Un Viaje Distinto Hace unos años, precisamente en marzo del 2002, en un viaje por tren desde Milán a Paris, tuve una experiencia humana muy rica que no olvide, ni olvidaré jamás por el resto de mi vida. Junto con mi amiga estando de vacaciones en Milán una tarde abordamos el tren y nos sentamos enfrente de una pareja de españoles, que viajaban a Paris porque estaban becados en la Universidad de Toulousee. Ambos estudiaban la licenciatura en letras. Eran muy simpaticos y jóvenes, creo que eran novios, estabamos en una amena conversación cuando desde la mitad del vagón hacia nosotros venia un niño como de diez años, precioso con unos hermosos rulos rubios que caian sobre sus hombros y muy sonriente. Lo veia bien como se acercaba porque estaba yo sentada en el asiento que daba al pasillo. Al llegar frente a mi, y sin decir nada, este niño me abrazó con gran ternura, me besaba la cara y apoyaba su cabeza en mi hombro con una entrega que me dejó muda, asombrada de esta demostración de cariño, yo también lo abrace. Le pregunté en italiano como se llamaba y no me dijo nada (seguramente no entendio mi italiano tan elemental) solo me miraba y me tenia abrazada. Como si fuera alguien muy querido por el. Yo seguia sin entender esta demostracion de cariño. De repente me dejo y se fue hacia atrás del vagón y le hablo a una pareja joven, segutamente los padres. Seguí conversando con los españoles de esta situación tan extraña. Al rato volvió el niño y nuevamente me abrazó y besó. Yo le hablaba, pero el no decia nada asique solo lo tenia abrazado y le acariciaba el hermoso cabello ondulado. Este ir y venir sucedió varias veces hasta que pude hacerme entender y me dijo su nombre Eugenio y que venia de la Isla de Malta e iba a Paris de vacaciones. Casi llegando a la estacion paso por el pasillo con esta pareja de adultos y me acaricio la cara como despedida y ellos le dijeron que no me molestara. Al principio de esta situación pense que era un niño con discapacidad mental. Pero no, comprobe que era un niño normal. Lo que no pude saber porque no contestaba mis preguntas. ¡¡Que vio en mi, a quien le hice recordar para entregarme ese regalo de amor que nunca olvidaré!! Maria Marta Giuglio