CAPITÜIO SEGUNDO I.~ Aparlci(5n de la sombra de layo II.- Bodas de Polinioea y Tideo oon las hijas de Adrasto III.- Embajada de Tideo y embosca da. 61 I.- APARICIÓN BE lA SOMBRA IB LAYO Cumpliendo las ordenes recibidas de Júpiteri Mercurio, ouyo vuelo es dificultado por las pesadas nur> bes 7 el turbio aire, sale del Tártaro llevando tras de sí la sombra de Layo, lento todavía pues le sap^pra la herida recibida de su hijo. Sin embargo, y gracias al caduceo de Mercurio, poco a poco va reafirmando sxas pasos. Cerbero se opone a su marcha, como en el libro VI de la Eneida Impide el paso a Eneas y la Sibila, pero al igual que asta le duerme echándole unas tortas - con adormidera, Mercurio lo vence tocándole con su vara. Cuando salen a la luz del día y se dirigen a Tebas, Layo va reconociendo los lugares y ve en el pòrti co de su palacio las riendas de sus caballos y su carro todavía h-iSmedo de sangre; se detiene indeciso, no q u e riendo entrar en el palacio, pero las órdenes de J ú p l — ter le empujan (65-70)s gemxiit prope liraina nati Laius et notos cimctatus inlre penates, ut uero et celsis suamet luga nixa coliimnis uidit et infectos etiamnum sanguine ourrus, paene retro turbatus abit: neo summa Tonantis lussa neo Aroadiae retinent spiramina uirgae. 62 Llegan a Tebas el mismo día en que los ciudadanos celebran el paso de Baco del vientre de Sámele al - muslo de su padre, Júpiter* Todos los jóvenes celebran este hecbo con banquetes y fiestas, recorriendo los luga res de Tebas llevando guirnaldas. Layo llega junto a su nieto, que está dormido y, para no parecer un simple sueño, toma el aspecto de Tire Bias y cubre su cabeza con los atributos del adivino ( 8 9 100)! Kox ea, cum tacita uolucer Cyllenius a\ira regia Echionii stratis adlapsus, ubi ingens fuderat Assyriis exstructa tapetibxus alto membra toro, pro gnara nihil mortalia fati corda srd. capit ille dapes, habet lile soporem. tuno senior quae iussus aglt, neu falsa ulderl noctlB imago queat, longaeul uatls opacos Tlreslae uultus uocemque et uellera nota indultur. mansere comae propexaque mento canities pallorque suus, sed falsa cucurrit Ínfula per orines, glaucaeque innezua olixaae iilttarum prouenlt henos t Varias son las situaciones de la Eneida en que se puede haber basado E s t a d o i>ara esta aparición de Layo a Eteooles. Así en el libro II, 274-279 Háctor se apa rece a Eneas y le insta a salir de Troya, En V, 724-739 la sombra de Anquises le ordena a Eneas que se dirija a Italia. 63 Pero donde encontramos un paralelismo evidente es en VII, 413-420: la aparición de la furia Alecto a T u m o no es, como en los lugares anteriores, un simple consejo pacífico, sino que, por orden de Juno, va a sem brar el desconcierto y la discordia en el joven rátulo, al igual que Layo lo va a hacer con Eteocles. T u m o , co mo el caudillo tebano, está dtirmiendo cuando se le aoer ca Alecto quien, al igual que Layo toma la apariencia del adivino Tiresias, se reviste oon el aspecto de la anciana Calibe, sacerdotisa de Juno: teotis hio T u m u s in altis iam mediam nigra oarpebat noote quietm. Alleoto toruam faciem et furialia membra exuit, in uulttis sese transformat anilis et frontem obscenam rugis arat, induit albos cum Tiitta orinis, tum ramum izmectlt oliuae; fit Oalybe lunonis anus templique sacerdos, et iuuenl ante oculos his se cum uooibus offert: La^o dice a su nieto que Polinices, orgulloso por su matrimonio reciente, prepara fuerzas para atacar le. Que está asistido por su suegro, Adrasto, y por Tideo, que ha hecho con ál un pacto de vida y muerte (106114): lamque ille noxtis -scit Pama- superbit connublis ulresque parat, quis regna oapessat, quis neget, inque tua senium sibi destinât aula. 64 dant cmlrnos socer aiigurlo fatalls Adras tue dotalesque Argl, neo non in foedera uitae pollutus placuit fraterno sanguine Tydeue. hinc tumor, et longus fratri promitteris exsul, versos que nos recuerdan, por un lado, los de Sófocles ­ Edipo en Colono 377­3β1, en que Ismena le dice a Edipo ­ que Polinices, segdn un rumor que ha llegado a Tebas, ha encontrado una alianaa nueva 7 compañeros de armas entre Sus allegadost *0 δ', ώς καθ'ήμδς 2σθ*6 πληθύων λόγος· το κοίλον "Αργός β&ς φυγάς, προσλαμβάνει κΙ{δός τε καινον καί ζυνασπιστ&ς φίΓλυς, ώς α(»τίκ"Άργος fi xb Καδμείων ΐίέδον πάλρ καθέξον 9ι προς ούρανδν pupGJv. 7f por otro, el verso I I 4 de E s t a d o nos recuerda el de Esquilo Siete 637-638 en que, como 7a hemos visto, el men sajero comunica a Eteocles las intenciones de Polinices de desterrarlo, en caso de vencer. Seglln P. Venini^, aunque es la sombra de La70 la que, por orden de JtSpiter, incita a Eteocles a romper el pacto con Polinices, E s t a d o no ha desaprovechado la oca siÓn de precisar que el impulso demoníaco coincide con el deseo del propio Eteocles, como velamos en I, 300. 1. Furor e psicologia.... ρ. 210 65 Una vez dichas estas palabras, la sombra de I A yo se desvanece, se qiilta las guirnaldas 7 acostándose en la cama Junto a Ete^ocles, llena de la sangre que mana de la herida de su garganta, el lecho en que descansa - Eteocles. Este se levanta sobresaltado y persigue la san gre Imaginarla. Después concentra todos sus pensamientos en su hermano (120-127)t Dixit, et abscedens -etenlm lam pallida tiirbant sldera lucís equi- ramos ac uellera fronti derlpult, confessus auum, dlrlque nepotis Incübuit stratis, lugulum mox oaede patentem nudat et undantl perfundlt uulnere somnum. 1111 rupta qtiles, attolllt membira tereque erlpltur plenus monstrls, uanumque oruorem excutlens slmul horret auum fratremque requirlt. La reacción de Ete'ocles es vawy semejante a la de T u m o tras haber oído las palabras de Alecto. También ól, VI 456-462, busca s\2s armas, una vez que el pavor ha roto su sueño, y desea ante todo luchan olii somnum ingens rumplt pauor, ossaque et artus perfundlt teto proruptus corpora sudor, arma amena fremit, arma toro tectisque requirlt; sault amor ferri et soelerata insania belli, ira superi El influjo de Virgilio en los versos de E s t a d o 66 es evidente, pero también encontramos una gran influencia de las tragedias de Séneca, tragedias en que suelen apare oer sombras de personajes que van a infliiir decisivamente en la acción de la tragedia. Y es lógico que un autor como ^éneoa, tan cercano en el tiempo y, sobre todo, en el gusto, a E s t a d o (Imbxiido en gran manera, como muchas veces deja entrever en sus versos, de la filosofía estoica) haya influido en el épico. Así encontramos en la Octavia 593-646 la sombra de Agripina. En Troyanae 166-202 Talti bio dice que se le ha aparecido la sombra de A q d l e s iné dicándole lo que tienen que hacer y, en 438-448, AndrÓma ca habla de la aparición de Héctor. Pero la mayor influencia de Séneca en Estacio la encontramos en el Agamenón. En su prólogo aparece la sombra de Tiestos, enviado desde las profundidades del Tártaro. También va reconociendo I O 0 lugares donde ha vi vido, como hacía Layo, y siente deseo de volver, muy similar a la resistencia de Layo a entrar en el palacio. Veamos los versos 4-12 de esta obra de Sénecas fugio Thyestes inferos, superos fugo, inhorret animus et pauor membra excutití d d e o paternos, immo fraternos lai>es. hoc est uetustisn Pelopiae limen domus; hinc aiaspioari regium capiti de cus mos est Felasgis, hoc sedent alti toro quibus superba sceptra gestanttar manu, locus hio habendos curiae -hic epialls locus, libet reuerti, 67 Tamìiién en Tiestas 1-120 la sombra de Tántalo marcha a Mi cenas contra su deseo. La Furia le ordena g.ue siembre las discordias entre Atreo y Tiestes hasta cense guir que se odien con afán fratricida. A pesar de los - Tersos que han influido en Estacio son, sin duda alguna, los del Agamenón, hay más semejanza temática entre Tiestos y toda la Tebaida. Los deseos, por mejor decir, las árdenos, de la Furia son muy similares a los votos que hace Edipo en el libro I cuando invoca a Tisífone. No - nos puede oxtrafiar esta similitud ya que el tema de a m bas obras es el odio entre hermanos, Tiestes y Atreo en la Tragedia de Séneca, Polinices y Ete'ocles en la Tebaida. 68 II.- BODAS DE POLINICES Y TIDEO CQH LAS HIJAS 33E AIBASTO Mientras el caudillo tebano es perturbado por la aparición de la sombra de Layo, en Argos los jóvenes extranjeros han descansado. Ho lo ha hecho el anciano Adras to, pues se había pasado la noche pensando en los dioses y en los jóvenes que pronto se convertirían en sus yernos. Cuando huéspedes y anfitrión se encuentran en una sala interior del palacio, Adrasto les dirige la palabra h a — blándoles de sus hijas y de los pretendientes que han te nido (156-166): non equidem obsoiarum uobis plebique Pelasgae esse rear, quantis conubia nostra procorum turba petant studiis; geminaque mihi namque, nepotum laeta fides, aequo pubesc\uit sidere natae. quantus honos quantusque pudor, ne credite patri, et super hesternas licuit cognoscere mensas, has tumidi solio et late dominantibus armls optauere uiri -longum numerare Pheraeos Oebaliosque duces- et Achaea per oppida matres spem generis, nec plura tuus despexerat Oeneus foedera Pisaeisqxxe socer metuendus habenis. Pero, como dice Adrasto, no le está permitido acej» tar yernos de Esparta o la Elide, pues desde hacía tiempo sus hijas estaban reservadas para ellos, Adrasto se - 69 congratula del oráculo de los dioses (167-172): sed mihi nec Sparta genitos nec ah Elide missos iimgere fas géneros: uobis hic sanguis et aulae cura meae longo promittitur ordine fati, di bene, quod tales stirpemque animosque uenitis, ut response iuuent: hio durae tempore noctis partus honos, haec ilia uenit post uerbera meroes. Nuevamente encontramos reminiscencias virgiliañas: Latino, como Adrasto, tampoco tiene descendencia - masculina (Eneida VII, 52-58 y 268-273). Sólo tiene una hijaqiL Lavinia, a la que pretenden multitud de príncipes del Lacio, pero muchos prodigios celestes y los p r e s a — gios enviados por Fauno impiden que sea entregada como esposa a caudillos aiisonios, pues le han anunciado a La tino la llegada de un yerno extranjero. Tideo y Polinices se quedan atónitos ante las palabras de Adrasto. Tideo, el más decidido, muestra su asombro de que los destinos consientan en que ellos sean los sucesores de Adrasto, cuya sabiduría en el arte de gobernar es bien conocida de todos ya que, llamado desde Sición, impuso las leyes en Argos, como dice el propio Tideo (178-181): cui cedat Adrastus imperiis? quis te solio Sicyonis auitae excitum infrenos componere legibus Argos nesciat? 70 La estancia de Adrasto en Sición, a donde acudi ó junto a su abuelo Pólibo después de que Anfiarao matase a Tálao, el padre de Adrasto, se menciona en Homero Ilíada II 572 en que, al hablar de Sición, se dice que en ella reinó Adrasto: jtal ΖΙΜυων, δθ'^Αδρηστος πρωτ'έμβασίλευεν Ya hemos visto que en Hemeaa Ix,9 Pindaro habla ba de los juegos que en honor de Febo estableció ­Mrasto en Sición. Otro testimonio lo tenemos en Heródoto V, 67 que nos habla de los esfuerzos de Clistenes el viejo por des­ terrar el culto que los sicionios rendían a Adrasto. También Pausanias II, 6, 6 nos habla de la ht2Í­ da de Adrasto a Sición, su refugio junto a Pólibo y su ­ reinado sobre Sición tras la muerte de Póliboi καΐ δτε "Αδραστος Ιφευγεν έξ "Αργούς, παρδί ΠΟλυβον ίλθεν ές Σι.κυ25να χαΐ δστερον άποθαν^τος Πολΰβου •rtjv έν Σι-κυδνι αρχήν 2<τχεν. Pero las ftientes no nos dicen nada de las razo­ nes por las que Adrasto volvió a Argos, aunque está ace£ tado por la tradición que fue después de haberse reconci liado por Anfiarao y haber acordado ambos que, en caso de nuevo litigio, sería Brífíle, la hermana de Adrasto y esposa de Anfiarao, la que decidiría, sin posibilidad de apelación. Lo que no se menciona es que Adrasto fuera re 71 clamado por los argivos para que gobernase sobre ellos a causa de la habilidad demostrada en este arte que es, co mo hemos visto, lo que dice E s t a d o por boca de Tideo y que corrobora Lactanclo Plácido en el comentario a Tebal da II 179» Sicyon cldtas est Achalas, in qua primo regnauit. unde Argos rogatois Adrastus aduenlt, ut mores barbaros naturae suae lenltate componeret. Polinices acepta en nombre de los dos el ofrecí miento de Adrasto y dice que, aunque Venus no es favorable a los exiliados (un nuevo simbolismo), están dispues tos a colaborar en la gloria de Adrasto mientras tengan vida, ya que para ellos significa la calma después de to los los sufrimientos que han saportado. Tras estas palabras, Adrasto les asegura su auxi lio para que puedan reconqdstar su patria (187-200) í neo plura morati consurgunt, dlctls Impenslus aggerat omne promissTam Inachi\js pater, auxilloque futurum et patrlls spondet reduces inducere regnls. A esta promesa altjde Baquílides VIII, 18-20 (36 de la ed, de Edmonds. Lyra. Graeca III. Loeb, p. 162): Í\%XQ áv*p(í5iWí)v íítpaLpirxai, véT)|^ a xal TtíC*'*A6pacT0V TaXfttovfÓav 72 πέμπεν ές Θήβας ΠολυνείκεΙ'πλαγκτφ βοαθ<5ον También tenemos el testimonio de Eurípides Suplí cantes 132i Δίσσοιςι γαμβροΓς τήνδε προσύνων χάριν y Fenicias 427-429f en que Polinices dice que Adrasto ba bía prometido a sus dos yernos repatri arlos, a él en prl mer lugart Δισσοις "Αδραστος Δμοσεν γαμβροΓς τίδε, ΤυδεΓ τε κάμοι· σόγγαμος γάρ ίατ*ίμ6ς &μψω κατάζειν ές πάτραν, πρόσθεν δ'έμέ Diodoro Siculo IV, 65, 3 nos habla así mismo de la promesa de Adrasto: φασί τον "Αδραστον χαριςίμενος αΙτοΧς έπαγγείλασθαι κατάζειν αμφότερους ε^ς τΛς πατρίδας y finalmente la encontramos atestiguada por Apolodoro III, 6, 1: καΐ α6τobς "Αδραστος αμφότερους είς τΛς πατρί­ δας ύπέσχετο κατάξειν Υ, extendido el rumor por toda la ciudad, se van 73 a celebrar ya las bodas de Argia y Delplla con Polinices y Tideo (201-205)t Ergo álacres Argi, fuso rumore per urbem aduenisse duci géneros primisque bymenaeis egregiam Argiam nec formae laude secundam Seipylen tumida iam uirginitate iugari, gaudia mente parant. Son muy abundantes las fuentes que nos hablan de estas bodas de las hijas de Adrasto con los jóvenes extranjeros a lo largo de la historia de la mitografía. Encontramos ya en Ilíada XIV 121-125 el primer testimonio escrito: Homero nos dice que Tideo, desptitfs de haber ido a Argos, porque los dioses así lo quisieron, se casó con una hija de Adrasto y vivió en medio de una gran abundancia: Άδρήστοι,ο δ'δγημε θυγατρων, ναΓε δε δ(3μα άφνεΐ5ν βιότοιο, α\ις δέ οΐ ?(σαν αρουραι ουροφόροι, πολλοί δΙ: φυτών Soav δρχατοι &μφίς, %o\\h άέ οί πρόβατ*?σκε· Ιέκαστο δέ πάντας Αχαιούς έγχείρ' τ& 6έ μέλλετ'άκουέμεν, εΐ έτέον περ. Eustaoio en su comentario a Ilíada IV 377 mencio na estas bodas: έδωκε Τυδει μ6ν ΔηΙ'ηύλην, εξ ών Διομί^δης, Ά ρ γείαν òt Πολυνείκει 74 que también encontramos reseñadas en Escolios a Pindaro Olímpicas II, 76 y II,80. Ya hemos visto anteriormente cdmo en Sófocles ­ Edipo en Colono 378­380 se hablaba de estas bodas y de ­ la amistad de Polinices con Tideo, versos que podrían ha ber influido en las palabras que en la Tebaida Layo diri ge a Eteocles. También en Antigona 869­870 encontramos ­ una alusión a ellas: ót)aicÓT(io)v yáfiwv, Ka.aCyvr]xtf xupfíaac, Eurípides nos da noticias más amplias sobre es­ tas bodas. Èn Suplicantes 133­136 nos especifica que los yernos de Adrasto no son argivos, sino Tideo y el tebano Polinices: ΘΗ. Τφ δ'έζέδωχας παϊδας Άργείων σέθεν; ΑΔ· ούχ έγγενΐί συνίίψα χηδείαν δόμοις. ΘΗ. Άλλ& ξένοις 2δωκας Άργείας κόρας; ΑΔ. ΤυδεΓ γε Πολυνείκει τε τφ θηβαιγενεΐ y en 219-221 Teseo critica la conducta de Adrasto hacién dole ver que se ha aprestirado al considerar que estos dos jóvenes eran los yernos que había anunciado el oráculo: Ή ς καΐ ah φαίνΐ} δεκίδος, oh σοφδς γεγώς, δστις κόρας μίν θεσφάτοις Φοίβου ζυγείς ξένοισιν ώδ'^δωκας 75 En el prólogo de Penioías Yocasta, v. 77, nos informa que Polinices al llegar a Argos ha entrado a for mar parte de la familia de Adrasto: "o δ"Άργος έλθύίν, κηδος Αδράστου λαβών y en 135-137 Antígona, una vez informada de la personal! dad de Tideo, pregunta si es el que ha desposado a la - hermana gemela de la esposa de Polinices: Οδτος ¿ τδς Πολυνείκεος, £ γέρον, αύτοκασιγνήτας νύμφας όμόγαμος κυρεΐ Los escolios a los versos 135 y 137 nos amplían la i nformaci ón: οδτος ó τδς Πολυνείκεοςι οδτός έστιν, 5 γέρον, δς όμόγαμος καΐ ivt)p τυγχάνει της άδελφζς της νύμφης του Πολυνείκους,(δς) άντΙ του· δς ?χει τίίν άδελφήν της γυναικδς Πολυνείκους, δς εστι συγγαμβρος Πολυνε^ κους. Άργεία δέ έλίγετο ή γυνή Πολυνείκους, αφ*^ θέρσανδρος, Δηιπΰλη δΐ ή Τυδέως, άφ'ίίς Διομήδης. ΜΤΑ δμόγαμος κυρεΐι άντί τοΰ σΰμβριος. παρά xb όμου καΐ επίσης άνδρα τε καί γυναίκα τί^ς συνουσίας μετέ - χειν. έγάμει bt Δηιπύλην Tυδεtς Πολυνείκης δΐ - "Αργειαν. ΜΤΑΒ 76 En los versos 337-349» q.ue pertenecen a la mono dia de Yocasta, ésta se queja ante Polinices de que se ­ haya casado en tierra extranjera y que ella no haya e n — cendido la llama del fuego ni el Ismeno dado sus aguas ­ para el baño nupcial: Ife δ', 2 τέκνον, γΛμοισι, 6t) κλύω 2^υγέντα παΐδοποιδν άδον^ιν ςένοισιν έν δόμοις ?χειν ζένον τε κηδος άμφέπειν, αλαστα ματρί τ?δε Λαίψ τε τψ παλαιγενεί, γάμων έπακτδν αταν·* Έγβ) δ'οδτε σοι πυρδς άνηψα φως νόμινον έν γάμοις ώς πρέπει ματέρ'μακαρίς^ άνυμέναια δ'Ίσμηνδς έκηδεύθη λουτροφόρου χλιδας, &v&c 6t θηβαίαν πύλιν έσιγάθη σας 2σοδοι νΰμφας Diodoro Sículo IV, 65, 3 nos habla de que Adras to, obedeciendo el oráculo, entregó sus hijas a Tideo y Polinices: "Αδραστον δ'αμφότερους ύποδεξάμενον φιλοφρόνως κατά τι λόγιον συνοικίσαι τ&ς θυγατέρας αύτοΐς, Άργείαν μέν Πολυνείκει, Δηιπΰλην 6t ΤυδεΤ Mxiy semejantes son los testimonios de Apolodoro I, 8, 5 y III, 6, 1 y Pausanias IX, J, 12. 77 También en la mitografía latina encontramos tes timonios de las bodas. Séneca, Fenicias 374, nos habla ·de Polinices como yerno de Adrasto» gener est Adrasti Higino Fábtilas 69 nos dice que Argía, la esposa de Polinices, era la mayor de Ij^s hermanas y Deipila, la de Tideo, la menor: Tuno rex responsi Argiam znaiorem dat Polynici, ex qua ñascitur Thersanderj Deipylam minorem dat Tydeo, ex qua nascitur Biomedes qui apud Troiam pugnauit. La versién de Higino es distinta, por tanto, de la de Eurípides, que dice que las dos hermanas eran geme las* Así mismo está recogido el testimonio de estas bodas en los MitÒgrafos Vaticanos I, 151 y 152 y II, 230. A pesar de esta abundancia de fuentes y testimonios en ninguno encontramos una descripcién de las hermanas. Se limitan a dar la noticia escueta de que Adrasto ha entregado sus hijas a los jóvenes, En cambio, Estacio va a d a m o s tina descripción áe la belleza de las jóvenes, belleza sólo semejante a la de Palas y Diana y taneemejan tes que^ como las diosas, no se puede saber cuá& de las dos es más bella (230-235): 78 ibant insignes uultuque habitiique uerendo candida purpurem fusae super ora pudorem deiectaeque genas; tacite subit ille supremus uirginitatis amor, primaeque modestia culpae confundit uultus; tune ora rigantur honestis imbribuB, et teneros l a c r i m a s i u u e r e parantes. Tampoco nos dicen nada de l a s celebraciones que tuvieres los argivos con ocasión de estas bodas y los sa orificios que celebran, hechos que Estacio describe en los versos 244-248: Certant laetitia superosque in uota fatigant Xnachidae, qime cuique domus sacrique facultas, hi fibris animaque litant, hi caespite nudo, neo mintis auditi, si mens aocepta, maerentur ture déos, fractisque obtendunt limina siluis, Pero esta alegría v a a ser turbada por \m súbito terror. Estacio, como ya hemos dicho más arriba, apor ta como originalidad al mito una carga simbólica que pro cura esgrimir en todas las ocasiones. Y si en el pasaje De Lino y Corebo podíamos intuir que la hija de Crotopo tenía cierta semejanza con las hijas de Adrasto porque pa ra las tres el matrimonio iba a tener funestas consecuen cias, así como para su ciudad, en los veroos 249-264 el simbolismo es mucho más claro. Cuando las doncellas van al templo do Minerva, en Larisa, para ofrecer a la diosa 79 8u cabello, un escudo de bronce, despojo de Evipo, se de£ prende de BVÍB goznes y, al caer, rompe las antorchas del himeneo que precedían a las desposadas, a la vez que desde el fondo del templo se oye un sonido de trompeta (249261): ecce metu subito -Lacheáis sic dura iubebatImpulsae mentes, excussaque gaudla patri, et turbata dles. Innuptam limine adlbant Fallada, Monychlls oul non Arglua per urbes posthablta est Larlssa lugls; hic more parentvm lasldes, thalamls ubi casta adolesoeret aetas, ulrglneas libare comas primosque solebant excusare toros, celsam subeuntlbus arcem In gradlbus summl delapsus culmine templi. Arcados Euhippi spolium, cadit aereus orbls, praemissasque faces, festum nubentlbus Ignem, obruit, eque adytis slmul exaudlta remotls nondum ausos firmare gradtun tuba terrult Ingens. Con el primer movimiento de espanto, todos se vuelven hacia el rey. En segiilda niegan que hayan oído nada, pero siniestros presagios se clavan en sus corazones. Presagios que van a ser ciertos (262-264): in regem conuersl omnes formldine prima, mox audlsse negant; cuñetes tamen omina rerum dira mouent, uariisque mettam sermonlbus augent. 80 Estacio, ìinico autor que mencioixa los prodigios, dioe que nada admirable hay en ellos. Su causa es el co­ llar de Harmonía que Argia ha recibido de Polinices como regalo de boda (265­267): nec mirum: nam tum infaustos donante marito ornatus, Argia, geris dirumque monile Harmoniae. Al hablar del destierro de Polinices ya vimos que Apolodoro y Helanico decían que había salido de Te­ bas llevándose el peplo y el collar de Harmonía. Este ­ es el testimonio de Helanico, recogido en los escolios al verso 71 de las Fenicias de Eurípides: τδν at λαβόντα xbv χιτίδνα καΐ τ6ν δρμον Αρμο­ νίας άναχωρτίσαι είς "Αργός κρίναντα &ντΙ τούτων τί)ν βασιλείαν παραχωρ?5σαι. ών τον μΕν δρμον Αφροδίτη, τδν δε χιτ23να Άθηνα αύτ^ έχαρίσατο. ά χαΐ δέδωκε τ§ θυγατρί Αδράστου Άργει^^. Estacio nos dice que la larga serie de males que lleva consigo este collar es bien conocida, pero que va a hablar de su origen. Hefesto, el dios de Lemnos, viendo que las cadenas que había fabricado para atrapar a los - dos amantes. Venus y Harte, no habían sido un obstáculo para ellos, fabrica un presente para Harmonía, como regalo de su boda con Cadmo. Trabajaron en este collar los CÍ d o p e s y Tálquinos. Pero la parte más delicada del traba- 81 jo se la reservó el propio Vulcano: junto a las piedras preciosas engarza los ojos de las gorgonas, cenizas de los rayos del Etna, lágrimas de las Hespárides y, sobre todo, el veneno de la más terrible serpiente que se levanta sobre la cabeza de Tisífone, Todo ello lo recubre con espvuna lunar, que hace el presente mucho más atraotl vo. Este regalo no pasa por las manos de las divinidades benignas, sino por las de la Cólera, el Resentimiento y la Discordia (273-288): hoc, doctl quamquam malora, laborant Cyclopes, notlque operum Telohinee amica certatim iuuere manu; sed plurimxts ipsl sudor, ibi arcano florentis igne zmaragdos cingit et infaustas perctxssum adamanta figiaras Gorgoneosqus orbes Siculaque incude relictos fulminis extremi ciñeres uiridumque draconum lucentes a fronte iubas; hic flebile germen Hesperidum et d i r m Fhrixei uelleris aurum; tum uarias pestes rapttmque interplicat atro Tisiphones de crine ducem, et quae pessima cestón uis probat; haeo circum spumis lunaribus ungit oallidxts atque hilari perfundit cuneta ueneno. non hoc Fasithea blandarum prima sororum non decor Idaliusque puer, sed Luctus et Irae et Dolor et tota pressit Discordia dextra. Esta colorista descripción de la fabricación del celiar de Harmonía por Vulcano nos recuerda les ver 82 eoe 670­848 de la Medea de Séneca en los que, primero la nodriza y después la propia Medea, nos hablan de la mezcla de venenos de famosas serpientes y de plantas también ve­ nenosas que utilizó la hechicera para empozoñar los rega­ los de boda que envía a Creusa. £1 hecho de que en ambos casos se trate de regalos de boda empozoñados, con la ­ evidente Intención de hacer daño a la destinataria de los regalos, hace pensar que E s t a d o tuvo presente la trage­ dla de Séneca. No todas las fuentes hablan del collar como r e ^ lo de Hefesto. Ya hemos visto que Helanico dice que el re galo del collar fue de Afrodita, lo que también afirma ­ Diodoro Sìculo IV, 65 sin que en ningxmo de ellos se men­ cione que ha sido fabricado por Hefesto: χρυσοϊίν δρμον, δν Άφροδίτην μυθολογουσιν *Αρμονίφ δωρήσασθαι. ΕΙ propio Diodoro dice en V, 49 que entre los presentes que Harmonía recibió de los dioses, estaba \m collar que, junto a una flauta y un peplo, le regaló Ate nea: Άθηναν òt τδν διαβεβοημένον δρμον καΐ πέπλον καΐ αυλούς. Por tanto, Diodoro nos da dos autores de estos regalos: Afrodita y Atenea. 83 En cambio Apolodoro III, 4, 2 sí considera a He festo fabricante del collar. Nos dice que Cadmo, tras ­ servir a Ares, en expiación de la muerte del dragón que custodiaba su fuente, recibió de Atenea un reino y de ­ Zeus a Harmonía, la hija de Afrodita y Ares, como esposa. Todos los dioses asistieron a la boda y Cadmo ofreció co­ mo regalo a Harmonía el collar fabricado por Hefesto: Κάομος 6t, άνθ'ών εκτεινεν αϊδιον ένιαυτδν έθήτευσεν "Αρει, ?jv 6fc ¿ ένιαυτδς τότε 6κτψ Ιτη, Μετ& òt τίιν θητείαν ΆθηνοΕ αύτφ βασιλείαν κατεσκεΰασε. Ζεί)ς εδωκεν αυτφ γυναΓκα Άρμονίαν, *Αφροδ_ί της καΐ "Αρεος θυγατέρα, καΐ πάντες θεοί, καταλι,πόντος - τδν ούρανδν, εν τ^ Καδμεί^^ τδν γάμον εοωχούμενοι ανύμνησαν· "Εδωκε Òt ahx^ Κάδμος πέπλον, καΐ τον Ήφαιστότευκτον δρμον. Estacio nos habla de las mujeres tebanas que han llevado este collar y que han sido víctimas de ól: Harmonía, la primera, se vio convertida en serpiente, co mo narra Ovidio en Metamorfosis IV 573-604; después Séme le, que recibió la visita de Juno inspirándole dudas sobre la identidad de Zeíae, tan pronto como se a d o m Ó con el collar (cf, Ovidio Metamorfosis III 273-286). También Yocasta se colocó el collar y ahora permanece en el cuello de Argía (289-298): prima fides operi, Cadmum Gomitata iacentem Harmonía uersls in sibila dira querelile 84 Illyrlcos longo sulcaidt pectore campos. improba mox Semele uix dona nocentia collo indult, et fallax intratiit limina limo. teque etiam, infelix, perhibent, locasta, decorum possedisse nefas; uultus hac laude colebas, heu quibxiB, heu placitura toris! post longior ordo, tuno donis Argia nitet uilisque sororis ornatus sacro praeculta superuenit auro. El Mitógrafo Vaticano Primero, 151, nos da también una lista de las mujeres tebanas que han llevado el funesto collar. Indudablemente se basa en Estacio: Hermione, quae ex Mart is et Veneris adialterio nata est, quum praedicto Cadmo iungeretur matrimonio, aureum monile Vulcani accepit dono, huiusmodi uenenis infectimi, utnecesse esset hoc aurum gestanti - aerumnarum molibus opprimi. Quantis enim ueneficiis id ipsiun monile secundum fábulas infectimi fuerit, Statius euidentissime describit. Enim uero Hermiona et Cadmus, uir eius, in dracenas sunt conuersi. - Deinde illud accepit Agaue, quae in furorem uersa filium suum Pentheum trucidauit. Deinde Semele, quae lunone seducente, fulminata est a loue. Deinde l e — casta, uxor Laii, quae cum filio sue Oedipe rem habens, inde filies et filias procreauit. Postea A r — gía, Adrasti filia regis, uxor Pelyniois.... También el mitégrafo Vatioane Segundo habla de 85 las tebanas que llevaron el collar y de su fabricación. Es más explícito que Estacio y que el Mit. Primero, pues afirma que Vulcano fabricó el collar por consejo y bajo las instrucciones de Blinerva, como lo demuestra el que en ól estuvieran insertos los ojos de las Gorgonas: nam consciam facti Hineruam indicant oculi Gorgo-' nae, qui in eodem monili gemmis erant inserti. y añade una nueva tabana como portadora del collarjí Ino, que se vio obligada a huir de Atamante y precipitarse en el mar con su hijo Palemóni ídem habuit Ino, quae occiso a marito Athamante per furorem mío ex filiis Learcho, cum alio, id est Palaemone, se praecipitauit in mare, ut mariti insequentis uitaret insaniam. Erífile, la esposa del adivino Anfiarao, tan - pronto como ve el adorno en el cuello de Argía, lo desea con insaciable afán. Estacio nos está adelantando lo que va a describir en el libro IV; •'^rífile va a conseguir el collar, que le entregará de buen grado Argía, y obligará a Anfiarao a participar en la expedición para que asta se ponga en marcha, pues los argivos dudan en emprenderla si el adivino no les acompaña. 86 III.- EMBAJAm DE TIDEO Y EMBOSCADA Basándose en Eurípides geniciaa 358-360 que mués tran la afirmación de Polinices de que para el hombre - amar a su patria es una ley natural y que quien diga lo contrario no lo pienda realmente: άλλ'^ναγκαίως ?χει πατρίδος ¿pav απαντάς, ος δ'δλλως λέγει, λόγοισι χαίρει, τον δ^ νουν έκεϊσ'εχει y en 366-370 que habla de la emoción que ha sentido al volver a ver los l\i gares de Tebas donde se ha cri ado e insiste en lo injusto de su expulsi ón: πολΰδακρυς δ'άφικόμην, χρόνιος C6fi)v μέλαθρα καΐ βωμούς θεων γυμνάσια **οίσιν ίνετράφην Δίρκης θ'ίΰδωρ· ών ο() δικαίως απελαθείς ξένην πόλιν ναίω. δι'δσσων ναμ'^χων δακρόρροον. Estacio nos muestra la nostalgia que siente Polinices tan pronto como se terminan las celebraciones de las bodas, Recuerda cómo, en el momento en que se le ordenó marchar, los amigos se apartaron de ál y tan sólo su hermana, Antí gona, habáa querido acompañarle en el exilio. Además de - 87 Eurípides es indudable la influencia de ^dfocles p u e s Edi po en Edipo en Colono se expresa e n términos semejantes sobre Antígona. Polinices remueve todas estas cosas en s u mente y corazén, cada vez con más intensidad, hasta tal punto que Argía (pues nil transit amantes, v. 335, clarísima imitación de Eneida IV 296; quis fallare possit amantem?) se percibe de la turbación que domina al joven y le advierte del peligro que correría en caso de ir a Tebas, pues Eteocles, a quien la Pama presenta lleno d e orgullo por el poder que ha usurpado, no le dejaría volver. Por otro lado, e l plazo todavía no ha terminado y los augiirios no se muestran favorables (343-350); tune incomitatus, inermis regna petes poterisque tuis decedere Thebis, si neget? atque illum sellers deprendere semper fama duces tumidum narrât raptoque superbum difficilemque tibi: necdiam consumpserat annum, me quoque nìmc uates, nunc exta minantia diues aut auium lapsus aut túrbida noctis imago terret, Polinices calma a Argia, pero va con sus preoou paciones a Adrasto y a Tideo, Acuerdan sondear la buena disposición de Ete'ecles envi&ndo un embajador, Tideo se ofrece voluntario para este menester (367-370): fit mora C o n s i l i o , cum multa mouentibus una 88 iam potior cunctis eedit sententia, fratris pertemptare fidem tutosque in regna precando explorare aditus. audax ea mtanera Tydeus sponte subit. Y ya Tideo ha llegado a Tebas, donde encuentra a Eteocles reunido en asamblea y dictando sus leyes. Una rama de olivo muestra su carácter de embajador y, al pre^ guntarle el motivo de su embajada, Tideo, siempre inclinado a hablar acaloradamente, mezcla asperezas con j u s tas reclamaciones (392-393): utque rudis fandi pronusque calori semper erat, iustis miscens tamen áspera coepit lo que no coincide con el retrato de Tideo que encontramos en Eurípides Suplicantes 907-908 que nos afirman que Tideo mostraba su fiereza no en las palabras sino en los actos: 9tX<5Tt|Aov íÍ*oc uXoóoiov, (ppóvtma 6É: év TOtaiv SpYOt^. obxl xotc Xdyotc, toov, Tideo acusa a Eteocles de que, una vez que el año ya ha expirado, no haya enviado embajadores a su her mano cumpliendo lo pactado. Vuelve a insistir en las penalidades que Polinices se ha visto obligado a poportar, como ya hemos visto al hablar del destierro de Polinices. 89 Eteocles, en palabras que son totalmente originales de Estacio, hace referencia a las sospechas que La yo le había hecho concebir diciendo a Tideo que, si no estuviera ya cierto de las intenciones desu hermano, le habría bastado con escuchar las que aste le envía por bo ca del embajador. Acusa a Polinices de que, en lugar de venir pacíficamente a b\iscar el trono, lo haga con la e£ pada en la mano. Esta afirmación de Ete'ccles nos resulta un tanto paradójica si tenemos en cuenta que Adrasto y sus yernos han decidido, antes de tomar ninguna determinación, sondear la buena fe de Etelocles y sus intenciones. Pero este "lapsus mentis" de Estacio puede tener un motivo: las fuentes que nos hablan de la embajada de Tideo coinciden en que se realizó cuando la expedición estaba ya en marcha y el ejército argivo en las cercanías de Tebas. Por otro lado, los versos 424-426: nunc omnia quando plena minis, nec sceptra fide nec pace sequestra poscitis, et propior capulo manus, recuerdan los versos 510-513 de las Penicias de Eurípides en que Eteocles acusa a Polinices, en presencia de Yooas ta, de llegar armado a Tebas con intención de conquistar la: iX^óvxa obv SnXote TÓv6e nal uopdoOvTa YT)V 90 También loa versos que Estacio escribe a continuacidn, en los que Ete'ocles dice a Tideo que lleve a Fo Unices su decision de no perder el cetro (que la suerte le había deparado y al que tenía derecho por su edad), y aconseja a su hermano que reine en Argos en medio de las riquezas, mientras él lo va a hacer en la pobre Tebas ( contraste deliberado que ya hemos visto expresado anteriormente) sin por eso envidiar la opulencia argiva (428436) t quae sors iusta mihi, quae non indebitus annis sceptra dicauit honos, teneo longumque tenebo. te penes Inachiae dotalis regia dono coniugis, et Danae -quid enim maioribus actis inuideam?- cumulentur opes, felicibus Argos auspiciis Lemamque regas; nos hórrida Dirces pascua et Euboicis artatas fluctibus oras, non indignanti miserum dixisse parentem Oedipoden» están inspirados en los versos 503-510 de Fenicias, en que Eteocles dice que hará todo lo posible para mantener el gobierno de la ciudad en su poder y q\ie no quiere de ningún modo entregarlo a otro. Acusa a su hermano de débil, ya que pierde lo más. Argos, para recibir lo menés, Tebas; 91 *Εγ& γ&ρ ο6δέν, μητερ, άποκρίψας έρώ· άστρων δν ?λθοιμ*α1^έρος πρός &ντολ&ς καΐ γης Ινερθεν, δυνατδς ων δρδσαι τάδε, τί)\> θείδν μεγίστην ώστ'^χειν Τυραννίδα. Τοΰτ'οδν τΐ) χρηστόν, μ?)τερ, ούχΙ βούλομαι αλλψ παρεΓναι μδλλον ^ σώςειν έμοί δνανδρία γ&ρ, τδ πλέον δστις άπολέσας τουλασσον έλαβε. ΕΙ caudillo tebano habla de las condiciones en que viven las personas de su familiaí sus hermanas están ocupadas en trabajar con el huso, su madre está marchita por el dolor y el padre lanza gritos desde la profimdidad de sus tinieblas (439-442)t nostrae oui iure sórores anxia pensa trahant, longo quam sórdida luctu mater et ex imis auditus forte tenebris offendat saoer ille senex! Como vemos, es la primera vez que en la Tebaida se habla de Yocasta, la madre de Ete'ocles y Polinices. Estacio no sigue a Homero, que en Odisea XL 271-280 la llama Epicaste y afirma que, tras la άναγνώρισις Edipo siguió reinando en Tebas, pero ella, abrumada por el do­ lor, se colgót Μητέρα τ'οίδιπόδαο ϊδον, καλήν Έπικάστην, ή μέγα δργον δρεξεν άϊδρείι^σι νόοιο, 92 γημαμένη $ υίΐ*· 6 δ'δν πατέρ'έζεναρίξας γημεν αφαρ δ'άνάπυστα θεοί θέσαν άνθρώποισιν. άλλ*6 μ&ν έν θήβρ πολυηράτφ αλγεα πάσχων Καδμείων ί^νασσε θεων δλοΛς 6i.& βουλάς· ή δ'Ιβη ε£ς Άίδαο πυλ&ρταο κρατεροΓο, άφαμένη βρόχον αCπl)v &φ'ύφηλοιο μελάθρου, f αχεν σχομένη· *?δχγεα'-)ϋάλλιπ'6πίσσω πολλδε μάλ', δσσα τε μητρδς Ερινύες έκτελέουσι Que Yooaata ea colgd lo dice toda la tradición a excepción de £\irípidee, quien es autor de la innovación de presentar a Yocasta en el palacio viva , lo que también encontramos en Estacio. Esta es una de las más claras influencias del trágico griego en el épico latino, como más adelante lo será la inclusión de Ka inmolación de Meneceo. Tideo, enfurecido por las palabras de Eteocles, se le enfrenta y le predice que va a sucumbir bajo las armas argivas y que verá correr la sangre de Tebas. Esta predicción (que los dioses no van a permitir que se c m pla) la encontramos también en Penicias 561-567 en que Yocasta dice a Eteocles que, en caso de que venzan las armas argivas, Tebas sufrirá enormes quebrantos y que los ciudadanos verán cÓmo sus mujeres, cautivas, soportarán la violencia de los vencedores. El embajador se despide de la asamblea recordan do todos los luctiiosos sucesos que avergüenzan a Tebas y 1 . - cf. Meridier-Chapoutâier en la introducción, p. 1 3 7 , a la ed. de EtirÎpides Fenicias, t. V de Tragedias, col "G. Budé». Paris, Belles Lettres, 1 9 6 1 . 93 dice a Ete'ocles que 41 será el único que no desmienta su origen, lo que nos hace pensar, como dice Lactancio Fláe cido en su comentario al v. 464: ex dissimilitudine et bonitate morum Polynices Oedipi filius non putatur que Polinices es completamente distinto de su hermano y no parece hijo de Edipo. Estos son los versos de Estacio (462-466): nec crimina gentis mira equidem duco: sic primus sanguinis auctor incestique patrum thalami; sed fallit origo: Oedipodis tu solus eras, haec praemia morum ac sceleris, uiolente, feres! De esta embajada de Tideo a Tebas nos habla Homero en tres pasajes de la Ilíada: En IV 384-390 nos dice que, después de reclutar aliados para la expedición (ya hemos hablado anteriormente sobre este dato), xm& vez que llegaron a las cercanías de Tebas, los argivos envia ron como embajador a Tideo que ncontró a los tébanos reu nidos en banquete. Y tantas veces como le instaron a par ticipar en competiciones, Tideo venció a los tebanos, |m pues hasta tal punto contaba con la protección de la dio sa Atenea: íw^'alx*&yye\Cr)v ¿TCI TV6TÍ OTetXav *AxaCou 94 αύτ&ρ δ βη, πολέας &t κιχήσατο Καδμεϊωνας δαινυμένους κατδί δί3μα βίης Ετεοκλήfης, ενθ'ούδΕ ξεινός περ έΛ)ν ίππηλάτα Τυδενς τάρβει, μο^νος ¿íav πολέσιν μετ& Καδμείοσι,ν, άλλ*δ γ'άεθλεΰειν προκαλίζετο, πάντα δ'ένίκα ί>ηϊδίως· τοίη ot έπίρροθος ?|εν Ά θ ή ν η . Ε η V 801-808 Atenea le dioe a Diomedes, el hijo de Tideo, que éete, a pesar de lo pequeño de su estatura, era tan beliooso que, incl^iso cuando ella no le permitía combatir, como en la ocasión en que fue enviado a Tebas ­ como mensajero de los argivos, ocasión en que le ordenó que permaneciera tranquilo banqueteando con los tebanos, conservaba su espíritu valeroso de tal modo que, d e s a — fiando a los jóvenes cadmeos, los vencía en todo tipo de luchas, pues ella le protegías Tυδεbς τοι μικρδς μέν ?ην δέμας, άλλδc μαχητής* καί ^'δτε πΙ;ρ μιν έγώ πολεμίζειν ούκ εϊασκον ο6δ*εκπαιφάσσειν, δτε τ'ΙΙλυθε νόσφιν Άχαιίδν άγγελος ές Θήβας πολέας μετά Καδμείωνας· δαίνυσθαι μιν ανωγον ένΙ μεγάροισιν Ικηλον· α^τ&ρ δ θυμδν 2χων δν κρατερδν ώς τδ πϊρος περ κοΰρους Καδμείων προκαλίζετο, πάντα δ'ένίκα ^ηνδίως· τοίη ο£ έγ4>ν έπιτάρροθος ?ία· Y en X 285-290 es el propio Diomedes el que in­ voca a Atenea suplicándole que le preste su protección como hacía con Tideo, sobre todo en la ocasión en que, de 95 jando a los aqueos a las orillas del Asopo, fue como em­ bajador llevando un agradable mensaje a los cadmeos: 07iet<5 μος ώς δτε πατρί &μ*έσπεο Τύδεϊ δίφ ές Θήβας, δτε τε πρδ*Άχαιων άγγελος ξει· τοΙίς δ αρ'έπΙ Άσωπφ λίπε χαλκωχίτωνας Αχαιούς, ahxtíp δ μειλίχιον μΟθον φέρε Καδμείοσι κεισ'· También βη Diedero Siculo IV, 65, 4 se dice que Adrasto envié a Tebas a Tideo come mensajero para q^e ­ consultara a Eteocles sobre el regreso del desterrado Po llnloee. Sigue el mismo orden en la sucesión de los acón teclmlentos que E s t a d o : Adrasto promete a sus yernos ­ ayudarlos a repatriarse y, antes de tomar ninguna deter­ minación, envía la embajada a Eteocles: δγγελον ζίς τ&ς θζβας άποστειλαι Τυδέα πρδς Έτεο κλέα περί της καθόδου. Εη oamble Apolodoro III, 6, 5 nos da la misma versión que hemos enoontrado en Homero; Cuando llegaron a las cercanías de Tebas, exactamente al Citarón, la expedición argiva envió a Tideo como embajador para o b l i — garle a ceder el trono, según lo convenido. Eteocles no prestó atención y Tideo, para probar a los tebanos, los retó une a uno y los venció a todos; 96 'ώς 6fe τίλθον είς τδν κιθαιρωνα, πέμπουσι Τυδέα προεροί5ντα ΈτεοκλεΤ, τίιν βασιλείαν παραχωρεϊν Πολυνείκει, καθ& συνέθεντο, προσέχοντας 6t *Ετεο κλέους, διάπειραν τΰίν Θηβαίων Τυδείς ποιούμενος, καθ'ένα προκαλούμενος, πάντων περιεγένετο. Eteocles, resentido por la actitud y palabras de Tideo, reúne lo mejor de sus guerreros y len encarga q.ue lleven a cabo tma emboscada. Las reflexiones que se hace Estacio sobre la co rrupción del poder, ya que Eteocles no respeta el d e r e — cho de inmunidad de los embajadores, que está aceptado por todos los pueblos y apocas (486- ^88): et sanctum populis per eaecula nomen legatum insidiis tacitoque inuadere ferroqiiid regnis non uile?- cupit. están presentes en la mente del poeta en toda la Tebaida"^. Son temas favorecidos en esa época por la influencia estoica, como lo demuestra el que sean totalmente familiares a las tragedias de Séneca, El concepto quid regnis non uile? lo encontramos en Fenicias 654-658 en que Eteocles habla de la paridad odio-poders Regnare non uult, esse qui inuisus timet! 1.- cf. Vessey, The significance p. 332 97 siami ista mundi conditor posuit deus, odium atque regnumj regis non magni reor, odia ipsa premere, multa dominantem uetat amor suorum; pl\is in iratos licet, qui uult amari, languida regnat manu. actitud que es la misma que encontramos en el personaje de Lieo en Hercules furens 332 ss., 358 ss., 5Hss, y la de Nerdn en la Octavia. Los cincuenta guerreros enviados por Ete'ocles se dirigen, a través de un a t a j o , a m lugar idéneo para las emboscadas. Es el liigar donde se refugiaba la Esfinge: un pequeño sendero entre rocas que termina en una ex tensa llanura y anchos campos (498-505): gemini procul urbe malignis faucibuB urgentur colles, quos umbra superni mentis et i n c u r u i s claudunt iiaga frondea siluisinsidias natura loco caecamque latendi struxit opem- mediasque arte secat aspera rupes arua iacent spatiis. centra importuna crepide, Oedipodioniae domus alitis; Es posible que esta descripcién del lugar sea completamente original de Estacio. No resulta difícil ima ginar que el lugar idéneo para una emboscada sea precisa mente un desfiladero m\ay annesto, Pero tampoco descartamos la posibilidad de que se haya basado en Tito Livio - 98 XXtl, 4, 2 puesto que los accidentes geográficos, excepto el río Trasimeno, son los mismos: £t iam peruenerat ad loca nata insidiis ubi msxime montes Gortonenses Trasmennus subit. Via tantum interest perangusta, uelut ad id ipsum de indtistria relicto spatio; deinde paulo latior patescit campus; inde collas adsurgunt. o que se haya inspirado en el lugar, también propicio pa ra emboscadas, en que T u m o se dispone a atacar a Eneas ®^ Eneida XI 522-531. En este lugar esperan los cincuenta guerreros tebanos la llegada de Tideo. Y de nuevo encentramos remi niscencías de la Eneida pues al igual que Volscente descubre a Niso y Euríalo desde lejos por el brillo del yel mo de •'^uríalo, Tideo percibe la presencia de los cadmeos por el resplandor de sus armaduras a la luz de la luna.Tideo, como Volscente, les grita y no obtiene respuesta (527-537): Cbeperat umenti Phoebum subtexere palla Nox et caeruleam terris infuderat lambram. ille propinquabat siluis et ab aggere celso scuta uirum galeasqvUI uidet rutilare comantis, qua laxant rami nemus aduersaque sub umbra flammeus aeratis lunas errat in armis. obstipuit uisis, ibat tamen; hórrida tantum 99 spicula et inclusum oapvü.o tenue admouet eneem, ao prior "unde, ulrl, quldue occtiltatle In anale?" non humill terrore rogat. nec reddlta contra uox, fldamque negant suspecta silentla pacem. Ya sé aparta E s t a d o del libro IX de la Eneida en las acciones posteriores, pues mientras Niso y Euríalo corren tratando de esquivar a los jinetes latinos, los tebanos atacan a Tideo, Ctonio, su caudillo, lanza un dar do que no alcanza al guerrero oalldonio (538-540)t ecce autem ixasto Chthonll contorta lacerto, quo duce freta cohors, fuscas Interuolat auras hasta; sed audentl deus et fortuna recesslt. No se queda inactivo Tideo, sino que, subiendo a lo alto de la roca, desde donde puede ver todos los movi mientes de sus enemij^os, se dispone a hacerles frente, Al igual que Turno en Eneida III 896-900, en combate s% grilar con Eneas, toma una pesada piedra que no podrían transportar doce hombres y la arreja contra su contrincan tei neo plura effatua saxum circumapicit ingens, saxum antiquum ingene, campo quod forte iacebat, limes agre pesi tus litem ut discemeret aruis. d z illum leotl bis sex cerulee sublrent, qxaalia nunc hemlnum produolt corpora tellus; 100 Tideo arranca un enorme trozo de roca, que una tirada de bueyes apenas habría podido arrostrar, y lo lanza contra los tebanos í559-562): saxum ingens, quod uix plena ceruice gementes uertere humo ualeant murisque inferre iuuenci, rupibus euellitj dein noto sanguine nixus sustinet, immanem quaerens librare ruinam, Tideo tiene más suerte que T u m o , puesto que la roca que lanza contra los tebanos alcanza su objetivo, Los cadmeos, cuando ven el peligro que les amenaza, tra% tan de ponerse a salvo huyendo en todas direcciones, Pero Tideo baja de lo alto de la roca en que se había s i — tuado y, al igual que Eneas en el libro I de la Eneida hace estragos entre los jóvenes rútulos y Turno en IZ, 743 ss. vence ál solo a numerosos latinos (lo que nos ha, ce pensar que Estacio se basara más en la similittid de Tl^ deo con T u m o que con Eneas), Tideo va venciendo uno por uno a los cincuenta guerreros. Estacio nos da los nombres de ellos, todos producto de su imaginación, pizes incluso los "Thespiadae** (que Snijder^ considera que pueden ser posiblemente una de las parejas de gemelos que Hárcules había tenido de Ide, la J^ja del rey Tespio) han sido in 2 ~ ventados por el poeta, pues, como argumenta P. Venini , 1.- SNIJDER, H.- Thebaid, A comentary on book III. Amsterdam, Hakkert, 1968, p. 51 2 , - VENINI, P.- A proposito di un recente comentario al 1 . IIX della Tebaida di Stazio. Athenaeum XLVI, p. 132 101 E s t a d o no hubiera perdido la oportunidad de resaltar ea ta paternidad, sobre todo teniendo en cuenta que nos da genealogías de sus personajes ficticios. Así nos habla de Theron, descendiente de Marte (572), de Fédimo, del linaje de Fenteo i575)t de Oromis, cuyo origen se remon- ta a Cadmo ( 6 1 3 ) . Y» sin embargo, cuando en el verso 629 habla de estos hermanos no hace alusión a Hércules. En el verso 631 nos da el nombre de uno de ellos, Feriphas, que no corresponde a ninguno de los que la tradición mitográfica nos da de los hijos de Hérciiles e Ide. Es posi, ble que estén inspirados en Fándaro y Bitias de Eneida II 672-716. Las palabras del tebano Cromia a sus compañeros admirándose de que consientan que un solo hombre les ven za (620-623): unusne, uiri, tot caedibus unus ibit ouans Argos? uix credet reuerso! heus s o d i , ntillaene manus, nulla arma ualebunt? haec regi promissa, Cydon, haec, L u p e , dabamus? están, sin duda, basadas en las de Mnesteo en Eneida II 7 8 1 - 7 8 7 , que también anima a los teucros a que no se dejen dominar por un solo hombre, Turno: "quo deinde fugam, quo tenditis?" inquit, "quos allos muros, quaeue ultra moenia habetis? unxuB homo est uestris, o ciues, undique saeptus aggeribus tantas strages impune per urbem 102 ediderit? iuuemam primos tot miserit Oreo? non infelicis patriae uetermque d e o r m et magni Aeneae, segnes, miseretque pudetque? Fere el resultado no es el mismo, pues mientras Cromis muere antes de terminar de hablar (y con 6l sus compañeros), Mnesteo permanece con vida ^ sus palabras logran su objetivo: hacer retroceder al caudillo rútulo. Tideo no tiene clemencia ni siquiera con quien se la pide. Así Menetes (como Magdn a Eneas en X, 5 2 4 529), al que Tideo ha asido por la jabalina y el escudo cuando corría ante él hiiyendo, le ruega que le perdone y le permita ser quien anuncia en Tebas la derrota de sus hombres (649-654)« "parce per has stellis interlabentibus umbras, per superos noctemque tuam; sine, tristia Thebis nuntius acta feram uulgique per ora pauentis contempto te rege canam: sic inrita nobis tela cadant, nullique tuum penetrabile ferro pectus, et optanti uictor reueharis amico". Fero Tideo no le escucha y lo mata. Estaba dispuesto a ir a Tebas y anunciar ál mismo la derrota de los guerreros enviados a la emboscada, pero sus miembros se debilitan cada vez más. Y Falas, diosa que le ofrece su proteocián en todas las empresas, como hemos visto en los pasajes de la Ilíada que hablan de Tideo, le disuade (686- 103 690): "sate gente superbi Oeneos, absentee oui dudum uincere Tbebas adnuimus, iam pone modum nlmiumque secxandis parce deis: buio una fides optanda labori, fortuna satis usus abi". Tan sólo queda con vida uno de los guerreros t¿ baños. Es Meón, el hijo de Hemón, hábil en el arte de los augurios. Este, previendo el resultado de la emboscada, había advertido a Ete'ocles, pero no había sido creído. A ál le encarga Tideo que anuncie a Eteocles no sólo la de rrota sino que debe preparar los muros de su ciudad y a sus hombres para la guerra que los argivos declararán - contra Tebas (697-703): quisquís es Aonidum, quem castrina mimere nostro manibus ezemptum mediis Aurora tiidebit, haec iubeo perferre duci: cinge aggere portas, tela noua, frágiles aeuo oiroum inspice muros, praecipue stipare uiros densasque memento multiplicare acies! f\3mantem hunc aspice late ense meo campum: tales in bella uenimus", Estacio se ha basado en Homero para hablar de la emboscada que los cadmeos tendieron a Tideo. Fero mien tras el poeta romano nos habla del resentimiento de Ete^ooles al planearla, Homero nos dice que los tebanos se - 104 irritaron contra él; y esta irritación puede estar basada no tanto en las palabras de Tideo, sino en que les vencie ra a todos en tantas competiciones como tomé parte. Así ­ habla Homero de la emboscada y de que el único que se sal vé fue Heménida Meen, al que Tideo perdoné la vida obede­ ciendo indicaciones divinas, Ilíada lY 391­398i oi bt χολωσάμενοι ΚαδμεΤοι κέντορες ίππων δφ δρ*'νερχομένφ πυκινόν λόχον ε£σαν άγοντες κοΰρους πεντήκοντα· δύω δ'ηγήτορες ÍJoav, Μαίων Αίμονίδης έπι,είκελος αθάνατοι σι ν, υίός τΆύτοφόνοιο μενεπτόλεμος Πολυφόντης ΤυδεΙίς μίν καΐ τοισιν άεικέα πότμον έφτ^κε* πάντας 2πεφν*, ένα δ*οίον Ιει οίκον δΙ νέεσθαι· Μαίον δρα προέηκε θεων τεράεσσι πιθήσας. También Apolodoro III, 6, 5, cuya fuente es Ho­ mero, habla de la emboscada de los cincuenta tebanos per petrada contra Tideo, sin que Ete'ocles sea mencionado co mo instigador de 013% 7 ele que, tras perdonar la vida ­ únicamente a Meen, regresé a Argos: ot 6t, πεντήκοντα άνδρας 6πλίσαντες, άπιόντα ένήδρευσαν αύτδν, πάντας δ^ αΟτοΙ>ς χωρίς Μαίονας & π έ κ — τείνε, κ^πειτα έπΙ τδ στρατόπεδον ί|λθεν· Εη cambio Diodoro Sículo IV, 65 da la misma ver sien que Estacio: los cincuenta jinetes que emboscan a Tideo han sido enviados por Eticóles y Tideo vuelve con- 105 tra su voluntad a Argos después de haber matado a todos. No menciona a Meen: ένταΰθά ψασι τί>ν μΕν Τυδέα ένεδρευθέντα κατδί ttjv όδδν 6πδ Έτεόκλέους πεντήκοντα άνδράσιν δπαν τας άνελεΐν'καΙ παραδόξως είς τδ "Αργός διασωθΙίναι., Tideo, agradecido a la diosa Atenea, que tanto le ha favorecido, eleva un trofeo en su honor. En una en ciña que se levanta en medio de la llanura cuelga los cas eos y los despojos de los guerreros que ha vencido. El libro II se cierra, como el primero, con una invocación a la divinidad. Adrasto ha pedido la protección de Apolo para él y su pueblo en los últimos versos del libro I; Tideo suplica a Minerva que le ayude y le prome te que, si vuelve victorioso a su patria, le dedicará un templo en el que se representarán las grandes hazañas de sus antepasados. Y que en ese templo recibirá Palas las primicias de las hazañas de Tideo, sin que por ello Diana se sienta desdeñada _{_741-742): tu bellis, tu pace feres de more frequentes primitias operum, non indignante Diana. Después de esta invocación, Tideo emprende el regreso a Argos.