ORIGINAL puestas de familias y profesores al cuestionario concordaban. Del EEGc se valora el cociente theta/alfa, que muestra una dominancia generalizada de la banda theta no correlativa con la edad de grado medio en el 49,4% y leve en el 5,9%. Tras el tratamiento durante un año, hay una mejoría global y no focal de la actividad, la dominancia leve sube al 58,2% y las otras dos bajan el 2,4%. El resto de los trazados son inespecíficos. A su vez, hay una buena evolución clínica en el 78,2% de los casos, con un 19,5% de complicaciones moderadas resueltas con la disminución de dosis del fármaco o su retirada. Conclusiones. 1) El trastorno por déficit de atención es más probable que se mantenga en la edad adulta y, aunque minoritarios, se le asocien trastornos inmunológicos y/o paroxismos epileptiformes. 2) El efecto al MPH puede objetivarse mediante registros seriados de la actividad bioeléctrica cortical digitalizada, con evolución sincrónica a la respuesta clínica. [REV NEUROL 2004; 38: 501-6] Palabras clave. Cartografía cerebral. Electroencefalograma cuantificado. Metilfenidato. Polisomnograma. Síntomas inmunológicos. TDAH. professores ao questionário concordavam. Do EEGc avalia-se o quociente theta/alfa, que mostra uma dominância generalizada da banda theta, não correlativa com a idade, de grau médio em 49,4% e ligeira em 5,9%. Após o tratamento durante um ano, há uma melhoria global e não focal da actividade, a dominância ligeira sobe para 58,2% e as outras duas baixam em 2,4%. Os restantes traçados são inespecíficos. Por sua vez, há uma boa evolução clínica em 78,2% dos casos, com 19,5% de complicações moderadas resolvidas com a diminuição da dose do fármaco ou com a retirada deste. Conclusões. 1) A perturbação por défice atencional é mais provável que se mantenha na idade adulta e, embora minoritários, se lhe associem perturbações imunológicas e/ou paroxismos epileptiformes; 2) O efeito do MPH pode objectivar-se mediante registos seriados da actividade bioeléctrica cortical digitalizada, com evolução sincrónica à resposta clínica. [REV NEUROL 2004; 38: 501-6] Palavras chave. Cartografia cerebral. Electroencefalograma quantificado. Metilfenidato. PDAH. Polisonograma. Sintomas imunológicos. Síntomas neuropsiquiátricos en el síndrome demencial B. Artaso-Irigoyen a, A. Goñi-Sarriés b, A.R. Gómez-Martínez c NEUROPSYCHIATRIC SYMPTOMS IN DEMENTIA SYNDROME Summary. Aims. The aim of this study was to describe the neuropsychiatric disorders that present in dementia and the differences they show at each stage as the disease progresses. Patients and methods. The study involved a total of 175 patients from a psychogeriatric clinic who had been diagnosed as suffering from dementia at distinct stages of the disease: 66 had mild dementia, 56 were with moderate dementia and 53 were suffering from severe dementia. The following instruments were used to collect both socio-demographic and clinical data: the Spanish version of the Mini-Mental State Examination (miniexamen cognitivo: MEC) for cognitive impairment, the Barthel index for functional deterioration and the neuropsychiatric inventory (NPI) for the noncognitive symptoms. Results. There were no significant differences in the NPI according to the degree of cognitive impairment and the most frequently seen symptoms were anomalous motor activity, apathy and irritability; the neuropsychiatric disorder that was least often present was euphoria. The presence of disinhibition, irritability, depression, hallucinations and anomalous motor activity varied significantly in the different phases of dementia. Thus, disinhibition, irritability and depression were more frequent in the initial stages of the disease whereas hallucinations and anomalous motor activity were seen more often when the cognitive impairment was severe. Conclusions. Neuropsychiatric disorders appear throughout the whole course of dementia and symptoms vary according to the stage of the disease. [REV NEUROL 2004; 38: 506-10] Key words. Behavioural disorders. Dementia. Impairment. Neuropsychiatric disorders. Severity. Stage. INTRODUCCIÓN La demencia es un síndrome adquirido, de etiología orgánica y origen multicausal, que conlleva un deterioro global de las facultades intelectivas y de la personalidad con la conciencia preservada y que provoca incapacidad sociolaboral. Así, el síndrome demencial presenta tanto síntomas cognitivos como neuropsiquiátricos: delirios, trastornos perceptivos, alteraciones del humor y trastornos conductuales [1-4]. Aunque durante muchos años hablar de demencia era equivalente a hablar de deterioro cognitivo, actualmente se está prestando mucho interés a las alteraciones neuropsiquiátricas en la demencia. Este interés viene determinado, en parte, por la elevada prevalencia de dichos Recibido: 22.09.03. Aceptado tras revisión externa sin modificaciones: 13.01.04. a Servicio de Psiquiatría. b Servicio de Psicología Clínica. c DUE . Hospital San Francisco Javier. Pamplona, Navarra, España. Correspondencia: Dra. Begoña Artaso Irigoyen. CSM IIB. Ermitagaña, 20. E-31008 Pamplona (Navarra). E-mail: [email protected] 2004, REVISTA DE NEUROLOGÍA 506 síntomas, ya que el 80% de los pacientes con demencia presentan algún síntoma conductual a lo largo de su evolución [5]. Así, la apatía es la alteración neuropsiquiátrica más frecuente en la demencia y, por el contrario, la euforia y las alucinaciones son poco habituales. La frecuencia de otros síntomas no cognitivos varía en función de las características de las muestras estudiadas [5-7]. El estudio de los síntomas psiquiátricos y su correlación con el deterioro cognitivo ha sido motivo de investigación. Parece que existe acuerdo en que el deterioro cognitivo determina la aparición de determinadas alteraciones neuropsiquiátricas [8,9], y éstas son indicadoras del estadio evolutivo de la enfermedad. La importancia de los síntomas no cognitivos deriva no sólo de su elevada prevalencia, sino también de la constatación de su influencia en la génesis de la sobrecarga de los cuidadores informales [10-12]; por tanto, influye en la decisión de institucionalizar al paciente. La posibilidad de tratar de forma específica estos síntomas [13], mejorando así la calidad de vida tanto del paciente como del cuidador, pone de manifiesto la necesidad de REV NEUROL 2004; 38 (6): 506-510 DEMENCIA: ALTERACIONES NEUROPSIQUIÁTRICAS Tabla I. Características sociodemográficas y clínicas de la muestra. Variable Media ± DE Edad 76,82 ± 7,52 Años de evolución 5,21 ± 4,31 Escolarización 7,49 ± 3,05 Deterioro cognitivo (MEC) Deterioro funcional (Barthel) Alteraciones neuropsiquiátricas (INP) Variable Tabla II. Alteraciones neuropsiquiátricas (INP). Frecuencia (media ± DE) Gravedad F×G (media ± DE) (media ± DE) Delirios 0,66 ± 1,07 0,46 ± 0,72 0,98 ± 1,93 Alucinaciones 0,33 ± 0,80 0,22 ± 0,48 0,39 ±0,99 Agitación 0,59 ± 1,07 0,49 ± 0,88 1,13 ± 2,25 Depresión 0,49 ± 1,03 0,31 ± 0,67 0,78 ± 1,87 Ansiedad 1,03 ± 1,32 0,51 ± 0,71 1,40 ±2,11 Desinhibición 0,38 ± 0,98 0,20 ± 0,53 0,54 ± 1,5 Euforia 0,17 ± 0,66 0,09 ± 0,32 0,19 ± 0,78 Apatía 1,33 ± 1,73 0,55 ± 0,78 1,89 ± 2,82 Irritabilidad 1,17 ± 1,26 0,71 ± 0,76 1,61± 2,10 Actividad motora anómala 1,43 ± 1,53 0,78 ± 0,87 2,18 ± 2,82 14,43 ± 8,66 69,77 ± 28,08 11,10 ± 6,17 n.º (%) Sexo Varón 61 (35%) Mujer 114 (65%) Estado civil F × G: frecuencia por gravedad. Casado 79 (45%) Soltero 24 (14%) Viudo 72 (41%) Tabla III. Características sociodemográficas y clínicas según el deterioro cognitivo Tipo de demencia Deterioro leve Deterioro moderado Deterioro grave 66 56 53 Alzheimer 92 (53%) Pacientes (n.º) Vascular 19 (11%) Edad media 74,82 ± 8,85 78,36 ± 6,35 77,70 ± 6,34 Mixta 30 (17%) Años de evolución 4,88 ± 4,99 4,49 ± 2,85 6,38 ± 4,51 Frontotemporal 14 (8%) Demencia Alzheimer 45% 54% 62% Otras 20 (11%) Deterioro cognitivo 23,11 ± 4,23 14,16 ± 1,95 3,89 ± 3,34 Deterioro funcional 79,46 ± 20,10 77,23 ± 19,91 50 ± 33,64 Alteraciones neuropsiquiátricas 12,11 ± 6,74 11,05 ± 6,25 9,91 ± 5,15 Grado de deterioro cognitivo (MEC) Leve (18 o más) 66 (38%) Moderado (11-17) 56 (32%) Grave (10 o menos) 53 (30%) aumentar nuestro conocimiento de los mismos para su detección y abordaje. El objetivo de nuestro trabajo es llevar a cabo un análisis descriptivo de las alteraciones neuropsiquiátricas en la demencia, así como estudiar las diferencias en las mismas según los estadios evolutivos de la enfermedad. PACIENTES Y MÉTODOS Se estudiaron 175 pacientes que habían contactado con un centro psicogeriátrico a lo largo de tres años. Dicho centro ofrece un servicio de día y plazas residenciales para el ingreso definitivo o estancias temporales para el descanso familiar. La recogida de datos la llevó a cabo el psiquiatra del centro. Se incluían variables sociodemográficas (edad, sexo, estado civil y años de escolarización) y clínicas (diagnóstico, duración de la enfermedad, deterioro cognitivo y funcional y alteraciones neuropsiquiátricas). Para medir el deterioro cognitivo se utilizó el miniexamen cognitivo (MEC) [14]. Este instrumento es una versión adaptada a la población española del mini-mental state [15]. La puntuación máxima es de 35 puntos. Puntuaciones menores o iguales a 23 puntos corresponden a déficit cognitivos en la población mayor de 65 años. Aunque hay algunas variaciones REV NEUROL 2004; 38 (6): 506-510 según los estudios, puede decirse que para los grados de intensidad de la demencia definidos con criterios DSM-IV [16], los rangos son, para la demencia grave: 0-10 puntos; para la moderada: 11-17 puntos, y para la leve: más de 18 puntos [17]. Se ha demostrado la fiabilidad test-retest, con un coeficiente de correlación de 0,87 altamente significativo (p < 0,001), así como su validez concurrente. El deterioro funcional se midió con el índice de Barthel [18]. Este instrumento evalúa diez actividades básicas de la vida diaria: alimentación, higiene y capacidad para vestirse, y movilidad general. Se puntúa de 0 a 100 y sus resultados se agrupan en cuatro categorías de dependencia: a) leve: más de 60 puntos; b) moderada: de 40 a 55 puntos; c) grave: de 20 a 35 puntos, y d) total: menos de 20 puntos. El índice de Barthel tiene una alta validez concurrente y un coeficiente de correlación κ ponderado de 0,98 intraobservador y mayor de 0,88 interobservador [19]. Los síntomas psiquiátricos se midieron con el inventario neuropsiquiátrico (INP) [20], en su versión validada en castellano [21]. Este inventario es una entrevista estructurada dirigida a valorar la frecuencia y la gravedad de las alteraciones psicopatológicas, ocurridas en el último mes, en pacientes con demencia. Las conductas valoradas son: delirios, alucinaciones, agitación, depresión/disforia, ansiedad, euforia, apatía/indiferencia, desinhibición, irritabilidad/labilidad y actividad motora anómala. El INP presenta una alta fiabilidad interobservador situada entre el 0,93 y 1 para distintas conductas, y una fiabilidad test-retest de 0,79 para la frecuencia y 0,86 para la gravedad. Para el análisis estadístico se realizó un estudio descriptivo de las alteraciones neuropsiquiátricas y las diferencias en las mismas según el estadio evolutivo de la enfermedad mediante la aplicación de un ANOVA. 507 B. ARTASO-IRIGOYEN, ET AL RESULTADOS La población estudiada era de 61 varones y 114 mujeres, con una edad media de 77 años, estudios primarios, casados en el 45% de los casos y viudos en el 41%. El tipo de demencia más frecuente era la enfermedad de Alzheimer (53%), seguido de las demencias mixtas (17%) y las vasculares (11%), con una duración media de la enfermedad de más de cinco años. La puntuación media en el MEC era de 14,43 puntos, con la siguiente distribución: el 38% presentaban un deterioro leve, el 32% moderado y el 30% grave. El deterioro funcional era leve, con una puntuación en el índice de Barthel de 69,77 puntos (Tabla I). Los pacientes fueron con más frecuencia dependientes en la higiene personal, en el vestirse y en la micción. Por el contrario, en la deambulación y en la capacidad de trasladarse con mayor frecuencia se mantenían independientes. En cuanto a las alteraciones neuropsiquiátricas medidas con el INP, la puntuación media fue de 11,10 puntos. Los síntomas más presentes fueron: la actividad motora anómala, la apatía y la irritabilidad. Sin embargo, la euforia y las alucinaciones fueron síntomas muy poco frecuentes (Tabla II). Si diferenciamos la población estudiada por grado de deterioro según el MEC, nos encontramos con tres grupos (Tabla III). Los pacientes con un deterioro leve eran el grupo mayoritario (n = 66), con una edad media de 75 años y con una distribución por sexos similar. Las demencias de tipo no Alzheimer eran las más frecuentes (65%), Figura. Síntomas neuropsiquiátricos según deterioro cognitivo. con una media de puntuación en el MEC de 23,11 puntos, y en el Barthel de 79,46 puntos, después de casi cinco años de evolución. El grado de síntomas neuropsidepresión (F = 3,00; p = 0,05) disminuye significativamente en las demencias quiátricos era similar al de la muestra total, con una puntuación media en el graves (t = 2,50; p = 0,01), a diferencia de lo que ocurre con la actividad motoINP de 12,11 puntos. Asimismo, los síntomas más frecuentes eran los misra anómala (F = 5,48; p = 0,00) que es significativamente más frecuente en los mos, aunque se modificaba el orden: el más frecuente era la apatía, seguiestadios finales. La apatía no se modifica significativamente a lo largo de la do de la irritabilidad y la actividad motora anómala. Lo mismo ocurría con evolución de la enfermedad, al igual que la euforia, aunque ésta es muy poco las alteraciones menos frecuentes, que en este caso eran, por orden, las alufrecuente en todos los estadios. Por otra parte, la desinhibición (F = 8,91; p = cinaciones y la euforia. Sin embargo, el grupo de pacientes con un deterio0,00) y la irritabilidad (F = 4,44; p = 0,01) disminuyen al avanzar la enfermero moderado era de 56 sujetos, predominantemente mujeres (73%) y con dad, pero en el caso de la desinhibición la disminución ya es significativa en una edad media de 78 años. estadios moderados (t = 2,94; p = 0,00) y, sin embargo, la irritabilidad lo es en Las demencias de tipo Alzheimer estaban menos presentes en este grupo estadios graves (t = 2,79; p = 0,00) (Figura). (54%), con un porcentaje similar a las demencias de tipo no Alzheimer (45%). La puntuación media en el MEC era de 14,16 puntos, y en el índice de Barthel, de 77,23 puntos, tras 4,5 años de evolución de la enfermedad. En cuanto a las alteraciones neuropsiquiátricas, observamos que la más frecuente era la actividad motora anómala, seguida de la ansiedad y la irritabilidad. Asimismo, la euforia y la desinhibición eran los síntomas menos habituales. Por último, los 53 pacientes con un deterioro cognitivo grave eran predominantemente mujeres (74%), con una edad media de 78 años. El tipo de demencia más frecuente era la enfermedad de Alzheimer (62%), con una puntuación en el MEC de 3,89 puntos, y en el índice de Barthel de 50 puntos, después de más de seis años de evolución de la enfermedad. La actividad motora anómala, la apatía y la ansiedad, por este orden, eran los síntomas más presentes. Por el contrario, la euforia y la desinhibición eran síntomas muy poco frecuentes. Si comparamos los tres grupos de pacientes vemos que no existen diferencias significativas en el conjunto global de alteraciones neuropsiquiátricas, pero sí en la presencia de determinados síntomas: la irritabilidad, la desinhibición, la depresión, las alucinaciones y la actividad motora anómala. Así, los síntomas psicóticos (delirios y alucinaciones) eran más habituales en estadios moderados, siendo únicamente significativo (F = 3,53; p = 0,03) el aumento de las alucinaciones con respecto a los estadios iniciales de la demencia (t = –2,39; p = 0,01). Sin embargo, la agitación y la ansiedad, aunque más frecuentes en estadios moderados y graves, no eran significativas. Por el contrario, la 508 DISCUSIÓN En nuestro estudio se encontró una población de pacientes con demencia cuya prevalencia de síntomas psiquiátricos no difiere de los resultados encontrados en la literatura sobre el tema [5,7,9]. Las alteraciones neuropsiquiátricas aparecen a lo largo de toda la evolución de la demencia y son más frecuentes conforme ésta avanza [9]. Lyketsos et al [7] agrupan las alteraciones neuropsiquiátricas en la enfermedad de Alzheimer en tres grupos: dos síndromes polisintomáticos (uno predominantemente afectivo y otro predominantemente psicótico) y un grupo heterogéneo de síntomas leves y típicamente monosintomáticos. Asimismo, estos autores proponen criterios operacionales para el trastorno afectivo y el trastorno psicótico en la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, otros trabajos concluyen que tales alteraciones no se corresponden con síndromes psiquiátricos comúnmente conocidos, pues varían en gravedad a lo largo del tiempo, son episódicos, fluctuantes, con períodos de exacerbación seguidos de REV NEUROL 2004; 38 (6): 506-510 DEMENCIA: ALTERACIONES NEUROPSIQUIÁTRICAS remisiones parciales y no necesariamente progresivos [22,23]. En nuestro trabajo se refleja que los síntomas psiquiátricos aparecían durante toda la evolución, pero que algunos de ellos variaban en función del estadio de la enfermedad. Se ha encontrado que la gravedad de los síntomas conductuales no está estrechamente relacionada con la gravedad del deterioro cognitivo [22-25]. Otros trabajos, por el contrario, hablan de una fuerte relación entre la presencia de trastornos de conducta, el grado de deterioro cognitivo y un pobre desarrollo de las actividades de la vida diaria [26,27]. Nuestros resultados muestran que no existían diferencias cuantitativas en la globalidad de las alteraciones neuropsiquiátricas en función de los tres rangos definidos de deterioro cognitivo, pero sí existían diferencias cualitativas, puesto que variaban la presencia de la irritabilidad, la desinhibición, la depresión, las alucinaciones y la actividad motora anómala, según el estadio de la enfermedad. Respecto a los síntomas psicóticos, en nuestra población aparecían en estadios moderados, con un incremento significativo de las alucinaciones. Otros trabajos también encuentran que las alucinaciones aparecen en demencias graves; los delirios aparecen antes y serían marcadores evolutivos de un proceso más rápido de la enfermedad y les caracteriza su intensidad leve y poca persistencia [1,2,24,28-30]. La frecuencia de la depresión en los sujetos con demencia es superior a la de los sujetos sin demencia [31]. Se considera una de las complicaciones psiquiátricas más frecuentes, no exis- ten criterios operacionales validados para definirla [32] y, además, su presencia comporta una mayor gravedad clínica. Sin embargo, se sustenta la hipótesis de una relación entre la depresión y una menor gravedad del deterioro cognitivo [33,34], al igual que nuestro resultado, ya que la depresión disminuye significativamente en los estadios graves. Otros autores no han detectado ninguna relación entre la intensidad del deterioro cognitivo y la depresión [35,36]. Con la gravedad de la demencia aumentan la disforia, la apatía, la agitación y la actividad motora anómala, y estos dos últimos síntomas aparecen de forma significativa en las demencias graves [5,7], lo que coincide con nuestros resultados. Sin embargo, la apatía, en nuestra población, aparecía como el segundo trastorno de conducta más presente pero no se modificaba según la intensidad del deterioro cognitivo. Los trastornos conductuales como la desinhibición y la irritabilidad disminuían al avanzar la enfermedad; por el contrario, otras alteraciones, como la agresión o el vagabundeo, aumentaban con el deterioro cognitivo [4]. En resumen, podemos concluir que las alteraciones neuropsiquiátricas aparecen a lo largo de toda la evolución de la demencia, si bien hay diferencias según el estadio de la enfermedad. En las fases moderadas predominan los síntomas psicóticos, la agitación y la ansiedad. En los estadios graves se incrementa la actividad motora anómala pero disminuye la depresión, la desinhibición y la irritabilidad. BIBLIOGRAFÍA 1. Burns A, Jacoby R, Levy R. Psychiatric phenomena in Alzheimer’s disease. I: Disorders of thought content. Br J Psychiatry 1990; 157: 72-6. 2. Burns A, Jacoby R, Levy R. Psychiatric phenomena in Alzheimer’s disease. II: Disorders of perception. Br J Psychiatry 1990; 157: 76-81. 3. Burns A, Jacoby R, Levy R. Psychiatric phenomena in Alzheimer’s disease. III: Disorders of mood. Br J Psychiatry 1990; 157: 81-6. 4. Burns A, Jacoby R, Levy R. Psychiatric phenomena in Alzheimer’s disease. IV: Disorders of behaviour. Br J Psychiatry 1990; 157: 86-94. 5. Mega MS, Cummings JL, Fiorello T, Gornbein J. The spectrum of behavioural changes in Alzheimer’s disease. Neurology 1996; 46: 130-5. 6. Vilalta-Franch J, López-Pousa S, Llinàs-Reglà J. Síntomas no cognitivos en las demencias. Actas Esp Psiquiatr 1999; 27: 334-40. 7. 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Se estudiaron 175 pacientes de un centro psicogeriátrico, con un diagnóstico de demencia en distintos estadios de la enfermedad: 66 con demencia leve, 56 con demencia moderada y 53 con demencia grave. Se recogieron datos sociodemográficos y clínicos, con los siguientes instrumentos: el miniexamen cognitivo (MEC) para el deterioro cognitivo, el índice de Barthel para el deterioro funcional y el inventario neuropsiquiátrico (INP) para los síntomas no cognitivos. Resultados. No existían diferencias significativas en el INP según el grado de deterioro cognitivo, y los síntomas más frecuentes eran la actividad motora anómala, la apatía y la irritabilidad. La alteración neuropsiquiátrica más rara fue la euforia. La presencia de desinhibición, irritabilidad, depresión, alucinaciones y actividad motora anómala era diferente de forma significativa en las distintas fases de la demencia. Así, la desinhibición, la irritabilidad y la depresión eran más frecuentes en los estadios iniciales de la enfermedad; en cambio, las alucinaciones y la actividad motora anómala eran más frecuentes cuando el deterioro cognitivo era grave. Conclusión. Las alteraciones neuropsiquiátricas aparecen a lo largo de toda la evolución de la demencia y el tipo de síntomas se modifica según el estadio de la enfermedad. [REV NEUROL 2004; 38: 506-10] Palabras clave. Alteraciones conductuales. Alteraciones neuropsiquiátricas. Demencia. Deterioro. Estadio. Gravedad. SINTOMAS NEUROPSIQUIÁTRICOS NA SÍNDROMA DEMENCIAL Resumo. Objectivo. Descrever as alterações neuropsiquiátricas na demência e as diferenças nas mesmas nos estádios evolutivos distintos da doença. Doentes e métodos. Estudaram-se 175 doentes de um centro psicogeriátrico, com diagnóstico de demência em estádios distintos da doença: 66 com demência ligeira, 56 com demência moderada e 53 com demência grave. Recolheram-se dados sócio-demográficos e clínicos, com os seguintes instrumentos: o mini-teste cognitivo (MTC) para a deterioração cognitiva, o índice de Barthel para a deterioração funcional, e o inventário neuropsiquiátrico (INP) para os sintomas não cognitivos. Resultados. Não existiam diferenças significativas no INP segundo o grau de deterioração cognitiva, e os sintomas mais frequentes eram a actividade motora anómala, a apatia e a irritabilidade, e a alteração neuropsiquiátrica menos presente foi a euforia. A presença de desinibição, irritabilidade, depressão, alucinações e actividade motora anómala era diferente de forma significativa nas distintas fases da demência. Assim, a desinibição, a irritabilidade e a depressão eram mais frequentes em estádios iniciais da doença e, contudo, as alucinações e a actividade motora anómala estavam mais presentes quando a deterioração cognitiva era grave. Conclusão. As alterações neuropsiquiátricas aparecem ao longo de toda a evolução da demência, modificando-se o tipo de sintomas segundo o estádio da doença. [REV NEUROL 2004; 38: 506-10] Palavras chave. Alterações comportamentais. Alterações neuropsiquiátricas. Demência. Deterioração. Estádio. Gravidade. 510 REV NEUROL 2004; 38 (6): 506-510