Los himnos de Elena de White

Anuncio
QUIERO SABER / ESPIRITU DE PROFECIA - Agosto de 2006
Los himnos de Elena de White
¿Cuáles eran los himnos preferidos de la Sra. White?
Responde DANIEL OSCAR PLENC director del Centro de Investigaciones White en la Argentina.
Durante el período que se extiende entre el chasco de 1844 y la organización de la Iglesia
Adventista del Séptimo Día en 1863, los pioneros cantaban himnos milleritas, a los que fueron
añadiendo otros cánticos que destacaban sus creencias peculiares. Varios adventistas como Annie
Smith, Urías Smith y Roswell F. Cottrell escribieron sus propios himnos. Durante este tiempo,
Jaime White compiló suficientes himnos como para publicar cinco himnarios y cuatro suplementos,
que fueron usados ampliamente.
Los White incluían cantos en sus cultos matutinos y vespertinos. William C. White, tercer
hijo del matrimonio, recuerda que Jaime dirigía los cantos, y que el himno “Por la mañana, ¡oh,
Señor!” [Lord, in the Morning] era el que se entonaba con más frecuencia al comenzar el día. Ella
M. (White) Robinson, nieta mayor de Elena, también menciona que a menudo los White iniciaban
el día con “Por la mañana” y se iban a dormir con “Dulce oración”. Ambos himnos estaban entre los
favoritos de su abuela Elena.
La Sra. White utilizaba himnos como parte de sus predicaciones o invitaciones. Al concluir
un sermón durante una sesión de la Asociación General de 1903, hizo un llamado a la congregación,
oró e invitó a los presentes a cantar. Recuerda Elena de White: “Le pedí a la congregación que
cantara ‘Roca de la eternidad’ [...] Este himno era una oración a Dios en la que todos podíamos
unirnos, y sé que los ángeles de Dios se unieron a la petición que se elevó de tantos corazones y
voces” (Manuscript Releases, t. 17, p. 290).
En realidad, los White formaban una familia de músicos. Jaime White (1821-1881) solía
cantar un himno mientras caminaba con su Biblia por el pasillo de la iglesia rumbo al púlpito. Era
un buen cantante e hijo de Juan White, un diácono y profesor de canto. Francisco E. Belden (18581945), sobrino de Elena de White, fue el más prolífico escritor de himnos adventistas del siglo XIX.
Escribió decenas de himnos para adultos y para niños, muchos de los cuales todavía se cantan. Los
dos hijos mayores de los White, Henry y Edson, eran músicos. Henry murió a los 16 años, pero
Edson escribió música y publicó varios himnos. Se recuerda a Henry como un chico alegre y
amigable, que con frecuencia dejaba oír su voz a sus compañeros de tareas en la Review and
Herald.
Otro de los himnos preferidos de la Sra. White fue “Cariñoso Salvador” [Jesus, Lover of My
Soul], escrito por Carlos Wesley. Su diario del 15 de julio de 1892 registra estrofas de este himno al
narrar su experiencia de preparación del libro El Deseado de todas las gentes, mientras residía en
Australia.
Un sábado por la tarde de 1915, poco antes de su muerte, la anciana Elena se vio rodeada de
familiares y amigos que entonaban algunos de sus himnos favoritos. Mientras cantaban “Hay un
mundo feliz más allá” [Sweet By and By], la Sra. White se les unió desde su cama con voz débil y
temblorosa.
Ella M. Robinson asegura haber oído específicamente a su abuela cantar “Abrigadas y
salvas en el redil” [There Were Ninety and Nine] mientras realizaba las tareas del hogar. Al
momento de cantar acerca de los esfuerzos del pastor por encontrar la oveja perdida, su voz se
volvía tierna y afligida.
Elena de White tuvo muchos otros himnos predilectos. Pero, por encima de todo, tuvo
consejos oportunos respecto del canto y la música. Las siguientes declaraciones de La educación,
página 168, son una buena muestra.
“Nunca se debería perder de vista el valor del canto como medio educativo. Cántense en el
hogar cantos dulces y puros, y habrá menos palabras de censura y más de alegría, esperanza y gozo.
Cántese en la escuela, y los alumnos serán atraídos más a Dios, a sus maestros, y los unos a los
otros.
“Como parte del servicio religioso, el canto no es menos importante que la oración. En
realidad, más de un canto es una oración. Si se enseña al niño a comprender esto, pensará más en el
significado de las palabras que canta, y será más sensible a su poder”.
Descargar