HISTORIA DE LA PUBLICIDAD (CURSO 2014-2015. Prof. LUISA MORENO) LAS AGENCIAS, SU NACIMIENTO Y CONSOLIDACIÓN EPIGRAFE DEL TEMA 2.2: EL ORIGEN DE LA PUBLICIDAD COMERCIAL ESTUDIAR Ya Teofrasto Reanudot creó una oficina de direcciones donde recogía los anuncios clasificados para su periódico de anuncios; ésta fue, en cierta forma, el antepasado directo de las agencias publicitarias. Los agentes de publicidad y los cafés de Londres. A comienzos del siglo XVIII, en algunos cafés de Londres, se discutía de política, se hacían tertulias literarias, se preparaban movimientos revolucionarios, y se hacían transacciones comerciales y negocios. Este tipo de locales servían también como punto de distribución de los periódicos y de hojas informativas sobre mercancías llegadas a puerto. Los ingleses fueron los primeros que ven la necesidad de contar con alguna forma de organización para la publicidad. Las negociaciones de los precios de los anuncios con los editores de los periódicos locales, el fijar las fechas y lugares de aparición de sus anuncios y el hecho de, a menudo, adelantar el dinero correspondiente, en un principio se hacía en un clima de forzada confianza, pero también de incertidumbre; faltaba garantía, faltaba profesionalidad. Los anunciantes necesitaban que alguien se encargase de las gestiones, de los pagos, de la redacción de los anuncios. Estos servicios fueron requeridos paulatinamente a aquellos que fueron llamados “agentes”. Si el agente garantizaba al periódico el pago de un espacio por parte del anunciante, cobraba una comisión (pagada por el periódico). 1 Otra función de los agentes de publicidad en Inglaterra: no sólo llevar la publicidad desde Londres a los periódicos locales y provinciales sino también las noticias de los grandes diarios. Primer agente profesional conocido: William Tayler; trabajó a finales del XVIII, y se vendía así mismo como “agente de impresores y libreros del condado”. Fundador de la publicidad en Inglaterra: James White. Formó su primera agencia de publicidad en 1800. No se dedicaba exclusivamente al negocio publicitario, también proporcionaba noticias (de unos periódicos a otros) impresión, grabados... Entre 1830 y 1840 los agentes elaboran listas de periódicos (soportes publicitarios), en forma de carteles o de libritos de referencia, incluyendo todo tipo de detalles que pudiesen servir a sus clientes; a parte de los fundamentales (precios, espacios disponibles, periodicidad), también la postura política, el número de anuncios que solían llevar, etc. En 1852 se edita una guía de agentes de publicidad: los más respetables, responsables, y con los cuales un anunciante puede trabajar confiando; todo según el editor de esta guía, un viejo anunciante anónimo. En Francia, la agencia Havas es considerada como el origen, tanto de las agencias de información como de publicidad; nace en 1835 como agencia de noticias, y una década después introduce la publicidad. Francia, 1845: Société des Annonces: primera auténtica agencia de publicidad: - Lleva la publicidad de los periódicos más asentados. - Charles Duveynier, creador del negocio, organiza una clasificación de los anuncios en distintas clases, diferenciando tarifas. - Llega a abrir 200 oficinas para la recogida de anuncios. España, 1853: Sociedad general de anuncios (al estilo de la francesa), pero la más representativa de la época es “Roldós y compañía” la fundada en 1870 por Rafael Roldós, pionero de la profesión publicidad en España. 2 EEUU: dos agentes, Palmer y Hooper, se disputan el reconocimiento de ser los primeros agentes de publicidad norteamericanos. En 1841 empezaron su trabajo a comisión en publicidad. Hooper abrieron una única oficina en NY. Palmer lo hizo en Filadelfia, aconsejando a veces a los anunciantes sobre los mejores periódicos a utilizar; los editores de estos periódicos recomendados se sentían agradecidos por la publicidad conseguida y daban comisiones al agente. Esto hacía prosperar rápido a la agencia. EEUU, década de1850: George Rowell instaura nuevos mecanismos de funcionamiento: compra grandes espacios de periódicos pagando en efectivo y luego los revende divididos en pequeños recuadros a precio de minorista, con el consiguiente beneficio. En 1865 se le ocurrió la venta de una especie de “paquete de medios”: compró una columna al mes en 100 periódicos y vendía estas 100 columnas por líneas, ofreciendo una línea de publicidad en 100 periódicos durante un mes por un precio barato. En 2869 publicó una guía de medios: American Newspaper Directory: directorio de periódicos con sus tarifas y estimaciones de circulación: esto le vino bien sobre todo a los anunciantes, para comparar precios, aunque a muchos agentes de publicidad no les gustó la idea, pues pensaron que se estaban revelando secretos profesionales. Rowell ofreció por primera vez una tabla de costes comparados, lo que permitía una “planificación de medios” buscando una optimización del gasto en publicidad. Rowell fue también el editor de la 1ª revista relativa a publicidad: Printer´s Ink, que duró desde 1888 hasta los años 70 del siglo XX. Otras agencias sacaron publicaciones, que servirían de prestigio y autopromoción, y además contribuyeron decisivamente a difundir las experiencias y conocimientos publicitarios. EEUU, década de 1870, Charles Austin Bates comenzó a redactar anuncios profesionalmente, ofreciendo su trabajo a anunciantes y a agentes; empieza así a profesionalizarse la labor de “copy”. Pronto las agencias ofrecían: planificación, diseño gráfico y redacción de anuncios como servicios profesionales. Empezaba a establecerse la agencia de publicidad como centro de creación de ideas. A finales del XIX había en EEUU había entre 20 y 25 agencias, aunque sólo 3 realmente importantes: 3 - Walter Thompson: controlaba casi todo el espacio de las publicaciones para mujeres. - Ayer & Son: periódicos de agricultura. - Lord & Thomas: publicaciones religiosas, muy importantes en EEUU. Fue Walter Thompson, el que, tras hacer mucho dinero con su agencia, abrió una oficina en Londres en 1900, inaugurando así la internacionalización de la publicidad americana. En los años 20 del siglo XX ya estaba extendida esta multinacional en muchos países, España incluida. En el cambio de siglo, del XIX al XX, quedaba ya claro que las agencias eran algo más que “comisionistas” de intermediar entre medios y anunciantes. Debían también ayudar a los anunciantes a vender mejor sus mercancías, preparando su publicidad más eficazmente, ayudándoles a hacer una planificación de medios para llegar a un mayor número de clientes potenciales, pero también tenían que convencer a esos anunciantes de que gastasen más dinero en publicidad. La creación de las agencias proporcionó organización al negocio publicitario y permitió el desarrollo de la publicidad al ritmo que lo hacía la vida económica. A mediados del XIX, en 1845, un profesional de la comunicación francés, Emile de Girardin, manifestó en la publicación La Presse que un anuncio debía ser conciso, simple y franco, evitando el charlatanismo; con estas observaciones propone un tipo de publicidad con las características de la publicidad moderna: concisión, pero también redundancia, lenguaje sencillo y directo. Aun así, la definición de publicidad impresa como información se mantendrá hasta finales del XIX, momento en el que algunos redactores norteamericanos empiezan a entenderla como un instrumento de venta y nace el eslogan como elemento fundamental del discurso publicitario. Existen ciertos tipos de productos a finales del siglo XIX, cuya publicidad es gestionada por los agentes, que plantean un problema: al tratarse de productos nuevos, algunos de sofisticada tecnología para la época (hablamos de cámaras de fotos, bicicletas, estufas de sistemas modernos...) hay que incluir en el contenido del anuncio explicaciones sobre su 4 funcionamiento: qué son y cómo utilizarlos. Esto supone un nuevo reto para la redacción publicitaria. En cuanto al estilo de lenguaje publicitario utilizado en esta época decir que predomina la publicidad redundante y “machacona”. Un ejemplo lo encontramos en la publicidad de los jabones Pears, para los que se creó una frase reclamo: “¡Buenos días! ¿Ha usado usted jabones Pears?”. Pronto se hizo tan familiar que cuando alguien decía Buenos Días era muy posible que se le contestara por inercia diciendo ¿Ha usado usted los jabones Pears? El ejemplo anterior pertenece a un grupo de productos muy anunciados en esta época, los jabones. Otro era el de los licores y los vinos. Para el alcohol en general un argumento de venta muy utilizado era que se trataba de bebidas medicinales, buenas para la salud. Sobre todo en EEUU este tipo de publicidad tuvo mucho éxito. La medicina estadounidense estaba en decadencia, y los enfermos, o los que se creían enfermos se ponían en manos de los charlatanes. Fue así como cobraron un gran protagonismo en el consumo norteamericano las medicinas patentadas importadas de Inglaterra. 5 LA PRENSA DURANTE EL SIGLO XIX (Apuntes complementarios a los proporcionados sobre “Usos de la imprenta”) LEER - Después de la experiencia francesa de Reanudot, es en Inglaterra donde se consolida la prensa diaria con puntualidad en el horario de salida y con la estabilización de su tirada con la publicación de The Times en 1804. A mediados del siglo XIX ya lanza 55.000 ejemplares diarios. Las noticias de La Guerra de Crimea (1854-1856), donde luchan Inglaterra y Francia contra Rusia, lo convierten en un órgano popular. - En la década de los 50 del siglo XIX la periodicidad ya está perfectamente codificada en EEUU, Gran Bretaña y Francia. - Nace el reporterismo, convirtiéndose en una nueva profesión. En los años 70 del siglo XIX logra establecerse en EEUU el periodismo independiente. - Cada periódico suele resumir noticias de otros periódicos en la sección “revista de prensa”, lo que permite tener contacto con todo un panorama difícil de abarcar (sirva de ejemplo que en algún momento del siglo XIX, sólo en Madrid se editan más de 40 periódicos). - Se mantienen publicaciones con otras periodicidades, marcando una especialización informativa cada una. - La periodicidad diaria se ve estimulada por la creciente necesidad informativa manifestada por las comunidades humanas, llegando incluso a darse, en ciertos momentos, dos ediciones diarias para cubrir todo el caudal informativo que los modernos medios de transmisión de noticias hacen ya posible recibir. - Para la evolución del periódico son decisivos los avances técnicos (telégrafo, radioteléfono, radio), que proporcionan un nuevo método para la difusión de la noticia en cadena, proceso que persigue una mayor velocidad. El telégrafo revoluciona el campo de la información: permite conocer acontecimientos acaecidos a miles de Kms en pocas horas. El telégrafo influye también en el nacimiento de las agencias de noticias: una empresa especializada busca noticias y las proporciona al periódico. A mediados del siglo XIX, 6 Reuter, periodista alemán, abre en Londres la más importante de estas agencias que recibe su mismo nombre. La invención de los titulares o cabeceras tiene su origen, en parte, en la transmisión de noticias a través del telégrafo, pues el mensaje a transmitir debía ser conciso. - Nuevos procedimientos de reproducción de imágenes permiten incluir grabados y dibujos. La rotativa de cuatro cilindros consiguió imprimir, a mediados del siglo XIX, 8.000 ejemplares por hora, por una sola cara. - Muchos periódicos consiguen atraer lectores por el atractivo del estilo de sus redactores; es el caso del Daily Telegraph, que hacia 1870 vende de 175.000 a 190.000 ejemplares. - En la España del siglo XIX tuvo gran prestigio El Imparcial, que a finales de siglo lanza unos 100.000 ejemplares diarios. En sus páginas se encuentra una buena parte de la historia española del momento. Se suele dar preferencia a las noticias políticas: discursos en las Cortes, programas electorales, cambios de gobierno. - Destacan dos clases de periodismo fundamentalmente: Informativo y de Entretenimiento. - Las nuevas técnicas abren el periodo moderno de los “diarios populares” a los que acceden aquellos que nunca leyeron libros, imprimiéndose además grandes tiradas. Con ello se inicia también el capítulo de la publicidad regular en la prensa, y su transformación en algo más comercial. - En algunos periódicos se ponen en práctica ciertas estrategias para mejorar las ventas ante una mayor competitividad: reducción del precio, aumento de publicidad, autopublicidad, y utilización del sensacionalismo, principalmente. - Evolución: Con el periódico diario, el mundo se irá haciendo cada vez más pequeño, más accesible y los hombres más cultos. 7 LA PUBLICIDAD CIENTÍFICA (EPIGRAFE DEL TEMA 3.1: PUBLICIDAD ENTRE DOS GUERRAS) ESTUDIAR Desarrollo de la psicología en los primeros años de siglo: etapa importante para la publicidad, pues pasa a ser más “científica”. Un antecedente: la agencia N.W.Ayer ya hizo un estudio de mercado en 1879 para un fabricante de trilladoras mecánicas. Primeras obras impresas de investigación psicológica en el campo publicitario: Human Nature as a Factor in Advertising, artículo escrito por Oscar Herzberg publicado en el 2º nº de Printer´s Ink; On the Psychology of Advertising, folleto publicado en 1900 por Harlow Gale; The psichology of advertising, obra de Walter Dill Scott, 1908; Advertising and its Mental Laws, Adams, 1912; Psychology and Industrial Efficiency, de Hugo Munsterberg, 1913; Principles of Advertising; Daniel Starch, 1923. Este primer periodo (Última década del XIX - comienzos años 20 del XX) se denomina Etapa “Instintivista macdougalliana” y está caracterizada por: - Explicar la conducta del consumidor en términos de instintos. - Entender que, para ser eficaz, la publicidad debe conectar lo anunciado con alguna de esas predisposiciones congénitas a la acción, e incidir sobre las tres disposiciones instintivas (sugestión, imitación y simpatía o convergencia afectiva) con las que se explica la influencia social. Algunos de los escritos sobre la publicidad y psicología incluyeron listas de instintos a los que puede recurrir la publicidad, para que entre ellos se eligieran los más apropiados para relacionarlos con un producto y a partir de esos datos, que trabajara el publicista. Fue Lasker el que comenzó en los años 20 a investigar las razones por las que podía bajar las ventas de un producto, a raíz de querer saber por qué había disminuido el consumo de una leche en polvo que él publicitaba; el problema, al ser detectado (tenía un ligero sabor almendrado que desagradaba a muchos consumidores) se solucionó. Lasker demostró así que era muy importante saber qué desean los consumidores y decírselo a los fabricantes para que éstos adapten sus productos. 8 Los años 20 dieron paso al “behaviorismo” o “conductismo”, o mecanicismo, fundado por John Watson que llegó a ser el responsable de investigaciones de la agencia Walter Thompson. Esta etapa tendría su contrapartida en Europa del Este con la psicología de Paulov, origen de la propaganda soviética. Esta teoría se basa en la fórmula “estímulo-respuesta”, y considera al consumidor como susceptible de ser condicionado por el aprendizaje de ciertos hábitos de compra y consumo. Es decir, un consumidor pasivo que responde a la fórmula “causa-efecto” y que aumentará su consumo gracias a una publicidad básicamente repetitiva. La etapa mecanicista será modificada por los modelos de jerarquía del aprendizaje. Entre los modelos jerárquicos, uno de los más conocidos es el A.I.D.A. cuyas siglas corresponden a los 4 requisitos de un buen anuncio: - Atraer la Atención. - Suscitar el Interés. - Despertar el Deseo. - Provocar la Adquisición. Esta representación jerarquizada de la acción publicitaria que hacía hincapié en la percepción y la retención de los mensajes, daba lugar a una publicidad que buscaba el impacto visual y el texto recordable, donde la imagen reducía su papel a captar la atención e inducir a leer el texto. A la vez se desarrollaron instrumentos de medida de la eficacia de la comunicación publicitaria, en relación a los condicionamientos psicológicos y las estrategias publicitarias: Recepción delimitada a 3 niveles: - La información o lo cognitivo. - La actitud o lo afectivo. - El comportamiento o lo conativo. Por tanto, la estrategia publicitaria tenía tres objetivos: - Dar a conocer el producto. - Hacer una publicidad de imagen. - Propagar una publicidad que provoque la compra. A cada uno de estos 3 planos se vincula un instrumento de medida: - Medida del recuerdo o de la notoriedad de una marca o de una campaña. 9 - Medida de las actitudes y de las imágenes. - Medida de los comportamientos. Varios investigadores, a caballo entre el mundo universitario y la industria publicitaria, idearon instrumentos de medida: - George Gallup, profesor universitario de estadística ideó el método DAR (Day After Recall) de evaluación del recuerdo. En 1929 fundó el 1er dpto. formal de investigación en una agencia de publicidad, Young and Rubicam. - En 1933, Gallup y otros investigadores empezaron a trabajar con muestras de población, reducidas pero representativas estadísticamente. - En esta época también se comenzó a estudiar las adquisiciones de los compradores en los drugstores, preguntando en las tiendas qué vendían, y la agencia pionera en este campo fue la compañía A.C. Nielsen, que hoy en día es la mayor del mundo en investigación publicitaria. - Walter Thompson elaboró otro tipo de panel de datos: preguntando a los clientes qué compraban. En la dimensión de las investigaciones surgieron, como era de esperar, algunos estudios falsos que se vendían como verdaderos a los fabricantes, y que inevitablemente repercutieron negativamente en la imagen de las investigaciones serias, volviéndolas también sospechosas o miradas con escepticismo. En 1936 se creó la Advertising Research Foundation, mecanismo de control que garantizaba la calidad de los trabajos. A mediados de la década de los 30 se impuso la planificación y la investigación dejando de lado la intuición. Y cada vez se iba más lejos; ya no era suficiente hacer preguntas, sino que había que estudiar el comportamiento observando con detenimiento a los consumidores en el proceso de compra e incluso entrando en sus casas para ver qué productos utilizaban, dando paso a preguntas como: por qué compra la gente, centrando el problema en las motivaciones del consumidor. Preguntas como: qué fabricar, dónde vender, cómo anunciar, hicieron que se racionalizara la producción y llevó a que se descubriera que el éxito o fracaso de un producto a veces dependía de circunstancias que quedaban fuera de control, pero que debían tenerse en cuenta. A todo este complejo proceso se le empezó a denominar marketing, aunque el dpto. de marketing no se impone en las empresas hasta después de la 2ª GM, para ocuparse de la imagen de marca, del diseño del 10 envase, de si abría y cerraba bien, de si era fácil de coger o guardar, de estudiar la forma en que la gente utilizaba sus productos, si respondían éstos a lo que los consumidores esperaban de ellos en cuanto a calidad y precio, etc...; es decir, el objetivo era integrar las diversas variables que concurrían en la venta de un producto; así la publicidad comenzaba a integrarse en un proceso más amplio, como herramienta comunicacional del marketing. En los años 30 la industria de investigación americana comenzó a invadir Europa. No podemos hablar de una escuela europea, ya que básicamente lo que se hizo fue asimilar las formas y métodos americanos. Lo que sí hay en abundancia son aportaciones bibliográficas del campo de la investigación publicitaria cuyos autores (franceses, alemanes, italianos, y españoles -ver págs. 297-299) se inspiraban en los autores americanos. Años más tarde, en las décadas de los 60 y 70, las aportaciones de la Escuela de Frankfort, y las críticas de Adorno al cientifismo de los métodos americanos de investigación en comunicaciones, así como el impulso dado a las ciencias sociales, a partir de la obra de Saussure, darán otro aire a la reflexión sobre las formas de comunicación de masas en Europa. El pensamiento estructuralista y la semiología renovarán la comprensión del fenómeno publicitario. Pero a pesar de estas corrientes tan productivas a nivel teórico, sigue sin poderse hablar de “escuela de publicidad europea”. El dominio internacional de las agencias americanas ha impuesto, además, el estilo anglosajón de hacer publicidad en todo el mundo. 11