Consejo de la Magistratura RESOLUCION Nº 320/05 En Buenos Aires, a los 25 días del mes de agosto del año dos mil cinco, sesionando en la Sala de Plenario del Consejo de la Magistratura del Poder Judicial de la Nación, con la Presidencia del Dr. Enrique expediente 431/04, S. Petracchi, los señores consejeros presentes, VISTO: El caratulado "Gómez, Ángel Ignacio c/ titular del Juzgado del Trabajo Nº 28, Dr. Víctor Arturo Pesino", del que RESULTA: I. La presentación del Sr. Ángel Ignacio Gómez a efectos de radicar denuncia contra el Dr. Víctor Pesino, titular del Juzgado Nacional en lo Laboral Nº 28, toda vez que, a su criterio, incurrió en la causal de mal desempeño (fs. 1/8). Expresa que inició un juicio por despido contra el Banco Itaú Buen Ayre Sociedad Anónima y que el proceso tramitó sin inconvenientes hasta que llegó al estadio procesal de los alegatos. Agrega que el 27 de noviembre de 2003 su abogado presentó el alegato y solicitó autos para sentencia. El 18 de febrero de 2004, entiende que sorpresivamente, el juez dispone como medida de mejor proveer la declaración testimonial de dos personas que ya lo habían hecho en el momento procesal oportuno. Asimismo intima a un perito contador para que dentro del plazo de cinco días evacue un punto de una pericia que según el denunciante ya había sido concluida y presentada sin haber sido observada por las partes. El punto de pericia que reclamaba no había podido realizarse por no habérsele suministrado al especialista la información necesaria porque el demandado no contaba con ella, circunstancia ésta que figuraba en el expediente. Tras la intimación, el perito nuevamente debió requerir la información al banco, y el banco volvió a contestar que no contaba con dicha información (fs. 7/7 vta.). Señala que concurrió a las audiencias en las que se llevaron a cabo las declaraciones testimoniales ordenadas y estos actos se realizaron ante la secretaria, pero que cuando se pone el acta a la firma figuraba la presencia del juez. Junto con su abogada manifestaron esa irregularidad, por lo que se hizo presente el Dr. Pesino y de muy mala manera increpó a su letrada. Luego, en virtud de lo acontecido, se fijó nueva audiencia para los testigos y cuando concurrieron el juez los interrogó únicamente acerca de si ratificaban lo declarado en la anterior audiencia (fs. 7 vta.). Informa que el 10 de agosto de 2004 le notifican la sentencia que le resulta adversa. Agrega anómala, y que por ante algunos esta situación comentarios, que consideraba solicita informes comerciales de los que se desprende que Víctor Arturo Pesino posee una cuenta en el Banco Itaú. En consecuencia, entiende que el juez fue "parte" y debió haberse excusado en virtud de lo establecido en el art. 30 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación. II. En función de las medidas preliminares previstas en el artículo 7 del Reglamento de la Comisión de Acusación se requirió un informe al Banco Itaú Buen Ayre Sociedad Anónima y el expediente objeto de la denuncia. III. El Banco Itaú Buen Ayre Sociedad Anónima informó que "el Señor Víctor Arturo Pesino, D.N.I. Nº 10.200.456, fue titular de un conjunto de servicios denominados 'VIP', al que le corresponden las siguientes cuentas": cuenta corriente en pesos, caja de ahorro en pesos y caja de ahorro en dólares. Que las cuentas fueron cerradas el 2 de diciembre de 2004 (fs. 21/23). IV. Asimismo, se compulsó los autos "Gómez, Ángel Ignacio c/ Banco Itaú Buen Ayre s/ Despido", expediente 17909/02, del cual, con relación a los hechos denunciados, surge lo siguiente: a) El 10 de diciembre de 2003, el Dr. Pesino dispuso que pasen los autos a despacho para dictar sentencia (fs. 225). b) El 10 de febrero de 2004, el juez dispone, como medidas de mejor proveer, intimar al perito contador para que dentro del plazo de cinco días complete su informe, e interrogar nuevamente en declaración testimonial a los Sres. Consejo de la Magistratura Bogado y Spina. c) A fs. 231 se presenta el perito y manifiesta que el punto de pericia pendiente no pudo evacuarlo por cuanto no pudo obtener los elementos fehacientes para realizar el análisis, consistentes en los movimientos de la cuenta de gastos (caja chica) de la Sucursal Barracas del Banco Itaú Buen Ayre S.A., pues esta entidad no se los había proporcionado. El 27 de febrero de 2004, el juez intima a la demandada a que acompañe la documentación requerida por el perito (fs. 232). A fs. 244 el perito informa que en el Banco le hicieron saber que no contaban con los documentos requeridos, por lo cual no podía completar lo requerido. d) A fs. 241, se encuentra agregada el acta de la declaración testimonial de Luis Spina, en la que no estuvo presente la abogada de la parte actora y la que se desarrolló con normalidad y fue luego firmada por el testigo, el juez y la secretaria. e) A fs. 249, fechada el 14 de abril de 2004, figura el acta de la declaración testimonial de Pedro Daniel Bogado, en cuya parte final se dejó constancia de lo siguiente: "En este estado, cedida que fue la palabra a la parte actora manifiesta que la audiencia llamada por S.S. fue tomada por la secretaria privada, solicitando se deje constancia de esa circunstancia. OIDO LO CUAL S.S. RESUELVE: Lo manifestado por la peticionante es exacto en tanto el suscripto dejó un interrogatorio firmado y que en este acto se agrega para formular al testigo las preguntas complementarias que entendía eran necesaria para dilucidar algunos aspectos de la declaración anterior. La presentación de la letrada traduce la inquietud de que habiendo sido la audiencia convocada por el suscripto, esta no fue tomada en forma personal. En consecuencia y a fin de salvaguardar su derecho de defensa y cumplir acabadamente [con] el fin de la audiencia, convócase nuevamente al testigo BOGADO para el día 12 de mayo a las 10.00 hs." Posteriormente, a fs. 255, con fecha 12 de mayo de 2004, figura una nueva acta de declaración testimonial en la cuál se le pregunta al testigo Pedro Daniel Bogado si ratifica los términos de su declaración y éste respondió que así lo hacía. En dicha audiencia estaba presente la abogada del denunciante, quien firmó también el acta. e) El 16 de julio de 2004, el juez dicta sentencia por la que resuelve rechazar la demanda e imponer las costas al demandante (fs. 257/8). La sentencia se encuentra apelada (fs. 268/9). CONSIDERANDO: 1º) Que se denuncia al juez por "anormalidades" cometidas en la tramitación de la causa y por lo que, a criterio del denunciante, constituye una "anormalidad" de mayor entidad: no haberse apartado de la causa en la que la parte demandada era el Banco Itaú Buen Ayre S.A. pese a tener una relación contractual con esa entidad, en establecido en el artículo 17, inciso 4º del violación a lo Código Procesal Civil y Comercial de la Nación. 2º) Que, en primer lugar, debe puntualizarse que las irregularidades que el denunciante identificó en la tramitación fueron las medidas probatorias que dispuso el juez oficiosamente luego de concluidos los alegatos. Sobre este cuestionamiento, cabe señalar que estas medidas para mejor proveer constituyen una potestad otorgada legalmente al magistrado por la Ley de Procedimientos Laboral. En efecto, en el artículo 80, tercer párrafo de la ley 18.345 (texto según modificatoria 24.635), prevé que el juez "(e)n cualquier estado del juicio podrá decretar las medidas de prueba que estime convenientes, requerir que las partes litigantes reconozcan los documentos que se les atribuyan, interrogar personalmente a las partes, a los peritos y a los testigos y recabar el asesoramiento de expertos". En este orden de ideas, no hay nada que reprochar a la actuación del juez por cuanto las medidas que fueron ordenadas durante el proceso, se relacionaban directamente con el objeto de la demanda y se produjeron en un tiempo razonable, luego del cual se dictó sentencia. Por lo tanto no existió ninguna irregularidad, ni siquiera desprolijidad, en la tramitación de la causa. Si el denunciante consideraba que las medidas ordenadas eran impertinentes, nada obstaba a que lo manifestara en el proceso y que utilizara los medios procesales Consejo de la Magistratura idóneos para impugnarlas, pero no lo hizo. 3º) Que, por otro lado, tampoco constituye una falta que el juez haya concurrido a la declaración testimonial de Luis Spina recién al final para cerrar el acto, si atendió los reclamos que planteó la abogada del denunciante y en su presencia el testigo ratificó lo que había manifestado ante su Secretaria. El acta que se labró cumplió su cometido, traducir fielmente la declaración del testigo y fue firmada ante el juez y la secretaria, estando presente la letrada del actor. En definitiva, el reparo que se efectúa es meramente formal porque no se advierte violación al derecho de defensa ni manipulación del medio probatorio. 4º) Que, finalmente, se cuestiona que el juez no se haya apartado del conocimiento del litigio cuando supuestamente mediaba una causal que el Código Procesal contempla como motivo de excusación. En efecto, el artículo 17, inciso 4, establece: "Serán causales acreedor, legales deudor o de fiador recusación: de alguna (...) de Ser las el juez partes, con excepción de los bancos oficiales". En primer lugar, debe resaltarse al respecto, que ni Ángel Gómez ni su abogada, la Dra. Grass introdujeron esta cuestión en el proceso, pues las normas procesales prevén efectos y procedimientos específicos para que las partes canalicen todo planteo que tengan sobre la imparcialidad del juez. Ellos deben hacerse valer, previo al dictado de la sentencia y no cuando ella les fue adversa. Por otro lado, también se pudo haber planteado en la apelación para el caso de que se haya tenido noticia luego del dictado de la sentencia. El denunciante introduce un asunto de corte netamente jurisdiccional y que, en este caso, no atañe a la responsabilidad política del juez, por tratarse de una cuestión opinable, pues si bien parecería que la situación se ajusta a la letra del artículo 17 citado, existen principios en juego que no pueden ser soslayados. Debe señalarse que, por regla general, derivada del principio constitucional de "juez natural" (artículo 18), es que los jueces tienen la obligación legal de intervenir en todas las causas que le son asignadas. La jurisprudencia pacíficamente ha establecido que las causales de recusación deben ser interpretadas en forma restrictiva (LL, 2001-C, 416; LL, 2001-A, 572 y LLC, 2001-660). Sirva como ilustración de la vigencia del principio expuesto, que el Código de Ética de Santa Fe, en su artículo 4.6, establece que "(e)l juez no debe apartarse con facilidad o ligereza de los expedientes que están bajo su jurisdicción". Por otro lado, en concordancia con estos principios, se ha interpretado ante una situación de similares características que "la mera existencia de una cuenta corriente a favor del juez en la institución bancaria privada ejecutante no lo convierte en acreedor o deudor en los términos del art. 17 inc. 4 del CPCC en tanto siquiera se invoca la existencia de un crédito exigible por uno u otro, siendo que tampoco se advierte la posibilidad de que la titularidad de la cuenta corriente pudiera producir en el ánimo del magistrado una coerción moral que le impidiera sentenciar con toda libertad de conciencia" (CNCiv., Sala A, 10/04/1997, publicado en ED 177-269). Teniendo en cuenta lo expuesto, no puede afirmarse que el juez careció de imparcialidad al dictar sentencia por el sólo hecho que no se excusó cuando los motivos por los que debía haberse apartado no fueron introducidos por ellos en el proceso, cuando no se indicó concretamente en qué se benefició a la contraparte y cuando la existencia de la causal invocada era cuanto menos opinable. En tal sentido, cabe afirmar que "las decisiones de los jueces, contienen a veces una dosis mayor o menor de opinabilidad la cual, más allá de la amplitud o rigidez del criterio empleado, y del grado de discrepancia que pueda observarse, no puede ser considerada siempre y sin más, como una manifestación del mal desempeño o de delito en ejercicio de su función" (Dictamen 19/00 de la Comisión de Acusación, expediente Nº 214/99, del 25 de abril de 2000). 5º) Que, por todo lo expuesto, y toda vez que los hechos reprochados no configuran causal de responsabilidad política, ni siendo merecedores de ningún otro reproche, es que corresponde -con acuerdo a lo propuesto por la Comisión de Acusación (dictamen 44/05)- desestimar la presente denuncia. Consejo de la Magistratura Por ello, SE RESUELVE: 1º) Desestimar el pedido de apertura del procedimiento de remoción del doctor Víctor Arturo Pesino, titular del Juzgado Nacional del Trabajo Nº 28. 2º) Notificar al denunciante y al magistrado denunciado, y archivar las actuaciones. Regístrese y notifíquese. Firmado por ante mí, que doy fe. Fdo.: María Lelia Chaya - Abel Cornejo - Joaquín Pedro da Rocha - Juan C. Gemignani - Claudio M. Kiper - Juan Jesús Minguez Eduardo D. E. Orio - Lino E. Palacio - Luis E. Pereira Duarte - Victoria P. Pérez Tognola - Miguel A. Pichetto - Carlos A. Prades - Humberto Quiroga Lavié - Marcela V. Rodríguez Beinusz Szmukler - (Secretario General). Jorge R. Yoma - Pablo G. Hirschmann