SOLUCIONES DEL TEXTO AH, EL PROGRESO, DE JUAN J. MILLÁS

Anuncio
2013
1
PROFESOR:
FERNANDO
MORENO NICLÓS
2º BACHILLERATO B
[SOLUCIONES DEL TEXTO AH, EL
PROGRESO, DE JUAN J. MILLÁS]
2
I.1. Establecimiento del tema del texto, breve resumen de su contenido y descripción
y explicación de su esquema organizativo —partes temáticas constitutivas del texto y
articulación de estas—.
La coherencia es una propiedad por la que el texto se nos presenta como una unidad
semántica e informativa poseedora de un significado global. Es decir, nos permite entender el
discurso como una unidad temática que contiene una lógica progresión de contenidos. Así
pues, para constatar que el presente texto es coherente, examinaremos en primer lugar la
organización de las ideas, redactaremos a continuación un breve resumen y determinaremos
para concluir el tema.
Publicado el veintiuno de marzo de 2011 en el diario "Levante”, el texto que nos
disponemos a comentar, titulado “Ah, el progreso”, pertenece al ámbito periodístico y en él se
incluye la firma del autor, por lo que deducimos que se trata de un artículo de opinión en el
que Juan José Millás expresa su punto de vista sobre un tema actual y de especial relevancia
para la comunidad.
Dicha columna se estructura externamente en un título —que funciona como indicador
catafórico, pues nos remite al propio entramado textual— y en cuatro párrafos compuestos
por múltiples enunciados. En cuanto a la distribución de las ideas, es decir, la estructura
interna, distinguimos tres partes constitutivas, una segmentación habitual en los textos
pertenecientes a la modalidad expositivo-argumentativa.
En la introducción —que abarca hasta "...son infinitas"—, se presenta el eterno debate
en torno a la energía nuclear que sostienen sus partidarios y detractores, cuyas dos posturas
enfrentadas e irreconciliables han provocado que, tras un reciente escape radiactivo, unos
hayan inculpado a otros de ser los responsables del problema. Esta primera secuencia textual
contiene la tesis o idea principal, que puede ser formulada con estas palabras: los
antinucleares tenían razón: las consecuencias de un accidente nuclear son infinitas.
En el desarrollo —que comprende desde la quinta línea hasta el final del tercer párrafo—
iniciaría Millás su discurso rebatiendo las palabras del sector pronuclear y tomando claramente
partido por ellos. Parte del primer párrafo le sirve al autor para introducir un argumento de
ejemplificación (l. 5-11) que ilustra las terribles consecuencias de someter a una mosca a
radiación, un ejemplo que está basado simultáneamente en la experiencia personal del propio
articulista, testigo de dicho experimento. Así, refuerza la idea de que la energía nuclear, cuyos
efectos perpetuos se expanden en el tiempo, es terriblemente amenazadora.
El segundo párrafo relaciona lo de la mosca con la situación actual (argumento
analógico). Si antes el autor no había hecho nada por detener el cruel experimento, hasta el
punto de sentirse aún hoy culpable, ahora hay gente que limpia su conciencia echando la culpa
a otros que no se lo merecen. Este contraste demuestra la falta de escrúpulos de ciertas
personas frente a otras —el mismo autor— que sí tienen remordimientos. A continuación, se
reitera la falsedad de la idea de que los antinucleares son los responsables de la catástrofe,
acusándoseles de antiprogresistas y no haber buscado una salida al problema de los residuos.
3
El tercer párrafo contiene otro ejemplo —un suceso de la actualidad ocurrido en
Japón—en el que se explican las consecuencias provocadas por un escape radiactivo, un hecho
más trágico que el del insecto anterior, puesto que las víctimas son ahora personas.
Juan José Millás concluye su artículo (l. 21 y 22) con aquellos argumentos que
emplearían los defensores de la energía atómica, unos argumentos ridiculizados
premeditadamente mediante la interjección "ah", que sirve para cerrar irónicamente un texto
que, sin lugar a dudas, advierte sobre el peligro de este tipo de energía.
Con respecto al tipo de organización estructural, nos inclinamos por un esquema
analítico. Mediante este, la autora sostiene al principio una idea general, que será desarrollada
con posterioridad con una serie de argumentos que generan una reflexión final.
Por otra parte, el resumen de "Ah, el progreso" podría redactarse de la siguiente forma:
Tras el último accidente nuclear ocurrido en Japón, a los detractores de la energía
atómica se les ha acusado desde diferentes ángulos de tener cierta culpa sobre los escapes
radiactivos, pues según los defensores de este tipo de energía no aportan soluciones al
problema de los residuos y paralizan el progreso. Sin embargo, está demostrado
científicamente que la energía nuclear tiene un peligro potencial y un desastre podría implicar
a varias generaciones. De hecho, sucesos como el del país nipón denotan que la energía
atómica no es totalmente segura.
Como hemos comprobado, Juan José Millás exterioriza su oposición a cualquier
experimento que implique radiactividad, por lo que el tema del texto sería el siguiente: crítica
a la energía nuclear y a los peligros que supone para la población.1
En definitiva, nos hallamos ante el clásico artículo divulgativo, de temática actual, de
estructura tripartita y de carácter expositivo-argumentativo, con el que el autor pretende
advertirnos de los brutales efectos de la radiactividad en organismos vivos.
I.2. Explicación y valoración de las ideas expuestas a partir de la cultura del alumno y
de su conocimiento del mundo.
RECORDAD QUE EN ESTA PREGUNTA HAY QUE VALORAR LAS IDEAS DEL AUTOR, OPINAR
SOBRE EL TEMA PROPUESTO Y RELACIONAR EL CONTENIDO CON VUESTRA ENCICLOPEDIA
PERSONAL. NO OLVIDÉIS APORTAR IDEAS QUE NO ESTÉN PRESENTES EN EL TEXTO. AQUÍ
TENÉIS UNA POSIBLE RESPUESTA, QUE EVIDENTEMENTE NO INVALIDA LA VUESTRA.
Este artículo de opinión, publicado en un periódico regional de reconocida solvencia,
afronta un problema acuciante como es el de los efectos del progreso en la naturaleza y en la
salud de las personas. Desde una postura independiente, Juan José Millás toma partido por los
1
Otras posibles formulaciones del tema podrían ser:
- Injusta crítica a la que son sometidos los detractores de la energía nuclear.
- Defensa de los que están en contra de la energía nuclear.
- Linchamiento mediático del que son víctimas los detractores de la energía atómica por haber
denunciado sus peligros.
4
enemigos de la energía nuclear y los defiende de insidias y calumnias. Demuestra valentía
denunciando el papel propagandístico que ejercen algunos medios de comunicación que
vierten opiniones favorables a la energía atómica. Emplea igualmente argumentos de creciente
convicción para reforzar su tesis, como el ejemplo de la mosca sometida a radiación masiva o
la mención al incidente acaecido en el país asiático.
Honestamente, habría que acabar cuanto antes con las centrales nucleares, puesto
que generan residuos altamente delicados. El progreso material de la Humanidad está muy
bien, pero no podemos arriesgarnos a legar a nuestros descendientes una basura radiactiva
cuyo tratamiento hoy por hoy es caro y peligroso. Tampoco podemos consentir que se repitan
catástrofes como la de Japón o como la de Chernóbil (1986), un suceso sin precedentes
considerado el peor accidente nuclear de la historia, en el que se liberaron materiales
radiactivos y tóxicos semejantes a los que expulsaría la bomba de Hiroshima y Nagasaki.
Seguro que muchos de nuestros mayores recuerdan las terribles consecuencias del incidente
ucraniano: víctimas mortales, malformaciones congénitas, secuelas en la flora, fauna o
generaciones futuras...
¿Es este el precio que debemos pagar por el progreso? Rotundamente, no. Existen
otras energías más limpias y tan efectivas como la nuclear: las llamadas energías renovables,
entre las que encontramos la geotérmica, la solar o la eólica, que aunque también producen
algún grado de impacto ambiental, sin duda su contaminación es menor. Solo es cuestión de
investigar y buscar nuevas fórmulas que las hagan más productivas y seguras. Al fin y al cabo,
será por el bien de todos.
II.1. Morfología y léxico
DESENCUADERNABAN

Palabra formada por dos morfemas derivativos prefijos ("des-" y "-en-"), por el lexema
“-cuadern-” y por los siguientes morfemas flexivos que constituyen la desinencia
verbal:
o
“-a-” (VT perteneciente a un verbo de la primera conjugación).
o
“-ba-” (morfema TAM).
o
“-n” (morfema PN).

Se trata de la tercera persona del plural del pretérito imperfecto de indicativo del
verbo “desencuadernar”.

Palabra derivada formada por prefijación a partir de la forma encuadernar, verbo
parasintético que procede a su vez de la base nominal "cuaderno".
INDETERMINADO


Palabra formada por el morfema derivativo prefijo “in-”, por el lexema “-determin-” y
por el morfema derivativo sufijo adjetivizador “-ado”, en el que observamos el
morfema flexivo portador de información genérica "-o".
Se trata de un adjetivo calificativo de dos terminaciones.
5

Palabra derivada formada por prefijación a partir de la base adjetival “determinado”,
una forma que está considerada como el participio del verbo "determinar".
ANTINUCLEARES

Esta palabra se compone del morfema derivativo prefijo “anti-”, del lexema “-nucle-”,
del morfema derivativo sufijo adjetivizador “-ar” y del morfema flexivo de número
plural "-es".

Se trata de un adjetivo calificativo de una terminación.

Término derivado formado por prefijación a partir de la base adjetival "nuclear", que
se ha formado por sufijación (adjetivización denominal) a partir del sustantivo
primitivo "núcleo".
INMISERICORDE: Dicho de una persona: que no se compadece de nadie.
EXPONENCIAL: Dicho del crecimiento: cuyo ritmo aumenta cada vez más rápidamente.
II.1. Sintaxis
Prótasis (proposición subordinada adverbial impropia condicional): Si escuchas
algunas tertulias y lees algunos artículos.
Prop 1: Si escuchas algunas tertulias
○ Nx: si
○ SN-Suj: tú (no explícito)
○ SV-PV:
■ N: escuchas
■ SN - CD: algunas tertulias
● Det: algunas
● N: tertulias
Prop 2: (y) lees algunos artículos
○ Nx: y
○ SN-Suj: tú (no explícito)
○ SV-PV:
■ N: lees
■ SN - CD: algunos artículos
● Det: algunos
● N: artículos
Apódosis (oración principal): los antinucleares parecen los responsables de que
no haya una solución segura para los residuos de esa energía
§
§
SN-Sujeto: los antinucleares
o
Det. Los
o
N: antinucleares
SV-PN: parecen los responsables de ... de esa energía.
6
o
o
Verbo copulativo: parecen
SN-Atributo: los responsables de que ... de esa energía.
§
Det: los
§
Núcleo: responsables
§
S. Prep.- Adyacente o CN: de que no haya una solución segura
para los residuos de esa energía.
·
Enlace: de
·
Término (prop. sub. sustantiva): que no haya una solución
segura para los residuos de esa energía
o
Nexo: que
o
Modificador oracional: no
o
Núcleo: haya
o
SN-CD: una solución segura
■
Det: una
■
N: solución
■
Adyacente: segura
o
S.Prep. - CCDestinatario: para los residuos de
esa energía
■
E: para
■
T - SN: los residuos de esa energía
● Det: los
● N: residuos
● S.Prep - Ady o CN: de esa energía
○ E: de
○ T - SN: esa energía
■ Det: esa
■ N: energía
CLASIFICACIÓN DE LA ORACIÓN
Se trata de un conjunto oracional formado por:
 Dos proposiciones subordinadas adverbiales impropias condicionales enlazadas por
coordinación. Ambas son enunciativas afirmativas, personales, predicativas, activas,
transitivas y sin verbo pronominal.
 Y una oración principal enunciativa afirmativa, personal y copulativa o atributiva. Se trata
de una oración compleja, pues contiene en su interior una subordinada sustantiva.
o Subordinada sustantiva: enunciativa negativa, impersonal con el verbo
"haber", predicativa, activa y transitiva.
II.2. Comente los aspectos más destacados de la cohesión léxica del texto.
Además de resultar coherentes, los enunciados de un texto deben estar conectados o
cohesionados entre sí. Denominamos cohesión a la propiedad por la cual dichos enunciados se
relacionan correctamente desde un punto de vista lingüístico. Esta propiedad se pone de
manifiesto por medio de diversos procedimientos, que pueden ser léxico-semánticos,
gramaticales o lógico-sintácticos.
7
En cuanto a los recursos léxicos de cohesión, observamos la reiteración de ciertas
palabras clave ("energía", "nuclear", "atómica", "seguro" o "mosca") que no solo proporcionan
unidad al presente artículo, sino que también sirven para explicitar el núcleo temático. Estas
recurrencias —entre las que incluimos la repetición de un mismo lexema ("radio", "radiactivo",
"radiactividad" y "radiación")— le resultan especialmente útiles al lector para fijar el tema del
texto.
Sin embargo, el emisor tampoco puede abusar de ellas, dado que su discurso debe
contener un léxico variado y preciso. Esta es la razón por la que el autor emplea otros
mecanismos de cohesión: la sustitución sinonímica y la hiperonimia. Así, funcionarían como
sinónimos las expresiones "energía atómica" y "energía nuclear". También advertimos
correferencia o sinonimia referencial entre tres términos del tercer párrafo: "radiaciones",
"veneno" y "enemigo invisible", lo cual otorga variedad al discurso; una variedad que se
percibe igualmente en el sustantivo “catástrofe”, que actuaría como hiperónimo de “accidente
nuclear” y "bombardeo radiactivo inmisericorde".
Asimismo, resulta interesante comprobar la presencia del campo semántico de las
partes del cuerpo humano: brazos, ojos, nariz, boca y útero; términos que nos recuerdan lo
vulnerables que somos ante un desastre de las dimensiones especificadas en el artículo.
La utilización de antónimos, por su parte, no solamente refuerza las relaciones
semánticas por contraste, sino que también permite poner en evidencia esa confrontación de
posturas que siempre se establece en torno a este tema tan polémico. Sirvan como ejemplo las
parejas "enemigos-partidarios", "energía nuclear-energías limpias", "progreso-apocalipsis" o
"lejos-cerca".
Por otra parte, las oraciones que componen este texto también se nos muestran
enlazadas gracias a las diversas isotopías semánticas: conjuntos de palabras de diferente
categoría gramatical que comparten una referencia común. En concreto, resaltaríamos una red
léxica que incorpora términos asociados a lo nuclear: accidente, bombardeo radiactivo,
radiación masiva, tumores, basura mortal, atómica, ADN, residuos, veneno, catástrofe, horror
exponencial, huye, duelen, apocalipsis, desencuadernaban...
Texto, pues, perfectamente cohesionado desde el punto de vista léxico-semántico.
II.2. Comente los aspectos más destacados de la deíxis en el texto.
El término deíxis designa la capacidad que tienen algunas unidades gramaticales de la
lengua de remitirnos no solo a los elementos de la situación comunicativa, sino también a
otros constituyentes del discurso. Deíxis, por consiguiente, puede ser sinónimo tanto de
referencia exofórica como endofórica.
Hablamos de deíxis extratextual cuando una unidad de la lengua alude directamente a
los participantes del acto comunicativo o a las circunstancias espacio-temporales en que se
produce la comunicación.
8
Con respecto a la deíxis personal, el emisor, un escritor de reconocido prestigio,
manifiesta su presencia mediante las desinencias verbales en primera persona: “me acuerdo”,
“vi”, “sabía” o el plural de modestia “decíamos”2, sobre todo para aludir a su experiencia
personal. De esa experiencia extrae una enseñanza propia, pero formulada a través de la
impersonalidad: “uno es responsable de lo que ve” (l. 12), por lo que los receptores se
identifican con ella. La alusión directa a sus lectores también se revela por medio de verbos en
segunda persona del singular: “escuchas” y “lees”, que son característicos de una deíxis social
cercana a los destinatarios, con lo que la adhesión de estos a las ideas del autor es más
propicia.
En cuanto a la deíxis temporal, hay un permanente vínculo entre pasado, presente y
futuro. El pasado —representado por verbos como vi, comenzó, sometían, desencuadernaban,
sobraba...—es aludido para referirse a una situación (“aquel espectáculo”, “aquella mosca”,
“entonces”, “en cierta ocasión”) que podría originar serios daños en nuestros tiempos. En
cambio, el presente (hay, acuse, son, duelen, huye, tapan, guardamos...) sirve para situar el
problema de los residuos y sus consecuencias en la actualidad, de ahí que se empleen
expresiones deícticas como “estos días”. Y el futuro del último párrafo (“permanecerá”) nos
advierte de la perdurabilidad de la basura radiactiva.
En tercer lugar, la deíxis espacial opone, en principio, dos espacios: uno, inaccesible al
emisor (“allá lejos"), y otro más próximo (“tan cerca”). El primer elemento deíctico espacial
hace referencia al país nipón, mientras que el segundo aludiría a España. Sin embargo, a pesar
de la distancia geográfica, Juan José Millás percibe aquel problema como un hecho que podría
afectar también a nuestro territorio.
Por otra parte, y como ya hemos afirmado, existen unidades lingüísticas que no señalan
directamente a las personas, tiempos o espacios de la realidad, sino a otros elementos o
fragmentos que están dentro del propio discurso. En este caso, hablamos de deíxis textual,
que se manifiesta por medio de dos mecanismos distintos: la anáfora y la catáfora.
La anáfora, procedimiento más recurrente, se apreciaría en el valor del pronombre
personal "les" (l. 17) —cuya referencia la encontramos en la oración precedente: los
antinucleares— y el determinante posesivo "su" (l. 7) —que se refiere anafóricamente a la
mosca—. Como catáfora destacaríamos la proforma gramatical neutra "eso" de la línea
segunda, aunque simultáneamente tendría valor anafórico, pues su referencia es "tener
razón", que aparece tanto antes como después del pronombre demostrativo.
En síntesis, y como hemos comprobado, la deíxis se erige como un potente mecanismo
de cohesión que nos ayuda a evitar las reiteraciones innecesarias y a anclar el mensaje dentro
del eje espacio-temporal.
2
Ojo con este decíamos porque no es un plural inclusivo, sino de modestia (repasa la página 94 del libro
de texto.
Descargar