ivan el terrible

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IVAN EL TERRIBLE
Serguei Eisenstein, afamado cineasta ruso, ideó
plasmar, en tres películas, la discutida pev;onalidad del Zar Iván IV. En vísperas de la segunda
guerra mundial se dedicó por entero a est-a empresa Que no llegaría a terminar. Con entusiasmo
realizó la primera y segunda paite. La enfermedad
y muerte prematura lu sorprendieron cuando escribía los apuntes de la tercera película. Sin embargo
tanto Iván El Terrible como La Conjuración de los
Boyardos, nombre dt: la segunda película todavía
desconocida en muchas partes, muestran con elocuencia el arte sin mácula de una de lus cumbres
de ¡a cinematografía mundial. Con Serguei Eisenstein acontece como con todas las grandes personalidades del arte; su figura se agiganta a medida
que se lo estudia en el relieve de sus creaciones.
Punto de partida.
Sin duda que la llave para entender a Iván £1
Terrible se encuentra en las particulares intenciones creadoras de Eisenslein, quien so sintió atraído
por la compleja personalidad de aquel Zar de Rusia que vivió entre los años 1530-1584. Del estudio
de aquei difícil trozo de historia, Einstein extrajo
un arquetipo de gobernante contradictorio en muchos aspectos y de variado claro-oscuro sicológico.
Según Eisenstein, Iván IV reúne las virtudes del
estadista, del militar y del diplomático. Hombre
voluntarioso, de caráefer impulsivo y poseedor de
un sentimiento de paternidad sobre todos sus subditos. Las penosas circunstancias de! primer tiempo de
gobierno, la tenaz persecución por parte de la nobleza boyarda —que se opuso a la idea de unificar
el lerritorio— y los asesinatos que aquellos perpetraron en la familia del Zar, cambiaran el carácter
de Iván IV, quien se transformó en un ser desconfiado, colérico y vengativo.
Eisenstein no llega a sacar conclusiones sicológicas de la rica y contradictoria personalidad del
biograCado. Sin embargo allí están los hechos y
el acopio de notas temperamentales, elocuentes por
si mismos y que traerán el interés de cualquier
estudioso del hombre, aportando de esta manera
sencilla el material caracteríológico para avanzar
en la explicación del "compuesto indescriptible" de
los filósofos.
El relato de Eisenstein.
La historia de las dos películas comienza a mediados del siglo XVI, cuando las campanas de la
catedral de "La Asunción", en Moscú, anunciaron
a toda Rusia que había un nuevo Zar y en el recinto religioso, el Arzobispo Pimen proclamaba a
Iván IV como al "zar coronado por Dios". Los boyar-
dos inclinaron la cabeza delante del orgulloso monarca y comprendieron que comenzaba una nueva era.
Así también lo entendieron las potencias extranjeras acostumbradas a invadir el territorio ruso y
que. ahora se apresuraban a enviar Embajadoras y
representantes a la corte rusa. El bra/u del joven
rey era poderoso y su justicia no tenía limites.
Entonces la nobleza boyarda inició la intriga, cuyos
hilos aLaron a gobernantes de potencias extranjeras. Iván conoció que el trono era el blanco de
estas maquinaciones. Se rodeó de gente sencilla y
fiel, alejó a ios consejeros y despidió a los boyardos. La nobleza no dio tregua y el móvil del ataque se dirigió a aniquilar la resistencia moral de
Iván IV. Cuando el Zar realizaba la campaña de
anexión del reino tártaro de Kazan, fueron asesinados la zarina, sus familiares e íntimos del Zar
"Que Iván quede solo, desmoralizado y débil" fue la
consigna de los boyardos.
La modalidad que adquiere un ser, cuando tan
certeros ataques se orientan a derrumbar su interior, es imprevisible. De un cúmulo de pruebas vitales a que es sometida la psiquis humana, puede
resultar tanto el heroísmo como la locura o el desequilibrio emocional. A veces sobrevienen las tres
cosas al mismo tiempu, o lo que es más raro lodavía, se elabora un arquetipo diferente de hombre.
Desconocidas potencias de] espíritu quedan liberadas y se origina una nueva categoría de persona-
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lidad, que lodos temen o admiran seeruiame.nte. T;il
aconteció con iván IV, a quien la historia denominó "El Terrible". Al promediar el mediodía de
su existencia y cuando recién apuntaba la madurez
de sus años, el Xsi de Rusia su turnó impenetrable
v perseguidor de sus múltiples enemigos. Nadie
sabía Ío que el pensaba y cómo obtenía información de lo que sucedía y se tramaba. Siempre que
sus enemigos quisieron asesinarlo, el puñal se volvió en contra de ellos mismos. Una idea se clavó
en la mente del Zar: doblegar a la Hubiera boyarda
y unificar el territorio ruso.
Conclusiones.
Este kombz-e, solitario en el poder, irritable a la
menor contrariedad y bondadoso en la raiz de su
ser, impresionó la retina del mejor cineasta soviético obligándolo, por así decirlo, a entregar al publico de ludas tas naciones la fisonomía de un gran
rey; amador del pueblo, justiciero, diplomático J
primera iíguru en el campo de batalla. De un
interior atormentado y sacudido po¡' pasiones violentas, pronto a estallar en ira como a conmoverse
hasta el borde de las lágrimas. No sólo el temperamento de Iván IV era distinto ai de sus cüiiiempuráncos, sinu también el tísico y el rusiro. En este
aspecto es notable la interpretación lograda por el
actor Nikolai Chcrkasov, a quien se pudo admirar
en el papel de Don Quijote. Como Iván El Terrible
Cherkasov se asemeja a un gigante salido de la
piedra; sombrío en el mirar y de porte majestuoso.
Es el que ha nacido rey y Que tiene madera para
ejercer la autoridad. Extraña mezcla de sacerdote
y guerrero, portador de un fuego extra terrenal y
de un poder invencible. "Es grande la fuerza de
mi poder... ¡Teirible soy para mis enemigos", es
la frase que lo resume con exactitud.
Entre las virtudes artísticas de Serguei Eisenstein
hay una que lo pone al niargen de todo catálogo;
era lector incansable del rostro humano y estudioso de su tiempo. Sus películas llevan una impronta inconfundible que nunca se descifrará sulicientemente. "La huelga", "El Acorazado Palemkin", "Alejandro Nevski", se caracterizan por el
análisis de periodos de la historia que significaron
un cambio de estructuras sociológicas.
Preguntado en cierta ocasión sobre la curiosa
lécnica empleada en la segunda parte de Ivan El
Terrible, donde, las noches del Zar están descritas
en culor y el resto de la historia, en depurado
negro-blanco, aventuró un juicio que lo describe
admirablemente:
;
"E1 método tradicional, empleado en el cine ame
ricano y en Europa occidental, presenta a los héroes históricos dotados de rasgos de carácter y acciones comunes, generalmente conocidos por todos.
Nosotros decidimos atenernos a un método distinto.
Ante todo, hemos querido imprimir a nuestro personaje la sensación de majestuosidad, abstraemos
de los rasgos comunes en el carácter del protagonista y destacar los rasgos trágicos de su misión
histórica. Esta tendencia explica el estilo y et ritmo dtí nuestro film. Los diálogos están entrelazados con los coros y la música de Prokófiev. La
grandeza del tema exigió medios escenográficos
monumentales".
Enrique SANHUEZA B.
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