Comunión Apostólica pdf

Padre Tejero
4 COMUNIÓN APOSTÓLICA
4.1 Introducción
4.2 Somos “cuerpo”
Aunque en las Constituciones del Oratorio no aparece la comparación de la Comunidad con el
“cuerpo”, el Padre Fundador quiso incluir este paralelismo en las nuestras. Por eso, en el
apartado sobre las PERSONAS QUE HAN DE COMPONER LA CONGREGACIÓN, leemos:
A LA MANERA QUE EN EL CUERPO HUMANO SON ÚTILES TODOS SUS MIEMBROS Y ÓRGANOS EN EL
LUGAR Y USO QUE LA PROVIDENCIA HA DESTINADO A CADA UNO DE ELLOS, DE MODO QUE
NINGUNO PUEDE HACER CON PERFECCIÓN EL OFICIO DEL OTRO Y CADA CUAL PRESTA EN SU ORDEN
UNA UTILIDAD PROPORCIONALMENTE IGUAL A LA QUE PUEDE OFRECER RESPECTIVAMENTE CADA
UNO DE LOS DEMÁS, Y PRESTÁNDOSE TODOS MUTUA AYUDA RESULTA LA PERFECTA ARMONÍA;
ASÍ LAS HIJAS DE ESTA CONGREGACIÓN, AUNQUE COLOCADAS EN DISTINTO ORDEN Y
DESEMPAÑANDO EN ELLA DIFERENTES OFICIOS, DEBEN CONSOLARSE CON LA IDEA DE SER
IGUALMENTE ÚTILES AL SANTO FIN QUE LAS CONGREGA EN LA CLASE Y OCUPACIÓN A QUE DIOS
HA SIDO SERVIDO DESTINARLAS, Y HAN DE FIJAR TODO SU EMPEÑO EN COOPERAR A LA VOLUNTAD
DIVINA CUMPLIENDO FIDELÍSIMAMENTE LOS DEBERES QUE SU ESPECIAL VOCACIÓN LES IMPONGA,
CONVENCIDAS DE QUE ESTE ES EL MÁS SEGURO MEDIO DE SANTIFICARSE Y DE QUE HACIÉNDOLO
ASÍ UNIDAS RESULTARÁ EL ORDEN Y CONCIERTO DE LA CONGREGACIÓN QUE LA HARÁ ÚTIL A LA
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GLORIA DE DIOS, FIN ÚNICO A QUE DEBE VIVIR.
La Providencia, que llama y destina a cada uno de los miembros del cuerpo humano a ocupar un
LUGAR y USO, también nos coloca a nosotras en DISTINTO ORDEN y DESEMPEÑANDO DIFERENTES
OFICIOS; pero no hace que unas sean más útiles por tener un oficio que parezca más importante;
sino que somos todas IGUALMENTE ÚTILES AL SANTO FIN QUE NOS CONGREGA, teniendo que poner
nuestro empeño no en compararnos unas con otras, sino en cooperar cada una en los deberes que
la propia y ESPECIAL VOCACIÓN NOS IMPONGA.
Llama la atención que utilice la palabra CONSOLARSE, como si el estar en un lugar u otro, en una
ocupación u otra, en un puesto o en otro, pudiera ser motivo de tristeza.
Podría esto hacer pensar que se refiere a que hay en la Congregación miembros más importantes
que otros, en función del puesto que se ocupe.
Pensar que usa este “consolarse” como referido a que quien no tiene un “cargo” no es tan útil
como quien sí lo tiene es un grave error que puede hacernos mucho daño, como religiosas y
como congregación; ya que supondría que unos oficios son más importantes que otros y que, por
lo tanto, todas deberíamos aspirar a “puestos relevantes”.
Pero, esto no es así. Por suerte, si vamos al texto de las “Excelencias de la Congregación del
Oratorio”, nos encontramos el contexto original del que toma el Padre Tejero la palabra
“CONSOLARSE” referida a los oficios.
Los varios apartados en que se utiliza la palabra “consuelo”, se encuentran en la Excelencia
Tercera, que es La Caridad.
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Constituciones, 1865; Título II, De las personas que han de componer la Congregación.
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Primero ha hablado de que es la Caridad la única regla que San Felipe puso en su Oratorio; da
algunos puntos en los que ha de fundarse la vivencia en la caridad, la necesidad de humildad, los
peligros de las disensiones, y finalmente toma el Padre Fundador el apartado en que habla sobre
la posibilidad de ADQUIRIR MÉRITOS EN LA TIERRA.
Y PORQUE LOS HERMANOS DE LA CONGREGACIÓN NO PIENSEN QUE SÓLO LOS SACERDOTES
PUEDEN ADQUIRIR TANTOS MÉRITOS EN LA TIERRA Y DESPUÉS TANTA GLORIA EN EL CIELO;
DEBEN PERSUADIRSE QUE TAMBIÉN ELLOS PUEDEN SER PARTICIPANTES, SI QUIEREN, DE LOS
MISMOS MÉRITOS, Y DE LA MISMA GLORIA, Y AÚN MUCHO MÁS SI SABEN MANEJARSE.
Cuando habla de méritos se está refiriendo al ejercicio de la Caridad.
Los méritos y la gloria los produce la práctica del único mandamiento de Jesucristo: la Caridad.
Ha hablado primero de cómo la Caridad es la que, en la vida y el apostolado, orienta a los
Sacerdotes del Oratorio en su camino hacia la perfección cristiana. Y ahora les dice a los
Hermanos Legos que, aunque ellos no prediquen, aunque no sean confesores, etc., no por eso han
de dejar de ejercitar la Caridad.
Continúa:
TODOS NOSOTROS FORMAMOS UN CUERPO, UNA CONGREGACIÓN.
EL FIN DE ESTE CUERPO NO ES SOLAMENTE EL QUE CADA UNO ATIENDA A SÍ MISMO Y A SU
PERFECCIÓN PROPIA; SINO QUE ATIENDA TAMBIÉN A LA SALVACIÓN Y PERFECCIÓN DE LOS
PRÓJIMOS.
PARA ALCANZAR ESTE FIN ES NECESARIO QUE UNOS SEAN PREDICADORES Y CONFESORES, Y
OTROS COADJUTORES, QUE AYUDEN A LOS DEMÁS EN LOS OFICIOS EXTERIORES.
Compara a continuación la Congregación con un ejército que debe ir a la guerra, y precisa que
algunos soldados queden en el campamento cuidando del avituallamiento. Y continúa:
TAN NECESARIOS SON PARA CONSEGUIR LA VICTORIA LOS UNOS (los soldados
en primera línea) COMO LOS OTROS (los que han quedado cuidando las cosas).
que luchan
LO MISMO, dice,
PODEMOS APLICAR A NUESTRO CASO. TODOS FORMAMOS UN CUERPO, UN
ESCUADRÓN DE SOLDADOS DE CRISTO, UNA CONGREGACIÓN PARA LA GRANDE EMPRESA DE
LA CONVERSIÓN Y SANTIFICACIÓN DE LAS ALMAS.
Aquí está la clave.
Nuestra GRANDE EMPRESA no es tener más o menos casas, o más o menos niñas, recibir más o
menos subvenciones, hacer más o menos cosas. Nuestra GRANDE EMPRESA, de cada una y de
todas, es LA CONVERSIÓN Y SANTIFICACIÓN DE LAS ALMAS.
Y la pregunta sería ¿Consideramos nuestra Congregación, nuestra Comunidad, llamada a esa
GRANDE EMPRESA DE SALVACIÓN DE LAS ALMAS?, ¿mantenemos la tensión que da impulso a los
ejércitos que ansían ganar las batallas?, ¿o nos hemos perdido en un camino en el que
confundimos el medio que es el OFICIO, el CARGO, con el fin que es LA SALVACIÓN DE LAS
ALMAS?
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Si de alguna tristeza quiere nuestro Padre Fundador que nos CONSOLEMOS, es de la tristeza que
debería darnos el perder la oportunidad de ejercitar la Caridad; de evangelizar, de salvar almas.
No es lo triste no ser “superiora”; no ser “responsable de”, o “encargada de”, o “miembro del
equipo de”…
Lo triste es no ejercer la Caridad.
Lo triste es no vivir evangelizando.
Por eso, el consuelo está en que es la Comunidad la que evangeliza si todas, y cada una, somos
fieles en nuestro lugar.
Por eso, el consuelo hemos de buscarlo en lo que nos dice el Padre Fundador:
NI PODRÍA ÉSTE PREDICAR, NI AQUEL CONFESAR, NI EL OTRO APLICARSE A LOS ESTUDIOS, SI
NO HUBIERA QUIEN TUVIESE CUIDADO DE LOS NEGOCIOS TEMPORALES.
Y ASÍ, EL QUE CON TAL MEDIO AYUDA A ÉSTOS, AYUDA TAMBIÉN A PREDICAR, A CONFESAR
Y GANAR ALMAS; Y TIENE PARTE EN EL FRUTO DE LA VICTORIA QUE SE ALCANZA.
Y A ESTE MODO AÚN CON LOS OFICIOS MÁS BAJOS Y HUMILDES, AÚN CON FREGAR LAS
OLLAS Y GUISAR LA COMIDA, CONVIERTE ALMAS A DIOS, Y SE HACE PARTICIPANTE DE
TODAS LAS OBRAS BUENAS QUE SE HACEN EN TODA LA CONGREGACIÓN:
Y LA RAZÓN ES CLARA; PORQUE EL COCINERO, EL PORTERO, EL SACRISTÁN, EL ENFERMERO,
EL PROVEEDOR, EL REFECTOLERO (el que pone la mesa y cuida el comedor), TODOS
COOPERAN AL FIN DE LA CONGREGACIÓN, TODOS DESEMPEÑAN SU PARTE; BASTA QUE
PROCUREN, EN LOS EJERCICIOS QUE HACEN, TENER ESTA RECTA INTENCIÓN DE SERVIR A
DIOS, DESEMPEÑANDO LOS OFICIOS QUE TIENEN ASIGNADOS.
Ésta es nuestra forma de ser útiles a la Gloria de Dios, fin único a que debemos vivir.
Y que esto fue verdad en la Congregación del Oratorio, desde San Felipe, lo podemos encontrar
en los libros de las “Memorias de la Congregación del Oratorio”.
En ellos el autor, el P. Juan Marciano de la Congregación de Nápoles, habla de los miembros
“eminentes” de las Congregaciones que se fueron fundando desde la de Roma.
Y entre los “miembros eminentes” no sólo nombra a los que fueron fundadores de las distintas
Congregaciones (recordemos que cada Casa del Oratorio es una Congregación enteramente
distinta de todas las demás, y como tal tiene uno o varios fundadores); o a los que llegaron a ser
obispos o cardenales; o fueron grandes predicadores y fundadores incluso de conventos y obras
pías; sino que también nombra a los hermanos legos que, sin ser sacerdotes, brillaron en cada
Oratorio por vivir el espíritu de San Felipe.
Espíritu que no pone el “brillo” en primer lugar, sino la fuerza de su caridad, de su oración y de
su hablar sencillamente de Dios a todos aquellos con quienes se encuentran en la vida diaria. La
fuerza de lo que podríamos llamar “poder para acercar a la gente a Dios y poder para hacer que
la gente sienta la cercanía de Dios”.
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Y un espíritu que se entrega a la oración, conociendo que es mejor para impedir el pecado el
hablar a Dios de los pecadores por medio de la oración, que a los pecadores de Dios con las
exhortaciones 2
4.3 Aspectos de la Comunidad apostólica
Es a partir de aquí desde donde hemos de interpretar, en los escritos del Padre Tejero, todas las
alusiones que hace al apostolado.
4.3.1 Desde la unidad
Ese CUERPO que forma la Comunidad es una unidad, y la manifestación de esa unidad va a ser
siempre evangelizadora.
En carta a Madre Dolores dice:
YO PIDO A DIOS QUE DÉ A USTED ACIERTO, PARA QUE, OCUPANDO CADA UNA SU LUGAR, Y
SIN SALIRSE DE SUS ATRIBUCIONES, HAGA USTED POR QUE SE OBSERVEN EN TODO LAS
REGLAS QUE HAN PROFESADO, Y NADIE SE GOBIERNE POR ESPÍRITU PROPIO, EL CUAL, POR
BUENO QUE FUESE, NO SERÍA DEL AGRADO DE DIOS, POR CUANTO NO ES LO QUE SE HA
PROFESADO.
EN LA UNIÓN, SE DICE, QUE ESTÁ LA FUERZA, MAS ESTA UNIÓN NO PUEDE HALLARSE, SINO
CUANDO TODOS HACEN LO QUE DEBEN HACER, Y SE LES SEÑALA EN LAS CONSTITUCIONES,
LAS CUALES, POR ESTAR APROBADAS POR LA IGLESIA, SON LA MEJOR GARANTÍA DE LA
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VOLUNTAD DE DIOS.
Más adelante también le dice:
LO QUE MÁS DESEO ES QUE HAYA UNA COMPLETA UNIÓN EN TODAS, DE MODO QUE REINE
UNA VERDADERA CARIDAD, POR LA CUAL SE AMEN, SE AYUDEN, SE SUFRAN MUTUAMENTE Y
SE EDIFIQUEN ENTRE SÍ. SI ESTO FALTA, NADA SOMOS EN LA PRESENCIA DE DIOS COMO
ENSEÑA SAN PABLO, PUES, COMO DICE JESUCRISTO, EN ESTO SE CONOCERÁ QUE SOIS MIS
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DISCÍPULOS.
Y es que, según escribe en el cuaderno que llama Materias de perfección,
EN LA RELIGIÓN DONDE FLORECE ESTA UNIÓN Y CARIDAD; EL NÚMERO DE RELIGIOSOS Y LA
VARIEDAD DE GRACIAS, DOTES Y TALENTOS QUE TIENEN ACRECIENTA EL BIEN, EL GOZO Y
PROVECHO DE TODOS PORQUE CADA UNO GOZA PRIMERO DE LO QUE DIOS LE DIO Y
SEGUNDO DE LO QUE TIENEN LOS DEMÁS, Y LO QUE NO PUEDE POR SÍ, LO PUEDE POR SUS
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HERMANOS.
En el reglamento para las casas subalternas leemos que los obispos de las diócesis en que están
enclavadas las comunidades tendrán
2
Cfr. Libro tercero de las Memorias del Oratorio, pág. 52-53; hablando del Hermano Dionisio Pieragostini, del
Oratorio de Camerino.
3
6 de septiembre de 1896. Carta a Madre Dolores
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2 de enero de 1899. Carta a Madre Dolores
5
Sin fecha. “Materias de perfección”, cuaderno manuscrito del Padre Tejero.
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LA INSPECCIÓN SOBRE ELLAS PARA QUE SE CUMPLA TODO LO QUE EN SUS REGLAMENTOS
HAN OFRECIDO A FIN DE QUE SE CONSERVEN LA UNIDAD Y ARMONÍA QUE DEBEN REINAR
ENTRE LAS HIJAS Y LA MADRE Y QUE FORMAN LA FUERZA Y BELLEZA DE TODO EL
INSTITUTO. 6
Siempre que el Padre Fundador habla sobre apostolado, lo hace refiriéndose a todas las que
forman la comunidad.
Cuando M. Salud está en Jerez, le escribe:
EL CONTENIDO DE LA TUYA ME HACE SOSPECHAR QUE PUEDAS INQUIETARTE, Y PERDER LA
HERMOSA PAZ DE TU ALMA, QUE TE ES TAN NECESARIA, LLEVADA DEL VEHEMENTE DESEO DE
SOBREPUJAR EN EL COLEGIO A LAS BUENAS DE LAS FRANCESAS.
ESTO
PARA TI Y PARA TODAS SERIA UN GRAVE MAL POR LO QUE TIENE DE DEFECTUOSO,
TANTO MÁS, CUANTO, SIN QUERERLO, ADVERTIDAMENTE PUSIERAIS EN VUESTROS MEDIOS
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MATERIALES MÁS CONFIANZA PARA EL TRIUNFO DE LO NECESARIO.
No es un grave mal sólo para M. Salud, sino
repercute en todas, y en el apostolado de todas.
PARA TODAS,
porque lo que una hace o vive,
Todo el tiempo que le habla sobre el apostolado lo hace en plural, y finalmente le dice:
NO OLVIDES NI TÚ NI LAS DEMÁS LO QUE ENSEÑA SAN PABLO: NI EL QUE PLANTA NI EL QUE
RIEGA DA EL INCREMENTO SINO DIOS NUESTRO SEÑOR. PLANTEMOS Y REGUEMOS; ES DECIR,
HAGAMOS SANTAMENTE Y CON QUIETUD DE ESPÍRITU LO QUE NOS PERTENECE, Y DIOS HARÁ
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LO RESTANTE, COMO MÁS CONVENGA.
4.3.2 Desde la sencillez
Una de las condiciones que san Felipe ponía a quienes predicaban en el Oratorio era la de “usar
lenguaje sencillo y familiar”. En las Constituciones de la Congregación del Oratorio de 1703,
nos encontramos:
Cuatro de nuestros Sacerdotes, elegidos para este cargo, alimentarán los ánimos de los
oyentes con fructuosa doctrina, (…) y usando de un estilo verdaderamente fructuoso
acomodarán sus palabras al auditorio, y principalmente a la inteligencia del vulgo, sin
buscar pompa, o aplauso vano entre los oyentes, confirmando lo que dicen con ejemplos,
y aprobadas historias de los Santos. 9
Se trata de que la palabra de Dios llegue y sea comprendida por todos. Por eso cuando en 1884,
siendo el P. Tejero Prepósito, acomoden las Constituciones a la Congregación de Sevilla, dirán:
Llegado el predicador al Presbiterio y hecha una breve oración, pasa a pedir la
bendición al P. Prepósito, y en su defecto al Padre más antiguo; después de la cual, sube
6
Sin fecha. “Reglamento para las casas subalternas”, manuscrito del Padre Tejero.
15 de octubre de 1875. Carta a Madre Salud.
8
15 de octubre de 1875. Carta a Madre Salud.
9
Constituciones de la Congregación del Oratorio, año 1703, capítulo 3º “Del uso saludable de las pláticas”, nº 1.
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al púlpito, donde en estilo sencillo y propio de nuestro Instituto, hace una plática de
treinta a cuarenta minutos 10
Durante todo su ministerio, la predicación de nuestro P. Fundador tuvo esa característica, pues se
dirigía al pueblo más sencillo y era comprendido por ellos. Por eso, cuando explica cómo han de
enseñar los catequistas dice:
CON
EL FIN DE AYUDAR A LA INTELIGENCIA DE SUS DISCÍPULOS, EL CATEQUISTA VA
HACIENDO BREVES ACLARACIONES SOBRE LOS PUNTOS del Catecismo QUE LO REQUIEREN;
PERO USANDO DE EXPRESIONES CORTADAS, REPETIDAS Y SENCILLAS, Y VALIÉNDOSE
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CUANDO ES OPORTUNO DE EJEMPLOS Y COMPARACIONES MUY PALPABLES.
El Padre sabía que la persona es incapaz de alcanzar el Misterio de Dios, por mucha teología que
se haya estudiado, por mucha experiencia que se tenga. En los “Dulces espirituales” que le
escribe a M. Salud, le dice:
CUANDO
ALGUNA PERSONA LE PIDIESE CONSEJO, CONOZCA EN SU CORAZÓN QUE DE SU
COSECHA NO PUEDE RESPONDER COSA CONVENIENTE Y POR CONSIGUIENTE, VOLVIÉNDOSE A
DIOS PÍDALE QUE HABLE POR ELLA LO QUE ES CONFORME A SU DIVINA VOLUNTAD Y BIEN DE
LAS ALMAS, Y CON ESTO DIGA LO QUE HUBIERE DE DECIR CON HUMILDAD, SENCILLEZ Y
DISCRECIÓN, HUYENDO SIEMPRE DE LA ASPEREZA EN LAS PALABRAS. DIGA
CONSTANTEMENTE LA VERDAD Y NO SEA DOBLADA NI LISONJERA.
4.3.3 Desde el ejemplo
En su predicación, nuestro Padre Fundador usaba mucho de los ejemplos para que se
comprendiera perfectamente aquello de lo que hablaba. En casi todos sus escritos para charlas,
conferencias o ejercicios, utiliza los ejemplos de la vida normal; como el de una puerta cerrada
que no deja paso a la luz, aunque la haya fuera… Con ellos había comprobado que la Palabra de
Dios era más fácil de asimilar.
Él ve la vida de Jesús, de María, los Apóstoles y todos los santos como constante ejemplo por el
que Dios nos da a conocer el camino del Reino.
De todas es conocido que quiere que María Dolorosa sea para nosotras: LA LUZ, LA IMITACIÓN, EL
CONSUELO Y FORTALEZA NECESARIA PARA SABER Y PODER LLEVAR LA CRUZ QUE DIOS LES OFRECE
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EN SU VOCACIÓN . Y que es bueno RECORDAR DETENIDAMENTE LOS EJEMPLOS HEROICOS DE
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VIRTUDES, QUE MARÍA SANTÍSIMA NOS OFRECE AL PIE DE LA CRUZ DE SU AMADO HIJO
Desde las Ermitas de Córdoba escribe, refiriéndose al siervo de Dios Juan Aguayo Manrique:
MIRANDO SU POBRE Y HUMILDE MORADA PARECE IMPOSIBLE QUE TUVIERA ESPÍRITU PARA
CONSUMIR ASÍ TODA SU LARGA VIDA, Y QUE DEJARA EN ESTE ESTRECHO Y LÓBREGO RINCÓN
TANTOS EJEMPLOS QUE IMITAR.
10
“Constituciones del Oratorio de S. Felipe Neri con alguna adición acomodada a las prácticas de la
Congregación de Sevilla”, 6 de octubre de 1884; capítulo 4º “Ejercicios de la tarde” nº 12.
11
“Prácticas de las Congregaciones Catequistas”, pág. 29, nº 5, “Plan de Instrucción”, apartado III: “Del modo de
enseñar”.
12
18 de marzo de 1891. Carta del P. Tejero a M. Dolores.
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25 de marzo de 1896. Carta del P. Tejero a M. Dolores.
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Por eso, cuando nos habla de cómo debemos actuar con nuestras destinatarias, acogidas o niñas
del colegio, siempre nos dice que es imprescindible que demos buen ejemplo con nuestra vida.
Tras la revolución del 68, estando en Cádiz, escribe a M. Dolores:
Su carta, AUNQUE TRISTE EN SU RELATO, A MÍ ME SIRVE DE MUCHO CONSUELO EN VER QUE
YA ESTÁ USTED EN MEDIO DE TODAS SUS HIJAS PARA ANIMARLAS Y CONSOLARLAS, DARLES
EJEMPLO DE PADECER EN ESTOS DÍAS DE TRIBULACIÓN Y DE PRUEBA
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A M. Jesús Lara en 1882 le dice:
LO
QUE FALTA A LA PREDICACIÓN, LAS CONGREGANTES DEBERÁN SUPLIRLO CON SUS
BUENOS Y CONSTANTES EJEMPLOS, AYUDANDO A SUS HIJAS, MUY QUERIDAS, CON
SALUDABLES CONSEJOS CON EL FIN DE HACER CIERTA SU CONVERSIÓN A DIOS. ¡QUIEN
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PUDIERA ESTAR AHÍ PARA AYUDARLES EN TAN SANTA TAREA!
Pocos años después también le dice:
USTED
HA DE SER MUY AUXILIADA DE DIOS PARA QUE CON SUS BUENOS EJEMPLOS Y
EXHORTACIONES SEA EL SOSTÉN DE LAS HERMANAS Y EL ALIENTO DE LAS ACOGIDAS; Y
JUNTANDO A ESTO LA ORACIÓN HUMILDE Y CONFIADA AL SEÑOR, ÉL MISMO SUPLIRÁ LA
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FALTA DEL SACERDOTE QUE LAS DEBIERA ANIMAR.
Lo mismo que también es necesario que seamos ejemplo para nuestras Hermanas de comunidad;
como lo fue M. Rosario en su larga enfermedad. En carta a las Hermanas de la Comunidad de
Jerez leemos:
OS ESCRIBO ÉSTA PARA QUE PARTICIPÉIS DEL MISMO CONSUELO QUE NOSOTROS, Y
APRENDAMOS DE ELLA LOS BUENOS EJEMPLOS QUE, DURANTE SU LARGA Y PENOSA
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ENFERMEDAD, NOS HA DEJADO.
A M. Salud, siendo superiora de Jerez le escribe:
TÚ
TE QUEJAS Y LAMENTAS DE LAS FALTAS QUE OBSERVAS, Y NO QUISIERAS QUE LAS
TUVIERAN: LES DESEAS MUCHA RECTITUD Y PERFECCIÓN DESDE QUE VIENEN, Y NO TE
HACES CARGO QUE ESTO NO SE ENCUENTRA EN EL MUNDO; SINO QUE ESTO ES LO QUE HAY
QUE PROCURAR CON EL EJEMPLO Y LA PALABRA; Y, NO ES POCO, SI DESPUÉS DE ESTAR
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MUCHO TIEMPO EN LA RELIGIÓN, SE CONSIGUE.
A M. Patrocinio le dice:
MAS NO DEBEMOS OLVIDAR QUE USTEDES SON LAS OBLIGADAS A DARLES PERPETUO
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EJEMPLO QUE ES LO QUE MÁS MUEVE AL BIEN.
Y por no ser demasiado extensa, un último ejemplo que hemos leído en varias ocasiones. Lo
encontramos en los Documentos importantísimos:
14
14 de octubre de 1868. Carta del P. Tejero a M. Dolores.
18 de diciembre de 1882. Carta del P. Tejero a M. Jesús Lara.
16
15 de enero de 1885. Carta del P. Tejero a M. Jesús Lara.
17
10 de mayo de 1875. Carta del P. Tejero a la Comunidad de Jerez.
18
17 de febrero de 1876. Carta del P. Tejero a M. Salud.
19
15 de febrero de 1901. Carta a Madre Patrocinio
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MOVIDA DE ESTE MISMO AMOR A SU ESTADO DEBE LA RELIGIOSA MANTENERSE EN LA
OBSERVANCIA CON GRANDE CELO, TANTO PARA DAR BUEN EJEMPLO COMO ATENDER A SÍ
MISMA. DEBE TENER GRAN CUIDADO DE NO ALTERAR EN NADA SU VIGOR. DEBE HACERSE
UNA OBLIGACIÓN DELANTE DE DIOS DE TRANSMITIR LA DISCIPLINA REGULAR EN TODA SU
PUREZA A LAS JÓVENES QUE VENDRÁN DESPUÉS DE ELLAS.
¡QUÉ
GLORIA TAN GRANDE SE DARÍA A JESUCRISTO, SI CADA RELIGIOSA TUVIESE EL
CORAZÓN ANIMADO DE ESTA SANTA EMULACIÓN! PERPETUADO ASÍ EL CELO DE LA
OBSERVANCIA, Y EL BUEN EJEMPLO, SERÍAN LAS CASAS DE COMUNIDAD COMO ESCALAS
MISTERIOSAS DE LA TIERRA AL CIELO, ADONDE SUBIENDO SUCESIVAMENTE LAS RELIGIOSAS
POR LAS GRADAS DE LAS VIRTUDES, LAS QUE COMENZARAN A SUBIR NO TENDRÍAN MÁS QUE
HACER QUE SEGUIR A LAS OTRAS PARA LLEGAR AL REINO CELESTIAL.
4.3.4 Desde la oración.
Porque, ya lo dijimos al comienzo, más vale hablar a Dios de los pecadores, empezando por una
misma, que a los pecadores de Dios 20 .
En las Excelencias del Instituto de la Congregación del Oratorio que transcribió para nosotras el
P. Tejero, leemos:
SERÁ
UN BUEN REMEDIO PARA SÍ Y MUY PROVECHOSO A LOS OYENTES, RUMIAR EN LA
ORACIÓN LO QUE HA DE DECIR EN EL SERMÓN, ROGAR AL SEÑOR SE DIGNE MOVER LOS
CORAZONES DE SUS OYENTES PARA QUE SE CONVIERTAN DE VERAS, PROCURAR EL AUXILIO
DE DIOS Y DE LA SANTÍSIMA VIRGEN, DANDO A DIOS POR TODO DESPUÉS LAS DEBIDAS
21
GRACIAS.
Quedémonos también con lo que pocos renglones después leemos en la citada “Excelencia
primera”:
SI
DESPUÉS DE CONCLUIDO EL SERMÓN SE OYE ALABAR, Y DECIR QUE SUS PALABRAS HAN
HECHO FRUTO, AL MOMENTO REFIÉRALO TODO A DIOS, Y NO PERMITA ENTRE EN SU ALMA EL
ENVANECIMIENTO; PERO SI LE DIJESEN QUE NO HA PRODUCIDO FRUTO ALGUNO, CON TAL QUE
HAYA HECHO LO QUE ES DE SU PARTE, NO SE TURBE NI PIERDA EL ÁNIMO; PORQUE PUEDE SER
QUE DIOS HAYA OBRADO EN SECRETO MÁS DE LO QUE CREE Y DE BUEN RESULTADO A SU
TIEMPO; COMO SE REFIERE HABER SUCEDIDO AL APÓSTOL SANTIAGO, PREDICANDO AQUÍ EN
ESPAÑA, DONDE ENTONCES CONVIRTIÓ POQUÍSIMOS, Y DESPUÉS SE HA VISTO COPIOSO Y
22
PERMANENTE FRUTO.
Si nos alaban por nuestras obras, demos gracias a Dios, y si nos parece que no hacemos fruto,
pongámoslo en sus manos de Padre.
20
Cfr. Memorias de la Congregación del Oratorio.
Excelencia primera, Excelso fin de nuestra vocación.
22
Ibid.
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Anexo
Del cuaderno manuscrito del P. Tejero titulado “Materias de perfección”
Los frutos de la unión religiosa y participación de sus buenas obras.
Es el 1o el admirable bien de que gozan los religiosos por la unión que tienen entre si mismos
como partes de un cuerpo místico a imitación de un cuerpo natural cuyos miembros por estar
unidos entre si, se emplean todos en bien de cada uno, y cada uno recibe el bien de todos.
Y si preguntas qué bien sea este te diré que es un bien honesto útil y deleitable, concurriendo el
Señor a que tenga aumento y perfección.
Así como en el cielo el número y variedad de premios que hay en los bienaventurados aumenta
el premio y gloria accidental de todos, gozándose cada uno del bien de todos como si fuera
propio y poseyendo en el otro lo que no tiene en sí mismo, porque la unión de caridad en que
viven los hace a todos como si fueran uno; así en la religión donde florece esta unión y caridad;
el número de religiosos y la variedad de gracias dotes y talentos que tienen acrecienta el bien el
gozo y provecho de todos porque cada uno goza
1º de lo que Dios le dio, y
2º de lo que tienen los demás, y lo que no puede por sí, lo puede por sus hermanos.
Además, Dios repartió sus gracias entre todos para que todos hagan bien a cada uno, y de este
modo las gocen todos. A unos da talentos de gobierno para que rijan. A otros la gracia de
discernir para que aconsejen. A otros el don de ciencia para que enseñen. Y entre los demás
repartió la excelencia de las virtudes para que uno con su ejemplo enseñe la humildad, aquel la
modestia, este la paciencia aquel el silencio, este la laboriosidad, aquel el silencio etc., etc., etc. y
como brasas encendidas se enciendan unos á otros. Y lo mismo que en lo espiritual sucede en lo
corporal.
Porque los oficios que están repartidos entre todos son para alivio de cada uno. Dentro de la
religión tengo quien me asista en mis enfermedades, quien me anime en mis tristezas, quien me
ayude en mis tentaciones y peligros, quien me compre la comida quien me la guise y me la
ponga en la mesa, quien lave y cuide de mi ropa, quien asee mis habitaciones. Es decir que el
bien que los ricos y los Príncipes tienen en su casa a mucha costa y trabajo y nosotros no
tendríamos en nuestras casas y las más veces por personas desleales; en la religión se tiene todo
esto bien con mucho gusto, por la unión de la caridad con que unos se sirven a otros.
San Juan Crisóstomo dice: en la religión todos son nobles con la misma nobleza, todos son
siervos con la misma servidumbre, todos son libres con la misma libertad, todos gozan de lo que
todos tienen, porque los buenos religiosos son como una sola alma en muchos cuerpos, y el
mismo espíritu de Dios en muchas almas.
Todo esto declaró maravillosamente el profeta cuando dijo: ¡cuán bueno y agradable es vivir los
hermanos entre sí como si fuesen uno solo! porque así como el rocío que desciende en el monte
Hermón y Sión, así hecha Dios su bendición y la vida que siempre ha de durar.
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Estos dos montes son las dos partes esenciales de que se compone la vida religiosa. La
mortificación y la oración. Hermón quiere decir anatema o destrucción, porque el religioso ha de
trabajar con sumo empeño sobre: la destrucción de todas sus faltas, adquiriendo cada día más
pureza de conciencia. Sión quiere decir atalaya porque el religioso debe levantarse a contemplar
las cosas eternas y poner su mira en las cosas celestiales.
Grande auxilio que se prestan estos dos montes entre sí, y necedad de querer vivir con el uno y
sin el otro; porque sería el de Hermón moralmente imposible subir a él, y el de Sión sin aquel
una mera ociosidad, pues Dios los ha puesto para que se unan el uno con el otro. Y la práctica de
estos dos es lo que anima, vivifica, consuela y une a los religiosos entre sí y que Dios fomenta
con sus gracias.
Por el contrario, la vida de muchos desavenidos y discordes, no es vida sino muerte y de ella
podemos decir: ¡O cuan malo y amargo es vivir los hermanos desunidos entre sí sin la unión de
la caridad! Porque todos son tormentos de cada uno y su vida es un retrato del infierno.
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