Salman Rushdie The Courter • Philip Roth Defender of the Faith Director de la colección: Eduard Sancho Diseño y maquetación: Berta Obiols, Aina Obiols, Álvaro Pinacho. La japonesa Biografías y presentaciones de los relatos: Laura Fernández Traducción del léxico: Brian Brennan, Escarlata Guillén, Stuart Lewis, Begoña Martínez Revisión: Andrea Fiumara Fotografías: Salman Rushdie © Horst Tappe/Hulton Archive/Getty Images Philip Roth © Bob Peterson/Time & Life Pictures/Getty Images “The Courter” © taken from EAST, WEST © 1994, Salman Rushdie. All rights reserved. No cuts or changes shall be made to the text of the above work without the written consent of the Author or his agent. No further use of this material in extended distribution, other media, or future editions shall be made without the express written consent of The Wylie Agency (UK) Ltd. “Defender of the Faith” © 1959, 1964, 1987, Philip Roth. All rights reserved. No cuts or changes shall be made to the text of the above work without the written consent of the Author or his agent. No further use of this material in extended distribution, other media, or future editions shall be made without the express written consent of The Wylie Agency (UK) Ltd. Locución de “The Courter”: Julian Jahanpour Locución de “Defender of the Faith”: David Tamke Estudio de grabación: RecLab Técnico: Francesc Gosalves © Difusión, Centro de Investigación y Publicaciones de Idiomas, S.L., 2010 www.difusion.com | www.ponsidiomas.com ISBN: 978-84-8443-678-2 Depósito legal: B-11444-2010 Impreso en España por Novoprint ÍNDICE introducción ......................................................................................... 9 Salman Rushdie 1 3 PRESENTACIÓN DEL RELATO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 5 The Courter . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 7 biografía ............................................................................................... Philip Roth 5 7 PRESENTACIÓN DEL RELATO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5 9 Defender of the Faith . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 1 biografía ............................................................................................... INTRODUCCIÓN Atrévete a leer pequeños clásicos en versión original Para muchos de nosotros, leer en versión original supone un desafío a menudo inabarcable. Acostumbrados a leer en nuestra lengua, nos frustra no entender todas las palabras. ¿Cuántas veces hemos dejado un libro por evitar estar consultando el diccionario constantemente? A la visita (casi siempre obligada) al diccionario debe sumársele el desconocimiento de las referencias culturales, la dificultad de percibir los matices y la ironía del autor, etc. En definitiva, nos fastidia no llegar a comprender la esencia del relato y eso a menudo nos lleva a cerrar el libro e ir en busca de la siempre amable versión traducida. Ahora podemos evitar dar este paso. Porque contemplar un cuadro original es una experiencia única (y no puede compararse a la de echar un vistazo al póster que pretende imitarlo) en PONS Idiomas creemos que leer en versión original también lo es, y no debemos renunciar a ello. Porque sus beneficios son infinitos. No sólo se aprende, también se disfruta y se capta como no es posible de otra manera el verdadero espíritu del relato. Insistiendo en la comparación con la pintura, cada trazo, cada palabra, exactamente como fue escrita, exactamente como fue dibujado, resultan únicos. La traducción es sólo la mirada subjetiva del profesional sobre lo leído, una manera posible de desentrañar el universo de un autor, pero no la única. Para que pases por primera vez al otro lado y puedas dar tu propia versión (original) de los hechos, hemos puesto en marcha la colección read & listen, que ofrece a los lectores hispanohablantes los mejores relatos cortos de los más prestigiosos 10 INTRODUCCIÓN autores en lengua inglesa (muchos de ellos Premios Nobel, otros, a punto de serlo), integrando las herramientas necesarias para poder comprender los textos en su totalidad. Se acabó leer con el diccionario al lado. Cada relato incluye un extenso glosario para que no pierdas el tiempo. El glosario, además de todas las palabras que podrías no entender, recoge referencias culturales, deja claros los matices y permite comprender hasta el último giro irónico del texto. Para aquellos que quieran practicar la comprensión oral o simplemente escuchar el texto mientras lo van leyendo, nada más sencillo: siéntate, relájate y deja que un locutor nativo te cuente la historia, pues cada título incluye un CD con la versión en audio de los relatos. Porque no hay mejor manera de poner a tu alcance estas obras maestras que rompiendo las barreras que te han mantenido alejado de ellas durante tanto tiempo. ¿Quién dijo miedo al clásico? Y hablando de clásicos... En la selección de los relatos nos hemos guiado por varias premisas: en primer lugar, tenían que ser textos sugerentes y no demasiado complejos; en segundo lugar, tenían que ser pedazos de un mundo propio, el de su autor, clásicos en miniatura, de aquellos que no se olvidan, que deben leerse con cuidado, degustando cada frase, cada palabra, aquellos que son capaces de convertir a sus personajes en alguien que creíste conocer, que conoces, que podría ser tu mejor amigo. Instantes detenidos en el tiempo (Neddy Merrill, el protagonista de “The Swimmer”, sumergiéndose en la congelada piscina de un vecino, por ejemplo) sin los que la historia de la literatura no sería la misma. Creemos que, después de años aprendiendo inglés, ha llegado el momento de disfrutar. Te lo mereces. Salman Rushdie The Courter “On the radio, people were always singing about the joys of being sixteen years old. I wondered where they were, all those boys and girls of my age having the time of their lives.” BIOGRAFÍA Salman Rushdie De pequeño quería ser actor. Una estrella de Hollywood. Todavía hoy asegura que si lo suyo no hubiera sido la literatura, podría haber ganado un Oscar. Sir Ahmed Salman Rushdie (Bombay, 1947) no es sólo el autor perseguido de The Satanic Verses (Los versos satánicos), sino un auténtico showman, adicto a las bodas y a la retorcida literatura de Thomas Pynchon. Aunque pese sobre él una condena de muerte (el ayatolá Ruholá Jomeini, líder religioso de Irán, la emitió en 1989 y como poco después falleció, no pudo revocarla y aún continúa vigente) y una seria amenaza de Al-Qaeda (que no vio con buenos ojos que se le nombrara Caballero del Imperio Británico en 2007), el escritor no ha perdido el sentido del humor y cuando le preguntan qué demonios hace saliendo con una joven modelo, contesta: “Me aburre la gente que sólo me habla de literatura”. Salman tenía 14 años cuando sus padres, un acaudalado empresario hindú y una maestra, lo enviaron al Reino Unido para estudiar. Se matriculó en Rugby School, uno de los internados más prestigiosos del país, y lo pasó mal porque sus compañeros se reían de él. Se reían de su origen hindú y de lo malo que era jugando al fútbol. En 1968 se doctoró en Historia en la prestigiosa Universidad de Cambridge y siete años después, en 1975, publicó su primera novela, Grimus, una historia de ciencia ficción que fue completamente ignorada tanto por la crítica como por el público. Pero se empleó a fondo y la segunda, Midnight’s Children (Hijos de la medianoche), consiguió el prestigioso Premio Booker en 1981. Rushdie abandonó la ciencia ficción y se curtió en una suerte 14 BIOGRAFÍA de realismo mágico oriental que puso a las órdenes del motor de su literatura: el choque entre Oriente y Occidente. La historia de Saleem Sinai, el protagonista de Midnight’s Children, es la colisión entre dos mundos condenados a entenderse pero incapaces de mirarse a los ojos, motor también de “The Courter” y de buena parte de su narrativa. Su complicada vida sentimental merece una mención aparte. Rushdie se casó por primera vez en 1976 con Clarissa Luard, con quien tuvo un hijo (Zafer) y se divorció seis años después de ganar el Booker, en 1987. Poco después conquistó a la escritora Marianne Wiggins con quien estuvo casado entre 1988 y 1993. Pasó cuatro años soltero y cuando cumplió los 50 se casó con una tal Elizabeth West. Se divorciaron en 2004. Habían tenido un hijo, Milan. El mismo año en que se divorciaron, Rushdie le pidió matrimonio a la modelo Padma Lakshmi. Lo suyo duró tres años. En 2007 era historia. Un año después, cumplidos los 61, el escritor caía en brazos de otra modelo hindú, Riya Sen. Rushdie no ha podido olvidar su pasión por el cine. Por eso se presta a hacer cameos en películas de todo tipo (Bridget Jones’s Diary, por ejemplo) y en el videoclip de The Ground Beneath Her Feet de U2, canción, por cierto, basada en el libro del mismo título del escritor. Pese a que su producción es amplia y diversa, The Satanic Verses sigue siendo su obra más conocida, sobre todo por la tragedia que la rodea, ya que no sólo ha provocado la quema de librerías, sino también la muerte de al menos 38 personas (su traductor al japonés y las 37 personas que se encontraban en un hotel de Sivas, en Turquía, cuando los violentos que se manifestaban contra su traductor al turco los asaltaron), y ha eclipsado una importante producción de cuentos cuyo máximo exponente es la antología East, West (1994) en la que se incluye “The Courter”. Laura Fernández PRESENTACIÓN DEL RELATO The Courter Es verano en Londres, el verano de Sam Cooke, y estamos a principios de los años 60. Es el verano de Sam Cooke porque Sam Cooke es lo único que escuchan en el bloque de pisos en el que viven un chaval de origen indio y su familia. El bloque de pisos, por cierto, está vigilado por un portero también de origen indio que apenas sabe hablar inglés y al que la niñera de la familia que acaba de mudarse al Waverley House (nombre que recibe el bloque de pisos en cuestión) llama courter porque tiene un problema con la “p” y es incapaz de decir porter (literalmente “portero”). La niñera, a la que todos llaman Ciertamente-Mary (porque todo para ella es “ciertamente sí” o “ciertamente no”) es tan pequeña que los escalones del Waverley House se le antojan los Alpes. Ciertamente-Mary sale con Mixed-Up (así bautizan los chavales al portero), que habla un inglés tan pésimo como el del padre del protagonista (las confusiones y el sonrojo son constantes). Roy Orbison canta “It’s Over” y The Four Seasons entonan “Sherry”, los 60 están por todas partes y, para el protagonista, tener dieciséis años es lo peor que puede pasarte. Incluido en la célebre antología East, West , publicada en 1994 (cinco años después de que estallara el escándalo de The Satanic Verses), “The Courter” es el cuento que cierra la recopilación (dividida en tres partes: Este, Oeste y Este/Oeste) y uno de los que mejor resume el motor de la narrativa de Rushdie: el choque entre Oriente y Occidente, el cruce de culturas, la borrosa identidad del que cruza la frontera (esa frontera invisible que, sin embargo, existe entre “nosotros” y “los otros”). El protagonista no es, como 16 PRESENTACIÓN DEL RELATO Saleem Sinai, el enigmático niño de Midnight’s Children, un chaval con superpoderes, sino un chico cualquiera que aprende a hablar inglés al ritmo de los Beatles, que se burla de su niñera (emotivo y heroico personaje) porque no sabe decir “portero” y del portero (un auténtico superdotado encerrado en su cabeza) porque enreda las frases. Un chaval que, como el propio Rushdie, creció enfrentándose como pudo al hecho de ser diferente. “The Courter” es, en definitiva, una fábula moderna de uno de los mejores escritores de este siglo sobre lo complicado que resulta encajar en un mundo en el que todo se da por supuesto. En lo estrictamente formal, el relato está construido como un rompecabezas. Es, literalmente, un juego. La comprensión, gracias a la ayuda del glosario que acompaña cada una de las páginas de esta edición, está asegurada y la lectura se disfruta más que nunca. Y es que sin la ayuda de un contexto y sin entender los matices de cada palabra pronunciada por los protagonistas, el relato resultaría difícilmente comprensible para alguien no familiarizado con las culturas india e inglesa. Una vez superado el miedo a medirse con el texto, cada nueva intervención de Ciertamente-Mary o el portero es desternillante. Sin duda, algo que debe disfrutarse en versión original. Pero, ¿y si alguien pudiera contártela, como de hecho, la cuenta el protagonista, partiendo de las últimas noticias que tiene de su niñera hasta... hasta dónde? No desvelaremos nada, pero sí que puede escucharse una versión en audio de la historia, que permite, entre otras cosas, echar un vistazo (una escucha, en realidad) al extraño acento de la señorita Ciertamente-Mary. Laura Fernández The Courter 1 Certainly-Mary was the smallest woman Mixed-Up the hall porter1 had come across, dwarfs2 excepted, a tiny sixtyyear-old Indian lady with her greying hair3 tied behind her head in a neat bun4, hitching up her red-hemmed white sari5 in the front and negotiating the apartment block’s front steps as if they were Alps. ‘No,’ he said aloud, furrowing his brow6. What would be the right peaks7. Ah, good, that was the name. ‘Ghats8,’ he said proudly. Word from a schoolboy atlas long ago, when India felt as far away as Paradise. (Nowadays Paradise seemed even further away but India, and Hell, had come a good bit closer.) ‘Western Ghats, Eastern Ghats, and now Kensington9 Ghats,’ he said, giggling10. ‘Mountains.’ She stopped in front of him in the oak-panelled lobby11. ‘But ghats in India are also stairs,’ she said. ‘Yes yes certainly. For instance in Hindu holy city of Varanasi12, where the Brahmins13 sit taking the filgrims’14 money is called Dasashwamedh-ghat. Broad-broad staircase down to River Ganga15. O, most certainly! Also Manikarnika-ghat. They buy fire 1 hall porter: portero • 2 dwarfs: enanos • 3 greying hair: pelo canoso • 4 a neat bun: un moño perfecto • 5 hitching up her red-hemmed sari: remangándose el sari con el borde rojo • 6 furrowing his brow: con el ceño fruncido • 7 peaks: picos • 8 Ghats: cadenas montañosas de la India • 9 Kensington: barrio acomodado de Londres • 10 giggling: con una risilla • 11 oak-panelled lobby: vestíbulo con las paredes de roble • 12 Varanasi: Benarés (ciudad santa del hinduismo) • 13 Brahmin: brahmán (sacerdote hindú) • 14 filgrims (pilgrims): peregrinos • 15 River Ganga: el río Ganges 20 SALMAN RUSHDIE from a house with a tiger leaping1 from the roof - yes certainly, a statue tiger, coloured by Technicolor, what are you thinking? – and they bring it in a box to set fire2 to their loved ones’ bodies. Funeral fires are of sandal3. Photographs not allowed; no, certainly not.’ He began thinking of her as Certainly-Mary because she never said plain yes or no4 ; always this O-yes-certainly or no-certainly-not. In the confused circumstances that had prevailed 5 ever since his brain, his one sure thing, had let him down6, he could hardly be certain of anything any more; so he was stunned by her sureness7, first into nostalgia, then envy, then attraction. And attraction was a thing so long forgotten that when the churning8 started he thought for a long time it must be the Chinese dumplings9 he had brought home from the High Street carry-out10. English was hard for Certainly-Mary, and this was a part of what drew damaged old Mixed-Up towards her11. The letter p was a particular problem, often turning into an f or a c; when she proceeded through the lobby with a wheeled wicker shopping basket12, she would say, ‘Going shocking13,’ and when, on her return, he offered to help lift the basket up the 1 leaping: que salta • 2 to set fire: prender fuego • 3 sandal: sándalo • 4 plain yes or no: un simple sí o no • 5 had prevailed: habían existido • 6 his brain ... had let him down: le había fallado el cerebro • 7 he was stunned by her sureness: le impresionaba su seguridad • 8 churning: nerviosismo • 9 Chinese dumplings : masa hervida rellena de carne • 10 carry-out: comida para llevar • 11 what drew (him) towards her: lo que hacía que se sintiera atraído por ella • 12 wheeled wicker shopping basket: carrito de la compra de mimbre • 13 going shocking (going shopping): me voy a la compra (shocking significa “espantoso” o “escandaloso”) 21 THE COURTER front ghats, she would answer, ‘Yes, fleas1.’ As the elevator lifted her away, she called through the grille2 : ‘Oé, courter! Thank you, courter. O, yes, certainly.’ (In Hindi and Konkani3, however, her p’s knew their place.) So: thanks to her unexpected, somehow stomach-churning4 magic, he was no longer porter, but courter5. ‘Courter,’ he repeated to the mirror when she had gone. His breath6 made a little dwindling7 picture of the word on the glass. ‘Courter courter caught.’ Okay. People called him many things, he did not mind. But this name, this courter, this he would try to be. 2 For years now I’ve been meaning8 to write down the story of Certainly-Mary, our ayah9, the woman who did as much as my mother to raise10 my sisters and me, and her great adventure with her ‘courter’ in London, where we all lived for a time in the early Sixties in a block called Waverley House; but what with one thing and another I never got round to it11. Then recently I heard from Certainly-Mary after a longish12 silence. She wrote to say that she was ninety-one, had had a serious operation, and would I kindly send her some money, because she was embarrassed that her niece, with whom she was now living in the Kurla district of Bombay, was so badly out of pocket13. 1 yes, fleas (yes, please): sí, por favor (fleas son “pulgas”) • 2 grille: reja • 3 Konkani: lengua oficial del estado de Goa (India) • 4 stomach-churning: que le hacía un nudo en el estómago • 5 courter: palabra inventada que deriva del verbo to court (cortejar) • 6 breath: aliento • 7 dwindling: que fue desapareciendo • 8 I’ve been meaning: he tenido la intención • 9 ayah: nana • 10 to raise: criar • 11 what with one thing and another I never got round to it: entre una cosa y la otra nunca encontré el momento de hacerlo • 12 longish: bastante largo • 13 out of pocket: escasa de fondos 22 SALMAN RUSHDIE I sent the money, and soon afterwards received a pleasant letter from the niece, Stella, written in the same hand as the letter from ‘Aya’ - as we had always called Mary, palindromically dropping the ‘h’1. Aya had been so touched 2, the niece wrote, that I remembered her after all these years. ‘I have been hearing the stories about you folks3 all my life,’ the letter went on, ‘and I think of you a little bit as family. Maybe you recall my mother, Mary’s sister. She unfortunately passed on4. Now it is I who write Mary’s letters for her. We all wish you the best.’ This message from an intimate stranger reached out to me5 in my enforced exile from the beloved6 country of my birth and moved me, stirring7 things that had been buried very deep. Of course it also made me feel guilty about having done so little for Mary over the years. For whatever reason, it has become more important than ever to set down the story I’ve been carrying around unwritten for so long, the story of Aya and the gentle man whom she renamed - with unintentional but prophetic overtones8 of romance - ‘the courter’. I see now that it is not just their story, but ours, mine, as well. 3 His real name was Mecir: you were supposed to say Mishirsh because it had invisible accents on it in some Iron Curtain9 language in which the accents had to be invisible, my sis1 palindromically dropping the ‘h’: prescindiendo palindrómicamente de la “h” (un palíndromo es una palabra que se lee igual hacia delante que hacia atrás) • 2 so touched: tan emocionada • 3 you folks : vosotros (coloquial) • 4 passed on: falleció • 5 reached out to me: me conmovió • 6 beloved: amado • 7 stirring: despertando, removiendo • 8 overtones: trasfondo • 9 Iron Curtain: telón de acero