lE ClS¡JE~()s y¡t,QUERRA ~------ ~.·a a veces CJtra cosa que un simulacro ti!ilrve para llldictf al lector de qué manera ~~l poeta~ eGmo ttna exaltación, no como la 110tiÚCl\.c:ión ¡le un hecho" (La Prensa, •,H). de Bmges, Yse asigne la debida ateni"'r ln PUlltuación en los esquemas rítmi•ttl'' pu~sto Je relieve el prestigio que la 1 ~1·>,1 PadreJ1los reconocer cómo el tono ,¡,. !:1 [lC)~sía 4ue escribió. I'''''Sfa. M¡¡drid, Gredas, 1955. ,¡,ij'"t''lltinos. Buenos Aires, Gleizer, 1928. )gr¡r Luis ¡3orges. Ensayo de interpretación. ~1'1, ttna biografía !iteraría. México, FCE, Escritura y Pensamiento Mo X, N" 22, 2008, PP. 195-203 áscAR AuGusTo ÜARCÍA ZÁRATE HOMENAJE A RAIMUNDO PRADO REDONDEZ 1 Homenajes de este tipo, por los azares en medio de los cuales se desenvuelven nuestras vidas, se ofrecen, muchas veces, con un involuntario retraso. Así, no es inusual que ellos se programen cuando la personalidad a la que se destina este reconocimiento en virtud del valor de su obra y de su trayectoria intelectual, se encuentra ya en los momentos postreros de su vida o, tras el impotente lamento que acompaña la irrupción de una situación límite como lo es el fin de la existencia, ya lejos para siempre de la posibilidad de sentir nuestra gratitud. Sin embargo, y es cosa que me produce una algarabía especial, en esta ocasión, la Escuela de Filosofía, el Departamento de Filosofía y el Centro de Estudiantes de Filosofía han decidido, con mucho acierto, hay que decirlo, rendir homenaje a una personalidad emblemática de San Marcos, a un destacadísimo profesor e investigador de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas, a un filósofo que, para alegría de todos nosotros, familiares, alumnos y amigos, se encuentra transitando por los pasillos de la Facultad, como si del primer día de labores se tratara, con la energía que lo ha caracterizado siempre, para continuar sin asomo alguno de cansancio entregándonos lo mucho que puede enseñarnos. Por todo ello, y al unirme a él una especial amistad, fortalecida por los años transcurridos, me siento inmensamente honrado de participar en este homenaje. Homenaje que con toda justicia ofrecemos esta noche en el marco del Día Mundial de la Filosofía al ilustre maestro sanmarquino Raimundo Prado Redondez, aquí presente, y para quien pido, antes de continuar, un fortísimo aplauso. Discurso pronunciado en el marco del homenaje a Raimundo Prado que se llevó a cabo con ocasión del Dia Mundial de la Filosofia el 15 de noviembre de 2007 en el Auditorio de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la UNMSM. 1 • 196 ÓSCAR AUGUSTO GARCÍA ZÁRATE Conocí a Raimundo Prado, por decirlo de algún modo, en su hábitat natural, es decir, en un evento académico. De ningún modo exageraría si digo que entre los decisivos factores que me decidieron a estudiar filosofía se cuenta el impulso que significó su magistral intervención en dicho evento. Así, pues, ingresé a San Marcos, en la década del setenta, luego de haberlo escuchado disertar sobre la temática que constituye una de sus principales franjas de interés en el marco de un curso de actualización para docentes de educación secundaria procedentes de provincia. A lo largo de cuatro semanas, Raimundo Prado se encargó de brindarnos un panorama general del marxismo. Debo decir que además de la desbordante pasión que le imprimía a su discurso, quedé impresionado por su solvencia intelectual, por la amplitud de sus conocimientos y por la manera didáctica en que llevó adelante su exposición. Virtudes éstas que siempre, como paulatinamente yo había de advertir, ponía invariablemente en juego en las aulas, en los diversos event:,os en que participaba y en las tertulias con los amigos. Ya en la universidad, tuve el enorme privilegio de ser su alumno. Raimundo Prado fue mi profesor en cuatro cursos, que no está de más recordar: Materialismo dialéctico, Materialismo histórico, Marxismo y Seminario de Marxismo. A través de sus esclarecedoras clases, tuve la oportunidad de acercarme a las ideas medulares de esta corriente del pensamiento moderno y contemporáneo, siendo requisito indispensable para ello la obligada lectura de los clásicos del marxismo, dejando de lado, a instancias de nuestro gran profesor, los socorridos recursos manualísticos a los que a veces por cierta desidia se suele recurrir. Y no sólo eso. Tuve, además, otro gran privilegio: convertirme en su amigo. Amistad que se vio consolidada por el hecho posterior de compartir una labor tan noble como la que le corresponde a un maestro. Labor que mi amigo Raimundo lleva adelante con un entusiasmo que parece renovarse cada día. Fue tal la influencia que ejerció Raimundo Prado en mi formación que decidí escribir mi tesis para optar el título de Licenciado de H';g 1 Filosofía Lvunannttl! 'l f l .~ '1 En este punrt,,. como profesor en a fines de los y Dialéctica de la 1 :¡ ll ' • que, aun cuando mismo Raimundo elegir hacer nada el objeto de hacer mundo no opuso oiT mostró absolutamenl• dudas que yo tuvief'l , ) yque, probablemenl hubiera visto expuesl" demás, a causa de nli' de mis repetidas y Prado y de su provel 1 yprestancia, nos UL'r 1' ¡ l 11 litarme sin ningún asom•1 /' 11i , . , Ít' ¡11' 1,1 era indispensable yqw ¡( ¡;t 1 , ' ,¡ ... ¡ pude desempeñarrneCuJI '¡/.¡~' 11 1 1 fueron asignados apenn:' ,i ',¡\t' ' . t r J~~ de a mi buen amigo R: 11 ( 11 Aunque nunca podré a~ 1 1 , ~ ~ HOMENAJE A RAIMUNDO PRADO REDONDEZ !lit ~tln; !!ft ~¡¡ 1\iltglJn ll1~ií d('( i~ill§tufl i! ¡jaghtn~l ln{ff' m!;, d~~~ ~~~rkn qu~ rto ~~ 0 1 Ufi 1iipftlt Pfll48~ llf'bt'Jdftlf <dil!!lfJII •Í ,¡11m~§ 1xí!illUl \' ruve la ir'llh! d~l di•P(!Il~!! •. df'j&iul" 1r; lll l , t iif~po y IHI llllllí!f!l! 197 Filosofía tomando como tema El concepto de alienación en los Manuscritos Económico-Filosóficos de 1844. En este punto, no puedo dejar de mencionar el inicio de mi labor como profesor en ésta nuestra alma máter, cuando ingresé a enseñar, a fines de los setenta, Materialismo dialéctico, Materialismo histórico y Dialéctica de la naturaleza, pues en estrecha vinculación con ese importante paso en mi carrera, y ostentando pareja importancia, se encuentra fuertemente impregnado en mi memoria el gratísimo recuerdo de la desinteresada y generosa ayuda que Raimundo me brindó en esa ocasión. La responsabilidad adquirida era, sin duda, una circunstancie1 que, aun cuando había tenido al mejor maestro en estas materias -el mismo Raimundo Prado-, me abrumaba en alguna medida. No pude elegir hacer nada mejor que acudir a él para obtener orientación con el objeto de hacer frente a este desafío. Ante mi pedido de ayuda, Raímundo no opuso objeciones de ningún tipo. Muy por el contrario, se mostró absolutamente dispuesto a recibirme en su casa para absolver las dudas que yo tuviera al respecto. Tengo que reconocer que fui insistente y que, probablemente en otras circunstancias, y con otra persona, me hubiera visto expuesto a algún tipo de desplante, comprensible, por lo demás, a causa de mis quizá un tanto impertinentes requerimientos y de mis repetidas y prolongadas visitas. Pero tratándose de Raimundo Prado y de su proverbial desprendimiento sólo obtuve de él fraternal comprensión y sabia orientación. Especialmente los sábados, nos reuníamos en el acogedor estudio de su casa y tras interesantísimas y extensas conversaciones, jalonadas por los interrogantes que yo le formulaba, ya digo, con particular insistencia, y que sólo él podía responder con solidez y prestancia, nos despedíamos hasta la siguiente ocasión, no sin antes facilitarme sin ningún asomo de resquemor el material bibliográfico que me era indispensable, y que formaba parte de su nutrida biblioteca. Si acaso pude desempeñarme con algún acierto en el dictado de los cursos que me fueron asignados, apenas hace falta decir que la cuota que le corresponde a mi buen amigo Raimundo no es de ninguna manera desdeñable. Aunque nunca podré agradecerle lo suficiente, estas palabras que hoy t 198 HoMENAJE A RA1~ ÓscAR AuousTo GARcíA ZARATE temática, "Tres preguntas de Aui0 la Filosofía Latinoamericana", pon greso Nacional de Filosofía, celeor: 1990, como parte de las actas deaic dos volúmenes, escrito alladoae)l y publicado en 1993, Para iniciarle e epistemológicos de las cienciassoci: tidad cultural: una perspectiva Ulo: reses abarca además el estudio ae la del mismo modo, ha alcanzado un y actualmente, como es sabido, es 0 en relación con esta temática. ca« un artículo suyo dado a conocer el Perú contemporáneo". pronuncio ante ustedes y ante él, como modesta y sincera expresión de mi personal tributo, de alguna manera son parte de esa deuda permanente que le tengo. 1 Pero volvamos, sólo por un momento más, a las épocas en que fui su alumno. Brillante en la exposición de sus ideas, sus clases se encontraban lejos de aquellas tantas otras que suelen seguir un desarrollo esquemático y muchas veces árido. Las clases de Raimundo Prado se desarrollaban siempre bajo la cálida atmósfera que suele cubrir la conversación entre amigos. Él, precisamente, siempre puso énfasis en que en el salón nos encontrábamos para conversar. Así, pues, allí la relación entre alumno y profesor asumía una horizontalidad que resultaba singularmente estimulante. Esta predilección por la conversación, por el fecundo intercambio de ideas, por ese compartir sus conocimientos y sus puntos de vista con amplitud y, sobre todo, con sencillez, a despecho del ingente caudal de conocimientos que a pulso ha logrado acopiar, y, por supuesto, asimilar con originalidad, dado su gran talento, constituye un rasgo que lo define como filósofo, como profesional y persona, ya sea en el ámbito académico, ya en el correspondiente al trato con los amigos. Raimundo Prado, desde que pasara a ocupar la cátedra de materialismo dialéctico, cátedra que antes hubo de estar a cargo de César Guardia Mayorga, rápidamente se reveló como un acucioso y penetrante estudioso del pensamiento marxista. A partir de ese momento, y por obra de su magisterio, los cursos sobre marxismo adquieren un importante posicionamiento curricular en la universidad. Diversos artículos suyos, publicados en revistas especializadas, y ponencias diversas presentadas en eventos académicos varios, atestiguan de modo inequívoco la permanente presencia de esta preocupación. Ahí tenemos, y sólo por citar algunos de estos textos, "El pensamiento socialista en el Perú", artículo recogido en el volumen recopilatorio intitulado Pensamiento filosófico en el Perú, que data de 1994; y "Mariátegui y la cuestión de pensar bien", texto publicado en la revista Alétheia el año 1996. Merecen ser mencionados, del mismo modo, aunque ya situados en el ámbito de otra l ¡ l t l t· Luego de cuarenta y dos a!Í0 cente e investigativa1 sus pesquisa1 suyos serán publicados en breve.' Marx, El concepto de ciencia en Mat" samiento crítico. Dicho sea de paso, su tesis con que optó el grado acl obtuvo la más alta calificación Y1_ publicaCión. Pero es un libro suyo, de Maridtegui, al que le ha correW"' ya en un pequeño gran clásico estudio de este notable pensador blicación, precisamente, ya de esta obra, alentada sin duda ideas allí contenidas yque no permanente de Raimundo por además, de su permanente Amauta con destellante lucidez 7 ª~. HOMENAJE A RAIMUNDO PRADO REDONDEZ ,rQ OARCÍA 199 ZÁRATE ":i,lll~ odesta y sincera expresión de otl'lo 111 ;,\,e son parte de esa deuda perma, nera pl'l ¡nento más, a las épocas en que ·on de sus 1'd eas, sus e1ases se en~~i' "'1·c1 que su e1en seguir un desarro 11o . ,¡nl5 í ¡as clases de Raimundo Prado se . 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Merecen ser men\ituados en el ámbito de otra temática, "Tres preguntas de Augusto Salazar Bondy a la Filosofía de la Filosofía Latinoamericana", ponencia presentada en el Primer Congreso Nacional de Filosofía, celebrado en 1984, y publicada luego, en 1990, como parte de las actas de dicho congreso; el trabajo colectivo, en dos volúmenes, escrito al lado de José Carlos Ballón y Juan Abugattás, y publicado en 1993, Para iniciarse en filosofía; y los artículos "Problemas epistemológicos de las ciencias sociales", publicado en 1998, y "La identidad cultural: una perspectiva filosófica", de 1999. Su ámbito de intereses abarca además el estudio de la filosofía en el Perú. En este terreno, del mismo modo, ha alcanzado un nivel excepcional de conocimientos, y actualmente, como es sabido, es considerado un verdadero especialista en relación con esta temática. Como expresión de este interés, tenemos un artículo suyo dado a conocer el año 2000, "Las ideas políticas en el Perú contemporáneo". Luego de cuarenta y dos años de sostenida entrega a la labor docente e investigativa, sus pesquisas siguen dando frutos. Tres trabajos suyos serán publicados en breve. Se trata de El concepto de ideología en Marx, El concepto de ciencia en Marx y Las condiciones de posibilidad del pensamiento crítico. Dicho sea de paso, el primero de estos títulos constituyó su tesis con que optó el grado académico de Doctor en Filosofía, que obtuvo la más alta calificación y la recomendación del jurado para su publicación. Pero es un libro suyo, publicado en 1982, intitulado El marxismo de Maridtegui, al que le ha correspondido el justo destino de convertirse ya en un pequeño gran clásico sanmarquino en lo que concierne al estudio de este notable pensador peruano. A veinticinco años de su publicación, precisamente, ya tenemos entre nosotros la segunda edición de esta obra, alentada sin duda por la contundencia y frescura de las ideas allí contenidas y que no son sino el testimonio de la preocupación permanente de Raimundo por el legado mariateguiano, y expresión, además, de su permanente compromiso con el ideario socialista que el Amauta con destellante lucidez propugnaba. Esta primera obra había l 200 ÓSCAR AUGUSTO ÜARCÍA ZÁRATE de gestarse en 1978, a partir de un informe presentado por Raimundo Prado al Instituto de Investigaciones Humanísticas de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de nuestra universidad, y contiene actualmente importantes añadidos que'vienen a enriquecer su contenido, ya de por sí sugestivo y esclarecedor. como método científico Y interpretación económica de la dialéctico de este aspecto-, Yla pt . 1tsmo . . 11olí1 soCla como alternanva la sociedad. Como todos sabemos, en este su libro, haciendo gala de una notable claridad expositiva y de un manejo cabal de las herramientas conceptuales de cepa marxista, Raimundo Prado presenta un enjundioso estudio de las líneas maestras que definen el pensamiento y la acción de José Carlos Mariátegui. El objetivo primordial de Raimundo en esta obra es forjar, a partir del empleo de criterios de evaluación objetivos, una imagen del gran Mariátegui en la que quede nítidamente plasmada su condición de consecuente y auténtico marxista. En el contexto de esta obra, pues, se adopta una posición de prudente distancia con respecto a aquellas interpretaciones encaminadas a plantear que el marxismo desde la perspectiva de Mariátegui podría ser asumido como un simple "canon" de interpretación o como un "marxismo abierto" sin más, pues contra esto último, Raimundo Prado señala que el marxismo de Mariátegui, más bien, queda definido por su "asimilación" de lo extraño. El desarrollo de la temática del libro comprende dos partes. A lo largo de la primera de ellas queda establecida la presencia de cuatro períodos en la formación teórica de Mariátegui, a saber: el esteticismo literario, el criticismo socializante, el despliegue del pensamiento marxista y el momento correspondiente a la creación del movimiento socialista peruano. En la segunda parte, en tanto, nuestro autor se aboca a precisar los rasgos que definen a Mariátegui como un marxista-leninista indiscutible. En esta parte de la obra, el análisis crítico está dirigido a examinar la pertinencia del supuesto sorelianismo adjudicado a Mariátegui, así como a la determinación del lugar ocupado en su ideario por el concepto de "mito social". Por lo demás, aquellos rasgos que definen el marxismo de Mariátegui, permitiendo encuadrarlo en el marco de un auténtico marxismo-leninismo son, según, Prado, la asunción de una posición de clase proletaria, la adopción de la dialéctica materialista El marxismo de Maridtegili, a' nivel iberoamericano nada académicos y no faltaron, coi\1° sos hacia el autor y su obra. Por. nuel Tarazana publicó eneldian ponía de relieve los aciertos de: señaláramos hace un momento, marquino, y, en virtud de esa e< para todo aquél que pretenda . del pensamiento de Mariategut. la reseña que David Sobrevilla w obra y que, años más tarde dísimo libro La filosofía . de a1gunas 1'd eas eonte¡. ¡,1r, d tscrepa 1 deja de reconocer su aprecia· blev: JrJ'' i t li ¡ ' 1 ¡rt'' 1;! \argt' lif' Pero si podemos hablar ~~~ tuales y de la labor destaca di.5¡ma lo que atañe al territorio no es menor e[ espacio que puu'./'¡i ¡'·, 1 ción en el muchas veces far ragoi ¡¡:tl·¡1:t :· 11 1 Raimundo ha desempeña do coíl·¡:1¡,11 1\"· 111 1 1 Jefe del Departamento de Fl·joso.Jt1,,t·1111'1'¡ es r' ,,1 v, del Instituto de lnvestigacioO ¡P',i·~ '' ·noíl, 111 J Pensamiento Peruano y Lat1 v1¡ci~ 1 del Doctorado en Filosofía en líl ,;\~ 0 1 de Letras de San Marcos. oc~pl misma Facultad. Aunque nadie 1 ! ~ 1 lRCÍA ZÁRATE HoMENAJE A RAIMUNDO PRADO REDONOEz 201 rme presentado por Raimundo lumanísticas de la Facultad de !universidad, y contiene actuala enriquecer su contenido, ya como método científico y principio de la concepción del mundo, la interpretación económica de la sociedad -sin dejar de lado el carácter dialéctico de este aspecto-, y la postulación de la necesidad histórica del socialismo como alternativa política ineludible en la transformación de la sociedad. ibro, haciendo gala de una no' cabal de las herramientas conPrado presenta un enjundioso ten el pensamiento y la acción rimordial de Raimundo en esta ·iterios de evaluación objetivos, ¡ue quede nítidamente plasrnantico marxista. En el contexto :ión de prudente distancia con tminadas a plantear que el marJi podría ser asumido como un :no un "marxismo abierto" sin ) Prado señala que el marxismo do por su "asimilación" de lo libro comprende dos partes. A :ablecida la presencia de cuatro triátegui, a saber: el esteticismo !spliegue del pensamiento marcreación del movimiento sociaanta, nuestro autor se aboca a ~gui como un marxista-leninista ~1 análisis crítico está dirigido a ,relianismo adjudicado a Mariáugar ocupado en su ideario por tás, aquellos rasgos que definen do encuadrarlo en el marco de según, Prado, la asunción de ción de la dialéctica materialista El marxismo de Mariátegui, además de suscitar un intenso debate a nivel iberoamericano nada menos, fue muy bien acogido en los medios académicos y no faltaron, como era de esperarse, comentarios elogiosos hacia el autor y su obra. Por ejemplo, el 2 de agosto de 1982, Manuel Tarazana publicó en el diario El Observador un comentario en que ponía de relieve los aciertos de aquella obra, aciertos que, corno ya lo señaláramos hace un momento, han hecho de ella un gran clásico sanmarquino, y, en virtud de esa condición, fuente de consulta obligada para todo aquél que pretenda llevar a término una investigación acerca del pensamiento de Mariátegui. Y cómo no mencionar, por supuesto, la reseña que David Sobrevilla escribiera a poco de la publicación de la obra y que, años más tarde también publicaría corno parte de su conocidísirno libro La filosofía contemporánea en el Perú, y en la que, aun cuando discrepa de algunas ideas contenidas en El marxismo de Mariátegui, no deja de reconocer su apreciable valor. l Pero si podemos hablar largo y tendido acerca de las dotes intelectuales y de la labor destacadísima de nuestro apreciado homenajeado en lo que atañe al territorio fascinante de la investigación y de la docencia, no es menor el espacio que podríamos dedicar al referirnos a su actuación en el muchas veces farragoso terreno del trabajo administrativo. Raimundo ha desempeñado con igual acierto y eficiencia el cargo de Jefe del Departamento de Filosofía y ha sido, asimismo, director tanto del Instituto de Investigaciones Humanísticas, cuanto del Instituto del Pensamiento Peruano y Latinoamericano. Fue también Coordinador del Doctorado en Filosofía en la Unidad de Post Grado de la Facultad de Letras de San Marcos. Ocupó, además, el cargo de Decano de esta misma Facultad. Aunque nadie podría decir que no estuvo a la altura de 202 ÓscAR AuousTo GARcíA ZÁRATE HOMENAJE A las circunstancias, pues su desempeño fue, además de ejemplar, y como ya lo mencionáramos, eficiente, para quienes lo conocemos de cerca -me permito esta fraternal infidencia- era evidente que al poco tiempo de estar en el cargo, contaba las horas para dejarlo y dedicarse, nuevamente, al dictado de sus cursos de manera íntegra y sin las inevitables y repentinas interrupciones que a raíz del cumplimiento de sus obligaciones en razón de su novísima labor se producían, para él, con mortificante frecuencia. Y cómo no recordar en este momento también, y a modo de chanza, su encarnizada lucha con uno de sus peores enemigos, ése que interrumpía con alguna frecuencia sus clases: el bendito teléfono celular, del que muchas veces lo escuchamos abominar amargamente. Este brevísimo anecdotario pone de manifiesto, de modo particularmente gráfico, el vigor con que la envolvente vocación intelectual de mi amigo Raimundo se imponía. Pues antes que en un despacho administrativo, su lugar, sin ningún atisbo de duda, se encuentra en un salón de clases, aliado de sus alumnos, en el permanente y apasionado ejercicio de la filosofía a través de las charlas amigables a que nos tiene acostumbrados, o compartiendo con todos nosotros sus elegantes y sesudos artículos o los alcances de sus reflexiones e investigaciones a través de los frecuentes eventos a que es invitado. RAIMU~DO explicaciones del caso, y contra lo qt diera el examen. Sorprendido, Rairnl también quedó Salazar al comproba examen ya corregido, que el puntui más alta nota del salón. ¿Qué más Podría decir para ter que quede expresada de manera tota ción hacia nuestro maestro Raimunc chas cosas más. Sin embargo, aquellc cabal mi aprecio hacia él, quizá serna la cotidianidad de la amistad de tant de ideas, en fin, en cosas tan simples nificativas, como un apretón de rnan restaría, por ello, en primer lugar, agl dores del evento por haberme brind: oportuno y merecido homenaje leY' oportunidad de esta naturaleza, vale mí un inmenso honor. Y, en segunc especial, querría tarnbién agradecer i Prado Redondez por haberme perrn colega y amigo, aprender tanto de él Y si de anécdotas se trata, quizá haría falta una que nos hable de la juvenil dedicación de Raimundo. Los escarceos académicos de mi amigo Raimundo con la filosofía se remiten al tiempo en que paralelamente estudiaba Derecho y Filología. Fue nada menos Augusto Salazar Bondy, nuestro descollante filósofo, quien le daría la primera oportunidad de poner a prueba los conocimientos adquiridos en este saber. Raimundo, como alumno libre, asistía a las clases que Salazar dictaba en la Facultad de Letras como parte del curso de Introducción a la Filosofía. Ésa fue la razón por la que, al momento de programarse el primer examen del curso, Raimundo pasó a retirarse cuando los alumnos matriculados se disponían a rendirlo. Al verlo, a él, que era uno de los alumnos más puntuales y atentos, encaminarse a la puerta, Salazar, muy intrigado, le preguntó la razón de su actitud. Luego de darle las Muchas gracias. ~ HoMENAJE A RAIMUNDO PRADO REDONDEZ fue, además de ejemplar, y como quienes lo conocemos de cerca da- era evidente que al poco tiempo 1ras para dejarlo y dedicarse, nueva111anera íntegra y sin las inevitables y i: del curnplimiento de sus obligaciop producían, para él, con mortificanrn este momento también, y a modo 1 uno de sus peores enemigos, ése ia sus clases: el bendito teléfono ceabominar amargamente. Este tificsto, de modo particularmente ,. vocación intelectual de mi amigo 1c en un despacho administrativo, '·l' encuentra en un salón de clases, ··nt,·y apasionado ejercicio de la fi!,.~; :1 que nos tiene acostumbrados, .,,~.. ,·legan tes y sesudos artículos o '·' i¡:adones a través de los frecuen- \mía falta una que nos hable d explicaciones del caso, y contra lo que esperaba, Salazar lo invitó a que diera el examen. Sorprendido, Raimundo tomó asiento. Y sorprendido también quedó Salazar al comprobar, luego de algunos días, y con el examen ya corregido, que el puntual alumno libre había obtenido la más alta nota del salón. ¿Qué más podría decir para terminar de hacer una semblanza en que quede expresada de manera total mi gran estima y absoluta admiración hacia nuestro maestro Raimundo Prado? Con toda seguridad, muchas cosas más. Sin embargo, aquello que testimoniaría de manera más cabal mi aprecio hacia él, quizá se manifieste mejor en el trato diario, en la cotidianidad de la amistad de tantos años, en el intercambio fecundo de ideas, en fin, en cosas tan simples, y a un tiempo profundamente significativas, como un apretón de manos o una charla en un cafetín. Sólo restaría, por ello, en primer lugar, agradecer, una vez más, a los organizadores del evento por haberme brindado la ocasión de participar en este oportuno y merecido homenaje leyendo estas breves líneas, pues una oportunidad de esta naturaleza, vale la pena reiterarlo, representa para mí un inmenso honor. Y, en segundo lugar, pero de una manera muy especial, querría también agradecer al maestro sanmarquino Raimundo Prado Redondez por haberme permitido, en las aulas, y también como colega y amigo, aprender tanto de éL .• ¡,, Los escarceos académicos de ·,r remiten al tiempo en que pa- ,¡,,gía. Fue nada menos Augusto '¡,¡;ufo, quien le daría la primera uJI''cimientos adquiridos en este ,r.istía a las clases que Salazar l'¡ile del curso de Introducción a "• rtl momento de programarse el ¡Jo,,·, a retirarse cuando los alumAl verlo, a él, que era uno de ~RHtminarse a la puerta, Salazar, ti~ !ll actitud. Luego de darle las 1 t€, 203 Muchas gracias.