un hábito para hacer el bien, donde no
hay consenso es la cantidad o número de virtudes morales. En la Antigüedad se
pueden distinguir las virtudes morales o prácticas; la prudencia, la justicia, la
fortaleza, la templanza, la liberalidad, la amistad, la lealtad entre otras. En esta
época la virtud es un término medio entre dos extremos o vicios.
Con el tiempo la lista ha ido en aumento, así como; la paciencia, el buen ánimo, el
buen consejo, etc., pero se han mantenido las antiguas virtudes pero muchas de
ellas han cambiado su contenido.
Con el pasar del tiempo, en especial en esta época y nuestro país, el concepto
virtud está en desuso y cada vez impresiona menos o ya no tiene ninguna
importancia, sobre todo cuando en casi todas las instituciones (iglesia católica,
instituciones militares, políticas, económicas y sociales) existen casos de
comportamientos lejos de ser virtuosos y por ello se tiende a juzgar a la institución
en su integridad, la moralidad de los líderes es todo menos virtuoso, pero no
debemos olvidar el rol fundamental que juegan los medios de comunicación en
tales situaciones y tenemos el deber de filtrar conforme a nuestros conocimientos y
razonamientos y no dejarnos llevar por actos sensacionalistas.
Las virtudes morales existen para su realización, no para ser héroes que no tiene
nada de negativo el serlo, más bien el sentido de toda virtud moral es el bien no
sólo el individual sino también el colectivo, el de los otros.
Debemos considerar que el núcleo de nuestros valores básicos pueden ser
modificados o cambiados y de posibles enriquecimientos debido a la evolución de la
sociedad. Las virtudes morales a través del tiempo han sido modificadas, es así
como en la actualidad podemos observar en nuestra sociedad el surgimiento del
utilitarismo y el pragmatismo con sus respectivas virtudes.
El carácter del individuo está bajo el influjo del medio social en el cual se desarrolla
y actúa, y no es posible desarrollar un carácter moral fuera de sociedad. Por lo
anterior, la existencia de las virtudes morales tal como; la veracidad, la solidaridad,
la honestidad, la justicia, la amistad, la lealtad, la camaradería, el compañerismo,
etc., necesitan de ciertas condiciones sociales de lo contrario no pueden
desarrollarse en los sujetos. Lo anterior es válido también para los vicios morales
correspondientes.
Otra vez más, hemos tocado la misma puerta. La moralización del individuo y su
participación moral en la comunidad se hace a partir de misma sociedad
representada en núcleos básicos (familia, escuela, iglesia, etc.) y la adquisición de
y desarrollo de ciertas virtudes morales son concretas y efectivas, se dan en un
medio social determinado el cual frena o estimula la existencia de tales virtudes en
ser humano.
La Moral: Empresa Colectiva
Hemos visto que la moral dista mucho de ser un asunto individual exclusivamente,
por tanto haremos un breve examen a tales instancias sociales que condicionan el
comportamiento moral y que contribuyen a la realización de la moral como
sociedad.
Y tiene importancia puesto que todo individuo está lanzado en la red social,
económica, política, histórica, etc.,
y que forma parte de tales estructuras,
organizaciones o instituciones sociales, por lo cual se halla condicionado por tales
relaciones sociales objetivas y por tanto no puede dejar de lado el comportarse
moralmente bajo la influencia, o el peso de tales factores sociales.
También es importante, puesto que no sólo los individuos se comportan de una
forma libre, consciente y responsable, sino también las instituciones sociales tal
como; la familia, clase social, profesionales, poderes jurídicos, partidos políticos,
etc., donde se puede observar los contenidos morales, ya sea para estimular o
frenar algunos comportamientos moral de los sujetos para que contribuyan
objetivamente a mantener o eliminar ciertos principios, valores o normas morales
de la sociedad o parte de ella.
Vamos a estudiar en forma breve a tres factores o instancias sociales que
consideramos básicas en la realización de la moral.
La Esfera Económica y Moralidad
Uno de los aspectos básicos de la economía de una sociedad es la producción
material de bienes que están destinados a satisfacer necesidades vitales de todo
ser humano, como son; el alimento, vestimenta, vivienda, educación, salud, etc. La
economía es el grado de dominio del ser humano sobre la naturaleza.
Otro aspecto fundamental de la realidad es la escasez, puesto que sabemos que la
naturaleza es finita y lleva al ser humano necesariamente a trabajar y después el
placer, es decir “se reprime lo sexual para satisfacer, por medio del trabajo, los
bienes materiales de la sociedad.” 1
Los seres humanos producen en conjunto, en grupos, asociados, es decir se
organizan para obtener de la naturaleza el máximo posible. Tal organización tiene
determinadas relaciones (división del trabajo o especialización), formas de
propiedad (privada o social), modos de distribución de las ganancias, etc, en este
conjunto de relaciones se fundamenta la economía moderna.
La presencia del ser humano y sus relaciones son los fundamentos, en la esfera
económica, de la aparición de la moral en cada poro de la economía a pesar que
más de las veces no se reconozca este fundamento.
El ser humano que ingresa en la esfera económica lo hace como fuerza productiva
(trabajador) y como sujeto de relaciones de producción (consumidor).
El ser humano como trabajador plantea una serie de situaciones complejas,
nosotros intentaremos dilucidar los siguientes: ¿Cómo afecta el trabajo al ser
humano? Y segundo; ¿Cómo es afectado el ser humano por el medio tecnológico?
El problema de la propiedad y distribución son complejos y es la justicia social la
que debe intervenir en la posesión o no de los bienes, la distribución de las
riquezas producidas conforme a los conceptos de la misma, o a las necesidades que
se tienen, o conforme a la capacidad intelectual desarrollada, etc.
Todo el meollo del asunto económico está en hecho de que al sujeto que ingresa en
dicha esfera, sea como productor o consumidor, se transforma en un “sujeto
económico”, en suma en una pieza de un mecanismo el cual es otro mecanismo
más de otro mecanismo. En esta transformación del ser humano (no divisible) en
un ente meramente económico, puesto que está en la esfera económica, se dejan
atrás también las consecuencias que como individuo tiene para él, no sólo su
ingreso sino también la forma, todo ello es para dejar atrás los aspectos morales
que acompañan a todo ser humano, no importando donde se localice.
Puesto que es imposible que la esfera económica no tenga implicaciones morales,
ya que tal “sujeto económico” no existe, es una abstracción y como tal es una
ilusión, la presencia del ser humano como un todo, incluyendo la moral, en la
esfera económica tiene implicancias morales muy reales y concretas ya que es el
ser humano de carne y de hueso quien produce, el que consume, etc.
El Trabajo Humano
Todo producto que se origina en el trabajo humano es por y para el ser humano. Es
en el trabajo donde todo ser humano puede desplegar toda su creatividad, al hacer
objetos que lleven su marca única y singular como ser humano. De aquí que el
trabajador humaniza a la naturaleza y se humaniza así mismo, puesto que
despierta las capacidades creadoras que están en él. En la naturaleza el único ser
que trabaja para subsistir humanamente es el hombre. Por ser una actividad
creadora, el trabajo es valioso, pero su valor está en la humanización, el ser
humano trabaja para hacerse humano. Así, toda sociedad vale por lo que en ella
vale el trabajo como actividad propiamente humana.
Cuando la producción no está al servicio del ser humano los vicios y complejos
problemas pueden identificarse; la explotación de niños, mujeres y ancianos,
miseria y prostitución, pobreza y enfermedades, etc. Esto sucede cuando el ser
humano es visto y tratado como un ente económico y no como un ser humano con
derechos y deberes. De esta forma el trabajo para muchos no es más que una
pesada mochila que nunca cae de su espaldas y termina su actividad siendo algo
totalmente ajeno, extraño, una enfermedad que los medicamentos no podrán
nunca solucionar, sólo pueden adormecer al ser humano y prepararlo para una
nueva jornada de actividad, más o menos despierto, nunca feliz o alegre.
El trabajo mirado como una actividad de un ser económico pierde todo contenido
vital y de creación, por tanto no hay satisfacción en tal actividad y también no hay
ninguna moralidad presente en tal relación.
La solución todos la pueden ver, querer y hacer. El trabajo recobra su verdadero
valor cuando se deja atrás, exclusivamente el estímulo material por el cual lo
convierte en una actividad netamente utilitaria.
Si decimos que la producción de bienes es por y para el hombre entonces el trabajo
puede ser una actividad que cargada de moral sirva a toda o a parte de la sociedad
y no a una elite solamente.
El consumidor, el que es tratado también como un ente económico y nada más,
también sufre una suerte de enajenación, y tal vez más potenciada. Todo ser
humano tiene necesidades materiales básicas, sin embargo en la actualidad
muchas necesidades son estimuladas y “creadas” por la publicidad a través de los
medios de comunicación.
El ser humano concreto y efectivo está siendo influenciado por varios tipos de
medios (prensa, radio, televisión e Internet) para que consuma cada vez más, no
sólo productos o servicios para sus requerimientos básicos sino cualquier tipo de
productos o servicios sean útiles o no, el modelo o la forma a seguir es consumir al
máximo. Así, el consumo ya no pertenece al individuo por su propia voluntad,
conciencia y libertad, más bien pertenece a quienes lo manipulan y por tanto el
sujeto ya no se pertenece, es un extraño para sí mismo. Lo anterior es
radicalmente negativo si tomamos en cuenta que en la actualidad parte importante
de la publicidad está dirigida a niños y por tanto todo análisis sobre ello podríamos
quedar cortos.
La manipulación del ser humano como un simple consumidor económico es
expansiva y cada vez es mayor, podríamos decir que los límites de la persuasión
publicitaria son bastante difusos. El consumidor, de tanta publicidad vista,
escuchada, sentida, etc, ya está saturado y por tanto para que consuma un nuevo
producto o servicio es tratado realmente como una fortaleza y por tanto el acoso y
las técnicas de la publicidad usada son cada vez más sofisticadas y más difíciles de
controlar por organizaciones externas.
En tal situación toda libertad, conciencia y responsabilidad de decisión y elección
del ser humano que actúa como consumidor ha quedado al borde del límite. No está
demás decir lo perverso que es ésta moralidad que se origina en la esfera
económica, especialmente en la publicidad.
La Moral Profesional (Deontología)
“Una profesión puede definirse como la actividad o trabajo aprendido, mediante el
cual el individuo trata de solucionar sus necesidades materiales y las de las
personas a su cargo, servir a la sociedad y perfeccionarse como ser moral.” 2
En ésta definición es un hecho la división del trabajo, la cual se ha dado de acuerdo
a las habilidades físicas e intelectuales de los individuos, dicha división es parte del
origen de las profesiones, sin embargo es la propiedad privada que hace las
relaciones sociales más complejas puesto que necesitó de la especialización y ésta
adquirió mayor relevancia. Es tal vez la época cuando aparecen los primeros oficios
o profesiones reconocidas por la sociedad y debió, tal vez, sobresalir el servir
eficientemente al comprador y producir con determinada calidad los productos o
servicios, entre otras características. Aquí ya podemos observar una primitiva
moral profesional.
La aparición de los oficios o profesiones viene de la mano con ciertos secretos o
formas únicas de hacer las cosas y con ellos los códigos (juramentos para
mantener el prestigio de la familia o grupo) que se transmiten de generación en
generación.
Estos códigos tipo promesa-juramento se fueron extendiendo a los grupos
profesionales en donde tomaron la forma de normas morales que regulaban las
relaciones de los sujetos dentro del grupo.
El surgimiento de tales códigos ya es un elemento que se puede considerar como
un progreso moral de las sociedades.
En la actualidad son muchas las profesiones que se han dado un código moral que
representan las normas y valores que sustentan al grupo y constituyen un valioso
instrumento de regulación de la conducta de los especialistas en sus relaciones con
los consumidores de sus productos o servicios, en suma son un medio de educación
moral.
El trabajo es una cuestión de vocación, lo más singular que puede tener un ser
humano, el llamado que hace el ser, de lo más interno e íntimo y está cargado de
aspectos y elemntos morales.
La moral profesional recibe el nombre de deontología o la teoría de los deberes
(deber ser), los cuales son particulares o específicos a cada profesión. La moral
profesional es un esquema de referencia basado en normas, principios y valores
que un grupo de profesionales organizados, que establece para cada uno de sus
miembros para ejercer en provecho y de la sociedad, la ciencias, el arte, oficio o
técnica que escogió libremente y que ejerce socialmente.
La importancia que puede adquirir la moral profesional es su alcance que puede
llegar a tener frente a la sociedad o parte de ella. A mayor importancia que tome la
moral profesional de una profesión específica mayor será el beneficio que entregue
a su referente colectivo los ejemplos sobran.
El profesor Escobar define la moral profesional como: “el conjunto de facultades y
obligaciones que tiene el individuo en virtud de la profesión que ejerce en la
sociedad”. 3 Toda profesión se hace y ejerce en sociedad, es por y para los demás,
por eso su carga moral, toda profesión está ligada a la subsistencia del individuo y
de la sociedad, no existe profesión que no tenga el apoyo de la comunidad que la
creó y la mantiene. Cuando una profesión ya no es útil a la sociedad que le dio vida,
también le dará muerte. Toda profesión tiene sus deberes y derechos, sus
responsabilidades y sus obligaciones, también sus prerrogativas. No todas las
profesiones tienen un código deontológico o código ético o moral por escrito sin
embargo, todas las profesiones tiene un código no escrito de sus deberes y
derechos, en suma toda profesión tiene una moral implícita. Hay una característica
que está por encima de todas las demás y es; el amor a la profesión, sin la cual se
cae en la mediocridad, corrupción, deshonestidad y demás vicios ya tantas veces
vividos y por vivir. Cuando no hay vocación está muy lejano el amor por su
quehacer o profesión u oficio.
El profesional tiene una responsabilidad mayor que un ciudadano común y la razón
es simple; por el caudal de conocimiento y capacitación que ha adquirido. La
calidad obliga. Obliga en el ejercicio de sus funciones, en la difusión de sus ideas,
principios, valores y normas todo aquello que adquirió de la ciencia, la técnica y el
humanismo, donde se plantea que lo esencial y fin último es el ser humano, el cual
es un fin en sí mismo y nunca un medio u objeto. Todo profesional se convierte así
en un servidor de los demás, pues ha adquirido el derecho de ejercer su profesión
entre los demás y el deber de hacerlo siempre bien.
En la medida que el profesional ejerce bien su derecho y cumple con su deber de
hacerlo bien, cumple con su objetivo personal, en su provecho y se resuelve la
contradicción de los intereses del individuo y los de la sociedad. Al cumplir en
forma responsable y honestamente en su propio provecho (bienestar), cumple con
el deber social pagándole a la sociedad el bien recibido, y también se resuelve el
antagonismo individuo-sociedad o sociedad-individuo puesto que se requiere de
ambos para que se de la sociedad.
Veamos a modo de conclusiones las siguientes observaciones, sin ánimo de querer
agotarlas.
Conclusiones
•
La moral vívida o efectiva, aquella que se realiza en el cotidiano vivir es propia
del individuo (sujeto singular, único, no divisible), y esto es por la sencilla
razón que es el individuo el realizador de actos, acciones o comportamiento
moral y en última instancia es el individuo el responsable de su comportamiento
moral.
•
Sin embargo, el individuo no está sólo en su comportamiento moral, por la
definición aquí utilizada; el hombre es un ser social, quiere decir que la moral
(un tipo de comportamiento enseñado y aprendido con “otros”) responde a
requerimientos e intereses sociales y por tanto cumple una función social.
•
•
Todo comportamiento moral del sujeto o individuo se realiza bajo ciertas
condiciones objetivas (relaciones o instituciones sociales) que pueden
determinar/condicionar las posibilidades (promover o prohibir) de una moral u
otra (economía, política y espiritual) en una sociedad o grupo social.
No sólo el individuo se comporta moralmente, es también una conducta social
que se realiza a través de los agentes morales (familia, estado, trabajo, iglesia,
educación, etc.) que influyen sobre los individuos.
http://www.loseskakeados.com
Descargar