1 13 de Diciembre – Fusilamiento de Manuel Dorrego

Anuncio
1
13 de Diciembre
– Fusilamiento de Manuel DorregoPor Ricardo Darío Primo*
[email protected]
“Mi querida Angelita: En este momento me intiman que dentro de una hora debo morir; ignoro
por qué; más la Providencia Divina, en la cual confío en este momento crítico, así lo ha querido.
Perdono a todos mis enemigos y suplico a mis amigos que no den paso alguno en desagravio
de lo recibido por mí. De los cien mil pesos de fondos públicos que me adeuda el Estado, sólo
recibirás las dos terceras partes; el resto lo dejarás al Estado. Mi vida, educa a esas amables
criaturas, sé feliz, ya que no has podido ser en compañía del desgraciado”.
El 13 de Diciembre de 1828, moría fusilado el Gobernador y
Capitán General de la Provincia de Buenos Aires Manuel Dorrego por
orden de Juan Lavalle.
Había nacido en Buenos Aires en 1787 y cursó sus estudios en el
Real Colegio de San Carlos siguiendo los mismos en Chile dónde
participa del movimiento revolucionario de 1810.
Ya en las Provincias Unidas del Río de la Plata integró el Ejercito
del Alto Perú, combatiendo en Suipacha y en otras grandes batallas.
Es en Estados Unidos dónde conoce las características del
sistema democrático y federal, ideas que luego sostendrá y defenderá a
muerte.
El Poder Ejecutivo Nacional en nuestro país fue establecido el 6
de Febrero de 1826, siendo Rivadavia el primer Presidente. Dos o tres
días después envía al Congreso su proyecto sobre Capital de la
República.
Los federales se oponían al mismo ya que establecía a la ciudad
puerto de Buenos Aires como capital del Estado.
Sostuvo Dorrego:
“He aquí la aristocracia, la más terrible, porque es la aristocracia del dinero (…)
Échese la vista sobre nuestro país pobre: véase que proporción hay entre
domésticos y asalariados y jornaleros y las demás clases, y se advertirá quienes
van a tomar parte en las elecciones. Excluyéndose las clases que se expresan en el
artículo, es una pequeñísima parte del país, tal vez no exceda de la vigésima arte
(…) ¿Es posible esto en un país republicano? ¿Es posible que los asalariados sean
buenos para lo que es penoso y odioso en la sociedad pero que o puedan tomar
parte en las elecciones?” El argumento de quienes habían apoyado la exclusión era
que los asalariados eran dependientes de su patrón. “Yo digo que el que es
capitalista no tiene independencia, como tienen asuntos y negocios quedan más
dependientes del Gobierno que nadie. A esos es a quienes deberían ponerse trabas
(…) Si se excluye a los jornaleros, domésticos, asalariados y empleados. ¿Entonces
quiénes quedarían? Un corto número de comerciantes y capitalistas”. Y señalando a
la bancada unitaria: “He aquí la aristocracia del dinero y si esto es así podría
ponerse en giro la suerte del país y marcarse (…) Sería fácil influir en las
elecciones; porque no es fácil influir en la generosidad de la masa, pero si en una
corta porción de capitalistas. Y en ese caso, hablemos claro: ¡el que formaría la
elección sería el Banco¡”
“El 27 de Junio Rivadavia renunció a la presidencia de la
República. El 5 de Julio el Congreso eligió Presidente a Vicente López y
Planes quien nombró ministros a Marcos Balcarce, legista, y a Tomás
2
M. Anchorena, directorial. El partido federal era dueño de la situación
política del país. El 12 de Agosto, Dorrego fue elegido gobernador de
Buenos Aires” (Barba, Enrique. Unitarismo, Federalismo, Rosismo.
Buenos Aires, Ediciones Pannedille, 1972)
El 1 de Diciembre de 1828 Lavalle se pronuncia con Dorrego
quien abandona Buenos Aires, y luego de ser detenido es fusilado en
Navarro el día 13.
Lavalle escribió:
“Participo al Gobierno Delegado que el coronel Dorrego acaba de ser fusilado por mi orden, al
frente de los regimientos que componente esta división. La historia juzgará imparcialmente si el
coronel Dorrego ha debido morir o no morir, y si al sacrificarlo a la tranquilidad de un pueblo
enlutado por él puedo haber estado poseído de otro sentimiento que el del bien público”.
Años más tarde, se descubrirían las cartas instigadoras de dicho crimen:
Carta de Salvador María del Carril a Lavalle, sugiriendo la necesidad de tomar
medidas
drásticas
contra
Dorrego, 12-12-1828
Señor
general
don
Juan
Lavalle
Querido
general:
(…) Ahora bien, general, prescindamos del corazón en este caso (…) Así, considere
usted la suerte de Dorrego. Mire usted que este país se fatiga 18 años hace, en
revoluciones, sin que una sola haya producido un escarmiento (…). En tal caso, la
ley es que una revolución es un juego de azar en el que gana hasta la vida de los
vencidos cuando se cree necesario disponer de ella. Haciendo la aplicación de este
principio de una evidencia práctica, la cuestión me parece de fácil resolución. Si
usted, general, la aborda así, a sangre fría, la decide; si no, yo habré importunado
a usted; habré escrito inútilmente, y lo que es más sensible, habrá usted perdido la
ocasión de cortar la primera cabeza a la hidra, y no cortará usted las restantes; ¿
entonces, qué gloria puede recogerse en este campo desolado por estas fieras ¿.
Nada queda en la República para un hombre de corazón”. Salvador María del Carril
Mientras tanto en San Nicolás para dicha época el General
Lavalle ordenó el reestablecimiento de la Comandancia Militar que
había sido suprimida un año antes por Dorrego. La ciudad se
preparaba para las consecuencias funestas de ese grave crimen. La
ciudad se convertiría en una plaza de guerra contra las fuerzas de
Santa Fe. La misma era comandada por José Feliz Bogado. El pueblo
de Pergamino sin embargo se ponía del lado de Estanislao López. (De
la Torre José, Historia de San Nicolás de los Arroyos, Editorial
Rosario, Rosario, 1947)
Pero esa, ya es otra historia…
* Profesor de Historia, escritor, historiador
Descargar