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PROGRAMA No. 0444
2 REYES
Cap. 11:11 - 13:2
Continuamos hoy nuestro estudio del capítulo 11 del Segundo Libro de Reyes. Y en
nuestro programa anterior, estábamos hablando de cómo Joás había llegado al trono de
Judá. Y dijimos que cuando Joás tenía como 6 años, Joiada, el sacerdote, mandó a buscar
a los jefes, a los capitanes y gente de la guardia de Israel y les reveló que el rey tenía un hijo
que todavía vivía. Ahora, cuando ellos se dieron cuenta de que había un hijo, del linaje de
David, pues, se sintieron animados, gozosos y llenos de esperanza. Creemos que se habían
cansado ya de esta mujer Atalía, de todos modos, porque se habían dado cuenta cuán
sanguinaria era. Joiada, pues, mandó a buscar a los jefes, a los capitanes y a la gente de la
guardia de Israel y les dio instrucciones precisas con respecto a la seguridad personal de
Joás, el nuevo rey. Y vimos que debían estar alrededor del rey por todos lados, teniendo
cada uno sus armas en las manos. O sea que, se tomó precauciones adicionales para
proteger la vida de este pequeño, porque su vida no valdría nada, si Atalía se daba cuenta
que estaba vivo y podía darle muerte. El deseo de Atalía, sin duda alguna, era de matar a
su propio nieto. Ella era tan cruel como lo era Jezabel. De modo que, el pequeño fue
protegido hasta el tiempo cuando pudiera ser presentado al pueblo. Continuamos hoy,
leyendo los versículos 11 y 12 de este capítulo 11 del Segundo Libro de Reyes:
2 Reyes 11:11-12 “. . . y batiendo las manos dijeron: ¡Viva el rey!
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Este fue un gran día para el reino de Judá, en el sur. Ahora tenían un rey del linaje de
David. Las cosas por un tiempo allí, parecían bastante desalentadoras. Veamos ahora la
ejecución de Atalía. Leamos el versículo 13:
2 Reyes 11:13 “. . . entró al pueblo en el templo de Jehová.”
No habían convidado a Atalía a la coronación del rey. Evidentemente ella estaba en el
palacio de David en el monte de Sión, desde cuya altura podía contemplar todo lo que
acontecía en el área del Templo. Cuando oyó los gritos y el estruendo del pueblo, fue al
templo para ver qué era lo que estaba pasando. Y leemos en el versículo 14:
2 Reyes 11:14 “. . . clamó a voz en cuello: ¡Traición, traición!
Este, claro, era el concepto de Atalía en cuanto a la traición. Y continuamos leyendo
los versículos 15 y 16 de este capítulo 11 de este Segundo Libro de Reyes:
2 Reyes 11:15-16 “. . . los de a caballo a la casa del rey, allí la mataron.”
Atalía trató de escapar, pero no tenía a donde ir.
Ellos simplemente la mataron
mientras ella trataba de huir, y así evitaron una apelación a la Corte Suprema. Acabaron
con ella, y creemos que hicieron lo correcto. Ahora, la remoción de Atalía quitó una nube
negra del reino del sur. Había ahora, un nuevo rey, pero este pequeño tenía que tener
consejeros para reinar en su lugar, debido a que era tan joven. Uno de aquellos que lo
había gestionado todo en cuanto a Joás, era el sacerdote Joiada. El había sido quien
también había dirigido la ejecución de Atalía. Leamos ahora el versículo 17:
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2 Reyes 11:17 “. . . Jehová; y asimismo entre el rey y el pueblo.”
Este es el principio de un retorno a Dios.
Joiada el sacerdote, dirige ahora un
movimiento de regreso a la adoración de Jehová.
La adoración de Baal reinaba en
aquellos días. Había penetrado aún a Judá. Creemos que el pueblo iba al Templo del
Señor, pero al mismo tiempo adoraban a Baal. Y lo mismo sucede hoy día. Muchos se
portan religiosos los domingos, y luego viven para el diablo durante los demás días de la
semana. Hay muchos miembros de las Iglesias que hoy en día viven así, y al mismo tiempo
se preguntan ¿por qué es que la Iglesia está muerta? La explicación no está en algún
edificio. Está en las personas mismas. Y leemos ahora, en los versículos 18 al 21 de este
capítulo 11 del Segundo Libro de Reyes:
2 Reyes 11:18-21 “. . . era Joás de siete años cuando comenzó a reinar.”
Este es el principio de un gran movimiento espiritual que resulta en un gran
reavivamiento en el reino de Judá.
Y así concluimos el capítulo 11 de este Segundo Libro de Reyes, y pasamos ahora al
capítulo 12. En este capítulo vemos que Joás reina por 40 años y hace lo recto ante los ojos
de Jehová. Restableció el culto divino y reparó el templo. Tenemos también en este
capítulo que los sirios toman a Gat y Joás tiene que pagar a Hazael, rey de Siria, a fin de
que se aleje de Jerusalén. Y finalmente, Joás es muerto por una conspiración de sus
siervos. Y le sucede en su trono, Amasías su hijo. En el capítulo 12, tenemos el reinado
de Joás y veremos que es Joiada quien maneja su reino. Joiada, el sacerdote, fue el
responsable del reavivamiento espiritual.
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Y quisiéramos aquí, pasar lista a los reyes. Hubo un total de 19 reyes, que reinaron
sobre el reino norteño de Israel. Hubo un total de 20 reyes, que reinaron sobre el reino de
Judá en el sur. Entre los 19 reyes que reinaron sobre Israel, ninguno se puede llamar rey
justo. En realidad, lo único que se puede decir en cuanto a ellos, es que todos fueron
malvados. No hubo ningún rey bueno entre todos ellos.
En el reino sureño hubo veinte reyes, y solamente a diez de ellos se les podría considerar
como buenos. Cinco de estos reyes eran excepcionales. Había cinco períodos de reforma
y reavivamiento. Toda la reforma y bendición se incubó en el nido del reavivamiento
espiritual. Estos períodos breves de tregua mantuvieron ardiendo los fuegos sobre los
altares, los que en otros tiempos casi se apagaron.
Cinco veces el reavivamiento se
encendió tal como lo hace el fuego en un bosque, y pasó por toda la nación. No se trataba
aquí de un fuego de destrucción, sino de construcción e instrucción. Dios visitaba a Su
pueblo con tiempos refrescantes enviados del cielo. Hubo un retorno a la Palabra de Dios.
Hubo una adoración de Dios. Hubo poder y prosperidad.
Amigo oyente, cuando un reavivamiento ocurre, hay nuevo gozo en la Iglesia. Habrá
en la Iglesia un poder renovado. Habrá nuevo amor. Hoy en día faltan estas cosas en la
Iglesia alrededor del mundo. Lo que es importante para un reavivamiento es un retorno a
la Biblia, la Palabra de Dios. Este factor se ha visto detrás de todo gran reavivamiento
espiritual.
Personalmente creemos que nosotros podemos experimentar un gran
reavivamiento en el día de hoy. Hace algunos años el Dr. Griffith Thomas dijo: “No veo
en ninguna parte de las Escrituras que un reavivamiento de la verdadera Iglesia, sea
contrario a la voluntad de Dios.” Y el Dr. James M. Gray dijo: “No recordamos nada en
las epístolas que justifique la inferencia de que las experiencias de la Iglesia primitiva, no
pueden ser repetidas en el día de hoy.” Lo que necesitamos hoy, amigo oyente, es un
reavivamiento. En esta porción de las Escrituras aquí, Joás empieza a portarse como
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hombre. Leamos, pues, los primeros dos versículos de este capítulo 12 del Segundo Libro
de Reyes:
2 Reyes 12:1-2 “. . . Jehová todo el tiempo que le dirigió el sacerdote Joiada.”
Joás reinó hasta cuando tenía cuarenta y siete años. Su madre era Sibia de Beerseba.
¿Recuerda usted cómo es que muchas veces los nombres de las madres se mencionan? Es
porque ellas influyen mucho en sus hijos. Joás sin duda fue instruido por su madre en la
Palabra de Dios. Y amigo oyente, lo que necesitamos hoy en día no son los políticos que
siempre salen con sus “sanalotodo” y quienes critican a todos los otros partidos y los demás
políticos. Ellos creen que tienen las respuestas. Pero, permítanos decirle, amigo oyente,
que lo que necesitamos, es hombres que sean instruidos en la Palabra de Dios y que
conozcan a Dios. Necesitamos un avivamiento que solo nos puede venir, mediante la
Palabra de Dios. Leamos ahora, el versículo 3 de este capítulo 12 del Segundo Libro de
Reyes:
2 Reyes 12:3 y quemaba incienso en los lugares altos.”
El reavivamiento no significó que todos se hubieran vuelto a Dios. Muchos todavía
sacrificaban y quemaban incienso en los lugares altos. Aun entre los sacerdotes había
quienes no habían sido reavivados realmente. Prosigamos ahora con los versículos 4 y 5:
2 Reyes 12:4-5 “. . . del templo dondequiera que se hallen grietas.”
El Templo necesitaba algunas reparaciones. Los sacerdotes habían estado tomando el
dinero que debía ser usado para reparar las grietas del Templo y se lo estaban guardando.
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Avancemos ahora con los versículos 6 al 8:
2 Reyes 12:6-8 “. . . el cargo de reparar las grietas del templo.”
Es lo mismo que sucede en el día de hoy.
Francamente creemos que se puede
comprobar la fidelidad de los hermanos y de las Iglesias, según el uso o el abuso del dinero.
Muchas personas en las Iglesias dicen: “Vamos a elegir a Fulano de Tal para que sirva de
Tesorero, o para que sirva en la Junta Directiva porque es un buen hombre de negocios.”
Pero, permítanos decirle amigo oyente, que es mejor darse cuenta primero, si este
candidato es o no un hombre espiritual. Eso es lo importante.
¿Qué hicieron, pues aquí, para remediar esta situación? Pues, prepararon un arca
para el depósito del dinero, a fin de que los sacerdotes no lo tocaran. Leamos el versículo
9:
2 Reyes 12:9 “. . . todo el dinero que se traía a la casa de Jehová.”
Creemos que esta arca fue una buena idea. La llamaron el arca de Joás. Muchas
organizaciones la usan hoy para recoger dinero. Y, ¿nos preguntamos a veces, si los
hermanos que usan un cofre como éste, conocen su historia? Fue un arca puesta junto al
altar, para que los diáconos, y los predicadores, y otros falsos religiosos, no pudieran tocar
el dinero. Y creemos que este sistema fue siempre uno de los mejores. Así que, ya sabe
usted lo que es el cofre de Joás. Notemos también que el dinero siempre era contado ante
testigos, quienes también tomaban parte en el control de su manejo. Leamos los versículos
10 al 16 de este capítulo 12 del Segundo Libro de Reyes:
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2 Reyes 12:10-16 “. . . a la casa de Jehová; porque era de los sacerdotes.”
En los dos siguientes versículos, vemos que los tesoros del templo son usados para
sobornar a Hazael, rey de Siria.
Ahora, es verdad que hubo un gran movimiento
espiritual en esa tierra, pero hubo también maldad y la nación empezó a caer en un estado
de decadencia. Leamos los versículos 17 y 18, ahora:
2 Reyes 12:17-18 “. . . Hazael rey de Siria; y él se retiró de Jerusalén.”
En otras palabras, Joás, con dinero trató de comprar a Hazael rey de Siria. Y este
capítulo 12 del Segundo Libro de Reyes, concluye dándonos a conocer la muerte de Joás y
el ascenso de Amasías al trono de Judá. Leamos los versículos 19 y 20, ahora:
2 Reyes 12:19-20 “. . . Joás en la casa de Milo, cuando descendía él a Sila.”
Hablaremos más en cuanto al tema de reavivamiento cuando estudiemos los dos Libros
de Crónicas. Joás tenía solamente 47 años cuando murió. Sus siervos lo mataron y fue
sepultado con sus padres en la ciudad de David. Amasías su hijo reinó entonces en su
lugar. Y el versículo 21 de este capítulo 12 del Segundo Libro de Reyes, dice:
2 Reyes 12:21 “. . . David, y reinó en su lugar Amasías su hijo.”
Joás había sido un buen rey.
Veremos que Amasías también fue un buen rey.
Amasías fue el noveno rey de Judá. Luego, Azarías seguiría a Amasías en el trono. Lo
conoceremos a él también como a Uzías, quien reinó durante el ministerio profético de
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Isaías. Fue un gran período del reino sureño de Judá; pero, durante este tiempo veremos
que el reino del norte es llevado a Babilonia en un largo período de cautiverio.
Y así concluye nuestro estudio del capítulo 12 del Segundo Libro de Reyes. Pasamos
ahora al capítulo 13. En este capítulo, Joacaz, hijo de Jehú, reina sobre Israel por 17 años
y sigue en los caminos pecaminosos de Jeroboam. En desesperación, se vuelve al Señor,
cuando el rey de Siria lo oprime. Jehová los liberta, pero ellos vuelven a los pecados de
Jeroboam. Tenemos luego, la muerte de Joacaz. Y Joás, hijo de Joacaz, sucede a su
padre en el trono. Nada de importancia se logra durante su reinado, excepto el hecho de
que renueva la guerra contra Judá durante el reinado de Amasías allí. También en este
capítulo, Eliseo enferma de una enfermedad fatal. Lo visita Joás, rey de Israel y el profeta
le promete la victoria sobre los sirios. Luego, muere Eliseo. Los sirios oprimen a Israel,
pero Dios es bondadoso y misericordioso.
Amigo oyente, esta es una porción penosa de las Escrituras, y sin embargo puede muy
bien ministrar a nuestros corazones. Esta es una sección muy buena para los soberanos de
las naciones. Estamos siguiendo a ambos reinos: Israel y Judá. En el norte, diez tribus
constituyen el reino norteño, y en el sur las tribus de Judá y Benjamín constituyen el reino
sureño. El linaje de David, reina en el sur. Esta es la línea que seguirá hasta el Nuevo
Testamento, y conducirá al nacimiento del Señor Jesucristo.
Ahora, el linaje de David casi fue eliminado por Atalía hija de Acab y Jezabel, quien se
había casado con descendientes de David, como lo vimos en el capítulo 11 de este Segundo
Libro de Reyes. Esta mujer Atalía, trató de destruir a todos los herederos al trono, pero
una hermana de Ocozías, había escondido a un pequeñuelo que era del linaje de David.
Lo mantuvo escondido hasta que tuvo siete años. Luego Joiada el sumo sacerdote lo
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presentó al pueblo. El joven rey comenzó a reinar bajo la protección de los capitanes y
líderes de la nación, y reinó hasta cuando cumplió cuarenta y siete años. Sus propios
siervos conspiraron en su contra y le dieron muerte. Este fue un período sangriento. Sin
embargo, durante el reino de Joás hubo un período de reavivamiento espiritual, como ya lo
hemos visto. El hecho es que, fue el primer reavivamiento que esta gente había conocido.
Aconteció en el tiempo más improbable, y es por eso mismo que creemos que nosotros
también podemos tener un reavivamiento en nuestros tiempos. Veremos más tarde que
hubo cinco períodos de reavivamiento en Judá. Y pondremos gran énfasis sobre este tema
cuando lleguemos a estudiar los Libros de Crónicas.
Aquí en el capítulo 13, veremos que Joacaz hijo de Jehú reinó sobre Israel por diecisiete
años, y que siguió en los pecados de Jeroboam su padre. En realidad no hay nada de
sensacional ni de interesante en cuanto a su reinado. Muchos creen que el pecado trae
excitación a la vida. No hay nada que sea tan aburridor como el pecado, después de un
tiempo. Un hombre que empieza a beber y beber, por fin llega a ser un borracho. Y
cuando llega a ser un borracho, se hace muy aburridor, y su vida ya no tiene ningún fin.
Lo mismo ocurre a cualquier individuo que se entrega al pecado. En cambio, amigo
oyente, hay verdadera excitación cuando Dios está obrando. Cuánto necesitamos que Dios
obre en el día de hoy. Leamos, pues, los primeros dos versículos de este capítulo 13 del
Segundo Libro de Reyes:
2 Reyes 13:1-2 “. . . Nabat, el que hizo pecar a Israel; y no se apartó de ellos.”
Parece que Jeroboam es la norma de maldad para el reino norteño. Fue pecador.
Estableció la adoración del becerro.
Es decir, apartó a Israel de la adoración del
verdadero Dios y los guió al pecado. Cuando Acab y Jezabel llegaron al trono, ellos
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hicieron mucha más maldad que eso. Implantaron la adoración activa de Baal, la cual en
realidad fue una demonolatría. Y ahora, Joacaz es como su padre Jehú. El no adora a
Baal, ni se entrega a los pecados de Acab y Jezabel. Pero, sigue en los pecados de
Jeroboam, y eso es ya lo suficientemente malo.
Y aquí, amigo oyente, vamos a detenernos por hoy, porque nuestro tiempo ha
concluido. Será, pues, hasta nuestro próximo programa, Dios mediante, y esperamos contar
con su siempre fiel atención.
Hasta entonces, y ¡que Dios derrame sobre usted Sus
incontables bendiciones!
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