De las bañistas de MACK SENNETt a las alegres chicas de AL WALLIS;0] E VOCAMOS hoylejanos en estatiem pá gina aquellos pos —añós veinte— en que las ni ñas de Mark Sennett iban a la mar a lavarse 1o pies, ya sin la preocupación de que pudiera pi carlas un pez; porque los tibu rones que alternaban con ellas eran de lo más divertido que e ha visto en el Cine, desde «Fatty», Roscoc Arbuckle al bizco Ben Turpin. Aquellas pimpantes b a ñ i sta s que revolucionaron el ambiente payero con bañadores, unas ve ces alistados y otras no, como los que aparecen en la foto, y con sus caprichosos y esponjados go rrítos, son —en los casos de me jor suerte— bisabuelasde las ale gres chicas que tiene conjuntadas Al Wailis, sucesor en línea di recta sintetizada de Sennett. Las alegres chicas de Al Wallis son todas ellas progresistas y por eso no han querido adoptar la minifalda, que es un atraso en re- lación con las conquistas realizadas. En lo de las bañistas, el Cine ha seguido al minuto, sin un fa llo, la evolución del tiempo. La economía y el sentido práctico han adelantado una barbaridad. Y el Marketing de las chicas lla madas a alegrar las pajaritas a los contribuyentes en el negocio del Cine, no se diga. Las chicas de Al Wailis son las más directas competidoras de las llamadas «chicas Ronda y no hay agente secreto que se precie de saber coloquiar en sus ratos de ocio que no aspire a entablar bue - nas-relaciones con--ellas. Al Wa tus las colecciona y las instruye cuidadosamente como auténtico amante de la belleza femenina. Hoy presentamos a nuestros ec tores un «once» de campeonato, compuesto por ocho viejas glo rias y tres defensas que no hay quien se las salte, como anticipo de las muchas «medios volantes» que tenemos en cartera.;1]