Elenco Artístico Mª ÁNGELES DAMUNT (Soprano) RUTH NABAL (Soprano) VANESA CAÑIZARES (Soprano) JOSÉ ANTONIO MORENO (Tenor) ALBERT DEPRIUS (Tenor) CRISTÓBAL VIÑAS (Barítono) ELENITA MARTÍ (Tiple cómica) ALBERTO CAZES (Barítono) DAVID SENTINELLA (Tenor cómico) GERARDO MERÉ (1º Actor) ISABEL ARBONES ( Actriz) FERNANDO VELASCO (Actor) MANUEL SOLAS (Actor) JOSE ROVIRA, LUIS ANIDO, FERNANDO MASCARO (Actores de cuadro) BALLET Y COREOGRAFÍA COROS Y ORQUESTA: “TEATRO LÍRICO DE BARCELONA” Director de Escena GERARDO MERÉ Dirección Musical: JOSÉ MARÍA DAMUNT Sábado día 18 de Abril a las 20h EL HUESPED DEL SEVILLANO Zarzuela en dos actos, en prosa y verso, original de Enrique Reoyo y Juan I. Luca de Tena, y música de Jacinto Guerrero. Estrenada en el Teatro Apolo de Madrid, el 3 de diciembre de 1926, su acción transcurre en Toledo, a comienzos del siglo XVII Reparto Raquel…………………………...Mª Ángeles Damunt Constancia……………………...Elenita Martí Ginesa…………………………..Vanesa Cañizares Mesonera………………………..Isabel Arbonés Juan Luis………………………..José Antonio Moreno Conde Don Diego………………Gerardo Meré Huésped…………………………Fernando Velasco Rodrigo……………………..……David Sentinella Maese Andrés……………………Manuel Solás Pasadero…………………………Manuel Solás Capitán…………………….….…José Rovira Corregidor……………………….Luis Anido Fray Miguel………………………Mascaró Carretero………………………...José Rovira Pregonero……………………....José Lao Corchete…………………….…..Fernando Mascaró El acto primero se inicia en una plazuela de Toledo cercana al río Tajo. Se destaca en ella una espadería. Un pintor cortesano, joven y bien parecido, Juan Luis, conversa en la espadería con el Corregidor y algunos amigos, mientras Maese Andrés Munestein se ocupa de la espada del artista. Un grupo de mozas canta unas coplas que se mezclan armoniosamente con el canto de los espaderos que trabajan en la forja. Juan Luis cuenta que ha llegado a Toledo atraído por la fama de hermosa que tiene cierta Constancica, la fregona de Mesón del Sevillano. El pintor busca una cara adecuada para representar a la Virgen. Maese Andrés se ausenta un instante y el Corregidor lo aprovecha para decir a Juan Luis que también la hija del espadero puede servirle de modelo, pues es bellísima y de origen hebreo. Regresa Maese Andrés y entrega al artista su espada, tan reluciente que el joven entona un Canto a la espada. Los presentes se van, excepto el pintor y su escudero Rodrigo. Juan Luis está impaciente por conocer a la hija del espadero; no tiene que esperar mucho para ello, ya que la hermosa Raquel sale del establecimiento de su padre para ir a misa. Impresionado por su belleza, el artista vuelve a la espadería para pedirle a Maese Andrés que le permita pintar a Raquel. El espadero se alarma cuando Juan Luis alude al perfil hebreo de la muchacha -pues padre e hija son judíos conversos- e intenta negarse. De pronto, un fragor de lucha y unas voces de auxilio de Raquel provocan que Maese Andrés y el pintor acudan veloces al lugar de la refriega, en tanto que Raquel regresa, alterada. Don Diego, un conde vecino de la espadería se está batiendo con tres desconocidos para proteger a la hija de Maese Andrés. El artista ayuda a don Diego y los atacantes huyen. Luego de agradecer a Juan Luis su auxilio, el conde entra en su palacio. El pintor, herido levemente en una mano, regresa a la espadería, donde Raquel le cura y le cuenta la verdad del incidente: eran los tres desconocidos quienes la defendían de don Diego, porque éste es un rufián que la persigue desde hace tiempo. Si la joven oculta la verdad a su padre es porque el conde, además de malvado, es poderoso. Curado de la mano, Juan Luis retorna a la plazuela, donde halla a Rodrigo, su escudero, presumiendo de haber intervenido en la refriega. Además, el embustero ha asegurado que por haberse salvado de un naufragio se casará con la mujer más fea que encuentre... y todas las feas de Toledo andan ya en su busca. Por otro lado, los jóvenes apuestos de la ciudad recorren las calles en busca de la bella Constancica, la fregona del Mesón del Sevillano, y todos coinciden en la plazuela: feas, apuestos, escudero y Constancica. Guapos y feas se marchan formando parejas grotescas; Rodrigo y Constancica se cruzan con Raquel. La fregona refiere al escudero que va a la espadería a buscar una daga de un huésped singular del mesón, notable por su arte en escribir.Maese Andrés corrobora el ingenio del huésped, quien le ha dedicado varios escritos. Constancica se marcha con la daga recompuesta. Empieza a anochecer, y del palacio del conde salen éste y varios de sus servidores, embozados. Cuando Raquel aparece, la raptan. Juan Luis espera la llegada de su escudero. Al presentarse éste, el artista, dedicado ya a la misión de liberar a Raquel, obtiene de Rodrigo una valiosa información, lograda a través de Constancica: por la noche han llevado al Mesón del Sevillano a una muchacha a quien mantienen secuestrada en una habitación. Juan Luis y Rodrigo quedan citados para más tarde cerca del mesón. Unas mozas se dirigen a Toledo ataviadas con sus trajes típicos de lagarterana. El acto segundo empieza en una calle de Toledo, en la que se destaca el Mesón del Sevillano. Rodrigo, cerca del mesón, observa la llegada de un clérigo montado en un burro. El mozo que sale de la posada para atenderles es... ¡Don Diego, disfrazado! El religioso recomienda al supuesto mozo que cuide del burro y de los hábitos de monje que lleva en los serones. El escudero, disfrazado con uno de los hábitos de monje del clérigo, habla con la fregona, quien, divertida, le sigue el juego en una graciosa escena. El mozo, esto es, don Diego, llega de improviso y Rodrigo se marcha con rapidez. El conde ordena a Constancica que le traiga a Raquel. El diálogo, en voz baja, es presenciado, pero no oído, por el huésped del Sevillano, quien a continuación habla con el mozo al cual considera -y no se equivoca- que es alguien de categoría superior, al igual que a Constancica, a quien tiene por una dama de elevada condición. Luego, don Diego anuncia a Raquel que se la llevará de Toledo por la noche, de grado o por fuerza. Esa noche hay una fiesta en la posada, organizada por el conde para llevarse a Raquel con mayor disimulo. Los secuaces embozados del aristócrata se mezclan con los mozos, las mozas y los músicos. Rodrigo, siempre vestido de fraile, insulta a Don Diego, con lo que la fiesta termina en un escándalo. Llega don Diego -vestido de nuevo como noble- para llevarse a Raquel, pero Rodrigo frustra sus planes al dar tiempo para que se presente la guardia en el mesón. El rufianesco conde y sus esbirros son detenidos, y Juan Luis y la protagonista se marchan a la espadería para tranquilizar a Maese Andrés. Rodrigo espera poder casarse con Constancica. El huésped, que no es otro que Miguel de Cervantes, escribe sólo en la serenidad de la noche; la fregona lo observa unos momentos con curiosidad y finalmente se retira a su humilde cuarto de criada. Domingo día 19 de Abril a las 18h MARINA ¿Quién hubiera presagiado el éxito de Marina cuando esta obra teatral se estrenó como zarzuela en el Teatro del Circo, de Madrid, el 21 de septiembre de 1855? ¿Quién hubiera presentido que más de un siglo después esa obra seguiría atrayendo la atención de miles y miles de filarmónicos, tanto en suelo español como en tierras ultramarinas de habla española? Pues bien, en el otoño de 1855 fue recibida con frialdad y obtuvo el desdén de cierto sector de público y crítica. Reparto Marina………………………….. Ruth Nabal Teresa…………………………...Vanesa Cañizares Jorge……………………………..Albert Deprius Roque……………………………Alberto Cazes Pascual…………………………..Cristóbal Viñas Capitán Alberto………………….Gerardo Meré Un marinero……………………..Fernando Velasco Emilio Arrieta había estrenado ya dos óperas con texto italiano, "Ildegonda" (1845) y " La conquista de Granada" (1850), en el teatro alzado por Isabel II en un edificio anejo al Palacio Real y condenado a pronta demolición. Porque la joven reina venía protegiendo y agasajando al joven compositor. Así pues, Arrieta parecía predestinado a ser un gran operista español, máxime si se considera que "Ildegonda" ya había pisado una escena italiana y que "La conquista de Granada" subiría en las postreras semanas de 1855 (el año de la semifracasada Marina) a la escena del Teatro Real. El mismo Arrieta, recientes sus triunfos operísticos en el teatrito de doña Isabel II, mostraba mal disimulado desprecio ante la zarzuela, que precisamente entonces, y merced a su joven colega Francisco A. Barbieri. aumentaba de volumen, ennoblecida de calidad y señalaba una orientación lírica netamente nacional a los compositores españoles. Sin embargo. no tardó Arrieta en cambiar de cuadrante artístico y dirigir el rumbo hacia esa zarzuela que antes menospreciara. En los albores de 1853 compuso su gran obra en tres actos "El dominó azul", que le consagró como zarzuelista al estrenarse el 19 de febrero, con letra de Francisco Camprodón. Ya la zarzuela grande contaba con obras maestras en su género: "Jugar con fuego", de Barbieri, y "El valle de Andorra", de Gaztambide, entre otras. Ser zarzuelista no suponía, por tanto, desempeñar un papel despreciable entre los compositores escénicos de entonces. Al estrenarse Marina, el reparto estuvo a cargo de figuras sobresalientes, en especial de Amalia Ramírez y Francisco Salas. Muriel pintó una vistosa decoración del puerto de Lloret. Según frase de Peña y Goñi, la zarzuela era entonces una niña recién nacida. Díjose también que el libreto era oro falso; que el desenlace estaba previsto desde la primera escena; que allí todo resultaba un poco desigual. Según La Época: la zarzuela, en lo literario, no era buena ni mala, ni mediana ni superior; pecaba de larga y a la vez de corta; era a la vez ancha y estrecha, alegre y melancólica, modesta y altiva, suave y áspera. En su música no faltaba nada, pero sobraba algo. A pesar de aquellas "Costa la de Levante", de la barcarola, de la romanza: "Pensar en él, esa es mi vida", del brindis: "Adónde vais huyendo", de las seguidillas: "La luz abrasadora" y del tango: "Dichoso aquel que tiene", la obra sólo se representó diez días en Madrid. Pasó a provincias, donde acrecentó su fama, con todos los honores, granjeándose el entusiasmo con que después se la oiría. Se reconoció que el libreto contenía escenas tiernas y delicadas, versos y pensamientos atractivos, una parte cómica que ofrecía novedades y unos cantables que se distinguían por su belleza, unos, y por su gracia, otros. Esa Marina que, presentada como zarzuela en dos actos, había parecido larga a muchos, transcurridos varios años y llegado el 1871 sufrió una mudanza que alargaba su longitud, pues se transformó en ópera de tres actos. Todo ello a instancias del famoso Tamberlick, que era un enamorado de España y de las cosas españolas. En tal renovación desapareció casi todo el texto literario; se adicionaron recitados y fragmentos de música. La zarzuela no fue refundida y transformada por Camprodón, sino por Miguel Ramos Carrión. Añadióse un dúo para soprano y bajo, otro para tenor y barítono, otro dúo para soprano y tenor y un rondó final. El acto segundo de la zarzuela pasó íntegro a la ópera. Fue estrenada en el Teatro Real de Madrid el 16 de marzo de 1871 por el tenor Tamberlick y la soprano Angiolina Ortolani. Perteneciente a una época en que los compositores españoles eran servilmente tributarios de la escuela italiana, Marina es una de aquellas obras de las que Albéniz, exageradamente, dijo que no tienen ni un silencio de semicorchea que sea español. Con todo, su popularidad es innegable y puede considerarse sin duda como la obra lírica española que más veces se ha representado. Marina se inicia con un preludio instrumental con pretensiones sinfónicas, como era frecuente también en las óperas de su tiempo; después de los primeros compases se oye una llamada que pasa por los instrumentos de metal y llega hasta el flautín, para descender seguidamente a otros instrumentos. Después de la evolución de un pequeño tema orquestal, el preludio presenta el tema del coro que entra brevemente a continuación. Éste, a su vez, da rápidamente paso al tema de la primera pieza de Marina, que canta acompañada por el coro. El tema es hermoso pero un tanto convencional, especialmente por su modo de acabar. Se repite el coro inicial, que acaba esta primera escena. Sigue a continuación el aria "Pensar en él", por Marina, con un tema italianísimo, un desarrollo de la melodía francamente grato y un retorno al tema original después de lo cual una serie de vocalizaciones conducen a un segundo tema en el que los elementos italianizantes abundan tanto o más que en el primero. No puede negarse, sin embargo, talento a Arrieta en la composición de esta extensa pieza, excelente vehículo para el lucimiento de una soprano ligera. Pascual corteja a Marina sin éxito, y se lamenta en la breve pieza: "Yo, tosco y rudo trabajador", cuyos secos y abruptos tonos nos indican la veracidad de esta afirmación. La pieza se prolonga con un breve y elegante dúo de Pascual y Marina. A continuación sigue una de las piezas favoritas de la ópera-zarzuela, que es el aria de salida de Jorge: "Costa la de Levante, playa la de Lloret", a la que se añade posteriormente el coro. Un breve pasaje hace de puente entre esta primera parte del aria y la suavemente ritmada segunda parte: "Al ver en la inmensa llanura del mar", en la que también intervendrán el coro y Marina. El final de la pieza es convencionalísimo, a pesar de la elegancia del resto. Sigue ahora un concertante para los cuatro principales personajes: Marina, Jorge, Pascual y Roque. Su factura es bastante desordenada al principio y luego adopta la forma habitual en la ópera italiana. Sigue un segundo concertante menos interesante, presentado por Pascual: "Seca tus lágrimas". Después de una breve introducción que, sin serIo, hace las veces de recitativo acompañado, suena el arpa que introduce el aria final de este primer acto: "Feliz morada", cantada por Jorge con algunas intervenciones de Roque; éste, a pesar de su nimia participación, debe acabar en un agudo muy peligroso, coincidiendo con el tenor en el La. Un coro más bien tosco de construcción e ideas inicia el segundo acto hasta que adopta la forma de barcarola, de inequívoco sabor decimonónico: "Marinero, marinero". El tema de la barcarola se repite íntegramente. Pascual evita que el coro repita por tercera vez el canto: "Basta muchachos, de trabajar" e inicia una pieza: "Esta mano que la brea" que, como correspondiente a tal personaje, es simple y un tanto primitiva. Arrieta introduce ahora un oboe plañidero, como era frecuente en las óperas italianas de esta época, para expresar el dolor de Marina, aunque el efecto se pierde porque cuando entra ésta lo hace con una especie de vals demasiado alegre. El siguiente número destacado introduce nuevamente al coro en unas frases poco afortunadas, después de lo cual Pascual interviene con otras que expresan bien su primitivo lirismo; por su parte, Jorge se lamenta, pero se interpone Roque, que recomienda a los pescadores que lancen el anzuelo con noble vigor, frases en las que pone más entusiasmo que los amantes con problemas que tiene a su alrededor. El coro rubrica esta escena con otras frases sin interés. Toda la escena parece encaminarse a un concertante, pero termina sin que se produzca. La orquesta inicia ahora el preludio del tercer acto con unas pequeñas escalas ascendentes y descendentes que nos llevan finalmente a un tema que pretende ser doloroso y profundo, con un importante solo de trompa inequivocamente influido por el preludio del acto II de Don Pasquale, de Donizetti. Terminada esta mediocre página reaparecen las pequeñas escalas del principio y se levanta el telón con otro coro de bebedores que encierra otra de las páginas más memorables de Marina, antes de la cual la orquesta parece aclararse la garganta con múltiples acordes: "A beber, a beber y a apurar". Jorge lleva la voz solista. a la que responde el coro. Jorge introduce ahora un segundo tema, francamente hermoso, y que termina otra vez en el tema inicial. Interviene luego Roque con el segundo tema, cantando con texto humorístico, y se retorna una vez más a la idea inicial con el coro. Jorge inicia ahora un trío con Marina y Roque, en el que los temas son nobles y bien construidos. pero pierden algo de su efecto por la presencia cómica de Roque. siendo como es, la música, más adecuada para una situación patética como la de los amantes que para bromas. El trío termina de un modo convencional. Nuevamente aparece ahora un breve pasaje de recitativo acompañado a cargo de Marina. Luego aparecen Pascual y el coro. que con acompañamiento de palmas inician uno de los pocos números que tienen aspecto español en esta ópera, aunque musicalmente no resulta muy interesante. Después de una despedida del bajo y el coro en recitativo acompañado, se inicia una célebre habanera. de rico sabor decimonónico, que además evoca acertadamente las costumbres musicales de la Costa Brava, donde las habaneras se hicieron extraordinariamente populares por los contactos comerciales con Cuba. Esta página es cantada por Roque: "Dichoso aquel que tiene la casa a flote", con el coro. Una frase delicada del óboe introduce un dúo entre Jorge y Marina. en el que la revelación del mutuo amor trae consigo momentos melódicos muy inspirados, dentro de los cánones de la ópera italiana. Algunas de las frases de Jorge parecen sacadas de una ópera de Donizetti o de Bellini. Marina debía haber terminado aquí. pero Arrieta no resistió a la tentación de añadir un número final para la soprano. y escribió un brillante vals al estilo de los de algunas óperas de Gounod y. Como culminación. tuvo el atrevimiento de acabarlo con un fragmento de la escena de la locura de Lucia di Lammermoor, de Donizetti (el diálogo de la voz con la flauta, hacia la mitad de la escena) sin apenas modificarla. EL DIRECTOR El maestro y director concertista José María Damunt, nace en Nuiles (Tarragona) y cursa estudios de piano, armonía, composición y contrapunto en el Conservatorio Municipal de Barcelona. También estudio dirección de Orquesta especializándose en zarzuela, género genuino español donde es considerado como uno de los grandes analistas y director de orquesta mas competentes. Desde 1965, cuando forma su propia compañía, ha recorrido toda la geografía española y, hasta la fecha, no ha dejado de dirigir y acompañar al piano a la casi inmensa mayoría de cantantes que han formado y forman parte del plantel artístico actual de la compañía. Profundo conocedor del género español es continuamente visitado por los mas grandes intérpretes para adquirir las diferentes técnicas que cada modalidad requiere, Como director-concertador, en 1970 realiza su primera temporada de zarzuela en Barcelona en el Teatro Parque de Atracciones de Montjuic, adquiriendo tal éxito de critica y de publico que se vio obligado a repetir año tras año, hasta hoy, en los teatros mas importantes de la ciudad condal, tales como el Victoria, Romea, Español, Talia, Apolo, Tivoli, Novedades... Siempre con gran éxito. Es el primero en dar a conocer en todo el estado español la opereta "La corte del faraón" (después de su prohibición por la censura). En 1975 se destaca como compositor y estrena en Barcelona y por toda España su zarzuela : "Sueño de gloria donde obtiene un señalado éxito de publico y prensa. Ediciones Albert Moraleda le confía la dirección musical de la opera "Marina", "Sueño de gloria" y "Romanzas y dúos de zarzuela" para las grabaciones en CD en el año 1997, alcanzando gran éxito de aceptación. Por su profesionalidad el maestro Moreno Torraba le confía el estreno mundial de su ultima zarzuela "Maria Manuela", y el maestro Pablo Sorozabal le ha confiado siempre sus obras. Alterna su trabajo de director y pianista y dirige como invitado en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, Gran Teatro del Liceo de Barcelona, Palau de la Música Catalana, Festival de la Opera de La Coruña... En 1997 es nombrado director artístico y musical del Festival de la zarzuela de Las Palmas de Gran Canaria. En 2007 es nombrado director artístico de las temporadas de Zarzuela del Auditòrium de Palma de Mallorca. Se han representado en el Auditòrium de Palma las siguientes zarzuelas Temporada 2007 LA CANCIÓN DEL OLVIDO LA VERBENA DE LA PALOMA LA DEL MANOJO DE ROSAS KATIUSKA LOS GAVILANES MARINA Temporada 2008 LUISA FERNANDA LA ROSA DEL AZAFRAN LA VERBENA DE LA PALOMA GAVILANES LA DEL MANOJO DE ROSAS LA CANCION DEL OLVIDO BOHEMIOS EL CANTAR DEL ARRIERO Temporada 2009 LA VERBERNA DE LA PALOMA (6 febrero en Alcudia) LA ALEGRIA DELA HUERTA (7 febrero) LA DOLOROSA (7 febrero) LA CORTE DEL FARAON (8 febrero) Próximas : EL HUESPED DEL SEVILLANO MARINA (19 abril) (18 abril) LA VERBENA DE LA PALOMA (16 mayo) LUISA FERNANDA (17 mayo) LA TEMPORADA DE ZARZUELA DEL AUDITORIUM DE PALMA DE MALLORCA ES UNA PRODUCCION DE FACTORIA DE PRODUCCIONS CULTURALS SL Director Artístico JOSEP MARIA DAMUNT Productor RAFEL OLIVER Venta de entradas en las taquillas del Auditòrium y en Servicaixa. Precio de las entradas : desde 20€ Precio especial para grupos : 25€ (Información y reservas : 971765622) MÁS INFORMACIÓN Artística: JOSEP MARIA DAMUNT 629782267 Producción: RAFEL OLIVER 670872232 Grupos, horarios: ANNA MARTINEZ 971765622 [email protected] [email protected] www.factoriacultural.com