Peirano Fació, J. — Semblanza de Tristán Rev. Narvaja. A.E.U., 57:97-126, 1971. Semblanza de Tristán Narvaja* *' por el Dr. Jorge Peirano Fació Profesor Civil de Derecho de la Fac. de Der. y C. Sociales. I la de este forastero que, luego de ambular por el extremo a radicarse entre nosotros, realiza notable abogado, profesor, jurista, codificador e incluso hombre público, Extraña sur figura Meridional, viene de América obra como y fallece sin haber silencio que rado con la crearon Publicado ** La bibliografía acerca aparece en en torno a en la Rev. sobre Fac. Narvaja años, es en en medio del país de declararle ciudadano Derecho y C. de "Tristán Narvaja" el libro de R. y ocho él los ciudadanos del excepcional distinción * fica cumplido cincuenta legal de la Repú- Sociales, Montevideo, VI (4) :823-S7, 1955. escasa. Luis Carve publicó la Revista Histórica de la Narvaja, publicado profundo que le había hon en 1910, sobre las una reseña biográUniversidad, reseña que Fuentes, notas y concor dancias del Código Civil de la República Oriental del Uruguay; José M. Vidal H. redac tó otro apunte biográfico, fechado en Valparaíso (Chile) en 1884, a los efectos de servir de prólogo a la monografía de Narvaja sobre Sociedad conyugal y dotes; A. Palomeque en su libro Asambleas Législcctivas del Uruguay (1850-1863'), publicado en Barcelona, s|f., dedica una página a "El maestro Narvaja" (pág. 22) ; en 1912, en Buenos Aires, se pu Córdoba, publicó también, en Ci blicó el folleto del profesor de deredho administrativo de la Universidad de ver Soria, sobre Ndrvaja, rasgos biográficos, opúsculo que se sión francesa, en >París ; en la Revue Ul-usirée du Rio de la Plata, apareció un artículo bio sobre Bl doctor don Tristán reseña codificador anónimo, Narvaja, gráfico, fue reproducida en Monte-video, en 1898, en un folleto que contiene, ade qoie luego más, el decreto de 11 de febrero de 1868, del Gobierno Provisorio, declarando ciudadano uruguayo a Tristán Narvaja, y varios juicios de la prensa de la época sobre el tema; fi nalmente en la Revista Nacional, N? 88, se publicó bajo el título de "El doctor Tristán» Narvajd', una conferencia pronunciada ,por Armando D. Pirotto, en 1942, en el Colegio de Abogados del Uruguay. priano — blica atención 98 — los servicios que le había prestado ( 1 ) Narvaja, el 19 de febrero de 1877, el país en el cual tanto trabajó y al cual legó una obra tan valiosa como duradera, no siente su ausencia. La propia Universidad, en la que profesó durante 17 años la en Cuando a . muere enseñanza de la jurisprudencia, y de cuyo Consejo Universitario formaba parte, vaciló antes de enviar una nota de condolencia a razón de que ello no sería justo, pues sus actos públicos ferencia (2) sus no deudos, bajo la merecían tal de . (1) El 11 de febrero de 1868, en efecto, se dicta un Decreto-Ley del Gobierno Provi sorio, que aparece firmaao por Jiilores y 1<i,angini, en el cual se acuerda al ciudadano ar gentino Tristán Narvaja la calidad de ciudadano legal de la Repuüüca, en razón ae que había rendido al país servicios notables y adquirido respecto de el, mériLos relevantes. (2) En la sesión del Consejo Umversitario de 2 de mar^o de 18/7, el Rector Berin duague a su hizo presente la muerte de Tristán Narvaja y propuso se enviara nota de pésame a esto contestó Justino X. Jiménez de Arechaga diciendo que no era justa familia; dicha medida pues los actos públicos del doctor Narvaja no merecían tal deferencia; Anto Vigil, sucesor de Narvaja en la Cátedra, sostuvo que debía enviarse Ja nota puesto ella no significaba endiosarlo sino simplemente lamentar su pérdida; Arechaga señaló Nakvaja había tenido muchos defectos y que todo hombre debe ser disculpado por los nio E. que que un límite, como dando a entender que los de NarvajAj límite; el Rector propuso que se votara el punto. Carlos M. de Pena dijo que había que distinguir entre el político, el miembro del Consejo Universitario y el catedrático, y que si bien era enemigo, como el mejor, del político, admiraba al cate drático, por lo que creía se podía enviar nota de pésame a la familia ; Pedrales expresó que mismos, pero que los defectos tenían habían ultrapasado ese Narvaja sirvió durante largos al problema político. deudos del Alvarez y sesión de Las años a Puesto el punto la Facultad y que la nota votación no tenía por que referirse decidió enviar nota de pésame a los Codificador, votando en contra de esta decisión los doctores Arechaga y Juan PehEz (Libro de Actas, del .Consejo Universitario, acta correspondiente a la a se 2lIII|1877). causas tre el grupo de la impopularidad universitario de Narvaja mismos, y culto de los entre sus merecen contemporáneos, un o al menos estudio aparte. Por un en lado, puede citarse la circunstancia de que fuera, como él mismo recordó en alguna oportunidad, un extranjero (véase infra, nota N*? 33) ; y por otro que su ideología estaba muy lejos del liberalismo propio de la época (véase infra, nota N? 33) Pero, además, seguramente influ yeron en este asunto otros factores: de natural poco simpático, su rostro serio y adusto, cerrado a toda comunicación, era reflejo de un espíritu ajeno a cualquier especie de frivo lidad o de diletantismo, en una época en que la actitud diletante constituía uno de los pri meros mandamientos de la elegancia montevídeana. Alejado de la vida social por su na tural hosco, no formó parte de la sociedad oriental, en el sentido mundano de la palabra; profundamente religioso, sus ideas estaban en oposición con las que primaban en ese mo . mento, en que las clases cultas navegaban por aguas de una secularización constantemente acentuada hacia un sentido límpidamente laico de la vida; dominado ,por la pasión de orga nizar el país desde el punto de vista legislativo e institucional, no tuvo reparos en colabo gobiernos dictatoriales que, como el de Flores, y espaldas de la aristocracia universitaria de la época. rar con a sobre todo el de Sin vocación Várela, ni interés actuaban por los — 99 II Nació Narvaja el 17 de marzo de 1819 (3) en la ciudad de Córdoba; aprendió primeras letras con su padre, don Pedro Narvaja Davila, y a los 11 años, comenzó a cursar en el Convento de los Francis joven, muy canos, aficionándose de tal manera a dicha orden, que inició en ella sus estu dios sacerdotales, llegando a obtener la tonsura y las órdenes menores, de las cuales, en razón de una prolongada enfermedad, debió luego pedir dis las pensa (4) A la edad de 18 años pasa a Buenos Aires en cuya Universidad se doc 1837 comienza sus estudios tora en Teología (5), y en el mismo año . — de jurisprudencia. Luego de cursar — los tres años que comprendía la carrera grandes canales de irradiación de la influencia personal que conocía su época, el periodis mo y la oratoria, su figura, descarnadamente clásica, no podía encontrar eco en los tiem pos esencialmente románticos (3) Esta reproducida en y sentimentales que le cupo vivir. la fecha del bautismo de Tristán Narvaja. La partida respectiva aparece página IX del libro Fuentes, notas,. publicado en 1910 por Ricardo Nar Sin embargo, el apunte biográfico publicado en la Revue Illustrée du Rio vaja. de la Plata, se expresa que Narvaja nació en 1817, lo que sin duda es un error. Nar vaja fué bautizado con los nombres de José Patricio Tristán; los dos primeros corres pondían al santoral del día del bautismo; el Codificador usó, sin embargo, sólo el último nombre (Tristán) : este aparece en algunos títulos .universitarios y en toda la documenta ción oficial relativa a su persona. La madre de Narvaja fue doña Mercedes MonTEllES, y del escrito que ella presentó a la Universidad de Buenos Aires solicitando permiso para que cursara allí su hijo, resulta que éste era el mayor de la familia compuesta por seis hermanos, siendo los nombres de los restantes : Aurora, Saturnino, Rogaciano, María Eloisn y Gumersindo (documento integrante del "Expediente de don Tristán Narvaja", corres pondiente a su actuación en la Academia de Jurisprudencia, y que obra en el Archivo de es la ., la Universidad, Caja de la Academia, años 1836-1S40) (4) Conf. Som A, Narvaja. pág. 4. (S) El doctorado en Teología lo obtuvo el 12 de agosto de 1837, sosteniendo en esa oportunidad, en latín, una tesis titulada "De misterio infalible sanctissime trinitatis" (véase R. Zorraquin BEdu, Marcelino Ugarie, Buenos Aires, 1954, p.28, nota 15). El título que acredita su doctorado en Teología, que aun conserva su nuera> doña Zulema Sierra, viuda de Ricardo Narvaja, y que tuve bajo mi vista, expresa así: "Viva la Federación. Uni versidad xle Buenos Aires. Nos, el doctor don Paulino Gari, Rector y Cancelario de la misma Universidad, etc., etc. Sea notorio a todos cuantos vieren este público documento . . ., ' consecuencia de haber don Patricio José Tristán de Narvaja ganado los cursos ne en las facultades preparatorias, como en la Mayor de Sagrada Teología, y ,por último, hecho constar previamente haber rendido los exámenes respectivos y demás ejercicios literarios con aprobación de los examinadores, en conformidad de los reglamen que a cesarios tanto misma, y además, acreditada ante el Superior Gobierno sumisión y obediencia a Superiores durante él curso de sus estudios y haber sido y ser notoriamente adicto a la causa nacional de la Federación, tuvimos por bien acceder a la súplica que nos hizo de que le promoviéramos al grado de Doctor en Sagrada Teología, como lo promovimos el día tos de la sus — 100 — de las leyes, rinde su examen de tesis el 12 de diciembre de 1839, sobre "Abo lición de la pena de muerte" (6) Obtenido el título de Doctor debió co menzar los cursos prácticos en la Academia Teórico-Práctica de Jurispru . dencia, y adscribirse como principiante al estudio de un abogado. El lO de de 1840 Narvaja se incorpora al estudio del doctor José Zorrii-la y gestiona su admisión en la Academia: luego de algunas dificultades origimarzo doce de agosto del presente año en la Sala General, de Grados después de prestado el so lemne juramento de sostener la libertad e independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata bajo el Régimen Representativo Republicano Federal un único imperio de la ley, según todo consta del Libro de Grados. En cuyo público testimonio, y atestado orde se le diera el presente documento firmado de nuestra mano y refrendado bajo la autenticidad del sello mayor de la Cancelaría por el infrascripto Secretario de la Universi dad. En Buenos Aires a doce de agosto de 1837. Paulino Gari, Por mandato del Señor Rector y Cancelario don Gervasio José Gari Secretario. Registrado con el N' al fo namos lio 10 vuelta, del Libro Mayor de Grados". Al dorso este documento dice: "Universidad de la República. Montevideo, diciembre 6 de mil ochocientos cincuenta y tres. Queda anotado en el conipetente Libro de Registro bajo el n? 44. De orden del Consejo José G. PalomEQuE, Secretario. (Hay Un sello). (6) Esta tesis no se publicó (Conf. Zorraquin Becu, ob. cit., p.28, nota 15) Debe . notarse que en esa época muchas tesis trataban el tema de la pena de muerte. Entre las preposiciones accesorias de dicha tesis había una relativa al derecho de gentes, y de acuerdo ella Narvaja postulaba que "la destrucción del sistema de equilibrio no es motivo justo para la guerra" (Zorraquin BECu, ob. cit., p.28). El título que acredita el doctorado en jurisprudencia y que aún conserva su nombrada nuera, lo tuve bajo mi vista y expresa: "Viva la Federación. Universidad de Buenos Aires. Nos, el doctor don Paulino Gari, Rec tor y Cancelario de la misma Universidad, etc., etc., sea notorio a todos cuantos vieren este público instrumento, que a consecuencia de haber don Patricio Tristán Narvaja, ganado los cursos necesarios, tanto en las facultades preparatorias, como en la Mayor de Jurispru dencia, y por último, hecho constar previamente haber rendido los exámenes respectivos, y demás ejercicios literarios, con aprobación de los examinadores, en conformidad con los re glamentos de la misma, y además acreditado ante el Superior Gobierno sumisión y obedien cia a sus superiores durante el curso de sus estudios, y de haJber sido y ser notoriamente adicto a la causa nacional de la Federación, tuvimos por bien acceder a la súplica que nos hizo de que le promoviéramos al grado de Doctor en Derecho Civil, como lo promovimos el día 12 de Diciembre del presente año, en la Sala General de Grados, después de prestado el solemne juramento de sostener la libertad e independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, bajo el régimen representativo republicano federal, y único imperio de la( ley, según todo consta del libro de Grados. En cuyo público testimonio y atestado, ordenamos se le diera el presente documento firmado de nuestra mano y refrendado bajo la autenti cidad del 'Sello Mayor de la Cancelaría por el infranscripto Secretario de la Universidad. a. En Buenos Aires a 12 de diciembre de 1845. Por mandato del Señor Rector y Cancelario, José >Gari, Sectrio. Firmado: Paulino Gari. Registrado a fs. 140 vta. del Libro Mayor de Grados" Al dorso se lee: "Universidad de la República, Diciemíbre 6 de 1853. Queda anotado en el Libro de Registros bajo el n? 45. De orden del Consejo, José G. Palomeque, Secretario''. Debe notarse que en expediente relativo a la actuación don Gervasio de Narvaja en la Academia de Jurisprudencia, existe un título similar a éste, pero tiene — 101 — nadas por la deficiente documentación presentada, o debidas según otros a la mala voluntad con que se le miraba (7), el 1? de octubre está en condiciones de rendir el examen de ingreso. Pero ya era tarde, pues en circunstancias no bien conocidas (8), el 26 de noviembre del mismo año aparece en Montevideo solicitando reválida de sus títulos y permiso para in — — gresar a nuestra Academia Teórico-Práctica de Jurisprudencia (9), ante la cual fue presentado por Joaquín Requena y Eduardo Acevedo. Realizó los cursos en forma aprobación regular, finalizando unánime de sus los mismos el S de exámenes enero de 1844, con (10). Durante el tiempo que permaneció en la Academia publicó, en 1841, su primera obra jurídica : "J-,a Administración de Justicia en la República Orien tal del Uruguay", folleto de 60 páginas que recopila todas las disposiciones y las prácticas judiciales vigentes en nuestro país en aquella época (11). por fecha 12 de diciembre de 1840. Presumiblemente el título que aún ha sido obtenido por Narvaja durante en su vuelta a conserva la familia Buenos Aires, luego de haber cursado Montevideo. (7) Del expediente relativo a su solicitud de ingreso a la Academia Teórico-Práctica (véase el expediente respectivo en de Jurisprudencia surgen las vicisitudes de este trámite el lugar indicado en la nota N° 3) . (8) La documentación algo posterior indica que Narvaja fue mal mirado por el régimen rosista y que a consecuencia de esto debió emigrar a Montevideo, a donde llegó sin pasaporte, y gracias a un viaje que pudo realizar merced a la influeíncia de su padrino de grado, doctor Mario Lozano, y de la familia Olaguer y Feliu (véase un remitido de Ricardo Narv.-vja, titulado Corrigendo, publicado en el periódico "La Reforma", el 24 de diciembre de 1902; en el mismo sentido, Soria, ob. cit., y la reseña biográfica publicada en la Revue Illusfrée du Rio de la Plata, citada) Empero no existe ningún documento de la época que justifique esta versión. (9) Nuestra Academia Teórico-iPráctica de Jurisprudencia, sustitutiva de los actua . les cursos de Procedimiento y de Práctica Forense que se imparten en la Facultad de De recho, fué creada por la ley de 9 de junio de 1839, y funcionó hasta el 4 de mayo de 1865, época en que abolida por decreto, sustituyéndola por la Cátedra de Procedimiento de nues Casa de Estudios; según consta en el decreto de supresión, nuestra Institución no col aspiraciones en vistas a las cuales fue creada. Los cursos de la Academia duraban tres años y durante ellos los postulantes hacían práctica de abogado. Resulta del expe diente respectivo que Narvaja fue presentado a la Academia por Joaquín REQUEna y por tra mó las Eduardo Acevedo, expresando este último que conoció en Buenos Aires al Dr. Narvaja conducta era intachable, y aquél, que lo conocía por más de trece años. (10) Narvaja rindió el examen de ingreso a la Academia el 16 de diciemibre de 1840, y que su luego de cursar tres años, el 13 de diciembre de 1843, se le expide el certificado que acre dita haber seguido los cursos, y le habilita para los dos exámenes finales que tuvieron lu gar el día 7 de diciembre de 1843 y el día 5 de enero de 1844, siendo examinado por el en tonces Presidente de la Academia, Joaquín Requena. y (11) Este folleto es la primera .publicación de su género en el país y por nable utilidad mereció la aprobación del Tribunal Superior de Justicia, que presidía don Julián Alvarez (Conf. Luis CarvE, loe. cit., pág. VI). en su ese incuestio momento 102 — — También pertenece a ese período su escasa producción literaria, consistente en traducciones de autores clásicos, que aparecieron en "El Nacional", en 1842 y 1843 (12), y en las cuales revela la formación humanista que reci bió en sus años mozos en Córdoba. III Con de su su práctica vida. En de en de enero la Academia, Narvaja culmina la etapa formativa 1844, a los 25 años de edad, ha cimentado las ba en efecto personaUdad: toda su actividad posterior responde a los perfiles que ya contornean su recia figura. Vale la pena, pues, hacer un paréntesis en el curriculum vitae de nuestro biografiado y analizar, en ses este su — punto, los factores básicos que incidieron telectual estructura moral su en —• e in . Estos factores son fundamentalmente dos dad de Córdoba y la influencia de su : la influencia de la Universi maestro de Derecho, don Rafael Casa- gemas. Alguien ubicó la Universidad de Córdoba en la geografía cultural, di ciendo que de los tres focos intelectuales del antiguo Virreinato, (barcas señalaba el predominio del núcleo aborigen, Buenos Aires la influencia euro pea, y Córdoba la supervivencia, casi sin mezcla, del elemento español (13). De Córdoba recibió Narvaja el sentido de la cultura en profundidad, pro pio de la tradición virreinal y cristiana de sufrió la influencia de los clásicos españoles la de aquellos varones que, mantuvo siempre larga amistad (ES), es similar a esa casa como como (14). Aüí de estudios y latinos : Velez esto en su Sarsfield, Segovia, como formación con quien Somellera, Ocampo y otros muchos, pasaron también por Córdoba. Sobre este fondo tradicional, dominado por un sólido conocimiento del (12) En estas traducciones Narvaja nista recibida eh Córdoba ; por lo tuvo que respecta oportunidad de revelar la formación huma a las traducciones del latín debe tenerse presente que Narvaja tenía total dominio de esta lengua, como que había redactado en ella su tesis de Teología (los datos acerca de las publicaciones en "El Nacional", aparecen avalados por Luis Carve, loe. cit.) . (13) A. Chaneton, Historia de Vélez Sarsfield, Buenos Aires, 1938, t.I, p.l7. (14) -Eií apoyo de tal punto de vista puede recordarse que durante su estada en Men doza, Narvaja intentó escribir una "iHistoria civil y eclesiástica del Virreinato", siguiendo en esto el consejo que reiteradamente le había brindado VelEz SarsPiEld; de esta obra sólo llegó a escribir algunos pocos capítulos, que desgraciadamente se han perdido (Pirotto, ob. cit., iP.13). (15) -Resulta, en efecto, de la tradición oral de la familia de Narvaja, SarsiiELD regaló a nuestro codificador una espléndida cual Narvaja redactó casi todas sus obras. mesa, que aún se que conserva, y VELEz en la — latín y apegado como '— 103 — al respeto de los cuadros clásicos de la vida social, incidió el otro factor dominante en la formación de elemento fecundador — la personalidad de Narvaja ; la enseñanza de don Rafael Casagemas (16). Cuando Narvaja inició sus su profesor de Derecho, cursos en de jurisprudencia, 1837, hacía ya cinco años que Casagemas había reaccionado contra las novedades filosóficas de Somellera, su antecesor, que se movía en el ámbito de la filosofía de Bent el texto de Somellera por el de Alvarez y adoptó para los cursos de Derecho Natural y de Gentes la obra de Bello (17). dice Zorraquin Becu Sus lecciones ejercieron sobre todos sus discí notable influencia, no tanto por el brillo y la novedad de su enseñanza, Casagemas ham. sustituyó — ■ — pulos cuanto por clases sus todo a su ella y por su altura moral y prolongaron durante un cuarto de dedicación se — que inculcar en el a espíritu de sus alumnos un desprendimiento siglo culto casi — . En tendía sobre por el religioso derecho y la justicia, cuyo triunfo en la sociedad debía contribuir a la solu ción de los problemas que afectaban los países del Plata; más que una eru dición fatigosa, infundió en sus alumnos el respeto de la ley y la vocación derecho, por el que posiciones públicas. luego revelarían Toda la al ser generación llamados salida de su a ocupar las principales aula constituye un ex orientación, que veía en el orden un supuesto esencial de la vida social, y en el Derecho, el nervio y motor de la misma (18) Esta enseñanza, alejada de afanes noveleros, no se afiliaba ni al positi ponente de esa . vismo entonces naciente, ni a la escuela histórica que ya comenzaba mostrar influencia en el Río de la Plata. Creía en un derecho superior, respondía que sigo, orden ese en ideal colectivo. justo paz social y en en de ideal, que todo hombre lleva con la necesidad de desarrollar tal sentimiento hasta al sentimiento innato de y creía también convertirlo a justicia El fin del derecho no sólo radica que toda sociedad aspiraba, sino también afianzar la seguridad de todas las situaciones a en realizar conseguir la jurídicas. Ani- en La enseñanza del derecho en la Universidad de Buenos Aires aparece dominada, período 1822-1857, por los nombres de Somellera y Casagemas. Somellera profesó de 1822 a 1830, recopilando sus lecciones en el primer texto de derecho rioplatense: Principios de derecho civil, publicado en Buenos Aires, en 1824, y del cual se hizo una edición facsimilar en Buenos Aires, en 1939. En sus lecciones, como el mismo Somellera lo expresa, seguía al "incomparable Bentham" (ob. cit.. Discurso preliminar, pág. V), y aspiraba a ■'presentar los verdaderos principios de utilidad y conveniencia, que sirvan para la forma ción de nuestras leyes, para su inteligencia y aplicación" (Para todo, Zorraquin Becu, ob. cit., p.38, y bibliografía allí referida). (17) Sobre Casagemas puede verse V. Osvaldo Cutolo, La enseñanza del derecho civil del profesor Casagemas, Buenos Aires. 1947. (18) Zorraquin Becu, ob. cit., p.43, donde se hallan los datos con los cuales se per (16) en el filó esta noticia sobre la enseñanza de Casagemasv 7 — — 104 — bos objetivos coincidían con las necesidades impostergables de estos pueblos, cansados ya de luchas civiles y del predominio de la arbitrariedad en el ma nejo de los más altos intereses públicos y particulares. Era por simultánea reacción contra el despotismo y la inseguridad, que Casagemas inculcaba alumnos que será luego típica de Narvaja por la con solidación de las instituciones, por la codificación del derecho privado, por el encuadramiento de la actividad de gobernantes y magistrados dentro de los límites de su autoridad y competencia (19). en sus esa pasión — — Estas ideas de su maestro, enraizaron en la joven mente de Narvaja y el resto de su vida. Alternativas de tal concepción durante acompañaron fueron su lucha por el Código Civil, el que creía que debía ser sancionado le aprovechando la permanencia de Flores en el poder (20), la pasión que puso legislador para que la Cámara de Representantes aprobara el Código Rural (21), su afán por prevenir los peligros de la arbitrariedad de los ma gistrados mediante la reglamentación de la responsabilidad judicial (22), su como (19) En su actuación en la Cámara, cuando fue diputado, se atuvo siempre a estos principios. Así, más de una vez señaló que la circunstancia de que el Poder Legislativo no tenga sobre sí un Tribunal que juzgue sus actos, "no le releva de su obligación de ajus tarse en sus resoluciones al pacto fundamental", agregando que una ley que violara "la Constitución del Estado, que es la suprema ley, la Ley de Leyes", sería inconstitucional, y que "no sería aplicada sí hubiera un Tribunal Nacional que pudiera juzgar la constitucio nalidad de las leyes". (Sesión de la Cámara de Representantes correspondiente al 28 de mayo de (20) 1875 en Diario de Sesiones de la C. Véase la carta la cual dice que lo que Código Civil convicción, la dirigida en por definitiva alentó efectuar el esfuerzo de a en de Narvaja a a él y acometer que aún estamos, de que si no R.R., t.31, p.65). Ugarte, el se a sus 24 de setiembre de 1868, en compañeros de la Comisión del la obra y despacharla con rapidez, "fue aprovechaba la época del Gobierno Pro visorio del General Flores, preciso era renunciar definitivamente a la esperanza de ver (no menos), reformada la vetusta legislación actual" (la carta aparece transcrita en Zorraquin Becu, ob. cit., p.28). (21) Fue Narvaja factor decisivo en la sanción del Código de 1875 por parte de la Cámara de Representantes, a pesar de la oposición de los diputados Rivera y SoTo, como expresamente se ha reconocido entre nosotros (A. Pla Rodríguez, El derecho ruiral uru guayo, en Revista de Derecho, Jurisprudencia y Administraron, t.40, p.l94). Resulta, de la discusión en la Cámara de Representantes, que Narvaja insistió en la sanción de este cuerpo de leyes señalando que era deber patriótico a.probarlo, y expresando que ello cons tituirá 'un fausto acontecimiento para la República en medio de las crueles desgracias que la afligen en el orden económico y financiero" y que si tal hiciera, esta legislatura "merecería el bien de la Patria y sería aplaudida por las generaciones presentes y futuras" (Sesión correspondiente al día 30 de junio de 1875, Diario de sesiones dé la C. de R.R., t.31, p.290). (22) A tal efecto, siendo legislador presentó una ley orgánica de 42 artículos sobre sotros al la materia, fundándola principio de la en que "la Constitución del Estado responsabilidad judicial tal como en su artículo 116 había sido proclamado en los consagró el códigos espa- — idea muchas veces ejecutiva, deben expresada, IOS - de que toda autoridad, incluso la legislativa y su propia continencia (23), actuar dentro de los límites de y otros muchos aspectos de su obra a los que sería ocioso referirse acá. En las enseñanzas de Casagemas había, también, otro aspecto de inte rés era : la tendencia a señalar los defectos que, desde el punto de vista eco nómico y social, poseían muchas instituciones coloniales del Virreinato. En esto, asimismo, Narvaja heredó sus puntos de vista, y a diferencia de otros codificadores del Continente no redactó sus leyes a espaldas de los progresos de la ciencia de la economía; por eso propició y obtuvo que versidad los estudios de economía política se consideraran de aquellos ciones que, ciones de derecho como la civil; prisión fideicomisarias, a los nuestra Uni complementarios también, eliminó de sus leyes institu deudas, la muerte civil, la lesión, las sustitu y por eso, por la restitución in la cúratela de integrum, limitación de la tasa de interés convencional ban de acuerdo en postulados progresistas o los del pródigos, la plazos de gracia, no esta siglo XIX. IV deja Montevideo, pasa a Buenos Aires, año el Mendoza, y Córdoba, siguiente, 1845, a Chile (24) Allí fre cuenta a su pariente, don Gabriel Ocampo, que había de participar en la re A principios a de 1844 Narvaja a . Código Civil trasandino (25), y por su consejo se instala en Copiapó, donde ejerce con éxito la profesión, adquiere profunda experiencia en legislación minera (26), y, sobre todo, puede seguir los trabajos de pre dacción del ñóles; principio abstracto, indeterminado y estéril por sí solo, cuando faltan leyes orgá nicas que lo desenvuelvan convenientemente y que faciliten su inmediata y acertada apli cación". Agregando que "es .preciso extender la responsabilidad a la más elevada magis No hay persona ni corporación del Estado que pueda ser irresponsable de sus ac consiguiente: es indispensable tener previstos y designados los poderes compe tentes para juzgar, desde el último Teniente Alcalde del actual tribunal, hasta la Alta Corte de Justicia, cuando se establezca" (iSesión correspondiente al día 10 de junio de 1875, Diario de Sesiones de la C. de R.R-, t.31, p.lS4 y s.). (23) Véase, en efecto, lo expresado supra, notas 19 y 22. (24) De este período de la vida de Narvaja, que va desde su alejamiento de Mon tratura. Por tos. tevideo hasta su vuelta hacia fines de 1853, poseemos pocos datos. Las mayores referen cias al respecto están en Soria, Pirotto, y en el remitidc "Corrigendo", antes aludido. (25) Ocampo era pariente de Narvaja por la rama de los Davila, ya que la abuela paterna de Narvaja era una Davila; y junto con José Alejo ValEnzuEla, Manuel Anto nio Tocornal, José iMíguel Barriga, Ramón Luis Irarrazaeal y Antonio García Reyes, colaboró con BELLO en la redacción del Código Civil. (Véase Chaneton, ob. cit., t.II, pl85). (26) un En Copiapó ejerció la profesión con especial intensidad y se dedicó particular los problemas vinculados al derecho minero. Aun se recuerda su intervención en famoso pleito relativo a la mina de Peuén, que le valió del literato trasandino Salvador mente a SanfuEnTES, el título de Princeps juris. — del 1,06 — de Bello, que comienzan a publicarse en 1841 (27) dejó en Narvaja huella que luego se ha de apreciar en su obra. Presenciando de cerca la elaboración del CódigO' Civil chileno, se empapó de la concepción que lo presidía y se acostumbró a mirarlo como un modelo de obra legislativa desde el punto de vista formal, en cuanto a su extensión, a su lenguaje y a la continencia de los preceptos a la puramateriá legislativa. Probablemente allí bebió la idea, tan señaladamente acusada en paración Código Su estada en . Chile su correspondencia posterior, de la línea de demarcación que separa una obra legislativa, de un trabajo científico de legislación (28) Este punto de vista le llevará, al redactar el Código Civil oriental, a adoptar una técnica similar a la del Código chileno y apartarse de modelos tan ilustres como el Esbogo de Freitas o el Código de Velez Sarsfield (29) . . V Dejando la a cabo una De en a en favor del mejoramiento de nuestra legislación. pasaje por Córdoba, es el retrato que se conserva que refleja mejor la fisonomía del Codificador que labor asombrosa esa el Museo el existente mente trasandina hacia fines de 1853, cuando tenía ya 35 Montevideo, donde vivirá hasta su muerte y llevará República años. Narvaja llega época, dé su Histórico, en vestido, nuestra sin y Casa de Estudios. en caer Luce porte arrogante, correcta o en la frivolidad (30) ; sus la afectación empero pero corteses ; su cara, profundamente pálida, encuadrada por un abundante cabello negro y por negrísimas patillas, posee penetrante mirada y diríase estampada con una expresión de cierta gravedad filosófica, modales son secos exenta de un enigmático interés De pocas palabras, acusando así la for mación clásica, poseía un natural desprecio por las exposiciones largas y declamatorias. Su actuación posterior como parlamentario lo muestra ca no . llado por sesiones enteras: sólo intervenía en Se contraía los debates cuando estaba con hasta nuestros días. Dominado por esta suerte de obsesión por la forma y el estilo, solía (27) (28) En tal sentido, José M. Vidal H., Véase la carta dirigida a UgartE, en con en la mayor atención, siempre, toda oportunidad ese estilo cla juego algún importante. a un uso preciso del lenguaje, empleando en ro y apropiado que a través de sus obras ha llegado^ asunto repetir la noticia biográfica antes referida. feoha 24 de setiembre de 1868, mencio nada supra, nota 20. (29) Debe notarse, empero, que Narvaja mejorará en su Código la abra del Codi ficador chileno : la estructuración de la materia, la modernización de los diversos institutos jurídicos, el abandono de instituciones anticuadas, etc., son otras tantas ventajas cuales superará la labor del jurista venezolano. (30) Estos rasgos de su personalidad se encuentran en Soria, ob. cit. con las — 107 — menudo el célebre aforismo de las escuelas francesas : "Une science parfaitc, langage complet" (31). Su personalidad moral acompañaba su porte físico (32) Sus enemigos le pudieron decir un día, cuando ya estaba muerto (33), que carecía de la mejor virtud: la de ser liberal. Efectivamente, Narvaja no era liberal en el sentido que se daba a esta palabra durante el siglo XIX, ni lo podía ser a implique un . tampoco por la formación que había recibido; pero era, sí, sincero (31) Soria, ob. cit., p.l2. Esta misma modalidad le llevará luego posible, la legislación vigente. Pertenecen a Narvaja estas palabras a y leal clarificar, en en lo constituyen la cifra de toda su obra .de legislador : "No hay cosa que más repugne al buen sentido, que la falta de armonía y de continencia en las disposiciones legislativas" (Sesión de la Cámara de Representantes del 11 de mayo de 1875, en Diario de Sesiones de la C. de R.R., t.30, que ,p.407). Soria, ob. cit., p.U. De él pudo decir C. Tejedor (32) como lema de que él era, (33) de 1888, su ensayo asimismo, un : "Su fisonomía revelaba un esta frase que hombre de bien ; sus Soria obras toma prueban hombre de ciencia". Manuel Herrera y Obes dijo de él en la sesión del Senado de 16 de noviembre mejor cualidad. No era (Diario de Sesiones de la C. de Senadores, t 45, p.376). Narvaja en una opor tunidad atribuyó la enemiga que se le tenía a la circunstancia de que él era extranjero (car ta dirigida al diario ''El Sig'o", el 11 de abril de 1867, y reproducida en el Folleto "Cues tión de oportunidad. Alegato presentado ante el Superior Tribunal de Justicia por el Dr. Tristán Narvaja", Montevideo, s|f.). Lo cierto es que entre sus contemporáneos no solía contar con simpatías, aun cuando todos le reconocían sus excepcionales dotes de jurista. Así, cuando fue diputado, la Cámara de Representantes hubo de elegir los nombres de los diputados que formarían parte de la Comisión Permanente : en esa oportunidad se eligie'ron cinco titulares y cinco suplentes, debiéndose repetir una de las votaciones porque hubo empate; veintiséis diputados (veinticinccj sin contar a Narvaja) hubieron de decir por once veces a cuál de entre ellos elegían para miembro o suplente de la Comisión Perma nente; entre esos doscientos setenta y cinco votos. Narvaja sólo tuvo uno (Diario de Se siones de la C- de R.R-, sesión correspondiente al 13 de julio de 1875, t.31 p.508). Igual cosa ocurría en el- ambiente universitario; así, en la sesión del Consejo Universitario de 26 de julio de 1857, sobre setenta y nueve votantes para el cargo de Rector, Narvaja no tuvo tii un voto; y lo mismo ocurrió respecto del cargo de Vice-Rector (Documentos para lo Historia de la República Oriental del Uruguay. Actas del Consejo Universitario, 18491870, Montevideo, 1949, p.l66) ; en la sesión de la Sala de Doctores de 18 de julio de 1859, sobre sesenta y nueve votos para Rector, N.-v-rvaja no tuvo ninguno; y sobre la misma can tidad sólo tuvo uno para Vice-Rector (ob. cit., p.l89); en la sesión de la Sala de Docto res de 18 de julio de 1861, sobre treinta y cuatro votos para Rector, y otros tantos para Vice-Rector, Narvaja no tuvo ni un voto (ob. cit, p.264) ; en la sesión de la Sala de Doctores correspondiente al 18 de julio de 1863, sobre 25 votos para la elección del Rector, Narvaja no tuvo ninguno, y tampoco ninguno sobre los 25 votos para Vice-Rector (ob. cit., p.311) ; en la sesión de la Sala de Doctores de 23 de julio de 1863, sobre 19 votantes para Rector, Narvaja no tuvo ningún voto, y tampoco ninguno sobre la misma cantidad de vo tantes para el cargo de Vice-Rector (ob. cit., p.311) ; etc. liberal" que era un jurisconsulto consumado "pero le faltaba la — 108 — toda circunstancia (34) y, ecléctico, abierto todos los razonamientos. a salvo — nidos por medio de escritos publicados en "La Tribuna" oralmente entre los en la Cámara de en en materia religiosa En —■ poseía un espíritu públicos, soste debates sus cuales cabe recordar los meritísimos defensa del Representantes Código Civil cuando fue (35), o sostenidos diputado (36), o en durante el tiempo que los firmes puntos de vista que en todo caso mantuvo integró el Consejo Universitario, lo vemos siempre dotado de una fuerte per incluso lo mantiene con que no oculta su pensamiento, que el ardor y el encarnizamiento que las circunstancias reclaman, pero sin des conocer el respeto que le merecen sus contrarios. En sus polémicas pudo sonalidad, — — hacer suya la frase de Fleury, que adoptó como acápite de uno de sus escri tos: "Todo espíritu estrecho, todo hombre exclusivo, es mal crítico..." apegado a sus ideales religiosos respeta, sin embargo, las Ángel FlorO' Costa presentó su tesis doctoral que atacaba los principios del dogma cristiano sobre el matrimonio', se abstuvo de juzgarla, a fin de no perjudicar a su discípulo ni aún con involuntaria parcialidad; y sólo instado a ello, exphcó en el Consejo Universitario las causas de su abstención que había pensado exponer en privado al entonces Rector de la Universidad, don Fermín Ferreira (37) Al llegar a Montevideo revalida sus títulos el 6 de diciembre de 1853, y presta juramento para ejercer la abogacía ante el Tribunal de Justicia el 3 de febrero de 1854 (38) Contrajo matrimonio con doña Joaquina ReProfundamente ideas ajenas : cuando . . (34) Las actas del Consejo Universitario, lo mismo que las correspondientes al pe ríodo que le tocó integrar la Cámara de Representantes, lo muestran actuando siempre con real franqueza y sin ocultar su modo de proceder, señalando siempre los errores de los adversarios, sin perjuicio de reconocer que le eran estimables las personas (Véase lo rela tivo al debate sobre la derogación de la ley de defensa libre, en la sesión de la C. de R. R. de 9 de julio de 1875, Diario de Sesiones, t.31, p.427; etc.). (35) La Nación tiene Código Civil. Colección de Artículos de 'La Tribuna", en de fensa del Código Civil Oriental, Montevideo, 1869; y Bl Código Civil y la crítica del Dr. López, Montevideo, 1870. Por otra parte, en la sesión de la Cámara de Representantes co rrespondiente al 3 de jubo de 1875, Narvaja expresó: "...por lo demás, el autor del Có digo Civil nunca esquivó la discusióji científica; nunca: esto es sabido por demás. Ni tampoco hará la injusticia el autor de ese Código de confundir las opiniones individuales, bien o mal fundadas, sinceras o no, con la opinión verdadera del país..." (Diario de Se siones de la C. de R.R., t.31, p.340). (36) Su actuación parlamentaria es elocuente en este sentido; véase al efecto, la dis cusión habida con motivo de la sanción del Código Rural, o de la ley de defensa libre, etc., a las cuales ya nos hemos referido con anterioridad. (37) Sesión del Consejo Universitario del 22 de febrero de 1862 (Documentos.. p.276). (3g) El título de abogado de Narvaja, que aún conserva su nuera expresa: "El Tri bunal Superior de Justicia de la República Oriental del Uruguay. Sea notorio a todos los . , — 109 — Sierra (39), hija de su gran amigo Joaquín Requena, teniendo hija, Mercedes. Habiendo enviudado al poco tiempo de casado, vuelve a contraer nupcias después de unos años, el 19 de junio de 1865 con la hija de otro destacado, colega : doña Umbelina Tapia Sierra (40) De este matrimonio tuvo cinco varones (40 bis), uno de los cuales quena de esta unión una . empleados de la administración de Justicia: que habiendo solicitado el D. su recepción de Abogado, oído el Ministerio Fiscal y practicadas las diligencias de estilo, se encontró que reunía todos los requisitos necesarios : y como fué aprobado en el examen a que se le admitió, se le recibió al efecto de Abogado el día treinta y uno de enero de mil ochocientos cincuenta y cuatro, bajo el juramento profesio nal que prestó el día tres de febrero siguiente al tomar posesión de Estrados Judiciales jueces y demás D. Tristán Narvaja según consta de la actuación que existe en la Escribanía de Cámara. Por tanto para que haya, tenga y reconozca al expresado D.D. Tristán Narvaja por tal abogado reci bido, y se le guarden las honras, prerrogativas y escenciones que a su carácter corresponde libramos este Despacho, por el cual ordenamos a las Justicias de nuestra Jurisdicción, ro gando a las agenas con oferta de reciprocidad lo reputen por tal, sin permitir se le falte Dado en la Sala de Acuerdo, refrendado por el infrascrito Escribano y en lo mínimo. se le sellado con el Sello de este Tribunal en Montevideo a seis de febrero de mil ochocientos cincuenta y cuatro. Francisco Akaucho. Estanislao Vega. Florentino Castellanos. Fran cisco Castro. Escribano Público. (Hay un sello) Con la misma fecha se tomó razón en . 60, con el número 89. Castro". Al dorso hay la siguiente constancia: "Consulado General Argentino, julio 26 de 1854. Certifico: que los señores que firman este titulo componían en su época el Tribunal Superior de Justicia, y que sus firmas son las que usan en todos sus actos públicos. J. Pico (Hay un sello)". (39) La referencia a la hija Mercedes se encuentra en una carta que Narvaja diri gió a José G. Palomeque, con feoha noviembre 10_ de 1866 (?) (A. Palomeque, ob. cit., p.25). Mercedes Narvaja RequEna contrajo matrimonio con un cordobés, el Dr. Moyano. (40) El testimonio de la partida de casamiento, que aún conserva la nuera de Narvaja, expresa : Inocencio María IrEGUi, Cura Rector de la Iglesia Matriz de la Purísima Concep ción y de los Santos Apóstoles San Felipe y Santiago de Montevideo, certifico : que en el Libro 12 de Matrimonios al folio 48 se halla la partida del tenor siguiente : "En diez y nueve el libro segundo, fs. junio del año .mil ochocientos sesenta y cinco su Señoría Ilustrísima y Reverendísima Obispo electo "in partibus" de Megara, Prelado doméstico de su Santidad, Vica rio Apostólico y Gobernador Eclesiástico del Estado, Presbítero doctor Jacinto Vera, pre vias las diligencias de estilo, y dispensadas por el mismo Ilustrísimo Señor las tres con ciliares proclamas y el impedimento canónico de parentesco de afinidad de tercero con se gundo grado, por la línea transversal de igual en que denunció hallarse ligado debiendo previamente entregar a la Parroquia respectiva por vía de limosna .para la luminaria del Santísimo Sacramento tres libras de cera labrada cada (...) o su equivalente y ser abEuelto de toda censura y demás pruebas eclesiásticas en que acaso se hallaren incurridos, autorizó según rito de nuestra Santa Madre Iglesia, y forma del Manual Toledano el ma trimonio que por palabra de presente contrajo el doctor don Tristán Narvaja natural de Córdoba en la República Argentina de estado viudo de doña Joaquina RequEna y SiEhra e hijo legítimo de los finados Pedro y Mercedes Mendoza con Umbelina Tapia natural de esta República, soltera e hija legítima de don Manuel N. Tapia y doña Dolores SiERRa; IeEGUi, concuerda con el original y a pedido de parte interesada expido la presente que de el Señor — ■— Ricardo publicó en 1910 un Código Civil" (41). —■ dancias del lio — libro sobre las "Fuentes, notas y concor VI Hace un el 18 de siglo, marzo de 1855, Narvaja hace su aparición en tuvieron testigos a don ¡Manuel N. Tapia y doña Dolores Si-ÉRRA (...)". Inocencio M. firmo y sello en Montevideo a ocho de mayo de mil ochocientos setenta y siete. Derecho papel, pesos 2.50. Inocencio M. IrEGUi". Al dorso este documento expresa: "Certifico precedente testimonio ha sido registrado en esta Dirección de acuerdo con las dis posiciones de la ley sin que exista constancia de haberse dictado sentencia que lo modifique y que el o anule. Montevideo diez y siete de diciembre de mil novecientos dos. Certifico que la firma que antecede y dice H. E. Tezanos, Oficial H. Primero, E. Tezanos. es auténtica. Montevideo, marzo diez y nueve de mil novecientos tres. El Cónsul General. (Firma ileigible) Consulado General de la República Argentina. Montevideo". Otro sello dice: "Di rección General del Registro de Estado Civil". Según me trasmitió oralmente la expre sada nuera de Narvaja, doña Umbelina Tapia íenía aproximadamente veinte años cuan do contrajo este matrimonio. (40 bis) Según informaciones proporcionadas por su nuera, éstos fueron: Manuel Narvaja Tapia (abogado), Tristán Narvaja Tapia (escribano), Alfredo Narv.'vja Tapia (marino), Ricardo T. Narvaja TapiA (abogado), y Augusto Narvaja Tapia (que se dedicó al comercio). Según resulta de la carta dirigida a J. G. Palomeque (ver nota 39) los dos primeros ya habían nacido el 10 de noviembre de 1866, pero en esto debe haber algún error de fecha. (41) Ricardo Narvaja, ob. cit., en La Revista de derecho, jurisprudencia y administración, t.4, p. 94, .en el a,ño 1897 apareció un anuncio que expresaba que en el mes de diciembre se knprimirían en Buenos Aires las "anotaciones, concordancias y -comentarios justificativos que constituyen la única y genuina fuente del Código Civil Oriental, tal como las dejó escritas su autor, el doctor don Tristán Narvaja". Según se anunciaba en el mismp lugar, esta publicación se haría bajo la dirección del Dr. Emilio Aníbal Ponce, que era primo de Narvaja, y el padre de su nuera casada con su hijo Ricardo T. Narvaja Tapia, según ya se dijo (supra, nota 5). Esta obra nunca se publicó, pero la publicada en -Montevideo en 1910, por Ricardo T. 'Narvaja contiene, según éste mismo expresa en su pró logo, las notas que poseía PoNCE en el Código que le fuera regalado por el Codificador, .más otras que el mismo había dejado a, su hijo Ricardo. Además, Facultad existe un de la de Derecho -en la Biblioteca manuscrito, encuadernado media tela compuesto de 24 fojas tamaño oficio, que contiene las "Anotaciones del en Dr. Tristán Narvaja al Código Civil, tomadas del original que conserva su hijo el Dr. -Manuel T-., Narvaja'" s|f. Estas anotaciones suelen coincidir, aunque no siempre, con las publicadas por el otro hijo del Codificador, Ricardo T. Narvaja. Respecto del valor de es-tas fuentes se ha discutido mucho en nuestro medio: lo cierto es que tienen, a los efectos de proporcionar la interpretación auténtica del Código, un valor muy dispar. Se sabe que Narvaja nunca quiso publicar el texto del Código anotado, alegando que la publicación del Código 'debía limitarse al texto desnudo desprovisto de toda anotación, como el de cualquiera otra ley, «n razón de que. el mismo Código preceptúa que no debe desatenderse abandonaría cada vez más :£U tenor literal", y, si se publicaban las notas, "el intérprete . , . ' , , — 111 — nuestra Casa de Estudios como miembro de la Sala de Doctores (42) Va cátedra de Derecho Civil y Comercial por renuncia de don Marce lino Mezquita, se presenta aspirando a la cátedra y ofreciendo concurso : . cante la la cátedra le el texto es conferida sin él, el 8 de mayo de 1855 (43) . A partir de este legal para acogerse a la autoridad o fuente citada en la nota correspondiente" (Ri Narvaja, ob. cit., p.XIII y XIV). En realidad estas notas fueron redactadas cardo T. con posterioridad a la sanción del Código, aunque teniendo en cuenta, muchos casos, los elementos que le habían servido para esta tarea. En su propio Código y en los que regaló a sus hijos, amigos o colegas, el Dr. Narvaja fué dejando estas anotaciones, que en algunas oportunidades refieren la fuente de la disposición anotada por el Codificador por supuesto, y en otras en no, estando puestas otras con finahdades. Debe notarse que era costumbre en época de nuestra codificación, y en particular Narvaja usó de ella, que el Codificador obsequiara a sus amigos, por vía de cortesía, un ejemplar del Código con algunas notas es critas de su .puño y letra referentes a algunos pasajes del articulado; así, Narvaja regaló ejemplares en tales condiciones a su primo el Dr. PoNCE, y a TEixeira de FeEitas, VelEz Sarsfield y Alsina (ver, Ricardo T. Narvaja, ob. cit., p.XV), y a otras personas. (He tenido a la vista un Código Civil, edición de 1893, propiedad, de don Eugenio Lagarmilla, en el cual figuran las anotaciones de dos códigos, uno propiedad del Dr. José A. de FrEiTas, y otro propiedad del Dr. Duvimioso TERRA, las cuales notas pasaban por haber sido ma nuscritas por nuestro Codificador) En todo caso las notas tienen siempre el valor de proporcionarnos el "ambiente" en el cual se movia nuestro codificador, y en muchas opor tunidades nos indican, además, la fuente textual de una norma, o la idea que Narvaja po la . . seía acerca de su contenido. Documentos..., p.l27. (42) (43) La enseñanza del derecho civil estuvo al principio, pese a estar creada de dere cho la cátedra correspondiente, en manos de profesores particulares, como el doctor Lau reano Costa (Sesión del Consejo Universitario de 31 de diciembre de 1849, Documentos p.l8; Ídem, del 7 de abril de 1850, ob. cit., p.27; ídem, del 27 de junio de 1850, ob. cit., p.31) . designado Catedrático don Pedro SomEllERA (Sesión del Consejo Universitario correspondiente al 27 de junio de 1850, ob. cit., p.Sl), el curso de derecho se inauguró oficialmente el l^.de marzo de 1851, estando a cargo de la Cátedra el Profesor Alejo Villegas, y concurriendo a ella 26 alumnos (Informe del Rector de 18 de julio de 1851, en Documentos..., p.64). Villegas deibió irse a Buenos Aires y renunció prontamente a su cargo : la renuncia le fue aceptada por el Consejo Uni versitario en la sesión del 7 de abril de 1852, y en la misma oportunidad se designó para ocupar la cátedra de Jurisprudencia a don Marcelino Mezquita {Documentos. p..72) Mezquita había egresado recientemente de nuestra Universidad, siendo designado doctor a raíz de la aprobación de su tesis ".Es necesario reformar nuestra Legislación Penal por estar en oposición con las ideas y progresos de la Sociedad", lo que tuvo lugar el 22 de ese mismo día, &[i Do agosto de 1850 (Sesión del Consejo Universitario correspondiente cumentos. p.41). La .presencia de Mezquita en la Cátedra también fué efímera, pues renunció a ella el 21 de marzo de 1855 (Documentos..., p.l30); ese mismo día Narvaja se presentó por escrito ante el Consejo Universitario, "ofreciéndose para desempeñar la Cá tedra de Derecho Civil... y aceptando desde luego la oposición sí fuere necesario"; el Consejo decidió llamar a aspirantes (Documentos.. ., p.l31) y finalmente, el 8 de mayo A pesar de que inicialmente parece haber sido . . ., a. . de 1855, se ., da cuenta en una Sesión del mismo que se ha recibido la conformidad .del Go bierno respecto del nombramiento del Dr. Narvaja (Documentos..., p.l36). . — Narvaja inicia momento su larga 112 — docente, carrera que designado prolongará 17 años; inicialmente para enseñar derecho civil y comercial, también en señó derecho penal y de gentes al Pro tiempo de crearse estas cátedras (44) laborioso, como repetidas veces reconocen los Rectores de la Universidad (45), preparó un volumen de 700 páginas en el cual se compendiaban sus lecciones, pero que no llegó a ser publicado por penurias económicas (46) Formó con su enseñanza los más ilustres hombres que tuvo nuestro país hacia fines de siglo : los Ramírez, Arechaga, De María, Melian Lafinur, Terra, Ellauri, Aguirre, Herrera y Obes, y otros muchos recibieron de él su formación jurídica, conservando, como dirá José Pedro Ramírez en el Senado en 1888, recuerdo de él como jurisconsulto dis. fesor infatigable y . (44) Véase sesión del Consejo de 27 de junio dt 1860 (Actas..., p.216) y sesión de 22 de febrero de 1862 (45) (Documentos. Abundan los testimonios .., p.27S). sentido : así, el informe del Rector del 26 de julio de 1857, alude a Narvaja como "laborioso e infatigable profesor" (Documentos. p.162) ; FeiuíEira, en el infoime correspondiente al 18 de julio de 1861, expresa lo mismo (Documentos. p.262); igualmente en el Informe correspondiente al 18 de julio de 1863, expresa el Rector: "...se ha pedido la dotación por separado de una Cátedra de Derecho de Gentes, que hasta hoy ha estado a cargo del laborioso e infatigable doctor Narvaja" (Documentos.. p.309) ; etc.. (46) Las referencias al texto de Narvaja son relativamente numerosas : Palomeque, ob. cit., p.23, expresa que su padre había tomado diversas anotaciones de las lecciones ora en este . . ., ., ., les de su maestro, y que las ordenó e hizo de ellas verdadero texto, "encuadernado un con terciopelo morado", que Narvaja usaba a partir de ese momento como guía en su clase (en la biblioteca del Consejo Directivo de la Facultad de Derecho existe el tomo de esta obra correspondiente al segundo año del curso de derecho civil y comercial) Sin embargo, el libro a que antes se alude debe ser otro, respecto del cual encontramos nume rosas referencias en las Actas del Consejo Universitario de la época : así, el 26 de julio de 1857, aparece la primera referencia oficial al mismo en el informe del Rector, en el cual se dice: "...se iba ocupado (Narvaja) y ocupa aún de la redacción de un texto de servirá para las lecciones de la Facultad de Jurisprudencia, en cuyo bien combinado trabajo se nota con claridad y precisión lo que para el discípulo era hasta hoy objeto de dudas y dificultades en los que han servido en nuestra Universidad" (Documentos..., p.l62) ; en la sesión del Consejo Universitario de 6 de agosto de Í860, se trata la manera de financiar la publicación de dicho libro, y se decide oficiar al Gobierno solicitándole se suscriba a la edición con cuatrocientos ejemplares (Documentos. ., p.262); en la sesión del 17 de no rica tapa de . ■ dio cuenta que el Gobierno había contestado a la Universidad que "no el Poder Ejecutivo contraer compromisos indefinidos, el Rector de la Universidad viembre de 1860 pudiendo se debía expresar el importe de cada ejemplar, a la vez que el número aproximado de páginas de los mismos (Documentos.. ■, p.232); en el informe del Rector del 18 de julio de 1861 se da cuenta que la redacción del texto está concluida y que el Gobierno se halla bien dis su publicación (Documentos. ., p.262); en el Informe del Rec puesto respecto de ayudar tor correspondiente al 18 de julio de 18612 cinco a . se dio cuenta que cada ejemplar costaría de unos setecientas .páginas, y que el Gobierno se había seis pesos, y tendría de seiscientas a a la ayuda de veinte ejemplares, lo que, sin embargo, comprometido era muy exiguo; etc.. — tinguidísimo y notable (47) . 113 — Finalmente, el 28 de febrero de 1872, pide li definitivamente el 18 cencia por dos meses a su cátedra, a la que renuncia de julio de ese mismo año (48) la los fueros Como miembro del Consejo Universitario defendió simdiversas de medidas, algunas poco la adopción Universidad . de^ y promovió 16 de noviembre de 1888, en el D^ar^o de .Sesión de la Cámara de Senadores de casi 370. Expresiones similares se encuentran en C. de t.45, p.369 y (47) S.S., contemporáneos y discípulos; véanse, s. R. Narvaja, Fuentes..., p.XVII y Sesiones de la todos sus tema en por ejemplo, algunas referencias sobre . este . , en la Universidad acusan, sm duda, Los últimos años de actuación de Narvaja Es sintomático que con motivo Claustro. el con relaciones una creciente tirantez en sus único autor (véase nota se consideraba a Narvaja de la sanción del Código Civil, del cual en defmitiva la san siendo que Universitario, el Consejo 60) no se dijera una palabra en la Facultad de De de Catedrático más antiguo ción de dicho cuerpo de leyes honraba al similares: el 24 de febrero de síntomas revelan renuncia de su recho Los antecedentes Be la Universidad, que era don Martin 1872 Narvaja dirige una carta al Secretario de de informe al Rector que, de acuerdo a la autorización que (48) rinduague, en el cual le pide al licenciado Antonio Vigil de la Cátedra de Jurisprudencia Plácido Ellauri, da cuenta su ausencia; el Rector, que lo era dure durante el tiempo que de 1872, y esta corporación febrero 28 de de de esto en la sesión del Consejo Universitario debe presentarse en forma solicitando de la decidió- 'Se haga saber al Dr. Narvaja que el Rector autorizado para concederla misma la venia necesaria para ausentarse, quedando de dos meses, así como para admitir el sustituto que no excediendo del término prudencial eleva al Consejo Univer Al día siguiente, 29 de febrero de 1872, Narvaja se proponga". de Derecho Civil y Catedrático Tristán Narvaja, sitario la siguiente nota: "El D. D. al Consejo, cumpliendo con la determinación de él había recibido, Comercial, se encargó presenta respetuosamente en el ori en forma la venia para ausentarme temporariamente (subrayado creía haber llenado ese deber del modo en que hasta aquí se suscribe el bien si que ginal), con la venia del Sr. Rector había practicado por él mismo y por otros Catedráticos, es decir, corto tiempo; Debido a en Secretaría, cuando la ausencia es de becho del constancia la y instruirse del acuerdo del ha del podido el suscribe, retardó que viaje un accidente que contiene la autorización dada al Sr. Rector para proveer en el particu éste de solicitar Consejo, en que se sea cual fuere su opinión individual, que lar, y es, aprovechando complacido los momentos, 19 de marzo en los términos viene a reproducir su solicitud"; esta nota fue contestada el al margen de ella. Encargado el Dr. Vigil de obra constancia una que según acordados, se encontraban DE la clase, el 4 de marzo de 1872 un grupo de estudiantes, entre los que se presentaron al Consejo soli María, Terra, Carlos M. de Pena, José M. Vidal, etc., de las carecía más que alegando Vigil de competente, citando la sustitución por persona sustituir a Narvaja. Al día siguiente, el 4 de marzo, Vigil se condiciones mínimas dirigió cia que para Secretario de la Universidad expresando que renunciaba a su cometido, renun el reiteró por nota de 6 de marzo del mismo año; esta renuncia fue aceptada por al Consejo Universitario en un sustituto, lo nombrarle su Sesión del 15 de que parece que marzo de 1872, y se autorizó al Rector a la persona de don Domingo Aramburu la Sala de Doctores, por el Rector P. Ellauri se hizo en (según resulta del informe presentado a renuncia a su julio de 1872). El mismo 18 de julio de 1872, Narvaja presenta Comercial que Cátedra en los siguientes términos: 'El Catedrático de Derecho Civil y el 18 de — 114 — la que beneficiaron grandemente nuestra Casa de Estudios : luchó por abolición de la Universidad Menor, que el gobierno había autorizado en. la Unión (49) ; para que se elevaran a cuatro los años de estudio de jurispruden cia (50) y se respetara la ordenación de los mismos (51) ; por las cátedras páticas, con un deber de dirigirse al Consejo Universitario para manifestarle -que, por circunstancias supervinientes, cree llegado el caso de hacer renuncia indeclinable de la cátedra que ha desempeñado por espacio de diez y siete a diez y ocho años...". El Consejo Universitario acepta esta renuncia en la sesión del 31 de julio de suscribe tiene el honor y cumple llamar a concurso la cátedra para el 20 de noviembre próxi agradecer los servicios, y proponerle al Gobierno como miembro del Consejo Uni versitario; el Gobierno contesta afirmativamente a esta proposición el 5 de agosto del mismo año; el Consejo Universitario considera esta comunicación el 2 de octubre de 1872 a la vista no surge que éste se haya y decide convocar al interesado. De los antecedentes 1872, decidiendo, además, mo, incorporado al Consejo Universitario (Estos datos resultan del Libro, de Actas del Con sejo Universitario y de las pertinentes notas, contenidas, en el Archivo de la Universidad, Caja correspondiente a los años 1871-1872) En cuanto al destino ulterior de la Cátedra -de Narvaja cabe decir que el 11 de junio de 1873, fue nombrado Catedrático Titular el Dr. Antonio H. Vigil, en mérito al concurso celebrado, y a pesar de las protestas que formularon por los alumnos alegando su incompetencia. ViGiL enseñó la asignatura se hasta el -31 de julio de 1880, en que a consecuencia de otro pequeño lío universitario, pre . sentó renuncia (Sesión pondiente al 6 teaba cátedra, junto con su hermano que -renunció también a la que regen Consejo Universitario del 31 de julio de 188Í) En la Sesión corres de agosto de 1880 el Consejo Universitario decide nombrar, interinamente, a su del . el cual prontamente pre no se haga el concurso, al doctor Duvimioso Terra, 17 de en su sesión del sentó renuncia; el Consejo Universitario consideró esta renuncia el per renunciante, .cosa la aceptó que misma, marzo de 1881, y decidió pedir el retiro de maneciendo a cargo de la cátedra hasta el primer decenio de este siglo. hasta tanto La (49) de 1856, el la Unión a Universidad Menor había raíz de su formando parte de la sido autorizada por Decreto del 12 de febrero Colegio Nacional, que funcionaba en la Villa de como creación, el 28 de junio de 1849, y que había sido declarado Universidad por Decreto de 19 de mayo de 1855. El mencionado cual confirió tal rango .al del Colegio Nacional a conferir decreto de 12 de febrero de 1856 autorizaba al Rector se opuso a las prerrogativas letras. siempre Narvaja en ciencias Bachiller y el, grado de al Consejo Universitario pa de esta Universidad Menor, y convocó a una sesión especial los bachilleres que se recibían en la Univer de que alegando sus vista, fundar ra puntos deficiente (Sesión del Consejo Uni sidad Menor poseían una preparación absolutamente : merced a esta prédica versitario del 16 de febrero de 1857, en Documentos..., p.l54) de dicho establecimiento de enseñanza, como se de Narvaja el Gobierno decretó el cese HERRERA Y Obes de 26 de julio de 1857 (Documen en el Informe del Rector expresa otras oportunidades Narvaja tuvo ocasión de defender los fueros p. 160). Ya en el acta del Consejo Universitario de- las Universidad Mayor frente a la Menor (véase en de p.l49). Documentos...... 1856, .de la Sesión de 5 de mayo Universitario de 18 de junio de 1860 (Documentos..., ■(SO) -Sesión del Consejo de 1862 (Documentos..., p.274) ; los esfuerzos de Narfebrero p214)- ídem, de 14 de del Consejo Universitario del el éxito, ya que en la Sesión coronados por fueron la elevación de la .carrera de Gobierno del aprobando nota recibe 31 de mayo de 1871 se tos . vIjA . — de Derecho Penal y de Teología renovó los métodos del derecho 115 (52), — y para no prolongar esta enumeración, civil, llevando a la jurisprudencia inquietu social, a cuyos efectos solicitó y obtuvo que des de carácter económico y economía política fuera disciplina cial del derecho civil y complementaria comer (53). El mismo año en que se retira del profesorado, publica una monografía sobre la "Sociedad conyugal y las dotes". Estudio reahzado con amplias mi ras, que exceden en mucho el método exegético, a cuyo compás se movían grandes juristas europeos, esta obra se caracteriza por los generales de historia del derecho, de derecho comparado y también de sociología, que presiden sus diversos desarrollos (54) en ese tiempo los conocimientos . VII Narvaja profesor, no olvidó las enseñanzas de su Casage maestro mas, y trató de realizar los ideales de renovación de la legislación civil, de ordenamiento de las instituciones (55) y de primado de la ley, que aquél le infundió. En 1865 redacta la famosa ley de hipotecas, corrige errores secu época. Esta ley, ins a las ^sin embargo mejora, mereció que de Zachariae el juicio de ser la mejor ley hipotecaria conocida, y partien do de la separación radical de las hipotecas y los privilegios, realizó los pos tulados de la convencionalidad, la especialidad y la publicidad de aquellas, y llegó a hacer de la tradicional institución el instrumento ágil y seguro que reclamaba la ciencia económica de la época (56). lares, insidiosamente infiltrados pirada en las reformas chilenas, en la legislación — que de la — jurisprudencia a 4 años (Libro de Actas, acta correspondiente a la sesión del 31 de mayo de 1871; véase, asimismo, el acta correspondiente a la sesión de 22 de marzo de 1871). (SI) Sesión del Consejo Universitario de 5 de mayo de 1856 (Documentos. ., p.l49). (52) Sesión del Consejo Universitario de 27 de set. de 1850 (Documentos..., p.l96) : esta Cátedra tuvo, sin embargo, que ser suprimida por falta de alumnos (Sesión de la Sala de Doctores de 18 de julio de 1861, en (Documentos. p.2S8). (53) Sesión del Consejo Universitario de 18 de junio de 1860 (Documentos. p. 215) ; ídem, del 9 de noviembre de 1860, p.229. (54) Esta obra tuvo una segunda edición en nuestro país, en 1896, por parte de la Editorial El Anticuario, 1 vol. de 94 págs. Por otra parte, recuérdese lo que dice la nota . . ., . ., inicial sobre la edición chilena. (55) Esto le valió que uno de sus biógrafos le atribuyera el calificativo de "técnicoorganizador" (Luis Carve, ob. cit., p.VII). (56) Debe notarse que esta ley mejora considerablemente el derecho patrio en la materia, constituido por la ley de 1856, y por los demás antecedentes españoles, a los que tiene en cuenta, sin embargo, para elaborar un régimen hipotecario adaptado a la realidad nacional. La estructura del mismo es tan completa y acabada, que en el momento actual al jurista le cuesta imaginarse las enormes dificultades tanto teóricas como prácticas a que ha dado lugar este asunto a lo largo de la historia del derecho. — 116 — Este mismo afán por eliminar de la legislación instituciones anacróni rechazadas cas, por las enseñanzas de su siglo, guió la pluma de Narvaja en la reforma del Código de Comercio, cuya tarea le fue encomendada como miembro de una Comisión designada el 5 de junio de 1865, por el Goberna dor Provisorio Venancio Narvaja Informe mercio, tuvo presentado empezó a damental el texto de unos tigua, aporta del cual Narvaja fue amigo y consejero. tal tarea y a él cupo la redacción del al Gobierno el 24 de enero de 1866. El Código de Co que cación de Flores, destacada actuación regir el 1"? de en julio de dicho año, reproduce en lo fun autor, el doctor Eduardo Acevedo, salvo la modifi 250 artículos, en los que, además de ajustar la redacción an nuevos su puntos de vista doctrinarios. El Código de Acevedo vieja legislación mercantil, que desconocía los pro estaba elaborado sobre la gresos de la ciencia económica del siglo XIX. Para ponerlo a tono con ellos. Narvaja eliminó la prisión por deudas y la muerte civil; reforzó el respeto a las transacciones comerciales de acuerdo a los postulados tribunales solían acordar a en materia de intereses y contratos; desterró, liberal, los plazos de gracia que los de la escuela los deudores; eliminó las normas sobre usura; fin, vivificó la estructura ley hipotecaria, y, incorporó económica del derecho mercantil de acuerdo a las ideas en boga en ese mo las (57) mento normas de la en . se sancionó el Código de Minería, debido tam pluma de Narvaja, que éste redactó con su estilo conciso y em pleando la experiencia adquirida en Chile sobre la materia. Este Código, El 5 de febrero de 1868 bién la a sustituido prontamente por el de 1884, reconocía al Estado el dominio emi nente una de todos los yacimientos, y perfecta que orientación más en cuanto la de su a sus sucesor, principios, derogado tenía sin duda en 1943. VIII La obra maestra de Narvaja el cuya sanción nacionales. En 1836, Código Civil, juristas era en un legislativa fue, sin embargo, largo tiempo acariciado por los la Cámara, abogó por la redac materia ideal Ellauri, en Código Civil (58); unos tres lustros más tarde Eduardo Ace vedo, nombre glorioso en nuestra jurisprudencia, preparó, en el Paso del Molino, un Proyecto de Código Civil, publicado en Montevideo en 1852. ción de (57) un Véase a este respecto las expresiones contenidas en el Informe de la Comisión Revisora del Código de Comercio. de Se (58) Sesión de la Cámara de Representantes de 15 de abril de 1836, (Diario notarse que algunos puntos de vista di debe Sin de de la C. embargo, siones R.R-, t.2). la época de la Codificación ferentes a éste fueron sustentados en el Río de la Plata en s.). p.80 Buenos t.7, 1887, Obras Aires, completas, (véase Alberdi, -117 — La obra de la codificación, por otra parte, también tenía antecedentes en Sudamérica. Cuando Narvaja redactó su Código Civil ya estaban sancionados con fuerza positiva, el Código de Chile, el del Perú, y los dos de Santa Cruz Bolivia, aparte de en en curso meros de preparación, o como como el de Velez Sarsfield, se hallaban Goyena, eran el de Acevedo y el de García proyectos. por su consejero Narvaja, Flores decretó el 20 que la m.isma Comisión que había revisado el Código de ampliada con el doctor Joaquín Requena, revisara el Proyecto Sin duda de otros que, de marzo Comercio, impulsado 1866, Código de Acevedo, a les efectos de sancionar el Código Civil de la Re pública. La Comisión comenzó sus tareas el 1° de julio de 1866 y las ter minó en un lapso de 20 meses, esto es, en noviembre de 1867; pero no tra bajó directamente sobre el Proyecto Acevedo, como disponía el decreto de Flores, sino sobre otro proyecto preparado por Narvaja (58 bis), sin duda teniendo como punto de partida el trabajo de Acevedo, que en el mo mento en que fue redactado constituía un excelente proyecto de Código ela borado sobre la base del Código napoleónico y de las leyes patrias y españo de las en materia civil. La labor de del preparación fue abrumadora para Proyecto de Código Narvaja: durante casi dos años debió cerrar su estudio de abogado y aban donar toda actividad que no fuera la de su cátedra universitaria (59) ; final mente, el trabajo terminado y elevado a consideración del Gobierno fue san cionado el 22 de regir el 1"? de La entrada polémica en (58 bis) comenzó luego de algunas alternativas, a de 1869. vigencia que tuvo por el doctor de 1868, y, enero enero del Código finalidad atacar al Narvaja (60) . señala la iniciación de Código, En esta discusión y se Se ha negado por algunos la existencia de a una través de él debatieron a su célebre autor, principalmente Proyecto original de Nar este los documentos de la época revelan inequívocamente que la Comisión trabajó sobre el texto del mismo. En tal sentido, es elocuente el Informe de la Comisión de Có vaja, pero con la cual se elevó el Código al Poder Ejecutivo; el informe de la misma Comisión Gobierno, de agosto de 1869; el decreto-ley de 23 de enero de 1868; la correspondencia dirigida por Narvaja a Ugarte mencionada en la nota 20 ; etc (59) Véase la carta dirigida a José G. Palomeque, con fecha 10 de noviembre de 1866. Sin duda esta carta es, empero, de fecha posterior a la que se indica en el libro de Palomeque (véase nota rfi 39), no sólo porque en esa época aún no habían nacido los dos hijos de Narvaja a que en ella se refiere, sino también porque allí anuncia el envío de un ejemplar del Código que todavía no podía estar impreso. Presumiblemente esa carta ha de ser del 67 o del 68, pero más probablemente del 67. (60) Debe notarse que en la época de la sanción del Código Civil nunca se dudó de digos al . que el autor del mismo fuera el doctor en un artículo publicado en Narvaja: . esto lo dice expresamente V. La Revista de Buenos Aires, año 1869,, y en Fidel LopEz el cual expresa: — 118 — puntos: la autenticidad, el mérito y la autoría del Código Civil. tres Respecto de la autenticidad del Código, sus enemigos publicado en 1868 no era el auténtico, por cuanto el texto sostuvieron que no coincidía con "Resulta 'le los informes judiciales que el redactor exclusivo de! Código Uruguayo es el doctor don Tristán Narvaja"; lo mismo expresa José M. Vidal H., en la ya mencionada noticia biográfica del Legislador, y el doctor Piñeyro en carta dirigida a Joaquín RequEna. integrante de la Comisión Revisora del Código Civil, y publicada en La Tribuna el 6 de febrero de 1869. En el Senado, en 1888, José Pedro Ramírez expresó la misma opinión (ver Diario' de Sesiones de la Cámara de Senadores, t.45, pág. 377, sesión correspondiente al 16 de noviembre de 1878) ; igualmente Narvaja se expresaba en Representantes, con el general asentimiento, en términos equivalentes (ver nota n'' 35) ; el decreto de 11 de febrero de 1868, que le acuerda la ciudadanía uruguaya, expresaba lo mismo ; ídem la corresponden cia de la época firmada por Narvaja; el propio presidente de la Comisión Revisora, doctor Herrera y Obes reconoce que la Comisión trabajó sobre un proyecto de Código Civil "que de antemano tenía preparado el distinguido abogado de nuestro foro don Tristán Narvaja" (Informe que la Comisión de Códigos presenta al Exmo. Gobierno de la República sobre el Código. Civil en vigencia, Montevideo, 1870, p.7) ; hace lo propio la Comisión Revisora Código Civil a la consideración del Poder Ejecutivo; y Código, el único que sale a defenderlo es Narvaja, como luego recordará en su época de parlamentario (véase nota n'' 35) Igualmente debe recordarse entre los antecedentes que señalan que en su época Narvaja pasó por autor del Código Civil, la documentación relativa a la propiedad literaria del Código, de acuerdo a la cual se acordó a Tristán Narvaja "como autor del Proyecto de Código Civil, el derecho de propiedad sobre las ediciones sucesivas de didho Código, con excepción de la primera edición oficial, no pudiendo por lo tanto hacerse impresión alguna, de éste sin su previo y el Informe en cuando se con el que elevó el discute el mérito científico del . consentimiento" expreso (Resolución del Ministerio de Gobierno de 17 de setiembre de Código Civil Arias Barbe CesTau Anotado por Araujo LopEz, Montevideo, 1949, t.I, p.LII) En los debates habidos en el Parlamento en 1888 con motivo de la' expropiación de los de rechos que el Sr. Ibarra había adquirido sobre el Código, como consecuencia de la cesión de algunos contempo que de ellos le hicieron los herederos de Narvaja, y en el concepto 1867, que puede verse, como toda la documentación relativa a este asunto, en . ráneos, se consideraba que el reconocimiento de estos derechos constituía una "inmoralidad" de parte del legislador. Sin embargo, este punto de vista desconoce la costumbre de la época en esta materia: tanto en el plano internacional como en el nacional, este tipo de concesiones era cosa frecuente; así, el Código peruano de 18531 había sido concedido por una resolución de ese tipo, de 19 de enero de 1852, a don Hipólito Sánchez; cosa parecida el Código de Comercio peruano de 1853, que como se sabe es una simple adap tación del Código español de 1829, y el cual fue concedido en privilegio de impresión y F. Villaran y T. venta, por decreto de 18 de febrero de 1853, a los señores J. A. García, se hizo con Urrutia; el Código Civil Boliviano, a pesar de que el Estado Boliviano quiso imprimirlo directamente (Decreto de Santa Cruz de 28 de octubre de 1830) debió ser concedido para de 10 de junio de 1861); etc. su debida impresión al ciudadano José María Zuna (decreto el Código Incluso, en nuestro medio, se había hecho lo mismo en otras oportunidades: así, a esta Institución en reconocido fue le Asociación la Rural, fue preparado por Rural, que sólo podrían ser hechas por propiedad exclusiva, disponiéndose que las ediciones posteriores la misma (ley de 17 de julio de 187S, art. 60). 119 - — originales. La verdad sobre este punto resulta del informe que la Comisión Revisora elevó por intermedio de su Presidente, don Manuel He el de los Obes, al Poder Ejecutivo, a pedido de la Cámara de Representantes, agosto de 1869. De dicho informe resulta que los originales fueron des rrera Y en impresión del Código, pero que el texto impreso era, a de la Comisión Codificadora que lo refrendó, idéntico al primitivo texto contenido en el manuscrito original (61). Esta primera instancia de truidos durante la juicio polémica negó razón, pues, a los enemigos del Código. Las críticas dirigidas al Código en el segtmdo orden de ideas, afirma ban que dicho cuerpo legal no sólo estaba plagado de imperfecciones, sino la era inconstitucional, y que, por tanto, los aplicarlo. En la defensa del mérito científico de su obra Narvaja prácticamente no tuvo aliados, pero por sí solo se bastaba para esa tarea. Bajó a la pedana de la discusión periodística y en 14 artícu los publicados en "La Tribuna" llevó tan fuerte embate a sus contradictores, que los eliminó de la palestra, al punto que algunos, como el erudito V. Fi del López, no pudieron contestar sus razones. Estos artículos muestran a Narvaja como polemista notable; y en ellos, después de haber refutado a sus contradictores, cierra su última publicación con esta frase de Montes que, por tener efecto retroactivo tribunales debían abstenerse de "Como es muy difícil hacer una obra, y demasiado fácil criticarla, el autor ha tenido que guardar todos los desfiladeros, mientras que porque al crítico le basta forzar uno solo, es preciso que éste no dé fiasco; y si lo quieu diese : sería inexcusable" continuamente, Los ecos de esta polémica aplicación del (62) acallaron se . en 1870. Las ventajas que de cuerpo de leyes civiles, fueron el me Narvaja para defender el mérito de su obra. Comien este momento, la tercera instancia del pleito del Códi la paró vigencia y jor aliado que tuvo za, sin embargo, en go: se desconoce, por algunos, que el Código es obra personal de Narvaja, ya sea pretendiendo, com.o lo hará Herrera y Obes, que en su redacción trabajaron por igual todos los miembros de la Comisión de Código, ya sea sosteniendo que fue copiado en lo fundamental del Proyecto de Bello, como sostuvo Fidel López y como aún se enseña por algún profesor extranjero Debe notarse que este (61) la autenticidad de los cuerpos Códigos, legales sancionados en era tal el procedimiento seguido como ese entonces las correcciones al texto, nuevo tiempo. aun en en Por otra parte tampoco el momento de su de la Comisión (62) s — Revisora) época para caso y a justificar los demás resultaban desusadas impresión, del procedimiento seguido para el Código de Comercio, en cuyo la Comisión de Códigos, conjuntamente, el trabajo de corrección me la resulta de los antecedentes relativos como se desprende corrió por cuenta de el de impresión (Infor . Bl Código Civil y la crítica del Dr. LopEz, Montevideo, 1870, p.40. — ya cía sea sía es afirmando que fue Goyena (63) Una simple (63) generosa copiado 120 del — Proyecto Acevedo o del Proyecto Gar . confrontación de fechas en estas disquisiciones La tesis de Herrera noviembre de 1888, en y : hasta que punto la fanta opiniones más extendidas entre muestra las ObEs fue sostenida Diario de Sesiones de la C. en la Sesión del Senado de 16 de de S.S., t.45, p.378 (debe notarse la contradicción entre esta opinión y la que expresó el Dr. HERRERA tanto en el Informe de la Comisión de Códigos elevado al Poder Ejecutivo el 6 de agosto de 1869, como en el que se refiere en la nota 60) ; la tesis de que el Código Civil no es sino una adaptación Código Civil chileno fue defendida por V. Fidel LopEz, en el artículo publicado en La Aires, año 1869, p.206, donde se expresa que de los 2534 artículos del Código hay 1157 copiados del texto de Bello, 984 tomados del proyecto García Goyena, 220 del Proyecto AcEvEdo, y 40 a 60 del Código Civil Francés, de suerte que sólo quedan a Narvaja 50 o 60 artículos; también esta tesis fue enunciada hace tiempo en Chile (véa incluso se Ricardo Narvaja, ob. cit., p.XX, nota 1), e recientemente (V. PesCio, Ma nual de derecho civil, t.I, Santiago de Chile, 1948, p.llO, n? 31); la tesis según la cual el Código Civil fue copiado del Proyecto de AcEvEdo, debiéndose tener a este último por su verdadero autor, fue sostenida por la esposa de este sabio jurisconsulto (véase Eduardo Acevedo, en el centenario de su nacimiento, 1815-1915, Montevideo, 1916, p.l41), por Eduar do Vargas, (ídem, p.72), y muy especialmente, con la mejor fundamentación científica, por el profesor CESTau (De la tradición, Montevideo, 1939, p.l41, rfl 5). Entre los argu mentos más esgrimidos para defender esta tesis se encuentra la circunstancia de que el decreto que encomendó la redacción del Código Civil a la Comisión nombrada el 20 de marzo de 1866, dispusiera que era tarea de la misma "proceder a la revisación del Proyecto de Código Civil del doctor Eduardo Acevedo y corregido por el doctor don Tristán Nar vaja", de donde se infiere que nuestro actual Código Civil es una simple corrección del proyecto AcEVEDO. La consecuencia es, sin embargo, excesiva: el Proyecto AcEvEdo es un antecedente de nuestro Código, como otros tantos que ha tenido él; tal vez es el antecedente más importante y directo, .pero su existencia no niega la de la obra de Narvaja que se manifestó bajo la forma de corrección del Proyecto AcevEdo, hasta el punto de formar su propio Proyecto de Código Civil. A este Proyecto de Código Civil se alude, precisamente en el decreto de 20 de marzo de 1866, y en los Informes que se mencionan al comienzo de esta nota; el propio Narvaja ha aceptado la existencia de este proyecto, diciendo que, sin embargo, él se iba redactando, en parte, a medida que se producía la discusión del mismo por la Comisión (Carta a Ugarte, de 24 de setiembre de 1868, en Zorraquin BBcu, ob. cit., p.28). Debe señalarse que, aparte de las opinionesi de la época, en el sentido de ser Narvaja autor del Código Civil (supra, nota n9 60), existen otras, no menos explícitas, en el sentido de que AcevEdo no ha sido la fuente inmediata de nuestro Codificador : "Se proclama, sin duda en el informe de la Comisión del Có dice un documento de la época por equivocación, digo Civil que han servido de antecedentes para tal trabajo los Códigos de Europa y de América, el Proyecto del Dr. AcEvEdo, el del Sr. FrEitas y del Dr. VblEz Sarsfield; y entre tanto, en la mayor parte de los casos, lejos de haberse tomado tales modelos, se han despreciado los trabajos de esos Maestros...". (Deberes y Facultades del Poder Judicial famosa memoria aparece fir en presencia de los nuevos Códigos, Montevideo, 1869; esta mada por nombres ilustres de nuestro foro: Velazcx), .Baena, Vázquez, López, Sienra y Carranza, Castellanos, LlErEna, Roca, DE las Casas y Estrazulas) del Revista de Buenos — ■— — — . 121 - los que niegan la paternidad que ha sido del Código — a Narvaja afirman que de Bello sin es obra de cuando Acevedo embargo, Código de Bello, ni, por supuesto, el Proyecto del codificador español, recién publicado en 1852. La autoría del Código debe ser juzgada teniendo en cuenta la naturaleza de esta clase de obras. Desde ese punto de vista el Código Civil, aunque cuenta entre sus antecedentes el Proyecto Acevedo, tiene por autor a Tristán Narvaja- Un código no constituye, ni puede constituir so pena de ser un mal código, una obra de pura creación. Su autor debe buscar en los demás cuerpos de leyes y en las obras jurídicas, sus fuentes de inspiración, y su labor resultará así más selectiva que original : la eficacia del trabajo depen derá, sobre todo, del criterio con el cual se realice dicha labor selectiva a f*n de adecuar las leyes a las necesidades sociales y a los intereses colectivos, y Acevedo, elaboró o su proyecto de la forma en que no se copiado : conocía aún el estructuren técnicamente las los diversos instituciones, y se redac preceptos del articulado (64) Y desde este punto de vista. Narvaja fue indudablemente el autor del Código Civil. ten . papel meritísimo que correspondió a Acevedo en la los antecedentes para nuestra ley civil : sólo afirmo que la importancia y la excelencia de su trabajo no debe hacernos olvidar la obra que le cupo realizar a Narvaja. Demos a cada jurista el mérito que le co No desconozco el tarea de recopilar hay tantas glorias en la historia del derecho nacional que po lujo de esconder las figuras de las unas tras aquellas de las (64 bis) rresponde: no damos darnos el otras . IX En cuanto cedentes a a su mérito intrínseco y la luz de los cuales debe con referencia apreciarse su a valor, los es Códigos y ante posible notar en la obra de Narvaja cuatro aspectos principales : el plan, el fondo de ideas so ciales y económicas, la estructuración técnica de los diversos institutos y el estilo. plan. Narvaja adelantó época, siguiendo en parte la enseñanza En cuanto al su a casi todos los cuerpos de Bello, pero legales mejorando su de le- (64) Zorraquin Becu, ob. cit., p.62. (64 bis) Basta tener presente la importancia que asumen en nuestra ley civil, como fuentes de la misma, el Proyecto García Goyena, el Código de Bello, el Proyecto de có digo civil argentino de VelEz SarspiEld, el Esbogo de Freitas, las obras de Marcade, de Aubry et Rau, y otras muchas que son fuentes habituales de Narvaja, y que son posterio res al Proyecto Acevedo, para comprender hasta qué punto es exagerado juicio afirmar que nuestro Código Civil no es sino una adaptación del Proyecto AcevEdo, o, incluso, que éste es la fuente única o determinante de aquél. — 122 — gado en cuanto hace de los modos de adquirir el dominio un y distribuye más armónicamente los diversos institutos que libro autónomo se comprenden dentro de cada Libro. En el fondo de las ideas sociales y económicas, se encuentra la mayor originalidad de Narvaja respecto a sus fuentes más inmediatas : Bello, Ace vedo y García Goyena. En tanto que estos manecían espaldas a de los postulados manteniendo instituciones anacrónicas mano todo residuo de codificadores cierto modo per sociológicos de su época, económicos y en (65), Narvaja barrió épocas pretéritas. Por enérgica con vía eliminó de esa su articulado la muerte por tas civil, la sustitución fideicomisaria, el consejo de familia, la prisión deudas, el protutor, la validez de los esponsales, la rescisión de las ven por lesión enorme, los plazos de gracia, la restitución in integrum, la cú ratela del nupcias, del la pródigo, hipoteca legal, caso reserva de bienes en caso de segundas . al religioso, divorcio, a los registros parroquiales, y, en genera], religión y el derecho canónico. Narvaja que se vinculaba con la de la línea progresista que orienta de vista a su trabajo. Más tarde fundará respecto diciendo que "un instante este destruir de a todo lo se su apartó punto suficiente para derrocar del mundo será impotente pa de un monumento ra la el derecho de tanteo, los retractos y otras instituciones que no es enumerar en esta oportunidad (66) Sólo en punto al matrimonio es siglos, pero toda la pólvora golpe la creencia general y hereditaria un en materia de reli Pesaba acá, sin duda, su antigua formación levítica, a la que ya hicimos referencia. En cuanto a la estructuración jurídica de los diversos institutos, la obra de Narvaja no desmerece colocada al lado de cualquier otro Código, incluso gión" (67) . los más modernos, lantado, por una como especie el italiano de 1942, a los que parece haberse ade previsión, en la sistematización de diversos as de pectos de la ley civil. Esto se debió, sin duda, a la formación y al amplio panorama doctrinario de Narvaja- Bello, el codificador chileno, desenvuel ve su obra en el ámbito de los autores españoles clásicos : Gregorio López, Molina, Antonio Gómez, Gutiérrez Fernandez, Castillo, Matienzo, Baeza, Sala y los febreros de Tapia y Goyena, son ,sus guías habituales; y entre los franceses sólo conoce a Pothier, Delvincourt, Rogron, y al gún otro (68) En ámbito parecido se movía Acevedo, que en su Proyecto . utiliza la doctrina clásica Debe señalarse que, incluso (65) debido a denomina (66) (67) (68) española la pluma de Narvaja, ' la ciencia económica'' en y, sólo a Troplong y Toullier, aparte el Informe de la Comisión de aparecen estas referencias . Chaneton, ob. cit., t.II, p.l8S. Citado por Pirotto, ob. cit., ,p.31. Chaneton, loe. cit., t.II, p.l86. a sus Códigos, que fue conceptos sobre lo que él — de ilos clásicos tuvo ante Pothier, Merlin 123 — y Domat sí el panorama de los más grandes Aubry (69) . Narvaja, comentadores del cambio, en Na Código Rau, Duver&ies, Troplong, Toullier, Demolombe, Taulier, Masse y Verge, Zachariae, las revis tas de WoLOWSKi y de Foelix, y por encima de todos, y con preferencia a poleón: Duranton, Delvincourt, otros como por la precisión de sus ob libro de cabecera (70). Esta densidad fue su Marcade, que unida a su sólido criterio jurídico, le permitió atribuir a su muchos tanto por servaciones, informativa, et su fuerza dialéctica a Código una estructuración técnica realmente excepcional en su época, y que, sin embargo, mantenía las fronteras que siempre postuló necesarias entre una obra legislativa y un trabajo científico sobre legislación (71). Finalmente, en lo que se refiere al estilo, el Código de Narvaja corrige en algo los mejores de su tiempo, incluso el de Bello, insigne escritor y lite rato, cuya obra, como toda labor humana, resultaba perfectible. En este as pecto formal, que Narvaja cuidaba como la niña de sus ojos, está encerrado de los mayores méritos de uno su obra codificadora: redactado en un estilo que permite interpretaciones extensivas porque sólo atiene al desarrollo de las ideas generales, sin entrar en la casuística ni al claro, directo se detalle y flexible, minucioso, el Código Civil ha regido en nuestro país por casi precisado, ni precisar, restructuraciones fundamentales. un siglo sin haber X Sancionados los Códigos, Narvaja no descansó. El mismo año en que (69) Véase Proyecto AcEvBdo, Advertencia p.XI. (70) Aparte de la más calificada doctrina francesa del siglo pasado, que le era fa miliar. Narvaja frecuentaba asimismo un vasto conjunto de autores .extranjeros, como resulta de las notas que puso de su puño y letra a los diversos códigos civiles que regaló a sus allegados, y .délo que se expresa en la obra .de Ricardo Naívaja, (ob. cit., p.XVII Debe asimismo tenerse presente que en cuanto a antecedentes legislativos. Narvaja y s ) también se movía en un campo de considerable amplitud, ya que aparte de los mencionados . . . en la nota 64 Saint-Joseph, bis, conoció casi todos los cuerpos legales de su época a través de la obra de y el Código Sardo, el Peruano, el Prusiano, el Austríaco, el Boliviano, etc. (71) Merece transcribirse, .a este respecto, un pasaje de la ya mencionada carta que dice la cartai se ha procurado que dirigió a Ugarte : "En cuanto de .nosotros dependía el Código Oriental respondiera a las instituciones, necesidades y aspiraciones de un pueblo moderno y esencialmente democrático, sin traspasar la línea .de demarcación que separa una obra legi.üativa de un trabajo científico sobre legislación (Zorraquin Becu, ob. cit., p.28; los subrayados ajiarecen en el. texto original). Respecto de este punto merece también re cordarse lo que expresaiba uno de sus contemporáneos: "...siempre recuerdo cómo se escan dalizaba al ver en qué forma (anotado con sus apuntes) presentaba a la sazón el suyo a la República Argentina el Dr. VblEz tSaespiELD, en el que tanto abundan las antinomias y doctrinas arbitrarias, la difusión y vaguedad y las incorrecciones de lenguaje'' (Carta del — — — renunció — cátedra, entró a formar parte del Tribunal Superior de Jus trabajó activamente más de tres años (72). En 1875 ingre Parlamento, como diputado por Durazno (73) Durante los tres meses ticia, a su el cual en al sa 124 . legislador cumple una labor asombrosa: miembro de la Comisión de Legislación informa todos los proyectos que pasan por ella (74) ; interviene en materia internadonal, propiciando por primera vez entre nosotros la cláusula de reserva en favor de los estados Hmítrofes, puesta de moda por que es Granada, publicada en El Día de 7 de agosto de 1898, citada en Ricardo Narvaja, cit., p.XV, nota 2). (72) Narvaja ingresó al Tribunal Su,perior de Justicia en julio de 1872, en sustitu ción del doctor Emeterio Regunaga, desempeñando su cargo hasta comienzos de julio de 1875. Durante estos tres años se consagró a sus tareas con asiduidad excepcional, no fal tando casi nunca a las reuniones de dicha corporación (véase el libro Acuerdos del Supe rior Tribunal de Justicia, 1865-1880, que obra en el Archivo de la Suprema Corte de Jus ticia) Durante su actuación en el Tribunal propició las ideas que le eran habituales y que constituían el fondo de su personalidad de organizador ; intervino en los problemas relativos al trámite de recusación de los jueces (Acordada de 31 de juhoi de 1872, en H. Reyes, Acor dadas, Montevideo, 1936, p.161) ; al trámite de los exhortes en materia internacional (Acor dada del 7 de agosto de 1872, Reyes, ob. cit., p.l62) ; a la exigencia de que se extendieran en protocolo las diligencias del remate al mayor postor (Acordada de 10 de octubre de 1872, Reyes, ob. cit., p.l64) ; a la prohibición de que los fiscales sean designados defensores de oficio (Acordada de 14 de marzo de 1874, Reyes, ob. cit., p.l66); a los embargos de buques y embarcaciones surtos en los puertos de la RepúbHca (Acordada de 19 de junio de Dr. ob. . 1874, en Reyes, Acordadas, p.l67) ; al modo en que los escribanos debían llevar sus protocolos dada de 11 de agosto de 1874, en Reyes, ob. cit., p.l68) ; a los libros que deben llevar los jueces de paz respecto de los nacimientos y defunciones de los disidentes del culto católico (Acordada de 22 de diciembre de 1874, en Reyes, ob. cit., p-170); a las condiciones que deben reunir los abogados para ejercer en la República, y en especial en lo que dice relación con la reválida de su título y con el ejercicio de la profesión por parte de extranjeros (Acor 1875, en Reyes, ob. cil., p.l75) ; etc. Cuando Narvaja dejó el Tribu Justicia fue reemplazado en él por el doctor Hipólito Gallinal. (73) Véase sesión de la C. de R.R. de 7 de mayo dq 1875, en el Diario de Sedanes de la Cámara de Representantes, t.30 p.324. Eran esos, tiempos en los cuales el país atravesaba muchas sesiones sin hablar, por dificilísima situación económica: enemigo de palabrería, pasaba dada de 10 da julio de nal de producía discursos extensos, interviniendo sólo cuando consideraba que estaba en asunto de interés general. En todos los problemas generales estaiba como obse sionado por la idea de colaborar en la tarea de encauzar al país por los senderos de orden reclamaba. Apenas incorporado a la Cámara, soli y de reorganización que urgentemente cita permiso para abstenerse de intervenir en los asuntos que por su calidad de recién llegado no conocía (véase sesión aludida en el comienzo de esta nota, p.337); preocupado por el y nunca debate un bien nacional, solicitaba a la Cámara que no se ocupara de las cuestiones económicas cuan el país do ellas no estaban al alcance de su reglamentación, y cuando tratarlas impedía que de 11 de mayo de volviera a la calma de los espíritus y a la confianza del comercio (Sesión 1875, en (74) el Diario de Sesiones de la C. de R.R. t.30, Sus dictámenes se caracterizan siempre por están escritos. p.407). la brevedad y concisión con que — 1857 Prusía en Rural (76), presenta (75); impulsa 125 — de modo definitivo la aprobación del Código campaña (77); pero, por sobre todo, iniciativas tendientes a modificar o completar nuestra que tanto reclamaba la numerosas legislación: la responsabilidad judicial es una ley orgánica de 42 artículos; propicia reglamentada ley de 19 minuciosamente derogación la mayo de 1874 sobre defensa libre, fundando ferencias entre abogacía libre y defensa libre un registro de embargos e hipotecas navales en un de la en de luminoso informe las di (78) ; promueve la (79), etc. (80). creación de Deja la Cámara en agosto de 1875 para pasar a ser Ministro de Go bierno de Várela, y ocupar interinamente las carteras de Hacienda y Rela ciones Exteriores. Desde su nuevo cargo sigue reorganizando: reglamenta las funciones de los cónsules (81), las actividades de las casas de cambio (82), ajustarse los fiscales para su excusación (83) ; de fiende los títulos de deuda pública prohibiendo su remate judicial cuando ce san sus pagos (84), y, finalmente, al producirse el advenimiento de Latorre, en febrero de 1876 se retira a la vida privada (85) las normas a que deben . (75) Sesión de 24 de mayo de 1875 (Diario de Sesiones de la C- de R.R., t.31, se formuló respecto de los tratados con E.E.U.U. y Francia. p.54). La observación (76) Véase supra, nota n^ 21. (77) Véase supra, nota n' 21. (78) Véase supra, nota n' 44. Proyecto de ley Sobre anotación de los embargos de los bienes raíces o naves y de los Decretos que prohiben o suspendan la enajenación de algunos bienes. (Sesión de f de junio de 1875, Diario de Sesiones de la C. de R.R-, t.31, p. 216-217). (79) (80) Aparte de tomó éstas, iniciativa en otros puntos que también poseen interés arreglo de nuestras instituciones, tales como el modo de integrar el Tribunal Superior de Justicia (Sesión de 7 de julio de 1875, Diario de Sesiones de la C. de R.R., t.31, p.38S) ; etc. desde el punto de vista del (81) Decreto del Poder Ejecutivo de 13 de agosto de 1875. (82) Decreto del Poder (83) Decreto de 14 de setiembre de 1875. (84) Decreto de S de octubre de 1875. (85) Atribuye definitivo impulso asimismo, Ejecutivo de 23 de noviembre de a 1875. la Facultad de Medicina, por decreto de 5 de diciembre de 1875, el cual será resistido por el Consejo Universitario en razón de que prescindía del trámite del concurso para la .provisión de las cátedras (véase el Informe presentado a la Sala de Doctores de la Universidad Mayor de la República, por el enton Rector, Plácido Ellauri, el 18 de julio de 1876, del cual se rezuma una poco solapada antipatía hacia el Ministro de Várela) ; asimismo el 26 de enero de 1876 autorizó a Maria no Soler para que permita al Liceo de Estudios Universitarios tomar exámenes, con el contralor de la Universidad Mayor, que tengan validez oficial. Esta disposición fué impug nada por el Rector Ellauri, que la denominaba "Universidad Católica" (véase el Informe ces citado en esta misma nota) . — 126 — proyectado un frustrado viaje a Europa (86), emprende otro de largo, después de una prolongada dolencia (87), el 19 de febrero Teniendo más 1877, cuando sólo tenía 57 años. La Rotonda del Cementerio Central contiene un nicho, el N*? 44, en el cual una lápida ejecutada por el célebre escultor de la época, que además fue su amigo y profesor de dibujo de la Universidad, don José Livi, posee Tristannes Narvaja. R.I.P. 1877". "Hic Yacet esta leyenda: Legislator Setiembre 16 de sólo aparece en José (86) El dato del proyectado viaje biográfico ya mencionado. en La Tribuna, el (87) Según una necrológica publicada M. Vidal H., 1955. en el apunte j 1077 19 de febrero de 1877. ,„ , , .