doctrina_liberacion nacional_1

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NUESTRA DOCTRINA
LIBERACION
NACIONAL
CUADERNILLO 1
Fundamentación Teórica
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POR LA LIBERACION NACIONAL Y EL
SOCIALISMO
- Fundamentación Teórica El nacionalismo y el internacionalismo son dos polos unidos y en lucha en el marco de la
contradicción ideológico- política de la lucha de clases del capitalismo.
Nacionalismo
Nacionalismo
Burgués
Nacionalismo
Revolucionario
Internacionalismo
Internacionalismo Internacionalismo
Burgués
Revolucionario
Y como todo es una contradicción, a su vez el nacionalismo tiene dos polos en su seno,
unidos y en lucha: el nacionalismo burgués y el nacionalismo revolucionario.
Lo mismo se aplica al internacionalismo, tiene dos polos en su seno que luchan por sus
intereses de clase.
LA NACIÓN COMO
PRODUCTIVAS
RESULTADO
DEL
DESARROLLO
DE
LAS
FUERZAS
1) La ideología y la política nacionalista surge del desarrollo del modo de producción
capitalista.
2) La nación en su definición más amplia, es principalmente el conjunto de las relaciones
engendradas entre los miembros de una comunidad para organizar el trabajo y el
intercambio de los bienes que producen. Estos vínculos generados por la base productiva
están unidos a los de un mismo idioma, creencias, hábitos, estilos de vida, religión,
costumbres, literatura, arte, elaboración intelectual, etc. Estos polos de la contradicción
base y superestructura se condicionan, están en lucha y en algunas naciones en
coyunturas determinadas factores de la superestructura condicionan fuertemente a la
base productiva, teniendo en cuenta que los factores económicos son los determinantes.
3) Antes de la nación burguesa, se generaron civilizaciones, comunidades, reinos, imperios,
formas históricas de organización social que respondían a las necesidades de los modos
de producción (comunismo primitivo, asiático, esclavismo y feudalismo) con sus
características especiales de orden económico, político, religioso, cultural, jurídico, etc.,
que no son motivo de este análisis.
4) La nación burguesa nace y se desarrolla como necesidad de ampliar las fuerzas
productivas trabadas por las barreras aislacionistas y autárquicas del feudalismo. Se hace
necesario un mercado unificado, sin barreras, con una administración centralizada en el
marco de aplicación de tecnificación y división del trabajo en la producción, necesidad
de mano de obra disponible y capacidad de consumo; necesidad de territorios con lengua
y culturas homogéneos; monedas, pesos y medidas uniformes para facilitar el
intercambio de mercancías. Estos elementos conforman las bases políticas y jurídicas del
estado nacional burgués.
5) Las barreras fueron, entonces, límites entre culturas e idiomas. Se generó un sentimiento
comunitario diferente al feudal y la concepción burguesa de igualdad (ficticia por las
diferencias de clase) forjó un sentimiento nacional, de país, de patria, de “comunidad
entre iguales”, diferente a las castas anteriores (de sangre, religión, raza, etc.) Esta
solidaridad social en base a símbolos comunes, con historia común, con un pasado que
se identifican y una autonomía del presente y construcción del futuro, fueron forjando la
conciencia nacional. Los dos polos de la contradicción nacionalismo (sentimiento y
2
conciencia) lucharon entre sí unidos, siendo el sentimiento el polo viejo y el de
conciencia el nuevo, hasta conformar un sistema teórico-político.
EL SENTIMIENTO Y LA CONCIENCIA DEL NACIONALISMO
El sentimiento, elemento de adhesión primaria de las masas a la patria, a la nación,
promovió en los dos últimos siglos la prédica “patriótica” imperialista y la prédica de rebelión, de
liberación nacional en los pueblos sojuzgados por el colonialismo y el imperialismo (sentimiento
nazi en la década del 30 y sentimiento nacional vietnamita contra franceses o yanquis).
Este sentimiento nacionalista contrapuesto está basado en intereses de clase contradictorios.
Los contenidos de clase concientizan o enmascaran acerca de la proyección política del
nacionalismo.
El carácter del nacionalismo es un elemento fundamental para la tarea revolucionaria; es una
tarea militante primordial para abordar el contacto con el pueblo, a partir de la realidad insoslayable
de un sentimiento y conciencia nacional de las masas, en el desarrollo de la lucha de clases.
EL NACIONALISMO Y EL MATERIALISMO HISTORICO
1) El nacionalismo surge como un desarrollo de las fuerzas productivas y necesidades de
expansión de las mismas. El desarrollo, el progreso, es impulsado por la burguesía,
propietaria de los nuevos medios de producción enfrentada a la nobleza, operando como
factor retardatario.
Entre la nobleza y los burgueses coexistieron las masas populares. Estas estaban en disputa
de las clases antagónicas en lucha. La burguesía necesitaba apoyarse en el pueblo para su
movilización revolucionaria, y para atraerlos hacia la lucha nacional levantaba las consignas
de justicia, libertad, igualdad, fraternidad, democracia, opuestos a las feudales de
arbitrariedad, despotismo, origen de sangre, casta y monarquía de derecho divino.
Las consignas democráticas de la burguesía las asumieron los pueblos pues significaban una
superación de los privilegios y servidumbres feudales.
2) Este proceso arranca en la Edad Media y culmina con la Revolución Francesa.
Legítimamente la burguesía como clase revolucionaria condujo las luchas, pues no
solamente encarnaba valores nuevos sino que prometía mejoras materiales a inmensas
mayorías trabajadoras sumergidas, por su condición de servidumbre, en la ignorancia, la
pobreza, en la leva forzada, y demás arbitrariedades de la nobleza.
Los pueblos no han estado ajenos a la creación de las naciones. Este es el contenido popular
unido al contenido burgués de la nación, fueron protagonistas de la lucha antifeudal pero no
se beneficiaron del resultado.
3) Triunfante la burguesía se profundizó la lucha entre los intereses diferentes de ésta y del
pueblo, los que habían sido aparentemente comunes. Los pueblos amenazaron los fines de la
burguesía y ésta reprimió en forma sangrienta y cruel, pasando de ser una fuerza
revolucionaria, hasta ese momento, a una fuerza antihistórica.
4) La nación constituida en nación burguesa desfiguró el sentido revolucionario social de los
orígenes del nacionalismo. Lo nacional se va identificando con la explotación capitalista y
del crecimiento del poder de la burguesía como clase. El nacionalismo perdía su contenido
popular revolucionario y se conviertía en burgués-reaccionario.
El nacionalismo burgués sirve para mantener sus privilegios de clase y arrojar a los pueblos,
en base a ese sentimiento, a guerras asesinas imperialistas, esclavizando a otros pueblos. El
nacionalismo burgués reaccionario deforma la conciencia colectiva, impulsa al patrioterismo
exacerbado, desvía al propio pueblo de su lucha de liberación y actúa de válvula de escape
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para frustraciones colectivas. Desfiguró también el contenido liberador y universalista de los
conceptos unidos con la inicial lucha nacional.
La igualdad se hace formal: la igualdad ante la ley burguesa, es un velo jurídico para
garantizar la desigualdad real.
La fraternidad como solidaridad humana integral choca con la concepción individualista
burguesa, con la ley del mercado con el trabajo del hombre como mercancía.
El concepto de justicia, basado en el derecho burgués, es el escudo que protege a la
propiedad privada y justifica la explotación clasista.
La democracia, reducida a un aspecto formal (sufragio universal y representación social en
el marco del dominio capitalista), en los hechos es la dictadura de clase burguesa embozada.
5) La dominación burguesa inculcó en los sectores populares “su sentimiento y conciencia
nacionalista”, al margen de la lucha de clases como una supuesta coincidencia de intereses
entre explotadores y explotados. El desarrollo del sistema capitalista fue erosionando esa
supuesta coincidencia y se desarrolló en la clase obrera una conciencia social opuesta a la
conciencia burguesa, basada en la liquidación del capitalismo y la recuperación de la nación
para las masas trabajadoras.
EL NACIONALISMO BURGUES
1) Consolidadas las naciones burguesas, la expansión de sus economías las llevan a conquistas
territoriales por fuera de sus fronteras. Las conquistas de esos territorios son mediante la acción
militar o asociación con las clases explotadoras nativas. El desarrollo de la nación en las
metrópolis, como resultado dialéctico del crecimiento de las fuerzas productivas, determina que
el desarrollo productivo en las naciones periféricas sea trabado, impedido e interferido.
La lucha en los países dependientes no es solamente contra las trabas retardatarias que frenan el
aumento de las fuerzas productivas sino también la lucha contra el saqueo imperialista.
Surge un nacionalismo de la conciencia social de los trabajadores contrario al nacionalismo
burgués y que recupera el contenido popular y revolucionario en sus orígenes históricos.
Mientras el nacionalismo burgués vernáculo copia a las burguesías centrales y termina
negándose a si misma, convirtiéndose en apéndice de proyectos imperialistas.
Al nacionalismo, entonces, como categoría de análisis, le corresponde pasar por la lucha de
clases y se manifiesta como:
a) nacionalismo agresivo conquistador que avasalla otros pueblos.
b) Un nacionalismo defensivo frente a la agresión imperialista, buscando una
nación independiente, libre y soberana.
El caso “a” justifica áreas de dominación de otros países o regiones con el pretexto de
supuesta “superioridad racial, defensa de la democracia, destino manifiesto, sagrados intereses de la
patria, civilización occidental y cristiana”; pero en definitiva guerras de conquista (guerras de
conquista colonial, 1ª y 2ª guerras mundiales, intervenciones imperialistas derribando gobiernos
populares, intervención en Vietnam, Laos, Camboya, Afganistán, Irak, etc). Es un nacionalismo
imperialista ya sea “democrático” o nazi fascista. Es un nacionalismo de los sectores monopolistas
en su necesidad de materias primas, mercados, etc. El control económico y político de otros países
para su saqueo, es una necesidad inevitable de su propio desarrollo. A los países dependientes les
espera la descapitalización creciente, el saqueo de sus riquezas naturales y la superexplotación de su
mano de obra.
El caso “b” lo constituye el nacionalismo de los pueblos que luchan por liberarse, y dentro
de éstos quienes sufren en mayor grado el dominio imperialista son las masas trabajadoras. Este
nacionalismo revolucionario (como sentimiento y conciencia liberadora) desempeña un papel de
primera línea en todas las revoluciones triunfantes o en curso (FLN Argelia, FLN Vietnam, ELN
Bolivia, ELN Colombia, FMLN El Salvador, FSLN-Nicaragua, EZLN Méjico, FRELIMO
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Mozambique). Existen cientos de ejemplos más de organizaciones nacionalistas revolucionarias,
anticolonialistas y anticapitalistas.
La lucha nacional antiimperialista se va transformando en lucha de liberación contra todo
tipo de opresión social.
El carácter de liberación social del nacionalismo revolucionario define campos dentro del
propio país. Se desarrolla un nacionalismo burgués nativo preocupado por garantizar el sistema
capitalista, asociado al imperialismo y el nacionalismo revolucionario de los trabajadores
consecuentemente antiimperialista.
En esta distinción reside el éxito o fracaso de un proceso de liberación nacional en los países
dependientes. Si no se continúa en forma ininterrumpida de la liberación nacional a la social
(socialismo), el proceso se aborta y la burguesía proimperialista retoma la conducción económica
social y política (FSLN Nicaragua).
NACIONALISMO EN LOS PAISES DEPENDIENTES
1) El nacionalismo burgués en los países dependientes es una proyección ideológica de la
burguesía de los países centrales, revela su claudicación de un proyecto nacional, porque
su existencia depende de la asociación con el imperialismo. Sus intereses son debilitados
y amenazados por la propia asociación con el imperialismo, y en ocasiones
circunstanciales se apoyan en los sectores populares para mejorar su contrato de
asociación con éste. En esa puja secundaria de las burguesías con el imperialismo, pujas
menores, es cuando coinciden intereses en forma circunstancial, coyuntural y parcial con
los intereses populares. Al no ser consecuente en su lucha contra el imperialismo, la
burguesía es potencialmente traidora de todo tipo de acuerdo circunstancial con los
trabajadores. La dependencia de las burguesías nativas con respecto al imperialismo es
financiera, económica, política y cultural y en el mercado mundial participa en las
condiciones que el imperialismo les fija.
2) Esta burguesía se conforma con la independencia formal y utiliza cada vez menos la
movilización popular para conseguir logros frente al imperialismo, porque ha crecido la
conciencia nacional y social de los trabajadores.
3) La burguesía dependiente – supuestamente nacional – ha luchado por hegemonizar los
procesos de liberación nacional y castrarlos de su contenido social, evitando ir a las
raíces del sistema de explotación. Identifica sus intereses, de la misma manera que las
burguesías de las metrópolis: “los intereses de la nación, de la patria, del interés general,
de las políticas de estado, de un proyecto de un país para todos”. Este falso concepto de
lo nacional en el pueblo es alimentado y conducido por el aparato de los medios de
comunicación, en manos de la propia burguesía. La acción militante (teórica y práctica)
de los movimientos revolucionarios permite la toma de conciencia de los verdaderos
intereses históricos y humanos de los trabajadores. Esto no implica que la lucha abierta y
directa contra estas burguesías no tenga momentos de coincidencia de intereses contra el
imperialismo y no se puede actuar en forma indiferente. En esos momentos
coyunturales, tácticos, se debe mantener la independencia política de las organizaciones
populares.
4) La lucha nacional de los oprimidos en los países dependientes es la lucha concreta de sus
reivindicaciones sociales La lucha nacional implica el cuestionamiento del sistema de
propiedad impuesto por el imperialismo y sus socios nativos. Para los trabajadores, su
condición de esclavo asalariado no depende de la nacionalidad del explotador. Dada la
base social obrera de la lucha nacional, una auténtica conciencia nacional asume una
conciencia de clase obrera. La clase obrera es la única capacitada para dar una respuesta
humana y solidaria a la comunidad en su conjunto, eliminando las clases; dando una
respuesta integral, total a los sentimientos y conciencia nacionales.
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INTERNACIONALISMO
El nacionalismo identificado con la conciencia de clase obrera, se proyecta desde un punto
de vista humano en el internacionalismo. Para la burguesía lo individual se opone a lo social en todo
lo que ataque la propiedad privada; lo mismo que lo nacional se opone a lo internacional en todo lo
que ataque a sus empresas o al estado al servicio de sus multinacionales.
Para los revolucionarios lo nacional es una condición necesaria para potenciar el socialismo.
Es una contradicción no antagónica para los revolucionarios lo individual –social y lo nacionalinternacional. Lo individual se desarrolla en lo social y lo nacional (una forma histórica de existir lo
social) adquiere su plenitud en el internacionalismo socialista revolucionario.
Las masas obreras en los países centrales conducidas por burócratas reformistas,
socialdemócratas y amarillistas propatronales son llevadas a coparticipar en la explotación
imperialista; estas mayorías obreras irán avanzando en su conciencia internacionalista en la medida
que las luchas de liberación nacional y social avancen.
La izquierda liberal, la izquierda socialdemócrata y la izquierda seguidista a estrategias
social-imperialistas distorsionaron el nacionalismo revolucionario asimilándolo a un solo concepto
reaccionario (nacionalismo a secas).
Esta categoría no fue analizada como una contradicción (nacionalismo burguésnacionalismo revolucionario) y esa “izquierda” se opuso en función del internacionalismo a
procesos de liberación nacional sirviendo por el contrario a políticas nacional-burguesas o
socialistas burocráticas.
El internacionalismo sectario y desligado de la lucha concreta de los trabajadores frenó la
comprensión de las diversas realidades y de los diferentes niveles de conciencia de los trabajadores.
Se levantaron esquemas políticos y estrategias revolucionarias divorciadas de la realidad. Copiando
esquemas de los países centrales a los países dependientes. En los países centrales la contradicción:
burguesía-proletariado se expresa en forma directa. En los países dependientes es más compleja la
red de contradicciones. Al oponerse a los procesos de liberación nacional, ayudaron indirectamente
a que las burguesías lideraran el rumbo de la lucha nacional y desprestigiaron ante las masas el
propio valor del internacionalismo como antinacional. Se debe sumar a esto, la política de los PC de
la III internacional subordinados a la diplomacia soviética.
Con la limitación mecánica del “socialismo en un solo país” y la “coexistencia pacífica” se
constituyeron en una prolongación de los intereses de la burocracia soviética frenando el ímpetu de
los procesos revolucionarios.
El internacionalismo proletario quedó como algo extraño de los pueblos, cuyos sentimientos
se ligaban con las luchas por la liberación nacional.
La base de todo auténtico internacionalismo es la lucha real y efectiva contra el sistema
burgués-imperialista en el propio país. –si bien la liberación nacional y social se consolida a nivel
mundial se va arribando de revolución en revolución; existe entonces una ligazón interrelacionada
entre las revoluciones nacionales y la revolución mundial. En el mundo colonial y semicolonial las
luchas asumen un carácter antiimperialista, una lucha de liberación nacional que toma un carácter
anticapitalista, una lucha contra las burguesías subordinadas e incapaces de un proyecto propio.
Esta lucha apuntala a sectores revolucionarios de la clase obrera en los países metrópolis y
profundiza las contradicciones entre burguesía y proletariado, reformistas y revolucionarios dentro
de los sectores populares mancomunados todos por un objetivo común: la lucha por el socialismo.
Para nuestros países de América Latina la revolución es continental, regional, basados en un
pasado de luchas comunes lideradas por Artigas, San Martín, Bolívar y el Che.
MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO ORIENTAL
Montevideo, julio de 2007
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