UNA “BATALLA TIPOGRÁFICA”: LA COLABORACIÓN ENTRE E. E. CUMMINGS Y A. DE CAMPOS EN LA TRADUCCIÓN DE 10 POEMA(S) Rosi Lazaro (PGET/UFSC) "Always the beautiful answer who asks a more beautiful question." E.E. Cummings RESUMEN: Este artículo analiza la tarea conjunta emprendida para la primera edición bilingüe de 10 Poema(s) de E. E. Cummings, traducidos por Augusto de Campos entre 1956 y 1959, que puede verse a través del intercambio epistolar entre ambos, publicado junto a la obra. Así, en las indicaciones de Cummings para el original en inglés, se nota la predominante preocupación formal, dinámica por la cual el mismo de Campos prologa que esa traducción se trató de una “batalla tipográfica”, lo que estaba alineado con las experimentaciones poéticas concretas y su plan de acción. Con el correr de las ediciones, sin embargo, este énfasis se matiza y permite traducciones de poemas de Cummings con nuevas aristas expresivas. PALABRAS CLAVES: Traducción de poesía; Cooperación traductiva; Poesía Concreta. ABSTRACT: This article analyses the collaborative initiative begun for the first bilingual edition of 10 Poema(s) by E. E. Cummings, translated by Augusto de Campos, which can be tracked throughout the epistolary exchange between he author and the translator, published with the book. In this way, in Cummings´s recommendations for the English original version, we can observe his predominant formal concern, the dynamic of which made Campos said it was a “typographic battle”, something which was aligned with concrete poetic experimentation and their action plan. However, throughout the next editions this emphasis seems to attenuate, enabling other translations of Cummings´s poems with new expressive highlights. KEYWORDS: Poetry translation; Translation cooperation; Concrete Poetry. RESUMO: Este artigo analisa a tarefa conjunta empreendida para a primeira edição bilíngüe de 10 Poema(s) de E. E. Cummings, traduzidos por Augusto de Campos entre 1956 e 1959, que pode ser vista através do intercâmbio epistolar entre ambos, publicado junto à obra. Assim, nas indicações de Cummings para o original em inglês se percebe a predominante preocupação formal, dinâmica pela qual o mesmo A. de Campos indica que tal tradução tratou-se de uma “batalha tipográfica”, o que estava alinhado com as experimentações poéticas concretas e seu plano de ação. Porém, com as edições seguintes, essa ênfase perde centralidade e permite traduções de poemas de Cummings com outros elementos expressivos. PALAVRAS-CHAVE: Tradução de poesia; Cooperação Tradutiva; Poesia Concreta. Introducción Conjuntamente con la prolífica tarea como traductores, críticos y poetas, los hermanos Augusto y Haroldo de Campos participaron en varias instancias de trabajo en colaboración para la traducción de diversas obras al portugués. Ejemplo de tales colaboraciones fue la introducción de la poesía rusa en Brasil, empresa titánica emprendida junto al especialista en ruso Boris Schnaiderman, y que tuviera seis exitosas ediciones desde 1967 al año 2001; o mismo la interesante colaboración para la traducción de poemas del mexicano Octavio Paz por Haroldo de Campos, tarea de “transcreación” que se llamará Transblanco (1986). Por tratarse de un trabajo entre autor y traductor, la colaboración emprendida entre Edward Estlin Cummingsi y Augusto de Campos entre 1956 y 1959, para lo que fuera la traducción de 10 Poemas, se emparenta más a nivel metodológico con aquella que realizara su hermano Haroldo con Octavio Paz. Ello difiere de la emprendida por ambos junto a Schnaiderman, donde el vínculo es entre traductores y donde el trabajo directo con los autores resulta en muchos casos inviable. Sin embargo, en este caso, Cummings sólo se ocupa de la corrección de las pruebas en inglés de la edición bilingüe, generando una exigencia al traductor en el mismo sentido para la traducción al portugués, pero no trabajando directamente sobre sus elecciones en la lengua meta. Para aumentar las ligaciones entre todas estas iniciativas, fue Cummings quien le recomendó a Paz la obra de un interesante grupo de poetas, que se denominaban “concretos” y que venían trabajando desde 1952 en Brasil. El encuentro entre Paz y Cummings ocurrió en el año 1959 en Nueva York, y todo indica que Cummings habría quedado conforme con las traducciones realizadas por A. de Campos y por ello, entre otras cosas, se lo comenta y recomienda al poeta mexicano.ii La peculiar cooperación entre autor y traductor es un territorio poco explorado y analizado dentro de los Estudios de la Traducción, siendo tal vez la poca frecuencia con que aparece y la primacía de la concepción de la singularidad autoral las posibles explicaciones a tal vacío. Enmarcando el asunto de este artículo, Lafon y Peeters, refiriéndose a la escritura en colaboración en general, son muy categóricos al afirmar: El autor único sigue siendo el dogma. Los dúos literarios son ignorados o desdeñados. Cuando por azar se les presta atención, es para reducirlos a unas pocas situaciones convencionales: años de aprendizaje, ejercicios de estilo, géneros menores o trabajos alimentarios. El genio sólo se declina en singular. (2008, p. 7). Si ello ocurre en la literatura en general, en el área de la traducción literaria el camino es menos iluminado aún, aunque allí es verdad que encontramos las consideraciones de hasta qué punto es central o no el papel del traductor en ese proceso. En el caso concreto en cuestión, al igual que en muchas de las traducciones emprendidas por los hermanos de Campos, la fama obtenida por los traductores se equivalió, y en ocasiones traspasó, a las de los autores. Es verdad que ese mismo protagonismo de los traductores fue reconocido y también largamente criticado, teniendo como punto álgido la polémica entre A. de Campos y B. Tolentino,iii que puso sobre la mesa una discusión central entre una tradición de traducción pretendidamente literal y aquella que no esconde la “autoría de la traducción”, de la cual el Grupo de Noigandres sería heredero directo. Así y todo, no siempre se ha puesto el foco en la labor artesanal de traducción llevada a cabo en los casos específicos de colaboración entre los hermanos de Campos y los autores que decidieron traducir como parte del programa estético de la poesía concreta. Esto es, claro, salvando la profusa producción teórica de ellos mismos, donde se explicitan varios de esos procedimientos. El ejemplo de colaboración Cummings-de Campos representa un caso particular, pues los testimonios del proceso son anexados a la obra, y se cuenta asimismo con los comentarios de los tres prólogos del traductor en las ediciones sucesivas de 1960, 1979 y 1986. I. La poesía de Cummings Nacido en 1894 en Cambridge, Massachussets, Edward Estlin Cummings transitó por los caminos de la poesía, la prosa, el drama, el ensayo y la pintura. Conocido por el uso del verso libre, así como por la originalidad en el trabajo sobre la puntuación y el espaciado - lo que derivó en un tratamiento del poema en toda su materialidad - Cummings también experimentó con las formas métricas tradicionales donde se encuentran complejas y menos conocidas composiciones. Las innovaciones formales de Cummings comienzan después de haber recibido un extenso legado de la poesía tradicional, inicialmente por parte de su madre, quien motiva desde su niñez la tendencia literaria, y luego durante sus estudios en Harvard. Sin embargo, ya desde su graduación en dicha universidad, en ocasión de proferir un discurso titulado "The New Art", Cummings marcó su inclinación a la ruptura con los moldes literarios imperantes y su empatía con la experimentación poética (FRIEDMAN, 1980). De esta forma, y muy poco a poco, Cummings fue ganando fama con las lecturas de sus poemas y sucesivas ediciones de su obra, que lo fueron posicionando como una de las más innovadoras voces líricas del Siglo XX en los Estados Unidos. Es que a pesar de haber sido conocida, y rechazada, por sus rupturas a nivel técnico, la obra de Cummings se encuadra en la abstracción de los grandes asuntos universales. Así, dentro de los temas que atraviesan su obra, se puede ver la expresión de la noción de un orden natural superior, que se refleja en la recurrencia en la misma de todo aquello relacionado a la organicidad de los seres vivos, los cambios de estaciones, las variaciones del mundo vegetal, y la imagen última e inevitable de la finitud. El amor tampoco escapa a sus poemas, aunque dicho tema deba ser posicionado junto a la contradicción constante que genera un agudo sentido de la observación, la sátira y el humor mordaz. Caracterizando el aspecto que más interesó a los poetas concretos, en ocasión de la muerte de Cummings, Haroldo de Campos señaló en 1962 en el Suplemento Cultural de O Estado de S. Paulo que: Su obra poética […] ofrece dos vertientes: poemas en los que el autor mantiene un aspecto formal más tradicional, en que respeta el flujo lineal de los signos (aunque la sintaxis sufra constantemente la interferencia de elipses y paréntesis y la semántica sea objeto de inusitada elaboración), y poemas en los que la sintaxis ya es ostensiblemente visual, naciendo de una como que sinestesia tipográfica […]. (CUMMINGS, 1986, p. 133). iv Como inicio de esa “sinestesia tipográfica” a la que se refiere H. de Campos, la primera obra publicada que marca el singular uso de la gramática y la puntuación en Cummings es Tulips and Chimneys, una colección de poemas aparecida en 1923 que mantiene todavía un título sin grandes innovaciones. Vendrán a continuación nuevas obras y cada vez más radicales experimentaciones con el lenguaje, de las cuales emana una controversia tal que veda la apreciación y el acceso del y al gran público, pero que erigen a Cummings como figura clave de los movimientos de ruptura del siglo pasado. II. El trabajo Cummings-de Campos Con más de dos décadas de distancia, Haroldo de Campos afirmaba en 1976: Cuando los poetas concretos de San Pablo se propusieron una tarea de reformulación de la poética brasileña vigente […] se dedicaron, a lo largo de sus actividades de teorización y de creación, a una continua tarea de traducción […] Augusto de Campos emprendió la transposición para el portugués de 10 de lo más complejos poemas de E. E. Cummings […] poemas donde inclusive el dato “óptico” debería ser como que traducido, sea tanto a la disposición tipográfica, como a la fragmentación y a las relaciones interlineares, lo que implicaba, en ocasiones, hasta la previsión del número de letras y de las coincidencias físicas (plásticas, acústicas) del material verbal a utilizar. (pp. 30-31).v Vemos cómo este autor pone en perspectiva las líneas de trabajo que el Grupo de Noigandres desarrolló a partir de la década del ´50 en Brasil, comentando la experiencia de la traducción como una de ellas. Este énfasis se podría explicar por varias razones. Por una parte, la traducción de complejos textos literarios permitía trabajar con minuciosidad sobre los procedimientos poéticos y conocer al detalle la tecnología empleada en ellos, obteniendo material para luego teorizar al respecto. Por otra, la traducción de autores de lenguas distantes al portugués y que representaban un quiebre con distintas tradiciones literarias, nutría indudablemente la labor que los concretos llevaban a cabo. De esta manera, no es extraño que la elección de los diez primeros poemas traducidos por A. de Campos se guíe primordialmente por la innovación formal que los mismos representan, al margen de otros elementos que fueron también sustanciales en la poética de Cummings. En otras palabras, la decisión de A. de Campos al comenzar a traducirlos en 1954 se fundamenta en dos aspectos: en primer término por la importancia que podría tener la introducción de Cummings en el sistema literario brasileño, ponderando así la ruptura con la métrica tradicional por encima de otros aspectos de su expresividad poética; en segundo término, en la elección de poemas que hasta el momento no habían sido vertidos a ninguna otra lengua por ser considerados intraducibles. Corría entonces el año 1956 y Cummings, que por su parte no tenía casi experiencia en traducción (salvando una labor propia sobre las Odas de Horacio al inglés en forma de verso en Harvard), recibe una carta de A. de Campos y se interesa por el ofrecimiento de que sus poemas fueran vertidos al portugués. Como dato del camino recorrido entre autor y traductor, contamos con los prólogos de las tres ediciones y con la publicación de algunas partes de su correspondencia, material que analizaremos a continuación. Inicialmente, en el prólogo a la primera edición de 1960, del Servicio de Documentación del MEC, A. de Campos sitúa a nivel histórico la obra de Cummings relacionándola, por ejemplo, con las poesías de Mallarmé de forma directa, por el hecho de cómo ambos autores operan sobre la grafía, transformándola en función misma del poema. Las anotaciones son sobre todo referidas al quiebre poético que representa la obra de Cummings: “[…] una de las más serias tentativas de hacer funcionar dinámicamente el instrumento verbal, reduciendo a un mínimo […] la distancia entre experiencia y expresión” (1986, p. 17).vi Los poemas escogidos eran diez, publicados primeramente por Cummings entre 1925 y 1950, entre los cuales se encontraba el intrincado “r-p-o-p-h-e-s-s-a-g-r”, poema que recrea el salto de un saltamontes, y que de Campos tradujera con enorme minucia, respetando ese ordenamiento en la página casi como un calco del original y obteniendo el efecto material deseado. En rasgos generales, al comparar originales y traducciones de esos diez poemas iniciales, se advierte ese mismo rasgo del poema individual, es decir una recreación al detalle de toda la ingeniería material de los poemas, su disposición espacial, tamaño de letra, dispositivos gráficos y, traspasando oposiciones binarias y casi como un hallazgo, los aciertos en la concordancia del aspecto material y semántico de la traducción en relación al original. Ya en la segunda edición, y fallecido Cummings en 1962, de Campos suma otros diez poemas a la obra, que se publican en 1979 en un tiraje de 600 ejemplares por la editorial catarinense Noa-Noa. En la misma, el prólogo del traductor es más extenso e introduce nuevos elementos para el análisis de la traducción. Una reseña a los infortunios de la carrera poética de Cummings ocupa las primeras estrofas, a las que sigue una defensa del tratamiento tipográfico en los poemas del autor, que según apunta de Campos a partir de un estudio de Norman Friedman (1964), fue el blanco de la indiferencia y hasta hostilidad crítica durante su vida. Si la crítica disocia el aspecto formal de los poemas cummingsianos de su expresividad, de Campos intenta restituir la unidad de materia expresiva y estructura gráfico-espacial de las composiciones. Sin embargo, el interés primordial del prólogo de 1979 a efectos de este artículo es el hecho de que A. de Campos anota consideraciones de la labor en conjunto con Cummings, que se extendiera desde su primera carta en octubre de 1956 hasta diciembre de 1959. Según reproduce el traductor, las condiciones de trabajo que indicó Cummings al serle ofrecida la posibilidad de que sus poemas fueran vertidos al portugués, habían sido muy claras: (1) antes o después o – preferentemente enfrente de cada una de sus traducciones estará impreso el poema mío que está traduciendo & (2) va a continuar enviándome pruebas de mis propios 10 poemas (reimpresos en conexión con sus traducciones) hasta que una prueba me satisfaga & la apruebe. (CUMMINGS, 1986, Apéndice ).vii Como se puede advertir en el fragmento reproducido, el interés de Cummings gravitaba en torno únicamente a la reproducción de sus poemas, y no se adentraba en las soluciones que fuera ofreciendo de Campos en el portugués. De allí que esta colaboración no pueda encuadrarse de manera estricta en un trabajo a dúo en la traducción misma, pero sí ofrece un aspecto muy interesante a tener en consideración. Se podría decir que al precisar Cummings tal minucia en las correcciones de los originales, podría observarse que el poeta indica una dirección de extremo rigor formal en lo que van a ser las traducciones, considerándolas un valor constitutivo de la obra, y dando una mano tal vez a las expectativas del traductor en torno a su programa estético. Según se indica en el mismo prólogo, las pruebas que debió remitir A. de Campos a Cummings fueron ocho, y supusieron que el traductor recreara muy fielmente a nivel material las composiciones del poeta. Como dato relevante, se puede decir que todas las especificaciones publicadas son de orden espacial, con especial énfasis en la tipografía y el espacio entre caracteres. Con una minuciosa atención a la conformación espacial de los poemas, Cummings deja entrever una preocupación microscópica por la estructuración de los mismos, pero no vemos ninguna especificación relativa a su plano semántico en ninguno de los dos idiomas. Después de ello, pasaron siete años y en 1986 aparece una nueva edición de los poemas de Cummings, que esta vez serán cuarenta. Desde el prólogo de la misma, Augusto de Campos anticipa: No es sólo visual la desobediencia artística de e. e. cummings, un poeta que tiene algo en común con el anárquico individualismo de Thoreau y de Cage. A los poemas “tortográficos” privilegiados en las ediciones anteriores, y sumados a otros “hits”, se incorporan ahora algunos textos aparentemente menos atrevidos, pero que evidencian una fase nada despreciable de la rebeldía cummingsiana –su humor, la ironía ferina, y hasta feroz con que, incansablemente, hostiga a la “manunkind” (humanimaldade). (Idem, Prólogo de Augusto de Campos, p. 11).viii En el mismo prólogo, de Campos habla que las transgresiones de Cummings son de orden “visual y semántico”(Idem), dando cuenta de la ponderación de este nuevo aspecto, y declarando que atraviesa esos poemas una: “lacónica ternura humana”. Sin embargo, en el estudio crítico denominado “intradução de Cummings” que sigue a continuación, vemos el estudio sobre la forma poética del autor, pero ya por la imbricación entre significante y contenido semántico. Por ejemplo, de Campos se detiene en el estudio del poema “l (a”, “tal vez su poema más perfecto”, (Idem, p. 25) el cual recrea la caída de una hoja, en paralelo con el despliegue de la palabra loneliness. En este poema, de Campos desmonta largamente las piezas que lo componen, al tiempo que afirma: “Con ese mínimo arsenal Cummings proyecta sobre nosotros una de las más densas imágenes de soledad que se conocen, en lo que se podría llamar de haicai de la hoja-que-cae.” (Idem, p. 26).ix De esta forma, los poemas que aparecen en esta nueva edición son distintos, más ricos, como es el caso del que abre la edición de 40 Poem(a)s, cuyo primer verso dice: into the strenous briefness, y es traducido por: “na estrênua brevidade”. Este poema, publicado en mayo de 1920 en la revista Dial - revista que luego se convertiría en referencia de las vanguardias norteamericanas - era parte de una serie de cinco poemas que celebraban la primavera con inusual manejo del espacio y, no menos importante, con enorme carga expresiva: into the strenous briefness Life: Handorgans and April darkness, friends III. na estrênua brevidade Vida: realejos e abril treva, amigos Consideraciones finales Sobre la “batalla tipográfica” que supuso la traducción en colaboración de la obra 10 Poema(s), puede decirse que la misma se enmarca en la preocupación vanguardista de ambos autores y el marco histórico en el cual la misma se lleva a cabo. Así, puede afirmarse también que había una cierta expectativa estética por parte de los lectores en el momento de que un trabajo proveniente de este controvertido grupo debería inscribirse en la práctica rupturista de poética traductiva que proclamaban, y ello, sin dudas, va en detrimento de otros aspectos de los poemas que podrían haber sido también problematizados en dicha colaboración. Otro punto que debe ser destacado son las consecuencias del minucioso detenimiento formal del autor, y las consecuencias que ello tiene en la traducción. Si bien las anotaciones de Cummings no contribuyen específicamente al paso de sus poemas a una lengua nueva, en este caso el portugués, podemos inferir que su gesto determina que la tarea del traductor se guíe en primer lugar por el respeto a la disposición formal de los elementos de cada poema. Ello podría explicarse en la indisolubilidad de la forma y sustancia que la poesía concreta pone sobre la mesa, lo cual terminaría explicando cómo a pesar, y desde, este condicionamiento, la traducción de A. de Campos tiene hallazgos en extremo interesantes. Como indica su hermano, H. de Campos: Finalmente, el médium por excelencia de la operación “transcreadora” pasaba a ser la propia “iconicidad” del signo estético. […] Traducir la iconicidad del signo implicaba recrear su “fisicalidad”, la “materialidad misma” (o, como diríamos hoy, las propiedades del significante, abarcando este, a mi entender, tanto las formas fono-prosódicas, y grafemáticas de la expresión, como las formas gramaticales y retóricas del contenido). (2009, p. 13).x Obviando la pregunta de si las innovaciones tipográficas de Cummings conformaron la sustancia expresiva de sus poemas, o si sólo se trataba de gestos de inconformidad que en ocasiones hasta dificultaban la lectura, sí podríamos afirmar que todo el aparato paratextual de las sucesivas ediciones, así como la prolífica producción teórica asociada, se enmarcan en un proyecto estético preciso, que impulsa una determinada poética de la traducción. Bibliografía CAMPOS, H. de. “Estela para Cummings” en Suplemento Literario de O Estado de S. Paulo. 22-9-62. CAMPOS, Haroldo de. Metalinguagem: ensaios de teoria e crítica literaria. 3. ed.São Paulo (SP), Cultrix, 1976. CAMPOS, Haroldo de. Da transcriação. Poética e semiótica da operação tradutora. FALE/UFMG, Belo Horizonte, 2009. CUMMINGS, E.E. Dez poemas. Trad. de Augusto de Campos. Rio de Janeiro, Serviço de Documentação - MEC, 1960. CUMMINGS, E.E. 20 Poem(a)s. Trad. de Augusto de Campos. Florianópolis, Noa-Noa, 1979. 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Según este estudioso, la escritura en minúsculas del nombre fue extensamente difundida, aunque en realidad no se sepa el origen del error. Al parecer, el propio Cummings siempre firmó su nombre en mayúsculas; por lo que la Cummings Society ha intentado corregir este error a lo largo de los años. KENNEDY, 1994, p. xi. ii PAZ, 1994, p. 98. En carta de Octavio Paz a Haroldo de Campos. iii MILTON, 1996, pp. 13-25. iv Sua obra poética [...] oferece duas vertentes: poemas em que o autor mantém um aspecto formal mais tradicional, em que respeita o fluxo linear dos signos (embora a sintaxe sofra constantemente a interferência de elipses e parênteses e a semântica seja objeto de uma inusitada elaboração), e poemas em que a sintaxe já é ostensívelmente visual, nascendo de uma como que sinestesia tipográfica [...]. Traducción de mi autoría. v Quando os poetas concretos de São Paulo se propuseram uma tarefa de reformulação da poética brasileira vigente [...] deram-se, ao longo de suas atividades de teorização e de criação, a uma continuada tarefa de tradução [...] Augusto de Campos empreendeu a transposição para o português de 10 dos mais complexos poemas de E. E. Cummings [...] poemas onde inclusive o dado “ótico” deveria ser como que traduzido, seja quanto à disposição tipográfica, seja quanto à fragmentação e as relações interlineares, o que implicava, por vezes, até mesmo a previsão do número de letras e das coincidências físicas (plásticas, acústicas) do material verbal a utilizar. Traducción de mi autoría. vi [...] uma das mais sérias tentativas de fazer funcionar dinamicamente o instrumento verbal, reduzindo a um mínimo [...] a distancia entre experiência e expressão. Traducción de mi autoría. vii (1) after or before or –preferably opposite each of your translations will be printed the poem of mine which you are translating & (2) you will continue to send me proofs of my own 10 poems (as reprinted in connection with your translations) until one proof satisfies me & I okay it. Traducción de mi autoría. viii Não é só visual a desobediência artística de e.e. cummings, um poeta que tem algo em comum com o anárquico individualismo de Thoreau e de Cage. Aos poemas tortográficos, privilegiados nas anteriores edições, e acrescidos de outros “hits”, incorporam-se agora alguns textos aparentemente menos atrevidos, mas que evidenciam uma face nada desprezível da rebeldia cummingsiana –o seu humor, a ironia ferina e até feroz com que, incansavelmente, fustiga a “manunkind” (humanimaldade). Traducción de mi autoría. ix “intradução de Cummings”, notas previas de A. de Campos a la obra. Com esse mínimo arsenal Cummings projeta sobre nós uma das mais densas imagens de solidão que se conhecem, no que se poderia chamar de haicai da folha-que-cai. Traducción de mi autoría. x Finalmente, o medium por excelência da operação “transcriadora” passava a ser a própria “iconicidade” do signo estético. Signo estético que eu entendia então como “signo icônico” (na acepção do discípulo de Peirce, Charles Morris): “aquele que é de certa maneira similar àquilo que ele denota”. Traduzir a iconicidade do signo implicava recriar-lhe a “fi sicalidade”, a “materialidade mesma” (ou, como diríamos hoje, as propriedades do signifi cante, abrangendo este, no meu entender, tanto as formas fono-prosódicas, e grafemáticas da expressão, como as formas gramaticais e retóricas do conteúdo). Traducción de mi autoría. CUMMINGS, E.E. 40 Poem(a)s. Trad. de Augusto de Campos. São Paulo, Brasiliense, 1986.