La imagen de la “india” en las monedas de Costa Rica (1850

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MANUEL B. CHACÓN HIDALGO*
La imagen de la “india” en las monedas de Costa Rica
(1850-1864)
Introducción
El establecimiento de Costa Rica como República en
1848, no sólo implicó un cambio de status político
sino también en los símbolos con que se identificaría
el nuevo régimen político, tales como la bandera, el
escudo y las monedas.
En cuanto a las monedas éstas van a tener un cambio
radical en sus grabados, cuyo fin va a ser romper con
el antiguo status del Estado y su ligamen con la antigua República Federal Centroamericana y transmitir
los ideales políticos de la República.
El objetivo de este estudio es tratar de explicar el significado de las imágenes acuñadas en las monedas de
oro en la década de 1850. Para tal fin planteamos
como hipótesis que las monedas y sus grabados formaron parte de una unidad simbólica en la proyección
y reconocimiento internacional de Costa Rica como
República, buscando establecer tratados de amistad y
comercio con grandes potencias como Inglaterra.
En aquellos casos pertinentes, utilizaremos la comparación entre las monedas de Costa Rica, que son objeto de
estudio, y las de otros países para tratar de establecer los
posibles orígenes de los grabados de nuestras monedas.
Partimos de la base de que las monedas tienen grabados
una serie de símbolos cuyo contenido promueve la integración social y el consenso sobre proyectos específicos.
La fundación de la República y el decreto de las
nuevas monedas
En 1847 se realizaron elecciones. El doctor José María
Castro Madriz fue electo jefe de Estado y el 30 de agosto de 1848 emitió el decreto, sancionado el 31 del
mismo mes, que establecía la República, con el cual
Costa Rica descartaba cualquier posibilidad de volver a
formar parte de la República Federal de Centroamérica1.
El 29 de setiembre de 1848 se emitió el decreto en el
que se designaban los nuevos pabellón, escudo de
armas de la República y tipo de moneda:
“Artículo 3°.- El escudo de armas será colocado entre trofeos de
guerra que representará tres volcanes y un extenso valle entre dos
océanos; navegando en cada uno de estos un buque mercante. Al
extremo izquierdo de la línea superior que marca el horizonte se
representará un sol naciente. Cerrarán el escudo dos palmas de
mirto medio cubiertas con un listón ancho que las une, el cual será
blanco y contendrá en letras de oro esta leyenda. “República de
Costa Rica” el campo que queda entre la sima de los volcanes y
las palmas de mirto lo ocuparan cinco estrellas de igual magnitud, colocadas en figura de arco simbolizando los cinco
Departamentos de la República. El remate del Escudo será un listón azul enlazado en forma de corona sobre el cual habrá en letras
de plata esta leyenda “América Central”.
Artículo 6°.- La moneda de la República se sellará por el anverso con el escudo descrito en el artículo 3°; debiendo ser en la orla
de dicha moneda donde ha de estar la leyenda “República de Costa
Rica” junto con la fecha del año respectivo. Por el reverso, la de
oro contendrá en el centro la figura de una India en pié armada
de arcos, carcaj y flechas, y descansando sobre el brazo izquierdo
apoyado en un pedestal que contenga esta inscripción “15 de
setiembre de 1821”. La de plata contendrá un árbol de encina
* Fundación Museos Banco Central de Costa Rica.
1. En 1824, Costa Rica se incorporó a la “República del Centro de
América”, organizada como un sistema federal. Los países que formaban parte de esa federación eran Guatemala, Honduras, El
Salvador, Nicaragua y Costa Rica. La primera ley de moneda de la
Federación Centroamericana estableció los grabados e inscripciones que debían tener las monedas de Costa Rica, las cuales se fabricaron de oro y plata y se acuñaron entre 1825 y 1837. En 1838,
Braulio Carrillo separó a Costa Rica de la Federación
Centroamericana y estableció una serie de disposiciones sobre los
nuevos símbolos y leyendas que las monedas debían adoptar. En
1842, Francisco Morazán derrocó a Braulio Carrillo, con el objetivo de reestablecer la Federación Centroamericana. A partir de ese
momento, por tanto, se volvieron a utilizar el diseño y las monedas del período de la federación. A pesar de que Francisco Morazán
fue derrocado en ese mismo año, los gobiernos que lo sucedieron
hasta 1848 mantuvieron el diseño y las monedas de la federación,
con la esperanza de que ésta se constituyera nuevamente.
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sobre un terreno figurado; y la orla del reverso de todas las monedas sean de oro ó plata, tendrá este título “América Central”
junto con el nombre del ensayador, en iniciales, el valor correspondiente de la pieza y su respectiva ley” 2.
Si bien estas disposiciones se establecieron desde el
año de 1848, su aplicación fue un proceso que no se
completó sino hasta 1850 en que salieron a circulación monedas con las características señaladas por esta
ley. Esta situación se debió, básicamente, a que los
troqueles para acuñar dichas monedas se enviaron a
fabricar fuera del país, por lo que temporalmente se
utilizaron monedas del diseño anterior y extranjeras
reselladas con la figura de un león pasante, y se emitieron otras de un real con las características de una
conmemorativa emitida en 1847.
Las monedas de la República de Costa Rica y el
grabado de la “india”
Para la recién fundada República, a partir de 1850 se
acuñaron monedas de oro de media onza, medio y un
escudo y dos escudos, las cuales tenían grabado en el
anverso el nuevo escudo nacional, sin los trofeos de
guerra, y la frase “República de Costa Rica”. En el
reverso, llevaban la figura de una india con carcaj y flechas descansando sobre el brazo izquierdo, apoyada en
un pedestal cuya inscripción decía: “15 de Setiembre
de 1821” (Figura 1).
A finales de la década de 1940, el historiador Jorge
Lines hizo referencia a la imagen del reverso de las
monedas en estudio. A su juicio, la imagen del grabado correspondía a una princesa india “[…] enjoyelada con sus insignias de realeza, coronada con diadema
y adornada con collar. No es corriente que las indias
usasen arco, flechas y carcaj, pero esta de la moneda
nos representa evidentemente una de aquellas intrépidas amazonas que nos describe el conquistador Juan
Vázquez de Coronado en 1563 cuando al llegar a los
palenques brunkas de Coctú, asombrado por su arrojo y valentía, nos menciona a las Biritecas”3.
La interpretación de Lines sobre el significado de la
india es anacrónica y está matizada por la corriente historiográfica de la época que buscaba una valorización
del pasado indígena. En este sentido, no tomó en cuenta la concepción de la época en que fue emitida la moneda con respecto al pasado precolombino. Además, las
descripciones de Juan Vázquez a que hace referencia
posiblemente no eran conocidas a mediados del siglo
XIX, ya que este tipo de documentos históricos no fueron rescatados en Costa Rica sino hasta la década de
1880, con la creación del Archivo Nacional de Costa
Rica, específicamente en 1881. A esto hay que agregar
que las primeras historias de Costa Rica fueron escritas
hacia finales del siglo XIX, aunque en 1851 el guatemalteco Felipe Molina escribió el “Bosquejo de la
República de Costa Rica”, obra que tenía la finalidad de
dar a conocer a Costa Rica, en la cual se esbozan algunos hechos de la historia de Costa Rica4.
Entonces ¿cuál es el origen y el significado de la imagen de la india?
Como antecedentes que podrían haberse sintetizado
para crear la imagen de la india, podemos decir que
desde la época de la instalación de la dinastía de los
Reyes Borbones en España, en el siglo XVIII, América
se identificaba con la imagen de una india. Además
dentro de las imágenes producto de la revolución francesa5 la alegoría a la libertad estaba constituida por
una mujer, la cual tendría una de sus más conocidas
representaciones en la pintura del francés Eugene
Delacroix, “La libertad guiando al pueblo” (1830),
ubicada dentro de la corriente del romanticismo. En
ella la libertad es representada como una mujer llevando en su mano derecha levantada la bandera de Francia
y en la izquierda un fusil.
Es bien conocido que dentro de los procesos de independencia de las antiguas colonias españolas en
América y su posterior establecimiento como repúblicas, muchos de los ideales de la Revolución Francesa
tuvieron una alta injerencia en la conformación de la
base ideológica que sustentó dichos procesos. En
estos se establecieron imágenes que formaron un con2. Gurdián Montealegre, R.: Contribución al estudio de las monedas de Costa
Rica, Costa Rica, 1997, p. 30.
3. Lines, J.: Las monedas de oro y plata emitidas por el Dr. Castro, Revista
de los Archivos Nacionales de Costa Rica, Año XII, 1949, p. 515-513.
4. Con relación a los orígenes de la historiografía costarricense confróntese: Quesada, J. R. El nacimiento de la historiografía en Costa
Rica, Revista de Historia (Escuela de Historia Universidad Nacional,
Centro de Investigaciones Históricas, Universidad de Costa Rica),
número especial, 1988, p. 51-81.
5. Si bien para Costa Rica la literatura en este sentido es escasa, para
otros países de América sí se han realizado estudios. Al respecto confróntese: Burucúa, J. E. y otros: Influencia de los tipos iconográficos
de la Revolución Francesa en los países del Plata. CAHIERS DES
AMERIQUES LATINES 10. L’AMERIQUE LATINE FACE A LA REVOLUTION FRANCAISE. L’HERITAGE RÉVOLUTIONNAIRE: UNE
MODERNITÉ DE RUPTURE, Paris, 1990, p. 147-157.
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LA IMAGEN DE LA “INDIA” EN LAS MONEDAS DE COSTA RICA (1850-1864)
junto simbólico que resultó de suma importancia para
la transmisión de esos ideales. La Revolución Francesa
creó un lenguaje cuya validez fue universal.
Pero no sólo la imagen de la moneda fue de inspiración francesa. El grabado de la india formó parte de
un conjunto simbólico compuesto por la bandera y el
escudo establecidos en 1848. Si partimos de lo que la
tradición nos dice con respecto a que la elaboración de
la bandera de Costa Rica, establecida en 1848, se inspiró en los colores de la bandera de Francia, utilizando los mismos colores rojo, azul y blanco, podríamos
pensar que las ideas sobre los grabados de las monedas tuvieron también, a nivel simbólico, una inspiración en los símbolos franceses ligados con el sistema
político republicano, en este caso, en el de la libertad
representada como una mujer. En este sentido la imagen de la “india” en las monedas de oro de la década
de 1850 no sólo sería un símbolo de la libertad sino
también de la nueva República.
Podríamos decir que la alegoría francesa de la libertad
fue adaptada en Costa Rica utilizando elementos que
le dan un carácter particular identificado con lo propio o lo que se podría considerar como una percepción eurocentrista de lo “autóctono”, aunque esos elementos no respondan a la realidad del tipo de vestimenta y aditamentos de las culturas indígenas autóctonas. De ahí la figura con características neoclásicas,
sus joyas al estilo europeo (corona al estilo de princesa europea y collar de perlas) y la falda de plumas.
Si comparamos los aspectos formales de la figura de la
india, existen grabados similares de mujeres (alegorías)
en monedas europeas, que se encuentran en la misma
posición pero con diferente vestimenta. Tal es el caso de
una moneda alemana de plata de 1835, conmemorativa
al establecimiento del “Bavarian Mortgage Bank”, la
cual tiene un grabado de una mujer con su brazo
izquierdo apoyado sobre un pedestal (KM 408), grabado que parece representar una alegoría al comercio.
En este sentido, podríamos decir que la imagen de la
india fue producto del sincretismo de las pretensiones
europeizantes, de la percepción sobre la antigüedad del
origen de estos territorios y de las intenciones políticas
de las élites. La idea de la india se fue de Costa Rica y
en Inglaterra se transformó en una mujer con características neoclásicas que formalmente nos hace recordar a la
“Diana Cazadora”6, de la antigüedad griega, con su cabeza de perfil, su moño, su corona y su carcaj (Figura 2).
Entonces, cabe preguntarse ¿por qué se quiso representar una india?
Considerando las aspiraciones europeas de la élite
política y económica de la época no creemos que se
haya querido revalorizar o rescatar nuestras culturas
autóctonas7. Para el período en cuestión, 1850-1864,
si la imagen de la india hubiera implicado una valoración de las sociedades indígenas, la misma se hubiera
dado también en relación con la conservación de la
producción material de dichas sociedades. Por el contrario, la Casa de Moneda de Costa Rica fundió figuras de oro precolombinas, según lo constató el viajero
alemán Carl Scherzer en 1853:
“El Director de la Casa de la Moneda de San José, el señor Juan
Barth, nos contó también de una de esas figuras de trece quilates
de oro y once de cobre, que presentaba un trabajo muy fino. Pero
el gobierno de Costa Rica, que parece tener poco interés en colecciones arqueológicas y desconoce su valor científico mandó fundir
todas estas reliquias históricas que había conseguido por casualidad; no tenía la menor idea que la venta de estos objetos en
Londres o París, hubiera producido al Fisco cien veces más que el
valor obtenido por la destructora refundición”8.
De este fragmento del relato de Scherzer podemos
deducir que hacia la década de 1850, una de las fuentes
de oro para la fabricación de monedas con la imagen de
la “india” fue el material obtenido de la fundición de
piezas precolombinas; esto sobre todo porque la producción de oro de las minas de los Montes del Aguacate
6. El original griego de la “Diana Cazadora” se atribuye a Leocares y
está datado para el siglo IV antes de Cristo.
7. Según Francisco Corrales “en la construcción de los estados y naciones, producto de los movimientos independentistas del siglo XIX…
la concepción de la historia acerca de la conquista y colonia varió de
acuerdo con los pensamientos liberales y conservadores. En la concepción liberal se rompe con el pasado, tanto el español como el indígena, el cual se considera un obstáculo para el progreso. En la visión
conservadora, se acepta la independencia pero no la ruptura con el
legado hispánico… En Costa Rica, la nación como construcción cultural inventada enfatizó en una homogeneidad cultural mestiza, predominando lo blanco… Esto es explicado por varios autores al señalar que los grupos indígenas no representaban una amenaza para el
dominio mestizo, como en otros países centroamericanos, lo que permitió una actitud más flexible” Aún así, los historiadores de finales
del siglo XIX y principios del XX caracterizaron a los indígenas como
“primitivos”, “salvajes” o “bárbaros”, la antítesis de la “civilización”
traída por los españoles. Cfr. Corrales Ulloa, F.: Unos miles de indios semibárbaros…: El pasado indígena, la creación del Museo Nacional y la identidad costarricense”. Ponencia presentada en el seminario “Fin de siglo XIX e
identidad nacional en México y Centroamérica”, Museo Histórico
Cultural Juan Santamaría, Alajuela, Costa Rica, 1999, p. 2-6.
8. Wagner, M. y Scherzer, C.: La República de Costa Rica en la América
Central, Costa Rica: 1974, p. 303.
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había decaído desde mediados de la década de 1840. Es
importante aclarar que al oro precolombino se sumaba
el oro obtenido de la fundición de libras esterlinas
inglesas9, que ingresaban producto de la comercialización del café y del financiamiento de casas consignatarias inglesas de la producción cafetalera.
Consideramos, por lo tanto, que la intención al grabar
una “india” en las monedas fue la de identificar el territorio de la nueva república con un origen bastante antiguo, al igual que las repúblicas europeas, aún anterior a
la dominación española. Además esa figura sirvió como
elemento para reforzar la independencia de España al
presentarla recostada sobre un pedestal con la inscripción “15 DE SETe. DE 1821”, fecha establecida como
de la independencia de Centroamérica desde tiempos de
la República Federal del Centro de América (18231838), con lo cual se elevó el acontecimiento histórico
a la categoría de símbolo. Esta condición era necesaria
para acentuar la soberanía de la República y su capacidad para ser tomada en cuenta como ente independiente para establecer tratados de amistad y comercio con
las grandes potencias del momento, especialmente con
Inglaterra.
Pero ¿cuál era el contexto político, económico y cultural de nuestras relaciones internacionales que justifique estas acciones en torno a la búsqueda de buenas
relaciones con la Gran Bretaña?
La independencia de Costa Rica, en 1821, implicó la
reorganización política y la búsqueda de actividades
económicas que sustentaran al naciente estado. Entre
1821 y 1850, Costa Rica experimentó diversas formas de organización, formando parte, como estado, de
la Federación Centroamericana entre 1824 y 1838,
como estado independiente entre 1838 y 1848 y
como república independiente a partir de 1848.
En el campo económico, Costa Rica buscó un producto que la vinculara al mercado mundial. El cultivo del
tabaco, la producción de caña de azúcar y la explotación
minera fueron algunos intentos iniciales para lograr ese
propósito. En la década de 1830, el café se impuso
como el producto que insertó de manera definitiva la
economía costarricense en el mercado internacional.
Hasta los inicios de la exportación regular a
Inglaterra, en 1843, el financiamiento de la actividad
se dio con la modesta acumulación lograda en etapas
precafetaleras a partir de la producción de tabaco, caña
de azúcar y minería. Después de 1843, casas comerciales consignatarias británicas, especialmente de
Londres y Liverpool, dieron crédito sobre cosechas
futuras, las cuales se canalizaban mediante compañías
consignatarias costarricenses, que a su vez prestaban a
los pequeños propietarios, haciendo que estos cayeran
en la órbita de dependencia de los grandes cafetaleros
comerciantes10. La Gran Bretaña era vista como la
potencia mundial y el mercado actual y potencial del
cual dependía, en gran parte, la prosperidad económica
del país.
Para la Gran Bretaña, aún después de la disolución de la
Federación Centroamericana en 1838, América Central
era un sólo cuerpo geográfico y político aunque siempre bloquearon las tentativas de la región por reconstituir la República Federal. Aún cuando países como
Costa Rica dejaron la Federación y llevaron adelante
una independencia comercial, esto no varió el tratamiento de los Ingleses. Estos siempre consideraron que
Centroamérica requería de un sólo diplomático para
que se encargara de todos los asuntos británicos en la
región. No es sino hasta 1857 en que América Central
empieza a ser considerada por los ingleses como una
“nación dividida”, y hasta después de 1860 se preocuparán por nombrar vicecónsules por país11.
Según Rodrigo Quesada, “hasta los años cincuenta
[1850’s] la representación diplomática británica en el Istmo
fue más bien escueta y cautelosa. Lo mismo puede decirse de la
representación comercial. El centro de las acciones diplomáticas
era Guatemala”12. Guatemala se declaró como República
independiente en 1847 y logró el reconocimiento del
gobierno de Inglaterra, con el cual estableció convenios comerciales y de amistad.
En este contexto, Costa Rica buscó por diversos
medios durante la década de 1840 y especialmente
durante la década de 1850, un acercamiento más
directo con Inglaterra, con la finalidad de establecer
9. Como ejemplo, en 1857, la Casa de Rescates, institución adscrita
a la Casa de Moneda encargada de la compra de oro para la amonedación, obtuvo 10 marcos, una onza y cinco ochavas de oro por
la fundición de doscientas noventa y nueve libras esterlinas de oro
de veintidós quilates, lo cual equivalía a mil seiscientos dos pesos
y dos y medio reales. Archivo Nacional de Costa Rica, Serie
Hacienda, 14658, “Libro 1° de Rescates”, folios 5-7.
10. Araya Pochet, C.: Historia económica de Costa Rica (1821-1971), Costa
Rica, 1982, p. 30.
11. Quesada Monge, R.: Recuerdos del Imperio, Costa Rica, 1998, p. 98.
12. Quesada Monge, R.: Costa Rica y el mercado mundial, Costa Rica,
1993, p. 18.
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LA IMAGEN DE LA “INDIA” EN LAS MONEDAS DE COSTA RICA (1850-1864)
tratados bilaterales de amistad y comercio. La relación
con Gran Bretaña llegó a tales extremos que incluso en
1848 Costa Rica quiso llegar a ser protectorado de su
“Majestad Británica”.
Todo este juego de significados está dentro de las
aspiraciones de las élites locales por participar aunque
fuera de manera indirecta, de los beneficios de la
Revolución Industrial y asimilarse a la cultura europea, lo cual también pesó en la selección de las figuras
que se grabaron en las monedas.
Ellos fueron: 1) el anverso de las monedas presentaba
el nuevo escudo de Costa Rica, en el cual se resaltaba
su condición ístmica, con mares a ambos lados que
facilitaban el comercio, y la leyenda “República de
Costa Rica”, que indicaba su sistema de organización
política; y 2) el reverso de las monedas de oro presentaba la imagen de una india descansando sobre el
brazo izquierdo, apoyada en un pedestal cuya inscripción decía: “15 de Setiembre de 1821”.
El emblema de la india, según palabras del Ministro de
Hacienda de 1864, constituía “una alegoría al acontecimiento venturoso de nuestra independencia ... símbolo de nuestra
regeneración política y la enseña de nuestra libertad”13. La figura de la india tenía características típicamente europeas derivadas del neoclasicismo, por lo que registra el
mismo esculturalismo de la antigüedad grecorromana.
El café no sólo le había permitido a Costa Rica incorporarse al mercado mundial, sino que también propició el intercambio cultural con Europa y la adopción
de una serie de valores, ideales políticos y cánones
estéticos europeos que se reflejaron en el arte, la
arquitectura, la moda y las monedas, entre otros.
De esta manera se proyectaba a Costa Rica como un
país con casi treinta años de ser independiente y con
un pasado común al resto de Estados centroamericanos, específicamente Guatemala, república que ya
había logrado el reconocimiento del gobierno de
Inglaterra, con el que había establecido convenios
comerciales y de amistad. En este sentido, se rescató
sistemáticamente el 15 de setiembre de 1821 como
fecha de la independencia, pues, además de incluirla en
las monedas de oro, se estableció su celebración todos
los años, mediante el decreto del 11 de setiembre de
1848. La moneda tenía también en el reverso la leyenda “América Central”, con la cual se ubicaba a Costa
Rica regionalmente dentro de una unidad política y
geográfica constituida desde el período colonial.
En las monedas de oro se rescataron dos elementos
importantes, para reforzar la búsqueda del reconocimiento diplomático como República independiente
por parte de las principales potencias extranjeras, y
firmar tratados de comercio, amistad y navegación.
La moneda como transmisora de los símbolos del
Estado costarricense se convirtió en elemento de identificación y unidad. Fue imagen de referencia de los
estados o las repúblicas y de los individuos que vivieron
bajo esos sistemas políticos.
13. Gurdián Montealegre, R.: Op. Cit., p. 33.
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Figura 1
Moneda de ½ onza, Costa Rica, 1850
Figura 2
Escultura de “Diana Cazadora” y grabado de la “india”
del reverso de la moneda de ½ onza,Costa Rica, 1850
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