La teoría de la deliberación práctica de David Hume

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XII JORNADAS DE INVESTIGACIÓN
Revista Investigación Científica, Vol. 4, No. 2, Nueva época. Mayo - Agosto 2008
ISSN 1870-8196
La teoría de la deliberación práctica de David Hume
Francisco Javier Serrano Franco
Unidad Académica de Filosofía
Universidad Autónoma de Zacatecas
Objetivos
Probar que la teoría de la deliberación práctica de David Hume (1711-17769) es
satisfactoria para los estándares contemporáneos, pero que su viabilidad
requiere de un estudio sistemático de su pensamiento filosófico, el cual tiene
que incluir, destacadamente, sus teorías de la mente, de la acción y de la
motivación.
Palabras clave: deliberación, practica, Hume.
Metodología
La distintiva del trabajo filosófico: análisis conceptual y discurso argumentativo
sobre ciertos temas y problemas.
Resultados
En esta investigación defiendo que David Hume ofrece una teoría de la
deliberación práctica que explica adecuadamente cómo tomamos decisiones
y qué factores sostienen ciertos cursos de acción, particularmente las acciones
que realizamos para alcanzar un cierto fin y las acciones que realizamos por
motivos prudenciales (aquellas acciones que realizamos en atención a nuestro
propio interés). Si la explicación sobre estos tipos de acciones correcta, esto
indica que Hume ofrece una teoría de la deliberación práctica que admite una
concepción instrumental de la razón. Sin embargo, muestro que si bien esto es
importante, al mismo tiempo sólo constituye un elemento más de la compleja
teoría de la deliberación práctica de Hume. Los otros elementos que intervienen
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en su teoría son las pasiones (y su estrecha relación con las creencias), los
deseos y consideraciones instrumentales, prudenciales y aun morales.
La teoría de la deliberación práctica que propongo se puede expresar del
siguiente modo: En orden de alcanzar los fines que deseamos satisfacer, la
razón (o la facultad cognoscitiva) contribuye estableciendo los medios
necesarios (instrumentalmente); sin embargo, los deseos y las pasiones (los
motores de la acción y de los propios procesos deliberativos), por sí mismos,
están constituidos por elementos cognoscitivos, especialmente creencias, que
les informan sobre diferentes aspectos relevantes para la decisión y la acción,
tales como consideraciones instrumentales, prudenciales y morales. Además, no
es necesario que el agente sea consciente de tales elementos.
Desde la perspectiva de Hume, los elementos mencionados se combinan en
una teoría de la mente que tiene entre sus principales cualidades la de sostener
que las relaciones entre sus diversos constituyentes son causales. Esto es de
especial importancia para entender la dinámica que hay entre deseos, pasiones
y creencias, y el modo en que mutuamente se afectan para dar lugar a diversos
cursos de acción o deliberaciones. La complejidad de estos elementos y el
modo en que se relacionan para resolver situaciones que tienen sentido
prudencial (y aun moral) es de mucho más importancia, desde mi perspectiva,
que la cuestión de si son racionales y qué posibles limitaciones tendrían de no
serlo. Me parece que Hume ofrece una opción teórica persuasiva para enfrentar
las dificultades de orden prudencial o moral características de la deliberación
práctica.
Esta investigación descansa en tres grandes apartados. La primera ofrece
una exposición de la teoría de la deliberación práctica de Hume –incluyendo su
teoría de las ideas (núcleo de su pensamiento filosófico) y algunos aspectos de
su teoría de la mente, necesarios, según mi parecer, para entender
adecuadamente su teoría de la deliberación práctica. Defiendo que esta última
teoría incluye una concepción instrumental de la razón. Examino las críticas que
hace Christine Korsgaard a esta concepción y argumento cómo puede
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responderse a ellas. De esta argumentación se desprende que Hume no sólo
defiende una concepción instrumental de la razón sino que, además, su teoría
es compatible con consideraciones prudenciales.
Siguiendo esta línea, en el segundo apartado examino más fondo lo que
presento como conflictos entre motivos y consideraciones prudenciales. Examino
aquí la cuestión que introduce a los motivos prudenciales: cuando hay un
conflicto entre deseos o entre motivos para actuar, estos conflictos pueden
solucionarse echando mano de consideraciones prudenciales. Al respecto,
Hume tiene una concepción de los conflictos entre deseos que puede
presentarse como un conflicto entre ‘pasiones violentas’ y ‘pasiones calmadas’.
Examino esta cuestión y presento la interpretación ‘disposicional’ de las pasiones
calmadas de Michel Smith. Su interpretación, sin embargo, conduce a algunas
dificultades. La respuesta a tales dificultades fortalece la teoría causal de la
mente. La idea de fondo es que las pasiones calmadas (interpretadas aquí
como motivos prudenciales) no son meramente disposiciones para actuar de
cierta manera, sino factores causales que influyen sobre la deliberación o sobre
cursos de acción. Este apartado concluye con un sumario de los elementos que
constituyen esta teoría de la deliberación práctica y planteo en que es necesaria
una revisión de las consideraciones morales para tener una visión realmente
satisfactoria de la misma.
El tercer gran aparatado está dedicado a la revisión de las consideraciones
morales. Sostengo que la teoría de la deliberación práctica de Hume sólo será
viable si da una explicación satisfactoria de ellas. Me ocupo de probar esto,
pero haciendo justicia a dos aspectos de la complejidad del pensamiento de
Hume que suelen pasarse por alto: primero, su pensamiento moral y político
están estrechamente entrelazados, de modo que no se puede explicar uno sin
el otro; y segundo, su teoría de la convención es fundamental para explicar
cómo los agentes se ven determinados a tomar decisiones políticas y morales.
Examino esta teoría de la convención y sus muchos parecidos con la teoría de
juegos contemporánea, de la cual Hume representa un antecedente no
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reconocido. Mi posición final es que, reuniendo estos elementos, se desprende
una teoría de la deliberación práctica que ofrece explicaciones satisfactorias
sobre las consideraciones y acciones morales.
Conclusiones
David Hume ofrece, al lector contemporáneo de filosofía de la moral y de la
deliberación práctica, un conjunto de teorías sobre la mente, la acción y la
deliberación que, en conjunto, explican satisfactoriamente cómo tomamos
decisiones prácticas, tanto en el plano individual y prudencial, como en el plano
moral y social. El conjunto de doctrinas de Hume forman un conjunto sistemático
–pocas veces estudiado como tal-, de inspiración naturalista, que además es
satisfactorio porque ofrece explicaciones adecuadas sin necesidad de costosos
compromisos metafísicos. Sobre estos temas Hume es un autor al que se recurre
y se ha recurrido exhaustivamente, pero si esta investigación tiene algún mérito,
éste posiblemente sea el de mostrar la necesidad de una revisión sistemática del
pensamiento de Hume, es decir, de las relaciones lógicas y discursivas que hay
entre las teorías mencionadas.
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