MANEJO DEL DESNUTRIDO GRAVE. * Hugo R. Mendoza ** Sabemos cómo tratar al kwashiorkor? es el título de un trabajol recién aparecido con la firma de alguien que conoce de cerca la problemática del niño desnutrido en diversasáreas del mundo. Nos referimos a Wharton, Jelliffe y Stanfield. No hay dudas que los conocimientos acumulados en los últimos 20 años sobre la desnutrición, tanto en sus aspectosetiológicoscomo clínicos y fisiopatológicos son considerables, sin embargo, un criterio único en cuanto al manejo no existe,habiendo variacionesque dependende factores locales que imprimen al desnutrido características que en una u otra forma influyen en el manejo; no obstante, varios elementosno admiten discusión comunesal desnutrido de todo el mundo, y son, primero, que la des* Conferencia pronunciada durante la celebración del III Curso de Rehidratación v Nutrición, en noviembre de 1968. Hospital de Niños de Santo Domingo. ** Profesor de Pediatría, Jefe de Servicio del Hospital de Niños de Santo Domingo, R. D. 42 nutrición se produce por un defecto en la aportación o en la utilización, mayormente la primera, de nutrientes básicos y que los factores que más contribuyen a elia y que gravitan sobre su manejo son los sociales, culturales y económicos. La desnutrición es una enfermedadde los países subdesarrollados. Ahora bien, creemosque las formas de la desnutrición "proteico-calórica" que incluye los síndromesclínicos del kwashiorkor y marasmo,merecenuna unidad de criterio terapéutico en sus aspectosfundamentales, para facilitar su manejo, basándose naturalmente en los conocimientos de su fisiopatología, por lo que una intensificación en las investigacionesbásicases necpsario, así como una mayor difusión de los conocimientos adquiridos, no dejando de considerar, sin embargo, que existen, como hemos dicho, factores locales que deben tenerse en cuenta al considerar como vamos a tratat a un desnutrido grave. A continuación pasaremosrevistaa M A N E J OD E L D E S N U T R I D O GRAVE t-: las diversascaracterísticasque deben tenerseen cuentaal considerarel manejo de un desnutrido.Estasson: 1) la infección, 2) los trastornos hidroelectrolíticos, 3) el déficit nutricional, 4) factores secundarios. Es difícil encontrar un desnutrido que no liegue a nosotros con algún tipo de infección, que esprecisamente, el accidente que casi siempte agÍava el estado de desnutrición y que obliga a buscar asistenciamedica urgente2. Infecciones gastrointestinales,de vías respiratoriasy de las vías urinarias son las más frecuentes.En nuestro hospital en el 502 de los coprocultivos se encuentran bactefias patógenaso potencialmente patógenas}4,entre ellas en orden de frecuencia el E. Coli enteropatógeno,Proteusy shigelas.La totalidad de los desnutridospresentan a su ingreso diarrea. A esta contribuyen no solo las bacteriasenteropatógenas como hemos señalado, sino también los parásitos intestinales y quizás los virus. El tubo digestivodel desnutrido ofrece todas las facilidades para "actrvat" la patogenicidad de todos los enteropatógenos,sobre todo por susdéficits funcionales. El 602 de nuestros desnutridos presentan a su ingreso un conteo de colonias bacterianas en urocultivos de más de 100,000 colonias24"Predominan las infecciones por E. Coli, Proteus, Pseudomonasy Proteus y E. Coli y Proteus. Los síntomas de infección de vías respiratorias superiores son comunes, así mismo las neumonitis no son hallazgosrarosen nuestrospacientes22. T,os cultivos de gargantademuestran más frecuentemente la presencia de Estafilococos aureus coagulasapositiva. Las infeccionesestreptococcicas que en un momento fueron sugeridasco- rno posiblemente frecuentes en desnutridos no pareten ser así. Un estudio hecho por nosotros en l0 desnutridos gravescon edema y lesiones cutáneas,demostré que los títulos de antiestreptolisina eran normales a su ingreso y una semana después. El número de casos es pequeño pero sugestivo. Con fines de dar un mayor complemento a nuestrasconsideraciones es conveniente saber que en aquellos casos que se acompañan de septicemia, el germen más frecuentemente hallado ha sido el E. Coli y ocasionalmente el estafilococo aureus,pseudomonas y Proteus. Como podemos ver, la infección bacterianajuega un papel primordial en la patología del desnutrido. Son los gérmenes Gram-negativos, por otra parte, los que predominan, de aquí, que la terapia antibiótica es de capital importancia en el tratamiento inicial. Ahora bien, que antibiótico escogerÍamos? En nuestrassalasdel hospital es costumbrecomenzat el tratamiento cpn la administraciónde antibióticos, generalmenteuna combinación de penicilina procaínica y estreptomicina. Después de nuestra experiencia con la sensibilidad a los antibióticos de las bacteriasmás fiduentemente cultivadashemos sustituído'la estreptomicina por la kanamicina.La dosis de de peniciiina usualmenteacJl-iinistrada es de 400,000 unidades diarias y de kanamicina 15 mg. por kg. en 24 horas. Esta combinación se mantieng por 5 ó 7 días hasta que comprobamos la no existencia de infección bacteriana o tenemos estudiosbacteriológicos que justifiquen un cambio de la terapia antibiótica. Siempre se había consideradoque esta tendencia a las infecciones del desnutrido era debido a la "disminu- 43 Hugo R. Mendoza ción" de las defensas,sin embargo,la acción fagocitaria de los leucocitos, la producción de anticuerpos,el contenido de gama-globulina,así como la respuesta al "stress" son noffnales3,4'5 lo que hace considerar que la frecuencia de las infeccioneses más bien debido al medio paupérrimo de donde provienen, eus a consecuencia del estado nutricional. Son, por lo tanto, dos condiciones unidas a un mismo factor, desnutricióne infecciónmedio. El segundoaspecto a consideraren el manejo del desnutrido grave es su estado hidro-electrolítico. La diarrea, como hemos dicho, es una acompañante inseparabledel desnutrido. La deshidratación, en consecuencia,es una- resultante frecuente al agravarse el estado diarreico, de aquí que, la terapia hidrosalina es necesaria.Hasta hace relativamente poco tiempo la observación de un niño desnutrido con edemashacía al médico abstenerse muchas veces de la terapéutica hidratante, no valorando adecuadamente el estado hídrico del paciente. Esta etapa ha sido superada.Los signos clásicosde la deshidrataciónexisten y deben buscarseen todo paciente con diarrea, aunque esté presente el edemade las extremidades. Los estudios de México demostraron hace poco más de una década que el niño desnutrido tendía a la hipoosmolaridadplasmáticacon hiponatremia que conlleva a hipostenuria con poliuria, contribuyendo a la deshidratacióny pérdidade potasls6,7,8 De aquí que se sugirió la posibilidad de que dando solucioneshiperosmótica se ayudaría mejor a la corrección del problema9. Los resultadosfueron malos. Por otra parte, las soluciones hipotónicas pueden también ser per44 judiciales. Aunq¡re la última palabra no está dicha, nosotros,acostumbramos a administrarlíquidos i.v. en relación a la superficie corporal y grado aproximado de deshidratación,dando solución electrolítica (salina) y glucosadaal 5%, en partesiguales, añadiendo potasio de CIK a la dosisde 3 a 5 mEq. por Kg., en aquelloscasoscon poliuria o despuésque la diuresis se haya restablecido en aquellos casos que han tenido disminución de la misma. La hipopotasemia es un hallazgo común en el desnutridoG. Ciertos cambios en el ECG y en los riñones han sido atribuidos a la misma. La administración de K, en forma de CIK por vía oral es de uso común. Nosotros no la consideramosnecesariaexcepto durante el proceso dc reparación hidrosalinapor vía i.v. Durante la etapa de aporte alimenticio, por vía oral, es innecesaria. Ultimamente se ha venido hablando del Mg en la problemática del desnutrido. La hipomagnesemiadescritapor algunos10,11,12 se consideracomo la explicación del temblor de extremidades observadosen algunos casos de kwashiorkor así como de ciertas alteraciones del ECG. La comunicación de Cadelll2 es dramática al reportar cambios drásticosen el ECG de moribundos desnutridosal administrarsele Mg por vía i.v. Nuestra corta-Experiencia no confirma esto.Obseryamostemblor fino de las extremidades,sobre todo superiores,de algunosdesnut¡idos graves,así como los cambios del ECG, ahora bien, la determinaciónde Mg en los pocos casosque 1o hemos hecho nos da cifras normales. Si bien esverdad que el número de casoses pequeño, así como el método utilizado para su determinaciónl3 podria no ser el mejor, la utilnación de sueros M A N E J OD E L D E S N U T R I D O GRAVE controles confiables sugieren veracidad en nuestrosresultados.No obstante un estudio más a fondo del problema se impone. Por otra parte, nosotros hemos utilizado el sulfato de Mg por vía i.v. en pacientes con kwashiorkor moribundos sin ningún efecto sobre el estado del mismo. Una vez controlados la infección y desequilibrio hidrelectrolítico nos queda el aporte dietético plástico y calórico para iniciar entoncesla recuperación del desnutrido, tratando conjuntamente aquellos otros factores secundarios o asociados.En la etapa del aporte alimenticio no hay mucha unidad de criterio en cuanto a que dar y como dar los materiales plásticos y energéticos, sin embargo, creemos, pues la experiencianos 1oha enseñado que lo importante es poderle ofrecer e interesar al niño en lo que le ofrecemos.Caloríasy proteínasson los elementos fundamentales.Elvencimiento de la anorexiay apatíacaracteristica del desnutrido recién ingresadoal hospital es de capital importancia.Es muy posible que esta anorexiaesté en relación con la infección. Una vez eliminada esta la recuperación se pone en marcha, sin importar si son 100 o 200 caloríaspor Kg o si son 2 o 9 gms de proteinas por Kg lo que se le ofrel ss16,17. Aunque no es un procedimiento de nuestra entera satisfaccí'ónel uso de un tubo nasogástricopuede ser necesario en algunas ocaciones, sobretodo cuando la anorexia es marcada. El inicio de la alimentaciónla hacemos generalmentecon leche desnatada, pasandoa la leche de vaca completa, cuandola diarrea estácontrolada,y adición de otros alimentos,frutas, vegetalesy carne.El uso de monosacándos (glucosa)en vez de disacaridoses recomendableen los primerosdíaspor la posible intole¡ancia adquirida a los mismosl8 La dieta que ofrecemos a nuestros desnutridos aporta aproximadamente de 150 a 200 caloríaspor Kg. y de 3 a 4 gms. de proteínas por Kg., sin adición de suplementosproteínicos, preparados en un'a forma de uso común entre las claseseconómicamentepobres de nuestro país. La adición de vitaminas dependede la presentaciónde signosque sugieran deficiencia de las mismas.La más es la deficienciade vitaminasA. La administración rutinaria de otras vitaminas tales como C y B es rara ya entre nosotros durante su hospitalizaciín. El uso indiscriminado de altasdosisde vitamina B puede aumentarla mortalidad22' Nuéstrosestudiossugierenque no es común la deficiencia de vitamina C entre nuestros desnutridos. En cambio la deficiencia de factores del grupo B es posible que existan. Los nivalesde vitaminasB l2 en niños desnutridos de Haití son bajos. En cuanto al aporte de minerales, con excepcióndel hierro, creemosque lo suplido por nuestradieta essuficients, especialmenteK, Ca Mg y Na. Los factoressecundariosmásimportantes a considerar en el manejo del desnutrido son la anemia y el parasitismo intestinal. A la anemia del desnutrido contribuyen diversosfactores.Prirqeramente el déficit de proteínas, hierrb y posiblemente ácido fólico y vitaminaBl2. Por eso la anemia del desnutrido ho tiene una morfología única. La mayoría de nuestroscasosson hipocrómicas macrocíticasy en segundolugar hipocrómicasnormocíticas.La hipocromía siempre está presente, lo que sugiere un déficit de hierro como factor fundamental. Aunque estudios en áreas aledañas -Jamaica, Puerto Rico v 45 H u g oR ' M e n d o z a Haití- señalana la anemiamegaloblastica como caracteristicodel desnutrido20, en nuestrocasossolo el I6n eta megaloblastica. En el estudio de 10 casos kwashiorkor sin parásitos intestinalesque no murieron, se determinó la hemoglobina a su ingreso y luego semanalmente, sin administrarsehierro ni ácido fólico, solo una dieta suficienteen calorias y proteínas, encontrándose que los niveles de hemoglobinase elevaban, pero nunca excepto dos casos se obtuvo una recuperación de la anemia, señalandoque la administración de hierro ylo ácido fólico es necesaria.Nosotrosadministramosel hierro por vía oral o parental, prefiriendo esta última. El parasitisrno intestinal es un factor frecuentementeasociadoal desnutrido. Los tricocefalos,los ascarisy las uncinarias son los más frecuentes.La infestación masivade los primeros hace tórpida la recuperación.La infestación uncinariásicacontribuye a la anemia. El tratamiento de la parasitosis intestinal se itnpone para aseguraruna total recuperación. La administraciónde sangrese hace entre nosotrosúnicamentepara corregir anemias con valores de hemoglobina de 6 gm. o menos. Creemosde interésunas cuantaspalabras sobre el hígado del desnutrido. Este órgano es el que muestralos cambios anatómicos más característicos, la degeneracióngrasa.La expresiónclínica de este estado patológico no es clara. Solo desde Jamaica se ha reportado insuficiencia funcional del hígado21' Su repercusión en el Pronóstico tampoco es evidente.Sin embargo, creemos su influencia en los procesos enzimáticosvitales. La hepatomegalia se ha descrito como característicaen algunasáreasdel mundolT' no así en46 tre nosotros durante el período de estado, aunque sí dürante el procesode recuperación.Nosotroshemos estudiado un grupo de desnutridos con edema y lesionescutáneasa los cualesse le investigaron diversasfunciones hepáticas a su ingreso y durante su recuperación. La anormalidadde las diversas pruebas varió desde 0 hasta 4On. Aquellos que no murieron mostraron durantela recuperaciónanormalidades desde 0 hasta 2A% ínicamente. En aquellos que murieron el porcentaje de anormalidad entre las pruebasfuncionalesvarió desde0 hasta 66%. Estos resultados, aunque el nirmero de pacientes es pequeño, sugierenciertas influencia de las alteracionesdel hígado en el pronóstico. Por desgraciano tenemos a mano ninguna indicación terapéutica parc este problema. Cuai es el efecto de la patología hepática en el desarrollo de estadoscirroticos? Hay quienes han señaladoque la persistenciade un aumento de las transaminasas séricas durante la recuperación es sinónimo de un daño hepático permanente14, pero otros estudios han dewirtuado estaopinión 15. No queremos dejar de mencionar, antes de terminar, la importancia del aporte afectivo en la recuperacióndel desnutrido. Si el medio donde proceden nuestrospacientesfuera un medio económicamente y culturalmente seguro, el alta, tan pronto se controlaran la infección y los desordenes hidroelectrolíticosy comenzaraa comer fuera lo indicado, para asegurarel afecto materno y del hogar. Por desgracia,la realidad es lo contrario. El ambiente hospitalariodebía ser lo más estimulatorio posible.Esto va sobretodo con los desnutridoslactantes. Evolución de la recuperación. La mejoría del desnutrido gravecomienza a observarsecon la aparición M A N E J OD E L D E S N U T R I D O GRAVE del apetito, el descensodelosedemas, el abultamiento del vientre con circulación abdominal colateral, hepatomegalia en ocasionesy el aumento de la actividad social (Síndrome de recuperación de Gómezl4). El síndrome de recuperación,que observamosen casi la totalidad de los casos,es el índice que usamos para el alta. La aparición de la sonrisa al estímulo externo provocativo es signo inequívoco de la mejoría. El tiempo que toma en aparecOr el sfndrome de recuperación es variable, de 8 a 16 semanas.Unos mejoranrápido, otros muy lentamente, dependiendoen parte de la cronicidad de su estado de malnutrición. El proceso de mejoría se ve salpicado por accidentesinfecciosos a todo lo largo de su hospitalizaciónque hace pesada y costosasu atención. La recuperación es más lenta y tórpida en los maras. máticos. Por último diremos unas palabras en relación a la recuperaciónfinal del desnutrido. Esta no ocurre en el hospital, sino en el hogar. Pero resulta ser que posiblementeen másde un 502 la desnutrición no es producto de escasez alimenticia rcaI sino de escasez cultural y si el niño recuperado de su estado agudo vuelve al mismo medio, volverá a recaer, o su recuperación final seráextraordinariamentelenta. Un manejo adecuadodel desnutrido debe incluir la enseñanza y prédica para una mejoría y modificación de numerosos patrones culturales. He aquí el punto donde convienerecomendarlos llamados centros o clínicas de recuperación nutricional que tan buenos resultados están dando en otros países, hasta que llegue la retardada aurora de nuestrospueblos. Noviernbre10. 1968 BIBLIOGRAFIA t r) Wharton,BA., Jelliffe,D.B. and Stán{ield, J.P. Do we know to treat krvashibrkor?J. '12:721.1968. of Ped. t\ Gomez, F. et al. Mortality in secondand third degree malnutrition. J. Trop. 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