modificaciones al cf y a ley imp entre rios

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PROVINCIA DE ENTRE RÍOS: LEY 10270. UNA
MODIFICACIÓN SIGNIFICATIVA
La ley 10270, modifica tanto al Código Fiscal como a la ley impositiva vigente.
I - IMPUESTO INMOBILIARIO
Al margen de incorporar nuevas escalas en los topes de la tabla de tramos de valuación fiscal para
inmuebles urbanos edificados en propiedades horizontales y rurales (art. 11, L. 10270), crea en su
artículos 1 y 2 un adicional tanto para los urbanos como para los rurales.
En el primer caso, se establece un adicional del 30% para la planta 1 (baldío), y para las plantas 4
y 5 (subrural edificado y no edificado) sobre el impuesto determinado; a su vez, establece un 20%
para las plantas 2 y 3 (inmuebles urbanos edificados, casas y edificados horizontales), aplicable hasta
el tramo VIII, que se acrecienta al 30% para los tramos superiores IX y X.
En el segundo caso, el adicional para los inmuebles rurales (plantas 6 y 7, que corresponde a no
edificados y edificados) es del 20% para los tramos I a VIII, y del 30% para los superiores de las
escalas IX y X.
Es decir que aquí el adicional se aplica a prácticamente todos los inmuebles y no solamente a los
de mayor valuación.
II - IMPUESTO SOBRE LOS INGRESOS BRUTOS
Características
Sin pretender analizar “in extenso” este tributo, citaremos aquí sus principales características:
a) Real: ni la base imponible ni las alícuotas tienen en consideración la totalidad de las
circunstancias personales o la situación global del contribuyente, sino que recae sobre los ingresos
brutos gravables totales del sujeto obligado.(1)
b) Indirecto: el sujeto que es declarado tal por la norma, y que efectivamente lo paga, recupera
luego (total o parcialmente) su importe mediante el mecanismo de traslación a otro sujeto,
denominado “de hecho” o “percutido”.(2) También es dable considerar de esta forma al impuesto en
cuestión, por cuanto grava al consumo de las personas como manifestación mediata de la capacidad
contributiva.(3)
c) Territorial: por cuanto recae exclusivamente sobre aquellas actividades ejercidas en todo o en
parte dentro del ámbito físico del Estado local que lo impone, aspecto de tanta importancia que
constituye uno de los elementos esenciales del hecho imponible(4); en cuanto a este aspecto del
tributo, ha generado no pocas controversias: dice Enrique Bulit Goñi que, en este ítem, lo
aparentemente sencillo se torna complejo, porque si bien sólo resultan alcanzadas las actividades
desarrolladas en el ámbito espacial del Fisco respectivo, dada la base imponible elegida (los
ingresos brutos totales), ese Fisco puede aplicar su impuesto sobre el total de los ingresos del
sujeto que actúa en su jurisdicción, aun en la parte que provenga de actividades cumplidas fuera de
ella.
d) Proporcional: porque mediante la aplicación de la alícuota correspondiente, que es constante, se
determina el “quantum” del tributo en proporción al monto de los ingresos brutos gravados.
e) De efecto regresivo: ya que, al no tener en cuenta la capacidad contributiva global del sujeto,
sino sólo una de sus manifestaciones indirectas, y al ser constante la alícuota, a mayores ingresos
disminuirá la incidencia efectiva.
f) Acumulativo: se agrega como parte integrante del costo en la etapa siguiente.(5)
g) Periódico: en relación con la verificación anual del hecho imponible, aunque se prevean pagos a
cuenta mensuales.(6)
Para resumir las principales características, podría decirse que es un impuesto al consumo,
indirecto y acumulativo, es decir, que recae generalmente sobre el sector con menor capacidad
adquisitiva por un lado, el público consumidor, y que afecta decididamente la cadena comercial dentro
de la Provincia (por eso se lo considera un impuesto regresivo), cuestiones que la doctrina se ha
encargado de criticar cuando se busca un sistema tributario justo, equitativo y neutro.
Reforma
Definido esto, bien podría establecerse que un proyecto de reforma tributaria que procurara
incentivar la producción, atraer inversiones y, en definitiva, motorizar la actividad económica de una
Provincia, debería reducir la alícuota de tributación, sobre todo en los primeros tramos de la cadena
de distribución, para así evitar que el famoso efecto acumulativo arrastre el sobrecosto hasta el
consumidor.
Sabido es que si se aumenta el impuesto a una industria, ésta necesariamente ha de incorporar el
incremento como costo del bien y lo ha de trasladar hacia la fase siguiente, generando un efecto “bola
de nieve”, pues se repite en cada tramo hasta que termina “aplastando” al consumidor final.
Pues bien, la reforma hace todo lo contrario.
En primer lugar, se elimina la exención para la industria y se mantiene la que existía para la
producción primaria, pero sólo para aquellos contribuyentes cuya facturación anual no supere los $
4.000.000, lo que, dada la realidad del sector, no resulta demasiado significativo. A la vez, eleva la
alícuota general y muchas de las tasas específicas.
Para percibir cabalmente la implicancia de los cambios, avancemos con un ejemplo.
Supongamos un producto que tiene como base un bien primario, se industrializa en Entre Ríos, lo
distribuye un mayorista local y lo vende un almacén.
Hasta la reforma, las dos primeras etapas estaban exentas, la mayorista tributaba al 2,5%, y
como seguramente el almacén era considerado pequeña y mediana empresa (PYME), abonaba la
alícuota del 3%. Todo esto arrojaba un costo impositivo del 5,5% que, como lo dice la teoría de las
finanzas públicas, se cargaba al producto enajenado. Por lo tanto, el consumidor final pagaba,
supongamos, $ 100 por un producto, más $ 5,5 de impuesto sobre los ingresos brutos.
Ahora, veamos: por el artículo 4 de la reforma se deroga la exención a la industria, y la vigente
para la agropecuaria continúa sólo para quienes tengan ventas de hasta $ 4.000.000 anuales.
Luego, la actividad mayorista pasa a tributar 3,5% y la minorista el 4%.
Entonces, con el mismo ejemplo, supongamos que el productor primario es pequeño y no tributa
(solamente para que la diferencia no se agrande, pues si superase los $ 4.000.000 anuales, tendría
que pagar el 1% sobre sus ventas). Luego, el industrial sí deberá agregarle a su producto el costo del
impuesto, así que el bien en cuestión ya suma un 1%. Luego, las dos etapas siguientes acumulan el
7,5% más. Así, el precio de $ 100 pasa a un monto final de $ 108,5. Es decir un 3% adicional que, o
lo soporta/n alguno/s de los eslabones de la cadena, o, lo más probable, pasará al consumidor final.
A continuación, es de hacer notar lo que decíamos en las reflexiones iniciales. La mayoría de los
insumos a ser utilizados por la economía entrerriana se ve afectada por el incremento de las alícuotas.
El combustible pasa a tener un 0,25% si se industrializa en Entre Ríos, más el 0,25% que ya
existía por la venta mayorista y, ahora, un 3% si la estación de servicio no es de la petrolera (o un
3,5% si pertenece a una bandera). Es decir, al menos un incremento de 0,25% en la cadena que va
desde la extracción hasta la llegada a la estación de servicio.
Y las empresas que reciban este incremento casi sin excepción lo trasladarán al costo de sus
operaciones. Claro que esto no implica a las estaciones que venden por cuenta y orden de las
compañías petroleras que mantienen el porcentaje del 5% sobre la comisión percibida.
La industria automotriz, en lo que respecta a venta de vehículos, sufre un incremento del 2,5% al
3,5% si es mayorista, y del 3% al 4% si la operación se realiza por una concesionaria radicada en la
Provincia. En total, un 2% adicional en la cadena de vehículos, incluyendo los que se destinen a
actividades empresarias.
A los bancos oficiales se les pasa a cobrar del 5% al 6%.
La operatoria crediticia ajena a entidades oficiales tiene ahora un 9,5% cuando se trate de
préstamos y un 7% cuando se trate de otro tipo de operaciones financieras, contra el 5% y 6%
anterior, respectivamente.
A las compañías de seguro se les agrega un 1% de alícuota (en realidad, el incremento es del
25%) al 5%, como a los productores de seguros (igual que al resto de los intermediarios, se los pasa
del 5% al 6%).
El transporte de carga sube del 1,6% al 2,6%, al igual que el de pasajeros, mientras que el de
encomiendas pasa del 3,5% a la alícuota general que, por lo menos, llega al 4%, tratándose de
PYMES.
La seguridad pasa del 2,5% al 3,5%.
Y, por fin, los servicios a empresas también sufren el mismo incremento.
El servicio de Internet para empresas pasa del 5% al 6%.
Es decir que, desde el combustible hasta los servicios a empresas, en todos los insumos que van a
formar parte del costo de ventas de la mayoría de los bienes a comercializar en nuestra Provincia se
produce un incremento ostensible.
Para no abundar más en detalles, valga decir que, en lo que concierne a la alícuota general,
prevista en el artículo 7 de la ley 9622, ahora queda establecida en el 4,5%, que se eleva al 5% si se
trata de contribuyentes con sede en otra Provincia, y que se reduce al 4% cuando sean empresas
PYMES entrerrianas (de acuerdo con la definición del Ministerio de la Producción de Entre Ríos), o
presten servicios de electricidad y gas natural.
Todas estas modificaciones se encuentran en los artículos 3 a 6 de la ley 10270, y en los artículos
12 y 13. Este último incrementa en un punto porcentual muchas de las alícuotas del artículo 8 de la
ley impositiva 9622.
Para la construcción la nueva norma implica un incremento de 1% (del 3% al 4% si es que se
trata de una PYME, o del 4,5% si supera el tope indicado).
Otro cambio que debe mencionarse es que a los contribuyentes extrajurisdicción la alícuota se
eleva del 3,5% al 5,5%.
III - LEY 4035
Luego de todo un período en el que se venía reduciendo tanto las contribuciones como los aportes
de este impuesto al trabajo, casi exclusivo a nivel país, esta reforma eleva al 3% la carga que debe
tributar el empleador por cada dependiente.
IV - IMPUESTOS A LOS JUEGOS DE AZAR
Se crea en la jurisdicción de Entre Ríos este tributo a pagar por cada premio que se obtenga en los
juegos de tómbola (2%), lotería provincial o bingos (5%), como asimismo el canje por dinero de
fichas, tiques o similares presentados al cobro.
V - INCREMENTO DE MONTOS MÍNIMOS O FIJOS
En los impuestos de sellos, actos y contratos sobre inmuebles, operaciones de tipo comercial y
bancario, tasas retributivas, actuaciones notariales y actuaciones administrativas, control de marcas y
señales, expedición de guías, tasas de la Dirección de Transporte, de la Dirección de Catastro, de la
Dirección de Inspección de Personas Jurídicas, en las de los registros públicos y en las de actuaciones
judiciales se incrementaron ya sea los mínimos a ingresar, o los montos fijos, un 20% como mínimo.
VI - IMPUESTO AUTOMOTOR
Al igual que en el inmobiliario se agregan tramos superiores en la escala de valores.
En tanto, el artículo 17 de la ley 10270 en estudio fija que los vehículos de las entidades religiosas
reconocidas oficialmente estarán exentos en la medida en que su valor no supere los $ 200.000 si se
trata de ómnibus, microómnibus, “pick up”, furgones y similares, lo que determina que, salvo que
sean usados, no podrán gozar del beneficio. Para el caso de los automóviles, la franquicia llega hasta
los $ 150.000.
Para las personas discapacitadas, el tope para cualquier tipo de vehículo llega a los $ 200.000.
También se fijan montos mínimos para vehículos que hasta hace poco estaban exentos (por
ejemplo, con antigüedad superior a los 15 años).
VII - DESTINO
El artículo 23 prevé que la recaudación que se genere por la reforma será destinada al
financiamiento del sistema de seguridad social de la Provincia (en crisis), en principio, hasta diciembre
de 2015.
VIII - CONCLUSIÓN
Como puede verse, esta reforma incrementa las alícuotas en muchas áreas que generarán un
efecto multiplicador sumamente negativo, pues acumulará los costos, afectando en definitiva al
consumidor final entrerriano.
Más allá de la búsqueda de mayor recaudación, no se percibe en la misma que exista un sentido
de protección a la economía entrerriana, a pesar de que se establezcan alícuotas mayores a las
empresas de otras jurisdicciones.
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