revision psicoanalitica - Biblioteca Digital de APA

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REVISION PSICOANALITICA
E.: Das Mutterrecht und die sexuelle Umwissenheit der Wilden
(El derecho materno y la ignorancia sexual de los salvajes). "Imago",
XIII, p. 199-222, 1927.
IONES,
Los diversos trabajos sobre el "derecho materno" -comienza
el autor-,
tema muchas veces tratado desde la aparición de la obra de Bachofen (1860),
no están libres de fuertes motivos emocionales. Éstos perjudican la objetividad
de las observaciones y conclusiones. Así, por ejemplo, tiende Vaerting ("The
Dominant Sex") a una representación de una inversión extrema de la relación entre los sexos: todos los derechos y todo el poder (en la familia, en la
sociedad, en el amor y en el gobierno) estarian en manos de la mujer. Esta
descripción se lee, dice e! autor, "como el sueño de una feminista".
Los hechos contradicen a esta representación. El hombre de los tiempos
"bárbaros" no era más manso que e! del presente. "Progenie materna", es
decir, la costumbre de determinar la descendencia y sucesión según la linea
materna, no es idéntico a mando materno (como ya Frazer recalca). Se
encuentra frecuentemente la "progenie materna" junto con la esclavitud de
la mujer. El mando estaba, salvo algunas excepciones pasajeras, probablemente
siempre en manos de los hombres (Frazer). Lo esencial, tal vez lo único importante, del "derecho materno" es el cálculo de la descendencia según la
línea materna. Junto a esto, hay una serie de otras características, pero éstas
aparecen muy irregularmente y, por lo tanto, confunden y complican el
cuadro para e! investigador.
La denominación "matriarcado" deberia ser usada solamente para aquellos
casos raros donde existe realmente el mando materno, es decir, donde la
madre es el jefe de la familia y tiene la potestad sobre los hijos. La existencia precedente de tal matriarcado es señalada por aquellos casos mucho más
frecuentes donde el hermano de la madre posee la potestas ("organización
avuncular").
La herencia de la propiedad y la sucesión (de la jefatura, etc.)
en la organización de derecho materno se transmite generalmente del hombre
al hijo de la hermana. La morada es determinada --en las formas extremas
de las organizaciones de derecho materno-e- por la mujer, a la que el marido
visita o bajo cuyo techo se instala; e! jefe de la familia suele ser, en estos casos,
e! hermano de la mujer.
¿Cuál es el significado del "derecho materno" y cuáles son las causas de
su origen y de su represión ulterior? La hipótesis más importante y frecuente
con respecto al origen del derecho materno es la de la ignorancia sexual
de los salvajes: e! derecho materno seria una consecuencia de la ignorancia
de los hechos de la procreación. Mientras no se adjudica al padre ninguna
participación necesaria en la procreación, es lógico que solamente la madre
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decida sobre los hijos, que exista, pues, el derecho materno. Pero contra esta
hipótesis -que por una parte es -apoyada por considerables argumeritosexisten también importantes objeciones. No sólo conoce la mayoria de los
pueblos salvajes -e inclusive los pueblos con organización de derecho matern~
el papel del hombre en la procreación, sino también evidentemente
vislumbran los hechos aquellos que aparentemente los ignoran. ' Esto se expresa
en especial en el simbolismo de muchas de sus ideas sobre la fecundación
y de ciertas ceremonias. En este sentido, su ignorancia seria un fenómeno
secundario, cubriendo aquélla el conocimiento intuitivo de los hechos; el saber
seria inconsciente, reprimido.
Enlazando el autor sus consideraciones, con esta hipótesis, expresada por
antropólogos, muestra que existe una intima relación entre la ignorancia con
respecto a la participación del padre en la procreación _y la institución del
derecho materno. Ambos fenómenos son determinados por el mismo motivo:
desviar el odio del varón contra su padre.
Los argumentos qué apoyan esta hipótesis son los siguientes: De las dos
tendencias del complejo edípíco, el amor hacia la madre yel odio hacia el
padre, la última es la que parece haber jugado el' mayor papel, por haber
sido ante todo ella (la rivalidad de dos machos sangrientos) la que ha llevado
a la represión y a todos aquellos medios que debían, sostener a ésta. La ambivalencia de los salvajes debe ser aun mayor que-la nuestra. A los sentimientos
amistosos entre los hombres se opone. en primer término, la tendencia incestuosa. Ésta deriva -como parecen pensar los salvajes......;del hecho de que la
madre dió a luz al hijo. De ah] que en, sus ritos referentes a la pubertad
buscan borrar el nacimiento, por medio de la madre y reemplazarlo por un
simbólico renacimiento homosexual (Th, Reik}. Si, según las ideas de los
salvajes. el amor incestuoso deriva del hecho de que la madre dió a luz al
hijo, debe valer 10 mismo --mutatis mutandopara el odio contra el padre.
Se contrarrestan, pues, las tendencias indeseadas que se derivan del nacimiento
negando los hechos correspondientes. La negación del padre- es conocida por
muchas fantasías de los neuróticos. Por medio del rechazo de la participación paterna en el coito y la procreación, es suavizado y desviado el odio
hacia el padre. Esto sucede efectivamente donde se une la institución del
derecho materno con la negación de la participación paterna en la procreación.
La relación entre padre e hijo en estas circunstancias (por ejemplo, en los
Trobriandros; como describe Malinowski) es más intima y amistosa. que en
las sociedades patrilineares.
Pero para los sentimientos negativos también tiene que ser encontrado un
objeto. Éste es, en casi todas las sociedades matrilineares, el hermano de la madre, que tiene la potestas sobre los hijos, es la máxima autoridad, vela por
la disciplina, etc. Se ve en esta división del padre primordial en un padre
cariñoso y un tío severo, que el último fué elegido justamente para jugar
este papel. Para encontrar un objeto sustitutivo para el odio celoso contra
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el padre sólo se ofrecen dos personas: el padre y el hermano de la madre.
Éstos son, debido a las tendencias incestuosas de la madre, rivales del hijo.
De ahí que existen también muchos mitos análogos a la leyenda edípica referentes a estos hombres (Tristán, etc.}.
Mientras en nuestra sociedad' rige el deseo reprimido de "matar al padre '
y casarse con la madre", el deseo en las sociedades matrilineares, en Melanesia,
es dirigido, según Malinowski, a "casarse con la hermana y matar al hermano
de la madre". Esto es, 'en el aspecto descriptivo, cierto. Pero genéticamente
esta última situación, es decir, el sistema matrilinear con su complejo avuncular, debe ser interpretado como' defensa frente a las tendencias' edi picas pri-
marias.
'.
.
'
Con respecto al muy discutido problema antropológico de si había existido primero el derecho paterno y luego el materno o viceversa, piensa el autor
que deben existir tres capas en la evolución y no dos, como por lo general
se acepta: primero, el derecho paterno (la "horda primordial" de Freud},
luego -frecuentemente
pero no siempreel derecho materno, como una
de las formas defensivas frente a las tendencias edípicas, y finalmente, el
sistema patriarcal en su forma 'presente, con su mayor disposición al reconocimiento de la autoridad paterna. Este reconocimiento representa, según
Freud, el paso cultural más importante. Éste se debe -por
lo menos en
parte-- a la sustitución del odio por una homosexualidad sublimada, a la sustitución de ideas de asesinato por ideas de castración. "El precio -termina
el autorque hubo que pagar para eso, es' la disminución de la potencia
sexual del hombre civilizado, con' todas sus consecuencias complicadas."
E.
RACKER.
R.: De la' passivité phallique chez l'homme (Acerca de la
pasividad fálica en el hombre). "Revue Francaise de Psychanalyse", vol.
VlIl, N° 1, págs. 36-43, 1935.
LOEWENSTElN,
El autor hace un estudio de la evolución de la función genital en el varón,
particularmente en lo que respecta a la fase fálica. A raíz de su observación
sobre los disturbios de la potencia sexual, distingue dos formas de la misma
función genital: una activa, que conduce a la penetración y al coito; y otra
con fines' pasivos, caracterizada por el deseó de recibir caricias en el pene,
procedentes del exterior, sea de otra persona o de la propia mano del sujeto.
Esas dos formas, activa y pasiva, corresponden a dos fases de la evolución
infantil de la función genital. El estadio pasivo es el primero cronológicamente,
y engloba la fase del complejo de Edipo. La fase fálica de la evolución
libidinosa se caracteriza, según el autor, por una función de los órganos genitales con fines puramente pasivos.' Los fines activos; la penetración, sólo
aparecen más tarde.
'
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Entre las consecuencias psicopatológicas de una fijación, o de regresión a la
fase fálica --según su concepto bipartita-,
refiérese el autor a una forma
particular de homosexualidad correspondiente a la fijación al estado fálico
pasivo. Esa homosexualidad pasiva se traduce por satisfacciones genitales,
estando ausente todo deseo o satisfacción anal. Los deseos de esos "homosexuales fálicos" culminan en fantasias cuyo esquema es el siguiente: su pene
pequeño es tocado por un pene grande, perteneciente al hombre amado. Esa
fantasia deriva de los deseos del complejo de Edipo invertido.
Loewenstein emplea el término "pasividad" refiriéndoe a los fines sexuales
inherentes a la función genital en la fase fálica, y no debe confundirse con
la acepción general, en el sentido de la pasividad femenina.
W ALDEREDO
MALINOWSKI, BRONISLAW:
ISMAEL DE OLIVEIRA.
Mutterrechtliche Familie und Oedipuskomplex
(Familia matriarcal y complejo de Edipo). "Imago", tomo X, págs. 228277, 1924.
El autor, antropólogo famoso con conocimientos psicoanaliticos profundos,
entabla una polémica contra el concepto de Freud, de sostener que el complejo
de Edipo sea básico en todas las culturas patriarcales: Describe una sociedad
primitiva, en Nueva Guinea, para demostrar, cómo el complejo familiar depende de las circunstancias culturales. Allá no se trata realmente de una
sociedad matriarcal, en el sentido de que la madre tenga el papel dominante
(en estas circunstancias es evidente, que el complejo de Edipo no se presentaria o, en todo caso, tendría un aspecto muy distinto de lo corriente),
sino de que la descendencia y el derecho a la herencia son marrilineares, Es
decir, existe parentesco únicamente por el lado materno y, además, se desconoce todavía la paternidad, hasta como hecho biológico. Sin embargo, las
parejas viven en matrimonio monogámico, criando sus hijos .. Pero la persona
de autoridad máxima para los hijos es el tío materno, quien, por otra parte,
no tiene derecho, de ir a verlos en la casa de su madre, por estar separado de
su hermana por un tabú sumamente estricto. El padre de los hijos los cuida
y quiere, pero desconociendo su parentesco intimo con ellos y vinculándose a
ellos únicamente por ser los hijos de su compañera. Entre los mismos hijos
muy pronto se establece el tabú estricto entre hermano y hermana. Cuando
el varón se acerca a la pubertad y se aleja de' su casa, la autoridad de su tío
maternal, que hasta ahora ha sido más bien ficticia, se convierte en autoridad
real. Asimismo la madre se somete a esta autoridad de su hermano.
Sostiene Malinowski, que supo 'descubrir a través de observaciones directas
y del análisis de diversos mitos y de las normas sociales, que el deseo reprimido
del joven de esta sociedad, que correspondería al deseo <le Edipo, se presenta
bajo esta forma: "Quisiera matar a mi tío materno, para que no me-impidiera
tener relaciones 'incestuosas con mi hermana."
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