La tristeza abrumó a toda la República Dominicana tras la caída del

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La tristeza abrumó a toda la República Dominicana tras la caída del avión que
transportaba a los peloteros después de una doble jornada con el equipo de Barahona.
Los mejores deportistas, con un gran historial, perecieron en un hecho que hoy día está
presente en la historia deportiva.
El accidente aéreo en que perecieron legendarios beisbolistas, fanáticos y dirigentes
deportivos santiagueros, ocurrió en horas del atardecer del domingo 11 de enero de
1948. A pesar de los 63 años transcurridos, este trágico suceso se mantiene vivo en la
conciencia deportiva nacional.
La delegación deportiva cibaeña arribó al aeropuerto Barahonero en horas de la mañana,
siendo recibida calurosamente por representantes de la comunidad, quienes le colmaron
de atenciones.
Tanto en la ciudad de Barahona, como en otras provincias sureñas había gran
entusiasmo debido a que el equipo local había sido reforzado por buenos trabucos y
brazos para enfrentar la dura novena cibaeña que contaba con jugadores de probada
calidad y de alta competitividad.
En los días previos cundía la emoción de saber que se enfrentaría a un rival poderoso,
pero que también los sureños se aprestaban a darles una sorpresa a los distinguidos y
aguerridos visitantes.
Sentimiento de dolor por accidente
El Barahonero Mario Padilla L. al conocer la tragedia, en unas breves notas en la prensa
destaca:
"Nosotros que los vimos partir, no podemos creer que cuando salieron de nuestro
aeropuerto volaron hacia la muerte. Pero así fue. Volaron hacia la muerte y hacia…..la
inmortalidad". Continuaba su exposición diciendo que en el corazón de todo buen
deportista siempre habrá un recuerdo para las víctimas de Río Verde. !!!!!! Descansen
en Paz!!!!!!
Del periódico LA NACIÓN correspondiente a varios números del mes de enero de
1948, extrajimos las informaciones siguientes:
Una información de primera página de ese periódico correspondiente al martes 13 de
enero de 1948 revela que 30 cadáveres fue el balance de la espantosa tragedia registrada
en el paraje de Río Verde, Sección Jaigüey de la Jurisdicción de Yamasá, donde un
número apreciable de profesionales y atletas dominicanos-todavía no identificados-
perdieron la vida.
El pueblo dominicano no cabía en su sorpresa y dolor. Todo el Cibao, la capital,
Barahona y el resto del país, lloró desconsoladamente la pérdida de estos verdaderos
gladiadores deportivos. La nación se sobrecogió estupefacta ante tanto sufrimiento.
La lista de las personas fallecidas fue la siguiente:
De la lista, la víctima No 30, correspondía al copiloto de la nave, José del Carmen
Ramírez Duval, que según nos dijeron era sanjuanero, y tío de la cantante Rhina
Ramírez.
A las 11 de la noche el alcalde Pedáneo de Jaigüey envió un mensaje urgente al jefe de
puesto del EN, notificándole el lamentable suceso. De inmediato se formó una brigada
de rescate que arribó en horas de la madrugada del lunes al lugar del siniestro. En horas
de la mañana de ese lunes, aviones del ejército Nacional sobrevolaban sobre el sitio
donde se presumía había ocurrido el fatal percance, en búsqueda de los restos del avión
perdido.
Ante lo escabroso del lugar del impacto y la ausencia de caminos que imposibilitaba
sacar los cadáveres a la población de Yamasá, el Juez de Paz de esta localidad ordenó
sepultarlos en una fosa común.
Tan pronto se supo la magnitud del accidente y su trágico balance, las autoridades
dispusieron que los ingenieros de Obras Públicas estudiaran inmediatamente un modo
de habilitar un "camino de herradura", hasta el lugar donde cayó el avión, con el
propósito de que pudieran llegar sacerdotes a realizar oficios religiosos en el lugar
donde estaban sepultadas las víctimas. Se dispuso también que fuera cercado el sitio
donde se abrieron las fosas.
Al lugar fueron enviadas numerosas ambulancias y brigadas de médicos para que
asumieran las labores propias del caso. El Dr. Mairení Cabral encabezó el equipo del
hospital Padre Billini.
La escena de colisión de la aeronave con los árboles y el suelo, era dantesca y
sobrecogedora. Los testigos narraron con sobrecogimiento lo que observaron. Un
cadáver fue localizado a tres kilómetros del lugar del impacto. Testigos afirmaron
escuchar el desprendimiento de un bulto antes de ocurrir la explosión. Un ala fue
localizada cercana a este cadáver.
El avión marca Douglas H1-6 no presentaba señales de haberse incendiado. Ni siquiera
los motores mostraban estar chamuscados. El avión era piloteado por el oficial Ramón
María Hernando Ramírez, hermano del héroe de la guerra patria de 1965, Miguel Ángel
Hernando Ramírez.
Al conocer las autoridades de San Cristóbal el trágico balance, se trasladaron a Yamasá
el Gobernador provincial, el Procurador General de la Corte de Apelación y distinguido
Barahonero, Lic. Juan Guilliani y otros funcionarios del área sanitaria y de seguridad
pública, donde practicaron las diligencias de lugar.
Decreto y día de duelo nacional
El 14 de Enero de ese 1948 fue declarado mediante Decreto No 4888, Día de Duelo
Nacional y se dispuso la celebración de oficios fúnebres en memoria de las víctimas en
todas las iglesias del país, invitando al pueblo dominicano a asistir a estos oficios, como
demostración de solidaridad nacional con las familias que sufrieron las pérdidas de sus
seres queridos.
El Artículo 2 del Decreto disponía la apertura de un camino desde Yamasá al sitio del
desastre y la construcción de un monumento conmemorativo en el lugar donde han sido
sepultadas las víctimas, a cuya memoria se celebrarán honras fúnebres.
El Ayuntamiento de Barahona envió a LA NACIÓN un mensaje firmado por el
Presidente de la Sala Capitular, Don Sócrates Lagares, mediante el cual precisaba la
honda tristeza que embargaba la colectividad Barahonera y Ayuntamiento. En tal
sentido, dicha Corporación interpretando el sentimiento de la comunidad, ha declarado
Duelo Municipal la tarde del lunes 12 y todo el día del martes 13.
Las crónicas detallan que "los hogares de los deudos de las víctimas eran
constantemente visitados por una interminable corriente de público. Todos los
santiaguenses se unieron en ese día, mejor que nunca, en el dolor común; en el dolor
que es rasante imperativo para todas las clases y para todos los prejuicios".
La Dirección General de Deportes mediante Resolución de fecha 14 de enero aprobó
declarar nueve días de Duelo Deportivo Nacional, "quedando por lo tanto prohibida
toda actividad deportiva durante dicho período, a partir del día de hoy en todo el
territorio de la República Dominicana".
Durante todos esos días hubo en todo el país grandes manifestaciones de dolor y
solidaridad con las víctimas y sus atribulados familiares. Mediante telegramas de todas
partes del país, la población manifestaba su dolor. Clubes, logias, empresas, grupos
deportivos, realizaban actos de recordación. Toda la crónica deportiva nacional cerró
filas en torno a este suceso, destacando las prendas que adornaban los atletas y
dirigentes fallecidos.
El NEW YORK TIMES en una breve reseña describió la tragedia, lo cual avivó un
debate en las grandes ligas en torno a los viajes en avión. Algunos jugadores se oponían
a los vuelos-los cuales consideraban inseguros-prefiriendo el transporte por tren. La
crónica destacaba la pérdida de Loro Escalante, "quien era algo así como una
combinación de Bob Feller y Ted Williams para la fanaticada dominicana".
Muchos jugadores de las mayores se oponían firmemente a los viajes aéreos. La primera
protesta ocurrió en el campo de entrenamiento de los Yanquis de Nueva York en 1946.
Sin embargo, este medio de transporte luego se impuso.
De Puerto Rico, Colombia, Estados Unidos, Cuba, Venezuela y otras naciones, se
recibieron condolencias.
A pesar de que han transcurrido más de seis décadas de este lamentable suceso, se
mantiene viva la memoria de estos mártires del deporte dominicano. Sus familiares y
descendientes han visto como el pueblo mantiene viva en su memoria el recuerdo de
estos legionarios del beisbol criollo.
El sobreviviente a la tragedia
De los jugadores norteños hubo un sobreviviente, el Mariscal Enrique Lantigua, el cual
sobrevivió pues el avión lo dejó porque se atrasó compartiendo con unos amigos.
En Barahona mucha gente recuerda la hidalguía y la calidad de los atletas del Cibao.
Mucha gente aún recuerda el nombre de los más destacados. En esta ciudad hay un
comité permanente de efemérides que anualmente conmemora el 11 de Enero. Incluso
en varias ocasiones han viajado a Santiago delegaciones para participar en misas y
homenajes a los siempre recordados atletas. El pasado lunes 11 se celebró Barahona una
misa de recordación.
Un Mausoleo en Santiago honra de manera imperecedera los atletas, los dirigentes
deportivos y los fanáticos que acudieron a esa cita con la gloria.
Un hecho significativo es que la temporada 2010-2011 del beisbol invernal dominicano
fue dedicada a la memoria de estos héroes de la campiña deportiva dominicana.
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