Casos agudos de diarrea epidémica porcina en una granja de cerdas y una de transición EL CASO CLÍNICO DEL MUNDO Matthew A. Ackerman Introducción sobre la Diarrea epidémica porcina (PED) PED no aparece en las listas de la OIE; PED no se considera una enfermedad exótica en EEUU, sino una enfermedad transfronteriza PED no es una enfermedad zoonótica, lo que significa que no afecta a las personas PED no es un peligro para la seguridad alimentaria PED se parece clínicamente a la GET PED en una granja de cerdas Este caso ocurrió en una granja de 6.000 cerdas de Indiana (que forma parte de una empresa de 15.000 cerdas) con multiplicación interna. El gerente me llamó la tarde del domingo 5 de mayo de 2013 y me dijo que habían tenido un aumento de diarreas en lechones en la maternidad, especialmente en los más grandes (10 – 18 días de vida). También me comentó que en una de las 8 salas de gestación, de 650 plazas, tenían cerdas con vómitos y diarrea. Ninguno de los trabajadores de la granja se había enfrentado a TGEv con anterioridad y estaban preocupados por si se trataba de dicha enfermedad. Animé al supervisor de producción a llamar al cliente que compraba los lechones destetados, informarle de nuestra preocupación y preguntarle qué quería hacer con la partida de lechones que debían destetarse esa semana (si querían retrasar el destete un día, llevarlos a un sitio diferente, etc). El lunes, 6 de mayo, fui a la granja y todo parecía correcto en seis de las ocho salas de gestación. En la número 3, una cerda estaba vomitando. Había pensado recoger muestras de heces de la octava sala, pero no había heces sólidas: la sala estaba cubierta por diarrea líquida. Terminamos usando toallas de papel para absorver algunas muestras. En la sala de partos todavía quería convencerme a mí mismo de que sólo era un caso puntual de PRRS /Salmonella o una diarrea endémica por E. coli. Los lechones de más de 3 días de edad presentaban una “típica” diarrea endémica por E. coli / Clostridium en el 10% de las camadas. Sin embargo, entre los 7 y los 14 días de vida, el 50% de los lechones tenían diarrea. Los lechones estaban estirados sobre las cerdas y estaban literalmente cubiertos de manchas marrones de diarrea seca. En este punto me convencí de que se trataba de TGEv e implantamos el feedback inmediatamente en esta unidad. Feedback Pese a mi recomendación de un feedback estándar de 1 intestino de lechón para cada 10 cerdas, sólo utilizaron uno para 100 cerdas. En lugar de realizar el feedback durante 3 días consecutivos, sólo lo proporcionaron un día y observaron si alguna cerda o área de la granja no se ponían enfermas. A estos animales que no respondieron se les realizó el feedback de nuevo 3 días después. Comento esto porque, pese a mi preocupación inicial por una acción tan alejada de las recomendaciones publicadas, parece que consiguieron producir cerdos negativos a PEDv. Aviso a los vecinos El mismo lunes por la tarde avisamos a las granjas vecinas en un radio de 5 millas. Informamos a los granjeros, y a sus veterinarios, de que potencialmente podríamos tener GETv y que estábamos preparando el feedback. Queríamos alertarles para que pudiesen protegerse aumentando la bioseguridad con su personal. Segundo brote El martes, 7 de mayo, una unidad de 3.600 cerdas de la misma empresa de 15.000 presentó signos clínicos de GETv en dos de sus salas de parto más pequeñas, en lechones que estaban a punto de ser destetados. Tuvimos los mismos signos clínicos, aunque en menor grado, por toda la granja. Destetamos todos los lechones que pudimos hasta los 10 días de vida y realizamos el feedback en todas las cerdas de la granja que no tenían lechones de menos de 10 días de vida. Cuando llegaban a los 10 días, los destetábamos y realizábamos el feedback con material congelado en las cerdas. La empresa de 15.000 tenía una tercera granja donde no aparecieron diarreas tipo GET. Esta granja se encuentra a 2 horas de las otras. El pienso de las tres procede de la misma fuente. Detuvimos todo movimiento de personal, equipo y subministros entre las 3 granjas exceptuando el pienso, que siguió siendo proporcionado por la misma fuente. Dilema diagnóstico El miércoles por la tarde, 8 de mayo, llegaron los resultados del PCR de la granja de 6.000 y eran negativos a TGEv. El jueves por la tarde, 9 de mayo, llegaron los de inmunohistoquímica y también eran negativos a GETv en la de 6.000. También llegaron los de PCR de la de 3.600, también negativos a GET pese al informe histopatológico: “…atrofia severa consistente de las vellosidades con atenuación, inflamación y pérdida de epitelio en los extremos de las vellosidades, con una ratio vellosidad/cripta muy alterada, de 1:1. No se observan coccidios. No se observa colonización bacteriana. Las lesiones sugieren una severa infección viral aguda“. Llamé al laboratorio para comentarles mi preocupación por los resultados. Repitieron todos los análisis y mandaron muestras al Laboratorio del Servicio Nacional Veterinario (NVSL) para realizar un análisis con microsopía electrónica (ME). El viernes 10 de mayo por la tarde, la ME confirmó la presencia de coronavirus en las muestras, mientras que en el NVSL se estaban llevando a cabo nuevos análisis para determinar si era o no PEDv. En este momento la enfermedad se etiquetó como “coronavirus no productor de GET”. Aviso a los vecinos – otra vez El mismo viernes por la tarde tras saber que el virus no era GETv y que potencialmente podría ser PEDv hablé con mi cliente y decidimos volver a avisar a los vecinos y sus veterinarios poniéndoles al día de la situación. También llamé a nuestro Servicio Veterinario Estatal para informarles sobre el diagnóstico de “coronavirus no productor de GET”. El jueves 16 de mayo el NSVL confirmó el diagnóstico de PEDv. Consecuencias clínicas La granja de 6.000 cerdas realizó el feedback el lunes 6 de mayo por la mañana. Todas las cerdas de la unidad enfermaron (vómitos y diarrea). Los lechones destetados durante la primera semana se recuperaron perfectamente en la transición en 5-7 días. La semana siguiente, los destetados tenían un peso medio de 4,76 kg frente a nuestra media de 6,12 kg y presentaban problemas en el destete. Después de la infección de las cerdas se infectaron todos los lechones. El 100% de los lechones de menos de 7 días murieron y lo siguieron haciendo durante dos semanas. Tres semanas más tarde las cosas mejoraron con una supervivencia del 15% de los lechones a los 4 días. A partir de allí la producción se recuperó, alcanzando el 100 % a las 8 semanas tras la infección. Dos semanas tras el feedback, las cerdas parecían estar bien. Algunos abortos, unos cuantos nacidos muertos, pero todas estaban comiendo y parecían encontrarse bien. Análisis de seguimiento En un intento de demostrar que el virus había desaparecido, tras la desaparición de las diarreas alrededor de los 90-100 días post-feedback, cada semana tomamos hisopos rectales a 30 lechones de 7 – 14 días de vida y los enviamos en grupos de 5 para buscar PEDv con PCR. Realizamos estos análisis hasta conseguir 4 semanas consecutivas de resultados negativos. También monitorizamos la explotación en busca de signos clínicos y realizar nuevos tests ante cualquier duda. El objetivo era conseguir un estatus positivo, pero estable, frente a PEDv tal como proponen Morrison, et al. PED en una transición En el caso de PED en la transición no vimos todos los signos clínicos. La granja de cerdas estaba produciendo 2.000 lechones por semana. La granja había tenido un goteo de PRRS por lo que a los lechones les costaba un poco arrancar. Cada semana mejoraban pero notamos un diarrea grisácea, como de rotavirus. Enviamos muestras al laboratorio y nos confirmaron la presencia de rotavirus. Al repetir los análisis, unas veces detectaron rotavirus A, otras A & B, y a veces una Salmonella extraña. Nos limitamos a medicar el agua con neomicina durante 5 días para la Salmonella y simplemente se pusieron bien. Cuando vi el diagnóstico “Enteritis atrófica severa por rotavirus A/B”, llamé para preguntar si habían buscado PEDv. Lo reanalizaron y confirmaron PEDv. Si no hubiera sido por eso, todavía pensaríamos que sólo habíamos tenido un problema de rotavirus grave, con una Salmonella secundaria. Moraleja De estos casos de PEDv he aprendido y comparto con mis clientes: 1. Hay que enviar siempre muestras al laboratorio en cada nuevo brote, aunque pienses que sabes de qué se trata. 2. Hay que tener cuidado con los signos clínicos de PEDv, se parecen a los de GETv y en engorde pueden ser leves. 3. Hay que intentar no ser un vector y controlar todas las vías de transmisión. 4. Camiones: Lavar, limpiar, desinfectar secar y aplicar calor – la mejor medicina es la prevención. 5. Comunicarse con los vecinos, sus veterinarios y todos los subministradores. 6. Vigilar la bioseguridad: Cerdos Purines Camiones Personas Suministros Lavado y desinfección de camiones Ferias de ganado Conclusión Aunque PEDv atacó con fuerza a dos de las granjas de mis clientes, en 8 semanas recuperaron la producción normal. Los lechones fueron negativos a los 100 días post-infección durante 4 semanas consecutivas. Seguimos monitorizando clínicamentre la población para ver si el virus se ha ido realmente o si va a pasar a ser endémico.