actividades romanticismo y realismo

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ACTIVIDADES ROMANTICISMO Y REALISMO
1. Lee los siguientes textos y contesta a las cuestiones:
Texto A
El teatro representa un valle rodeado de riscos inaccesibles y de malezas, atravesado por un
arroyuelo. Sobe un peñasco accesible con dificultad y colocado al fondo, habrá una media gruta,
medio ermita, con puerta practicable y una campana que pueda sonar y tocarse desde dentro; el
cielo representará el ponerse el sol de un día borrascoso, se irá oscureciendo lentamente la escena y
aumentarán los truenos y los relámpagos.
Duque de Rivas, Don Álvaro o la fuerza del sino
Texto B
Los álamos de la vega
parecen en la espesura
de fantasmas apiñados
medrosa y gigante turba
y alguna vez desprendida
gotea pesada la lluvia
que no despierta a quien duerme
ni a quien medita importuna.
Yace Toledo en el sueño
entre las sombras confusa
y el Tajo a sus pies pasando
con paradas ondas lo arrulla.
José Zorrilla, A buen
juez, mejor testigo
TEXTO C
Mío es el mundo: como el aire libre
otros trabajan porque coma yo.
Todos se ablandan si doliente pido
una limosna por amor de Dios.
José de Espronceda, El mendigo
a. Señala los elementos de ambientación que aparecen en el texto A. ¿Responde a una ambientación romántica? ¿Por
qué?
Ambientación típica del teatro romántico.
Valle solitario rodeado de piedras, atravesado por un arroyo; una gruta y una campana; al anochecer
de un día tormentoso. Se trata de una acotación de Don Álvaro o la fuerza del sino que muestra el
gusto romántico por los lugares inaccesibles, solitarios y tétricos, por la noche y por los días de
lluvia y tormenta…
b. ¿Qué se cuenta en el texto B? ¿Dónde está situada la historia?
Describe un personaje romántico, misterioso, que maneja la espada, que tienen lances nocturnos
que va con sombrero y capa, guardando su identidad.
c. ¿Qué tipo de personaje se describe en el texto C? ¿Es un personaje romántico? Razona tu
respuesta
Describe una noche en Toledo, al lado del río, los álamos parecen fantasmas, llueve, todo está en
silencio.
d. Señala la rima y el tipo de verso utilizado en los dos textos anteriores
Zorrilla: Versos octosílabos con rima asonante en los versos pares
Espronceda: Versos endecasílabos, riman los pares con rima aguda asonante
2. ARTÍCULOS DE LARRA
H ay en el lenguaje vulgar frases afortunadas que nacen en buena hora y que se derraman por toda
una nación, así como se propagan hasta los términos de un estanque las ondas producidas por la
caída de una piedra en medio del agua. Muchas de este género pudiéramos citar, en el vocabulario
político sobre todo; […]
En este país... Esta es la frase que todos repetimos a porfía, frase que sirve de clave para toda clase
de explicaciones, cualquiera que sea la cosa que a nuestros ojos choque en mal sentido. - ¿Qué
quiere usted? —decimos—. ¡En este país!... Cualquier acontecimiento desagradable que nos
suceda, creemos explicarle perfectamente con la fraséenla: ¡Cosas de este país!, que con vanidad
pronunciamos y sin pudor alguno repetimos.
¿Nace esta frase de un atraso reconocido en toda la nación? No creo que pueda ser éste su origen,
porque sólo puede conocer la carencia de una cosa el que la misma cosa conoce: de donde se infiere
que si todos los individuos de un pueblo conociesen su atraso, no estarían realmente atrasados. ¿Es
la pereza de imaginación o de raciocinio que nos impide investigar la verdadera razón de cuanto nos
sucede, y que se goza en tener una muletilla siempre a mano con que responderse a sus propios
argumentos, haciéndose cada uno la ilusión de no creerse cómplice de un mal, cuya responsabilidad
descarga sobre el estado del país en general? Esto parece más ingenioso que cierto.
Sustituyamos sabiamente a la esperanza de mañana el recuerdo del ayer y veamos si tenemos razón
en decir a propósito de todo: ¡Cosas de este país![…]
Borremos, pues, de nuestro lenguaje la humillante expresión que no nombra a este país sino para
denigrarle; volvamos los ojos atrás, comparemos y nos creeremos felices. Si alguna vez miramos
adelante y nos comparamos con el extranjero, sea para prepararnos un porvenir mejor que el
presente, y para rivalizar en nuestros adelantos con los de nuestros vecinos […].Hagamos más favor
o justicia a nuestro país y creámosle capaz de esfuerzos y felicidades.
Mariano José de Larra, Artículos
1. El texto es un artículo de costumbres. ¿Dónde aparece la crítica de Larra? ¿Y el patriotismo romántico?
Larra critica la costumbre española de echar la culpa al país de todos los males que nos suceden
individual y colectivamente. El Romanticismo es un movimiento patriótico que defiende la libertad
y el progreso del país. Por eso, Larra aconseja que acabemos con esos tópicos que no nos hacen
ningún bien e intentemos compararnos siempre positivamente con los demás países.
2. El primer artículo tiene dos partes diferenciadas. ¿Cuáles? ¿Crees que Larra hace uso de la ironía?
El artículo tiene dos partes. La primera introduce el tema, partiendo de la premisa de que los
españoles utilizamos una frase tópica para echar la culpa de todos los males: “cosas de este país”.
Trata de razonar sobre el origen de la frase.
La segunda parte se inicia con un consejo, una forma de actuar: “sustituyamos sabiamente la
esperanza…”. Larra trata de cambiar la mentalidad de los españoles y de conducirnos hacia el
progreso y la mejora de las costumbres, y sobre todo, nos induce a tener confianza en nuestro
propio país, en nuestras propias fuerzas y recursos. Larra utiliza la ironía en gran parte de sus
artículos.
En éste, por ejemplo, la primera frase es ya irónica; quiere decir todo lo contrario: “hay en el
lenguaje vulgar frases afortunadas que nacen en buena hora”
3. LA NOVELA REALISTA Y NATURALISTA
“Juanito la emprendió con los famosos peldaños de granito, negros ya y gastados.
Efectivamente, parecía la subida a un castillo o prisión de Estado. El paramento era de fábrica
cubierta de yeso y este de rayas e inscripciones soeces o tontas. Por la parte más próxima a la calle,
fuertes rejas de hierro completaban el aspecto feudal del edificio. Al pasar junto a la puerta de una
de las habitaciones del entresuelo, Juanito la vio abierta y, lo que es natural, miró hacia dentro, pues
todos los accidentes de aquel recinto despertaban en sumo grado su curiosidad. Pensó no ver nada
y vio algo que de pronto le impresionó, una mujer bonita, joven, alta... Parecía estar en acecho,
movida de una curiosidad semejante a la de Santa Cruz, deseando saber quién demonios subía a
tales horas por aquella endiablada escalera. La moza tenía pañuelo azul claro por la cabeza y un
mantón sobre los hombros, y en el momento de ver al Delfín, se infló con él, quiero decir, que hizo
ese característico arqueo de brazos y alzamiento de hombros con que las madrileñas del pueblo se
agasajan dentro del mantón, movimiento que les da cierta semejanza con una gallina que esponja su
plumaje y se ahueca para volver luego a su volumen natural.
Juanito no pecaba de corto, y al ver a la chica y observar lo linda que era y lo bien calzada que
estaba, diéronle ganas de tomarse confianzas con ella.
-¿Vive aquí -le preguntó- el Sr. de Estupiñá?
-¿D. Plácido?... en lo más último de arriba -contestó la joven, dando algunos pasos hacia fuera.
Y Juanito pensó: «Tú sales para que te vea el pie. Buena bota»... Pensando esto, advirtió que la
muchacha sacaba del mantón una mano con mitón encarnado y que se la llevaba a la boca. La
confianza se desbordaba del pecho del joven Santa Cruz, y no pudo menos de decir:
-¿Qué come usted, criatura?
-¿No lo ve usted? -replicó mostrándoselo- Un huevo.
-¡Un huevo crudo!
Con mucho donaire, la muchacha se llevó a la boca por segunda vez el huevo roto y se atizó
otro sorbo.”
Benito Pérez Galdós, Fortunata y Jacinta
1. ¿Dónde se desarrolla la acción del fragmento de Fortunata y Jacinta? ¿Qué narra el autor en él?
Analiza los personajes que aparecen. ¿A qué clase social pertenecen?
b. Analiza el tipo de narración ¿El narrador es omnisciente? ¿Por qué? ¿Se introduce el narrador en
la acción? ¿Qué opiniones expresa?
TEXTO 2
El ruido, las luces, la algazara, la comida excitante, el vino, el café... el ambiente, todo contribuía a
embotar la voluntad, a despertar la pereza y los instintos de voluptuosidad... Ana se creía próxima a
una asfixia moral... Encontraba a su pesar una delicia intensa en todos aquellos vulgares placeres, en
aquella seducción de una cena en un baile, que para los demás era ya goce gastado... Sentía ella más
que todos juntos los efectos de aquella atmósfera envenenada de lascivia romántica y señoril, y ella
era la que tenía allí que luchar contra la tentación.[…]
Álvaro, en cuanto vio a la Regenta en el salón, sintió lo que él llamaba la corazonada. Aquella cara,
aquella palidez repentina le dieron a entender que la noche era suya, que había llegado el momento
de arriesgar algo. […]
«Sin buscar él la ocasión, se la ofrecía aquella noche: le habían puesto a la Regenta a su lado... la
corazonada le decía que adelante... pues adelante. Lo primero que quería averiguar era lo del otro, si
el Magistral mandaba allí».[…]
Se entreabrió la puerta para oír mejor la música, se separó la mesa hacia un rincón, y apretándose
unas a otras las parejas, sin poder moverse del sitio que tomaban, se empezó aquel baile
improvisado.
Don Víctor gritó:
-Ana ¡a bailar! Álvaro, cójala usted...
No, quería abdicar su dictadura el buen Quintanar; don Álvaro ofreció el brazo a la Regenta que
buscó valor para negarse y no lo encontró.
Ana había olvidado casi la polka; Mesía la llevaba como en el aire, como en un rapto; sintió que
aquel cuerpo macizo, ardiente, de curvas dulces, temblaba en sus brazos.
Ana callaba, no veía, no oía, no hacía más que sentir un placer que parecía fuego; aquel gozo
intenso, irresistible, la espantaba; se dejaba llevar como cuerpo muerto, como en una catástrofe; se
le figuraba que dentro de ella se había roto algo, la virtud, la fe, la vergüenza; estaba perdida,
pensaba vagamente...
El presidente del Casino en tanto, acariciando con el deseo aquel tesoro de belleza material que
tenía en los brazos, pensaba... «¡Es mía! ¡Ese Magistral debe de ser un cobarde! Es mía... Este es el
primer abrazo de que ha gozado esta pobre mujer». ¡Ay sí, era un abrazo disimulado, hipócrita,
diplomático, pero un abrazo para Anita!
En aquel instante Mesía notó que la cabeza de Ana caía sobre la limpia y tersa pechera que
envidiaba Trabuco. Se detuvo el buen mozo, miró a la Regenta inclinando el rostro y vio que estaba
desmayada.
Leopoldo Alas “Clarín”, La Regenta
a. ¿Dónde se desarrolla la acción del texto? Señala las partes narrativas y las descriptivas.
b. ¿Es objetiva esta narración? ¿Se introduce el narrador en la mente de los personajes? ¿Cómo?
Señala un ejemplo de narración en estilo directo e indirecto. ¿Cuántos personajes aparecen? ¿Qué
relación hay entre ellos? ¿Cómo se relacionan?
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