CULTURA 30 ABRIL DE 2011 1816 EL BICENTENARIO al igual que otras organizaciones REPORTAJE El MAMbA, con nuevo esplendor ras la refacción y puesta en valor de su magnífico edificio y luego de cinco años de cerrado al público, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, MAMbA, acaba de ser reinaugurado en su sede de la avenida San Juan 350. Es uno de los museos más importantes del país, y ahora tendrá más del doble de superficie; dejó de ser un edificio fantasma, vuelve a abrir sus puertas en el Sur, en el corazón de San Telmo. Se han refaccionado en total 3.000 m2, incluyendo la fachada restaurada del edificio y dos salas. El MAMbA fue creado en 1956 para promover el arte moderno y acoger la pluralidad de tendencias artísticas contemporáneas; transmitir su valor a la comunidad e incitar al debate y la reflexión teórica. Integran su patrimonio más de siete mil obras de arte argentino de los siglos XX y XXI, como así también completan sus colecciones obras de arte internacional de diseño gráfico e industrial, cine experimental y videoarte. Por otra parte, también cuenta con un importante Centro de Documentación y Biblioteca, que es consultado por profesionales, investigadores y estudiantes, tanto nacionales como extranjeros. El museo fue ideado y fundado por el crítico de arte Rafael Squirru en 1956, concebido como un espacio de vanguardia no sólo de las artes plásticas sino también de géneros como la fotografía y el diseño. Sus primeras muestras revelan esa apertura constante hacia la novedad. En los ‘60, la “Exposición Flotante de 50 artistas argentinos” fue realizada en el Buque Yapeyú y recorrió distintas ciudades alrededor del mundo. La “Primera Exposición Internacional de Arte Moderno” coincidió con la celebración del 150º Aniversario de la Revolución de Mayo y reunió a artistas de 15 países de América, Europa y Asia T Una gran araña en La Boca la típica postal de La Boca que incluye puentes, barcos y edificios multicolores, se sumó una araña gigante. De bronce, mármol y acero inoxidable, nueve metros de alto y diez de ancho, la obra capital de Louise Bourgeois que se expuso en los museos Guggenheim de Nueva York y de Bilbao y en la Tate Gallery de Londres, llegó a Buenos Aires. Maman, la araña con la que la artista francesa fallecida el año pasado quiso homenajear a su madre -"ella era una gran tejedora"-, permanecerá en la explanada de la Fundación Proa como prólogo de la primera muestra individual de Bourgeois en América Latina. "Louise Bourgeois: el retorno de lo reprimido", se denomina la exhibición de 75 obras. La creación de Bourgeois podrá visitarse hasta el 19 de junio en la Fundación Proa (Av. Pedro de Mendoza 1929), de martes a domingo, de 11 a 19. La entrada general tiene un valor de $ 10, $ 6 para estudiantes y $ 4 para jubilados. Los días martes, los estudiantes y docentes ingresan gratis con acreditación previa A MILITARIA Testimonios de ex combatientes E l autor de Los héroes que conocí se llama Roberto Giorgi. Cuenta que tuvo oportunidad de tomar contacto con ex combatientes de la Guerra de Malvinas y que sus testimonios de vida le hicieron cambiar de opinión respecto del coraje y la adversidad. Aunque muy sencillo, está escrito con emoción y reconocimiento a quienes dieron la vida y defendieron el suelo patrio. Ed. Dunken, 136 págs. • A 195 AÑOS DE LA DECLARACIÓN DE LA INDEPENDENCIA • 2011 La microficción es un texto fronterizo que combina las características de la narración y la revelación poética. Comparte con la poesía ese origen que tiene la forma de un destello, de una iluminación. Se trata de un original libro compuesto por textos breves, profundamente simbólicos y polisémicos, que reúne los poemas y microficciones de María Rosa Lojo Por SANDRA PIEN E lla lo sabe desde que escribió literariamente por primera vez cuando era adolescente: es una poeta que escribe en prosa. Ser poeta no se elige, se es. Uno se descubre siendo poeta. Y esa mirada, ese radar, acompaña siempre y le imprime un sesgo diferente a todo, absolutamente todo, en la vida. Temo no poder ser objetiva en este tema. Es que la poesía es una mirada diferente. No es lo mismo un escritor que provenga desde la poesía que uno que no haya paladeado la maravilla de la palabra en y por sí misma, ubicándola en el centro de la escena. Escritora e investigadora nacida en Buenos Aires, María Rosa Lojo tiene en su haber publicados tres libros de poemas en prosa (Visiones, Forma oculta del mundo, Esperan la mañana verde), cuatro de cuento (Marginales, Historias ocul- tas en la Recoleta, Amores insólitos, Cuerpos resplandecientes) y siete novelas (Canción perdida en Buenos Aires al Oeste, La pasión de los nómades, La princesa federal, Una mujer de fin de siglo, Las Libres del Sur, Finisterre, Árbol de familia). Doctora en Letras por la Universidad de Buenos Aires, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) con sede en la Universidad de Buenos Aires. Publicó también cinco libros de ensayo (La ‘barbarie’ en la narrativa argentina (siglo XIX), Sábato: en busca del original perdido, El símbolo: poéticas, teorías, metatextos, Cuentistas argentinos de fin de siglo, Los ‘gallegos’ en el imaginario argentino (con Marina Guidotti y Ruy Farías). Ahora y porque están totalmente agotados, aquellos tres libros de poemas en prosa, o prosa poética -como se quiera decir- más uno que estaba inédito –Historias del Cielo– salvo algunos pocos textos que Jorge Monteleone incluyó en su antología poética del Bicentenario, conforman este Bosque de ojos, ilustrado por Leonor Beuter, una joven y talentosa artista plástica, su hija. Nos reunimos una tarde de fines de marzo, en “El gato negro”, lugar propicio y casi fuera del tiempo, en pleno centro de Buenos Aires, lleno de maderas, espejos y aromas a especias mezcladas con café. Antes de iniciar formalmente la entrevista sobre su nuevo libro, me cuenta sus novedades: apareció Finisterre en tailandés, en bella edición ilustrada, en tapa dura. Acaban de presentarse en la Casa Argentina de Roma las traducciones de La princesa federal (Il diario segreto di TEXTUAL - LOJO Historias del Cielo - de Paradojas. Destiempos Cartas de Dios a casi nadie recibe ni envía cartas postales. Se ha perdido el hábito de ir al correo, de pegar estampillas, de esperar una semana, quince días, un mes, hasta que los sobres completen su itinerario de ida y vuelta por oficinas y aduanas, por mar, por aire y por tierra en el mapa trabajoso de los países. A los buzones de hierro o de madera en la puerta de las casas sólo llegan publicidades y facturas de impuestos y servicios, alguna trasnochada tarjeta de Navidad, invitaciones impresas para acontecimientos festivos o solemnes. A veces Dios, que ama ocultarse, decide enviar cartas a los humanos desprevenidos, firmadas con su autógrafo. La mayoría de sus sobres son arrojados a la basura, intactos, confundidos con propagandas de bancos o viajes. Sólo algunos abren, curiosos y risueños, pensando acaso en inventar algo parecido para sorprender a los hijos o los nietos que todavía creen en Papá Noel. Nunca terminarán de arrepentirse. De allí en más vivirán aterrados, en perpetua sospecha, creyendo ver en cada cara, familiar o extraña, al enemigo que se escuda bajo el seudónimo divino y que en cualquier momento los amenazará con relevar los pecados inconfesables, las perversas pasiones que los avergüenzan. “Y La palabra muda - III Están aquellos jóvenes que aún no son guerreros. (La tarde es una superficie de bruñida palidez, todo sol se le niega. Seca planicie traspasada por los frescos estandartes de lo verde.) Aquellos jóvenes que aún no son soldados. Dan su inocente potencia destructiva como un regalo del golpe resonante y esplendente. Son manchas, brutalmente lanzadas por un pintor en exceso salvaje o refinado. Dios está exhausto; Dios ha vuelto a la concreta violencia carnal. La masa en movimiento irrumpe y brama y criba el polvo terrenal con manos de tosco cardador imprudente. Qué es el aire, dime: es el vaho tan atenuado de la matanza en los establos próximos a la sangre, el estridor que hiede con sus trenes lejanos, portadores de bestias; es el granito, rosa como las casas del puerto, cedido por los hombres para que los trituren con perfección sonora sus vástagos audaces, que no son crudos militares todavía. Y el humo lento de la oración como una sierpe inversa te recuerda tu origen. Esta resina escrutadora de almas... Desde el castillo rojo que aún no confiesa sus grietas, la tuya mira sólo. -¿Por qué entregaste tu lanza, por qué la dejaste así desarmada en la plegaria perpleja llena de signos? Ellos juegan sin ver. Tú ves, impávido. Acaso hay todavía un lugar en el orden del mundo reservado al ejercicio imperceptible” Lojo, María Rosa: Bosque de ojos. Ed. Sudamericana, 252 págs. Microficciones de págs. 48 y 221 HUELLAS DEL ARTE 100 tangos anteriores a 1930 El sindicalismo, de 1955 a 1958 La diferencia entre ver y mirar scrito por los avezados periodisE tas Santiago Senén González y Germán Ferrari, El Ave Fénix. El allito ciego es el título de la G segunda novela de Marta Grané, artista plástica y escritora renacimiento del sindicalismo peronista, entre la Libertadora y las 62 organizaciones (1955-1958), tal el título completo, analiza exhaustivamente el sindicalismo peronista de la etapa que sigue a la caída de Perón. Bien documentado y bien escrito. Ed. Corregidor, 288 págs. oriunda de Gualeguaychú, Entre Ríos. Con potencia narrativa, plantea la irrupción de los recuerdos en el presente de una familia, donde las historias de vida que los vinculan, se mezclan, se supeditan, se atraen y se repelen simultáneamente. Ed. Vinciguerra, 96 págs. S on crónicas que procuran reconstruir y recrear el origen de cien tangos antiguos compuestos hasta 1930, que trazan un recorrido invisible, suerte de código oculto de una ciudad que ya no existe pero que revela retazos de la identidad rioplatense. 100 tangos con su historia que no te podés perder narra con rigor documental la vida del compadrito y del hombre de la calle, en anécdotas bien contadas por el periodista Norberto Chab. Ed. Booket, 224 págs. 31 CULTURA SOLDADOS / PABLO SENAREGA ABRIL DE 2011 ESCRITORA María Rosa Lojo. A la izq., la portada de Bosque de ojos, de Ed. Sudamericana Pietro de Angelis) y Las libres del Sur (La musa ribelle). Se espera para los próximos días la salida de La pasión de los nómades (Passionate Nomads) en Aliform Press (USA) y de Amores insólitos (Histoires insolites du nouveau monde) por L’instant même (Canadá). -¿Microficciones? -La palabra microficción tiene otra circulación, y por lo menos el lector no se asusta. Hay muchos lectores que se asustan con la palabra “poema”; dicen ‘esto no es para mí, no lo voy a entender’. Para mí la literatura empieza y acaba en la poesía. Y cuanto más se envejece, más se decanta. No cualquiera lo es; es una condición de base, uno puede o no ser poeta, no se decide, no se construye. Hay muy buenos escritores que no son poetas, y no por eso son malos; es otro el enfoque. Es una cierta mirada sobre el mundo. -Es sopesar la palabra… -Sí, colocar la palabra en el centro de la realidad. Y la palabra como apertura hacia todas las dimensiones. Porque lo que vemos es lo visible; este mundo y todos los que están ocultos dentro de éste. Ésta es por lo menos mi idea y mi experiencia vital de la poesía, la exploración del mundo en todas sus facetas desde un lado que se aparte de lo utilitario. Yo creo que por eso la poesía es un arte en estado puro. Es lo que decía el formalista ruso Shklovski, el arte de desautomatizar la percepción; para mí, un teórico fundamental. Y la poesía es una instancia verbal donde se logra ese objetivo, es el lenguaje desnudo frente a sí mismo y frente al mundo, y sin apelar a otras facilidades que la narrativa te da. En la narrativa uno se apoya en historias, en personajes que se van desarrollan- do y creciendo, se apoya en conceptos socio-históricos; mientras que dentro de la poesía o en textos brevísimos, la palabra está reducida a lo esencial, está desnuda. -Expresa el yo lírico. -Sí, el yo lírico, que no es otra cosa que el yo empírico. Es el yo profundo, no la persona que lucha todos los días por sobrevivir, que se enoja, que se divierte, sino que es un yo despojado, despojado de ataduras, de prejuicios, que se enfrenta a lo básico de la existencia, a las situaciones límites de lo humano, en carne viva, más allá de la piel. Por eso hay un texto dentro de este libro que se llama Semejanzas y que habla de lo que es el poema (y lo lee, pag. 81): Como un salto de animales por la rueda de fuego, como una caminata mortal sobre una cuerda de viento, en equilibrio sobre una tierra cortada, en puntas de pie sobre un cuchillo de hielo que se va deshaciendo a cada paso. Así, el poema. -Es para celebrarlo y para ubicarte de nuevo en el orden poético. -Sí, soy una poeta que escribo en prosa; así me siento. Esto también es prosa, porque son textos en prosa en su inmensa mayoría, pero es prosa de cuerpo poético. Es prosa muy sintética, muy condensada, con un hilo narrativo, pero lo que hace es intervenir poéticamente en el mundo, captar destellos, iluminaciones, al estilo de Rimbaud. -De los poetas argentinos, ¿en cuáles te sentís referenciada? -Sin duda, los que están en la contratapa del libro: Olga Orozco, una grandísima poeta, hace poco la trabajé en un texto crítico publicado en Granada; Francisco Madariaga y Enrique Molina. Y por supuesto, Jorge Luis Borges y Leopoldo Marechal ARS POETICA El legado de von Humboldt ilhelm von Humboldt. Algunas mediWtaciones sobre el lenguaje y el hombre es el título de este ensayo filológico de la profesora y lingüista Marta Susana García. Se trata de un breve pero fructífero itinerario desde la biografía de este lingüista alemán a sus ideas fundamentales y tan de avanzada en el campo de la semiótica y la filosofía del lenguaje. Ed. Martín, con sede en Mar del Plata, 86 págs. LIBROS Silvina Ocampo Invenciones del recuerdo Editorial Lumen 192 páginas s la particular autobiografía de E la gran escritora argentina Silvina Ocampo, una de las figuras más misteriosas y elusivas de nuestras letras. Realizada en verso libre, fue hallada entre sus papeles luego de su muerte. Son páginas escritas con irreverencia y elegancia, pero también con una dolorosa fidelidad al pasado. Despliega el microcosmos doméstico de un hogar patricio a comienzos del siglo XX indagado a través de los ojos de la niña que fue, que desdeñaba los privilegios que le estaban destinados y en cambio buscaba la compañía de sirvientes y mendigos. Y lo más importante aquí, esta obra es un testimonio de la formación de la mente de una poeta, en sus destellos y deslumbramientos al trabajar la palabra. Al parecer fue compuesto intermitentemente entre 1960 y 1987. Es una edición al cuidado de Ernesto Montequin. Bello título, y una necesaria inmersión en su obra para conocer el revés de la trama en primera persona Alicia Dujovne Ortiz Federico fuera al colegio con las zapatillas rotas. Por eso se arriesgó en la montaña de basura, un terreno prohibido. Cuando vio el movil ¿Quién mató a Diego Duarte? policial, se ocultó bajo un cartón entre los desperdicios. Murió Crónicas de la basura pocos minutos después, sepultado por un alud de basura iniciada por Editorial Aguilar una topadora. Ésta es la reseña pre192 páginas sentada por esta escritora y periodista con frondosa obra. Se trata de urante la madrugada del 15 de una investigación periodística litemarzo de 2004, Diego Duarte, raturizada. Además, es un conjunto un muchacho de 15 años y ojos de crónicas acerca del mundo de la color café, se internó en el basural basura como negocio de unos del Ceamse en José León Suárez pocos, como medio de vida para junto con su hermano Federico. muchos, un territorio de disputa y Ambos fueron en busca de metales violencia con leyes propias y muy o cualquier otra cosa que se pudie- particulares. Un acercamiento a un ra vender; Diego no quería que mundo desconocido D Paul Auster Sunset Park Editorial Anagrama 282 páginas aul Auster regresa aquí a cierta P linealidad en la narración acerca de la reciente crisis económica estadounidense de las hipotecas. Pero no lo hace en forma de jerga, de tono o por medio del cliché de una estética violenta, sino a través de un grupo de personas que confluyen en una vieja casa tomada en Sunset Park, barrio venido a menos de Brooklyn. Son okupas, bohemios e intelectuales en un edificio abandonado en New York, en tiempos de alquileres impagables, créditos inasibles y tasas usureras. Este gran escritor, guionista y director de cine escribe además acerca de sus viejas obsesiones, los vínculos y la soledad humana. Las historias de Auster siempre sorprenden por su simplicidad, ya que sin ser mayormente hechos extraordinarios, atrapan al lector de manera hipnótica. Es el escritor del azar y de la contingencia; como no cree en la causalidad, persigue en lo cotidiano las bifurcaciones surgidas por errores o acontecimientos aparentemente banales