Tristán Narvaja . Autor CCU - Eva

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Peirano Fació, J.
—
Semblanza de Tristán
Rev.
Narvaja.
A.E.U., 57:97-126, 1971.
Semblanza de Tristán Narvaja*
*'
por el
Dr.
Jorge
Peirano Fació
Profesor
Civil
de Derecho
de la Fac.
de Der.
y
C. Sociales.
I
la de este forastero que, luego de ambular por el extremo
a radicarse entre nosotros, realiza notable
abogado, profesor, jurista, codificador e incluso hombre público,
Extraña
sur
figura
Meridional, viene
de América
obra
como
y fallece sin haber
silencio que
rado con la
crearon
Publicado
**
La bibliografía
acerca
aparece
en
en
torno
a
en
la Rev.
sobre
Fac.
Narvaja
años,
es
en
en
medio del
país
de declararle ciudadano
Derecho y C.
de "Tristán Narvaja"
el libro de R.
y ocho
él los ciudadanos del
excepcional distinción
*
fica
cumplido cincuenta
legal de la Repú-
Sociales, Montevideo, VI (4) :823-S7, 1955.
escasa.
Luis
Carve publicó
la Revista Histórica de la
Narvaja, publicado
profundo
que le había hon
en
1910, sobre las
una
reseña biográUniversidad, reseña que
Fuentes, notas y concor
dancias del Código Civil de la República Oriental del Uruguay; José M. Vidal H. redac
tó otro apunte biográfico, fechado en Valparaíso (Chile) en 1884, a los efectos de servir
de prólogo a la monografía de Narvaja sobre Sociedad conyugal y dotes; A. Palomeque
en su libro Asambleas Législcctivas del Uruguay (1850-1863'), publicado en Barcelona, s|f.,
dedica
una
página
a
"El maestro Narvaja" (pág. 22)
;
en
1912,
en
Buenos
Aires,
se
pu
Córdoba,
publicó también, en
Ci
blicó el folleto del profesor de deredho administrativo de la Universidad de
ver
Soria, sobre Ndrvaja, rasgos biográficos, opúsculo que se
sión francesa, en >París ; en la Revue Ul-usirée du Rio de la Plata, apareció un artículo bio
sobre
Bl
doctor
don
Tristán
reseña
codificador
anónimo,
Narvaja,
gráfico,
fue reproducida en Monte-video, en 1898, en un folleto que contiene, ade
qoie luego
más, el decreto de 11 de febrero de 1868, del Gobierno Provisorio, declarando ciudadano
uruguayo a Tristán Narvaja, y varios juicios de la prensa de la época sobre el tema; fi
nalmente en la Revista Nacional, N? 88, se publicó bajo el título de "El doctor Tristán»
Narvajd', una conferencia pronunciada ,por Armando D. Pirotto, en 1942, en el Colegio
de Abogados del Uruguay.
priano
—
blica
atención
98
—
los servicios que le había
prestado ( 1 )
Narvaja, el 19 de febrero de 1877, el país en el cual
tanto trabajó y al cual
legó una obra tan valiosa como duradera, no siente
su ausencia. La propia Universidad, en la que
profesó durante 17 años la
en
Cuando
a
.
muere
enseñanza de la
jurisprudencia,
y de cuyo
Consejo
Universitario formaba
parte, vaciló antes de enviar una nota de condolencia a
razón de que ello no sería justo, pues sus actos públicos
ferencia
(2)
sus
no
deudos, bajo la
merecían tal de
.
(1) El 11 de febrero de 1868, en efecto, se dicta un Decreto-Ley del Gobierno Provi
sorio, que aparece firmaao por Jiilores y 1<i,angini, en el cual se acuerda al ciudadano ar
gentino Tristán Narvaja la calidad de ciudadano legal de la Repuüüca, en razón ae que
había rendido al país servicios notables y adquirido respecto de el, mériLos relevantes.
(2) En la sesión del Consejo Umversitario de 2 de mar^o de 18/7, el Rector Berin
duague
a
su
hizo presente la muerte de Tristán Narvaja y propuso se enviara nota de pésame
a esto contestó Justino X. Jiménez de Arechaga diciendo que no era justa
familia;
dicha medida pues los actos públicos del doctor Narvaja
no merecían tal deferencia; Anto
Vigil, sucesor de Narvaja en la Cátedra, sostuvo que debía enviarse Ja nota puesto
ella no significaba endiosarlo sino simplemente lamentar su pérdida; Arechaga señaló
Nakvaja había tenido muchos defectos y que todo hombre debe ser disculpado por los
nio E.
que
que
un límite, como dando a entender que los de
NarvajAj
límite; el Rector propuso que se votara el punto. Carlos M. de
Pena dijo que había que distinguir entre el político, el miembro del Consejo Universitario
y el catedrático, y que si bien era enemigo, como el mejor, del político, admiraba al cate
drático, por lo que creía se podía enviar nota de pésame a la familia ; Pedrales expresó que
mismos,
pero que los defectos tenían
habían ultrapasado
ese
Narvaja sirvió durante largos
al problema político.
deudos del
Alvarez
y
sesión de
Las
años
a
Puesto el punto
la Facultad y que la nota
votación
no
tenía por que referirse
decidió enviar nota de
pésame a los
Codificador, votando en contra de esta decisión los doctores Arechaga y Juan
PehEz (Libro de Actas, del .Consejo Universitario, acta correspondiente a la
a
se
2lIII|1877).
causas
tre el grupo
de la
impopularidad
universitario
de
Narvaja
mismos,
y culto de los
entre sus
merecen
contemporáneos,
un
o
al
menos
estudio aparte. Por
un
en
lado,
puede citarse la circunstancia de que fuera, como él mismo recordó en alguna oportunidad,
un extranjero (véase infra, nota N*? 33) ; y por otro que su ideología estaba muy lejos del
liberalismo propio de la época (véase infra, nota N? 33)
Pero, además, seguramente influ
yeron en este asunto otros factores: de natural poco simpático, su rostro serio y adusto,
cerrado a toda comunicación, era reflejo de un espíritu ajeno a cualquier especie de frivo
lidad o de diletantismo, en una época en que la actitud diletante constituía uno de los pri
meros mandamientos de la elegancia montevídeana.
Alejado de la vida social por su na
tural hosco, no formó parte de la sociedad oriental, en el sentido mundano de la palabra;
profundamente religioso, sus ideas estaban en oposición con las que primaban en ese mo
.
mento, en que las clases cultas navegaban por aguas de una secularización constantemente
acentuada hacia un sentido límpidamente laico de la vida; dominado ,por la pasión de orga
nizar el país desde el punto de vista legislativo e institucional, no tuvo reparos en colabo
gobiernos dictatoriales que, como el de Flores, y
espaldas de la aristocracia universitaria de la época.
rar con
a
sobre todo el de
Sin vocación
Várela,
ni
interés
actuaban
por
los
—
99
II
Nació
Narvaja el 17 de marzo de 1819 (3) en la ciudad de Córdoba;
aprendió
primeras letras con su padre, don Pedro Narvaja Davila, y
a
los 11 años, comenzó a cursar en el Convento de los Francis
joven,
muy
canos, aficionándose de tal manera a dicha orden, que inició en ella sus estu
dios sacerdotales, llegando a obtener la tonsura y las órdenes menores, de
las cuales, en razón de una prolongada enfermedad, debió luego pedir dis
las
pensa (4)
A la edad de 18 años pasa a Buenos Aires en cuya Universidad se doc
1837
comienza sus estudios
tora en Teología (5), y en el mismo año
.
—
de
jurisprudencia. Luego
de
cursar
—
los tres años que
comprendía
la
carrera
grandes canales de irradiación de la influencia personal que conocía su época, el periodis
mo y la oratoria, su figura, descarnadamente clásica, no podía encontrar eco en los tiem
pos
esencialmente románticos
(3) Esta
reproducida en
y
sentimentales que le cupo vivir.
la fecha del bautismo de Tristán Narvaja. La
partida respectiva aparece
página IX del libro Fuentes, notas,.
publicado en 1910 por Ricardo Nar
Sin embargo, el apunte biográfico publicado en la Revue Illustrée du Rio
vaja.
de la Plata, se expresa que Narvaja nació en 1817, lo que sin duda es un error. Nar
vaja fué bautizado con los nombres de José Patricio Tristán; los dos primeros corres
pondían al santoral del día del bautismo; el Codificador usó, sin embargo, sólo el último
nombre (Tristán) : este aparece en algunos títulos .universitarios y en toda la documenta
ción oficial relativa a su persona. La madre de Narvaja fue doña Mercedes MonTEllES,
y del escrito que ella presentó a la Universidad de Buenos Aires solicitando permiso para
que cursara allí su hijo, resulta que éste era el mayor de la familia compuesta por seis
hermanos, siendo los nombres de los restantes : Aurora, Saturnino, Rogaciano, María Eloisn
y Gumersindo (documento integrante del "Expediente de don Tristán Narvaja", corres
pondiente a su actuación en la Academia de Jurisprudencia, y que obra en el Archivo de
es
la
.,
la
Universidad, Caja de la Academia, años 1836-1S40)
(4) Conf. Som A, Narvaja.
pág. 4.
(S) El doctorado en Teología lo obtuvo el 12 de agosto de 1837, sosteniendo en esa
oportunidad, en latín, una tesis titulada "De misterio infalible sanctissime trinitatis" (véase
R. Zorraquin BEdu, Marcelino Ugarie, Buenos Aires, 1954, p.28, nota 15). El título
que
acredita su doctorado en Teología, que aun conserva su nuera> doña Zulema Sierra, viuda
de Ricardo Narvaja, y que tuve bajo mi vista, expresa así: "Viva la Federación. Uni
versidad xle Buenos Aires. Nos, el doctor don Paulino Gari, Rector y Cancelario de la
misma Universidad, etc., etc. Sea notorio a todos cuantos vieren este público documento
.
.
.,
'
consecuencia de haber don Patricio José Tristán de Narvaja ganado los cursos ne
en las facultades preparatorias, como en la
Mayor de Sagrada Teología, y
,por último, hecho constar previamente haber rendido los exámenes respectivos y demás
ejercicios literarios con aprobación de los examinadores, en conformidad de los reglamen
que
a
cesarios tanto
misma, y además, acreditada ante el Superior Gobierno sumisión y obediencia a
Superiores durante él curso de sus estudios y haber sido y ser notoriamente adicto a la
causa nacional de la Federación, tuvimos por bien acceder a la
súplica que nos hizo de que
le promoviéramos al grado de Doctor en Sagrada Teología, como lo promovimos el día
tos de la
sus
—
100
—
de las
leyes, rinde su examen de tesis el 12 de diciembre de 1839, sobre "Abo
lición de la pena de muerte" (6)
Obtenido el título de Doctor debió co
menzar los cursos
prácticos en la Academia Teórico-Práctica de Jurispru
.
dencia,
y adscribirse como principiante al estudio de un abogado. El lO de
de 1840 Narvaja se incorpora al estudio del doctor José Zorrii-la
y gestiona su admisión en la Academia: luego de algunas dificultades origimarzo
doce de agosto del presente año
en la Sala General, de Grados después de prestado el so
lemne juramento de sostener la libertad e independencia de las Provincias Unidas del Río
de la Plata bajo el Régimen Representativo Republicano Federal un único imperio de la
ley, según todo consta del Libro de Grados. En cuyo público testimonio, y atestado orde
se le diera el presente documento firmado de nuestra mano
y refrendado bajo la
autenticidad del sello mayor de la Cancelaría por el infrascripto Secretario de la Universi
dad. En Buenos Aires a doce de agosto de 1837. Paulino Gari, Por mandato del Señor
Rector y Cancelario don Gervasio José Gari Secretario. Registrado con el N'
al fo
namos
lio 10 vuelta, del Libro Mayor de Grados".
Al dorso este documento dice: "Universidad de la República. Montevideo, diciembre
6 de mil ochocientos cincuenta y tres. Queda anotado en el conipetente Libro de Registro
bajo el n? 44. De orden del Consejo José G. PalomEQuE, Secretario. (Hay Un sello).
(6) Esta tesis no se publicó (Conf. Zorraquin Becu, ob. cit., p.28, nota 15) Debe
.
notarse que
en
esa
época muchas tesis trataban el
tema de
la pena de muerte.
Entre las
preposiciones accesorias de dicha tesis había una relativa al derecho de gentes, y de acuerdo
ella Narvaja postulaba que "la destrucción del sistema de equilibrio no es motivo justo
para la guerra" (Zorraquin BECu, ob. cit., p.28). El título que acredita el doctorado en
jurisprudencia y que aún conserva su nombrada nuera, lo tuve bajo mi vista y expresa:
"Viva la Federación. Universidad de Buenos Aires. Nos, el doctor don Paulino Gari, Rec
tor y Cancelario de la misma Universidad, etc., etc., sea notorio a todos cuantos vieren
este público instrumento, que a consecuencia de haber don Patricio Tristán Narvaja, ganado
los cursos necesarios, tanto en las facultades preparatorias, como en la Mayor de Jurispru
dencia, y por último, hecho constar previamente haber rendido los exámenes respectivos, y
demás ejercicios literarios, con aprobación de los examinadores, en conformidad con los re
glamentos de la misma, y además acreditado ante el Superior Gobierno sumisión y obedien
cia a sus superiores durante el curso de sus estudios, y de haJber sido y ser notoriamente
adicto a la causa nacional de la Federación, tuvimos por bien acceder a la súplica que nos
hizo de que le promoviéramos al grado de Doctor en Derecho Civil, como lo promovimos
el día 12 de Diciembre del presente año, en la Sala General de Grados, después de prestado
el solemne juramento de sostener la libertad e independencia de las Provincias Unidas del
Río de la Plata, bajo el régimen representativo republicano federal, y único imperio de la( ley,
según todo consta del libro de Grados. En cuyo público testimonio y atestado, ordenamos
se le diera el presente documento firmado de nuestra mano y refrendado bajo la autenti
cidad del 'Sello Mayor de la Cancelaría por el infranscripto Secretario de la Universidad.
a.
En Buenos Aires
a
12 de diciembre de 1845.
Por mandato del Señor Rector y
Cancelario,
José >Gari, Sectrio. Firmado: Paulino Gari. Registrado a fs. 140 vta. del
Libro Mayor de Grados" Al dorso se lee: "Universidad de la República, Diciemíbre 6
de 1853. Queda anotado en el Libro de Registros bajo el n? 45. De orden del Consejo,
José G. Palomeque, Secretario''. Debe notarse que en expediente relativo a la actuación
don Gervasio
de Narvaja
en
la Academia de
Jurisprudencia,
existe
un
título similar
a
éste,
pero
tiene
—
101
—
nadas por la deficiente documentación
presentada, o debidas
según otros
a la mala voluntad con
que se le miraba (7), el 1? de octubre está en
condiciones de rendir el examen de ingreso. Pero ya era tarde,
pues en
circunstancias no bien conocidas (8), el 26 de noviembre del mismo año
aparece en Montevideo solicitando reválida de sus títulos y permiso para in
—
—
gresar a nuestra Academia Teórico-Práctica de Jurisprudencia (9), ante la
cual fue presentado por Joaquín Requena y Eduardo Acevedo. Realizó los
cursos
en
forma
aprobación
regular, finalizando
unánime de
sus
los mismos el S de
exámenes
enero
de
1844,
con
(10).
Durante el tiempo que permaneció en la Academia publicó, en 1841, su
primera obra jurídica : "J-,a Administración de Justicia en la República Orien
tal del Uruguay", folleto de 60 páginas que recopila todas las disposiciones
y las prácticas judiciales vigentes en nuestro país en aquella época (11).
por
fecha 12 de diciembre de 1840.
Presumiblemente el título que aún
ha sido obtenido por Narvaja durante
en
su
vuelta
a
conserva
la familia
Buenos Aires, luego de haber cursado
Montevideo.
(7)
Del expediente relativo
a
su
solicitud de
ingreso a la Academia Teórico-Práctica
(véase el expediente respectivo en
de Jurisprudencia surgen las vicisitudes de este trámite
el lugar indicado en la nota N° 3)
.
(8) La documentación algo posterior indica que Narvaja fue mal mirado por el
régimen rosista y que a consecuencia de esto debió emigrar a Montevideo, a donde llegó
sin pasaporte, y gracias a un viaje que pudo realizar merced a la influeíncia de su padrino
de grado, doctor Mario Lozano, y de la familia Olaguer y Feliu (véase un remitido de
Ricardo Narv.-vja, titulado Corrigendo, publicado en el periódico "La Reforma", el 24 de
diciembre de 1902; en el mismo sentido, Soria, ob. cit., y la reseña biográfica publicada en
la Revue Illusfrée du Rio de la Plata, citada)
Empero no existe ningún documento de la
época que justifique esta versión.
(9) Nuestra Academia Teórico-iPráctica de Jurisprudencia, sustitutiva de los actua
.
les
cursos
de Procedimiento y de Práctica Forense que
se
imparten
en
la Facultad de De
recho, fué creada por la ley de 9 de junio de 1839, y funcionó hasta el 4 de mayo de 1865,
época en que abolida por decreto, sustituyéndola por la Cátedra de Procedimiento de nues
Casa de Estudios; según consta en el decreto de supresión, nuestra Institución no col
aspiraciones en vistas a las cuales fue creada. Los cursos de la Academia duraban
tres años y durante ellos los postulantes hacían
práctica de abogado. Resulta del expe
diente respectivo que Narvaja fue presentado a la Academia
por Joaquín REQUEna y por
tra
mó las
Eduardo Acevedo, expresando este último que conoció en Buenos Aires al Dr.
Narvaja
conducta era intachable, y aquél, que lo conocía por más de trece años.
(10) Narvaja rindió el examen de ingreso a la Academia el 16 de diciemibre de 1840,
y que su
luego de cursar tres años, el 13 de diciembre de 1843, se le expide el certificado que acre
dita haber seguido los cursos, y le habilita para los dos exámenes finales que tuvieron lu
gar el día 7 de diciembre de 1843 y el día 5 de enero de 1844, siendo examinado por el en
tonces Presidente de la Academia, Joaquín Requena.
y
(11)
Este folleto
es
la
primera .publicación de
su
género
en
el
país
y por
nable utilidad mereció la aprobación del Tribunal Superior de Justicia, que
presidía don Julián Alvarez (Conf. Luis CarvE, loe. cit., pág. VI).
en
su
ese
incuestio
momento
102
—
—
También pertenece a ese período su escasa producción literaria, consistente
en traducciones de autores
clásicos, que aparecieron en "El Nacional", en
1842 y 1843 (12), y en las cuales revela la formación humanista que reci
bió
en sus
años
mozos
en
Córdoba.
III
Con
de
su
su
práctica
vida. En
de
en
de
enero
la Academia, Narvaja culmina la etapa formativa
1844, a los 25 años de edad, ha cimentado las ba
en efecto
personaUdad: toda su actividad posterior
responde
a los perfiles que
ya contornean su recia figura. Vale la pena, pues, hacer
un paréntesis en el curriculum vitae de nuestro biografiado y analizar, en
ses
este
su
—
punto, los factores básicos que incidieron
telectual
estructura moral
su
en
—•
e
in
.
Estos factores
son
fundamentalmente dos
dad de Córdoba y la influencia de
su
:
la influencia de la Universi
maestro de
Derecho, don Rafael Casa-
gemas.
Alguien
ubicó la Universidad de Córdoba
en
la
geografía cultural,
di
ciendo que de los tres focos intelectuales del antiguo Virreinato, (barcas
señalaba el predominio del núcleo aborigen, Buenos Aires la influencia euro
pea, y Córdoba la supervivencia, casi sin mezcla, del elemento español (13).
De Córdoba recibió Narvaja el sentido de la cultura en profundidad, pro
pio
de la tradición virreinal y cristiana de
sufrió la influencia de los clásicos
españoles
la de aquellos varones que,
mantuvo siempre larga amistad (ES),
es
similar
a
esa
casa
como
como
(14). Aüí
de estudios
y latinos
:
Velez
esto
en
su
Sarsfield,
Segovia,
como
formación
con
quien
Somellera,
Ocampo y otros muchos, pasaron también por Córdoba.
Sobre este fondo tradicional, dominado por un sólido conocimiento del
(12)
En estas traducciones Narvaja
nista recibida eh Córdoba
;
por
lo
tuvo
que respecta
oportunidad de revelar la formación huma
a
las traducciones del
latín
debe tenerse
presente que Narvaja tenía total dominio de esta lengua, como que había redactado en
ella su tesis de Teología (los datos acerca de las publicaciones en "El Nacional", aparecen
avalados por Luis Carve, loe. cit.)
.
(13) A. Chaneton, Historia de Vélez Sarsfield, Buenos Aires, 1938, t.I, p.l7.
(14) -Eií apoyo de tal punto de vista puede recordarse que durante su estada en Men
doza, Narvaja intentó escribir una "iHistoria civil y eclesiástica del Virreinato", siguiendo
en esto el consejo que reiteradamente le había brindado VelEz SarsPiEld; de esta obra sólo
llegó a escribir algunos pocos capítulos, que desgraciadamente se han perdido (Pirotto,
ob. cit., iP.13).
(15) -Resulta,
en
efecto, de la tradición oral de la familia de Narvaja,
SarsiiELD regaló a nuestro codificador una espléndida
cual Narvaja redactó casi todas sus obras.
mesa,
que
aún
se
que
conserva, y
VELEz
en
la
—
latín y
apegado
como
'—
103
—
al respeto de los cuadros clásicos de la vida social, incidió
el otro factor dominante en la formación de
elemento fecundador
—
la
personalidad de Narvaja ; la enseñanza de
don Rafael Casagemas (16).
Cuando Narvaja inició
sus
su
profesor
de Derecho,
cursos
en
de
jurisprudencia,
1837, hacía
ya cinco
años que Casagemas había reaccionado contra las novedades filosóficas de
Somellera, su antecesor, que se movía en el ámbito de la filosofía de Bent
el texto de Somellera por el de Alvarez y
adoptó para los cursos de Derecho Natural y de Gentes la obra de Bello (17).
dice Zorraquin Becu
Sus lecciones
ejercieron sobre todos sus discí
notable influencia, no tanto por el brillo y la novedad de su enseñanza,
Casagemas
ham.
sustituyó
—
■ —
pulos
cuanto por
clases
sus
todo
a
su
ella y por su altura moral y
prolongaron durante un cuarto de
dedicación
se
—
que
inculcar en el
a
espíritu
de
sus
alumnos
un
desprendimiento
siglo
culto casi
—
.
En
tendía sobre
por el
religioso
derecho y la justicia, cuyo triunfo en la sociedad debía contribuir a la solu
ción de los problemas que afectaban los países del Plata; más que una eru
dición fatigosa, infundió en sus alumnos el respeto de la ley y la vocación
derecho,
por el
que
posiciones públicas.
luego revelarían
Toda la
al
ser
generación
llamados
salida de
su
a
ocupar las principales
aula constituye un ex
orientación, que veía en el orden un supuesto esencial de la
vida social, y en el Derecho, el nervio y motor de la misma (18)
Esta enseñanza, alejada de afanes noveleros, no se afiliaba ni al positi
ponente de
esa
.
vismo entonces naciente, ni a la escuela histórica que ya comenzaba
mostrar influencia en el Río de la Plata. Creía en un derecho superior,
respondía
que
sigo,
orden
ese
en
ideal colectivo.
justo
paz social y
en
en
de
ideal,
que todo hombre lleva con
la necesidad de desarrollar tal sentimiento hasta
al sentimiento innato de
y creía también
convertirlo
a
justicia
El fin del derecho
no
sólo radica
que toda sociedad aspiraba, sino también
afianzar la seguridad de todas las situaciones
a
en
realizar
conseguir la
jurídicas. Ani-
en
La enseñanza del derecho en la Universidad de Buenos Aires aparece dominada,
período 1822-1857, por los nombres de Somellera y Casagemas. Somellera profesó de
1822 a 1830, recopilando sus lecciones en el primer texto de derecho rioplatense: Principios
de derecho civil, publicado en Buenos Aires, en 1824, y del cual se hizo una edición facsimilar en Buenos Aires, en 1939. En sus lecciones, como el mismo Somellera lo expresa,
seguía al "incomparable Bentham" (ob. cit.. Discurso preliminar, pág. V), y aspiraba a
■'presentar los verdaderos principios de utilidad y conveniencia, que sirvan para la forma
ción de nuestras leyes, para su inteligencia y aplicación" (Para todo, Zorraquin Becu,
ob. cit., p.38, y bibliografía allí referida).
(17) Sobre Casagemas puede verse V. Osvaldo Cutolo, La enseñanza del derecho
civil del profesor Casagemas, Buenos Aires. 1947.
(18) Zorraquin Becu, ob. cit., p.43, donde se hallan los datos con los cuales se per
(16)
en
el
filó esta noticia sobre la enseñanza de Casagemasv
7
—
—
104
—
bos
objetivos coincidían con las necesidades impostergables de estos pueblos,
cansados ya de luchas civiles y del predominio de la arbitrariedad en el ma
nejo de los más altos intereses públicos y particulares. Era por simultánea
reacción contra el despotismo y la inseguridad, que Casagemas inculcaba
alumnos
que será luego típica de Narvaja
por la con
solidación de las instituciones, por la codificación del derecho
privado, por
el encuadramiento de la actividad de gobernantes y magistrados dentro de
los límites de su autoridad y competencia (19).
en sus
esa
pasión
—
—
Estas ideas de
su maestro, enraizaron en la joven mente de Narvaja
y
el resto de su vida. Alternativas de tal concepción
durante
acompañaron
fueron su lucha por el Código Civil, el que creía que debía ser sancionado
le
aprovechando la permanencia de Flores en el poder (20), la pasión que puso
legislador para que la Cámara de Representantes aprobara el Código
Rural (21), su afán por prevenir los peligros de la arbitrariedad de los ma
gistrados mediante la reglamentación de la responsabilidad judicial (22), su
como
(19) En su actuación en la Cámara, cuando fue diputado, se atuvo siempre a estos
principios. Así, más de una vez señaló que la circunstancia de que el Poder Legislativo
no tenga sobre sí un Tribunal que juzgue sus
actos, "no le releva de su obligación de ajus
tarse en sus resoluciones al pacto fundamental", agregando que una
ley que violara "la
Constitución del Estado, que es la suprema ley, la Ley de Leyes", sería inconstitucional, y
que "no sería aplicada sí hubiera un Tribunal Nacional que pudiera juzgar la constitucio
nalidad de las leyes". (Sesión de la Cámara de Representantes correspondiente al 28 de
mayo de
(20)
1875
en
Diario de Sesiones de la C.
Véase la carta
la cual dice que lo que
Código Civil
convicción,
la
dirigida
en
por
definitiva alentó
efectuar el esfuerzo de
a
en
de
Narvaja
a
a
él y
acometer
que aún estamos, de que si
no
R.R., t.31, p.65).
Ugarte, el
se
a
sus
24 de setiembre de
1868,
en
compañeros de la Comisión del
la obra
y despacharla con rapidez, "fue
aprovechaba la época del Gobierno Pro
visorio del General
Flores, preciso era renunciar definitivamente a la esperanza de ver (no
menos), reformada la vetusta legislación actual" (la carta aparece transcrita en
Zorraquin Becu, ob. cit., p.28).
(21) Fue Narvaja factor decisivo en la sanción del Código de 1875 por parte de la
Cámara de Representantes, a pesar de la oposición de los diputados Rivera y SoTo, como
expresamente se ha reconocido entre nosotros (A. Pla Rodríguez, El derecho ruiral uru
guayo, en Revista de Derecho, Jurisprudencia y Administraron, t.40, p.l94). Resulta, de
la discusión en la Cámara de Representantes, que Narvaja insistió en la sanción de este
cuerpo de leyes señalando que era deber patriótico a.probarlo, y expresando que ello cons
tituirá 'un fausto acontecimiento para la República en medio de las crueles desgracias
que la afligen en el orden económico y financiero" y que si tal hiciera, esta legislatura
"merecería el bien de la Patria y sería aplaudida por las generaciones presentes y futuras"
(Sesión correspondiente al día 30 de junio de 1875, Diario de sesiones dé la C. de R.R.,
t.31, p.290).
(22) A tal efecto, siendo legislador presentó una ley orgánica de 42 artículos sobre
sotros al
la materia, fundándola
principio de
la
en
que
"la Constitución del Estado
responsabilidad judicial
tal
como
en
su
artículo 116
había sido proclamado
en
los
consagró el
códigos espa-
—
idea muchas
veces
ejecutiva, deben
expresada,
IOS
-
de que toda autoridad, incluso la legislativa y
su
propia continencia (23),
actuar dentro de los límites de
y otros muchos aspectos de su obra a los que sería ocioso referirse acá.
En las enseñanzas de Casagemas había, también, otro aspecto de inte
rés
era
:
la tendencia
a
señalar los defectos que, desde el punto de vista
eco
nómico y
social, poseían muchas instituciones coloniales del Virreinato. En
esto, asimismo, Narvaja heredó sus puntos de vista, y a diferencia de otros
codificadores del Continente no redactó sus leyes a espaldas de los progresos
de la ciencia de la economía; por eso propició y obtuvo que
versidad los estudios de economía política se consideraran
de
aquellos
ciones que,
ciones
de derecho
como
la
civil;
prisión
fideicomisarias,
a
los
nuestra Uni
complementarios
también, eliminó de sus leyes institu
deudas, la muerte civil, la lesión, las sustitu
y por eso,
por
la restitución in
la cúratela de
integrum,
limitación de la tasa de interés convencional
ban de acuerdo
en
postulados progresistas
o
los
del
pródigos, la
plazos de gracia, no esta
siglo XIX.
IV
deja Montevideo, pasa a Buenos Aires,
año
el
Mendoza, y
Córdoba,
siguiente, 1845, a Chile (24) Allí fre
cuenta a su pariente, don Gabriel Ocampo, que había de participar en la re
A
principios
a
de 1844 Narvaja
a
.
Código Civil trasandino (25), y por su consejo se instala en
Copiapó, donde ejerce con éxito la profesión, adquiere profunda experiencia
en legislación minera (26), y, sobre todo, puede seguir los trabajos de pre
dacción del
ñóles; principio abstracto, indeterminado
y
estéril por sí
solo, cuando faltan leyes orgá
nicas que lo desenvuelvan convenientemente y que faciliten su inmediata y acertada apli
cación". Agregando que "es .preciso extender la responsabilidad a la más elevada magis
No hay persona ni corporación del Estado que pueda
ser irresponsable de sus ac
consiguiente: es indispensable tener previstos y designados los poderes compe
tentes para juzgar, desde el último Teniente Alcalde del actual tribunal, hasta la Alta
Corte de Justicia, cuando se establezca" (iSesión correspondiente al día 10 de junio de 1875,
Diario de Sesiones de la C. de R.R-, t.31, p.lS4 y s.).
(23) Véase, en efecto, lo expresado supra, notas 19 y 22.
(24) De este período de la vida de Narvaja, que va desde su alejamiento de Mon
tratura.
Por
tos.
tevideo hasta
su vuelta hacia
fines de 1853, poseemos pocos datos. Las mayores referen
cias al respecto están en Soria, Pirotto, y en el remitidc "Corrigendo", antes aludido.
(25) Ocampo era pariente de Narvaja por la rama de los Davila, ya que la abuela
paterna de Narvaja era una Davila; y junto con José Alejo ValEnzuEla, Manuel Anto
nio Tocornal, José iMíguel Barriga, Ramón Luis Irarrazaeal y Antonio García Reyes,
colaboró con BELLO en la redacción del Código Civil. (Véase Chaneton, ob. cit., t.II, pl85).
(26)
un
En Copiapó ejerció la profesión
con
especial intensidad
y
se
dedicó particular
los problemas vinculados al derecho minero. Aun se recuerda su intervención en
famoso pleito relativo a la mina de Peuén, que le valió del literato trasandino Salvador
mente
a
SanfuEnTES,
el título de
Princeps juris.
—
del
1,06
—
de
Bello, que comienzan a publicarse en 1841 (27)
dejó en Narvaja huella que luego se ha de apreciar
en su obra. Presenciando de cerca la elaboración del
CódigO' Civil chileno, se
empapó de la concepción que lo presidía y se acostumbró a mirarlo como un
modelo de obra legislativa desde el punto de vista formal, en cuanto a su
extensión, a su lenguaje y a la continencia de los preceptos a la puramateriá
legislativa. Probablemente allí bebió la idea, tan señaladamente acusada en
paración
Código
Su estada
en
.
Chile
su correspondencia posterior, de la línea de demarcación que separa una obra
legislativa, de un trabajo científico de legislación (28) Este punto de vista
le llevará, al redactar el Código Civil oriental, a adoptar una técnica similar
a la del Código chileno y apartarse de modelos tan ilustres como el Esbogo
de Freitas o el Código de Velez Sarsfield (29)
.
.
V
Dejando
la
a
cabo
una
De
en
a
en favor del mejoramiento de nuestra legislación.
pasaje por Córdoba, es el retrato que se conserva
que refleja mejor la fisonomía del Codificador que
labor asombrosa
esa
el Museo
el existente
mente
trasandina hacia fines de 1853, cuando tenía ya 35
Montevideo, donde vivirá hasta su muerte y llevará
República
años. Narvaja llega
época, dé
su
Histórico,
en
vestido,
nuestra
sin
y
Casa de Estudios.
en
caer
Luce porte arrogante, correcta
o en la frivolidad
(30) ; sus
la afectación
empero
pero corteses ; su cara, profundamente pálida, encuadrada
por un abundante cabello negro y por negrísimas patillas, posee penetrante
mirada y diríase estampada con una expresión de cierta gravedad filosófica,
modales
son
secos
exenta de un enigmático interés
De pocas palabras, acusando así la for
mación clásica, poseía un natural desprecio por las exposiciones largas y
declamatorias. Su actuación posterior como parlamentario lo muestra ca
no
.
llado por sesiones
enteras: sólo
intervenía
en
Se contraía
los debates cuando estaba
con
hasta nuestros días.
Dominado por esta suerte de obsesión por la forma y el estilo, solía
(27)
(28)
En tal sentido, José M. Vidal H.,
Véase la carta
dirigida
a
UgartE,
en
con
en
la mayor atención,
siempre,
toda oportunidad ese estilo cla
juego algún
importante.
a un uso preciso del lenguaje, empleando en
ro y apropiado que a través de sus obras ha llegado^
asunto
repetir
la noticia biográfica antes referida.
feoha 24 de setiembre de
1868, mencio
nada supra, nota 20.
(29) Debe notarse, empero, que Narvaja mejorará en su Código la abra del Codi
ficador chileno : la estructuración de la materia, la modernización de los diversos institutos
jurídicos, el abandono de instituciones anticuadas, etc., son otras tantas ventajas
cuales superará la labor del jurista venezolano.
(30) Estos rasgos de su personalidad se encuentran en Soria, ob. cit.
con
las
—
107
—
menudo el célebre aforismo de las escuelas francesas
: "Une science
parfaitc,
langage complet" (31).
Su personalidad moral acompañaba su porte físico (32)
Sus enemigos
le pudieron decir un día, cuando ya estaba muerto (33), que carecía de la
mejor virtud: la de ser liberal. Efectivamente, Narvaja no era liberal en
el sentido que se daba a esta palabra durante el siglo XIX, ni lo podía ser
a
implique
un
.
tampoco por la formación que había recibido; pero
era,
sí, sincero
(31) Soria, ob. cit., p.l2. Esta misma modalidad le llevará luego
posible, la legislación vigente. Pertenecen a Narvaja estas palabras
a
y leal
clarificar,
en
en
lo
constituyen la
cifra de toda su obra .de legislador : "No hay cosa que más repugne al buen sentido, que la
falta de armonía y de continencia en las disposiciones legislativas" (Sesión de la Cámara
de Representantes del 11 de mayo de 1875, en Diario de Sesiones de la C. de R.R., t.30,
que
,p.407).
Soria, ob. cit., p.U. De él pudo decir C. Tejedor
(32)
como
lema de
que él era,
(33)
de 1888,
su
ensayo
asimismo,
un
:
"Su fisonomía revelaba
un
esta
frase que
hombre de bien ;
sus
Soria
obras
toma
prueban
hombre de ciencia".
Manuel Herrera
y
Obes dijo de él
en
la sesión del Senado de 16 de noviembre
mejor cualidad. No era
(Diario de Sesiones de la C. de Senadores, t 45, p.376). Narvaja en una opor
tunidad atribuyó la enemiga que se le tenía a la circunstancia de que él era extranjero (car
ta dirigida al diario ''El Sig'o", el 11 de abril de 1867, y reproducida en el Folleto "Cues
tión de oportunidad. Alegato presentado ante el Superior Tribunal de Justicia por el Dr.
Tristán Narvaja", Montevideo, s|f.). Lo cierto es que entre sus contemporáneos no solía
contar con simpatías, aun cuando todos le reconocían sus excepcionales dotes de jurista.
Así, cuando fue diputado, la Cámara de Representantes hubo de elegir los nombres de los
diputados que formarían parte de la Comisión Permanente : en esa oportunidad se eligie'ron cinco titulares y cinco suplentes, debiéndose repetir una de las votaciones porque hubo
empate; veintiséis diputados (veinticinccj sin contar a Narvaja) hubieron de decir por
once veces a cuál de entre ellos elegían para miembro o suplente de la Comisión Perma
nente; entre esos doscientos setenta y cinco votos. Narvaja sólo tuvo uno (Diario de Se
siones de la C- de R.R-, sesión correspondiente al 13 de julio de 1875, t.31 p.508). Igual
cosa ocurría en el- ambiente universitario; así, en la sesión del
Consejo Universitario de
26 de julio de 1857, sobre setenta y nueve votantes para el cargo de Rector, Narvaja no
tuvo tii un voto; y lo mismo ocurrió respecto del cargo de Vice-Rector (Documentos para
lo Historia de la República Oriental del Uruguay. Actas del Consejo Universitario, 18491870, Montevideo, 1949, p.l66) ; en la sesión de la Sala de Doctores de 18 de julio de 1859,
sobre sesenta y nueve votos para Rector, N.-v-rvaja no tuvo ninguno; y sobre la misma can
tidad sólo tuvo uno para Vice-Rector (ob. cit., p.l89); en la sesión de la Sala de Docto
res de 18 de julio de 1861, sobre treinta y cuatro votos para Rector, y otros tantos para
Vice-Rector, Narvaja no tuvo ni un voto (ob. cit, p.264) ; en la sesión de la Sala de
Doctores correspondiente al 18 de julio de 1863, sobre 25 votos para la elección del Rector,
Narvaja no tuvo ninguno, y tampoco ninguno sobre los 25 votos para Vice-Rector (ob. cit.,
p.311) ; en la sesión de la Sala de Doctores de 23 de julio de 1863, sobre 19 votantes para
Rector, Narvaja no tuvo ningún voto, y tampoco ninguno sobre la misma cantidad de vo
tantes para el cargo de Vice-Rector (ob. cit., p.311) ; etc.
liberal"
que
era
un
jurisconsulto
consumado "pero le faltaba la
—
108
—
toda circunstancia
(34) y,
ecléctico, abierto
todos los razonamientos.
a
salvo
—
nidos por medio de escritos
publicados en "La Tribuna"
oralmente
entre los
en
la Cámara de
en
en
materia
religiosa
En
—■
poseía un espíritu
públicos, soste
debates
sus
cuales cabe recordar los meritísimos
defensa del
Representantes
Código
Civil
cuando fue
(35), o sostenidos
diputado (36), o en
durante el tiempo que
los firmes puntos de vista que en todo caso mantuvo
integró el Consejo Universitario, lo vemos siempre dotado de
una
fuerte per
incluso
lo mantiene con
que no oculta su pensamiento, que
el ardor y el encarnizamiento que las circunstancias reclaman, pero sin des
conocer el respeto que le merecen sus contrarios.
En sus polémicas pudo
sonalidad,
—
—
hacer suya la frase de Fleury, que adoptó como acápite de uno de sus escri
tos: "Todo espíritu estrecho, todo hombre exclusivo, es mal crítico..."
apegado a sus ideales religiosos respeta, sin embargo, las
Ángel FlorO' Costa presentó su tesis doctoral que
atacaba los principios del dogma cristiano sobre el matrimonio', se abstuvo
de juzgarla, a fin de no perjudicar a su discípulo ni aún con involuntaria
parcialidad; y sólo instado a ello, exphcó en el Consejo Universitario las
causas de su abstención que había pensado exponer en privado al entonces
Rector de la Universidad, don Fermín Ferreira (37)
Al llegar a Montevideo revalida sus títulos el 6 de diciembre de 1853,
y presta juramento para ejercer la abogacía ante el Tribunal de Justicia el
3 de febrero de 1854 (38)
Contrajo matrimonio con doña Joaquina ReProfundamente
ideas
ajenas
:
cuando
.
.
(34)
Las
actas
del
Consejo Universitario, lo mismo
que
las
correspondientes al
pe
ríodo que le tocó integrar la Cámara de Representantes, lo muestran actuando siempre con
real franqueza y sin ocultar su modo de proceder, señalando siempre los errores de los
adversarios, sin perjuicio de reconocer que le eran estimables las personas (Véase lo rela
tivo al debate sobre la derogación de la ley de defensa libre, en la sesión de la C. de R.
R. de 9 de julio de 1875, Diario de Sesiones, t.31, p.427; etc.).
(35) La Nación tiene Código Civil. Colección de Artículos de 'La Tribuna", en de
fensa del Código Civil Oriental, Montevideo, 1869; y Bl Código Civil y la crítica del Dr.
López, Montevideo, 1870. Por otra parte, en la sesión de la Cámara de Representantes co
rrespondiente al 3 de jubo de 1875, Narvaja expresó: "...por lo demás, el autor del Có
digo Civil nunca esquivó la discusióji científica; nunca: esto es sabido por demás. Ni
tampoco hará la injusticia el autor de ese Código de confundir las opiniones individuales,
bien o mal fundadas, sinceras o no, con la opinión verdadera del país..." (Diario de Se
siones de la C. de R.R., t.31, p.340).
(36) Su actuación parlamentaria es elocuente en este sentido; véase al efecto, la dis
cusión habida con motivo de la sanción del Código Rural, o de la ley de defensa libre, etc.,
a
las cuales ya
nos
hemos referido
con
anterioridad.
(37) Sesión del Consejo Universitario del 22 de febrero de 1862 (Documentos..
p.276).
(3g) El título de abogado de Narvaja, que aún conserva su nuera expresa: "El Tri
bunal Superior de Justicia de la República Oriental del Uruguay. Sea notorio a todos los
.
,
—
109
—
Sierra
(39), hija de su gran amigo Joaquín Requena, teniendo
hija, Mercedes. Habiendo enviudado al poco tiempo de
casado, vuelve a contraer nupcias después de unos años, el 19 de junio de
1865 con la hija de otro destacado, colega : doña Umbelina Tapia Sierra
(40) De este matrimonio tuvo cinco varones (40 bis), uno de los cuales
quena
de esta unión
una
.
empleados de la administración de Justicia: que habiendo solicitado el D.
su recepción de Abogado, oído el Ministerio Fiscal y practicadas las
diligencias de estilo, se encontró que reunía todos los requisitos necesarios : y como fué
aprobado en el examen a que se le admitió, se le recibió al efecto de Abogado el día
treinta y uno de enero de mil ochocientos cincuenta y cuatro, bajo el juramento profesio
nal que prestó el día tres de febrero siguiente al tomar posesión de Estrados Judiciales
jueces
y demás
D. Tristán Narvaja
según
consta
de la actuación que existe
en
la Escribanía de Cámara.
Por tanto para que
haya, tenga y reconozca al expresado D.D. Tristán Narvaja por tal abogado reci
bido, y se le guarden las honras, prerrogativas y escenciones que a su carácter corresponde
libramos este Despacho, por el cual ordenamos a las Justicias de nuestra Jurisdicción, ro
gando a las agenas con oferta de reciprocidad lo reputen por tal, sin permitir se le falte
Dado en la Sala de Acuerdo, refrendado por el infrascrito Escribano y
en lo mínimo.
se
le
sellado
con
el Sello de este Tribunal
en
Montevideo
a
seis de febrero de mil ochocientos
cincuenta y cuatro. Francisco Akaucho. Estanislao Vega. Florentino Castellanos. Fran
cisco Castro. Escribano Público. (Hay un sello)
Con la misma fecha se tomó razón en
.
60, con el número 89. Castro". Al dorso hay la siguiente constancia:
"Consulado General Argentino, julio 26 de 1854. Certifico: que los señores que firman este
titulo componían en su época el Tribunal Superior de Justicia, y que sus firmas son las
que usan en todos sus actos públicos. J. Pico (Hay un sello)".
(39) La referencia a la hija Mercedes se encuentra en una carta que Narvaja diri
gió a José G. Palomeque, con feoha noviembre 10_ de 1866 (?) (A. Palomeque, ob. cit.,
p.25). Mercedes Narvaja RequEna contrajo matrimonio con un cordobés, el Dr. Moyano.
(40) El testimonio de la partida de casamiento, que aún conserva la nuera de Narvaja,
expresa : Inocencio María IrEGUi, Cura Rector de la Iglesia Matriz de la Purísima Concep
ción y de los Santos Apóstoles San Felipe y Santiago de Montevideo, certifico : que en el
Libro 12 de Matrimonios al folio 48 se halla la partida del tenor siguiente : "En diez y nueve
el libro
segundo,
fs.
junio del año .mil ochocientos sesenta y cinco su Señoría Ilustrísima y Reverendísima
Obispo electo "in partibus" de Megara, Prelado doméstico de su Santidad, Vica
rio Apostólico y Gobernador Eclesiástico del Estado, Presbítero doctor Jacinto Vera, pre
vias las diligencias de estilo, y dispensadas por el mismo Ilustrísimo Señor las tres con
ciliares proclamas y el impedimento canónico de parentesco de afinidad de tercero con se
gundo grado, por la línea transversal de igual en que denunció hallarse ligado debiendo
previamente entregar a la Parroquia respectiva por vía de limosna .para la luminaria del
Santísimo Sacramento tres libras de cera labrada cada (...) o su equivalente y ser abEuelto de toda censura y demás pruebas eclesiásticas en que acaso se hallaren incurridos,
autorizó según rito de nuestra Santa Madre Iglesia, y forma del Manual Toledano el ma
trimonio que por palabra de presente contrajo el doctor don Tristán Narvaja natural de
Córdoba en la República Argentina de estado viudo de doña Joaquina RequEna y SiEhra
e hijo legítimo de los finados Pedro y Mercedes Mendoza con Umbelina Tapia natural de
esta República, soltera e hija legítima de don Manuel N. Tapia y doña Dolores SiERRa;
IeEGUi, concuerda con el original y a pedido de parte interesada expido la presente que
de
el Señor
—
■—
Ricardo
publicó en 1910 un
Código Civil" (41).
—■
dancias del
lio
—
libro sobre las
"Fuentes,
notas y
concor
VI
Hace
un
el 18 de
siglo,
marzo
de
1855, Narvaja hace
su
aparición
en
tuvieron testigos a don ¡Manuel N. Tapia y doña Dolores Si-ÉRRA (...)". Inocencio M.
firmo y sello en Montevideo a ocho de mayo de mil ochocientos setenta y siete. Derecho
papel, pesos 2.50. Inocencio M. IrEGUi". Al dorso este documento expresa: "Certifico
precedente testimonio ha sido registrado en esta Dirección de acuerdo con las dis
posiciones de la ley sin que exista constancia de haberse dictado sentencia que lo modifique
y
que el
o
anule.
Montevideo diez
y
siete de diciembre de mil novecientos dos.
Certifico que la firma que antecede
y
dice H. E. Tezanos, Oficial
H.
Primero,
E.
Tezanos.
es
auténtica.
Montevideo, marzo diez y nueve de mil novecientos tres. El Cónsul General. (Firma ileigible) Consulado General de la República Argentina. Montevideo". Otro sello dice: "Di
rección General del Registro de Estado Civil". Según me trasmitió oralmente la expre
sada nuera de Narvaja, doña Umbelina Tapia íenía aproximadamente veinte años cuan
do contrajo este matrimonio.
(40 bis) Según informaciones proporcionadas por su nuera, éstos fueron: Manuel
Narvaja Tapia (abogado), Tristán Narvaja Tapia (escribano), Alfredo Narv.'vja
Tapia (marino), Ricardo T. Narvaja TapiA (abogado), y Augusto Narvaja Tapia (que
se dedicó al comercio).
Según resulta de la carta dirigida a J. G. Palomeque (ver nota
39) los dos primeros ya habían nacido el 10 de noviembre de 1866, pero en esto debe haber
algún error de fecha.
(41) Ricardo Narvaja, ob. cit., en La Revista de derecho, jurisprudencia y administración, t.4, p. 94, .en el a,ño 1897 apareció un anuncio que expresaba que en el mes de
diciembre se knprimirían en Buenos Aires las "anotaciones, concordancias y -comentarios
justificativos que constituyen la única y genuina fuente del Código Civil Oriental, tal
como las dejó escritas su autor, el doctor don Tristán Narvaja".
Según se anunciaba en
el mismp lugar, esta publicación se haría bajo la dirección del Dr. Emilio Aníbal Ponce,
que era primo de Narvaja, y el padre de su nuera casada con su hijo Ricardo T. Narvaja
Tapia, según ya se dijo (supra, nota 5). Esta obra nunca se publicó, pero la publicada en
-Montevideo en 1910, por Ricardo T. 'Narvaja contiene, según éste mismo expresa en su pró
logo, las notas que poseía PoNCE en el Código que le fuera regalado por el
Codificador, .más otras que el mismo había dejado a, su hijo Ricardo. Además,
Facultad
existe
un
de la
de
Derecho
-en la Biblioteca
manuscrito, encuadernado
media tela compuesto de 24 fojas tamaño oficio, que contiene las "Anotaciones del
en
Dr. Tristán Narvaja al Código Civil, tomadas del original que conserva su hijo el Dr.
-Manuel T-., Narvaja'" s|f. Estas anotaciones suelen coincidir, aunque no siempre, con las
publicadas por el otro hijo del Codificador, Ricardo T. Narvaja. Respecto del valor de es-tas fuentes se ha discutido mucho en nuestro medio: lo cierto es que tienen, a los efectos de
proporcionar la interpretación auténtica del Código, un valor muy dispar. Se sabe que
Narvaja nunca quiso publicar el texto del Código anotado, alegando que la publicación
del Código 'debía limitarse al texto desnudo desprovisto de toda anotación, como el de
cualquiera otra ley, «n razón de que. el mismo Código preceptúa que no debe desatenderse
abandonaría cada vez más
:£U tenor literal", y, si se publicaban las notas, "el intérprete
.
,
.
'
,
,
—
111
—
nuestra Casa de Estudios
como miembro de la Sala de Doctores (42)
Va
cátedra de Derecho Civil y Comercial por renuncia de don Marce
lino Mezquita, se presenta aspirando a la cátedra y ofreciendo concurso :
.
cante la
la cátedra le
el texto
es
conferida sin él, el 8 de mayo de 1855 (43)
.
A
partir
de este
legal para acogerse a la autoridad o fuente citada en la nota correspondiente" (Ri
Narvaja, ob. cit., p.XIII y XIV). En realidad estas notas fueron redactadas
cardo T.
con posterioridad a la sanción del Código, aunque teniendo en cuenta,
muchos casos, los elementos que le habían servido para esta tarea. En su
propio Código y en los que regaló a sus hijos, amigos o colegas, el Dr. Narvaja fué dejando
estas anotaciones, que en algunas oportunidades refieren la fuente de la disposición anotada
por el Codificador
por supuesto,
y
en
otras
en
no,
estando puestas
otras
con
finahdades.
Debe notarse que
era
costumbre
en
época de nuestra codificación, y en particular Narvaja usó de ella, que el Codificador
obsequiara a sus amigos, por vía de cortesía, un ejemplar del Código con algunas notas es
critas de su .puño y letra referentes a algunos pasajes del articulado; así, Narvaja regaló
ejemplares en tales condiciones a su primo el Dr. PoNCE, y a TEixeira de FeEitas, VelEz
Sarsfield y Alsina (ver, Ricardo T. Narvaja, ob. cit., p.XV), y a otras personas. (He
tenido a la vista un Código Civil, edición de 1893, propiedad, de don Eugenio Lagarmilla,
en el cual figuran las anotaciones de dos códigos, uno propiedad del Dr. José A. de FrEiTas,
y otro propiedad del Dr. Duvimioso TERRA, las cuales notas pasaban por haber sido ma
nuscritas por nuestro Codificador)
En todo caso las notas tienen siempre el valor de
proporcionarnos el "ambiente" en el cual se movia nuestro codificador, y en muchas opor
tunidades nos indican, además, la fuente textual de una norma, o la idea que Narvaja po
la
.
.
seía
acerca
de
su
contenido.
Documentos..., p.l27.
(42)
(43)
La enseñanza del derecho civil estuvo al principio, pese a estar creada de dere
cho la cátedra correspondiente, en manos de profesores particulares, como el doctor Lau
reano Costa (Sesión del Consejo Universitario de 31 de diciembre de 1849, Documentos
p.l8; Ídem, del 7 de abril de 1850, ob. cit., p.27; ídem, del 27 de junio de 1850, ob. cit., p.31)
.
designado Catedrático don Pedro SomEllERA
(Sesión del Consejo Universitario correspondiente al 27 de junio de 1850, ob. cit., p.Sl),
el curso de derecho se inauguró oficialmente el l^.de marzo de 1851, estando a cargo de
la Cátedra el Profesor Alejo Villegas, y concurriendo a ella 26 alumnos (Informe del
Rector de 18 de julio de 1851, en Documentos..., p.64). Villegas deibió irse a Buenos
Aires y renunció prontamente a su cargo : la renuncia le fue aceptada por el Consejo Uni
versitario en la sesión del 7 de abril de 1852, y en la misma oportunidad se designó para
ocupar la cátedra de Jurisprudencia a don Marcelino Mezquita {Documentos.
p..72)
Mezquita había egresado recientemente de nuestra Universidad, siendo designado doctor
a raíz de la aprobación de su tesis
".Es necesario reformar nuestra Legislación Penal por
estar en oposición con las ideas y progresos de la Sociedad", lo que tuvo lugar el 22 de
ese mismo día, &[i Do
agosto de 1850 (Sesión del Consejo Universitario correspondiente
cumentos.
p.41). La .presencia de Mezquita en la Cátedra también fué efímera, pues
renunció a ella el 21 de marzo de 1855 (Documentos..., p.l30); ese mismo día Narvaja
se presentó por escrito ante el Consejo Universitario, "ofreciéndose para desempeñar la Cá
tedra de Derecho Civil... y aceptando desde luego la oposición sí fuere necesario"; el
Consejo decidió llamar a aspirantes (Documentos.. ., p.l31) y finalmente, el 8 de mayo
A pesar de que inicialmente parece haber sido
.
.
.,
a.
.
de
1855,
se
.,
da cuenta
en
una
Sesión del mismo que
se
ha recibido la conformidad .del Go
bierno respecto del nombramiento del Dr. Narvaja (Documentos..., p.l36).
.
—
Narvaja inicia
momento
su
larga
112
—
docente,
carrera
que
designado
prolongará 17 años;
inicialmente para enseñar derecho civil
y comercial, también en
señó derecho penal y de gentes al
Pro
tiempo de crearse estas cátedras
(44)
laborioso, como repetidas veces reconocen los Rectores
de la Universidad (45),
preparó un volumen de 700 páginas en el cual se
compendiaban sus lecciones, pero que no llegó a ser publicado por penurias
económicas (46)
Formó con su enseñanza los más ilustres hombres
que
tuvo nuestro país hacia fines de siglo : los Ramírez,
Arechaga, De María,
Melian Lafinur, Terra, Ellauri, Aguirre, Herrera y Obes,
y otros
muchos recibieron de él su formación jurídica, conservando, como dirá José
Pedro Ramírez en el Senado en 1888, recuerdo de él como jurisconsulto dis.
fesor
infatigable
y
.
(44)
Véase sesión del Consejo de 27 de junio dt 1860 (Actas..., p.216) y sesión de
22 de febrero de 1862
(45)
(Documentos.
Abundan los testimonios
..,
p.27S).
sentido : así, el informe del Rector del 26 de
julio de 1857, alude a Narvaja como "laborioso e infatigable profesor" (Documentos.
p.162) ; FeiuíEira, en el infoime correspondiente al 18 de julio de 1861, expresa lo mismo
(Documentos.
p.262); igualmente en el Informe correspondiente al 18 de julio de 1863,
expresa el Rector: "...se ha pedido la dotación por separado de una Cátedra de Derecho
de Gentes, que hasta hoy ha estado a cargo del laborioso e infatigable doctor Narvaja"
(Documentos..
p.309) ; etc..
(46) Las referencias al texto de Narvaja son relativamente numerosas : Palomeque,
ob. cit., p.23, expresa que su padre había tomado diversas anotaciones de las lecciones ora
en
este
.
.
.,
.,
.,
les de
su
maestro,
y que las
ordenó
e
hizo de ellas
verdadero texto, "encuadernado
un
con
terciopelo morado", que Narvaja usaba a partir de ese momento como guía
en su clase
(en la biblioteca del Consejo Directivo de la Facultad de Derecho existe el
tomo de esta obra correspondiente al segundo año del curso de derecho civil y comercial)
Sin embargo, el libro a que antes se alude debe ser otro, respecto del cual encontramos nume
rosas referencias en las Actas del Consejo Universitario de la época : así, el 26 de julio
de 1857, aparece la primera referencia oficial al mismo en el informe del Rector, en el
cual se dice: "...se iba ocupado (Narvaja) y ocupa aún de la redacción de un texto de
servirá para las lecciones de la Facultad de Jurisprudencia, en cuyo bien combinado trabajo
se nota con claridad y precisión lo que para el discípulo era hasta hoy objeto de dudas y
dificultades en los que han servido en nuestra Universidad" (Documentos..., p.l62) ; en
la sesión del Consejo Universitario de 6 de agosto de Í860, se trata la manera de financiar
la publicación de dicho libro, y se decide oficiar al Gobierno solicitándole se suscriba a la
edición con cuatrocientos ejemplares (Documentos. ., p.262); en la sesión del 17 de no
rica tapa de
.
■
dio cuenta que el Gobierno había contestado a la Universidad que "no
el Poder Ejecutivo contraer compromisos indefinidos, el Rector de la Universidad
viembre de 1860
pudiendo
se
debía expresar el importe de cada ejemplar, a la vez que el número aproximado de páginas
de los mismos (Documentos.. ■, p.232); en el informe del Rector del 18 de julio de 1861
se
da cuenta que la redacción del texto está concluida y que el Gobierno se halla bien dis
su publicación
(Documentos. ., p.262); en el Informe del Rec
puesto respecto de ayudar
tor
correspondiente al 18 de julio de 18612
cinco
a
.
se
dio cuenta que cada ejemplar costaría de unos
setecientas .páginas, y que el Gobierno se había
seis pesos, y tendría de seiscientas a
a la ayuda de veinte ejemplares, lo que, sin embargo,
comprometido
era
muy
exiguo;
etc..
—
tinguidísimo
y notable
(47)
.
113
—
Finalmente, el 28 de febrero de 1872, pide li
definitivamente el 18
cencia por dos meses a su cátedra, a la que renuncia
de julio de ese mismo año (48)
la
los fueros
Como miembro del Consejo Universitario defendió
simdiversas
de
medidas,
algunas poco
la adopción
Universidad
.
de^
y
promovió
16 de noviembre de 1888, en el D^ar^o de
.Sesión de la Cámara de Senadores de
casi
370.
Expresiones similares se encuentran en
C. de
t.45, p.369 y
(47)
S.S.,
contemporáneos y discípulos; véanse,
s.
R. Narvaja, Fuentes..., p.XVII y
Sesiones de la
todos
sus
tema en
por
ejemplo, algunas referencias sobre
.
este
.
,
en la Universidad acusan, sm duda,
Los últimos años de actuación de Narvaja
Es sintomático que con motivo
Claustro.
el
con
relaciones
una creciente tirantez en sus
único autor (véase nota
se consideraba a Narvaja
de la sanción del Código Civil, del cual
en defmitiva la san
siendo
que
Universitario,
el
Consejo
60) no se dijera una palabra en
la Facultad de De
de
Catedrático
más antiguo
ción de dicho cuerpo de leyes honraba al
similares: el 24 de febrero de
síntomas
revelan
renuncia
de
su
recho
Los antecedentes
Be
la Universidad, que era don Martin
1872 Narvaja dirige una carta al Secretario de
de
informe al Rector que, de acuerdo a la autorización que
(48)
rinduague,
en
el cual le
pide
al licenciado Antonio Vigil de la Cátedra de Jurisprudencia
Plácido Ellauri, da cuenta
su ausencia; el Rector, que lo era
dure
durante el tiempo que
de 1872, y esta corporación
febrero
28
de
de
de esto en la sesión del Consejo Universitario
debe presentarse en forma solicitando de la
decidió- 'Se haga saber al Dr. Narvaja que
el Rector autorizado para concederla
misma la venia necesaria para ausentarse, quedando
de dos meses, así como para admitir el sustituto que
no excediendo del término prudencial
eleva al Consejo Univer
Al día siguiente, 29 de febrero de 1872, Narvaja
se proponga".
de Derecho Civil y
Catedrático
Tristán
Narvaja,
sitario la siguiente nota: "El D. D.
al Consejo, cumpliendo con la determinación de
él había recibido,
Comercial,
se
encargó
presenta respetuosamente
en el ori
en forma la venia para ausentarme temporariamente (subrayado
creía haber llenado ese deber del modo en que hasta aquí se
suscribe
el
bien
si
que
ginal),
con la venia del Sr. Rector
había practicado por él mismo y por otros Catedráticos, es decir,
corto tiempo; Debido a
en Secretaría, cuando la ausencia es de
becho
del
constancia
la
y
instruirse del acuerdo del
ha
del
podido
el
suscribe,
retardó
que
viaje
un accidente que
contiene la autorización dada al Sr. Rector para proveer en el particu
éste de solicitar
Consejo, en que se
sea cual fuere su opinión individual, que
lar, y es, aprovechando complacido los momentos,
19 de marzo en los términos
viene a reproducir su solicitud"; esta nota fue contestada el
al margen de ella. Encargado el Dr. Vigil de
obra
constancia
una
que
según
acordados,
se encontraban DE
la clase, el 4 de marzo de 1872 un grupo de estudiantes, entre los que
se presentaron al
Consejo soli
María, Terra, Carlos M. de Pena, José M. Vidal, etc.,
de las
carecía
más
que
alegando
Vigil
de
competente,
citando la sustitución
por persona
sustituir a Narvaja. Al día siguiente, el 4 de marzo, Vigil se
condiciones
mínimas
dirigió
cia que
para
Secretario de la Universidad expresando que renunciaba a su cometido, renun
el
reiteró por nota de 6 de marzo del mismo año; esta renuncia fue aceptada por
al
Consejo Universitario en
un sustituto, lo
nombrarle
su
Sesión del 15 de
que parece que
marzo
de
1872,
y
se
autorizó al Rector
a
la persona de don Domingo Aramburu
la Sala de Doctores, por el Rector P. Ellauri
se
hizo
en
(según resulta del informe presentado a
renuncia a su
julio de 1872). El mismo 18 de julio de 1872, Narvaja presenta
Comercial que
Cátedra en los siguientes términos: 'El Catedrático de Derecho Civil y
el 18 de
—
114
—
la
que beneficiaron grandemente nuestra Casa de Estudios : luchó por
abolición de la Universidad Menor, que el gobierno había autorizado en. la
Unión (49) ; para que se elevaran a cuatro los años de estudio de jurispruden
cia (50) y se respetara la ordenación de los mismos (51) ; por las cátedras
páticas,
con un deber de dirigirse al Consejo Universitario para
manifestarle -que, por circunstancias supervinientes, cree llegado el caso de hacer renuncia
indeclinable de la cátedra que ha desempeñado por espacio de diez y siete a diez y ocho
años...". El Consejo Universitario acepta esta renuncia en la sesión del 31 de julio de
suscribe tiene el honor y cumple
llamar a concurso la cátedra para el 20 de noviembre próxi
agradecer los servicios, y proponerle al Gobierno como miembro del Consejo Uni
versitario; el Gobierno contesta afirmativamente a esta proposición el 5 de agosto del
mismo año; el Consejo Universitario considera esta comunicación el 2 de octubre de 1872
a la vista no surge que éste se haya
y decide convocar al interesado. De los antecedentes
1872, decidiendo, además,
mo,
incorporado al Consejo Universitario (Estos datos resultan del Libro, de Actas del Con
sejo Universitario y de las pertinentes notas, contenidas, en el Archivo de la Universidad,
Caja correspondiente a los años 1871-1872) En cuanto al destino ulterior de la Cátedra
-de Narvaja cabe decir que el 11 de junio de 1873, fue nombrado Catedrático Titular el
Dr. Antonio H. Vigil, en mérito al concurso celebrado, y a pesar de las protestas que
formularon por los alumnos alegando su incompetencia. ViGiL enseñó la asignatura
se
hasta el -31 de julio de 1880, en que a consecuencia de otro pequeño lío universitario, pre
.
sentó renuncia
(Sesión
pondiente al 6
teaba
cátedra, junto con su hermano que -renunció también a la que regen
Consejo Universitario del 31 de julio de 188Í) En la Sesión corres
de agosto de 1880 el Consejo Universitario decide nombrar, interinamente,
a
su
del
.
el cual prontamente pre
no se haga el concurso, al doctor Duvimioso Terra,
17 de
en su sesión del
sentó renuncia; el Consejo Universitario consideró esta renuncia
el
per
renunciante,
.cosa
la
aceptó
que
misma,
marzo de 1881, y decidió pedir el retiro de
maneciendo a cargo de la cátedra hasta el primer decenio de este siglo.
hasta tanto
La
(49)
de 1856,
el
la Unión
a
Universidad Menor había
raíz de
su
formando parte de la
sido
autorizada
por
Decreto
del
12
de febrero
Colegio Nacional, que funcionaba en la Villa de
como
creación, el 28 de junio de 1849, y que había sido declarado
Universidad por Decreto de 19 de mayo de 1855. El mencionado
cual confirió tal
rango .al
del Colegio Nacional a conferir
decreto de 12 de febrero de 1856 autorizaba al Rector
se opuso a las prerrogativas
letras.
siempre
Narvaja
en
ciencias
Bachiller
y
el, grado de
al Consejo Universitario pa
de esta Universidad Menor, y convocó a una sesión especial
los bachilleres que se recibían en la Univer
de
que
alegando
sus
vista,
fundar
ra
puntos
deficiente (Sesión del Consejo Uni
sidad Menor poseían una preparación absolutamente
:
merced a esta prédica
versitario del 16 de febrero de 1857, en Documentos..., p.l54)
de dicho establecimiento de enseñanza, como se
de Narvaja el Gobierno decretó el cese
HERRERA Y Obes de 26 de julio de 1857 (Documen
en el Informe del Rector
expresa
otras oportunidades Narvaja tuvo ocasión de defender los fueros
p. 160). Ya en
el acta del Consejo Universitario
de- las Universidad Mayor frente a la Menor (véase
en
de
p.l49).
Documentos......
1856,
.de la Sesión de 5 de mayo
Universitario de 18 de junio de 1860 (Documentos...,
■(SO) -Sesión del Consejo
de 1862 (Documentos..., p.274) ; los esfuerzos de Narfebrero
p214)- ídem, de 14 de
del Consejo Universitario del
el
éxito,
ya que en la Sesión
coronados
por
fueron
la elevación de la .carrera de
Gobierno
del
aprobando
nota
recibe
31 de mayo de 1871 se
tos
.
vIjA
.
—
de Derecho Penal y de Teología
renovó los métodos del derecho
115
(52),
—
y para
no
prolongar
esta
enumeración,
civil, llevando a la jurisprudencia inquietu
social, a cuyos efectos solicitó y obtuvo que
des de carácter económico y
economía política fuera disciplina
cial
del derecho civil y
complementaria
comer
(53).
El mismo año
en
que
se
retira del
profesorado, publica
una
monografía
sobre la "Sociedad conyugal y las dotes". Estudio reahzado con amplias mi
ras, que exceden en mucho el método exegético, a cuyo compás se movían
grandes juristas europeos, esta obra se caracteriza por los
generales de historia del derecho, de derecho comparado y
también de sociología, que presiden sus diversos desarrollos (54)
en ese
tiempo
los
conocimientos
.
VII
Narvaja profesor,
no
olvidó las enseñanzas de
su
Casage
maestro
mas, y trató de realizar los ideales de renovación de la legislación civil, de
ordenamiento de las instituciones (55) y de primado de la ley, que aquél
le infundió.
En 1865 redacta la famosa
ley de hipotecas,
corrige errores secu
época. Esta ley, ins
a las
^sin embargo
mejora, mereció
que
de Zachariae el juicio de ser la mejor ley hipotecaria conocida, y partien
do de la separación radical de las hipotecas y los privilegios, realizó los pos
tulados de la convencionalidad, la especialidad y la publicidad de aquellas,
y llegó a hacer de la tradicional institución el instrumento ágil y seguro que
reclamaba la ciencia económica de la época (56).
lares, insidiosamente infiltrados
pirada en las reformas chilenas,
en
la
legislación
—
que
de la
—
jurisprudencia a 4 años (Libro de Actas, acta correspondiente a la sesión del 31 de mayo
de 1871; véase, asimismo, el acta correspondiente a la sesión de 22 de marzo de 1871).
(SI) Sesión del Consejo Universitario de 5 de mayo de 1856 (Documentos. ., p.l49).
(52) Sesión del Consejo Universitario de 27 de set. de 1850 (Documentos..., p.l96) : esta
Cátedra tuvo, sin embargo, que ser suprimida por falta de alumnos (Sesión de la Sala de
Doctores de 18 de julio de 1861, en (Documentos.
p.2S8).
(53) Sesión del Consejo Universitario de 18 de junio de 1860 (Documentos.
p.
215) ; ídem, del 9 de noviembre de 1860, p.229.
(54) Esta obra tuvo una segunda edición en nuestro país, en 1896, por parte de la
Editorial El Anticuario, 1 vol. de 94 págs. Por otra parte, recuérdese lo que dice la nota
.
.
.,
.
.,
inicial sobre la edición chilena.
(55) Esto le valió que uno de sus biógrafos le atribuyera el calificativo de "técnicoorganizador" (Luis Carve, ob. cit., p.VII).
(56) Debe notarse que esta ley mejora considerablemente el derecho patrio en la
materia, constituido por la ley de 1856, y por los demás antecedentes españoles, a los que
tiene en cuenta, sin embargo, para elaborar un régimen hipotecario adaptado a la realidad
nacional. La estructura del mismo es tan completa y acabada, que en el momento actual
al jurista le cuesta imaginarse las enormes dificultades tanto teóricas como prácticas a que
ha dado lugar este asunto a lo largo de la historia del derecho.
—
116
—
Este mismo afán por eliminar de la legislación instituciones anacróni
rechazadas
cas,
por las enseñanzas de su siglo, guió la pluma de Narvaja
en la reforma del
Código de Comercio, cuya tarea le fue encomendada como
miembro de una Comisión designada el 5 de junio de 1865, por el Goberna
dor Provisorio Venancio
Narvaja
Informe
mercio,
tuvo
presentado
empezó
a
damental el texto de
unos
tigua, aporta
del cual
Narvaja fue amigo
y
consejero.
tal tarea y a él cupo la redacción del
al Gobierno el 24 de enero de 1866. El Código de Co
que
cación de
Flores,
destacada actuación
regir
el 1"? de
en
julio de dicho año, reproduce
en
lo fun
autor, el doctor Eduardo Acevedo, salvo la modifi
250 artículos, en los que, además de ajustar la redacción an
nuevos
su
puntos de vista doctrinarios. El Código de Acevedo
vieja legislación mercantil, que desconocía los pro
estaba elaborado sobre la
gresos de la ciencia económica del siglo XIX. Para ponerlo a tono con ellos.
Narvaja eliminó la prisión por deudas y la muerte civil; reforzó el respeto
a
las transacciones comerciales
de acuerdo
a
los
postulados
tribunales solían acordar
a
en
materia de intereses y contratos; desterró,
liberal, los plazos de gracia que los
de la escuela
los deudores; eliminó las
normas
sobre usura;
fin, vivificó la estructura
ley hipotecaria, y,
incorporó
económica del derecho mercantil de acuerdo a las ideas en boga en ese mo
las
(57)
mento
normas
de la
en
.
se sancionó el Código de Minería, debido tam
pluma de Narvaja, que éste redactó con su estilo conciso y em
pleando la experiencia adquirida en Chile sobre la materia. Este Código,
El 5 de febrero de 1868
bién
la
a
sustituido prontamente por el de 1884, reconocía al Estado el dominio emi
nente
una
de todos los
yacimientos, y
perfecta que
orientación más
en
cuanto
la de
su
a
sus
sucesor,
principios,
derogado
tenía sin duda
en
1943.
VIII
La obra maestra de Narvaja
el
cuya sanción
nacionales. En 1836,
Código Civil,
juristas
era
en
un
legislativa fue, sin embargo,
largo tiempo acariciado por los
la Cámara, abogó por la redac
materia
ideal
Ellauri,
en
Código Civil (58); unos tres lustros más tarde Eduardo Ace
vedo, nombre glorioso en nuestra jurisprudencia, preparó, en el Paso del
Molino, un Proyecto de Código Civil, publicado en Montevideo en 1852.
ción de
(57)
un
Véase
a
este
respecto las expresiones contenidas
en
el Informe de la Comisión
Revisora del Código de Comercio.
de Se
(58) Sesión de la Cámara de Representantes de 15 de abril de 1836, (Diario
notarse que algunos puntos de vista di
debe
Sin
de
de
la
C.
embargo,
siones
R.R-, t.2).
la época de la Codificación
ferentes a éste fueron sustentados en el Río de la Plata en
s.).
p.80
Buenos
t.7,
1887,
Obras
Aires,
completas,
(véase Alberdi,
-117
—
La obra de la codificación, por otra parte, también tenía antecedentes en Sudamérica. Cuando Narvaja redactó su Código Civil ya estaban sancionados
con fuerza
positiva, el Código de Chile, el del Perú, y los dos de Santa Cruz
Bolivia, aparte de
en
en curso
meros
de
preparación,
o como
como
el de Velez
Sarsfield, se hallaban
Goyena, eran
el de Acevedo y el de García
proyectos.
por su consejero Narvaja, Flores decretó el 20
que la m.isma Comisión que había revisado el Código de
ampliada con el doctor Joaquín Requena, revisara el Proyecto
Sin duda
de
otros que,
de
marzo
Comercio,
impulsado
1866,
Código de Acevedo, a les efectos de sancionar el Código Civil de la Re
pública. La Comisión comenzó sus tareas el 1° de julio de 1866 y las ter
minó en un lapso de 20 meses, esto es, en noviembre de 1867; pero no tra
bajó directamente sobre el Proyecto Acevedo, como disponía el decreto de
Flores, sino sobre otro proyecto preparado por Narvaja (58 bis), sin
duda teniendo como punto de partida el trabajo de Acevedo, que en el mo
mento en que fue redactado constituía un excelente proyecto de Código ela
borado sobre la base del Código napoleónico y de las leyes patrias y españo
de
las
en
materia civil.
La labor de
del
preparación
fue abrumadora para
Proyecto de Código
Narvaja: durante casi dos años debió
cerrar su
estudio de
abogado
y aban
donar toda actividad que no fuera la de su cátedra universitaria (59) ; final
mente, el trabajo terminado y elevado a consideración del Gobierno fue san
cionado el 22 de
regir
el 1"? de
La entrada
polémica
en
(58 bis)
comenzó
luego de algunas alternativas,
a
de 1869.
vigencia
que tuvo por
el doctor
de 1868, y,
enero
enero
del
Código
finalidad atacar al
Narvaja (60)
.
señala la iniciación de
Código,
En esta discusión
y
se
Se ha negado por algunos la existencia de
a
una
través de él
debatieron
a su
célebre
autor,
principalmente
Proyecto original de Nar
este
los documentos de la época revelan inequívocamente que la Comisión trabajó
sobre el texto del mismo. En tal sentido, es elocuente el Informe de la Comisión de Có
vaja, pero
con la cual se elevó el Código al Poder Ejecutivo; el informe de la misma Comisión
Gobierno, de agosto de 1869; el decreto-ley de 23 de enero de 1868; la correspondencia
dirigida por Narvaja a Ugarte mencionada en la nota 20 ; etc
(59) Véase la carta dirigida a José G. Palomeque, con fecha 10 de noviembre de
1866. Sin duda esta carta es, empero, de fecha posterior a la que se indica en el libro de
Palomeque (véase nota rfi 39), no sólo porque en esa época aún no habían nacido los dos
hijos de Narvaja a que en ella se refiere, sino también porque allí anuncia el envío de un
ejemplar del Código que todavía no podía estar impreso. Presumiblemente esa carta ha de
ser del 67 o del 68, pero más probablemente del 67.
(60) Debe notarse que en la época de la sanción del Código Civil nunca se dudó de
digos
al
.
que el autor del mismo fuera el doctor
en
un
artículo publicado
en
Narvaja:
.
esto lo dice expresamente V.
La Revista de Buenos
Aires,
año
1869,,
y
en
Fidel LopEz
el cual expresa:
—
118
—
puntos: la autenticidad, el mérito y la autoría del Código Civil.
tres
Respecto de la autenticidad del Código, sus enemigos
publicado en 1868 no era el auténtico, por cuanto
el texto
sostuvieron que
no
coincidía
con
"Resulta 'le los informes judiciales que el redactor exclusivo de! Código Uruguayo es el
doctor don Tristán Narvaja"; lo mismo expresa José M. Vidal H., en la ya mencionada
noticia
biográfica del Legislador, y el doctor Piñeyro en carta dirigida a Joaquín RequEna.
integrante de la Comisión Revisora del Código Civil, y publicada en La Tribuna el 6 de
febrero de 1869. En el Senado, en 1888, José Pedro Ramírez expresó la misma opinión
(ver Diario' de Sesiones de la Cámara de Senadores, t.45, pág. 377, sesión correspondiente
al 16 de noviembre de 1878) ; igualmente Narvaja se expresaba en Representantes, con el
general asentimiento, en términos equivalentes (ver nota n'' 35) ; el decreto de 11 de febrero
de 1868, que le acuerda la ciudadanía uruguaya, expresaba lo mismo ; ídem la corresponden
cia de la época firmada por Narvaja; el propio presidente de la Comisión Revisora, doctor
Herrera y Obes reconoce que la Comisión trabajó sobre un proyecto de Código Civil "que
de antemano tenía preparado el distinguido abogado de nuestro foro don Tristán Narvaja"
(Informe que la Comisión de Códigos presenta al Exmo. Gobierno de la República sobre
el Código. Civil en vigencia, Montevideo, 1870, p.7) ; hace lo propio la Comisión Revisora
Código Civil a la consideración del Poder Ejecutivo; y
Código, el único que sale a defenderlo es Narvaja,
como luego recordará en su época de parlamentario
(véase nota n'' 35) Igualmente debe
recordarse entre los antecedentes que señalan que en su época Narvaja pasó por autor del
Código Civil, la documentación relativa a la propiedad literaria del Código, de acuerdo a
la cual se acordó a Tristán Narvaja "como autor del Proyecto de Código Civil, el derecho
de propiedad sobre las ediciones sucesivas de didho Código, con excepción de la primera
edición oficial, no pudiendo por lo tanto hacerse impresión alguna, de éste sin su previo y
el Informe
en
cuando
se
con
el que elevó el
discute el mérito científico del
.
consentimiento"
expreso
(Resolución del Ministerio
de
Gobierno
de
17
de
setiembre
de
Código Civil
Arias Barbe
CesTau
Anotado por Araujo
LopEz, Montevideo, 1949, t.I, p.LII)
En los debates habidos en el Parlamento en 1888 con motivo de la' expropiación de los de
rechos que el Sr. Ibarra había adquirido sobre el Código, como consecuencia de la cesión
de algunos contempo
que de ellos le hicieron los herederos de Narvaja, y en el concepto
1867,
que
puede
verse,
como
toda la documentación relativa
a
este
asunto,
en
.
ráneos, se consideraba que el reconocimiento de estos derechos constituía una "inmoralidad"
de parte del legislador. Sin embargo, este punto de vista desconoce la costumbre de la
época en esta materia: tanto en el plano internacional como en el nacional, este tipo de
concesiones era cosa frecuente; así, el Código peruano de 18531 había sido concedido por
una
resolución de
ese
tipo, de 19 de
enero
de 1852,
a
don
Hipólito Sánchez;
cosa
parecida
el Código de Comercio peruano de 1853, que como se sabe es una simple adap
tación del Código español de 1829, y el cual fue concedido en privilegio de impresión y
F. Villaran y T.
venta, por decreto de 18 de febrero de 1853, a los señores J. A. García,
se
hizo
con
Urrutia; el Código Civil Boliviano, a pesar de que el Estado Boliviano quiso imprimirlo
directamente (Decreto de Santa Cruz de 28 de octubre de 1830) debió ser concedido para
de 10 de junio de 1861); etc.
su debida impresión al ciudadano José María Zuna (decreto
el Código
Incluso, en nuestro medio, se había hecho lo mismo en otras oportunidades: así,
a esta Institución en
reconocido
fue
le
Asociación
la
Rural,
fue
preparado por
Rural, que
sólo podrían ser hechas por
propiedad exclusiva, disponiéndose que las ediciones posteriores
la misma
(ley de 17 de julio
de
187S,
art.
60).
119
-
—
originales. La verdad sobre este punto resulta del informe que la
Comisión Revisora elevó por intermedio de su Presidente, don Manuel He
el de los
Obes, al Poder Ejecutivo, a pedido de la Cámara de Representantes,
agosto de 1869. De dicho informe resulta que los originales fueron des
rrera Y
en
impresión del Código, pero que el texto impreso era, a
de la Comisión Codificadora que lo refrendó, idéntico al primitivo
texto contenido en el manuscrito original (61). Esta primera instancia de
truidos durante la
juicio
polémica negó razón, pues, a los enemigos del Código.
Las críticas dirigidas al Código en el segtmdo orden de ideas, afirma
ban que dicho cuerpo legal no sólo estaba plagado de imperfecciones, sino
la
era inconstitucional, y que, por tanto, los
aplicarlo. En la defensa del mérito científico
de su obra Narvaja prácticamente no tuvo aliados, pero por sí solo se bastaba
para esa tarea. Bajó a la pedana de la discusión periodística y en 14 artícu
los publicados en "La Tribuna" llevó tan fuerte embate a sus contradictores,
que los eliminó de la palestra, al punto que algunos, como el erudito V. Fi
del López, no pudieron contestar sus razones.
Estos artículos muestran a
Narvaja como polemista notable; y en ellos, después de haber refutado a
sus contradictores, cierra su última publicación con esta frase de Montes
que, por tener efecto retroactivo
tribunales debían abstenerse de
"Como es muy difícil hacer una obra, y demasiado fácil criticarla,
el
autor ha tenido que guardar todos los desfiladeros, mientras que
porque
al crítico le basta forzar uno solo, es preciso que éste no dé fiasco; y si lo
quieu
diese
:
sería inexcusable"
continuamente,
Los
ecos
de esta
polémica
aplicación del
(62)
acallaron
se
.
en
1870.
Las
ventajas
que de
cuerpo de leyes civiles, fueron el me
Narvaja para defender el mérito de su obra. Comien
este momento, la tercera instancia del pleito del Códi
la
paró
vigencia y
jor aliado que tuvo
za, sin embargo, en
go: se desconoce, por algunos, que el Código es obra personal de Narvaja,
ya sea pretendiendo, com.o lo hará Herrera y Obes, que en su redacción
trabajaron por igual todos los miembros de la Comisión de Código, ya sea
sosteniendo que fue copiado en lo fundamental del Proyecto de Bello, como
sostuvo Fidel López y como aún se enseña por algún profesor extranjero
Debe notarse que este
(61)
la autenticidad de los
cuerpos
Códigos,
legales sancionados
en
era
tal
el
procedimiento seguido
como
ese
entonces las correcciones al texto,
nuevo
tiempo.
aun
en
en
Por otra parte tampoco
el momento de
su
de la Comisión
(62)
s
—
Revisora)
época
para
caso
y
a
justificar
los demás
resultaban desusadas
impresión,
del procedimiento seguido para el Código de Comercio, en cuyo
la Comisión de Códigos, conjuntamente, el trabajo de corrección
me
la
resulta de los antecedentes relativos
como
se
desprende
corrió por cuenta de
el de impresión (Infor
.
Bl Código Civil y la crítica del Dr. LopEz, Montevideo, 1870, p.40.
—
ya
cía
sea
sía
es
afirmando que fue
Goyena (63)
Una simple
(63)
generosa
copiado
120
del
—
Proyecto Acevedo
o
del Proyecto Gar
.
confrontación de fechas
en
estas
disquisiciones
La tesis de Herrera
noviembre de 1888,
en
y
:
hasta que punto la fanta
opiniones más extendidas entre
muestra
las
ObEs fue sostenida
Diario de Sesiones de la C.
en
la Sesión del Senado de 16 de
de S.S.,
t.45, p.378 (debe
notarse la
contradicción entre esta opinión y la que expresó el Dr. HERRERA tanto en el Informe de
la Comisión de Códigos elevado al Poder Ejecutivo el 6 de agosto de 1869, como en el
que se refiere en la nota 60) ; la tesis de que el Código Civil no es sino una adaptación
Código Civil chileno fue defendida por V. Fidel LopEz, en el artículo publicado en La
Aires, año 1869, p.206, donde se expresa que de los 2534 artículos del
Código hay 1157 copiados del texto de Bello, 984 tomados del proyecto García Goyena,
220 del Proyecto AcEvEdo, y 40 a 60 del Código Civil Francés, de suerte que sólo quedan
a Narvaja 50 o 60 artículos; también esta tesis fue enunciada hace tiempo en Chile (véa
incluso
se Ricardo Narvaja, ob. cit., p.XX, nota 1), e
recientemente (V. PesCio, Ma
nual de derecho civil, t.I, Santiago de Chile, 1948, p.llO, n? 31); la tesis según la cual el
Código Civil fue copiado del Proyecto de AcEvEdo, debiéndose tener a este último por su
verdadero autor, fue sostenida por la esposa de este sabio jurisconsulto (véase Eduardo
Acevedo, en el centenario de su nacimiento, 1815-1915, Montevideo, 1916, p.l41), por Eduar
do Vargas, (ídem, p.72), y muy especialmente, con la mejor fundamentación científica,
por el profesor CESTau (De la tradición, Montevideo, 1939, p.l41, rfl 5). Entre los argu
mentos más esgrimidos para defender esta tesis se encuentra la circunstancia de que el
decreto que encomendó la redacción del Código Civil a la Comisión nombrada el 20 de
marzo de 1866, dispusiera que era tarea de la misma "proceder a la revisación del Proyecto
de Código Civil del doctor Eduardo Acevedo y corregido por el doctor don Tristán Nar
vaja", de donde se infiere que nuestro actual Código Civil es una simple corrección del
proyecto AcEVEDO. La consecuencia es, sin embargo, excesiva: el Proyecto AcEvEdo es un
antecedente de nuestro Código, como otros tantos que ha tenido él; tal vez es el antecedente
más importante y directo, .pero su existencia no niega la de la obra de Narvaja que se
manifestó bajo la forma de corrección del Proyecto AcevEdo, hasta el punto de formar su
propio Proyecto de Código Civil. A este Proyecto de Código Civil se alude, precisamente
en el decreto de 20 de marzo de 1866, y en los Informes que se mencionan al comienzo de
esta nota; el propio Narvaja ha aceptado la existencia de este proyecto, diciendo que, sin
embargo, él se iba redactando, en parte, a medida que se producía la discusión del mismo
por la Comisión (Carta a Ugarte, de 24 de setiembre de 1868, en Zorraquin BBcu, ob. cit.,
p.28). Debe señalarse que, aparte de las opinionesi de la época, en el sentido de ser Narvaja
autor del Código Civil (supra, nota n9 60), existen otras, no menos explícitas, en el sentido
de que AcevEdo no ha sido la fuente inmediata de nuestro Codificador : "Se proclama, sin duda
en el informe de la Comisión del Có
dice un documento de la época
por equivocación,
digo Civil que han servido de antecedentes para tal trabajo los Códigos de Europa y de
América, el Proyecto del Dr. AcEvEdo, el del Sr. FrEitas y del Dr. VblEz Sarsfield; y
entre tanto, en la mayor parte de los casos, lejos de haberse tomado tales modelos, se han
despreciado los trabajos de esos Maestros...". (Deberes y Facultades del Poder Judicial
famosa memoria aparece fir
en presencia de los nuevos Códigos, Montevideo, 1869; esta
mada por nombres ilustres de nuestro foro: Velazcx), .Baena, Vázquez, López, Sienra y
Carranza, Castellanos, LlErEna, Roca, DE las Casas y Estrazulas)
del
Revista de Buenos
—
■—
—
—
.
121
-
los que
niegan la paternidad
que ha sido
del
Código
—
a
Narvaja afirman que
de Bello
sin
es
obra de
cuando Acevedo
embargo,
Código de Bello, ni, por supuesto, el
Proyecto del codificador español, recién publicado en 1852.
La autoría del Código debe ser juzgada teniendo en cuenta la naturaleza
de esta clase de obras. Desde ese punto de vista el Código Civil, aunque
cuenta entre sus antecedentes el Proyecto Acevedo, tiene por autor a Tristán
Narvaja- Un código no constituye, ni puede constituir so pena de ser un
mal código, una obra de pura creación. Su autor debe buscar en los demás
cuerpos de leyes y en las obras jurídicas, sus fuentes de inspiración, y su
labor resultará así más selectiva que original : la eficacia del trabajo depen
derá, sobre todo, del criterio con el cual se realice dicha labor selectiva a f*n
de adecuar las leyes a las necesidades sociales y a los intereses colectivos, y
Acevedo,
elaboró
o
su
proyecto
de la forma
en
que
no
se
copiado
:
conocía aún el
estructuren técnicamente las
los diversos
instituciones, y
se
redac
preceptos del articulado (64) Y desde este punto de vista.
Narvaja fue indudablemente el autor del Código Civil.
ten
.
papel meritísimo que correspondió a Acevedo en la
los antecedentes para nuestra ley civil : sólo afirmo que
la importancia y la excelencia de su trabajo no debe hacernos olvidar la obra
que le cupo realizar a Narvaja. Demos a cada jurista el mérito que le co
No desconozco el
tarea de
recopilar
hay tantas glorias en la historia del derecho nacional que po
lujo de esconder las figuras de las unas tras aquellas de las
(64 bis)
rresponde:
no
damos darnos el
otras
.
IX
En cuanto
cedentes
a
a su
mérito intrínseco y
la luz de los cuales debe
con
referencia
apreciarse
su
a
valor,
los
es
Códigos y ante
posible notar en
la obra de Narvaja cuatro aspectos principales : el plan, el fondo de ideas so
ciales y económicas, la estructuración técnica de los diversos institutos y el
estilo.
plan. Narvaja adelantó
época, siguiendo en parte la enseñanza
En cuanto al
su
a
casi todos los cuerpos
de Bello, pero
legales
mejorando su
de
le-
(64) Zorraquin Becu, ob. cit., p.62.
(64 bis) Basta tener presente la importancia que asumen en nuestra ley civil, como
fuentes de la misma, el Proyecto García Goyena, el Código de Bello, el Proyecto de có
digo civil argentino de VelEz SarspiEld, el Esbogo de Freitas, las obras de Marcade, de
Aubry et Rau, y otras muchas que son fuentes habituales de Narvaja, y que son posterio
res al Proyecto Acevedo, para comprender hasta qué punto es
exagerado juicio afirmar
que nuestro Código Civil no es sino una adaptación del Proyecto AcevEdo, o, incluso, que
éste es la fuente única o determinante de aquél.
—
122
—
gado en cuanto hace de los modos de adquirir el dominio un
y distribuye más armónicamente los diversos institutos que
libro autónomo
se
comprenden
dentro de cada Libro.
En el fondo de las ideas sociales y económicas, se encuentra la
mayor
originalidad de Narvaja respecto a sus fuentes más inmediatas : Bello, Ace
vedo
y García Goyena. En tanto que estos
manecían
espaldas
a
de los
postulados
manteniendo instituciones anacrónicas
mano
todo residuo de
codificadores
cierto modo per
sociológicos de su época,
económicos y
en
(65), Narvaja barrió
épocas pretéritas.
Por
enérgica
con
vía eliminó de
esa
su
articulado
la muerte
por
tas
civil, la sustitución fideicomisaria, el consejo de familia, la prisión
deudas, el protutor, la validez de los esponsales, la rescisión de las ven
por lesión enorme, los plazos de gracia, la restitución in integrum, la cú
ratela del
nupcias,
del
la
pródigo,
hipoteca legal,
caso
reserva
de bienes
en caso
de
segundas
.
al
religioso,
divorcio,
a
los
registros parroquiales, y, en genera],
religión y el derecho canónico. Narvaja
que se vinculaba con la
de la línea progresista que orienta
de vista
a
su
trabajo.
Más tarde fundará
respecto diciendo que "un instante
este
destruir de
a
todo lo
se
su
apartó
punto
suficiente para derrocar
del mundo será impotente pa
de
un monumento
ra
la
el derecho de tanteo, los retractos y otras instituciones que no es
enumerar en esta oportunidad (66)
Sólo en punto al matrimonio
es
siglos, pero toda la pólvora
golpe la creencia general y hereditaria
un
en
materia de reli
Pesaba acá, sin duda, su antigua formación levítica, a la que
ya hicimos referencia.
En cuanto a la estructuración jurídica de los diversos institutos, la obra
de Narvaja no desmerece colocada al lado de cualquier otro Código, incluso
gión" (67)
.
los más modernos,
lantado,
por
una
como
especie
el italiano de 1942, a los que parece haberse ade
previsión, en la sistematización de diversos as
de
pectos de la ley civil. Esto se debió, sin duda, a la formación y al amplio
panorama doctrinario de Narvaja- Bello, el codificador chileno, desenvuel
ve su obra en el ámbito de los autores españoles clásicos : Gregorio López,
Molina, Antonio Gómez, Gutiérrez Fernandez, Castillo, Matienzo,
Baeza, Sala y los febreros de Tapia y Goyena, son ,sus guías habituales;
y entre los franceses sólo conoce a Pothier, Delvincourt, Rogron, y al
gún otro (68) En ámbito parecido se movía Acevedo, que en su Proyecto
.
utiliza la doctrina clásica
Debe señalarse que, incluso
(65)
debido
a
denomina
(66)
(67)
(68)
española
la
pluma de Narvaja,
'
la ciencia económica''
en
y, sólo
a
Troplong y Toullier, aparte
el Informe de la Comisión de
aparecen estas referencias
.
Chaneton, ob. cit., t.II, p.l8S.
Citado por Pirotto, ob. cit., ,p.31.
Chaneton, loe. cit., t.II, p.l86.
a
sus
Códigos,
que fue
conceptos sobre lo que él
—
de ilos clásicos
tuvo ante
Pothier, Merlin
123
—
y Domat
sí el panorama de los más
grandes
Aubry
(69)
.
Narvaja,
comentadores del
cambio,
en
Na
Código
Rau, Duver&ies, Troplong,
Toullier, Demolombe, Taulier, Masse y Verge, Zachariae, las revis
tas de WoLOWSKi y de Foelix, y por encima de todos, y con preferencia a
poleón: Duranton, Delvincourt,
otros
como por la precisión de sus ob
libro
de
cabecera (70). Esta densidad
fue
su
Marcade, que
unida a su sólido criterio jurídico, le permitió atribuir a su
muchos tanto por
servaciones,
informativa,
et
su
fuerza dialéctica
a
Código una estructuración técnica realmente excepcional en su época, y que,
sin embargo, mantenía las fronteras que siempre postuló necesarias entre
una obra legislativa y un trabajo científico sobre legislación (71).
Finalmente, en lo que se refiere al estilo, el Código de Narvaja corrige
en algo los mejores de su tiempo, incluso el de Bello, insigne escritor y lite
rato, cuya obra, como toda labor humana, resultaba perfectible. En este as
pecto formal, que Narvaja cuidaba como la niña de sus ojos, está encerrado
de los mayores méritos de
uno
su
obra codificadora: redactado
en
un
estilo
que permite interpretaciones extensivas porque sólo
atiene al desarrollo de las ideas generales, sin entrar en la casuística ni al
claro, directo
se
detalle
y
flexible,
minucioso, el Código Civil ha regido en nuestro país por casi
precisado, ni precisar, restructuraciones fundamentales.
un
siglo
sin haber
X
Sancionados los
Códigos, Narvaja
no
descansó. El mismo año
en
que
(69) Véase Proyecto AcEvBdo, Advertencia p.XI.
(70) Aparte de la más calificada doctrina francesa del siglo pasado, que le era fa
miliar. Narvaja frecuentaba asimismo un vasto conjunto de autores .extranjeros, como
resulta de las notas que puso de su puño y letra a los diversos códigos civiles que regaló
a sus allegados, y .délo que se expresa en la obra .de Ricardo Naívaja, (ob.
cit., p.XVII
Debe asimismo tenerse presente que en cuanto a antecedentes legislativos. Narvaja
y s )
también se movía en un campo de considerable amplitud, ya que aparte de los mencionados
.
.
.
en
la nota 64
Saint-Joseph,
bis, conoció casi todos los cuerpos legales de su época a través de la obra de
y el Código Sardo, el Peruano, el Prusiano, el Austríaco, el Boliviano, etc.
(71) Merece transcribirse, .a este respecto, un pasaje de la ya mencionada carta que
dice la cartai
se ha procurado que
dirigió a Ugarte : "En cuanto de .nosotros dependía
el Código Oriental respondiera a las instituciones, necesidades y aspiraciones de un pueblo
moderno y esencialmente democrático, sin traspasar la línea .de demarcación que separa una
obra legi.üativa de un trabajo científico sobre legislación (Zorraquin Becu, ob. cit.,
p.28;
los subrayados ajiarecen en el. texto original). Respecto de este punto merece también re
cordarse lo que expresaiba uno de sus contemporáneos: "...siempre recuerdo cómo se escan
dalizaba al ver en qué forma (anotado con sus apuntes) presentaba a la sazón el suyo a
la República Argentina el Dr. VblEz tSaespiELD, en el que tanto abundan las antinomias y
doctrinas arbitrarias, la difusión y vaguedad y las incorrecciones de lenguaje'' (Carta del
—
—
—
renunció
—
cátedra, entró a formar parte del Tribunal Superior de Jus
trabajó activamente más de tres años (72). En 1875 ingre
Parlamento, como diputado por Durazno (73) Durante los tres meses
ticia,
a
su
el cual
en
al
sa
124
.
legislador cumple una labor asombrosa: miembro de la Comisión de
Legislación informa todos los proyectos que pasan por ella (74) ; interviene
en materia internadonal,
propiciando por primera vez entre nosotros la
cláusula de reserva en favor de los estados Hmítrofes, puesta de moda por
que
es
Granada, publicada en El Día de 7 de agosto de 1898, citada en Ricardo Narvaja,
cit., p.XV, nota 2).
(72) Narvaja ingresó al Tribunal Su,perior de Justicia en julio de 1872, en sustitu
ción del doctor Emeterio Regunaga, desempeñando su cargo hasta comienzos de julio de
1875. Durante estos tres años se consagró a sus tareas con asiduidad excepcional, no fal
tando casi nunca a las reuniones de dicha corporación (véase el libro Acuerdos del Supe
rior Tribunal de Justicia, 1865-1880, que obra en el Archivo de la Suprema Corte de Jus
ticia) Durante su actuación en el Tribunal propició las ideas que le eran habituales y que
constituían el fondo de su personalidad de organizador ; intervino en los problemas relativos
al trámite de recusación de los jueces (Acordada de 31 de juhoi de 1872, en H. Reyes, Acor
dadas, Montevideo, 1936, p.161) ; al trámite de los exhortes en materia internacional (Acor
dada del 7 de agosto de 1872, Reyes, ob. cit., p.l62) ; a la exigencia de que se extendieran
en protocolo las diligencias del remate al mayor postor
(Acordada de 10 de octubre de
1872, Reyes, ob. cit., p.l64) ; a la prohibición de que los fiscales sean designados defensores
de oficio (Acordada de 14 de marzo de 1874, Reyes, ob. cit., p.l66); a los embargos de
buques y embarcaciones surtos en los puertos de la RepúbHca (Acordada de 19 de junio de
Dr.
ob.
.
1874,
en
Reyes, Acordadas, p.l67)
; al
modo
en
que los escribanos debían llevar sus
protocolos
dada de 11 de agosto de 1874, en Reyes, ob. cit., p.l68) ; a los libros que deben llevar los
jueces de paz respecto de los nacimientos y defunciones de los disidentes del culto católico
(Acordada de 22 de diciembre de 1874, en Reyes, ob. cit., p-170); a las condiciones que
deben reunir los abogados para ejercer en la República, y en especial en lo que dice relación
con la reválida de su título y con el ejercicio de la profesión por parte de extranjeros (Acor
1875, en Reyes, ob. cil., p.l75) ; etc. Cuando Narvaja dejó el Tribu
Justicia fue reemplazado en él por el doctor Hipólito Gallinal.
(73) Véase sesión de la C. de R.R. de 7 de mayo dq 1875, en el Diario de Sedanes de
la Cámara de Representantes, t.30 p.324. Eran esos, tiempos en los cuales el país atravesaba
muchas sesiones sin hablar,
por dificilísima situación económica: enemigo de palabrería, pasaba
dada de 10 da julio de
nal de
producía discursos extensos, interviniendo sólo cuando consideraba que estaba en
asunto de interés general. En todos los problemas generales estaiba como obse
sionado por la idea de colaborar en la tarea de encauzar al país por los senderos de orden
reclamaba. Apenas incorporado a la Cámara, soli
y de reorganización que urgentemente
cita permiso para abstenerse de intervenir en los asuntos que por su calidad de recién llegado
no conocía
(véase sesión aludida en el comienzo de esta nota, p.337); preocupado por el
y
nunca
debate
un
bien nacional, solicitaba a la Cámara que no se ocupara de las cuestiones económicas cuan
el país
do ellas no estaban al alcance de su reglamentación, y cuando tratarlas impedía que
de 11 de mayo de
volviera a la calma de los espíritus y a la confianza del comercio (Sesión
1875,
en
(74)
el Diario de Sesiones de la C. de R.R. t.30,
Sus dictámenes se caracterizan siempre por
están escritos.
p.407).
la brevedad
y
concisión
con
que
—
1857
Prusía
en
Rural
(76),
presenta
(75); impulsa
125
—
de modo definitivo la
aprobación
del
Código
campaña (77); pero, por sobre todo,
iniciativas tendientes a modificar o completar nuestra
que tanto reclamaba la
numerosas
legislación: la responsabilidad judicial es
una ley orgánica de 42 artículos; propicia
reglamentada
ley de 19
minuciosamente
derogación
la
mayo de 1874 sobre defensa libre, fundando
ferencias entre abogacía libre y defensa libre
un registro de embargos e hipotecas navales
en
un
de la
en
de
luminoso informe las di
(78) ; promueve la
(79), etc. (80).
creación de
Deja la Cámara en agosto de 1875 para pasar a ser Ministro de Go
bierno de Várela, y ocupar interinamente las carteras de Hacienda y Rela
ciones Exteriores. Desde su nuevo cargo sigue reorganizando: reglamenta
las funciones de los cónsules (81), las actividades de las casas de cambio (82),
ajustarse los fiscales para su excusación (83) ; de
fiende los títulos de deuda pública prohibiendo su remate judicial cuando ce
san sus pagos (84), y, finalmente, al producirse el advenimiento de Latorre,
en febrero de 1876 se retira a la vida privada (85)
las
normas
a
que deben
.
(75)
Sesión de 24 de mayo de 1875 (Diario de Sesiones de la C- de R.R., t.31,
se formuló respecto de los tratados con E.E.U.U. y Francia.
p.54).
La observación
(76)
Véase supra, nota n^ 21.
(77)
Véase supra, nota n' 21.
(78)
Véase supra, nota n' 44.
Proyecto de ley Sobre anotación de los embargos de los bienes raíces o naves y
de los Decretos que prohiben o suspendan la enajenación de algunos bienes. (Sesión de f
de junio de 1875, Diario de Sesiones de la C. de R.R-, t.31, p. 216-217).
(79)
(80)
Aparte
de
tomó
éstas,
iniciativa
en
otros
puntos
que
también
poseen
interés
arreglo de nuestras instituciones, tales como el modo de integrar
el Tribunal Superior de Justicia (Sesión de 7 de julio de 1875, Diario de Sesiones de la
C. de R.R., t.31, p.38S) ; etc.
desde el punto de vista del
(81)
Decreto del Poder Ejecutivo de 13 de agosto de 1875.
(82)
Decreto del Poder
(83)
Decreto de 14 de setiembre de 1875.
(84)
Decreto de S de octubre de 1875.
(85)
Atribuye definitivo impulso asimismo,
Ejecutivo de
23 de noviembre de
a
1875.
la Facultad de
Medicina,
por
decreto
de 5 de diciembre de 1875, el cual será resistido por el Consejo Universitario en razón de
que prescindía del trámite del concurso para la .provisión de las cátedras (véase el Informe
presentado a la Sala de Doctores de la Universidad Mayor de la República, por el enton
Rector, Plácido Ellauri, el 18 de julio de 1876, del cual se rezuma una poco solapada
antipatía hacia el Ministro de Várela) ; asimismo el 26 de enero de 1876 autorizó a Maria
no Soler para que permita al Liceo de Estudios Universitarios tomar exámenes, con el
contralor de la Universidad Mayor, que tengan validez oficial. Esta disposición fué impug
nada por el Rector Ellauri, que la denominaba "Universidad Católica" (véase el Informe
ces
citado
en
esta misma
nota)
.
—
126
—
proyectado un frustrado viaje a Europa (86), emprende otro
de
largo, después de una prolongada dolencia (87), el 19 de febrero
Teniendo
más
1877, cuando sólo tenía 57 años.
La Rotonda del Cementerio Central contiene un nicho, el N*? 44, en
el cual una lápida ejecutada por el célebre escultor de la época, que además
fue su amigo y profesor de dibujo de la Universidad, don José Livi, posee
Tristannes Narvaja. R.I.P. 1877".
"Hic Yacet
esta
leyenda:
Legislator
Setiembre 16 de
sólo aparece en José
(86) El dato del proyectado viaje
biográfico ya mencionado.
en La Tribuna, el
(87) Según una necrológica publicada
M.
Vidal
H.,
1955.
en
el apunte
j
1077
19 de febrero de 1877.
,„
,
,
.
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