AZUERO. La mejor alternativa es la producción de algas porque no hay que utilizar la tierra. Empiezan investigación para elaborar biocombustibles Zenaida Vásquez PADIGITAL El alto costo y el deterioro de la capa de ozono por los hidrocarburos ha motivado al Instituto de Investigación Agropecuaria de Panamá (IDIAP) a comenzar una investigación para la elaboración de biocombustibles. En la actualidad, el IDIAP tiene en la región de Divisa un auto que funciona con biocombustibles, el cual es elaborado con los aceites comestibles que queda en las residencias después de haber sido usado. Terreno. En Azuero hay tierras que pueden ser utilizadas para las plantas que puedan generar biocombustible. Raúl González, investigador agropecuario del IDIAP en la provincia de Los Santos, explicó que hasta el momento la investigación consiste en el estudio de plantas que pueden producir biodiésel y también el remplazo de la gasolina. González detalló que existen plantas como el coquillo, la higuerilla, soya y la palma aceitera, que producen biodiésel. Para sustituir la gasolina, entre las plantas que pueden producir este biocombustible está la caña, y también el sorgo, el camote, el sisal y el maíz. Según lo que se ha investigado hay desventajas como el caso del maíz, que es indispensable para la alimentación, debido a que si se pretende sacar etanol del maíz hay que sembrar una hectárea para que rinda 150 litros de etanol, y no es recomendable porque habría que usar muchas hectáreas para producir biocombustibles, arriesgando o compitiendo con la comida. En el caso del coquillo, la higuerilla y la palma aceitera, los biocombustibles que se hacen pueden ser de primera y segunda generación (cuando se utiliza toda la planta desde la raíz, hasta el tallo y la hoja). Se logró conocer que del aceite que se produce de la higuerilla, con un refinamiento adicional, se obtiene resina, que tiene un valor muy importante en los mercados, lo que indica que se pueden conseguir mejores cosas por allí. Pero existen plantas que se pueden usar para combustible de tercera generación y este es el caso de las algas marinas. De una hectárea de algas se pueden obtener, en un proceso normal, 95 mil litros de biocombustibles. Sin embargo, del coquillo, solamente en el proceso de primera generación, se obtiene 3 mil litros de biocombustibles. Si se toma de forma más eficiente, el biocombustible de algas puede llegar hasta 250 mil litros por hectárea. Por ello, la alternativa del mundo está centrada en las plantas, y en este caso si se quiere sustituir el 100 por ciento del hidrocarburo, la alternativa estaría en la producción de algas, y sería biocombustibles de tercera generación. Hasta el momento todas estas investigaciones las están realizando en el IDIAP y en la región azuerense se están estudiando las plantas que podrían ser utilizadas, como el caso del coquillo, que abunda en las cercas de las fincas ganaderas. González finalizó indicando que existen muchas tierras degradadas en Azuero, a las que se les puede incluir algunas especies que se adapten a estas tierras. Actualmente no hay cantidad de tierra para producir y sustituir los hidrocarburos; por ello, la mejor opción hasta el momento son las algas marinas.