seguridadalimentaria Menú de sobras sin bacterias La falta de control de la temperatura es el principal riesgo a la hora de llevarse la comida que ha sobrado en el restaurante L a costumbre de llevarse a casa la comida sobrante del restaurante podría tener su origen en el término doggy bag (bolsa para el perro). Esta expresión se usaba para describir aquellos alimentos que no se comían en los establecimientos hosteleros y que se guardaban para las mascotas. En España, no es una práctica muy habitual (ni siquiera está muy bien vista), pero en EE.UU. sí que lo es y, en Francia, incluso algunos locales ofrecen bolsas a sus clientes para que puedan llevarse la comida a casa. La ventaja principal de esta iniciativa es que reduce el desperdicio de 40 los alimentos, un problema sobre el que consumidores, industria, responsables sanitarios y sector de la restauración están cada vez más sensibilizados. Aun así, también conlleva ciertos riesgos relacionados con la seguridad de los alimentos. De modo que, para llevarla a cabo con confianza, es fundamental tomar una serie de precauciones en materia de manipulación, higiene y transporte de los alimentos (como sucede en EE.UU.). Además, el consumidor debe tener en cuenta que, una vez que sale del restaurante, la responsabilidad de que la comida sea segura es suya. Temperatura en riesgo Uno de los principales riesgos asociados a llevarse la comida del restaurante tiene que ver con la temperatura. Esta afecta en gran medida al crecimiento de bacterias vinculadas a intoxicaciones alimentarias. Entre los 5 o C y los 60 oC se considera zona de peligro, ya que las posibles bacterias de un alimento pueden multiplicarse en poco tiempo y convertirse en un riesgo para la salud. Si un plato se mantiene en esta zona de dos a cuatro horas, aunque se haya manipulado y cocinado de forma adecuada, el riesgo de intoxicación aumenta. Además, estas horas se acumulan. Si un plato caliente reduce su temperatura durante dos horas, luego se recalienta y, más tarde, pasa otras dos horas en la zona de peligro, tampoco será seguro. Es un aspecto especialmente importante en verduras, carne, pescado, arroz, pasta y en los alimentos que contengan huevo. Es necesario, por tanto, contar con ciertas pautas a la hora de llevarse la comida sobrante de un establecimiento, tanto para los restaurantes como para el consumidor, que será el responsable final de la seguridad del plato. Recomendaciones para el restaurante: Menos despilfarro • Refrigerar los alimentos cuanto antes. España es el sexto país de Europa con mayor despilfarro de alimentos, según diversos estudios europeos. En noviembre de 2013, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) celebraba la semana de la reducción de desperdicios, dentro de la estrategia “Más alimento, menos desperdicio”. Bajo el lema “Buen aprovecho”, el Ministerio propuso maneras para ahorrar y sacar provecho a los alimentos. Entre otros trucos básicos, aconsejaba pedir con moderación en el caso de comer en un restaurante y también recordaba la posibilidad de pedir la comida sobrante en un envase para llevar. Asimismo, se incluyó en la iniciativa un adhesivo para los establecimientos de hostelería, en el que figuraba el siguiente mensaje: “Comprometidos con el aprovechamiento de alimentos. Pide tu bolsa para llevar a casa”. De acuerdo con la iniciativa, el canal HORECA (Hostelería, Restauración y Catering) trabaja en cambiar hábitos y modificar las cartas o los menús, por ejemplo, adecuando las • Contar con un procedimiento específico que contemple dar restos de alimentos a los clientes. • Ofrecer los alimentos en envases limpios, no reutilizables, ni suministrados por el cliente. • Escribir la fecha y la hora de preparación de la comida en el envase. • Recordar a los clientes que deben almacenar la comida tan pronto como sea posible, de acuerdo con las directrices de seguridad alimentaria, es decir, a temperaturas de refrigeración. • Si es posible, ofrecer las instrucciones de cómo manipular los restos de comida: almacenamiento, transporte y recalentamiento. Recomendaciones para el consumidor: • Manipular los alimentos cocinados y crudos por separado. • Tirar los alimentos que no se hayan refrigerado dentro de las dos horas de la preparación del plato. Debe tenerse en cuenta que los alimentos que se dejan más de dos horas sin refrigerar pueden llegar a duplicar el número de ciertas bacterias cada 20 minutos. • Recalentar los alimentos por encima de los 75 oC durante al menos dos minutos. • Las sobras se pueden guardar en la nevera de tres a cuatro días o congeladas entre tres y cuatro meses. raciones a los tamaños apropiados. Según el sector, los platos demasiado grandes o pesados generan desperdicios de alimentos, lo que obliga a buscar alternativas: medio menú, dos primeros platos en vez de un primero y un segundo, media ración, minipostres o menú infantil. Así, en HORECA analizan dónde se produce el desperdicio, pesando los restos orgánicos que se generan en la cocina e identificando el lugar donde se han producido y los motivos que los han originado. www.consumer.es 41