Silvia Grau ¡Que pase el que sigue! Ilustrado por Dolores Pardo ACTO ÚNICO PERSONAJES: DOCTOR CLEMENTE DAMA HOMBRE ABUELO MADRE HIJA MANUELA (Interior del consultorio del doctor Clemente que, asomado a una puerta, llama a los pacientes.) DOCTOR: ¡Que pase el que sigue! (Entra una dama.) Texto © 2010 Silvia Grau. Imagen © 2010 Dolores Pardo. Permitida la reproducción no comercial, para uso personal y/o fines educativos. Prohibida la reproducción para otros fines sin consentimiento escrito de los autores. Prohibida la venta. Publicado y distribuido en forma gratuita por Imaginaria y EducaRed: http://www.educared.org.ar/enfoco/imaginaria/biblioteca Silvia Grau - ¡Que pase el que sigue! DOCTOR: (Sentado a su escritorio con lapicera en mano pregunta para anotar en la historia clínica.) ¿Usted se llama...? DAMA: Ana, doctor, pero estoy sana. DOCTOR: ¿Sana? ¿Y entonces para qué vino? DAMA: Para ensayar. DOCTOR: ¿Ensayar? DAMA: Sí, para cuando me vaya a enfermar. Hay que prepararse. DOCTOR: Pero, eso es adelantarse. DAMA: Y, sí. Me adelanto para después no sentir espanto. DOCTOR: Señora, usted se está adelantando y yo hoy estoy muy atrasado. DAMA: Está bien. Vuelvo cuando no esté apurado. (Sale la dama y el doctor Clemente vuelve a llamar a un paciente.) DOCTOR: ¡Que pase el que sigue! (Entra un hombre con cara de angustiado.) HOMBRE: (Habla antes de sentarse.) Doctor, estoy preocupado. DOCTOR: Bueno, mi amigo. Me lo cuenta cuando esté sentado. (Cuando el hombre se sienta.) DOCTOR: Me dejó la puerta abierta. (El hombre se para y va a cerrar.) DOCTOR: ¿Qué me iba a contar? HOMBRE: (Habla antes de sentarse.) Que estoy muy preocupado. DOCTOR: Mejor me lo cuenta cuando esté sentado. (Cuando el hombre está en la silla.) DOCTOR: Ahora vaya a la camilla. HOMBRE: (Mientras camina a la camilla.) Como le contaba doctor, estoy muy preocupado. DOCTOR: Sí, pero me lo cuenta cuando esté acostado. (El hombre se acuesta en la camilla.) DOCTOR: Sáquese las zapatillas. HOMBRE: (Con asombro, mientras se saca las zapatillas.) ¿Me va a revisar? -2- Silvia Grau - ¡Que pase el que sigue! DOCTOR: Sí, se va a tener que sentar. HOMBRE: (Cuando se sienta.) ¿Y, doctor, puedo contar? DOCTOR: Me dijo que está preocupado, pero ahora póngase de costado. HOMBRE: Sí, doctor, muy angustiado... DOCTOR: A ver, póngase del otro lado. HOMBRE: (Dándose vuelta.) Pero, doctor, ¿me va a escuchar? DOCTOR: Sí, amigo, pero se tiene que parar. HOMBRE: (Poniéndose las zapatillas.) ¿Ya terminó de revisar? DOCTOR: Sí, ahora me puede contar. Pero antes le aclaro que usted está sano. HOMBRE: Eso ya lo sé, el enfermo es mi hermano. DOCTOR: ¿Era eso lo que quería contar? HOMBRE: Sí, doctor. Me preocupa que él no quiera entrar. DOCTOR: ¿Qué es lo que lo asusta? HOMBRE: Los remedios no le gustan. DOCTOR: Bueno, dígale que se calme. Ya vendrá alguna otra tarde. (Sale el hombre. El doctor se asoma y los llamados retoma.) DOCTOR: ¡Que pase el que sigue! (Entra un señor mayor y se sienta frente al doctor.) DOCTOR: ¿Cómo anda abuelo? ABUELO: Ay, m’hijito, siempre por el suelo. DOCTOR: Bueno, abuelo, ésa no es sorpresa. ABUELO: Pero mire cómo tengo la cabeza. DOCTOR: (Revisándolo.) Veo unos cuantos chichones. ABUELO: Sí, y cuarenta moretones. DOCTOR: Abuelo, no tiene nada grave, pero no siga usando chancletas para andar en bicicleta. ABUELO: ¿Le parece doctor? DOCTOR: Claro, abuelo, es lo mejor. Y ahora, vaya. (Sale el abuelo del lugar y el doctor vuelve a llamar.) DOCTOR: ¡Que pase el que sigue! (Entra una señora muy prolija acompañada de la hija.) -3- Silvia Grau - ¡Que pase el que sigue! SEÑORA: Buenas tardes, doctor, aquí le traigo a mi hija. DOCTOR: ¿Cómo te llamás querida? MANUELA: Manuela. DOCTOR: ¿Y qué te pasa Manuela? MANUELA: Que cuando voy a la escuela, siempre me duele la muela. SEÑORA: (Preocupada.) ¿Tiene algo grave, doctor? DOCTOR: (A la señora.) No es nada, señora. Una pavada. (A Manuela.) Te receto dejar la escuela y se acabó el dolor de muela. SEÑORA: (Sorprendida.) ¡Pero doctor...! MANUELA: (A la madre.) ¡Pero, mamá! Tiene razón el doctor, a mí me parece lo mejor. Vamos, vamos. (Sale Manuela llevándose a su madre de la mano. Se asoma el doctor Clemente y ya no queda ningún paciente.) DOCTOR: (Solo, en su consultorio, de mal humor.) Desde la nena hasta el anciano todos están de lo más sanos. Voy a tener que cerrar, ¡nadie se quiere enfermar! APAGÓN O TELÓN -4-