t01_batalla de covadonga

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milicia de Pelayo, un
centenar de cuyos hombres
se había ocultado en la
célebre cueva de Covadonga
y pudo actuar por sorpresa
contra los desconcertados
enemigos. Al Qama halló la
muerte en este lance,
mientras que sus tropas
sufrieron grandes pérdidas en
Esta acción
su desordenada huida al caer
bélica se ha
sobre ellos una ladera debido
tenido
a un corrimiento de tierras
siempre
cerca de Cosgaya en
como
el
Cantabria, según cuenta la
arranque de
leyenda. Lo cierto de todo
la más tarde
esto es que supuso la primera
denominada
victoria de un grupo armado
«Reconquist
Resultado: Victoria
rebelde contra la dominación
En
cuanto
a
las
a», y quizá
cristiana
musulmana en la Península
fuerzas de Pelayo,
por ello ha
Ibérica y que dio pie al
la
historiografía
sido
establecimiento
de
una
reciente no las
mitificada
insurrección
organizada
que
cuantifica en más de 300
por las crónicas cristianas
desembocaría
en
la
combatientes. Con ellas se
(que por otra parte no
fundación
aprestó a esperar a los
aparecen hasta el siglo X) de
del reino
musulmanes en un
tal forma que no se puede
Combatientes:
independie
lugar
militarmente
otorgar valor histórico a lo
Pelayo y tropas
nte
de
estratégico, como lo
que en ellas se cuenta, menos
astures
Asturias.
es el angosto valle de
aún cuando en alguna se
Comandantes: Don
Cangas de los Picos
atribuye la victoria a la
Sólo queda
de Europa cuyo fondo
intervención milagrosa de la
Pelayo
comentar
tapona
el
monte
Virgen María. Tampoco
Fuerzas: 300
brevement
Covadonga, donde un
resulta fiable la ascendencia
soldados
e
cuatro
atacante ordenado no
principesca visigoda que se
Bajas:
desconocidas
aspectos:
dispone de espacio
ha asignado a Pelayo, lo que
(sobrevivieron 10
La
para maniobrar y
seguramente obedece a un
monarquía
pierde la eficacia que
ánimo de legitimación de la
hombres y Pelayo)
visigoda
el número y la
monarquía asturiana como
tuvo como
organización podrían
continuadora de la que fue
constante política el morbus
otorgarle. Allí, en 722, se
desposeída de sus territorios
gothorum como instrumento
produjo la batalla (para
por la invasión musulmana.
sucesorio, un enfrentamiento
muchos,
una
simple
entre las familias tutelares
escaramuza,
sin
embargo
era
Gobernaba
el
norte
que generó graves problemas
un
cuerpo
de
tropas
y
fue
peninsular desde León un
de estabilidad política. La
aniquilado, obligando a
bereber llamado Munuza,
conversión al cristianismo
Munuza a escapar de Gijón,
cuya autoridad fue desafiada
niceano se debió a motivos
donde se encontraba en ese
por los dirigentes astures
fundamentalmente políticos
momento, cosa que no logró,
que, reunidos en Cangas de
(la
cohesión
religiosa
dado
que
a
él
y
sus
tropas
Onís en 718 bajo el liderazgo
generaba
cierta
unidad
encontraron
sepulcro
de Pelayo, tomaron la
sociocultural
y
por
tanto
intentado
escapar,
decisión
de
rebelarse
facilitaba
la
gobernabilidad)
posiblemente
junto
al
río
negándose a pagar impuestos
y pese a ello el paganismo
Trubia) que enfrentó a la
exigidos, el jaray y el yizia.
estuvo
fuertemente
patrulla de Al Qama y a la
Tras algunas acciones de
castigo a cargo de tropas
árabes locales, Munuza
solicitó la intervención de
Córdoba. Aunque se restó
importancia a lo que estaba
sucediendo en el extremo
ibérico, el emir Ambasa
envió al mando de Al Qama
un cuerpo expedicionario
sarraceno que en
ningún
caso
Fecha: primaveraalcanzaría
ni
verano del 722
remotamente
la
Lugar: Covadonga
fabulosa cifra de
Conflicto: Invasión
180.000
hombres
musulmana de la
dada
por
las
crónicas cristianas.
Península Ibérica
La batalla de Covadonga
tuvo lugar en 722 en
Covadonga,
un
paraje
próximo a Cangas de Onís
(Asturias), entre las huestes
de Don Pelayo y tropas
musulmanas que resultaron
derrotadas
extendido en una sociedad
rural
que
encontraba
más cobertura
a sus deseos
terrenales en
divinidades de
la naturaleza
que en la
esperanza de
salvación
ultraterrena.
La entrada de
los
contingentes
bereberes
comandados por Tariq en el
711, se debió a una alianza
militar de Akhila, hijo del
rey Witiza cuyo trono fue
usurpado por
Rodrigo, por
lo
que
se
introdujeron
en el conflicto
del
morbus
gothorum que
enfrentaba a
ambas
facciones por
el control de la
monarquía.
Vencidos los
rodrigistas los
witizanos
prefirieron entregar a los
musulmanes la soberanía y el
control político de una
monarquía inestable, siendo
eso sí compensados con el
reconocimiento
de
propiedades,
religión
y
autoridades propias. Por
último comentar que la
despoblación
de
los
territorios meridionales de la
Cordillera Cantábrica (que
no los septentrionales, donde
nunca hubo ningún tipo de
dominación exterior, ni por
romanos, ni por visigodos ni
por musulmanes) se debió a
conflictos tribales internos en
el emirato independiente,
siendo ésta aprovechada por
Alfonso II el Casto para
ampliar sus territorios.
Visión cristiana de la batalla
Según las crónicas de Alfonso III:
Pelayo estaba con sus compañeros en el monte Aseuva y que el ejército de Alkama llegó hasta
él y alzó innumerables tiendas frente a la entrada de una cueva. El obispo Oppas subió a un
montículo situado frente a la cueva y habló así a Pelayo: "Pelayo, Pelayo, ¿dónde estás?". El
interpelado se asomó a una ventana y respondió: "Aquí estoy".El obispo dijo entonces:
"Juzgo, hermano e hijo, que no se te oculta cómo hace poco se hallaba toda España unida bajo
el gobierno de los godos y brillaba más que los otros países por su doctrina y ciencia, y que,
sin embargo, reunido todo el ejército de los godos, no pudo sostener el ímpetu de los
ismaelitas, ¿podrás tú defenderte en la cima de este monte? Me parece difícil. Escucha mi
consejo: vuelve a tu acuerdo, gozarás de muchos bienes y disfrutarás de la amistad de los
caldeos". Pelayo respondió entonces: "¿No leíste en las Sagradas Escrituras que la iglesia del
Señor llegará a ser como el grano de la mostaza y de nuevo crecerá por la misericordia de
Dios?". El obispo contestó: "Verdaderamente, así está escrito". [...] Tenemos por abogado
cerca del Padre a Nuestro Señor Jesucristo, que puede librarnos de estos paganos [...]. Alqama
mandó entonces comenzar el combate, y los soldados tomaron las armas. Se levantaron los
fundíbulos, se prepararon las ondas, brillaron las espadas, se encresparon las lanzas e
incensantemente se lanzaron saetas. Pero al punto se mostraron las magnificiencias del Señor:
las piedras que salían de los fundíbulos y llegaban a la casa de la Virgen Santa María, que
estaba dentro de la cueva, se volvían contra los que la disparaban y mataban a los caldeos.
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