miradas SOCIEDAD Multinivel: riqueza a costa del trabajador De acuerdo con cálculos, en México hay entre tres y cinco millones de personas que dependen de los ingresos de ventas por catálogo, pero que no tienen ningún tipo de prestación social Josefina Real A partir de la década de los 80 resurge en México un sistema de empleo llamado venta directa o multinivel, que genera grandes riquezas para las empresas que emplean a millones de personas, a quienes niegan cualquier tipo de prestaciones de ley. La gran fuerza laboral estimada por algunos analistas entre tres y cinco millones de individuos que dependen de ese tipo de economía, no cuenta con los servicios del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Instituto del Fondo Nacional de Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), aguinaldo, vacaciones y reparto de utilidades, entre otras conquistas laborales que tienen los trabajadores asalariados de base que cotizan en el IMSS. En ese sentido, desde hace casi 30 años, sistemáticamente se ha venido violando la ley en México, donde, por parte de la autoridad, en todos sus niveles simula el problema, y por parte de las empresas multinivel, no garantizan las prestaciones de ley a los empleados “independientes”. La inmensa mayoría de los millones de empleos que generan empresas de este tipo, como las trasnacionales dedicadas a productos de belleza, por ejemplo Avon y Mary Kay, así como las que venden productos multivitamínicos o para adelgazar, como la jalisciense Omnilife, son ocupados por mujeres. “La presencia femenina en el ámbito laboral recobra fuerza (la venta directa), porque viene a cubrir una ausencia de trabajo para ellas”, manifestó la profesora investigadora Bertha Madrigal Torres, de la División de Administración, del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA). Agregó que el empleo multinivel “tiene una gran importancia, pero a la vez ofrece una difícil calidad de vida para quienes laboran en este tipo de empleos. No es un fenómeno propio de México, sino mundial, porque estas firmas tienen presencia en más de 40 países”. El Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal), de México, realizó recientemente un diagnóstico en torno a la situación laboral en el país. Dice que en el sexenio de Vicente Fox, el 50 por ciento de los empleos creados fueron de “mala calidad”, sin seguridad social, sin prestaciones y con bajos salarios, en los cuales las mujeres se ubicaron mayoritariamente. Las cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), muestran que de 2000 a 2004 creció el número de mujeres que trabajaban por su cuenta: de dos millones 882 mil 185, pasó a tres millones 562 mil 382. Los empleos de venta directa son buscados inmensamente por mujeres. Las razones son varias: intentan complementar el gasto familiar, constituyen una entrada extra para quienes tienen un trabajo fijo o simple y sencillamente es el único empleo que lograron conseguir en un país donde, afirman analistas, cada año se tienen que crear un millón 200 mil fuentes de trabajo directas y formales. Los empleos que generan las empresas de multinivel no cuentan con seguridad social y, aunado a eso, las firmas millonarias en dóla- res carecen “de una infraestructura que dé seguridad y permanencia a los y las trabajadoras, y vienen a crear la ausencia de los espacios para que nuestros hombres y mujeres emprendedoras que estén laborando en esto, puedan desarrollar toda su capacidad y su creatividad”, comentó Madrigal Torres. En contraparte, las empresas multinivel sí cuentan con una infraestructura impresionante de persuasión y motivación, a fin de que los empleados continúen trabajando para este tipo de firmas y sus distribuidores. Una empleada multinivel vende, factura, organiza y administra; hace todos los niveles en una sola función. Para la maestra Madrigal Torres, este tipo de empleados “son los emprendedores que no tienen otro espacio donde desarrollarse. Es la crisis del empleo, la crisis de políticas empresariales que tenemos”. El gran negocio es para las empresas. Pierden los empleados y pierde el país. Las trasnacionales “tienen miles de vendedores en todo México, y no necesitan instalaciones ni las grandes empresas, como las que había en los años 70, ni escritorios, porque cada uno de estos vendedores trabaja en su propia casa. Hacia 5El empleo multinivel tiene una gran importancia, pero a la vez ofrece una difícil calidad de vida. Foto: Abel Hernández allá va el autoempleo. Pero el gran ganador es la empresa”, dijo la investigadora. En Jalisco, aparte de Omnilife, existen industrias tradicionales, como vestido, calzado y joyería, que realizan la mayor parte de sus ventas con el sistema conocido por catálogo. ¿Quién no conoce una amiga, una vecina o un familiar que venda este tipo de productos o los tradicionales de belleza?, ¿quién de los lectores no ha realizado una compra de este tipo? Hace tres años, aproximadamente, el IMSS entabló una demanda para obligar al propietario del Grupo Omnilife, Jorge Vergara Madrigal, a que asegurara a sus miles de vendedores y vendedoras. La demanda fue ganada por el empresario. Entre otras argucias, aseguró que no son sus empleados, que cada uno de los que venden un producto Omnilife, es “un empresario”. De acuerdo con cálculos, siete de cada 10 mexicanos no cuentan con estabilidad en el empleo o carece de prestaciones. Tan sólo la firma Mary Kay tiene aproximadamente 120 mil mujeres vendedoras; Avón, 450 mil, y Omnilife posee en México, América Latina y Europa, alrededor de un millón 800 mil vendedoras, “empresarias”, como las llama Jorge Vergara. Los artículos más comprados por medio de ventas multinivel, por catálogo o directas, son los cosméticos, perfumes, productos nutricionales y para el hogar, calzado y lencería. México es el cuarto país en venta directa, sólo superado por Estados Unidos, Japón y Corea. La Asociación Mexicana de Venta Directa (AMVD) reporta que las ventas por catálogo representan casi el 46 por ciento del total, y está conformado por más de 200 empresas. Empresas que generan millones de empleos sin calidad ni seguridad; empleados que no entienden a ciencia cierta si son empresarios, trabajadores, distribuidores, vendedores o comisionistas; son gente que está a la espera de que en este sexenio, el presidente Felipe Calderón Hinojosa comience a ejercer su compromiso de campaña: presidente del empleo. [ lunes 19 de febrero de 2007