contenido nacidos para vivir eternamente

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CONTENIDO
NACIDOS PARA VIVIR ETERNAMENTE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
HA NACIDO EL REY DE LOS JUDÍOS
EN LA CASA DE DAVID . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
EL REY SIERVO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
LA REVELACIÓN DE JESUCRISTO
PARA EL DÍA POSTRERO . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113
LA PUERTA ABIERTA AL CIELO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135
EL MINISTERIO PROFÉTICO DEL DÍA POSTRERO . . . . . . . . . . 161
LA HORA DEL SÉPTIMO SELLO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 185
NACIDOS PARA VIVIR
ETERNAMENTE
NACIDOS PARA
VIVIR ETERNAMENTE
Por William Soto Santiago
22 de diciembre de 1995
Cayey, Puerto Rico
uy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes y
televidentes, les deseo una feliz navidad y un próspero año
1996. Que las bendiciones de Jesucristo, el Angel del Pacto, sean
sobre todos ustedes y sobre mí también; y se materialicen en cada
uno de ustedes y en mí también, toda bendición que El ha
prometido para Sus hijos para el Día Postrero; y pronto todos
seamos transformados.
En esta noche quiero enviar un saludo a los ministros
reunidos en Venezuela: Que las bendiciones de Dios sean sobre
todos ustedes, y les ilumine Dios en toda labor que deban
planificar para el próximo año y para lo que queda de este año, y
los use Dios grandemente en Su Obra; y a todos los ministros de
todas las naciones latinoamericanas y caribeñas también.
En esta ocasión quiero leer en Efesios, capítulo 2, versos del
1 al 10, donde San Pablo nos dice:
“Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en
vuestros delitos y pecados,
en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la
corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del
aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,
entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro
tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de
la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de
ira, lo mismo que los demás.
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con
que nos amó,
aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida
juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),
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y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar
en los lugares celestiales con Cristo Jesús,
para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas
de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de
vosotros, pues es don de Dios;
no por obras, para que nadie se gloríe.
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para
buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que
anduviésemos en ellas.”
Nuestro tema para esta ocasión es: “NACIDOS PARA
VIVIR ETERNAMENTE.”
A través de las Escrituras podemos ver que en este planeta
Tierra han nacido y en la actualidad también nacen personas para
vida eterna, las cuales tienen sus nombres escritos en el Libro de
la Vida del Cordero.
El apóstol San Pablo, el apóstol más conocedor de este gran
misterio del Reino de los Cielos, nos dice en el capítulo 1, versos
3 en adelante, de la carta a los Efesios:
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares
celestiales en Cristo,
según nos escogió en él antes de la fundación del mundo
(aquí nos muestra que fuimos escogidos en Cristo antes de la
fundación del mundo), para que fuésemos santos y sin mancha
delante de él,
en amor habiéndonos predestinado (también nos habla que
hemos sido predestinados ¿para qué?) para ser adoptados hijos
suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su
voluntad (hemos sido predestinados desde antes de la fundación
del mundo para ser adoptados hijos Suyos por medio de
Jesucristo).”
Encontramos que es por medio de Jesucristo que toda persona
puede obtener la vida eterna. Cristo nos dijo en una ocasión: “Yo
soy el camino, la verdad y la vida; y nadie viene al Padre, sino
por mí.” No hay otra forma, ni otra persona por la cual el ser
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humano pueda ir al Padre; no hay otra forma ni otra persona por
la cual el ser humano pueda obtener vida eterna.
Por eso nos dice Dios por medio del evangelio según San
Juan, en el capítulo 1, versos 9 en adelante, dice:
“Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía
a este mundo (o sea, aquella Luz verdadera: El Verbo, el Logos,
la Shekinah, venía a este mundo).
En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el
mundo no le conoció.”
El mundo fue hecho por El, toda la Creación fue hecha por
El. Dice (San Juan 1:1):
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el
Verbo era Dios.
Este era en el principio con Dios.
Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que
ha sido hecho, fue hecho.
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.”
San Juan, capítulo 1, verso del 1 al 4.
Y esa Luz verdadera, el Verbo, venía a este mundo; estaría
visitando la raza humana y estaría en medio de la raza humana en
forma visible, manifestado en la forma de un hombre. Y ese
hombre sería nada menos que el Verbo hecho carne, que es Dios,
el cual aparecería entre los seres humanos. Dice:
“A lo suyo vino (al pueblo hebreo), y los suyos no le
recibieron (el pueblo hebreo no le recibió).
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su
nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de
carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.”
Por medio del nuevo nacimiento del cual le habló Cristo a
Nicodemo, cada hijo e hija de Dios, cada alma de Dios, que ha
venido a este mundo para vivir eternamente, por medio de Cristo
obtiene el nuevo nacimiento; nace del Agua y del Espíritu luego
de haber creído en Jesucristo como su Salvador y como su
Redentor, el cual llevó nuestros pecados allá en la Cruz del
Calvario. Y El es nuestro Cordero Pascual y también El es
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nuestra expiación, la expiación por el pecado.
Todos los tipos y figuras de los sacrificios que el pueblo
hebreo ofrecía a Dios por el pecado, por la reconciliación, por la
paz; todos esos sacrificios representaban a Jesucristo, el Cordero
de Dios; pues El es nuestra paz, El es nuestra expiación por el
pecado, El es el Cordero de la expiación por el pecado, El es el
Cordero Pascual también; y así por el estilo, El cumplió todos
esos tipos y figuras que fueron representados en aquellos
animalitos, y también en otras formas que fueron representados
los tipos y figuras de Jesucristo como nuestro Salvador.
Ahora, encontramos que el ser humano ha venido a esta
Tierra para vivir una temporada en un cuerpo mortal, corruptible,
temporal. Por causa de la caída en el Huerto del Edén, el ser
humano nace ya con la sentencia de muerte, pues el primer
nacimiento aquí en la Tierra es en un cuerpo temporal, con un
espíritu del mundo; o sea, un cuerpo del mundo, con un espíritu
del mundo.
Pero encontramos que la Bendición de la Primogenitura, para
todo hijo de Dios, estará manifestada en toda su plenitud en el
nuevo cuerpo; en un nuevo cuerpo físico que hemos de recibir
cuando los muertos en Cristo resuciten y los que estamos vivos
seamos transformados.
Pero ese Programa divino de la Bendición de la
Primogenitura comienza con el nuevo nacimiento. Cuando la
persona nace de nuevo al creer en Cristo, y nace de nuevo del
Agua y del Espíritu, ha nacido en otra dimensión, ha nacido en la
sexta dimensión, que es la dimensión del Paraíso, es la dimensión
de la Palabra, es la dimensión del Verbo, en donde habita el
Logos, el Verbo, que era con Dios, que era en el principio con
Dios y que es Dios; el cual se hizo carne, y habitó entre los seres
humanos, como dice San Juan capítulo 1 y verso 14, donde dice:
“Y aquel Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros (y
vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre) lleno de
gracia y de verdad.”
También en el capítulo 1 y verso 18 de San Juan, nos dice:
“A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el
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seno del Padre, él le ha dado a conocer.”
Ahora, podemos ver que Jesucristo, el cual nació en Belén de
Judea, no era cualquier persona, sino que era el Verbo hecho
carne. Y el Verbo es Dios en Su cuerpo teofánico de la sexta
dimensión.
Ese Verbo es el cuerpo teofánico de la sexta dimensión, de
Dios, el cual Dios se creó; un cuerpo el cual es parecido al cuerpo
que nosotros tenemos acá, pero de otra dimensión. O sea, que en
el Programa divino de Creación de Dios, lo primero que fue
creado fue un hombre de la sexta dimensión; y ese hombre de la
sexta dimensión era el mismo Dios entrando en Su Programa de
Creación y creándose un cuerpo en el cual vivió por millones de
años (y todavía vive por millones o billones de años), y desde ese
cuerpo El llevó a cabo toda la Creación. Por eso dice San Juan:
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el
Verbo era Dios.
Este era en el principio con Dios.
Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que
ha sido hecho, fue hecho.”
Ahora, este hombre de la sexta dimensión, el cual es el
Verbo, el cual es el mismo Dios en una forma de hombre, pero de
otra dimensión, luego se hizo carne, el Verbo se hizo carne, y
habitó entre nosotros; el Verbo se hizo hombre de esta dimensión,
y fue conocido por el nombre de Jesús de Nazaret.
En el tiempo en que Jesús estuvo aquí en la Tierra en Su
cuerpo físico, querían matarlo, y El preguntaba: “¿Por cuál de las
buenas obras que yo he hecho ustedes me quieren apedrear?” Le
dicen: “Por buena obra no queremos apedrearte, sino por la
blasfemia de que tú siendo hombre te haces Dios.” Ellos no
entendían que era lo contrario, que siendo Dios se había hecho
hombre y habitaba entre los seres humanos como un hombre,
como un profeta, en medio del pueblo hebreo.
Si ellos hubieran entendido que siendo Dios se había hecho
hombre, no hubieran rechazado a Jesús de Nazaret. Pero creyeron
que siendo un hombre se estaba haciendo Dios, se estaba
endiosando. Y era lo contrario: Dios se estaba humanizando. No
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endiosando, Jesús no se estaba endiosando, sino que se estaba
humanizando el Dios Todopoderoso.
Cuando el profeta Isaías habló de la Primera Venida del
Mesías, él dijo en su libro, Isaías, capítulo 7, verso 14:
“Porque el mismo Señor os dará señal: He aquí que la virgen
concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel
(que traducido es: Dios con nosotros).”
Nada menos que el Dios Todopoderoso haciéndose hombre
entre los seres humanos, creó una célula de vida, de sangre, allá
en el vientre de María, la cual se multiplicó célula sobre célula y
formó el cuerpo de Jesús; el cual nació en Belén de Judea y vino
a ser Emanuel, Dios con nosotros.
Miren, el Programa divino de Creación es el Programa más
hermoso que hay; el cual los seres humanos no han podido
comprender completamente, y por esa causa hay personas que no
siguen a Jesucristo; y se han hecho de un sinnúmero de religiones
en este planeta Tierra.
Pero la vida eterna, en donde único se encuentra es en
Jesucristo; porque en El estaba la vida (en el Verbo), y la vida era
la Luz de los hombres. Y aquel Verbo se hizo carne, y habitó
entre nosotros. Se hizo hombre, y fue conocido por el nombre de
Jesús de Nazaret.
El Verbo, la Vida, se hizo un hombre entre los seres
humanos, y compartió con los seres humanos Su vida aquí en la
Tierra. Y lo ofreció en sacrificio vivo por cada uno de ustedes y
por mí también, para que cada uno de los seres humanos tenga la
oportunidad de vivir eternamente; oportunidad que el que la
desprecia, ha despreciado la vida eterna y pierde todo derecho a
vivir eternamente, pierde todo derecho a tener un cuerpo eterno,
y pierde todo derecho a la juventud eterna, a la felicidad eterna
y al glorioso Reino eterno de nuestro Dios. Y por consiguiente
tendrá que ser echado en el lago de fuego, que es la segunda
muerte, para ser aniquilado allí, extinguido, en donde no le
quedará ni raíz ni rama, en donde no le quedará ni cuerpo ni
espíritu ni alma; porque será destruido completamente en cuerpo,
espíritu y alma, allí en el lago de fuego.
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Cristo dijo: “No temáis a los hombres, a los que matan el
cuerpo y luego no tienen potestad sobre el alma y el espíritu; no
pueden hacer nada más. Temed a aquel que puede destruir el
cuerpo en el infierno y también el espíritu y el alma.” O sea,
temed a Dios.
Ahora, toda persona ha tenido una oportunidad, de los días de
Jesucristo hacia acá, para recibir vida eterna. El que la ha
despreciado mientras ha vivido aquí en la Tierra, perdió su
oportunidad de vida eterna, y no podrá obtener vida eterna.
Cristo dijo que el que no cree, ya es condenado, porque no ha
creído en el Unigénito Hijo de Dios; pero el que cree, tiene vida
eterna. Ahí es donde la persona hace contacto con la vida eterna,
porque hace contacto con Jesucristo, el Verbo, en donde está la
vida eterna y el que es la vida eterna.
Y por esa causa todo ser humano necesita hacer contacto con
Jesucristo, mientras vive aquí en la Tierra; necesita creer en El
como nuestro Salvador, y como su Salvador personal; creer que
Cristo es el Cordero de Dios que quitó el pecado del mundo,
creer que El llevó nuestros pecados, y así recibirlo a El como
nuestro sustituto, para que así ninguno de nosotros tengamos que
pagar por nuestros pecados; porque ya Cristo tomó nuestros
pecados y pagó por ellos el precio; y el precio es: la paga del
pecado es muerte. Y por eso Cristo, al tomar nuestros pecados, se
hizo mortal y entregó Su cuerpo para morir por cada uno de
nosotros. Y ahora la Sangre de Jesucristo nos limpia de todo
pecado.
Es sencillo Su Programa de Salvación para vida eterna, en
donde la persona no necesita dinero, y en donde la persona no
depende de sus buenas obras, sino de la fe de Jesucristo y en
Jesucristo, como nuestro Salvador. Y la fe es un don de Dios,
otorgado a cada uno de nosotros, para creer en Jesucristo como
nuestro Salvador.
Ahora, toda persona que ha de vivir eternamente, tiene su
nombre escrito en el Libro de la Vida. Está la sección del Libro
de la Vida del Cordero, que es la sección donde están escritos los
nombres de los escogidos de Dios, de los Primogénitos de Dios,
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que vienen a ser los miembros del Cuerpo Místico de Jesucristo,
o sea, de Su Iglesia, los cuales desde antes de la fundación del
mundo están escritos en el Libro de la Vida del Cordero.
Cristo, el Cordero de Dios, nos enseña la Escritura que fue
inmolado desde la fundación del mundo. Nos dice en
Apocalipsis, capítulo 13, y también en Apocalipsis, capítulo 16.
Capítulo 13, verso 8, dice, hablando acerca de los que adorarán
a la bestia, nos dice de ellos que no tienen sus nombres escritos
en el Libro de la Vida del Cordero, el cual fue inmolado desde el
principio del mundo. Dice:
“Y la adoraron (o sea, adoraron a la bestia) todos los
moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el
libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio
del mundo.”
Y en el capítulo 16 de Apocalipsis, también nos habla del
Cordero que fue inmolado desde la fundación del mundo, el cual
encontramos, vamos a ver, en el capítulo 17, verso 8, vamos a
leer ahí, ahí nos habla también. Dice:
“La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del
abismo e ir a perdición...”
O sea, la bestia, que es el anticristo con su imperio,
representado en los pies de hierro y de barro cocido, de lo cual
habló el profeta Daniel en el capítulo 2, versos 34 al 35, y
capítulo 2, verso 44 al 45, en donde mostró una imagen, la cual
vio Nabucodonosor en sueño y la interpretó Daniel; la cual
representa al reino de los gentiles que comenzó con el imperio
babilónico, en donde el rey Nabucodonosor fue su rey, su
emperador; y luego continuó con el pecho y los brazos de plata,
que fue el imperio que siguió al imperio babilónico, o sea, fue el
imperio medo-persa; y luego continuó el reino de los gentiles
pasando a su tercera etapa en el vientre y los muslos de bronce,
de esa estatua que vio Nabucodonosor, lo cual representó el
imperio de Grecia; y luego pasó a su cuarta etapa el reino de los
gentiles, en sus piernas de hierro, que fue el imperio romano, de
los Césares; y luego, en el Día Postrero, en el tiempo final, el
imperio de los gentiles está señalado para estar en los pies de
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hierro y de barro cocido: esa es la segunda parte del cuarto
imperio de los gentiles, y corresponde al Día Postrero.
El profeta Daniel recibió la revelación del arcángel Gabriel,
en donde le mostró que esa piedra no cortada de manos que salió
de la montaña e hirió a la imagen en los pies de hierro y de barro
cocido, luego creció y se convirtió en un gran monte; lo cual
representa un gran Reino, en la interpretación que le dio el
profeta Daniel al rey Nabucodonosor. Dice en el capítulo 2, verso
44 en adelante, de la siguiente manera, del profeta Daniel, dice:
“Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un
reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro
pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él
permanecerá para siempre,
de la manera que viste que del monte fue cortada una piedra,
no con mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la
plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de
acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su
interpretación.”
Para el Día Postrero es que el reino de los gentiles estará en
los pies de hierro y de barro cocido, en donde, conforme a
Apocalipsis, capítulo 17, verso 8 en adelante, nos muestra que
diez reyes le darán su poder y su autoridad a la bestia, y reinarán
con la bestia por una hora, y pelearán contra el Cordero, y el
Cordero los vencerá; porque El es Rey de reyes y Señor de
señores.
Al ser Rey de reyes y Señor de señores, el Cordero estará
convertido en el León de la tribu de Judá, en Rey de reyes y
Señor de señores en Su Venida en el Día Postrero, como la piedra
no cortada de manos que fue cortada de la montaña, del Monte de
Dios, que es Su Iglesia.
Y vino esa piedra no cortada de manos, vino e hirió a la
imagen en los pies de hierro y de barro cocido; o sea, que la
Segunda Venida de Cristo es la que hiere a los pies de hierro y de
barro cocido, hiere a esa estatua en la etapa final, hiere al reino
de la bestia con esos diez reyes, y será quitado el reino de los
gentiles, conforme a Apocalipsis, capítulo 11, y verso 15 en
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WILLIAM SOTO SANTIAGO
adelante, donde dice:
“El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en
el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de
nuestro Señor y de su Cristo (o sea, y de Su Ungido); y él reinará
por los siglos de los siglos.”
O sea, que el reino o los reinos del mundo vendrán a ser de
nuestro amado Señor Jesucristo cuando El hiera la imagen en los
pies de hierro y de barro cocido, y desmenuce esos pies de hierro
y de barro cocido; y así desmenuzará todo el sistema del reino de
este mundo, de los reinos de este mundo, y pasarán a ser de
nuestro amado Señor Jesucristo. Cristo tomará el poder, la
autoridad y el Reino, y reinará por mil años, y luego por toda la
eternidad. Y el Reino, dice el profeta Daniel, en el capítulo 7 y
verso 17 al 18, dice:
“Estas cuatro grandes bestias son cuatro reyes que se
levantarán en la tierra.
Después recibirán el reino los santos del Altísimo, y poseerán
el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre.”
Ahora, aquí nos muestra que después de estas cuatro bestias
viene el Reino de Dios; el Reino es dado a los santos del
Altísimo, que son la Iglesia del Señor Jesucristo, los cuales son
Reyes y Sacerdotes; pues Cristo nos ha hecho para nuestro Dios
Reyes y Sacerdotes, y reinaremos sobre la Tierra por mil años y
luego por toda la eternidad. De esto nos habla Apocalipsis,
capítulo 5, versos 9 al 10, y también Apocalipsis, capítulo 20,
versos 4 al 6, donde nos dice:
“Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron
facultad de juzgar (estos son los miembros del Cuerpo Místico de
Cristo, o sea, Su Iglesia); y vi las almas de los decapitados por
causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que
no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no
recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y
reinaron con Cristo mil años (estos son los miembros de la
Iglesia del Señor Jesucristo).
Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se
cumplieron mil años (o sea, los que no son parte del Cuerpo
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Místico de Cristo y han muerto, no resucitarán hasta que no sean
cumplidos mil años).”
Todos los que han muerto de Cristo hacia acá, y no
pertenecen a la Iglesia del Señor Jesucristo, no pueden resucitar
hasta que no se cumpla el glorioso Reino Milenial. Dice:
“Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se
cumplieron mil años.” O sea, hasta que haya pasado el Reino
Milenial de Cristo.
Ahora, hablando de los que resucitan antes de comenzar el
glorioso Reino Milenial de Cristo dice así:
“Esta es la primera resurrección.
Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera
resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos,
sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él
mil años.”
Estos son los escogidos de Dios, éstos son los miembros de
la Iglesia del Señor Jesucristo, que han creído en Jesucristo y han
nacido de nuevo del Agua y del Espíritu; los cuales tienen sus
nombres escritos en el Libro de la Vida del Cordero desde antes
de la fundación del mundo.
Ahora, encontramos que también hay personas que no tienen
sus nombres escritos en el Libro de la Vida del Cordero, de los
cuales dice que adorarán a la bestia. Aquí en Apocalipsis,
capítulo 17, verso 8 en adelante dice:
“La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del
abismo (o sea, del infierno) e ir a perdición; y los moradores de
la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos desde la
fundación del mundo en el libro de la vida, se asombrarán viendo
la bestia que era y no es, y será.”
Aquí podemos ver que habrá personas que adorarán a la
bestia, adorarán al anticristo, en ese imperio que él tendrá en el
Día Postrero. Dice:
“Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas
son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer,
y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro
aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve
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tiempo.
La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre
los siete, y va a la perdición.”
¿Y hacia dónde llevará a los que adorarán a la bestia, a los
que la adorarán? A la perdición también. Al lago de fuego, donde
será echada la bestia y todos los que sigan a la bestia, al anticristo
con y en su imperio.
Ahora miren cómo va a consolidar su imperio en el Día
Postrero. Dice:
“Y los diez cuernos que has visto (en la bestia), son diez
reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora
recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia.”
Estos diez reyes son diez grandes líderes políticos de diez
grandes naciones, que le darán su autoridad y su poder a la bestia,
para que reine por tres años y medio. Ahora, sigue diciendo:
“Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su
autoridad a la bestia.
Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque
él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son
llamados y elegidos y fieles.
Me dijo también: Las aguas que has visto donde la ramera se
sienta, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas.
Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a
la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus
carnes, y la quemarán con fuego (con fuego atómico, porque
estos diez grandes reyes y grandes líderes, en sus naciones tienen
el poder atómico);
porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él
quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que
se cumplan las palabras de Dios.
Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los
reyes de la tierra.”
Ahora, podemos ver que ese cuarto imperio en su segunda
parte... El cuarto imperio tiene dos partes: La primera ya se
cumplió en el tiempo de Jesús de Nazaret, en el tiempo de los
Césares se estaba cumpliendo la primera parte del cuarto imperio
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de los gentiles, del imperio romano; y en ese tiempo se cumplió
la Primera Venida de Cristo, la Venida de la Piedra no cortada de
manos; pero por cuanto vino como Cordero de Dios para morir
y quitar el pecado del mundo, encontramos que el cuarto imperio,
el imperio romano, el imperio de los gentiles, crucificó a
Jesucristo.
Allí, la piedra no cortada de manos, Cristo en Su Venida, en
Su Primera Venida, como Cordero de Dios, no hirió a la imagen,
sino que la imagen lo hirió a El, en el calcañar; y por esa causa
podemos ver Sus heridas en Sus manos y en Sus pies, y en Su
costado.
Pero conforme a la profecía de Daniel, del capítulo 2, en
donde le interpretó al rey Nabucodonosor esa estatua, esa imagen,
que representa al reino de los gentiles desde el comienzo hasta el
final, él vio la destrucción del reino de los gentiles en la etapa de
los pies de hierro y de barro cocido.
Por eso en la Primera Venida de Cristo fue la imagen la que
lo hirió a El; pero en la Segunda Venida de Cristo, así como
sucedió allá, que lucharon en contra de Cristo, en contra del
cumplimiento de la Primera Venida del Mesías y lo hirieron allí
en la Cruz del Calvario; todo el tiempo estaban buscando Su
muerte, hasta que por fin, conforme a la Escritura, a la profecía,
se cumplió Su muerte allí. Pero para la Segunda Venida de
Cristo, dice:
“Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá,
porque él es Señor de señores y Rey de reyes.”
El ha cambiado de Cordero de Dios a León de la tribu de Judá
para Su Segunda Venida. Por eso en Apocalipsis, capítulo 5 y
versos 1 en adelante, donde en el Cielo, sobre el Trono que está
en el Cielo, allá en el Templo que está en el Cielo, estaba Uno, el
cual es Dios, sentado sobre Su Trono con un Librito sellado,
cerrado, en Su diestra. Dice así, capítulo 5 de Apocalipsis:
“Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono
un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos.
Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es
digno de abrir el libro y desatar sus sellos?
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WILLIAM SOTO SANTIAGO
Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra,
podía abrir el libro, ni aun mirarlo.
Y lloraba yo mucho (dice Juan el apóstol), porque no se había
hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de
mirarlo.”
Ahora, había llegado el tiempo para ese Libro ser tomado de
la mano derecha del que está sentado en el Trono y ser abierto en
el Cielo; porque ese Libro es el Título de Propiedad de los Cielos
y de la Tierra. Y sin ese Libro el ser humano continuaría
naciendo en la Tierra, viviendo y muriendo. La única forma de
parar ese ciclo de nacimiento, vida y muerte es tomando ese
Libro de la diestra del que está sentado en el Trono, abriéndolo
en el Cielo y haciendo el reclamo de toda la Creación y todos los
derechos que contiene ese Título de Propiedad. Ese es el Libro de
la Vida del Cordero.
Y Cristo murió por todo lo que está en el original, en la
Creación original, en el Programa de Creación original. Y ahí, en
el Programa de Creación original, están escritos los nombres de
todos los hijos e hijas de Dios que vendrían a vivir en este planeta
Tierra. Pero por causa de la caída han venido en medio de una
raza caída, sentenciados también a nacer, vivir y luego morir sus
cuerpos físicos.
Porque el Título de Propiedad que le había sido concedido a
Adán, a causa de la caída allí en el Huerto del Edén, regresó al
Dueño original, que es Dios, regresó a la diestra de Dios. Y por
esa causa, de ahí en adelante, Adán vino a ser mortal, y toda la
descendencia de la raza humana ha venido a ser mortal; todos los
descendientes de Adán han venido a ser mortales en su cuerpo
físico, aunque con la promesa de vida eterna, los que creen en
Dios y guardan Su Palabra.
Ahora, por medio del nuevo nacimiento que Cristo le enseñó
a Nicodemo en el capítulo 3 de San Juan, cuando le dijo
Nicodemo: “Nosotros sabemos que Tú has venido de Dios por
Maestro; porque nadie puede hacer las cosas que Tú haces, si
Dios no es con El.” Cristo le dice: “De cierto, de cierto te digo,
que el que no nazca de nuevo, no puede ver el Reino de Dios.”
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Nicodemo pensó en un nacimiento natural, como el que había
tenido por medio de su madre, y le preguntó a Jesús: “¿Cómo
puede hacerse esto?” Porque Nicodemo creía en la Palabra de
Dios, y estaba esperando la Venida del Reino de Dios, y estaba
esperando la Venida del Mesías, y estaba muy interesado en el
Reino de Dios.
Vino de noche, cuidándose, por temor a los judíos y por
temor a los miembros del Sanedrín, al cual él pertenecía; pues era
uno de los setenta sabios que componían el Sanedrín; pues el
concilio del Sanedrín era compuesto por setenta sabios, el
concilio de la religión hebrea; y Nicodemo era uno de ellos.
También José de Arimatea era uno de ellos, y también
Gamaliel; personas que habían creído en Jesucristo, que estaban
esperando el Reino de Dios y la Venida del Reino de Dios con el
Mesías en Su Reino; los cuales, cuando vieron a Jesús de Nazaret
se dieron cuenta que ese era el Mesías, aunque el resto del
Sanedrín, aunque el resto del concilio de la religión hebrea, no
creía que Jesucristo era el Mesías. Y los que podían ver que era
el Mesías y no creían en El y no lo querían, era porque era Jesús
un hombre sencillo, un joven carpintero de Nazaret, el cual no
tenía atractivo para ser un rey, no tenía un doctorado, y no tenía
una preparación militar tampoco, y no era un graduado de
teología de la religión hebrea.
La gente decía, y los mismos doctores de la Ley decían:
“¿Cómo sabe éste letras sin haber estudiado?” Y se maravillaban
de Su doctrina, de Su enseñanza y de las cosas que El hacía por
el poder de Dios.
¿PERO PUEDE ACASO, O HAY NECESIDAD ACASO,
DE QUE EL VERBO HECHO CARNE, DIOS HECHO
CARNE, TENGA QUE IR A UN SEMINARIO, O A UN
INSTITUTO, PARA ESTUDIAR Y GRADUARSE DE
TEOLOGÍA, PARA LUEGO PREDICAR?
¿Quién fue primero: Dios o el hombre? ¿Y qué fue primero:
la enseñanza de Dios o la enseñanza de los hombres? ¿Quién va
a aprender de quién? ¿Acaso Cristo iba a aprender de los
hombres, o los hombres estaban llamados a aprender de El?
18
WILLIAM SOTO SANTIAGO
Ahora, se preguntaban: “¿Y de dónde tiene El esta doctrina,
esta enseñanza, esta sabiduría, sin haber estudiado? ¿Y de dónde
le vienen estos milagros?” Cristo decía: “Mi doctrina no es mía,
sino del que me envió, del Padre. Yo no hablo nada de mí mismo,
sino que como yo oigo al Padre hablar, así yo hablo.” Y en una
ocasión orando al Padre, orando por Sus discípulos, dijo: “La
Palabra que me diste les he dado, y ellos la recibieron.”
El Mensaje, la Palabra que hablaba Cristo, era la Palabra del
Padre, la Palabra de Dios, dada a Jesucristo; y Jesucristo la
comunicaba a los seres humanos.
Y por esa causa Cristo podía decir: “El que oye mi Palabra,
tiene vida eterna, y no vendrá a condenación, mas pasó de muerte
a vida.” No tendrá que ir al juicio final para ser juzgado allí, sino
que ya pasó de muerte a vida; y entra por el proceso o programa
de escuchar la Palabra de Dios, la Palabra de Cristo, creer en
Jesucristo, luego nacer de nuevo del Agua del Espíritu; y así entra
al Reino de Dios, entra al Cuerpo Místico de Jesucristo, a Su
Iglesia, a la cual se entra solamente en una forma: por medio del
Espíritu Santo, del Espíritu de Dios, el cual opera el nuevo
nacimiento en cada persona.
En la Iglesia del Señor Jesucristo se nace. Nadie se puede unir
a la Iglesia del Señor Jesucristo, así como usted no se puede unir
a una familia, y decir: “Yo soy de esa familia, soy descendiente
de esa familia, de ese matrimonio.” No. Para eso usted tiene que
nacer en esa familia, a través del padre y la madre de esa familia.
Y así también es en lo espiritual: para usted ser parte de la Iglesia
del Señor Jesucristo, para ser un miembro de la Iglesia del Señor
Jesucristo, tiene usted que nacer de nuevo, nacer en la Iglesia del
Señor Jesucristo del Agua y del Espíritu, como le enseñó Jesús a
Nicodemo.
Nicodemo pensó: “¿Puede acaso el hombre ya siendo viejo,
entrar al vientre de su madre y nacer?” Jesús le dice: “Lo que
sabemos eso hablamos.” Y Nicodemo lo que sabía era eso, y de
eso le habló. Pero Cristo le habló de algo superior, de un nuevo
nacimiento, Cristo le dijo: “De cierto te digo, el que no nazca del
Agua y del Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios.” Esa es
NACIDOS PARA VIVIR ETERNAMENTE
19
la única forma para entrar al Cuerpo Místico de Jesucristo, a la
Iglesia del Señor Jesucristo: luego de creer en Cristo, nacer de
nuevo; y así viene a formar parte de la Iglesia del Señor
Jesucristo, entra a ser parte de la Familia de Dios, como nos dice
el apóstol San Pablo cuando dice en Efesios, capítulo 2, verso 19
al 22:
“Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino
conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de
Dios...”
Miembros de la Familia de Dios, a causa del nuevo
nacimiento. Al nacer de nuevo del Agua y del Espíritu la persona
ha nacido en la Familia de Dios, en la Casa de Dios, por medio
de Jesucristo.
“...edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas,
siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,
en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para
ser un templo santo en el Señor;
en quien vosotros también sois juntamente edificados para
morada de Dios en el Espíritu.”
Este Edificio, esta Casa, esta Familia de Dios, es la Iglesia del
Señor Jesucristo. No hay una Familia más grande ni más
importante en este planeta Tierra que la Familia de Dios, que es
la Iglesia del Señor Jesucristo. Son los descendientes de Dios que
vienen por medio de Jesucristo a formar parte de la Iglesia del
Señor Jesucristo.
San Pablo también nos habló en Hebreos, capítulo 3, verso 1
al 3, y nos dice así:
“Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento
celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra
profesión, Cristo Jesús;
el cual es fiel al que le constituyó, como también lo fue
Moisés en toda la casa de Dios.
Porque de tanto mayor gloria que Moisés es estimado digno
éste, cuanto tiene mayor honra que la casa el que la hizo.
Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas
las cosas es Dios.
20
WILLIAM SOTO SANTIAGO
Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios (o sea,
fue fiel en el pueblo hebreo, que como nación es la Casa de
Dios), como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir
(Moisés como siervo sobre esa casa y en esa casa, que es el
pueblo hebreo);
pero Cristo como hijo sobre su casa (ahora, Cristo no como
siervo, sino como Hijo sobre Su Casa), la cual casa somos
nosotros (la cual casa es la Iglesia ¿de quién? Esa es la Casa de
Dios, esa es la Familia de Dios).”
Cuando se dice casa aquí se está hablando de la Familia, de
la descendencia de Dios, que son los hijos e hijas de Dios, los
cuales han venido a ser reconocidos como la Iglesia del Señor
Jesucristo. Esa es la Casa de Dios, esa es la Familia de Dios, esos
son los descendientes de Dios; hijos e hijas de Dios, que son
miembros de la Familia de Dios.
Ahora, “Cristo como hijo sobre su casa,” o sea, como Hijo
sobre esa Familia de Dios, sobre esa descendencia de Dios; o sea,
que es un Hijo de esa Casa el que está sobre esa Casa. Es el
Primogénito de Dios, nuestro amado Señor Jesucristo, el que ha
sido colocado sobre Su Casa.
Y El ha enviado a Su Casa diferentes profetas, diferentes
mensajeros, de edad en edad, los cuales fueron representados en
los siete ministros, siete ángeles mensajeros de las siete iglesias
que estaban en Asia Menor.
Esas iglesias representan a la Iglesia del Señor Jesucristo
pasando por siete etapas, en donde para cada etapa Dios tuvo un
mensajero, Jesucristo tuvo un mensajero, en cada etapa de Su
Iglesia gentil; y a través de ese mensajero Jesucristo estuvo
ministrando en Su Casa. El colocó un mensajero, representado en
esos siete mensajeros de las siete iglesias de Asia Menor.
Y ahora Cristo es el que ha estado sobre Su Casa llevando a
cabo la construcción de esa Casa, de esa Familia, de esa
descendencia de Dios, que por medio de creer en Jesucristo y
nacer de nuevo, cada persona que tiene su nombre escrito en el
Libro de la Vida del Cordero, entra a esa casa, a esa familia, a esa
descendencia de Dios; y viene así a ser un miembro activo de la
NACIDOS PARA VIVIR ETERNAMENTE
21
Iglesia del Señor Jesucristo, nacido de nuevo en la Casa de Dios,
en la Familia de Dios, que es Su Iglesia.
Ahora, hemos visto que en el Libro de la Vida del Cordero
están escritos los nombres de todas las personas que vendrían a
formar parte de esa Casa, de esa Familia, de esa descendencia de
Dios. Y por eso el evangelio ha estado siendo predicado por dos
mil años aproximadamente, y todavía se está predicando; para así
hacer posible que las personas escuchen el evangelio de Cristo y
crean en El, porque con el corazón se cree para justicia, más con
la boca se hace confesión para salvación.
Ahora, por medio de creer en Jesucristo como nuestro
Salvador y nacer de nuevo del Espíritu Santo, o sea, del Agua y
del Espíritu, que es el nuevo nacimiento del cual le habló Cristo
a Nicodemo, se nace en el Reino de Dios, se nace en la Iglesia del
Señor Jesucristo, y la persona obtiene un espíritu teofánico de la
sexta dimensión, un espíritu que no pudo obtener cuando nació
aquí en la Tierra a través de sus padres terrenales; pues para esa
ocasión recibió un espíritu del mundo, que tiene la inclinación
siempre hacia el mal, y luego obtuvo un cuerpo del mundo
también, que vino por medio de la unión de papá y mamá, y por
eso es temporal, corruptible, se pone viejo, se enferma y se
muere.
Pero Cristo en Su Programa de Creación, en donde El está
construyendo una Casa, una Familia, la Familia de Dios y la
descendencia de Dios, ha traído a cada persona que tiene su
nombre escrito en el Libro de la Vida del Cordero, lo ha traído a
este planeta Tierra, ha nacido en este planeta Tierra en la
permisiva voluntad de Dios en un cuerpo mortal, con un espíritu
mortal también, un espíritu en la permisiva voluntad de Dios, un
espíritu del mundo; pero con la promesa de que recibirán un
nuevo nacimiento, en donde esa alma que está dentro de ese
cuerpo, recibe un nuevo nacimiento en un cuerpo teofánico de la
sexta dimensión, ese nuevo nacimiento del Agua y del Espíritu
que recibe; y luego recibirá un nacimiento físico, un nacimiento
literal, pero no por medio de papá y mamá, sino que será en un
nuevo cuerpo, un cuerpo eterno que Jesucristo creará para cada
22
WILLIAM SOTO SANTIAGO
hijo e hija de Dios que nació de nuevo del Agua y del Espíritu en
la Familia de Dios.
Por eso Cristo en San Juan, capítulo 5, nos dice de la
siguiente manera, verso 24 en adelante, dice:
“De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree
al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación,
mas ha pasado de muerte a vida.”
Ahora vean ustedes, la persona que oye la Palabra de Cristo
y cree al que lo envió, recibe el nuevo nacimiento del Agua y del
Espíritu; y ya esa persona tiene vida eterna, porque ha recibido el
Espíritu de vida eterna: ese Espíritu Santo, ese espíritu teofánico
enviado de parte de Dios, llamado también el bautismo del
Espíritu Santo, y llamado por San Pablo en Efesios capítulo 1 y
verso 13 en adelante, como las arras del Espíritu. Nos dice San
Pablo, hablando de Cristo:
“En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad,
el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él,
fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa (primero se
cree en Jesucristo por medio del evangelio de Cristo, y luego se
opera el nuevo nacimiento en la persona; recibe el Espíritu Santo,
es sellado con el Espíritu Santo de la promesa),
que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la
posesión adquirida, para alabanza de su gloria.”
Recibimos las arras de nuestra Herencia hasta la redención de
la posesión adquirida, o sea, hasta que seamos transformados y
tengamos el nuevo cuerpo que El ha prometido para todos
nosotros.
También nos habló en el capítulo 4 de Efesios, verso 30,
diciendo:
“Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual
fuisteis sellados para el día de la redención.”
Sellados con ese Espíritu Santo al nacer de nuevo, para el Día
de la Redención, para el Día en que todos los hijos de Dios, en
que la Familia de Dios, la descendencia de Dios, la Iglesia del
Señor Jesucristo, recibirá Su cuerpo eterno; o sea, los miembros
de esa Familia, los miembros de la Iglesia del Señor Jesucristo en
NACIDOS PARA VIVIR ETERNAMENTE
23
el Día Postrero, en el Día de la Redención, recibirán, los que
murieron ya pero creyeron en Cristo y nacieron de nuevo del
Agua del Espíritu, serán resucitados en cuerpos incorruptibles, o
sea, en el cuerpo eterno que Cristo ha prometido; y nosotros los
que vivimos, seremos transformados.
Y entonces estaremos viviendo como almas vivientes con un
cuerpo teofánico de la sexta dimensión, de la dimensión de la
Palabra, de la dimensión del Paraíso; un cuerpo teofánico
parecido a nuestros cuerpos, pero de otra dimensión, y con un
cuerpo físico celestial, para nunca morir, y nunca envejecer, y
nunca enfermar, y nunca entristecer. Todo será paz, alegría,
amor, felicidad, juventud y vida eterna con nuestro amado Señor
Jesucristo.
Ahora, Cristo sigue diciendo aquí en el capítulo 5 de San
Juan, en el verso 25 que sigue a continuación de este capítulo 5.
Sigue diciendo:
“De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es,
cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la
oyeren vivirán.
Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha
dado al Hijo el tener vida en sí mismo;
y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el
Hijo del Hombre (por cuanto es un profeta, le dio autoridad de
tener – la autoridad y el poder de hacer juicio. Sigue diciendo).
No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos
los que están en los sepulcros oirán su voz;
y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida (a
resurrección de vida eterna).”
Estos son los que en sus días de peregrinaje aquí en la Tierra,
escucharon el Evangelio, creyeron en él, creyeron en Jesucristo
como su Salvador, y nacieron de nuevo del Agua y del Espíritu,
y así nacieron en la Familia de Dios, en la Casa de Dios, en la
Iglesia del Señor Jesucristo, como Hijos e Hijas de Dios; pues la
promesa divina de San Juan, capítulo 1 y versos 12 al 13 es:
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su
nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
24
WILLIAM SOTO SANTIAGO
los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de
carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.”
Son engendrados por el Espíritu de Dios. El mismo Espíritu
que estuvo en Jesús de Nazaret. Ese es el que produce el nuevo
nacimiento, pues ese Espíritu fue el que creó en el vientre de
María el cuerpo que luego nació. Célula sobre célula fue
multiplicándose hasta que fue formado el cuerpo de Jesús; y
nació en Belén de Judea, como un infante allí, un recién nacido;
luego creció, y vino a ser el Mesías prometido para el pueblo
hebreo. Ya lo era desde que nació, y aún desde antes de nacer.
Ahora, ese mismo Espíritu de Dios que creó ese cuerpo, esa
vida en el vientre de María, es el que crea el nuevo nacimiento en
cada persona que tiene su nombre escrito en el Libro de la Vida
del Cordero; y esa persona cree en el evangelio, cree en
Jesucristo, cree el Mensaje del Evangelio, luego nace de nuevo
del Agua y del Espíritu, y así ha recibido por creación divina el
nuevo nacimiento, en la parte espiritual; y ahora solamente le
falta el nuevo cuerpo físico, el cual recibirá en el Día Postrero.
Pues todos los que están en el sepulcro y escucharon la Voz
de Cristo en el tiempo en que vivieron, resucitarán en el Día
Postrero en cuerpos eternos que Cristo creará, que el Espíritu de
Dios creará para cada uno de ellos; cuerpos jovencitos, de 18 a 21
años en apariencia. Los que eran niños estarán en cuerpos así; los
que eran jóvenes, también estarán en cuerpos así; y los que eran
ancianos, también estarán en cuerpos así, jovencitos; y los que
eran adultos, también estarán así. Todos en cuerpos con
apariencia de 18 a 21 años, que es la flor de la juventud, para
vivir por toda la eternidad.
Ahora, nos dice Jesucristo en San Juan, capítulo 6, verso 38
en adelante:
“Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad,
sino la voluntad del que me envió.
Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo
lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día
postrero.”
El Padre le da todos los que están escritos en el Libro de la
NACIDOS PARA VIVIR ETERNAMENTE
25
Vida, el cual está en la mano del que está sentado en el Trono, en
la mano de Dios. Dice:
“Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel
que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna...”
¿Ven, que se necesita creer en Jesucristo para tener vida
eterna? Ninguna persona puede por sus propios méritos obtener
vida eterna. Es por los méritos de nuestro amado Señor
Jesucristo. El es el que tiene méritos y no nosotros como seres
humanos. Ahora, dice: “...y yo le resucitaré en el día postrero.”
O sea, dice que será para el Día Postrero que El los resucitará,
a todos los que han creído en El y han nacido de nuevo del Agua
y del Espíritu, y han muerto, El los resucitará en el Día Postrero.
“Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho:
Yo soy el pan que descendió del cielo.
Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y
madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice éste: Del cielo he
descendido?”
Ellos no entendían que aunque el cuerpo físico había nacido
aquí en la Tierra por medio de María, el Espíritu que estaba
dentro de ese cuerpo, era el Espíritu de Dios, el Espíritu Santo.
Ellos no sabían que el que estaba dentro de ese cuerpo era el
Angel de Jehová, el Angel del Pacto, que es el Dios de Abraham,
de Isaac y de Jacob, el Dios creador de los Cielos y de la Tierra
en carne humana. Y por esa causa ellos no entendían que el Dios
Todopoderoso que es Jehová, y también es conocido como el
Angel de Jehová, había descendido a la Tierra con Su cuerpo
teofánico y había habitado en el cuerpo de carne que nació de la
virgen María; el que había descendido del Cielo era el que estaba
dentro de aquel cuerpo de carne.
Pero estos judíos pensaban que Jesús estaba hablando que Su
cuerpo físico, que ese cuerpo físico que ellos veían de unos 30 a
33 años de edad había venido del cielo, había descendido del
cielo, y que no había nacido aquí en la Tierra. Pero eso no fue lo
que Jesús les dijo en Sus palabras, cuando dijo: “Del cielo he
descendido, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que
me ha enviado.”
26
WILLIAM SOTO SANTIAGO
Todo hijo de Dios desciende del cielo, lo único que tiene de
aquí de la Tierra es el cuerpo físico, y por esa causa, cuando
muere, lo echan a la tierra el cuerpo; pero la persona, el hijo de
Dios, sigue viviendo, se va al Paraíso, y allí vive en su cuerpo
teofánico, que es el cuerpo de la sexta dimensión, de la dimensión
del Paraíso, hasta que Cristo lo llame en el Día Postrero con Su
Mensaje de Gran Voz de Trompeta, y ahí resucitará en el Día
Postrero en un nuevo cuerpo para vivir eternamente.
“Y yo le resucitaré en el Día Postrero.”
Ahora: “Jesús respondió y les dijo: No murmuréis entre
vosotros.
Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le
trajere.”
O sea, que no es un asunto de la persona decir: “Yo no quiero
ir o yo quiero ir.” Sino que es un asunto del Padre celestial, el
cual lo trae a Cristo para que lo reciba como su Salvador, porque
esa persona tiene su nombre escrito en el Libro de la Vida del
Cordero allá en el Cielo.
Y esa persona, en cuanto a su alma, ha descendido del Cielo,
ha venido del Cielo, ha venido de Dios, de la dimensión de Dios,
a vivir en esta Tierra en un cuerpo mortal y con un espíritu del
mundo; pero con la promesa de entrar en el Programa de
Redención, el cual Cristo ha preparado para todos nosotros, para
ser colocados en vida eterna y con vida eterna, con un cuerpo
teofánico de la sexta dimensión, eterno; un cuerpo parecido al
cuerpo que uno tiene aquí en la Tierra, pero de otra dimensión;
un cuerpo como el cuerpo que Dios se formó en el principio para
El, ese cuerpo teofánico llamado el Verbo, la Palabra; así también
cada hijo de Dios recibe un cuerpo teofánico.
Y así como Dios luego se creó un cuerpo de carne, en el
vientre de María; en el Día Postrero El creará del polvo de la
tierra un cuerpo eterno para cada hijo e hija de Dios. Y entrarán
a ese cuerpo los que han muerto en el pasado, los cuales
resucitarán en un cuerpo eterno; y nosotros, los que vivimos,
seremos transformados, y viviremos en un cuerpo eterno; y todos
seremos a imagen y semejanza de nuestro amado Señor
NACIDOS PARA VIVIR ETERNAMENTE
27
Jesucristo, que es la Persona que Dios puso sobre Su Casa, o sea,
sobre Su Familia, Su descendencia, el cual ha enviado diferentes
mensajeros en las diferentes edades, a través de los cuales Cristo
ha estado manifestándose, ha estado revelándose, en Su Iglesia
gentil, o sea, en Su Casa, en Su Familia.
Y por medio de cada mensajero El ha estado alimentando a
Su Familia con Su Palabra, con Su Mensaje correspondiente a
cada etapa, a cada edad; “porque no solamente de pan vivirá el
hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios.” Y
nuestro espíritu es alimentado con la Palabra de Dios, para crecer
espiritualmente y obtener el conocimiento de la Palabra de Dios;
y nuestra alma es alimentada, no con trigo literal, sino con el Pan
de vida.
Pedro dijo a Jesús: “Tú tienes palabras de vida eterna.” Esa
Palabra de vida eterna es el alimento espiritual para nuestra alma,
la cual Cristo de edad en edad ha estado dándole a Su Iglesia, por
medio de cada mensajero que El ha enviado. Y en el Día Postrero
El nos da alimento espiritual también: el Mensaje del Evangelio
del Reino, con el cual es alimentada nuestra alma, para pronto ser
transformados y raptados, y los muertos en Cristo ser resucitados
en cuerpos eternos, antes de nuestra transformación.
Ahora, Cristo sigue diciendo: “Ninguno puede venir a mí, si
el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día
postrero.”
¿Cuándo dice Jesucristo que va a resucitar a todos los que el
Padre le ha dado, los cuales han creído en El, los cuales han
nacido de nuevo del Agua y del Espíritu? En el Día Postrero,
cuando ya todos los que tienen que nacer de nuevo han nacido.
Porque antes del Cuerpo Místico de Jesucristo que partió, ser
resucitado y estar en esta Tierra, se requiere que los que están
vivos y son parte de ese Cuerpo Místico de creyentes, escritos en
el Libro de la Vida del Cordero, sean manifestados en la Tierra,
crean en Jesucristo como su Salvador y entren al Programa de
Salvación, nazcan de nuevo; y así estén ya en la Familia de Dios,
estén manifestados en la Casa de Dios, nacidos en la Casa de
Dios, miembros del Cuerpo Místico de Jesucristo, para luego
28
WILLIAM SOTO SANTIAGO
venir el nacimiento en un nuevo cuerpo físico y eterno, el cual
Dios creará, al cual entrarán los muertos en Cristo, y nosotros los
que vivimos seremos transformados.
O sea que ya, miren, Dios tomará del polvo de la tierra para
formar el cuerpo eterno, para los que han partido, para los que
han muerto en el pasado; pero para nosotros los que vivimos, ya
el polvo de la tierra que Dios usará, ya está aquí, ya lo tenemos;
porque son nuestros cuerpos del polvo de la tierra.
Ya el polvo de la tierra que Dios usará para producir el
cuerpo nuevo que El le dará a los que estarán vivos en el Día
Postrero, ya está. Es ese cuerpo que cada uno de ustedes tiene, y
es este cuerpo que yo tengo, el cual es del polvo de la tierra. El
tomará ese polvo de la tierra que está en forma de un cuerpo, y
con ese polvo de la tierra creará un nuevo cuerpo; esa es la
transformación de nosotros los que vivimos. Así como El tomará
del polvo de la tierra, para los muertos en Cristo, tomará del
polvo de la tierra y transformará ese polvo de la tierra en un
cuerpo eterno.
Ahora, tomará del polvo de la tierra para los vivos en Cristo,
tomará del polvo de la tierra que ya tienen ellos, y creará un
nuevo cuerpo. Y así estaremos a imagen y semejanza de nuestro
amado Señor Jesucristo para vivir con El como Reyes y
Sacerdotes, pues El también es Rey y Sacerdote según el orden
de Melquisedec.
Y de esa Familia, de esa descendencia del Rey Melquisedec,
que es Jesucristo, somos todos nosotros; no solamente los
ministros, sino todo hijo e hija de Dios que ha creído en
Jesucristo y ha nacido de nuevo del Agua y del Espíritu. No
importa en qué grupo religioso haya creído en Cristo; es para
todos los hijos de Dios, para todos los que han creído en
Jesucristo y han nacido de nuevo del Agua y del Espíritu, y así
han venido a formar parte de la Familia de Dios, de la Casa de
Dios, de la Iglesia del Señor Jesucristo, que es un Templo santo
al Señor, para morada de Dios en Espíritu en cada uno de esos
miembros de ese Cuerpo Místico de creyentes; para morada de
Dios en Espíritu en cada uno de Sus hijos y de Sus hijas; porque
NACIDOS PARA VIVIR ETERNAMENTE
29
han nacido para vida eterna los hijos e hijas de Dios.
Nuestros nombres están escritos en el Libro de la Vida del
Cordero. No importa en qué grupo religioso del cristianismo
usted se encuentre, su nombre está escrito en el Libro de la Vida
del Cordero si usted ha creído en Jesucristo como su Salvador y
ha nacido de nuevo del Agua y del Espíritu; pues no es la
agrupación religiosa la que produce el nuevo nacimiento, es el
Espíritu Santo, el Espíritu de Dios, sin importar en qué grupo
religioso del cristianismo la persona se encuentre.
Así que estas son buenas noticias para todos los creyentes en
nuestro amado Señor Jesucristo que viven en este Día Postrero.
Conscientes de que hemos nacido para vivir eternamente, y por
esa causa, “de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su
Hijo Unigénito, para que todo aquel que en El cree no se pierda,
mas tenga vida eterna.”
Es por medio de Jesucristo que todos los que han nacido para
vida eterna entran en el Programa de Salvación y vida eterna,
pues tienen sus nombres escritos en el Libro de la Vida del
Cordero desde antes de la fundación del mundo.
Estén conscientes de esto, para que así, amigos y hermanos
que me escuchan, no importa a qué agrupación religiosa cristiana
ustedes asistan, sepan que sus nombres están escritos en el Libro
de la Vida, allá en el Cielo, y que ustedes han nacido para vivir
eternamente. No se desanimen en la vida por nada absolutamente,
sigan adelante creyendo en Jesucristo y sirviéndole a Jesucristo,
y escuchando Su Palabra, perseverando; porque el que
perseverare hasta el fin, éste será salvo.
Caminen siempre hacia adelante para que sus nombres
permanezcan escritos en el Libro de la Vida, si están en la
sección en que pueden ser borrados. Y si están en el Libro de la
Vida del Cordero, en esa sección, de ahí nunca puede ser borrado
un nombre, porque esos son los miembros del Cuerpo Místico de
Jesucristo que han sido ordenados y nacidos para vida eterna; son
los Primogénitos de Dios.
Pero está la otra sección en el mismo Libro de la Vida, en
donde están escritos millones de nombres que son manifestados
30
WILLIAM SOTO SANTIAGO
en esta Tierra y tienen la oportunidad de recibir a Cristo como su
Salvador, creer en Su Palabra y entrar en el Programa de
Salvación; y aunque no van a resucitar en la primera
resurrección, resucitarán al final del Reino Milenial, pero
entrarán a la vida eterna. Están señalados como las vírgenes
durmientes, o vírgenes fatuas. Al ser vírgenes, muestran que eran
cristianos y que tenían un nivel alto de moral y de espiritualidad;
eran creyentes en Jesucristo, pero no tenían aceite en sus
lámparas.
Ahora, encontramos que hay oportunidad de vida eterna, no
solamente para los Primogénitos de Dios, sino para todos los que
tengan sus nombres escritos en la otra sección del Libro de la
Vida también. Pero si las personas se descuidan y no siguen a
Cristo, sus nombres son borrados del Libro de la Vida, de esa
sección del Libro de la Vida, porque no siguieron a Jesucristo, y
porque no estuvieron trabajando en favor del Programa divino, al
lado de los escogidos de Dios: los pequeños del Señor, a los
cuales cualquier cosa que se haga en favor le será contada como
si se la hicieran a nuestro amado Señor Jesucristo; pero también
cualquier cosa que hagan en contra de esos pequeñitos, que son
los miembros del Cuerpo Místico de Cristo, será contado como
hecho al Señor Jesucristo. Por eso unos entrarán a la vida eterna,
y otros a la condenación, al lago de fuego.
Unos dirán: “¿Cuándo te vimos necesitado y no te servimos?”
El dirá: “Por cuanto no lo hicisteis a uno de estos mis pequeñitos,
a mí tampoco lo hicisteis.” Y les dirá: “Al fuego eterno,
preparado para el diablo y sus ángeles.” O sea, que los mandará
al infierno, a donde se merecen estar los que no sigan a nuestro
amado Señor Jesucristo, y que no estén sirviendo a Cristo y a Su
Iglesia en el tiempo en que viven.
Pero a los de Su derecha El dirá: “Venid, benditos de mi
Padre, heredad el Reino preparado para vosotros desde la
fundación del mundo; porque tuve hambre y me disteis de comer;
tuve sed y me disteis de beber; estuve enfermo y me visitasteis;
en la cárcel y me fuisteis a ver; y desnudo y me cubristeis.”
Ellos dirán: “¿Y cuándo te vimos así? ¿Cuándo te vimos con
NACIDOS PARA VIVIR ETERNAMENTE
31
hambre y te dimos de comer; con sed y te dimos de beber;
enfermo y te visitamos; en la cárcel y te fuimos a ver; y desnudo
y te cubrimos?” El dirá: “Por cuanto lo hicisteis a uno de estos
mis pequeñitos, a mí lo hicisteis.”
Cristo había dicho: “El que diere un vaso de agua fría a uno
de estos pequeñitos, a mí...” Dice: “No perderá su recompensa.”
¿Por qué? Porque lo han hecho a Cristo. Porque Su Iglesia son
los miembros de Su Cuerpo Místico, son Su carne y Sus huesos;
son hueso de Sus huesos y carne de Su carne, y Espíritu de Su
Espíritu.
Así que podemos ver que no solamente para los escogidos
hay oportunidad de vida eterna, sino para muchas personas más.
Hay millones de seres humanos que tienen sus nombres escritos
en el Libro de la Vida, ya sea en una sección o en otra sección; y
por eso se requiere que la persona crea en Jesucristo como su
Salvador, entre en el Programa de Salvación, y trabaje en ese
Programa también, y persevere hasta el fin de sus días aquí en la
Tierra. Porque “el que pone su mano en el arado y mira hacia
atrás, no es apto para el Reino,” pierde todos sus derechos, y su
nombre es borrado del Libro de la Vida.
Así que, amigos y hermanos creyentes en Jesucristo,
cristianos de todas las agrupaciones del cristianismo: perseveren
todos los días de su vida, nunca se aparten de Cristo, no importa
los problemas que tengan; más tuvo Jesucristo, y no se apartó del
Programa de Dios correspondiente a Su tiempo, y fue más dura
Su prueba que las pruebas que nosotros podamos tener.
Así que recuerden: el que perseverare hasta el fin, éste será
salvo. No dejen nunca al Señor Jesucristo, no importan los
problemas que ustedes puedan tener. Si fallan a Cristo, si
cometen algún error o pecado, confiesen a Cristo sus errores y
sus pecados, porque la Sangre de Jesucristo nos limpia de todo
pecado. Cuando confesamos nuestros pecados a Cristo, lo que
estamos haciendo es lo que normalmente hace la ama de casa con
la ropa que se mancha con tinta: la hecha en cloro, y la tinta
desaparece. Y cuando la persona confiesa su pecado a Cristo,
arrepentido de su pecado, ha echado su pecado en la Sangre de
32
WILLIAM SOTO SANTIAGO
Jesucristo, y Jesucristo lo desaparece.
La Sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado, y nunca
más estará en usted. Esa es la garantía que nos da la Palabra de
Dios, el Evangelio, para cuando nosotros cometemos faltas o
pecados; para que así nunca nos desanimemos en la vida y
pensemos: “Ya todo está perdido, porque ya falté a Dios, ya
pequé ante Dios.” Si alguno ha pecado, abogados tenemos
delante del Padre: a Jesucristo, nuestro abogado, a Jesucristo, el
Cordero de Dios; y Su Sangre nos limpia de todo pecado.
¡Nunca se desanimen, hermanos queridos, cristianos,
creyentes en nuestro amado Señor Jesucristo! Ya estamos al final
de nuestra carrera, para pronto ser transformados y raptados.
Permanezcan firmes creyendo en Jesucristo, sirviéndole con
amor, de corazón, amor ágape, que es amor divino, derramado en
vuestros corazones y en el mío también. No sirviendo a Dios en
una forma intelectual, sino espiritual, con amor divino;
trabajando en Su Reino, sabiendo que nuestro trabajo en el Señor
no es en vano, será recompensado con grandes galardones de
parte de nuestro amado Señor Jesucristo.
Adelante sirviendo a Jesucristo, porque hemos nacido para
vida eterna, para vivir eternamente con nuestro amado Señor
Jesucristo.
“NACIDOS PARA VIVIR ETERNAMENTE.”
Ese ha sido nuestro tema para esta ocasión. Y el anhelo de mi
corazón es que al entender que hemos nacido para vida eterna,
nos mantengamos unidos siempre a Cristo, nuestro hermano
mayor, nuestro Salvador, nuestro Redentor; conscientes de que
pertenecemos a una Familia celestial, a la Familia de Dios, a la
descendencia de Dios, y somos hermanos los unos de los otros,
y nuestro hermano mayor es Jesucristo, nuestro Salvador, el cual
nos amó y se entregó por nosotros en la Cruz del Calvario para
así salvar a toda la Familia de Dios.
Ha sido para mí un privilegio muy grande estar con ustedes
en esta noche, y también estar con ustedes, amigos y hermanos
televidentes de Galaxy VII, canal 11, y de PanAmSat, y también
de Cable BuenaVisión, y demás canales de cable y demás canales
NACIDOS PARA VIVIR ETERNAMENTE
33
de televisión, y también las radioemisoras amigas de diferentes
países y de aquí de Puerto Rico, y los canales de televisión
también de otros países.
Ha sido para mí un privilegio muy grande estar con ustedes
en esta ocasión. Les deseo una feliz navidad y un próspero año
nuevo 1996. Y de parte también de mi esposa y de mi hija
América, de mi esposa Erica y de mi hija América, y también de
parte de la congregación de La Carpa en Cayey, Puerto Rico.
Que las bendiciones de Jesucristo, el Angel del Pacto, sean
sobre todos ustedes en estas navidades, y por toda la eternidad.
Pasen todos unas navidades felices con la bendición de Jesucristo.
Muchas gracias por vuestra amable atención y pasen todos
muy buenas noches. Que Dios les continúe bendiciendo a todos.
“NACIDOS PARA VIVIR ETERNAMENTE.”
(El hermano William sigue hablando fuera del aire:)
Ya estamos fuera de la transmisión vía satélite.
Para el domingo estaremos, como de costumbre, en las
actividades normales que siempre tenemos los domingos; y
dejaremos la noche libre, no tendremos actividad, para que
compartan con su familia. Ya es el... ¿A cómo estaremos el
domingo? 24 de diciembre. No sé qué programa tendrían acá,
vamos a ver primero. ¿Para el domingo en la noche, Félix, tenían
algo preparado? Entonces para el domingo en la noche vamos a
dejar para que compartan con su familia, estén tranquilitos con su
familia. Y los que tengan antena parabólica o cable, si se
transmite a través de cable (veremos a ver, ya se lo anunciaremos
el mismo domingo); y podrán ver la transmisión, y así estarán
tranquilitos en sus hogares. Pero recuerden: Cualquier cambio, el
domingo en la mañana se lo diremos, si en algún momento se
prepara alguna actividad para la noche; hasta el momento no la
hay.
Recuerden: El domingo, amanecer lunes, recuerden que es la
fecha de la partida de nuestro hermano Branham. El 24 de
diciembre es la víspera de navidad. Y nuestro hermano Branham
partió en la madrugada de la víspera de la Pascua, o sea, diríamos
34
WILLIAM SOTO SANTIAGO
el domingo a las 5 y algo de la mañana, 5:49, más o menos,
partió nuestro hermano Branham, un 24 de diciembre.
Recuerden que es un día muy importante; no porque es el día
de nochebuena, porque el día del nacimiento de Cristo fue en otra
fecha, fue en primavera, fue por ahí por el mes de abril, pero lo
movieron para el mes de diciembre. Pero en el mes de diciembre
lo que se celebraba para ese tiempo era el nacimiento del sol, o
del dios sol; era la fecha de una adoración pagana. Y cuando el
cristianismo se mezcló con el paganismo, y el paganismo con el
cristianismo, al paganismo y las cosas del paganismo, le pusieron
nombres cristianos; y el cristianismo ahí obtuvo fiestas y cosas y
dioses paganos, y le cambió el nombre, y le dio nombres
cristianos. Y por eso es que encontramos todas esas cosas, todas
cambiadas, y colocan el nacimiento de Cristo para la fecha que
no es.
Pero si ustedes cuentan la fecha en que todo eso sucedió,
mire, aquí está en San Lucas. Ya hemos terminado la
transmisión.
San Lucas, capítulo 1, verso 26 en adelante, dice:
“Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una
ciudad de Galilea, llamada Nazaret,
a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de
la casa de David; y el nombre de la virgen era María.”
¿En qué mes fue enviado? En el sexto mes. Y seis meses más,
sería el mes 12; pero Cristo no nació de seis meses. Solamente
cuando el parto no es normal es que se menciona que nació de
siete meses o de ocho meses; pero cuando el parto es normal,
pues se dice que nació. Y Cristo al ser por el Espíritu Santo
creado, creada una célula de vida en el vientre de María, en el
mes sexto; nueve meses después, sería el mes tercero del próximo
año; y el mes tercero del próximo año, entonces uno lo tiene que
buscar en la Escritura.
Así que podemos ver todas estas cosas, y podemos ver que
conforme a la Escritura, el Mesías nació en primavera. Y no
había nieve en ese tiempo: los pastores estaban en el campo.
Ahora, en el mes de diciembre está en los campos de allá de
NACIDOS PARA VIVIR ETERNAMENTE
35
Judea haciendo mucho frío, y las ovejas están guardadas en los
apriscos, y los pastores calentándose en sus casas o en los lugares
cerca de los apriscos, si tienen alguna casita ahí para llevarle el
alimento a las ovejas, al lugar donde ellas están en el corral, en el
aprisco.
Bueno, pero por eso no vamos a discutir ni vamos a formar
un problema, sino que esto lo sabemos para nuestro
entendimiento acerca del nacimiento de nuestro amado Señor
Jesucristo.
Ahora, una cosa sobresaliente es que para la fecha que
celebraba el pueblo hebreo la Pascua, y el día antes de la Pascua
mataban al cordero pascual. Cristo murió el día antes de la
Pascua, o sea, la víspera de la Pascua. Y ahora, la partida de
nuestro amado hermano Branham vino a ser en la víspera de
navidad; el día de nochebuena en la mañana, que es la víspera de
navidad, todo el día 24, desde la mañana y por la noche, según
los gentiles. Y encontramos que eso fue un hecho muy
sobresaliente, para el cual en algún momento habrá una
explicación del porqué partió un día tan importante para los
gentiles como es la víspera de navidad y luego la navidad.
Cuando tenga la información sobre eso, se las daré; cuando
la reciba de parte de Dios. Así que la vamos a dejar quietecita
ahí. No me arriesgo yo por mi propia cuenta decir nada, sino que
la dejo ahí quietecita, hasta que Dios me diga lo que eso significa;
porque ese es el día que celebran también como el día del sol.
Así que vamos a dejar eso quietecito ahí para ver más
adelante en algún momento, qué es lo que eso significa en el
Programa de Dios. Porque Cristo es nuestro Sol, Cristo es el Sol
de Justicia. Y Cristo se levantaría en el Día Postrero como el Sol
de Justicia en un nuevo Día dispensacional. Y allá, el día de la
resurrección, el que había muerto en la víspera de la Pascua,
pasada la Pascua, se levantó el domingo de Resurrección; se
levantó victorioso en la mañana de ese domingo, a la salida del
sol, salió Jesucristo, el Sol de Justicia.
Bueno, yo creo que Dios nos va a dar en algún momento
algo; y no sé si ya parte se ha cumplido y alguna parte falta por
36
WILLIAM SOTO SANTIAGO
ser cumplida. Porque hemos entrado a una nueva dispensación.
Con la partida de nuestro hermano Branham finalizó la
séptima edad, Dios finalizó un sinnúmero de cosas: La luz de la
séptima edad, la última luz, se apagó; y encontramos que volvería
a salir la luz, que es Cristo, nuevamente; Su ministerio sería visto
nuevamente; y también el ministerio de Elías; y el ministerio que
solamente se había visto una sola vez, el de Moisés, se vería
también en un nuevo Día dispensacional.
Así que estamos viviendo nosotros en un tiempo en que en
una nueva dispensación ha surgido, ha resucitado, el ministerio
de Cristo, el ministerio de Moisés por segunda vez, y el
ministerio de Elías por quinta vez. Y eso es el nacimiento del Sol
trayendo salud en Sus alas, para los escogidos de Dios.
Vamos a dejar eso quietecito, porque ya veo que está muy
ligado todo lo que sucedió con la partida de nuestro hermano
Branham, con lo que estaría sucediendo, y luego cómo surgiría
nuevamente el ministerio de Elías, el ministerio de Cristo, y
luego el ministerio de Moisés.
Así que yo creo que ya esta noche podré yo obtener un poco
más de información. La que vino, se la di a ustedes ya, para que
El me dé más, porque hay mucho ahí para todos nosotros.
Bueno, estamos nosotros viviendo en un tiempo muy
importante, y tenemos que estar a la expectativa.
La partida de Jesús tomó a todo el mundo de sorpresa, aunque
El les había dicho que tenía que irse, que lo iban a matar. La
partida de nuestro Branham tomó también a todo el mundo de
sorpresa. La resurrección de Cristo tomó también a todo el
mundo de sorpresa. La resurrección espiritual del ministerio de
Elías, del ministerio de Moisés y del ministerio de Cristo,
también ha estado tomando de sorpresa a todas las personas.
Pero El nos ha estado abriendo los ojos para ver y entender lo
que está sucediendo en Su Programa. Nos ha llamado, nos ha
despertado, para que veamos en un nuevo Día dispensacional, en
la cuarta vigilia de ese nuevo Día, lo que está sucediendo: una
resurrección ministerial del ministerio de Elías, del de Moisés y
el de Cristo, en el Día Postrero, en el Día del Señor. Y Su Voz,
NACIDOS PARA VIVIR ETERNAMENTE
37
la Trompeta final, la Gran Voz de Trompeta, sonando en este Día
Postrero.
Bueno, todas esas cosas están ligadas, se entrelazan unas con
otras.
Ahora, estén con sus corazones conectados a Dios, con sus
almas bien unidas a Dios. Cuídense en estos días mucho.
Recuerden que esas fiestas son fiestas paganas, que fueron
introducidas al cristianismo. Cuídense bien, y que su corazón no
esté contaminado, creyendo algo equivocado.
No quiero decir que si nos traen un pastel por ahí, no nos lo
vamos a comer (comida típica puertorriqueña - Ed); porque los
ídolos son nada, y todas esas cosas son tonterías. Y oramos a
Dios, damos gracias a Dios, y comemos con acciones de gracias.
Si hay pasteles, nos los comemos, si hay arroz, nos lo comemos.
Ahora, si hay un hermano que tropieza por eso, ya entonces
nos cuidamos, como dice San Pablo: “no haciendo tropezar a
nuestros hermanos.” Pero nosotros tenemos una conciencia libre;
y cuando comemos, no lo hacemos celebrando alguna cosa, así
pensando que estamos celebrando el nacimiento de Cristo,
cuando en realidad no nació en esa fecha; sino que estamos
celebrando que hay comida para comer en este tiempo. Y
sabiendo que viene un tiempo en que no habrá comida, pues
celebramos de que tenemos comida en abundancia en este
tiempo; y celebramos que tenemos la familia, nos juntamos con
la familia, comemos, disfrutamos unos momentitos de ese
compañerismo familiar, en el cual también le podemos dar alguna
literatura y los podemos invitar para estar en las actividades; para
que así escuchen la Palabra de Dios y puedan entrar a la vida
eterna también.
Porque hemos orado por nuestros familiares, y de alguna
forma Dios los colocará en Su Programa. No importa que no
estén en la sección del Libro de la Vida del Cordero, donde están
ahí los Primogénitos de Dios, que son los elegidos de Dios, que
son los únicos que tienen ese privilegio; pero también es un
privilegio estar escrito en la otra sección, que es esa sección
llamada del Libro de la Vida, porque tienen oportunidad y
38
WILLIAM SOTO SANTIAGO
derecho para vivir eternamente, si conectan su alma, su vida, con
Cristo, en el tiempo en que viven.
Bueno, continuaremos trabajando para beneficio también de
todas las demás personas, estén o no estén en la sección del Libro
de la Vida del Cordero. Nosotros los amamos a todos y nuestra
satisfacción es ver que más personas entrarán a la vida eterna con
el trabajo que nosotros llevemos a cabo en la Obra de Cristo.
¡Mientras menos se pierdan, mucho mejor!
No somos de los que pensamos: “¡Qué me importa allá fulano
de tal!” No. A nosotros sí nos importa, los amamos, y queremos
la vida eterna para ellos también; para toda persona o todo ser
humano que vive en esta Tierra. Y por eso trabajamos sin cesar
en la Obra de nuestro amado Señor Jesucristo, en nuestra edad,
la Edad del Amor Divino; y con amor divino trabajamos en Su
Obra.
Se nos abrieron las puertas para trabajar por televisión, por la
radio, por los satélites; y hay miles o millones de personas viendo
y escuchando esas transmisiones, los cuales están recibiendo una
oportunidad de vida eterna. Y esa labor la están llevando a cabo
ustedes, aquí en Puerto Rico, y todos nuestros amados hermanos
de los diferentes países de la América Latina y del Caribe,
sosteniendo todo este trabajo.
Algunos de ustedes no pueden ir personalmente, pero con lo
que ustedes hacen en la Obra y con lo que ayudan, se lleva a cabo
la labor; y los que tienen que ir personalmente, van. Y así se lleva
a cabo toda la labor y todos participan, y todos recibirán sus
galardones, aunque no hayan ido personalmente, pero han estado
sosteniendo esa labor.
Ahora nos ha tocado a nosotros en Puerto Rico el privilegio,
no una carga, sino es un privilegio. Nos ha tocado el privilegio de
los gastos del satélite, para tenerlos ya listos para este mes de
diciembre, porque ya a principios del próximo año, en uno de los
meses, nos toca a nosotros el pago; y queremos tener ya para este
mes todo listo, para que Miguel lo tenga ya listo y esté
tranquilito. Y no le pase como le pasó el mes pasado, que estaba
muy preocupado y tuvo que viajar de Brasil sin todavía terminar
NACIDOS PARA VIVIR ETERNAMENTE
39
el recorrido. Yo continué el recorrido solo; pero él tuvo que venir
a Puerto Rico y a otros lugares, porque no estaba todo completo.
Y nunca hemos quedado mal, y él no quiere quedar mal en este
compromiso. Y solamente cada día que se atrase el pago,
significan $700 dólares que hay que pagar adicional; o sea, como
una multa. Y con una multa así, pues... En una semana que se
atrase, son como $5,000 dólares más o menos; o sea, que uno no
se puede atrasar en esos pagos; y nunca nos hemos atrasado, y
tenemos un buen récord en la compañía.
Así que habíamos quedado con Miguel, que íbamos a tener
todo listo ya para el mes de diciembre. Y tenemos el privilegio de
hacerlo, y tenemos el privilegio así de almacenar tesoros ¿dónde?
en el Cielo. Ese es el lugar perfecto para almacenar nuestro
tesoro. Cualquier otro lugar es peligroso.
En el Cielo es de donde Cristo dijo: “Haceos tesoros en el
cielo, donde no minan ladrones que le pueden llevar el dinero,
quitándoselo a la fuerza o en una forma astuta, y en donde no hay
orín, ni hay polilla que se lo dañen.” En donde no se devalúa,
sino que cada día aumenta más el valor de lo que usted coloca
allí.
Porque todo lo que usted coloca en el Reino de Dios, tanto su
labor personal como también en lo económico, entra en el
Programa divino que se está llevando a cabo en Su Obra aquí en
la Tierra; y todo lo que produce ese Programa, esa labor,
encontramos que algo usted hizo para que fuera posible todo ese
trabajo. Así que toda la labor que es llevada a cabo, luego será
contada a favor de todos los que trabajaron en la Obra de Dios.
Yo les he dicho que nosotros tenemos en el Día Postrero el
privilegio más grande de ser las personas que obtengan los
galardones más grandes que han de ser obtenidos allá en la Cena
de las Bodas del Cordero, donde Cristo los estará repartiendo. Y
aunque no trabajamos esperando o pidiéndole a Dios que nos dé
un galardón, Cristo en Su Palabra, Dios en Su Palabra, nos dice
que nuestro trabajo no es en vano; y que el que siega, o sea, que
el que cosecha, recibe su paga.
Así que es Cristo el que ha dicho que ha de pagar a cada uno
40
WILLIAM SOTO SANTIAGO
conforme a como sea su obra; y por eso su obra debe ser hecha
de todo corazón, con amor divino. No sintiéndose obligado o
porque alguien lo obligue, sino porque desea hacerlo de todo
corazón; y así está sirviendo a Dios con todo su corazón, con toda
su mente, con todo su espíritu y con todas sus fuerzas, aquí en la
Tierra, en este Día Postrero.
Así que podemos continuar en estos días entregándole a Oscar
Cardona la parte que deseamos para ser colocada en esa obra del
satélite; y si no, pues, pueden también hacerlo echando el
sobrecito en el lugar donde se echa, y especificando para lo que
es. Y así será apartado para esa labor. Si hay sobrecitos que digan
para el satélite, entonces tomen uno de esos sobrecitos y ahí lo
colocan, y marcan bien claro que es para la obra del satélite, y así
pues, entrará en esa labor del Reino de Dios.
Lo que ya colocamos en la Obra del Reino de Dios, ya eso
queda ya dentro del Reino de Dios para toda la eternidad; porque
el beneficio de eso después lo recibiremos cuando ya estemos
transformados.
Bueno, esto se los digo para que ahora, cuando venga Miguel,
el cual viene durante esta semana ahora próxima, llega del 26 al
28, ya le tengamos todo a Miguel, para que él esté tranquilito y
pueda continuar trabajando. Y nosotros, pues, luego de eso,
podremos también estar trabajando en otras labores, y tener
entonces más facilidades económicas para trabajar en todas las
demás labores de la Obra de Dios.
Bueno, eso era todo en cuanto al anuncio del satélite, ya que
Miguel, pues, no estaba para hacerlo; entonces ya le hice el
anuncio por Miguel, para que así, pues, tomemos en cuenta esta
partecita en estos días.
Bueno, para el sábado no hay actividades, ¿verdad? Vamos a
dejarlo así. Y ya el domingo en la mañana, si hay algún cambio,
o si hay alguna actividad adicional que tengamos que hacer en la
noche para algún grupo o para todos, se lo estaremos diciendo el
domingo. Mientras tanto, solamente tendremos la de la mañana
y la de la tarde.
Que Dios les continúe bendiciendo a todos, que Dios les
NACIDOS PARA VIVIR ETERNAMENTE
41
guarde. Muchas gracias por vuestra amable atención, y por favor
oren por mí, porque ya con lo que estuve viendo de la partida de
nuestro hermano Branham el 24 de diciembre, la víspera de
navidad, lo que estuve hablando, ya veo que hay bastante ahí para
nosotros. Y si Dios me da en esta noche sobre todas esas cosas,
ya entonces el domingo estaré incluyendo en la conferencia lo
que El me dé con relación a eso, lo que nosotros necesitemos
saber acerca de porqué partió en víspera de navidad.
Bueno, recuerden que es un día en el cual recordamos la
partida de nuestro hermano Branham; y es un día y una noche en
que tenemos que cuidarnos, y evitar también cualquier bebida
alcohólica y cosas, ya que eso más bien le hace daño al cuerpo y
a la mente también; y hace que la persona se salga de su lugar.
El Angel le dijo a nuestro hermano Branham: “ni fumes, ni
bebas, ni tomes bebida alcohólica, ni contamines tu cuerpo con
mujeres.”
Así que cuídense de esas cosas que el Angel le dijo a nuestro
hermano Branham; también se lo dijo a Zacarías, padre del
profeta Juan el Bautista; y así por el estilo podemos ver que San
Pablo también nos enseña que nos cuidemos de esas cosas, y
nuestro hermano Branham también. Y yo les recomiendo lo
mismo: no me puedo salir de la Escritura.
Bueno, que Dios les bendiga, que Dios les guarde. Muchas
gracias por vuestra amable atención, y por vuestra paciencia. Ya
habíamos terminado la transmisión, pero estas cositas, pues, son
más bien para nosotros acá, la Familia de Dios que está aquí en
Puerto Rico, para así cuidarnos en estos días, y pasar unos días
bonitos sirviéndole a Dios.
Que Dios les bendiga, que Dios les guarde, y buenas noches
para todos.
(Ah! Mis suegros, los padres de Erica... Ellos están por aquí.
Si levantan la mano, para los que no les habían visto en el
principio. Son bienvenidos aquí a Puerto Rico, y principalmente
aquí a Cayey, Puerto Rico. También está la hermana de Erica con
su niñita, Oralia puede levantar su mano. Y les deseo que pasen
unos días felices, llenos de las bendiciones de Dios, aquí en
42
Puerto Rico.)
WILLIAM SOTO SANTIAGO
HA NACIDO EL
REY DE LOS JUDIOS
EN LA CASA DE DAVID
HA NACIDO EL REY DE LOS JUDÍOS EN...
HA NACIDO
EL REY DE LOS JUDIOS
EN LA CASA DE DAVID
Por William Soto Santiago
24 de diciembre de 1995
Cayey, Puerto Rico
uy buenos días, amados amigos y hermanos presentes, y
televidentes por Galaxy VII, canal 11, y PanAmSat, y
M
también por Cable BuenaVisión y demás canales de televisión en
Puerto Rico y demás países. Que las bendiciones de Jesucristo, el
Angel del Pacto, sean sobre cada uno de ustedes y sobre mí
también.
En esta ocasión quiero desearles a todos una feliz navidad y
un próspero año nuevo 1996; y que las bendiciones de Jesucristo,
el Angel del Pacto, sean sobre cada uno de ustedes, y se
materialicen en cada uno de ustedes y en mí también Sus
bendiciones prometidas para el Día Postrero a Su Iglesia.
En esta ocasión quiero leer en San Mateo, capítulo 2, verso 1
en adelante, y dice de la siguiente manera:
“Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey
Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos,
diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido?
Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a
adorarle.
Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él.
Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas
del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo.
Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito
por el profeta:
Y tú, Belén, de la tierra de Judá, No eres la más pequeña
entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador, Que
apacentará a mi pueblo Israel.”
Esto fue de acuerdo a la profecía dada por Dios a través del
47
profeta Miqueas, en el capítulo 5 y verso 2.
Nuestro tema para esta ocasión es: “HA NACIDO EL REY
DE LOS JUDIOS EN LA CASA DE DAVID.”
Conforme a la profecía divina, en la casa de David, o sea, en
la familia de David y en la ciudad de David, tenía que nacer el
Mesías en Su Primera Venida. Y conforme a esta profecía,
encontramos que el Mesías apareció; y se cumplió la promesa de
la Venida del Mesías en esa forma tan sencilla de un niño
naciendo de una joven virgen, conforme a como había dicho el
profeta Isaías en el capítulo 7 y verso 14, donde decía:
“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la
virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre
Emanuel (que traducido es: Dios con nosotros).” Y cuando le fue
puesto el nombre, el nombre fue: Jesús. Era Emanuel, Dios con
nosotros.
Ahora, la Señal de la Venida del Mesías, del nacimiento del
Mesías, apareció en el cielo. Los magos, que eran estudiosos de
los astros y que sabían leer en el cielo, en los astros, pues
conocían la astrología, sabían leer en los astros, en el zodíaco, las
cosas que acontecerían en la Tierra; y sabían que esa era la
primera Biblia, y que todo lo que está escrito en esta Biblia (el
hermano William señala la Biblia que tiene en la mano - Ed), está
escrito allá, fue escrito primeramente allá en la Biblia del Cielo.
Encontramos que ellos estaban viendo la Señal de la Venida,
del nacimiento del Mesías, en el Cielo, estaban viendo esa estrella
en el Cielo; y salieron hacia la tierra de Israel, porque era el
pueblo hebreo el que tenía la promesa de la Venida del Mesías,
tenía la promesa del nacimiento del Rey de Israel. Y antes del
nacimiento del Rey de Israel en la Tierra, la estrella, la Señal del
Mesías, estaría siendo vista; y para ese tiempo el Mesías tenía que
nacer.
Ahora, en el Antiguo Testamento también decía la Escritura:
“De Jacob saldrá una estrella.” Esa estrella es el Mesías en Su
Venida.
Ahora, estos magos conocían esas profecías, pero ellos no se
habían dado cuenta de la profecía de Miqueas, capítulo 5, verso
48
WILLIAM SOTO SANTIAGO
2, que aún identificaba la ciudad donde el Mesías tenía que nacer
y de la descendencia que sería el Mesías: Vendría por la línea,
por la casa, por la familia, de David; pues a David había sido
hecha la promesa de que no faltaría uno que se sentara en su
trono. Y esa es una promesa mesiánica.
El rey Salomón tipificó a Cristo en Su Venida como Rey; así
como también lo tipificó el rey David. Ahora, Salomón, como
hijo de David, fue tipo y figura de Cristo como Hijo de David, o
sea, como un descendiente de la casa, de la familia, de David; el
cual, conforme a lo dicho por el arcángel Gabriel, se sentará en
el Trono de David.
Dice la Escritura en San Lucas, capítulo 1, cuando le apareció
el arcángel Gabriel a la virgen María. Dice (1:26):
“Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una
ciudad de Galilea, llamada Nazaret,
a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de
la casa de David...”
O sea, José era de la casa de David, de la familia de David.
José era un príncipe, aunque era pobre, pero era un príncipe, un
descendiente del rey David. Sigue diciendo:
“...y el nombre de la virgen era María.”
María también era descendiente de la familia de David. Era
de la casa de David.
“Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy
favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.
Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba
qué salutación sería esta.
Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has
hallado gracia delante de Dios.
Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y
llamarás su nombre JESUS.
Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor
Dios le dará el trono de David su padre;
y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no
tendrá fin.
Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no
HA NACIDO EL REY DE LOS JUDÍOS EN...
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conozco varón.
Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá
sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo
cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de
Dios.”
Ahora, aquí podemos ver lo que el arcángel Gabriel le dijo a
María. María siendo una descendiente de la familia del rey
David, o sea, que era ella una princesa, aunque era pobre (pues la
situación económica no le quita nada a lo que la persona es
delante de Dios).
Ahora, aquí le es dicho a ella que va a tener un hijo y su
nombre va a ser Jesús. Jesús significa Redentor o Salvador.
Jehová Salva, Jehová Redentor o Salvador.
Ahora, le dice que este niño que ha de nacer será hijo del
Altísimo, y Dios le dará el Trono de David, Su Padre, y reinará
sobre la casa de Jacob para siempre, y Su Reino no tendrá fin.
Ahora, miren una promesa tan grande y algo tan grande como
está aquí en la Escritura, vino en una forma tan sencilla que las
personas que estaban esperando esta bendición tan grande: la
Venida del Rey de Israel, del Rey de los Judíos, cuando sucedió,
ni se dieron cuenta de lo que había sucedido, ni se dieron cuenta
de la estrella que era la Señal del nacimiento del Mesías.
Y unos magos hebreos, pero que vivían allá en el Oriente;
habían sido, estos magos, descendientes de los hebreos que
habían sido llevados cautivos a Babilonia. Ahora, aquí ellos
siendo conocedores de las profecías mesiánicas, y teniendo las
Escrituras, las profecías del profeta Daniel, el cual vivió también
en Babilonia; encontramos que estos magos estaban esperando la
Venida del Rey de Israel, la Venida del Mesías. Y llegaron a
Jerusalén buscando al Mesías y diciendo: “¿Dónde está el Rey de
los Judíos que ha nacido? Porque Su estrella hemos visto en el
Oriente.”
Ahora, estos magos sabían que el Mesías tenía que nacer en
Israel. Ahora, estos magos no se dieron cuenta de la Escritura, o
no la tenían a la mano, o no se habían dado cuenta que había una
Escritura que decía la ciudad donde tenía que nacer el Mesías; o
50
WILLIAM SOTO SANTIAGO
si la conocían pensaron que el Mesías ya estaba en Jerusalén, en
el templo; porque también el profeta Malaquías, conforme a lo
que Dios le reveló, en el capítulo 3 y verso 1 en adelante, dice:
“He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el
camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor
a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis
vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.”
Ahora, ellos pensaron que como aquí el profeta Malaquías
decía que vendría a Su Templo el Señor, pues ya tenía que estar
en el templo, allá en Jerusalén. Pero todavía encontramos que no
había comenzado Su ministerio; y si había venido ya al templo en
esos días, había sido cuando llevaba ya pocos días de haber
nacido: ahora, esto fue cuando Simeón y Ana lo tomaron y
hablaron acerca de El, diciendo que era la Consolación de Israel,
que era la Salvación de Dios para ser manifestada a Israel y a los
gentiles.
Ahora, el niño Jesús había nacido en Belén de Judea. ¿Y por
qué no podía nacer en otro lugar? ¿Por qué no nació en Nazaret?
Pues allí vivía María y también José. Pero por cuanto Dios había
dicho que tenía que ser en Belén de Judea de donde saldría el
Mesías, el Redentor, el Rey de Israel, el que gobernaría al pueblo
hebreo, el Guiador y el que apacentaría al pueblo de Israel, de ahí
saldría ese Príncipe, no podía cumplirse esa profecía en otra
ciudad; tenía que ser en Belén, que significa “la Casa del Pan de
Dios.”
Y Cristo, siendo el Pan vivo que descendió del Cielo, tenía
que nacer en la Casa del Pan de Dios. Luego Cristo decía: “Yo
soy el Pan vivo que he descendido del Cielo, no para hacer mi
voluntad, sino la del que me envió. Y el que come de este pan,
vivirá eternamente.” El tenía que nacer en la “Casa del Pan de
Dios,” que es Belén.
Ahora, miren cómo se cumplió todo este Programa profético
mostrado en las Escrituras, lo cual estuvo en la mente de Dios
antes de estar escrito aquí en la Biblia. Y antes de estar escrito
aquí en la Biblia, estuvo mostrado en el cielo; y por esa causa
encontramos que en el zodíaco uno de los signos es el signo de la
HA NACIDO EL REY DE LOS JUDÍOS EN...
51
virgen.
Ahora, encontramos que todas estas cosas que están habladas
en la Escritura, estas profecías, estaban en la mente de Dios antes
de la fundación del mundo; y ahora fueron habladas para que así
las personas sepan las cosas que Dios haría. “Porque no hará nada
el Señor Jehová, sin que antes revele sus secretos a sus siervos los
profetas,” nos dice el profeta Amós en el capítulo 3 y verso 7. Y
cuando Dios ha de hacer algo, ya El lo ha hablado por medio de
Sus profetas; o sea, que ya está hablado y tiene que ser
materializado; porque como Dios ha dicho, así El hará.
El mismo Cristo dijo: “Los cielos y la tierra pasarán, mas mi
palabra no pasará.” O sea, que se tiene que cumplir.
También Dios dijo por el profeta Isaías, en el capítulo 55, nos
dijo de la siguiente manera en el verso... vamos a ver... del verso
8 en adelante, dice:
“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni
vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis
caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más
que vuestros pensamientos.
Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no
vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y
producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come,
así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí
vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en
aquello para que la envié.”
Aquí podemos ver que lo que Dios ha prometido, tiene que
ser cumplido. No regresa esa Palabra a Dios vacía. Esa Palabra,
cuando llega el tiempo para ser cumplida, tiene que ser cumplida;
no regresa a Dios esa Palabra sin ser cumplida, sino tiene que ser
cumplida en lo que dijo para ese tiempo.
Ahora, la Primera Venida del Mesías, una promesa mesiánica
dada al pueblo hebreo, fue cumplida en la persona de Jesús de
Nazaret. Se le dice Jesús de Nazaret porque se crió en Nazaret,
pero tendría que ser Jesús de Belén de Judea, Jesús de la casa, de
la familia, de David.
52
WILLIAM SOTO SANTIAGO
Por esa causa, Jesús, al nacer en Belén de Judea y también al
venir por medio de la virgen María, que es una descendiente
directa del rey David, de la casa de David, tiene el derecho a
tomar el Trono de David. El Padre celestial le dará el Trono de
David y reinará sobre el Trono de David por mil años y luego por
toda la eternidad sobre la casa de Israel y sobre todas las
naciones.
Ahora podemos ver el porqué encontramos en la Escritura a
Cristo como el Hijo de David. Cristo mismo en el libro del
Apocalipsis nos habla acerca de El y nos dice en el capítulo 22,
verso 16, de la siguiente manera:
“Yo soy la raíz y el linaje de David.”
Aquí encontramos que Cristo se presenta como del linaje de
David. También en Apocalipsis, capítulo 3, verso 7, nos dice:
“Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de
David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre.”
Aquí lo tenemos nuevamente ligado directamente al rey
David, como el renuevo que dice Dios por medio del profeta
Isaías, que Dios levantaría de la casa, o sea, de la descendencia de
David. En el capítulo 11, verso 1, del profeta Isaías, dice:
“Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de
sus raíces.
Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de
sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder,
espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.”
Aquí encontramos que de la casa de David, de la familia de
David, del tronco de David, saldrá un vástago. Y ese vástago, ese
hijo que saldrá, directo de las raíces de David, de la familia de
David, de la descendencia de Isaí, será aquel sobre el cual
reposará el Espíritu de Jehová. Y por esa causa encontramos que
Cristo cuando comenzó Su ministerio tomó la profecía de Isaías,
capítulo 61, y leyendo ese pasaje (leyéndolo en San Lucas,
capítulo 4), nos dice que ese pasaje hasta la mitad del verso 2 está
cumplido en El. Dice, capítulo 4, verso 14 en adelante, de San
Lucas:
“Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se
HA NACIDO EL REY DE LOS JUDÍOS EN...
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difundió su fama por toda la tierra de alrededor.
Y enseñaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado por
todos.
Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo
entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a
leer.
Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el
libro, halló el lugar donde estaba escrito:
El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido
para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a
los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos;
A predicar el año agradable del Señor.
Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos
de todos en la sinagoga estaban fijos en él.
Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura
delante de vosotros.”
¿Qué les está diciendo ahí? Que El es este hombre ungido con
el Espíritu de Jehová, con el Espíritu Santo, para cumplir el
Espíritu Santo a través de El estas promesas que están aquí en el
capítulo 61 de Isaías.
Ahora, El se detuvo a la mitad del verso 2, porque el resto de
ese verso decía: “y el día de venganza del Dios nuestro.” Y eso
corresponde a la Segunda Venida de Cristo, corresponde al fin
del siglo, al fin del tiempo, al fin del mundo y al Día Postrero, en
donde el Espíritu Santo, el Espíritu de Jehová, el Espíritu del
Señor, vendrá nuevamente sobre un hombre y esta otra parte de
este capítulo será cumplida.
O sea, que nuevamente el Espíritu de Jehová, el Espíritu
Santo, estará manifestado en la Tierra en carne humana en el Día
Postrero, como fue mostrado también en Apocalipsis, capítulo
19. Nuevamente el Verbo estará en la Tierra, nuevamente el
Espíritu Santo estará manifestado en carne humana en el Día
Postrero.
Ahora, nos dice San Juan, en el capítulo 1, verso 1 en
adelante, hablándonos acerca del Verbo, nos dice de la siguiente
54
WILLIAM SOTO SANTIAGO
manera, y quiero leer este pasaje:
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el
Verbo era Dios.
Este era en el principio con Dios.
Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que
ha sido hecho, fue hecho.”
O sea, que toda la Creación fue realizada por el Verbo, que
era con Dios en el principio y era Dios. Era el mismo Dios en Su
cuerpo teofánico, era el mismo Dios en ese cuerpo teofánico, en
esa Teofanía, en ese cuerpo que es parecido al cuerpo de los seres
humanos; y desde ese cuerpo teofánico de la sexta dimensión,
Dios llevó a cabo toda la Creación. Pero lo primero que Dios creó
fue Su propio cuerpo teofánico.
Ese cuerpo teofánico es llamado el Verbo de Dios, el Logos
que salió de Dios; esa Creación divina que salió de Dios, en
donde Dios habitó y desde donde Dios llevó a cabo toda la
Creación.
En palabras más claras, lo primero que fue creado por Dios,
lo primero que salió de Dios, fue un hombre de la sexta
dimensión; y ese hombre era en el principio con Dios, o sea, en
el comienzo de la Creación fue lo primero que Dios creó. Era en
el principio con Dios y era Dios. Este era en el principio con
Dios, y El era Dios, el Verbo. Era llamado el Verbo, el Logos.
Y encontramos que ese es el Programa divino de la Creación
para vida eterna. Todo lo que está en la mente de Dios, en el
original, todo lo que está en el Programa original de Dios, en Su
Programa original de Creación, encontramos que por medio del
Verbo, de ese hombre de la sexta dimensión donde estaba Dios
y era Dios, encontramos que a El le toca, y desde ese cuerpo, le
toca a Dios llevar a cabo toda la Creación original que El tuvo en
Su mente.
Y ahora, miren lo que sigue diciendo: “En él estaba la
vida...”
Están buscando el origen de la vida, y miren dónde está el
origen de la vida: “En él estaba la vida, y la vida era la luz de los
hombres.”
HA NACIDO EL REY DE LOS JUDÍOS EN...
55
No hay luz para el ser humano, excepto por medio del Verbo,
de la Palabra.
“La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no
prevalecieron contra ella.
Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan
(Juan el Bautista).
Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la
luz.”
O sea, para que diese testimonio del Verbo, para que diese
testimonio del Logos, para que diese testimonio de Dios en Su
cuerpo teofánico, para que diese testimonio de ese hombre de la
sexta dimensión que vendría a esta dimensión de los seres
humanos para el tiempo del ministerio de Juan el Bautista. Dice
la Escritura hablando de Juan:
“Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la
luz, a fin de que todos creyesen por él (todos creyesen ¿en quién?
En la Luz que vendría a este mundo. En la Luz, el Verbo, Dios,
que vendría a este mundo).
No era él la luz (Juan no era la Luz), sino para que diese
testimonio de la luz (o sea, de otro que vendría después de él, el
cual sería la Luz del mundo, sería la luz de todo ser humano).
Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a
este mundo.
En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el
mundo no le conoció.
A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.”
Ahora, miren ustedes cómo Juan dice o cómo dice de Juan
que Juan vino para dar testimonio de la Luz, “aquella Luz
verdadera que alumbra a todo hombre, la cual vendría a este
mundo.” Y cuando vino, El dijo: “Yo soy la luz del mundo, y el
que me sigue no andará en tinieblas, mas tendrá la luz de la
vida.”
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su
nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de
carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.”
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WILLIAM SOTO SANTIAGO
Son engendrados en ese nuevo nacimiento, del Agua y del
Espíritu, para así nacer de nuevo, nacer en ese cuerpo teofánico,
nacer en esa sexta dimensión, la dimensión de la Teofanía; y así
tener el cuerpo teofánico, así como lo primero que Dios tuvo fue
un cuerpo teofánico. Y toda persona para poder vivir eternamente
tiene que obtener un cuerpo teofánico, para así vivir por toda la
eternidad, luego en un cuerpo físico donde estará también ese
cuerpo teofánico de la sexta dimensión. Ahora, sigue diciendo:
“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y
vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de
gracia y de verdad.”
Ahora miren, cuando el Verbo se hizo carne, lo conocimos
por el nombre de Jesús, el Rey de los Judíos que nació en Belén
de Judea, que nació en la casa de David, en la familia de David
y en la ciudad de David, en Belén de Judea, en la Casa del Pan
de Dios.
Ahora, este evento fue tan grande que el mismo Cielo lo
anunció: la Biblia primera. También la Biblia escrita lo anunció
en el Antiguo Testamento. Luego también los ángeles de Dios
con el arcángel Gabriel lo anunciaron también. Y cuando los
magos llegaron a Belén de Judea encontraron al niño ya en la
casa, en una casa; y ya tenía aproximadamente dos años de edad,
pues la estrella ya llevaba dos años saliendo. O sea, que había
comenzado la estrella a ser vista por estos magos hacía ya dos
años, y todavía se estaba viendo; dos años de la señal de la
Venida del Mesías siendo vista en el Cielo.
¿Y por qué no fueron a Belén de Judea los sacerdotes de
aquel tiempo, los doctores de la Ley, los escribas, los fariseos, y
el Sumo Sacerdote y demás Sumos Sacerdotes anteriores al que
estaba en ese tiempo? Ellos se quedaron en Jerusalén esperando
la llegada del Mesías; pues había una Escritura también que
hablaba acerca del Mesías en Jerusalén, allá en el templo; pero en
cuanto al nacimiento del Mesías tenía que ser en Belén de Judea,
en la casa de David y en la ciudad de David, porque esa es la
Casa del Pan de Dios.
Ahora, este evento tan grande fue ignorado por muchas
HA NACIDO EL REY DE LOS JUDÍOS EN...
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personas. Ni se dieron cuenta de lo que había sucedido en aquel
tiempo. Tuvo su vida aquí en la Tierra de 33 años. Comenzó Su
ministerio a los 29 años y medio, al comienzo de la semana
número setenta de la profecía de Daniel; y a la mitad de esa
semana le fue quitada la vida al Mesías. Fue ofrecido Su cuerpo
en sacrificio vivo por el pecado de todos los hijos de Dios; para
que así todo hijo de Dios tenga un cordero por sus pecados, tenga
un sacrificio por sus pecados, y pueda presentarse ante Dios sin
pecado; porque la Sangre de Jesucristo nos limpia de todo
pecado.
Su sacrificio en la Cruz del Calvario fue tan importante
delante de Dios, que El llevó, El tomó nuestros pecados, los llevó
allí en la Cruz del Calvario y murió por nuestros pecados. Fue la
única forma de hacerse mortal; porque la paga del pecado es
muerte.
Al tomar nuestros pecados se hizo mortal. Murió, pagó la
deuda, pagó el precio de la Redención para nosotros poder
regresar a Dios y regresar a vida eterna con un cuerpo eterno,
obtener un espíritu teofánico eterno creado por Dios. Así como
Dios se creó Su propio cuerpo teofánico, también crearía a Sus
hijos un cuerpo teofánico, el cual es obtenido cuando la persona
nace de nuevo del Agua y del Espíritu. Ahí es donde la persona
recibe vida eterna, la persona recibe ahí esa bendición, la
bendición de la promesa hecha a Abraham, la cual es cumplida
por Cristo a cada uno de los hijos de Abraham. Y ahora,
encontramos que Jesucristo comenzó una nueva Creación.
La Creación allá de Adán, el cual primero vino su alma a la
sexta dimensión, en donde obtuvo un cuerpo teofánico, y luego
fue traído a esta dimensión terrenal, donde obtuvo un cuerpo
hecho, creado, por Dios del polvo de la tierra; y luego recibió
más adelante una compañera, la cual fue tomada de sí mismo.
Encontramos que Adán y Eva cayeron y perdieron los
derechos al Título de Propiedad, el cual regresó a la diestra de
Dios, pues Dios es el Dueño original. El ser humano con ese
Título de Propiedad podía vivir eternamente; pero tenía que
comerse ese Título de Propiedad, eso era comer del árbol de la
58
WILLIAM SOTO SANTIAGO
vida. Cristo es el Arbol de la Vida, y ese Título de Propiedad, que
es Su Palabra, es el fruto de Cristo.
Ahora, encontramos que el ser humano al pecar, perdió todo
derecho a ese Título de Propiedad, perdió los derechos al Arbol
de la Vida; fue sacado del Huerto del Edén para que así no
alargara su mano y comiera del Arbol de la Vida y así viviera
eternamente, pero en una forma caída, en pecado, lo cual no es la
Voluntad de Dios.
Ahora, encontramos que Adán se hizo mortal por causa del
pecado, Eva también; y por consiguiente, toda la descendencia
que vendría después de Adán y Eva serían mortales. Ya no
pasarían por el Paraíso, no pasarían por la sexta dimensión para
tomar un cuerpo teofánico, un espíritu teofánico, sino que
vendrían directamente de Dios a esta Tierra: nacerían en un
cuerpo que vendría a través de un hombre y de una mujer, el cual
sería engendrado por un hombre en una mujer, y de esa mujer
nacería ese cuerpecito donde entraría cada persona que vendría a
este mundo. Y al nacer tomarían un espíritu del mundo, no de la
sexta dimensión, y vivirían en esta Tierra por un lapso de tiempo
el cual Dios ha ido acortando.
En el principio duraron los seres humanos 900 y algo de años.
Por ejemplo, encontramos a Adán que, nos dice la Escritura, que
cuando murió, ya tenía una cantidad de años. Dice en Génesis,
capítulo 5, verso 4 en adelante, dice:
“Y fueron los días de Adán después que engendró a Set,
ochocientos años, y engendró hijos e hijas.
Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta
años; y murió.”
Luego encontramos también a Matusalén, que vivió 969 años;
pero también murió. Luego encontramos a Noé, el cual a los 600
años fue que entró al arca; y vino el diluvio. En la Escritura nos
habla acerca de este hombre de Dios, de este profeta de Dios, el
cual tuvo la revelación divina de las cosas que iban a suceder en
aquel tiempo, y las dio a conocer; y se preparó él y su familia
para escapar del juicio divino que vendría sobre la Tierra; así
como en el Día Postrero estaría sucediendo; pues Cristo dijo:
HA NACIDO EL REY DE LOS JUDÍOS EN...
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“Como fue en los días de Noé, así será en la Venida del Hijo del
Hombre, o el día en que el Hijo del Hombre se manifestará, se
revelará.”
Noé era un profeta dispensacional. Y para el Día Postrero,
para la Venida del Hijo del Hombre, en la Tierra habrá un
Mensajero: el Angel del Señor Jesucristo, que es un Mensajero
dispensacional; el Mensajero de la Dispensación del Reino con el
Mensaje del Evangelio del Reino, el cual estará recibiendo la
revelación divina de parte de Jesucristo, de todas las cosas que
deben suceder pronto: tanto de los juicios divinos que han de
venir sobre la Tierra, como de las bendiciones de Dios. Y tendrá,
recibirá, de parte de Dios, de parte de Jesucristo, la revelación
divina de cómo escapar de los juicios divinos que han de venir
sobre la Tierra; para escapar él y su Familia, o sea, el Cuerpo
Místico de Jesucristo, los elegidos de Dios, los escogidos de Dios,
los Primogénitos de Dios que estarán viviendo en el Día Postrero.
Ahora, encontramos que Noé tenía 600 años cuando vino el
diluvio sobre la Tierra; y después encontramos que continuó
viviendo y murió ya avanzado en edad; bastante avanzado en
edad murió el profeta Noé.
Ahora, este profeta Noé, dice:
“Y vivió Noé después del diluvio trescientos cincuenta años.
Y fueron todos los días de Noé novecientos cincuenta años;
y murió.”
Ahora, por más años que el ser humano haya vivido después
de la caída de Adán y Eva, encontramos que ha muerto. Excepto
Enoc y Elías. Enoc y Elías, ambos fueron raptados para no ver
muerte, ellos fueron cambiados en cuanto a sus cuerpos; y por
eso son tipo y figura de la Iglesia del Señor Jesucristo que en el
Día Postrero estará viva, y será transformada y raptada sin ver
muerte.
Y Moisés, el cual apareció en el Monte de la Transfiguración
con Elías, Moisés murió, pero fue llevado por el arcángel Miguel,
y nadie supo dónde lo sepultó. Pero Moisés en su cuerpo
teofánico fue al Paraíso, y luego en su cuerpo teofánico él
descendió; él estuvo allí en el Monte de la Transfiguración.
60
WILLIAM SOTO SANTIAGO
Ahora, Moisés es tipo y figura de los muertos en Cristo que
resucitarán y estarán presentes en el Día Postrero, conforme a la
promesa divina.
Ahora, viendo que no importa los años que el ser humano
viva en estos cuerpos mortales, siempre ha tenido una sentencia
de muerte luego de la caída. Lo importante es en los años que la
persona tiene de vida reconocer el Programa de Dios, creer en
Jesucristo como su Salvador, y nacer de nuevo del Agua y del
Espíritu para así tener vida eterna, y si muere su cuerpo, tener la
promesa de que resucitará en un nuevo cuerpo y tendrá en ese
cuerpo un espíritu teofánico eterno y vivirá por toda la eternidad.
Para vivir eternamente se requiere el nuevo nacimiento. Y
para ser transformado se requiere el nuevo nacimiento. Y para ser
resucitada la persona en un cuerpo eterno se requiere el nuevo
nacimiento. Porque se requiere que la persona sea parte, sea un
miembro, del Cuerpo Místico del Señor Jesucristo.
Esos son los que han de resucitar en la primera resurrección
de entre los gentiles, conforme a la promesa de Dios. Y luego
resucitarán también, al final de la gran tribulación, 144 mil
hebreos que morirán como mártires durante la gran tribulación;
y así pertenecerán a la primera resurrección también.
Ahora, podemos ver lo importante que es nacer de nuevo
luego de creer en nuestro amado Señor Jesucristo, porque así es
como la persona entra al Cuerpo Místico de Jesucristo, al Cuerpo
Místico del Rey de Israel nacido en la Casa de David, allá en
Belén de Judea. El es el que produce tanto el llamado de Sus
escogidos en cada tiempo, como el nuevo nacimiento de cada
escogido de Dios.
Por medio de cada ángel mensajero de cada edad, Jesucristo
en Espíritu Santo ha estado manifestado, y ha estado llamando y
juntando a Sus escogidos de cada edad, y ha estado produciendo
en ellos el nuevo nacimiento en las edades pasadas. Y así también
es en nuestra edad, la Edad de la Piedra Angular, y en la
Dispensación del Reino, que es la séptima dispensación; pues
Dios dijo por medio del profeta Joel (y lo citó el apóstol San
Pedro, en el capítulo 2 del libro de los Hechos), que Dios
HA NACIDO EL REY DE LOS JUDÍOS EN...
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derramaría de Su Espíritu sobre toda carne en los días postreros.
Y los días postreros son: el quinto milenio, el sexto milenio y el
séptimo milenio; esos son los días postreros. Son días delante de
Dios, que representan para los seres humanos milenios.
Los tres días postreros delante de Dios, para nosotros son los
tres últimos milenios, o sea, el quinto milenio, sexto milenio y
séptimo milenio. Esto es los tres milenios finales de una semana
delante de Dios, una semana de siete mil años (siete mil años para
nosotros), donde El lleva a cabo un Programa para vida eterna de
todos los hijos de Dios.
Ahora, en el final del cuarto milenio nació Jesucristo en Belén
de Judea, en la Casa del Pan de Dios. Algunos piensan que fue
de 4 a 7 años antes de finalizar el cuarto milenio, que el
nacimiento de Cristo fue efectuado.
Si fue 4 años antes de comenzar el quinto milenio, el
ministerio de Cristo comenzó entonces por el año... vamos a
ver... 30 menos 4 son 26, y seis meses, porque era casi de 30
años. O sea que en el año 25 y medio del quinto milenio,
comenzó Jesús Su ministerio; si nació 4 años antes de comenzar
el quinto milenio.
Pero si nació 7 años antes de comenzar el quinto milenio,
entonces le quitaríamos a los casi 30 años que tenía, 7 años y
medio; y 7 años le quitaríamos; y vendría a ser el comienzo del
ministerio de Jesús a los 22 años y medio del quinto milenio. Y
luego 3 años y medio de ministerio sería entonces hasta el año 26
del quinto milenio. Esto es si nació 7 años antes de comenzar el
quinto milenio.
Ahora, estos son números más o menos que han dado los
estudiosos de las Escrituras, y podemos ver entonces que fue el
comienzo de Su ministerio del año 22 y medio al año 25 y medio
del quinto milenio. Y Su muerte fue del año 26 al año 29 del
quinto milenio. O sea, que al ser todo esto, Su ministerio y Su
muerte, dentro del quinto milenio, esto señala que todo esto
sucedió en el primero de los días finales, en el primero de los tres
días finales, de los tres días finales delante de Dios, de los tres
días Postreros delante de Dios; que para nosotros son 3,000 años,
62
WILLIAM SOTO SANTIAGO
los 3,000 años postreros. En el primero de los días postreros todo
esto sucedió.
Y el día de Pentecostés también ocurrió por ahí por el año 29
del quinto milenio. Y durante el quinto milenio y sexto milenio
Dios ha estado llamando y juntando a Sus escogidos de cada
edad, y ha estado derramando Su Espíritu Santo sobre toda carne,
o sea, sobre todos Sus hijos e hijas, que han creído en El y han
nacido así de nuevo del Agua y del Espíritu.
Y todavía para el Día Postrero, para el séptimo milenio, El
sigue llamando y juntando a Sus escogidos con la Gran Voz de
Trompeta; y sigue produciendo el nuevo nacimiento en cada hijo
e hija de Dios. Es por medio del nuevo nacimiento que El nos
hace hijos e hijas de Dios, manifestados en ese nuevo nacimiento,
y nacidos en la Casa de Dios, que es Su Iglesia.
Ahora, Cristo es el Pan de vida eterna. Así como Belén es la
Casa del Pan de Dios, Cristo es la Casa del Pan de Dios, del Pan
de vida eterna. Y todos los que han nacido en Cristo por medio
de creer en Jesucristo y nacer de nuevo del Agua y del Espíritu,
por medio del Espíritu Santo, nacen de nuevo todas esas personas
de las edades pasadas y también de nuestra edad, han nacido en
la Casa de David, han nacido en Belén; pues nuestro Belén, que
es la Casa del Pan de Dios, de vida eterna, es nuestro amado
Señor Jesucristo.
Y aquel ministerio que fue manifestado dos mil años atrás en
la Casa humana de Dios, o sea, en aquel Templo humano de
Dios, Jesucristo, para las edades pasadas encontramos que fue
manifestado en cada ángel mensajero, en la porción
correspondiente de cada edad.
En el último ángel mensajero fue visto ese ministerio
manifestado en Gracia y Misericordia para el pueblo. Y dijo el
precursor de la Segunda Venida de Cristo: “la próxima vez que
sea manifestado el Hijo del Hombre...” Pues fue manifestado en
él; en él estuvo la manifestación del Hijo del Hombre, o sea, la
manifestación del ministerio de Jesucristo en carne humana, al
final del sexto día, o sea, al final del sexto milenio...
Ahora, dice el precursor de la Segunda Venida de Cristo, que
HA NACIDO EL REY DE LOS JUDÍOS EN...
63
la próxima ocasión en que el Hijo del Hombre sería revelado,
sería en el juicio o en juicio, que es el ministerio de Cristo
prometido para el Día Postrero con los ministerios de Moisés y
Elías, como fue visto en el Monte de la Transfiguración, en
donde aparecieron Moisés y Elías hablando con Jesucristo, y
Jesucristo con Su rostro como el sol. En San Mateo 17 así lo
relata, y también en San Lucas, capítulo 9, nos relata este evento;
y dice que Su rostro se hizo otro, o sea, que fue cambiado.
Y ahora, encontramos que allí Jesucristo estaba mostrándole
la visión de la Venida del Reino de Dios, y el Hijo del Hombre
en Su Reino con poder y gloria, y Moisés y Elías allí. ¿Por qué?
Porque para el Día del Señor, que es el Día Postrero, que es el
séptimo milenio, la Venida del Hijo del Hombre, que es la
Venida del ministerio de Jesucristo nuevamente en carne humana,
y el ministerio de Moisés nuevamente en carne humana, y el
ministerio de Elías nuevamente en carne humana, sería en el
Angel Mensajero de Apocalipsis, capítulo 7 y verso 2, donde
dice:
“Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y
tenía el sello del Dios vivo...”
¿Cuál es el Sello del Dios vivo? El Espíritu Santo. Y este
Angel Mensajero, este profeta Mensajero, viene con el Espíritu
Santo en el Día Postrero, y tiene un ministerio muy importante
para ser manifestado aquí en la Tierra, el cual estará operando el
Espíritu Santo a través de él. Dice:
“...y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les
había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar,
diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los
árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de
nuestro Dios.
Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil
sellados de todas las tribus de los hijos de Israel (y comienza a
enumerar doce mil de cada tribu).”
Ahora, este Angel Mensajero es el que viene con el ministerio
de los dos Olivos, pues es el ministerio de Moisés y Elías, el
ministerio de los dos Olivos, los cuales estarán siendo
64
WILLIAM SOTO SANTIAGO
manifestados en la Tierra, y estarán llevándole el Mensaje al
pueblo hebreo.
Estos son los ministerios que el Espíritu Santo estará
operando en el Día Postrero en favor del pueblo hebreo. Y el
pueblo hebreo va a creer, y van a ser convertidos a Dios, a Cristo,
144 mil hebreos, doce mil de cada tribu. Y estos, como un
pueblo, pues Dios trata con el pueblo hebreo como nación; estos
son los escogidos de Dios del pueblo hebreo, son las reliquias de
Israel. Así como hubo en el tiempo del profeta Elías siete mil
personas que no doblaron sus rodillas a Baal, ni lo adoraron, ni
lo besaron; ahora para el Día Postrero habrá un número de 144
mil hebreos que creerán en el ministerio de Elías por quinta vez
y de Moisés por segunda vez. O sea, que habrá un grupo más
grande que el que hubo en el tiempo del profeta Elías allá en el
principio.
Ahora, estos ministerios estarán operando en carne humana.
No será que literalmente será el profeta Moisés, y literalmente
será el profeta Elías, sino que serán sus ministerios nuevamente
siendo manifestados en carne humana.
Así como Juan el Bautista fue el Elías que habría de venir,
dijo Cristo, e hicieron de él todo lo que quisieron hacer, y no
creyeron en él. “Si ustedes lo quieren recibir, él es aquel Elías
que habría de venir,” dijo nuestro amado Señor Jesucristo. Y
cuando le preguntaron: “¿No dicen los escribas que es necesario
que Elías venga primero y restaure todas las cosas?” Cristo dijo:
“Ya Elías vino, e hicieron de él todo lo que quisieron.” Y
entonces entendieron que les hablaba de Juan el Bautista.
El arcángel Gabriel le había dicho al profeta Zacarías que
tendría un hijo por medio de su esposa Elisabet, la cual ya estaba
anciana, también como el sacerdote Zacarías; pero habían orado
a Dios por un hijo. Y miren, Dios le va a conceder el hijo más
importante que vendría a esta Tierra para preparar el camino al
Señor. Dice, hablando acerca de Juan el Bautista, el arcángel
Gabriel dice:
“Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración
ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás
HA NACIDO EL REY DE LOS JUDÍOS EN...
65
su nombre Juan.”
Estoy leyendo en San Lucas, capítulo 1, verso 13 en adelante.
“Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su
nacimiento;
porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra,
y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre.
Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al
Señor Dios de ellos.
E irá delante de él (o sea, irá delante del Señor, delante del
Mesías) ...irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías.”
Cuando Dios promete que enviará a Elías de nuevo, es un
hombre que vendrá con el espíritu y virtud de Elías a la Tierra
para una labor profética señalada en la Escritura. Por eso el
arcángel no le dice al sacerdote Zacarías: “le pondrás por nombre
Elías,” sino “le pondrás por nombre Juan.” Porque en cuanto a la
carne, en cuanto a su cuerpo de carne, no es el mismo cuerpo que
fue llamado Elías allá en el principio, sino que es otro velo de
carne, otro hombre, otro cuerpo humano, en el cual estará el
mismo ministerio que estuvo en el profeta Elías; estará el mismo
Espíritu Santo operando el ministerio de Elías nuevamente en la
Tierra. Por eso siempre que Dios promete enviar un profeta que
ya vivió en esta Tierra, eso se refiere a un hombre que vendrá con
el mismo ministerio que hubo en aquel otro profeta.
Ahora, cuando promete que enviará a Elías como uno de los
dos Olivos de Apocalipsis, capítulo 11, verso 3 en adelante, y
Zacarías, capítulo 4, verso 9 al 10; cuando dice que enviará a
Elías y que enviará a Moisés, que son los dos Olivos que están
delante de Dios, esto nos habla de un hombre que vendrá en el
espíritu y virtud de Moisés, y en el espíritu y virtud de Elías.
Y por cuanto el ministerio de Jesucristo tiene que ser
manifestado en la Tierra nuevamente en el Día Postrero, también
vendrá el espíritu ministerial de Cristo, el mismo ministerio que
estuvo en Jesucristo allá, dos mil años atrás, el cual obró como
Cordero de Dios en Su Obra de Redención; para el Día Postrero
vendrá ese mismo Espíritu Santo, el Angel del Pacto,
manifestado en el Día Postrero en carne humana. Y estará
66
WILLIAM SOTO SANTIAGO
operando el ministerio que operó en Cristo; pero como el León
de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su
Obra de Reclamo.
Pero el velo de carne donde estarán operando los ministerios
de Moisés, de Elías y de Jesucristo, no será el Señor Jesucristo,
sino que será el Angel del Señor Jesucristo prometido en
Apocalipsis, capítulo 22, verso 16, donde el mismo Jesucristo
dice:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para dar testimonio de estas
cosas en las iglesias.”
Ahora, podemos ver que es Jesucristo el que dice que envía
a Su Angel Mensajero. Y es por medio de Su Angel Mensajero
que Jesucristo estará manifestando Su ministerio y estará
cumpliendo las cosas que El ha prometido dar a conocer a Su
Iglesia en el Día Postrero.
Por ejemplo, aquí en Apocalipsis, capítulo 1, verso 10 al 11,
Juan el apóstol dice: “Yo estaba en el espíritu en el día del Señor,
y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, que decía: Yo
soy el Alfa y la Omega, el primero y el último.”
Aquí Juan, en el Día del Señor, que es el Día Postrero, que es
el séptimo milenio, escucha una Gran Voz como de trompeta que
decía: “Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último.”
Ahora, ¿quién es el Alfa y la Omega? ¿quién es el primero y
el último? Nuestro amado Señor Jesucristo. Y aquí él escucha a
Jesucristo hablando con una Gran Voz de Trompeta en el Día del
Señor, en el séptimo milenio.
Siempre Jesucristo, desde que ascendió al Cielo, luego ha
estado hablando por medio de Sus mensajeros en medio de Su
Iglesia. Y para el Día Postrero El tendrá un profeta Mensajero a
través del cual estará hablando con esa Gran Voz de Trompeta.
El Alfa dos mil años atrás, es el Omega en el Día Postrero. Es
el mismo Espíritu Santo que estuvo en carne humana en la
persona de Jesucristo; en el Día Postrero en el Angel del Señor
Jesucristo, hablándole a Su Iglesia las cosas que El ha prometido
darle a conocer en el Día Postrero.
En Apocalipsis, capítulo 4, verso 1, nos dice así:
HA NACIDO EL REY DE LOS JUDÍOS EN...
67
“Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el
cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta (aquí tenemos
la trompeta nuevamente), hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo
te mostraré las cosas que sucederán después de estas.”
Ahora, aquí está la promesa de parte de Jesucristo para Su
Iglesia, de darle a conocer las cosas que han de suceder después
de las que ya han sucedido en las siete edades de la Iglesia gentil
durante los dos días postreros de los tres días postreros, en los
primeros dos días postreros. Ya esas cosas que sucedieron en el
quinto milenio y sexto milenio, ya están en el pasado; y ahora, las
cosas que deben suceder en el séptimo milenio, serán dadas a
conocer a Su Iglesia, la Iglesia de Jesucristo, por Jesucristo con
esa Gran Voz de Trompeta. Estará dándole a conocer las cosas
que deben suceder pronto.
Ahora, ¿por medio de quién estará el Espíritu Santo,
Jesucristo, dándole a conocer a Su Iglesia las cosas que deben
suceder pronto? Donde esté el Espíritu Santo en el Día Postrero,
ahí estará dándole a conocer a Su Iglesia las cosas que deben
suceder pronto.
Y hemos visto en el capítulo 7 de Apocalipsis que el Espíritu
Santo estará en el Día Postrero en Su Angel Mensajero, en ese
Angel que viene con el Sello del Dios vivo, con el Espíritu Santo,
para llamar y juntar 144 mil hebreos, y sellarlos en sus frentes
con el Sello del Dios vivo.
Ese Angel Mensajero que viene con el Sello del Dios vivo,
también aparece aquí en Apocalipsis, capítulo 22 y verso 16, y es
el Angel del Señor Jesucristo, enviado por Jesucristo, que viene
dando testimonio de estas cosas en las iglesias para así que todos
sepan las cosas que deben suceder en el Día Postrero, y sepan que
se ha estado entrelazando una nueva dispensación con la
Dispensación de la Gracia, se ha estado entrelazando la
Dispensación del Reino en este Día Postrero.
Ahora, para saber estas cosas que deben suceder, Jesucristo
envía Su Angel Mensajero para dar testimonio de todas estas
cosas. En Apocalipsis, capítulo 22, verso 6, nos dice:
“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el
68
WILLIAM SOTO SANTIAGO
Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su
ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder
pronto.”
¿A quién envía? A Su Angel Mensajero, para dar a conocer
las cosas que deben suceder pronto. Porque en ese Angel
Mensajero estará Cristo, el Espíritu Santo, manifestándose; y a
través de ese Angel Mensajero el Espíritu Santo estará hablándole
a Su Iglesia con esa Gran Voz de Trompeta; y así estará dándole
a conocer todas las cosas que deben suceder pronto, en la
Dispensación del Reino y en el séptimo milenio.
Es la Voz de Jesucristo, esa Gran Voz de Trompeta, en el Día
Postrero, en el Día del Señor, por medio de Su Angel Mensajero,
hablándole a Su Iglesia y revelándole las cosas que deben suceder
en el Día Postrero. Y así serán llamados y juntados todos los
escogidos con esa Gran Voz de Trompeta, como dijo en San
Mateo, capítulo 24 y verso 31, nuestro amado Señor Jesucristo,
diciendo:
“Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán
a sus escogidos.”
Ya hemos visto que los Angeles son los ministerios de Moisés
y Elías enviados en el Día Postrero con el Mensaje de la Gran
Voz de Trompeta, que es el Mensaje del Evangelio del Reino, en
el cual son abiertos los misterios, las cosas que deben suceder
pronto, en el Día Postrero y en la Dispensación del Reino, para
así la Iglesia del Señor Jesucristo ser llamada, juntada y
preparada, para ser transformada y raptada, en el Día Postrero.
Ahora, así como Cristo nació en Belén de Judea, en la casa de
David, en la familia de David, ahora encontramos que todos los
que han nacido en Cristo, han nacido en Belén de Judea, en la
Casa de David; y por esa causa son Reyes y Sacerdotes con
Cristo, y reinarán con Cristo mil años y luego por toda la
eternidad.
Y Cristo, al tomar el Trono de David, reinará sobre la Casa de
Israel y sobre todos los gentiles, y con El todos los nacidos en
Cristo; porque son descendientes del Príncipe que nacería en la
Casa de David. Por medio del nuevo nacimiento somos hijos de
HA NACIDO EL REY DE LOS JUDÍOS EN...
69
Jesucristo, y por consiguiente, somos Príncipes, Hijos e Hijas de
Dios, Príncipes y Princesas de la Casa de David, por medio de
Jesucristo. Y por eso es que estaremos como Reyes y Sacerdotes
en Jerusalén, con Cristo, reinando sobre el pueblo hebreo y sobre
todas las naciones.
Ahora, así como nació en la casa de David, Jesucristo, el Rey
de los Judíos; ahora en la Casa de David, en Cristo, en Belén de
Judea, y en Su Iglesia, nace nuevamente el ministerio de Cristo
en el Día Postrero, el ministerio de Cristo como el León de la
tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra
de Reclamo. Y en la Casa de David ha nacido el Rey de los
Judíos, ha nacido el Rey de los Judíos en la Casa de David.
Preguntaban los magos: “¿Dónde está el Rey de los Judíos
que ha nacido, porque Su estrella hemos visto en el Oriente?” Y
nadie sabía dónde ni cuándo había nacido el Mesías. Pero ya
había nacido en Belén de Judea, en la Casa del Pan de Dios.
Vean ustedes, Belén es la Casa del Pan de Dios, y luego
Jesús es la Casa del Pan de Dios, es la Casa de las palabras de
vida eterna; “porque no solamente de pan vivirá el hombre, sino
de toda palabra que sale de la boca de Dios.”
Ahora, Cristo es el Pan de vida eterna. “Yo soy el Pan (el Pan
de Dios) que he descendido del Cielo. Y el que come de este Pan
vivirá eternamente.”
Ahora, cuando nosotros nos comemos la Palabra, estamos
comiendo de ese Pan que descendió del Cielo. Cuando nosotros
recibimos a Cristo por medio de la predicación de Su Palabra,
estamos comiendo del Pan de vida eterna.
Ahora, el ministerio de Cristo en el Día Postrero,
encontramos que ha nacido en la Casa del Pan de Dios. Cristo es
la Casa del Pan de Dios, y por consiguiente, Su Iglesia, siendo Su
Cuerpo Místico, es la Casa del Pan de Dios.
Y por esa causa es que el ministerio de Cristo para el Día
Postrero no podía nacer fuera de la Casa de Jesucristo, no podía
nacer fuera de la Casa de Dios, que es Su Iglesia, y para ser
manifestado en la Casa de Dios en favor de los escogidos de Dios
de entre los gentiles y también del pueblo hebreo; para eso es que
70
WILLIAM SOTO SANTIAGO
en el Día Postrero nacería el ministerio de Cristo en la Casa de
Dios, la Casa del Pan de Dios, que es la Iglesia del Señor
Jesucristo que en el Día Postrero estaría viviendo.
El ministerio de Cristo, naciendo en Su Iglesia en el tiempo
postrero, es el ministerio que luego verá el pueblo hebreo
manifestado en Su Iglesia, y dirá: “Esto es lo que nosotros
estamos esperando.” Y así se tornará luego Dios de entre los
gentiles al pueblo hebreo; que lo recibirá, recibirá el ministerio
de Cristo, también recibirá el ministerio de Moisés y el ministerio
de Elías.
Este Angel con el Sello del Dios vivo tendrá el privilegio
prometido para el Día Postrero, en donde estarán operando los
ministerios de Elías por quinta vez y de Moisés por segunda vez,
y de Jesucristo en el Día Postrero, para por medio de ese
instrumento (de ese, Su Angel Mensajero), Su Iglesia escuchar la
Gran Voz de Trompeta, que es la Voz de Cristo en el Día
Postrero, dándonos Su Mensaje del Evangelio del Reino, por
medio de Su Angel Mensajero, en la Casa de Dios, la Casa de
Jesucristo, la Familia de Dios, la Familia de Jesucristo. Y así
completarse todo el Programa divino correspondiente a Su Iglesia
gentil, para ser transformados y raptados en el Día Postrero.
Así como nació Jesús en Belén de Judea, nacería el ministerio
de Jesucristo, en el Día Postrero, en Su Iglesia, que es la Casa del
Pan de Dios, la Casa donde ha estado y donde está la Palabra de
Dios, y en donde ha estado Cristo en Espíritu manifestándose de
edad en edad. Y ahora, en el Día Postrero, nace el ministerio de
Cristo para una nueva edad: la Edad de la Piedra Angular, y para
una nueva dispensación: la Dispensación del Reino. No para estar
en discusión con religiones o sectas religiosas, no importa qué
religiones o sectas religiosas se encuentren en esta Tierra, sino
para dar a conocer las cosas que deben suceder pronto, dárselas
a conocer a Sus escogidos, a Su Iglesia, para así ser preparados
para ser transformados en este, el Día Postrero.
“HA NACIDO EL REY DE LOS JUDIOS EN LA CASA
DE DAVID.”
Así fue dos mil años atrás en Belén de Judea. Y ese mismo
HA NACIDO EL REY DE LOS JUDÍOS EN...
71
ministerio que operó en El, en el Día Postrero nacería en la Casa
del Pan de Dios, en la Iglesia del Señor Jesucristo, que es Su
Cuerpo Místico de creyentes, donde El ha estado manifestándose
de edad en edad. Una porción fue manifestada en cada edad, en
cada ángel mensajero; y para el Día Postrero la promesa es que
la plenitud del ministerio de Cristo estará manifestado para
bendición de todos los escogidos de Dios.
“HA NACIDO EL REY EN LA CASA DE DAVID.” “HA
NACIDO EL REY DE LOS JUDIOS EN LA CASA DE
DAVID.”
Eso fue lo que dieron a conocer aquellos magos. “¿Dónde
está el Rey de los Judíos que ha nacido, porque Su estrella hemos
visto en el Oriente?”
Ahora, ellos estaban en el Oriente, y mirando hacia Jerusalén
y hacia la tierra de Israel, ellos estaban parados en el Oriente
mirando hacia el Oeste; porque la tierra de Israel quedaba al
Oeste del lugar donde ellos estaban viviendo. Y ahora, mirando
desde el Oriente, o sea, desde la tierra de Israel hacia el
Occidente, la estrella de la mañana, que es Jesucristo, sería vista
esa señal que está prometida para todos los escogidos de Dios:
Jesucristo, la estrella resplandeciente de la mañana, manifestando
Su ministerio en el Día Postrero, conforme a Su promesa: a
través de Su Angel Mensajero.
Así como también el Espíritu Santo manifestaría los
ministerios de Moisés y de Elías en el Día Postrero, en el séptimo
milenio, en el Día del Señor, por medio del Angel Mensajero del
Señor Jesucristo. Ese es el gran misterio de la Venida del Hijo del
Hombre en Su Reino con Sus Angeles.
Son los ministerios de Moisés y Elías y de Jesucristo
manifestados en el Día Postrero en medio de Su Iglesia gentil;
misterio que estuvo escondido en la mente de Dios desde antes de
la fundación del mundo para ser revelado en el Día Postrero, ser
cumplido y revelado a los escogidos de Dios en el Día Postrero;
y ver que el ministerio de Jesucristo como León de la tribu de
Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de
Reclamo, ha nacido en la Casa del Pan de Dios, en la Iglesia del
72
WILLIAM SOTO SANTIAGO
Señor Jesucristo, que es el Cuerpo Místico de Jesucristo.
Y todos los nacidos de nuevo del Agua y del Espíritu han
nacido en Cristo; por consiguiente han nacido en Belén, para ser
Reyes y Sacerdotes en el glorioso Reino Milenial de nuestro
amado Señor Jesucristo, como Hijo de David, el cual se sentará
sobre el Trono de David, y reinará por mil años y luego por toda
la eternidad.
Ahora, miren cómo es que nosotros hemos venido a ser Reyes
con Cristo, siendo Cristo el Príncipe que vendría de la Casa de
David. Y ahora hay muchos Príncipes y Princesas que nacerían
en Cristo, y por consiguiente son herederos con Cristo del Reino
y Trono de David, de ese glorioso Reino Milenial y luego eterno.
Es un Reino eterno que Dios dijo.
En San Lucas, el arcángel Gabriel anuncia a la virgen María
lo siguiente, hablando del Mesías, dice capítulo 1, verso 30 en
adelante:
“Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y
llamarás su nombre JESUS.
Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor
Dios le dará el trono de David su padre;
y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no
tendrá fin.”
Ahora, aquí podemos ver que el Reino de David y el Trono
de David será eterno, por medio del reinado de Jesucristo como
Hijo de David, con el cual Su Iglesia, hombres y mujeres
redimidos con la Sangre de Jesucristo, reinarán allí con El como
Reyes y Sacerdotes.
Y así, siendo descendientes directos de nuestro amado Señor
Jesucristo, también somos herederos a todo lo que El es: El es el
heredero al Trono de David, y nosotros somos coherederos con
El. El es heredero como Hijo de Abraham a todo el territorio de
Israel, y nosotros también somos coherederos con El.
El es heredero como Hijo del Hombre a todo el planeta Tierra
y a todos los reinos que estén sobre el planeta Tierra, y nosotros
somos coherederos con El también; o sea, somos Reyes con El
también, y Sacerdotes con El también.
HA NACIDO EL REY DE LOS JUDÍOS EN...
73
El es, como Hijo de Dios, heredero de los Cielos y la Tierra;
y nosotros somos coherederos con El también, porque somos
Hijos e Hijas de Dios también, Hijos e Hijas de Dios redimidos
con la Sangre de nuestro amado Señor Jesucristo; herederos de
Dios y coherederos con Cristo Jesús Señor nuestro.
Vean la grande bendición que ha traído Jesús el Rey de los
Judíos que nació en Belén de Judea. La noticia grande es: HA
NACIDO EL REY DE LOS JUDIOS EN LA CASA DE
DAVID. O sea, en la familia de David allá en Belén de Judea. Y
ahora miren cómo la Familia Real de David, la descendencia Real
de David, la cual viene por medio de Cristo, es la Iglesia del
Señor Jesucristo. Esa Familia es la que heredará con Cristo el
Trono de David. Estaremos con cuerpos eternos vestidos como
Reyes.
Hemos venido vestidos a esta Tierra como personas comunes
y corrientes, hemos venido vestidos con un cuerpo mortal,
corruptible y temporal; hemos venido vestidos como pobres; pero
en Cristo y por medio de Cristo somos ricos, y somos Reyes y
Sacerdotes, y estaremos vestidos con el cuerpo inmortal; y
entonces sí estaremos vestidos como Reyes inmortales, como
Reyes y Sacerdotes, y reinaremos con Cristo mil años y luego por
toda la eternidad. Porque ha nacido el Rey de los Judíos en la
Casa de David.
Ha sido para mí un privilegio muy grande estar con ustedes
en esta ocasión, dándoles a conocer la bendición tan grande que
Jesucristo nos ha dado, ha traído, para todos los hijos de Dios,
con Su nacimiento en Belén de Judea, en la casa, en la familia de
David. Hemos visto más bien la Obra que llevó a cabo allá en la
Cruz del Calvario, hemos visto Su muerte, Su resurrección y Su
ascensión al Cielo, y hemos visto cómo Su Espíritu descendió
sobre Su Iglesia el día de Pentecostés, y ha estado El en Espíritu
Santo en medio de Su Iglesia.
Y en este Día Postrero: Su ministerio prometido para ser
manifestado en el Día Postrero por medio de Su Angel
Mensajero, y también el ministerio de Moisés y Elías, que son los
ministerios del Día Postrero; hemos visto cómo en Su Iglesia, en
74
WILLIAM SOTO SANTIAGO
la Casa de David, en Belén, la Casa del Pan de Dios actualizada,
el ministerio de Jesucristo está siendo manifestado, revelado, para
bendición de todos los hijos e hijas de Dios.
Que las bendiciones de Jesucristo, el Rey de los Judíos nacido
en Belén de Judea en la Casa de David, sean sobre cada uno de
ustedes esas bendiciones, y se materialicen en cada uno de
ustedes y en mí también las bendiciones que El ha prometido
manifestar en este Día Postrero; y pronto todos seamos
transformados, y seamos vestidos así de Reyes, para reinar con
Cristo mil años y luego por toda la eternidad.
“HA NACIDO EL REY DE LOS JUDIOS EN LA CASA
DE DAVID.”
Que Dios les bendiga, que Dios les guarde. Muchas gracias
por vuestra amable atención. Y será hasta las 3:00 de la tarde,
Dios mediante, en que estaremos nuevamente reunidos para
seguir viendo a Jesucristo, el Rey de los Judíos que nació en
Belén de Judea, en la casa de David, viéndolo en medio de Su
Iglesia en este Día Postrero manifestando Su ministerio y
manifestando los ministerios de Moisés y de Elías en Su Casa, Su
Iglesia.
Que Dios les bendiga, que Dios les guarde a todos ustedes
aquí presentes, y a los televidentes también, a ustedes
televidentes; y será hasta las 3:00 de la tarde, Dios mediante.
Muchas gracias por vuestra amable atención y Dios les
bendiga y les guarde a todos.
(El hermano William sigue hablando fuera del aire:)
Ya estamos fuera de la transmisión de los satélites. Ya
estaremos a las 3:00 de la tarde nuevamente reunidos. También
estaremos todos haciendo nuestra parte para que en estos días que
viene Miguel, del 26 al 28, ya le tengamos todo lo que él necesita
para el pago del satélite, y así, pues, estemos más libres para
trabajar en otras cosas de la Obra de Dios, en donde hay también
mucha oportunidad para todos trabajar.
Así que cada uno haga su parte, como ha propuesto en su
corazón, con todo su corazón, y con amor divino. Porque así es
HA NACIDO EL REY DE LOS JUDÍOS EN...
75
como agradamos a Dios, cuando hacemos algo para El, para
nuestro amado Señor Jesucristo, nuestro Salvador.
Así que tenemos a Oscar Cardona, con el cual pueden hacer
llegar a Miguel todo, o depositarlo en la urna, y allí se recogerá
para ser entregado a Miguel.
Bueno, que Dios les guarde, que Dios les bendiga, y ya
estaremos a las 3:00 de la tarde nuevamente para continuar
escuchando la Palabra de Dios, y ver todas estas cosas que deben
suceder en este Día Postrero, en este séptimo milenio.
Hemos visto cómo lo que ocurrió allá, después de dos mil
años, ahora nace el ministerio de Jesucristo como León de la tribu
de Judá. Allá nació Jesucristo en Belén de Judea y vino con el
ministerio de Cordero de Dios.
Bueno, vamos a dejarlo quietecito, porque todo ahora en el
Día Postrero es el ministerio de Jesucristo como el León de la
tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, como Hijo
del Hombre e Hijo de David, para sentarse en el Trono de David.
Y “al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi
trono,” o sea, en el Trono de David. ¿Para qué? Para reinar con
Cristo mil años y luego por toda la eternidad.
Será hasta las 3:00 de la tarde, Dios mediante, en que
continuaremos viendo todas estas cosas que deben suceder en
éste, el Día Postrero.
Que Dios les bendiga y les guarde a todos, y dejo con
nosotros a Félix Caro para continuar. Y cualquier anuncio que
necesiten hacer también, Félix u Oscar Cardona lo pueden hacer,
para así que todos tengamos conocimiento de todo lo que se está
llevando a cabo en la Obra de Dios.
Bueno, con nosotros Félix Caro. Que Dios les bendiga y les
guarde a todos.
“HA NACIDO EL REY DE LOS JUDIOS EN LA CASA
DE DAVID.”
EL REY SIERVO
EL REY SIERVO
EL REY SIERVO
Por William Soto Santiago
24 de diciembre de 1995 P.M.
Cayey, Puerto Rico
uy buenas tardes, amados hermanos y amigos presentes, y
televidentes por Galaxy VII, canal 11, y PanAmSat, y
M
también por Cable BuenaVisión y demás canales de televisión
que están transmitiendo en esta tarde esta actividad. Que las
bendiciones de Jesucristo, el Angel del Pacto, sean sobre cada
uno de ustedes, y sobre mí también.
En esta ocasión quiero leer en el capítulo 42 del profeta
Isaías, donde dice así:
“He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi
alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él
traerá justicia a las naciones.
No gritará, ni alzará su voz, ni la hará oír en las calles.
No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que
humeare; por medio de la verdad traerá justicia.
No se cansará ni desmayará, hasta que establezca en la tierra
justicia; y las costas esperarán su ley.
Así dice Jehová Dios, Creador de los cielos, y el que los
despliega; el que extiende la tierra y sus productos; el que da
aliento al pueblo que mora sobre ella, y espíritu a los que por
ella andan:
Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la
mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las
naciones,
para que abras los ojos de los ciegos, para que saques de la
cárcel a los presos, y de casas de prisión a los que moran en
tinieblas.
Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni
mi alabanza a esculturas.”
Y en Hebreos, capítulo 3, nos dice el apóstol San Pablo,
hablando de Jesucristo:
81
“Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento
celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra
profesión, Cristo Jesús;
el cual es fiel al que le constituyó, como también lo fue
Moisés en toda la casa de Dios.
Porque de tanto mayor gloria que Moisés es estimado digno
éste, por cuanto tiene mayor honra que la casa el que la hizo.
Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas
las cosas es Dios.
Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como
siervo, para testimonio de lo que se iba a decir;
pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos
nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el
gloriarnos en la esperanza.”
Que Dios bendiga Su Palabra en nuestros corazones y nos
permita entenderla.
En el pasaje de Isaías, capítulo 42, dice: “He aquí mi siervo,
yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene
contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia
a las naciones.”
Nuestro tema para esta ocasión es: “EL REY SIERVO.”
Ahora, encontramos que aquí en el libro del profeta Isaías,
Dios hablando del Mesías, hablando de nuestro Señor Jesucristo,
dice: “He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien
mi alma tiene contentamiento; he aquí, he puesto sobre él mi
Espíritu.”
Encontramos que también en Isaías, capítulo 61, dice:
“El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me
ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los
abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar
libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;
a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová...”
Hasta ahí cumplió Cristo en Su Primera Venida, pues hasta
ahí leyó nuestro amado Señor Jesucristo en San Lucas, capítulo
4, verso 18 al 19.
“Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los
82
WILLIAM SOTO SANTIAGO
ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.
Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura
delante de vosotros.”
Ahora, aquí el siervo de Jehová, del cual habla el profeta
Isaías, es el Mesías, es nuestro amado Señor Jesucristo, del cual
San Pablo en su carta a los Hebreos nos habla; y también el
profeta Isaías nos habló aquí en el capítulo 52, del verso 13 en
adelante, también nos habló del Mesías, diciendo:
“He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido
y exaltado, y será puesto muy en alto.
Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue
desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que
la de los hijos de los hombres,
así asombrará él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante
él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y
entenderán lo que jamás habían oído.”
Aquí está hablando del Mesías. Y aunque el profeta Isaías
pudo haber pasado por ciertas experiencias en donde se reflejó
Cristo como el siervo de Jehová... Aunque el apóstol San Pablo
nos dice que Dios colocó a Cristo sobre Su Casa, así como había
colocado a Moisés sobre la Casa de Dios... Moisés fue colocado,
dice, vamos a ver (Hebreos 3:2-5):
“...el cual es fiel al que le constituyó, como también lo fue
Moisés en toda la casa de Dios.
Porque de tanto mayor gloria que Moisés es estimado digno
éste, cuanto tiene mayor honra que la casa el que la hizo.
Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas
las cosas es Dios.
Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como
siervo, para testimonio de lo que se iba a decir (Moisés fue
siervo, fue fiel en toda la Casa como siervo de Dios);
pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos
nosotros.”
Ahora, Cristo es hijo y no siervo. Pero El se hizo siervo; fue
enviado como un siervo para llevar a cabo la Obra del siervo fiel
a Dios; pero era nada menos que el Rey haciéndose siervo, el
EL REY SIERVO
83
Hijo haciéndose siervo, para cumplir Su Obra como siervo de
Jehová, en donde estaba el Espíritu de Dios.
Ahora, Dios nos habla por medio del apóstol San Pablo, que
Moisés como siervo fue colocado sobre la Casa de Dios, que es
el pueblo hebreo como nación. Ahora, San Pablo nos dice en
Gálatas, capítulo 4, verso 19 al 31. Vamos a leer completo esto,
que es muy importante. Dice:
“Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto,
hasta que Cristo sea formado en vosotros,
quisiera estar con vosotros ahora mismo y cambiar de tono,
pues estoy perplejo en cuanto a vosotros.
Decidme, los que queréis estar bajo la ley: ¿no habéis oído
la ley?
Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la
esclava, el otro de la libre.
Pero el de la esclava nació según la carne; mas el de la libre,
por la promesa.
Lo cual es una alegoría, pues estas mujeres son los dos
pactos; el uno proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para
esclavitud; éste es Agar.
Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la
Jerusalén actual, pues ésta, junto con sus hijos, está en
esclavitud.”
Por eso, a través de la Escritura encontramos que el pueblo
hebreo está señalado como el siervo de Dios, de Jehová; los
hebreos son los siervos de Dios.
Ahora, encontramos que Israel, el Israel terrenal, es el siervo
de Dios, y son siervos, y por esa causa también Moisés fue
colocado como siervo sobre Su Casa, y no como Hijo, sino como
siervo sobre la Casa de Dios, sobre el pueblo hebreo.
Ahora, Moisés siendo un siervo de Dios, fue colocado sobre
la Casa de los siervos de Dios; y por esa razón encontramos que
Moisés siendo siervo, y siendo colocado sobre la Casa de los
siervos de Dios, Moisés no podía permanecer eternamente
reinando sobre el pueblo hebreo; era algo que tendría un final.
Ahora, San Pablo señala que la Agar espiritual, que es el
84
WILLIAM SOTO SANTIAGO
pueblo hebreo, conforme a la enseñanza de San Pablo, da hijos
para esclavitud; la Jerusalén terrenal da hijos para estar en
esclavitud. Pero ahora San Pablo dice: “Mas la Jerusalén de
arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre.” Esa
Jerusalén celestial es la Iglesia del Señor Jesucristo. Dice:
“Porque está escrito: Regocíjate, oh estéril, tú que no das a
luz; Prorrumpe en júbilo y clama, tú que no tienes dolores de
parto; Porque más son los hijos de la desolada, que de la que
tiene marido.
Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la
promesa.
Pero como entonces el que había nacido según la carne
perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también
ahora.
Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su
hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la
libre.
De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino
de la libre.”
Está el Israel terrenal, el pueblo hebreo, bajo la Ley, y está el
Israel celestial, la Iglesia del Señor Jesucristo, la cual es libre y
sus hijos son libres, y esos son, no los siervos de Dios o de
Jehová, sino los Hijos e hijas de Dios.
Ahora, Cristo, dice San Pablo: así como Moisés fue colocado
sobre la Casa de Dios, sobre la Casa de los siervos de Dios, del
pueblo hebreo; y Moisés como un siervo que era también,
perteneciente al pueblo hebreo, fue colocado sobre esa Casa, y
fue fiel a Dios.
Y ahora Cristo, nuestro amado Señor y Salvador, ha sido
colocado sobre Su Casa, la cual Casa somos nosotros: los Hijos
e hijas de Dios, los miembros del Cuerpo Místico de Jesucristo,
que son la Jerusalén celestial. Y que los Hijos de esa Jerusalén
celestial vienen conforme, no a la carne, sino conforme a la
promesa dada por Dios al profeta y patriarca Abraham.
Dios hizo a Abraham la promesa, y Cristo, la Simiente de
Abraham, es el que heredó la promesa y es el que imparte esa
EL REY SIERVO
85
promesa a todos los hijos e hijas de Dios, produciendo el nuevo
nacimiento en cada hijo e hija de Dios; y así encontramos a
Jesucristo sobre Su Casa, sobre Su Iglesia, pues la Casa sobre la
cual El ha sido colocado es Su Iglesia, la cual ha estado
construyendo.
Así como Dios por medio de Moisés construyó, formó, la
nació hebrea; ahora por medio de Cristo Dios ha estado
construyendo una nación celestial, un pueblo celestial,
pertenecientes a la Jerusalén celestial. Y son peregrinos aquí en
la Tierra, pertenecen a una Casa: la Casa de Dios, la Familia de
Dios, descendientes del Dios Todopoderoso, como nos dice San
Pablo en su carta a los Efesios, en el capítulo 2 y verso 11 en
adelante, donde dice:
“Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los
gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por
la llamada circuncisión hecha con mano en la carne.
En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la
ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin
esperanza y sin Dios en el mundo.
Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo
estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de
Cristo.
Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno...”
O sea, que de hebreos y gentiles ha estado haciendo un solo
pueblo, que es llamado en la Escritura: la Iglesia del Señor
Jesucristo. Ahora, sigue diciendo el apóstol:
“que de ambos pueblos hizo uno (un solo Cuerpo, un solo
Cuerpo Místico) ...Porque él es nuestra paz, que de ambos
pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación,
aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los
mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo
de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz.”
Un nuevo hombre. Ese es el hombre que ha nacido de nuevo
del Agua y del Espíritu, el cual pertenece a una nueva Creación,
de la cual Cristo es el principio, es la cabeza. El dice que El es el
principio de la Creación de Dios, en Apocalipsis, capítulo 3 y
86
WILLIAM SOTO SANTIAGO
verso 14.
“...y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un
solo cuerpo, matando en ella las enemistades.
Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que
estabais lejos, y a los que estaban cerca;
porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada
por un mismo Espíritu al Padre.
Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino
conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios
(miembros de esa Familia celestial, hijos e hijas de Dios
engendrados por el Espíritu Santo en ese nuevo nacimiento que
El produce en todos los que creen en el Señor Jesucristo),
edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas,
siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,
en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para
ser un templo santo en el Señor (es un edificio espiritual, un
Templo espiritual, hecho con seres humanos);
en quien vosotros también sois juntamente edificados para
morada de Dios en el Espíritu.”
Ese Templo espiritual compuesto por seres humanos, por
piedras vivas, por los miembros del Cuerpo Místico de Jesucristo,
que es Su Iglesia, los cuales tienen sus nombres escritos en el
Libro de la Vida del Cordero desde antes de la fundación del
mundo, están siendo edificados de edad en edad, y se ha estado
construyendo un nuevo Templo. Pues nos dice el profeta
Zacarías, que el renuevo sería el que construiría el Templo de
Dios, el Templo de Jehová. Y este renuevo es nuestro amado
Señor Jesucristo, el cual ha estado construyendo un Templo
espiritual. Zacarías, capítulo 6, verso 12, nos dice:
“Y le hablarás, diciendo: Así ha hablado Jehová de los
ejércitos, diciendo: He aquí el varón cuyo nombre es el Renuevo,
el cual brotará de sus raíces, y edificará el templo de Jehová.”
Ahora, en esta ocasión, este varón, el cual aquí en la profecía
bíblica es el Mesías, es nuestro Señor Jesucristo, fue
representado, fue tipificado allá, en el príncipe y rey Zorobabel;
el cual edificó el templo de Dios. Y edificando ese templo, estaba
EL REY SIERVO
87
tipificando la construcción del Templo espiritual que realizaría
nuestro amado Señor Jesucristo, el Hijo de David, el Mesías, que
brotaría de sus raíces; el cual, por dos mil años aproximadamente,
ha estado construyendo el Lugar Santo de Su Templo espiritual.
Y en éste, el Día Postrero, le toca realizar completamente la
construcción del Lugar Santísimo de Su Templo espiritual con
seres humanos.
Por eso San Pablo dice que somos edificados como un
edificio: es un edificio de Dios, ese es el edificio de Dios: es la
Iglesia del Señor Jesucristo, que va creciendo de edad en edad
para ser un Templo santo en el Señor. Va creciendo en la forma
de un monte o de una pirámide hasta que llega a la cúspide,
donde es colocado el Trono del Señor, en ese Templo espiritual;
así como fue colocado el Trono de Dios en el lugar santísimo,
allá en el tabernáculo que hizo Moisés y en el templo que hizo
Salomón. El Trono de Dios aquí en la Tierra estaba en el lugar
santísimo; esa era la edad o la etapa del Trono de Dios.
Y ahora encontramos que bajo la Ley el pueblo estuvo en el
Atrio; bajo la Gracia, el pueblo de Dios, los hijos de Dios,
estaban en el Lugar Santo, en donde se estaba materializando
todo lo que estaba en el lugar santo del tabernáculo que hizo
Moisés y del templo que hizo Salomón.
Por eso el candelabro o candelero con siete lámparas, nos
enseña Jesucristo en Apocalipsis, que esos siete candeleros son
las siete iglesias; y las siete estrellas, que vienen a ser las siete
luces que están en cada lámpara, son los siete ángeles de las siete
iglesias.
Y las siete iglesias de Asia y los que estaban frente a ellas,
vinieron a ser tipo y figura de los siete ángeles mensajeros que
Dios tendría en las siete etapas o edades de la Iglesia gentil. Y
aquellas siete iglesias en Asia Menor, vinieron a ser tipo y figura
de las siete etapas por las cuales pasaría la Iglesia del Señor
Jesucristo.
Y por esa causa es que hubo una porción de la Palabra de
Dios materializada en cada una de las siete edades de la Iglesia
gentil; lo cual es tipo y figura de lo que estará materializándose
88
WILLIAM SOTO SANTIAGO
en la Iglesia del Señor Jesucristo en el Día Postrero y en el Angel
Mensajero del Señor Jesucristo en el Día Postrero, en una nueva
edad y en una nueva dispensación: en la Edad de la Piedra
Angular y en la Dispensación del Reino.
Pues el Angel del Señor Jesucristo es el profeta mensajero de
la Dispensación del Reino, es un profeta dispensacional. Y
aunque estará aquí en la Tierra, y aunque será llamado como
siervo de Jesucristo, los siervos del Señor Jesucristo
pertenecientes a Su Iglesia son hijos que han venido a ser siervos
de Jesucristo, son Reyes y Sacerdotes, y reinarán con Cristo mil
años, y luego por toda la eternidad, nos dice en Apocalipsis,
capítulo 5, verso 8 al 10, y Apocalipsis, capítulo 20, verso 4 al 6.
Ahora, estos mensajeros que Dios ha enviado en cada edad,
también han sido hijos de Dios que han sido enviados a la Tierra;
y como siervos de Jesucristo han sido usados, y Dios ha cumplido
Su Programa correspondiente a cada edad por medio de cada uno
de esos mensajeros en cada etapa o edad de Su Iglesia gentil.
Ahora, así como Cristo fue mencionado en la Escritura como
el siervo de Jehová, ahora los hijos e hijas de Dios son
nombrados como siervos de Jesucristo. Sus siete ángeles
mensajeros también, y el Angel del Señor Jesucristo del Día
Postrero también es señalado como un siervo de Jesucristo. Pero
los siete ángeles mensajeros y el Angel del Señor Jesucristo del
Día Postrero, y los miembros del Cuerpo Místico de Jesucristo,
son hijos e hijas de Dios.
Y ahora, Cristo sobre Su Casa, Su Iglesia, pues esa Casa
somos nosotros, Su Iglesia, Su Familia, Su descendencia, la
descendencia de Dios por medio de Cristo; encontramos que
ahora Cristo sobre Su Casa, sobre Su Familia, ha estado llevando
a cabo una Obra maravillosa. Y El es el que está sobre Su Casa
y ha usado mensajeros de edad en edad; pero el que ha llevado a
cabo la Obra es Jesucristo, el Hijo de Dios. Y El es el que ha
cumplido cada promesa para cada edad.
¿Por qué? Porque Jesucristo como Hijo pues es el Hijo de
Dios, el Primogénito, que está sobre Su Casa. Y el hijo de la
sierva fue echado fuera, el pueblo hebreo fue colocado a un lado,
EL REY SIERVO
89
en lo que Dios trataba con el Hijo de la promesa, en lo que Dios
trataba con los Hijos de la Jerusalén celestial. Porque para la
Jerusalén celestial Dios siempre ha enviado un mensajero; pero
ese mensajero ha sido siempre un hijo de Dios, con un ministerio
para la edad en que Dios lo ha enviado.
Y luego, en el Día Postrero, envía a otro de Sus hijos, el cual
es el Angel del Señor Jesucristo; pero aparece en la Tierra como
un siervo, como un siervo de Jesucristo: el siervo fiel y prudente.
Pero ese siervo es un Hijo de Dios, y es un Rey, así como cada
miembro del Cuerpo Místico de Jesucristo es un Rey o una Reina,
Hijo o Hija de Dios.
Y por cuanto nuestro Dios es el Rey del Universo, de toda la
Creación, Sus hijos también son Reyes y son herederos al Trono,
son herederos a la Corona, son herederos a toda la Herencia
divina, son herederos en ese glorioso Reino de Dios que será
establecido en este planeta Tierra luego de pasada la gran
tribulación; y reinaremos con El mil años, y luego por toda la
eternidad. Porque somos Reyes y Sacerdotes, Hijos e Hijas del
Rey que nació en Belén de Judea, nuestro amado Señor
Jesucristo, que es el Hijo de Dios. Y como Hijo de Dios fue
colocado sobre Su Familia, sobre Su Casa, sobre Su
descendencia, para así administrar los bienes de la Familia de
Dios, de la Casa de Dios, de los Hijos de Dios.
Y ahora para el Día Postrero, encontramos que los ministerios
de Moisés, y de Elías, y de Cristo vienen en el Día Postrero
manifestados en un siervo: en el siervo fiel y prudente, en el
siervo del Señor Jesucristo, el cual le dijo a Juan en aquella
ocasión de Apocalipsis, capítulo 19, verso 10, donde dice:
“Yo me postré a sus pies (o sea, a los pies del Angel de
Jesucristo) para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy
consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de
Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu
de la profecía.”
Y en Apocalipsis, capítulo 22, verso 8 al 9, dice:
“Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las
hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que
90
WILLIAM SOTO SANTIAGO
me mostraba estas cosas.
Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo
tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las
palabras de este libro. Adora a Dios.”
Ahora, aquí el Angel del Señor Jesucristo dice que él es un
consiervo con el apóstol San Juan. San Juan es un siervo de
Jesucristo, pero es un hijo de Dios; y también los apóstoles de
Jesucristo, exceptuando a Judas el Iscariote; y también
encontramos que los miembros del Cuerpo Místico de Jesucristo
son los hijos e hijas de Dios.
Es por medio de ese Cuerpo Místico de creyentes, que Cristo
trae a Su Palabra a todos los hijos e hijas de Dios y produce en
ellos el nuevo nacimiento; y así vienen a ser hijos e hijas de Dios
manifestados en y con un espíritu teofánico, para luego ser
manifestados con un cuerpo eterno y glorioso, que es de la
Adopción de los hijos e hijas de Dios; conforme a como nos dice
en Romanos, capítulo 8, el apóstol San Pablo, diciéndonos en
palabras claras lo que le fue mostrado por revelación divina. Dice
San Pablo, capítulo 8, versos 14 en adelante:
“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios (o
sea, los que han nacido de nuevo), éstos son hijos de Dios.
Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar
otra vez en temor (no habéis recibido el espíritu del mundo para
estar otra vez en temor), sino que habéis recibido el espíritu de
adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que
somos hijos de Dios.
Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y
coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él,
para que juntamente con él seamos glorificados.
Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente
no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de
manifestarse.”
Cuando todos seamos transformados, ahí la gloria de Dios
será manifestada sobre nosotros y tendremos tantas bendiciones
grandes, que nunca nos habíamos imaginado que tendríamos esas
EL REY SIERVO
91
bendiciones. Sigue diciendo:
“Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la
manifestación de los hijos de Dios.
Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia
voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza;
porque también la creación misma será libertada de la
esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de
Dios.
Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una
está con dolores de parto hasta ahora;
y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que
tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos
dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención
de nuestro cuerpo.”
¿Esperando qué? La Redención, o sea, la transformación de
nuestros cuerpos, los que estamos vivos; y los que murieron:
esperando su resurrección en un cuerpo eterno creado por Cristo
en el Día Postrero.
Ahora, podemos ver que hay una grande bendición para cada
hijo e hija de Dios. Para así ser hechos a imagen y semejanza de
nuestro amado Señor Jesucristo. Sigue diciendo el verso 28 en
adelante, el mismo capítulo 8 de Romanos:
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les
ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son
llamados.”
Y conforme al propósito de la nueva Creación, en donde
Cristo produce el nuevo nacimiento, nace la persona en la Iglesia
del Señor Jesucristo por medio del Espíritu Santo, y así hace que
todas las cosas obren a bien a esas personas, que son los elegidos
de Dios.
“Porque a los que antes conoció (¿cuándo? antes de la
fundación del mundo), también los predestinó para que fuesen
hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que él sea el
primogénito entre muchos hermanos.”
Así que nosotros podemos ver que los hijos e hijas de Dios,
Primogénitos, que serán transformados y raptados, han sido
92
WILLIAM SOTO SANTIAGO
elegidos y predestinados desde antes de la fundación del mundo.
Ya desde antes de la fundación del mundo, ya Dios los conocía
en Su Mente, y vienen a ser manifestados aquí en la Tierra en el
tiempo que les toca conforme a la determinación de Dios.
Ahora, nos dice San Pablo en este mismo capítulo 8, verso 35
en adelante:
“¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o
angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o
espada?
Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el
tiempo; Somos contados como ovejas de matadero.
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por
medio de aquel que nos amó.
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni
ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por
venir,
ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos
podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor
nuestro.”
Aquí tenemos un consuelo para todos nosotros: ¿Quién nos
separará del amor de Cristo?
Ahora, San Pablo dice: “Por lo cual estoy seguro de que ni
la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni
lo presente, ni lo por venir,
ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos
podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor
nuestro.”
Nadie puede separar a los elegidos de Dios, a los
Primogénitos de Dios, nadie los puede separar del amor de Dios,
nadie los puede apartar de Dios; porque somos parte de Dios, y
hemos venido a este planeta Tierra para que se cumpla la parte
correspondiente al Día en que vivimos, en cada uno de nosotros.
Estamos aquí para morada de Dios en Espíritu en cada uno de
nosotros.
Ahora, los hijos de Dios, así como Jesucristo el Hijo de Dios
apareció como siervo, los hijos de Dios aparecen en esta Tierra
EL REY SIERVO
93
como siervos, aparecen en esta Tierra en un cuerpo mortal,
corruptible y temporal, y viven una vida de siervos o de esclavos
en muchas ocasiones; pero no son siervos, no son esclavos, sino
que son los hijos e hijas de Dios; y por esa causa es que
reinaremos con Cristo mil años y luego por toda la eternidad.
Ahora, vemos que nuestro tema es muy importante, pues nos
dice Dios por medio de Sus profetas... nos dice, vamos a ver...
conforme a Su Palabra, nos dice que no reinará el hijo de la
esclava con el hijo de la libre.
Por esa causa aparecerán en el glorioso Reino Milenial de
Cristo Jesucristo, no como siervo, sino el Hijo de Dios, el cual se
hizo siervo por cada uno de nosotros, para llevar nuestros
pecados y redimir a cada hijo e hija de Dios...
Ahora, encontramos que no reinará el hijo de la sierva con el
hijo de la libre; tipificado allá en Ismael e Isaac; y luego
representado también en Esaú y en Israel o Jacob. Y por esa
causa es que encontramos que Moisés no pudo reinar para
siempre como caudillo del pueblo hebreo, como el hombre a
través del cual Dios estaba reinando, porque Moisés era un
siervo, y no un hijo.
Ahora, encontramos que Cristo siendo el Hijo de Dios, El
reinará sobre el pueblo hebreo, reinará sobre todo el planeta
Tierra; y El reina y reinará en y con Su Iglesia; y sobre Su Iglesia
ha estado reinando en un Reino espiritual. Y ahora, para el
glorioso Reino Milenial compartirá Su Reino con Su Reina. Le
extiende Su Cetro a Su Reina, a Su Esposa, a Su Iglesia, para que
ella pida lo que ella desee.
Encontramos que en el tiempo en que Ester necesitaba hacer
una petición al rey, pues todos los hebreos habían sido
sentenciados a muerte por Amán, un hombre muy importante en
aquel reino. Y Ester era la esposa del rey, pero él no sabía que era
una hebrea. Y ahora Dios obró para que esa mujer hebrea
estuviera en el trono, para Dios usarla en bendición para el
pueblo hebreo, el cual estaba sentenciado a muerte.
Ahora, encontramos que Mardoqueo, el tío de esta joven
Ester, habló con ella, le dio a conocer la situación, cómo estaban
94
WILLIAM SOTO SANTIAGO
las cosas en esos días en contra del pueblo hebreo, como las están
en este Día Postrero.
Ahora, Dios había colocado a Ester allí para un propósito
divino, para cuando llegara la situación difícil tener un
instrumento allí; esa fue Ester.
Ahora, Mardoqueo, vamos a ver aquí... Mardoqueo le contó
a la reina, que era su sobrina, la situación en la cual estaba el
pueblo hebreo, y que vendría una persecución a muerte en contra
del pueblo hebreo en esos días, por un edicto del rey, el cual
había firmado a petición de Amán.
Y Amán odiaba al pueblo hebreo. El rey no lo sabía, y el rey
tampoco sabía de los planes de Amán. Pero Ester fue y le pidió
audiencia al rey: entró, arriesgó su vida, pues hasta que el rey no
le extendiera su cetro, ella no podía llegar delante del rey, no
podía ir al trono del rey. Y ella arriesgó su vida; porque en esos
días vendría la sentencia de muerte sobre el pueblo hebreo y
morirían todos los hebreos, incluyéndola a ella.
Mardoqueo le dijo: “Y no creas que tú vas a escapar; porque
tú también eres hebrea. Pero Dios te ha colocado en esa posición
para usarte en favor del pueblo hebreo. Ve y háblale al rey.” Ella
le pidió a su tío que orara por ella, y ella dijo: “Iré, y si muero,
pues que muera (como quiera iba a morir).”
Ahora, entró, se presentó al rey, y el rey podía decir: “Que
muera la reina.” Y la mataba. Pero el rey extendió su cetro a ella;
lo cual era una señal de que le daba audiencia a ella para que
pidiera lo que ella quisiera.
Ella le dijo la situación del pueblo hebreo y no le quiso
descubrir quién era el hombre; pero le dijo: “Haré una fiesta y en
la fiesta yo te diré quién es ese hombre.” El rey se llenó de ira en
contra del hombre que había hecho eso, le dio la oportunidad a la
reina que hiciera la fiesta, que invitara a ese hombre, el rey
estaría presente, y lo descubriera delante del rey.
Cuando fue descubierto delante del rey, todo cambió para el
pueblo hebreo. Pero por cuanto no se podía cancelar ese edicto,
esa orden del rey, de destruir, de matar, a todos los hebreos,
entonces el rey hizo otro edicto y lo añadió al edicto anterior. O
EL REY SIERVO
95
sea, fue un edicto en favor del pueblo hebreo. No podía cancelar
el que ya había dado, pero podía hacer otro edicto, con el cual
beneficiaría al pueblo hebreo: preparó un edicto diciendo que
para la fecha en que iban a destruir a los hebreos, estuvieran
preparados con armas, y que se defendieran.
Y conforme al edicto del rey, Mardoqueo hizo; y se
prepararon todos los hebreos con espadas, con armas. Y cuando
llegó el momento para la destrucción del pueblo hebreo, el
pueblo hebreo se levantó en contra de sus enemigos y los acabó.
Y a Amán lo colgaron en la horca que había preparado para
Mardoqueo; conforme a la bendición que Dios había dado a
Abraham, a Isaac, a Jacob y al pueblo hebreo, y a todos los
profetas: “El que te bendiga, será bendito, y el que te maldiga,
será maldito.” O sea, que el que maldiga al pueblo hebreo, esa
maldición se le tornará sobre el que la echó en contra del pueblo
hebreo. Esa es una bendición que está dentro de la Primogenitura,
de parte de Dios para el pueblo hebreo como nación.
Encontramos que luego de obtenida la victoria, Mardoqueo
fue colocado en una posición alta, Amán fue ahorcado, y el
pueblo hebreo salió victorioso en esa ocasión.
Ahora, todo eso es tipo y figura de lo que para el Día Postrero
estará sucediendo: El pueblo hebreo está en grave peligro;
podemos ver que quieren destruir al pueblo hebreo en todos los
sentidos, tanto en lo político, como en lo social, como en lo
religioso y como nación; pero Dios está en favor del pueblo
hebreo. Y Dios en el Día Postrero extiende Su Cetro a Su Iglesia,
a Su Esposa, la Esposa del Rey. Cristo como Rey de reyes y
Señor de señores extiende Su Cetro de Rey a Su Iglesia, le da
audiencia; y Ella recibe Su Palabra, y recibe la bendición de
Dios.
El cetro que usan los reyes y también lo usan los líderes de
diferentes naciones aún en la actualidad, y también en el pasado;
lo usan también algunos jueces, y lo usan también los pastores.
Encontramos que ese cetro o cayado representa autoridad; ahí
está la autoridad de ese hombre representada.
Ahora, el Cetro del Rey, del Rey de reyes y Señor de señores,
96
WILLIAM SOTO SANTIAGO
es Su Palabra. Por eso El toma de la mano del que está sentado
en el Trono, de Su diestra, toma el Cetro del Rey que está sentado
en el Trono. Cristo lo toma y lo abre en el Cielo; y luego El trae
el Cetro en Su mano, el Libro que estaba sellado con siete sellos;
lo trae abierto y lo entrega a un hombre para que se lo coma.
Porque al comérselo ese hombre, automáticamente se lo está
comiendo la Iglesia del Señor Jesucristo.
Porque ese hombre, ese profeta mensajero que estará en el
Día Postrero recibiendo ese Cetro, el Título de Propiedad, el
Libro de los Siete Sellos, es un hijo de Dios; es el Mensajero final
que Jesucristo envía a Su Iglesia con los ministerios de Moisés,
de Elías y de Cristo. Y ahora estos ministerios de Moisés y Elías
que estaban en el pasado... Elías tisbita: un siervo de Dios,
Eliseo: otro siervo de Dios, Juan el Bautista: otro siervo de Dios,
luego pasó en su cuarta manifestación al séptimo ángel
mensajero: un hijo de Dios, y luego pasa al Angel del Señor
Jesucristo: otro hijo de Dios, otro hijo de Dios por medio de
Jesucristo.
Y el ministerio de Moisés, pasa de Moisés: un siervo de Dios
en el pasado, a un hijo de Dios: al Angel del Señor Jesucristo. Y
el ministerio de Cristo que estuvo en Jesús de Nazaret, el Hijo de
Dios, pasa a otro hijo de Dios: al Angel del Señor Jesucristo, en
el Día Postrero; para así Cristo cumplir Su promesa que dijo en
Apocalipsis, capítulo 3, verso 21: “Al que venciere yo le daré que
se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he
sentado con mi Padre en su trono.”
¿Quién se sentó con el Padre en Su Trono? El Hijo de Dios.
¿Quién se sentará con Jesucristo en Su Trono? Un Hijo del
Señor Jesucristo. No puede ser un siervo bajo la Ley, no puede
ser un siervo, sino un hijo de Dios, un hijo de Dios por medio de
Jesucristo, un miembro del Cuerpo Místico de Jesucristo; porque
no heredará el siervo, el esclavo, con el hijo de la libre; no
heredará el hijo de la sierva, de la esclava, con el hijo de la libre.
Así que nosotros, siendo hijos de la libre: la Jerusalén
celestial, la Iglesia del Señor Jesucristo; no va a heredar con la
Iglesia del Señor Jesucristo, no van a heredar los siervos de Dios,
EL REY SIERVO
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los siervos bajo la Ley; sino que ellos estarán sujetos a Cristo y
a Su Iglesia durante el Milenio y por toda la eternidad. Y los 144
mil escogidos de Dios del pueblo hebreo son siervos de Dios
también.
Por esa causa, como siervos y como eunucos, como hubo
eunucos en el reino o en los reinos allá en el pasado, así también
los eunucos serán 144 mil hebreos que le servirán a Cristo y a Su
Novia, Su Esposa, Su Iglesia, durante el Milenio y por toda la
eternidad. Por eso es que ellos entran al Programa divino después
que la Iglesia gentil ha sido llamada, juntada, y luego
transformada y raptada; porque la Iglesia del Señor Jesucristo son
los hijos de Dios, los que heredarán el Reino de Dios, son los
herederos a los cuales Cristo le extiende Su Cetro; porque no hay
rey sin cetro, y no hay cetro sin rey.
Así que Cristo extiende Su Palabra, Su Cetro, a Su Iglesia.
Ese Cetro también es llamado: la Espada que sale de Su boca. Es
la Palabra creadora de Dios.
Cuando el rey extendía su cetro y hablaba, se tenía que
cumplir. Si él decía a alguna persona o sobre una persona,
hablaba la palabra y decía: “Que muera”; tenía que morir, lo
tenían que matar. Pero si estaba sentenciado a la muerte, y el rey
extendía su cetro y ordenaba que viviera, tenía que vivir, no lo
podían matar; porque la última palabra la tenía el rey. Y cuando
él extendía su cetro, ahí estaba la palabra que tenía que ser
cumplida; y esa palabra estaba sobre la palabra de cualquier otra
persona.
Y así es la Palabra de Dios, la Palabra creadora de Dios con
la cual fueron creados los Cielos y la Tierra. Y dijo Dios: “Sea la
luz.” ¿Y qué pasó? Fue la luz. Con Su diestra y en Su diestra el
Cetro, El habló, y las cosas vinieron a existencia.
Esto lo mostró también Dios por medio de Moisés, cuando la
vara de Moisés que usaba para pastorear ovejas, El le dijo:
“Tírala al piso, al suelo.” Y se convirtió en una serpiente, en una
culebra. Moisés tenía miedo. Y cualquiera, pues, le tiene miedo
a una serpiente, a una culebra. Luego Dios le dijo: “Tómala ahora
nuevamente.” La tomó por la cola y se volvió vara nuevamente.
98
WILLIAM SOTO SANTIAGO
Y le dijo Dios a Moisés: “Eso mismo vas a hacer allá en Egipto.”
Y cuando llegó a Egipto, esa era una de las señales que Dios
le había dado. La otra, era metiendo su mano en su seno, saliendo
llena de lepra; y después volviéndola a meter y saliendo limpia.
La diestra de Moisés fue metida en su seno y salió leprosa, luego
fue metida de nuevo, y salió limpia. Y la diestra de Dios:
Jesucristo, fue colocado aquí en la Tierra y tomó todos nuestros
pecados: quedó cubierto de lepra, la lepra del pecado; pero luego
resucitó victorioso y se presentó ante Dios. Lo mismo que hizo
Moisés con su mano, con su diestra, así hizo Dios con Su diestra;
pues la diestra de Dios es Jesucristo. Jesucristo es el poder de
Dios manifestado en la Tierra. Fue por medio de Jesucristo, y
para El, que fueron creadas todas las cosas, nos dice la Escritura.
Y ahora, a través de la Escritura encontramos que dice que
Dios hizo con Su diestra todas las cosas, y libertó al pueblo
hebreo con Su diestra, con mano poderosa. Y la diestra de Dios
es Jesucristo, es el Angel de Jehová, es Dios en Su cuerpo
teofánico manifestado, el cual llevó a cabo toda esa labor en el
pasado. Y cuando se manifestó en carne humana la diestra de
Dios y el poder de Dios y la sabiduría de Dios, llevó a cabo la
Obra de Redención de cada hijo e hija de Dios, para así ser
restaurados a la vida eterna y heredar con Cristo todas las cosas;
pues somos herederos de Dios y coherederos con Cristo Jesús
Señor nuestro.
Recibiremos nuestra Herencia completa cuando todos seamos
transformados. En el nuevo cuerpo tendremos toda la Herencia,
y ahí estaremos como Reyes y Sacerdotes; y reinaremos con
Cristo por mil años y luego por toda la eternidad.
Y no reinarán los siervos, sino los hijos e hijas de Dios;
porque no heredará el siervo con el hijo de la libre; no heredará
el hijo de la sierva con el hijo de la libre. Por eso fue echada
fuera Agar y su hijo; así como fue echado fuera el pueblo hebreo
con su gente, y el Reino de Dios pasó a los gentiles, de donde ha
estado tomando un pueblo para Su Nombre.
Pero luego el pueblo hebreo, en el Día Postrero, verá la
Venida del Reino de Dios, con el ministerio de Cristo, el
EL REY SIERVO
99
ministerio de Moisés y el ministerio de Elías manifestados en el
Día Postrero en el Angel del Señor Jesucristo: un hijo, que es
siervo de nuestro amado Señor Jesucristo; pero es un hijo de Dios
por medio de Jesucristo, así como lo fueron los apóstoles y los
siete ángeles mensajeros de nuestro amado Señor Jesucristo.
Es en el Día Postrero en donde el Cetro del Rey, el Cetro de
nuestro amado Señor Jesucristo es extendido a Su Iglesia, que
estará en el Día Postrero bajo el ministerio de Cristo a través de
Su Angel mensajero. Y cuando Cristo tomó de la mano derecha,
de la diestra, del que está sentado en el Trono, el Título de
Propiedad, ¿qué estaba tomando? El Cetro de Dios.
Y Cristo lo tomó en Su mano y lo abrió en el Cielo ese Libro
y lo trajo en Apocalipsis capítulo 10. Vino con Su Cetro en Su
mano, y lo entregó a un hombre en la Tierra, en Apocalipsis,
capítulo 10, verso 8 al 11; y así lo estaría entregando a Su Iglesia
en el Día Postrero, para la restauración de todos los hijos e hijas
de Dios a la vida eterna.
Es el Cetro del Rey, el Cetro del Rey de reyes y Señor de
señores, el que ha sido extendido a Su Iglesia, y el que ha sido
traído a Su Iglesia por Cristo en Apocalipsis capítulo 10.
Es el Cetro del Rey, la Palabra del Rey, la Espada del Rey,
para así ser restaurados nuevamente a la vida eterna, con un
cuerpo eterno y con un espíritu teofánico eterno dentro de
nosotros. Y así la Iglesia, al recibir la restauración del poder que
perdió Adán en la caída, obtener todos los derechos contenidos
en ese Cetro, en ese Título de Propiedad, en el Libro de los Siete
Sellos, que es la Palabra del Rey, la Espada del Rey.
La Iglesia del Señor Jesucristo en este Día Postrero llegará a
un nivel en donde el Cetro del Rey, que es la Espada del Rey, que
es la Espada que sale de Su boca, que es la Palabra que sale de Su
boca en el Día Postrero, el Mensaje que sale de Su boca en el Día
Postrero, estará llevando a cabo una Obra creativa de parte de
Dios, prometida para ser realizada en el Día Postrero; pues todas
las grandes bendiciones prometidas para el Día Postrero no
pueden ser convertidas en una realidad, a menos que no sea por
medio de la Palabra creadora de Dios.
100
WILLIAM SOTO SANTIAGO
No hay otra forma para poder ser cumplidas todas esas
grandes promesas que Dios ha hecho a Su Iglesia para el Día
Postrero; solo con el Cetro del Rey, la Palabra del Rey, la Palabra
creadora de Dios, la Espada que sale de Su boca, es que puede
hacerse posible el cumplimiento de todas esas promesas.
Esa Espada del Rey, que es el Cetro del Rey, encontramos
que es lo que tendrá el ministerio de Apocalipsis capítulo 11,
verso 3 en adelante. Y por eso esos ministerios podrán hablar la
Palabra de juicio: cerrar los cielos para que no llueva por tres
años y medio; podrán hacer descender fuego del cielo sobre la
Tierra como lo hizo el profeta Elías, y como lo hizo también el
profeta Moisés; podrán convertir las aguas en sangre, como lo
hizo el profeta Moisés, y traer plagas cuantas veces quieran,
como lo hizo Moisés y como lo hizo el profeta Elías también.
Esto es porque el Cetro del Rey, la Espada de dos filos, la
Espada que sale de Su boca, estará en la mano de ese ministerio
de los dos Olivos, estará en el Angel del Señor Jesucristo en el
Día Postrero, el cual es el Angel Mensajero enviado por
Jesucristo a Su Iglesia para darle a conocer todas estas cosas que
deben suceder.
Se llegará a una etapa en donde la Palabra será hablada y
cosas vendrán a existencia. Ya nos dio Dios una muestra por
medio de Moisés, por medio de Elías, por medio de Jesús, por
medio de San Pablo, y por medio de nuestro hermano Branham;
a través del cual encontramos que esa Palabra creadora
depositada en su corazón y en sus labios, fue hablada, y ardillas
vinieron a existencia en más de dos ocasiones; y en cada ocasión
fueron creadas ardillas; más de una ardilla en cada ocasión.
Y esa fue la Palabra creadora, esa fue la Espada del Rey, ese
fue el Cetro del Rey, colocado en el séptimo ángel mensajero,
parcialmente, para dar una muestra a Su Iglesia de lo que será
más adelante en el ministerio que le sigue al ministerio del
precursor de la Segunda Venida de Cristo, al ministerio que le
sigue al cuarto Elías, que es el ministerio del quinto Elías y
segundo Moisés, y el ministerio de Jesucristo nuevamente
manifestado en la Tierra. En él estuvo el ministerio de Cristo y el
EL REY SIERVO
101
ministerio de Elías manifestados; y estuvo en él la Palabra
creadora siendo colocada parcialmente, para ciertos momentos,
para ser llevadas a cabo ciertas cosas que serían tipo y figura de
las cosas que Dios estaría haciendo por medio de Su
manifestación final en Su Angel Mensajero, en el Angel del
Señor Jesucristo.
Por eso él dijo: “He visto la poderosa mano de Dios
manifestada cinco veces”; la poderosa mano de Dios, la diestra de
Dios, con el Cetro en Su mano, la ha visto manifestada en cinco
ocasiones. Fueron las ocasiones en que habló la Palabra en
diferentes ocasiones y fueron creadas ardillas.
En otra ocasión un pececito que estaba muerto y flotando en
el lago o en el río, fue después de estar media hora o más,
muerto, fue hablada la Palabra creadora y el pececito volvió a la
vida. Ese es un milagro de resurrección. Y siendo un pececito,
encontramos que el cristianismo ha sido representado en el pez;
los cristianos primitivos dibujaban un pececito, lo cual
representaba el cristianismo.
El Señor Jesucristo llamó para apóstoles a unos cuantos
hombres que eran pescadores; o sea que la mayoría de los
apóstoles de Jesucristo sabían acerca de la pesca. Y Cristo les
dijo: “Venid en pos de mí, y yo os haré pescadores de hombres.”
Porque los hombres durante la Dispensación de la Gracia, los
cuales serían llamados y recibirían a Cristo como su Salvador,
estaban representados en peces.
Y ahora, los muertos en Cristo, que son esos peces que
murieron en las edades pasadas, serán resucitados, como fue
resucitado aquel pececito a la Voz de la Palabra creadora hablada,
en donde el Cetro del Rey, la Espada del Rey, fue extendida en
favor de aquel pececito. Tipo y figura de los muertos en Cristo
que van a resucitar; porque el Cetro del Rey será extendido a
ellos. La Palabra del Rey, la Espada del Rey, será extendida a
ellos y hablada en favor de ellos también para su resurrección;
como la habló Cristo frente a la tumba de Lázaro, y dijo:
“¡Lázaro, ven fuera!” Y Lázaro salió, resucitó. Con esa gran Voz
con la cual clamó Cristo allí, representa Su Mensaje de Gran Voz
102
WILLIAM SOTO SANTIAGO
de Trompeta, el clamor, ese clamor con el cual El llamará a los
muertos en Cristo en el Día Postrero.
Ahora, podemos ver también que la creación de ardillas nos
habla de la creación de cosas que serán manifestadas; o sea, que
habrá, por ejemplo, creación de partes del cuerpo que le falten a
algunas personas. Eso es una promesa divina para el Día
Postrero.
Y habrá Creación de muchas cosas. Aun dice la Escritura en
el capítulo 11 de Apocalipsis, que podrán hablar la Palabra,
podrán traer plagas cuantas veces quieran; eso es por la Palabra
creadora. Así como creó ardillas, podrá crear cualquier cosa,
plaga o lo que sea.
Ahora, por la Palabra creadora encontramos que viene la
Creación del Mensaje del Día Postrero, el Mensaje del Evangelio
del Reino. La Creación de aquellas ardillas, que luego fueron
cazadas y fueron comidas por el mensajero de la séptima edad de
la Iglesia gentil, son tipo y figura del alimento espiritual para los
escogidos en el Día Postrero, son tipo y figura del Mensaje del
Evangelio del Reino, que es el Mensaje que alimenta a los
escogidos en el Día Postrero; el cual viene por la Palabra
creadora hablada en el Día Postrero, con el Cetro extendido, el
Cetro del Rey.
También fue hablada la Palabra a una tormenta, una
tempestad, y la tormenta obedeció; los vientos soplaron y la
tormenta fue llevada fuera de ese lugar. Eso nos habla no
solamente de tormentas literales, sino de un mal tiempo, una
tormenta que se avecina, una tormenta espiritual, en contra de la
Iglesia del Señor Jesucristo; que es una apretura que vendrá, y
luego se convertirá, durante la gran tribulación, en una terrible
persecución contra el pueblo hebreo y contra las vírgenes
insensatas, que no tenían aceite en sus lámparas, las cuales
morirán, y también los 144 mil hebreos morirán durante la gran
tribulación. Esos son los que aparecen en Apocalipsis, capítulo 12
y verso 17, donde dice:
“Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue
a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los
EL REY SIERVO
103
cuales guardan los mandamientos de Dios (esos son los hebreos)
y tienen el testimonio de Jesucristo (esos son los creyentes en
Jesucristo que no tenían aceite en sus lámparas y tienen que pasar
por la gran tribulación).”
Ahora, esa persecución que tendrán encima durante la gran
tribulación, que será a muerte, pues la bestia los perseguirá, el
anticristo los perseguirá, enviará sus ejércitos, los ejércitos de
esas naciones que le darán su poder y su autoridad, porque tendrá
control en lo religioso y en lo político también, y en lo
económico; por lo tanto, destruirá a millones de seres humanos.
Ahora, primero todo comenzará como una apretura, y dice el
precursor de la Segunda Venida de Cristo: “Esto que ustedes han
visto manifestado parcialmente, como una muestra, será
manifestado plenamente.” El poder de Dios será manifestado
plenamente en ese tiempo, cuando venga la apretura. Cuando
venga la apretura, la tercera etapa tomará lugar. La tercera etapa
tomará lugar en esa parte de manifestación o manifestaciones del
poder divino, llevando a cabo grandes eventos a nivel mundial,
y los hebreos lo verán. Y esto será bajo el ministerio de Moisés
y Elías, de los dos Olivos.
Por eso el precursor de la Segunda Venida de Cristo dice:
“Los grandes milagros, señales y maravillas, que los gentiles
están esperando, será bajo el ministerio de Moisés y de Elías.”
Bajo el ministerio de Moisés y Elías, antes de la gran
tribulación, comenzará una manifestación grande del poder de
Dios, cuando la apretura venga sobre la Novia, sobre la Iglesia
del Señor Jesucristo, antes del Rapto. Y eso será lo que combatirá
esa apretura, y le dará la victoria a Cristo y a Su Iglesia, la
victoria en y del amor divino; esa victoria que está prometida
para ser obtenida en el Día Postrero.
Ahora, miren también, fue hablada la Palabra creadora a
través de labios humanos, a través de una boca humana, a través
del precursor de la Segunda Venida de Cristo, en favor de dos
hijos de una creyente, de una cristiana. Ellos no eran creyentes y
le fue hablada la Palabra a ella de que Dios se los daría, y fueron
convertidos a Cristo en ese momento. O sea, que será hablada la
104
WILLIAM SOTO SANTIAGO
Palabra de salvación para familiares de los escogidos de Dios,
antes que comience la gran tribulación.
También fue hablada la Palabra creadora en contra de un
tumor maligno, canceroso, en un ovario de la esposa de William
Marrion Branham, del precursor de la Segunda Venida de Cristo.
El habló esa Palabra creadora y habló fuera de existencia ese
tumor, a larga distancia; ella estaba en el hospital, y él estaba
orando en otro lugar. Y dijo: “que cuando el doctor, que antes del
doctor colocar su mano sobre ella, desaparezca el tumor.” Y el
tumor estaba allí, y era grande. Y cuando el doctor fue a colocar
su mano para tocarlo, porque la iba a operar, desapareció, antes
del doctor colocar su mano sobre el tumor; y el doctor dijo:
“¡Pero si estaba aquí! Y ya no está.” Y no lo encontró. Lo habló
fuera de existencia.
Y así encontramos que todo tumor espiritual que tenga la
Iglesia del Señor Jesucristo, es hablado fuera de existencia por la
Palabra creadora, todo tumor espiritual, que es peor que un tumor
físico.
La esposa del mensajero de la séptima edad de la Iglesia
gentil, representa la Iglesia del Señor, y sus hijos representan
también los miembros de la Iglesia del Señor Jesucristo; por
cuanto él fue el mensajero de la séptima edad de la Iglesia gentil,
y él representa a Cristo.
Siempre un profeta mensajero representa a Cristo, y Cristo se
representa a través de ese profeta mensajero, y se refleja en él, y
refleja las cosas que ha de llevar a cabo más adelante; y vienen a
ser tipo y figura lo que sucedió en la vida de ese mensajero.
Ahora, El también quitará no solamente de Su Iglesia, sino de
este planeta Tierra, el tumor que contaminó la raza humana;
quitará el mal por completo. El murió, pagó el precio de nuestra
Redención y quitó el pecado del mundo, pero todavía hay pecado
y hay pecadores; pero El destruirá todo pecado.
El hablará fuera de existencia los reinos de este mundo, El
hablará fuera de existencia el reino, el imperio del anticristo, en
el Día Postrero, y tendrá que desaparecer porque ese es un tumor
canceroso en este planeta Tierra, y es un tumor de muerte. Por
EL REY SIERVO
105
eso el anticristo viene sobre un caballo amarillo y tiene por
nombre Muerte, y el infierno le sigue; y viene para tratar de
destruir a la Iglesia del Señor Jesucristo y al pueblo hebreo.
Ahora, en lo físico también, durante ese tiempo de la
apretura, habrá grandes milagros y señales y grandes sanidades
también. Todo por la Palabra creadora de Dios en la boca de Su
Angel Mensajero, que en el Día Postrero viene con el Cetro del
Rey, con la Palabra del Rey, con la Espada del Rey, con ese
Cetro que estaba en la mano del que estaba sentado en el Trono
en Apocalipsis capítulo 5.
Tenemos la creación de las ardillas, la resurrección del pez,
la tormenta que fue hablada fuera de existencia; tenemos
salvación para dos hijos de una cristiana, y tenemos el cáncer que
fue hablado fuera de existencia de la esposa del séptimo ángel
mensajero. Cinco grandes milagros por la Palabra creadora de
Dios. Eso es la tercera etapa, que fue mostrada en esa forma; para
en el Día Postrero, por medio del ministerio final ser manifestada
esa tercera etapa, la cual comienza en forma espiritual, y después
se materializará cuando venga la apretura; y grandes milagros y
maravillas serán manifestados, como nunca antes sucedieron.
Verán nuevamente que realmente el ministerio de Jesucristo
está en la Tierra en el Día Postrero, y verán que realmente está en
la Tierra el ministerio de Moisés, y verán que realmente está en
la Tierra el ministerio de Elías. Estos ministerios prometidos para
el Día Postrero, para ser manifestados por nuestro amado Señor
Jesucristo en Su Angel Mensajero, al cual y en el cual El coloca
Su Palabra, Su Espada, Su Cetro, en el Día Postrero; para así
cumplirse la promesa de Cristo: “Al que venciere yo le daré
autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro, así
como yo he recibido de mi padre.”
Así que lo mismo que El recibió del Padre, El lo otorga al
vencedor. Recibe también el Título de Propiedad, y luego en
Apocalipsis, capítulo 10, lo otorga al vencedor, representado en
el apóstol San Juan en esta visión apocalíptica.
Ahora, con el Cetro del Rey encontramos que el Angel del
Señor Jesucristo será el instrumento del Espíritu Santo para
106
WILLIAM SOTO SANTIAGO
beneficio del Reino de Dios, para beneficio de todo el Programa
divino del Día Postrero y para toda la eternidad.
La labor que el Espíritu Santo estará haciendo por medio de
Su Angel Mensajero producirá el cumplimiento de todas las
promesas correspondientes al Día Postrero. Así como Dios le
decía a Moisés: “¿Por qué clamas a mí? ¡Habla! Extiende tu vara
y habla, y dile al pueblo que marche.” Moisés extendía su vara en
su mano, y hacia el lugar que él la extendía y hablaba la Palabra
creadora, venía, se cumplía lo que él hablaba. Así será en el Día
Postrero en el cual nosotros vivimos: hacia donde sea extendido
el Cetro, la Palabra, la Espada del Rey, la Palabra de Jesucristo,
hacia ese lugar se cumplirá lo que sea dicho.
El Cetro del Rey ha sido extendido en bendición para la
América Latina y el Caribe, y por esa causa la bendición de Dios
está siendo derramada sobre la América Latina y el Caribe; y ha
sido hablada la Palabra del recogimiento de los escogidos en la
América Latina y el Caribe, y eso es lo que se está cumpliendo.
¿Por qué? Porque es la Palabra creadora siendo hablada, es el
Cetro del Rey extendido en bendición para la América Latina y
el Caribe.
Ahora, cuando sea extendido el Cetro del Rey sobre los reyes
que le darán su poder y su autoridad a la bestia, y sea extendido
en juicio, entonces vendrá el juicio divino sobre el reino del
anticristo.
Ahora, podemos ver lo que esto significa para todos nosotros
en este Día Postrero. El Angel del Señor Jesucristo será un hijo
de nuestro amado Señor Jesucristo por medio del nuevo
nacimiento que El lleva a cabo en Su Angel Mensajero, así como
en cada hijo e hija de Dios. Y por esa causa es que no será un
siervo, aunque es mencionado como el siervo fiel y prudente, es
mencionado también como consiervo con los profetas y con Juan
el apóstol, es un siervo de Jesucristo, el cual es un hijo de
Jesucristo, un hijo de Dios, el cual sirve a Jesucristo en toda la
labor que El le encomienda en el Día Postrero.
Y Cristo dijo: “¿Quién es el siervo fiel y prudente, al cual
puso su Señor sobre Su Casa, para que le dé el alimento a tiempo
EL REY SIERVO
107
(o sea, la Palabra; porque no solamente de pan vivirá el hombre,
sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios).”
¿Cuál es ese siervo fiel y prudente, al cual, cuando su Señor
venga, le halle haciendo así? “De cierto os digo que sobre todos
sus bienes le pondrá.” ¿Sobre cuántos? Sobre todos Sus bienes.
Ahí se cumplirá la promesa: “Al que venciere yo le daré
autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro. Y las
quebrantará como vaso de alfarero, así como yo he recibido de mi
padre.” Eso es Apocalipsis, capítulo 3, verso 12; y luego
Apocalipsis, capítulo 3, verso 21, dice: “Al que venciere yo le
daré que se siente conmigo en mi trono.”
¿Cuál es Su Trono? El Trono de David en Israel. “Le daré
que se siente conmigo en mi Trono, así como yo me he sentado
con mi Padre en Su Trono.” Cuando Cristo se sentó en el Trono
con Su Padre, allí recibió un Nombre Nuevo, y recibió toda
autoridad de los Cielos y de la Tierra; y así es como El ha
prometido para ese vencedor. Y se reflejó en los mensajeros de
las siete edades; y ellos también tendrán un lugar muy importante
en ese glorioso Reino del Señor Jesucristo, y también todos los
miembros del Cuerpo Místico del Señor Jesucristo.
Así que podemos ver lo que significa nuestro tema de esta
ocasión: “EL REY SIERVO.”
Jesucristo siendo Rey y siendo el Hijo de Dios, se hizo siervo;
pero un siervo no puede ser Rey. No heredará el Reino un siervo,
tiene que ser un hijo; un hijo que se hace siervo, entonces puede
heredar el Reino prometido.
Y ahora, los miembros del Cuerpo Místico de Cristo son hijos
e hijas de Dios, y se han hecho siervos del Señor Jesucristo, pero
son hijos e hijas de Dios. Y por eso heredaremos con Cristo el
Reino de Dios, heredaremos el glorioso Reino Milenial,
heredaremos el planeta Tierra completo, y heredaremos toda
bendición que perdió Adán en la caída.
“EL REY SIERVO.”
Que las bendiciones de Dios sean sobre cada uno de ustedes,
hijos e hijas de Dios, hijos e hijas de Dios, siervos de nuestro
amado Señor Jesucristo; y que pronto todos seamos
108
WILLIAM SOTO SANTIAGO
transformados conforme a Su promesa.
Ha sido para mí un privilegio muy grande estar con ustedes
en esta tarde, dándoles a conocer bajo este tema, lo que es el
Cetro del Rey y la posición que cada uno de ustedes tiene en el
Reino de Dios, para que así sepan que ustedes no son siervos, en
el término de siervos como el pueblo hebreo, sino que ustedes
son hijos e hijas de Dios; y por eso la bendición del Reino es para
cada uno de ustedes, y para mí también. Que Dios les continúe
bendiciendo a todos, que Dios les guarde.
Será hasta el miércoles. Hay actividad siempre aquí, donde se
colocan videos, un video; y ya para el miércoles probablemente
Miguel esté en Puerto Rico, no sé exactamente la fecha. El
miércoles ya Miguel está en Puerto Rico; y si él puede estar con
nosotros aquí el miércoles, ya le vamos a hacer la invitación:
Miguel, que me estás escuchando allá en Venezuela, estás
invitado para estar el miércoles aquí para la actividad del
miércoles con todos aquí reunidos. Y luego el viernes también
estaremos reunidos para escuchar la Palabra de Dios, y también
el domingo en la mañana y en la tarde, que es el día de la
despedida de año.
Hoy es el día de noche buena, le llaman nochebuena, no ha
llegado todavía la noche. Le llaman nochebuena, donde las
familias preparan su comida de navidad, preparan pasteles y todas
estas cositas. Pero los escogidos las preparan y las usan, pero
conscientes que el nacimiento de Cristo no fue en este tiempo.
Ahora, no lo hacemos como una tradición, sino porque es un
tiempo de alegría, en donde todos están muy contentos
recordando a Jesucristo, y para nosotros Navidad es el año
completo, porque estamos recordando a nuestro amado Señor
Jesucristo, y sirviéndole a El.
Ahora, en esta temporada tenemos la oportunidad de tener
actividades especiales, y de estar sin límite de tiempo en las
actividades, para escuchar la Palabra de Dios, como el viernes en
la noche, que estuvimos hasta las 10:00 de la noche, más o
menos; y luego nos fuimos a la cena, y allí estuvimos hasta las
12:00 de la noche, más o menos; y disfrutamos la comida
EL REY SIERVO
109
material, después de haber disfrutado la comida espiritual.
Ahora, vimos también el viernes en la noche, que la partida
de nuestro amado hermano Branham fue el 24 de diciembre de
1965. En algunos escritos, en los comentarios o en los informes
que dieron acerca de la partida de nuestro hermano Branham,
Billy Paul dice una hora, y el hermano Green dice otra hora; pero
están más o menos por ahí, fue en la madrugada del 24 de
diciembre; como decir, esta mañana de 4 a 5 y algo de la mañana.
En un lugar está dicho que fue a las 4:37, si mal no recuerdo,
donde nos dice Billy Paul; y el hermano Green dice que fue a las
5:49 por ahí. Pero eso no es ningún problema, más bien fue en la
madrugada, y les voy a decir en qué hora bíblica fue: fue en la
tercera vigilia, y ahí no hay lugar a equivocaciones; fue en la
tercera vigilia, ya para pasar a la cuarta vigilia. Por cuanto él fue
un mensajero, no para la cuarta vigilia, se fue antes de comenzar
la cuarta vigilia; que comienza a las 6 de la mañana. Y la cuarta
vigilia es de día, es la vigilia que tiene luz, que tiene sol, es la
vigilia de 6 a 9 de la mañana, que es tipo y figura de la Edad de
la Piedra Angular y de la Dispensación del Reino, que es en el
amanecer de un nuevo Día dispensacional.
Y el ministerio que fue visto en la tercera vigilia, luego es
visto en la cuarta vigilia, ese ministerio resucitado, no el velo de
carne, sino el ministerio aparece de nuevo en la cuarta vigilia,
caminando sobre las aguas, como dice Apocalipsis, capítulo 10,
verso 1 en adelante, y como está en San Marcos, capítulo 6:
Cristo caminando sobre las aguas en la cuarta vigilia (San Mateo
también lo muestra así), en el tiempo en que hubo una grande
tempestad, que por poco destruye a los discípulos, a Su Iglesia
allí representada.
Y esa tempestad grande es la que viene en este Día Postrero.
Es la tempestad que ha estado durante toda la noche, en donde los
hijos de Dios han sido perseguidos y han sido muertos muchos
millones de hijos de Dios, pero que en el Día Postrero tratará la
tempestad de destruir completamente a la Iglesia del Señor
Jesucristo; pero Cristo, caminando sobre el mar, parará esa
tempestad que vendrá en contra de Su Iglesia, y habrá una
110
WILLIAM SOTO SANTIAGO
transformación para los escogidos de Dios, y un rapto, y una
partida en el rapto a la Cena de las Bodas del Cordero para todos
los hijos de Dios, que son Reyes Siervos de nuestro amado Señor
Jesucristo.
Que Dios les continúe bendiciendo a todos, que Dios les
guarde. Y será hasta el próximo miércoles, Dios mediante, en
donde esperamos a Miguel Bermúdez Marín aquí con nosotros.
Y que tengan una feliz navidad, la cual comienza mañana,
mañana es el día de navidad, o de media noche en adelante; hoy
es la víspera de navidad.
Todavía no tengo todo lo que les dije que iba a tratar de
conseguir acerca del porqué partió nuestro hermano Branham en
la víspera de Navidad, así como Cristo partió en la víspera de la
Pascua; pero cuando les tenga la información completa, ya se las
daré en forma más clara. Esto tiene por supuesto un significado
en el Programa divino; pues en él estuvo reflejándose la Iglesia
del Señor Jesucristo de todas las edades, incluyendo nuestra edad.
¿Saben en dónde se reflejó en su vida la edad nuestra?
Cuando él cumplió 49 años, de ahí en adelante comenzó a vivir
el año 50, y de ahí en adelante comenzó a reflejarse nuestra edad.
En los años del 0 al 49 se reflejaron las siete edades de la
Iglesia gentil; por eso fue que después que pasó del año 50,
quizás por el año 56 de su vida; o no menciona él en qué año. El
56 de su vida fue el año 1965, entonces Dios lo sanó. Y el dice:
“Después de ya anciano (o ya viejo, vamos a decir, él estaba muy
fuerte); después que ya tengo yo que irme, cuando ya me vas a
llevar, ahora me sanas.”
Pues ¿saben ustedes una cosa? Que cuando Cristo nos vaya a
llevar para la Cena de las Bodas del Cordero es que El sanará el
cuerpo, nos dará un cuerpo nuevo, y entonces nos iremos.
Ahora, después que fue sanado estuvo un tiempito aquí.
Después que seamos transformados ya tendremos la salud
completa, un cuerpo eterno. Y luego, de 30 a 40 días, y nos
iremos de esta Tierra, de esta dimensión, a la Cena de las Bodas
del Cordero.
Esa ardilla maligna no dio en el blanco; y eso es lo que en
EL REY SIERVO
111
nuestra edad estaría sucediendo: que en nuestra edad no entraría
en la boca; o sea, que la boca de Dios estaría evadiendo que
entrara; y esa ardilla caería muerta; y así será en lo espiritual en
nuestra edad.
Vamos a dejarlo ahí quietecito, porque ya hemos entrado en
otra parte. Durante la semana podemos hablar un poquito y ver
cómo se reflejó en la vida de nuestro hermano Branham todo el
Programa divino de las edades pasadas y de nuestra edad
también. Y por eso él sufrió tanto en su vida, y principalmente en
lo que se reflejó de las edades pasadas. Ahora, aun... Vamos a
dejarlo quietecito ahí, porque ya hay mucho allí.
El accidente lo tuvo el 18 de diciembre, y su partida fue el 24:
18, 19, 20, 21, 22, 23 y 24. Siete días: siete edades. Y ahí lo
dejamos quietecito.
Que Dios les continúe bendiciendo a todos, que Dios les
guarde. Muchas gracias por vuestra amable atención y por vuestra
paciencia. Y gracias a Dios también que El ha tenido paciencia
con nosotros; y Su Programa, Su Misericordia y Su Paciencia ha
estado manifestada en favor de todos nosotros.
Pronto nosotros seremos transformados. Nosotros como
grupo de la Edad de la Piedra Angular hemos entrado ya desde
hace tiempo, del año 50 en adelante; o sea, que se han estado
moviendo esos ciclos divinos que se movieron en nuestro
hermano Branham; y luego, al final, seremos transformados y
raptados.
Ahí lo vamos a dejar. Después estaremos viendo con más
detalles. Hay muchas cosas que podríamos ver más adelante, y
ver la bendición tan grande que a nosotros nos ha tocado.
Que Jesucristo, el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, el
Espíritu Santo, les bendiga, les guarde, les abra las Escrituras, y
les abra el entendimiento y el corazón para entenderlas, recibirlas,
vivirlas, predicarlas, y esperar plenamente el cumplimiento de
cada una de las que todavía no han sido cumplidas. Y pronto
todos sean transformados y yo también.
Que Dios les bendiga, que Dios les guarde, y con nosotros
nuevamente Félix Caro para continuar y finalizar en esta tarde
112
WILLIAM SOTO SANTIAGO
nuestra parte y esta actividad, dándole gracias a Dios por Sus
bendiciones. Con nosotros Félix Caro para continuar.
“EL REY SIERVO.”
LA REVELACION DE
JESUCRISTO
PARA EL DIA POSTRERO
LA REVELACION DE JESUCRISTO
PARA EL DIA POSTRERO
Por William Soto Santiago
29 de diciembre de 1995
Cayey, Puerto Rico
uy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes, es
para mí un privilegio muy grande estar con ustedes en esta
noche, a través de Galaxy VII, canal 11, y Cable BuenaVisión, y
demás canales de televisión en diferentes lugares de la América
Latina y del Caribe, y también por las diferentes radioemisoras en
los diferentes países. Que las bendiciones de Jesucristo, el Angel
del Pacto, sean sobre cada uno de ustedes y sobre mí también.
En esta noche quiero leer una Escritura en el libro del
Apocalipsis, en el capítulo 1, verso 1 en adelante, donde nos
habla nuestro amado Señor Jesucristo, y nos dice de la siguiente
manera:
“La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para
manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la
declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan,
que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del
testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto.
Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta
profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo
está cerca.”
Para esta noche nuestro tema será: “LA REVELACION DE
JESUCRISTO DEL DIA POSTRERO, O PARA EL DIA
POSTRERO.”
A través de la Escritura hemos visto que desde que nuestro
amado Señor Jesucristo murió, resucitó y ascendió al Cielo, El se
sentó en el Trono, a la diestra de Dios, pues Cristo dice en
Apocalipsis, capítulo 3, verso 21:
“Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono,
así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su
M
118
WILLIAM SOTO SANTIAGO
trono (esto es sentarse a la diestra de Dios).”
El cuando se sentó a la diestra de Dios, en el Trono de Dios,
en el Trono del Padre en el Cielo, recibió autoridad y dominio
sobre toda la Creación. Todo poder le fue dado en el Cielo y en
la Tierra. Y recibió también un Nombre que es sobre todo
nombre: es el Nombre eterno de Dios.
Ahora, Jesucristo nos habla en el capítulo 2, y también en el
capítulo 3 de Apocalipsis, de un Nombre Nuevo. En Apocalipsis,
capítulo 2, verso 17, nos dice:
“Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré
una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre
nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.”
Y Cristo es la Piedra que los edificadores desecharon, la cual
ha venido a ser piedra del ángulo; y es Cristo esa Piedrecita del
ángulo, el que dice que tiene un Nombre Nuevo. En Apocalipsis,
capítulo 3 y verso 12, nos dice:
“Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi
Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre
de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva
Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre
nuevo.”
Cristo aquí dice que tiene un Nombre Nuevo. Ese es el
Nombre que El recibió cuando ascendió al Cielo victorioso y se
sentó en el Trono de Dios, se sentó a la diestra de Dios. Y Cristo
es esa Piedrecita blanca que tiene un Nombre Nuevo escrito. Y
para Su Segunda Venida la promesa es que El revelará ese
Nombre.
Ahora, encontramos que para el Día Postrero tenemos la
promesa de la revelación de Jesucristo correspondiente a la
Venida del Hijo del Hombre en Su Reino, o sea, en Su Iglesia,
con poder y gloria, y con Sus Angeles, para llamar y juntar a Sus
escogidos con la Gran Voz de Trompeta, con la cual envía a Sus
Angeles en el Día Postrero.
Ahora, Cristo se reveló en el Antiguo Testamento a través de
los profetas del Antiguo Testamento en la porción
correspondiente al tiempo en que ellos vivieron. Los mensajeros
LA REVELACIÓN DE JESUCRISTO PARA...
119
de diferentes edades fueron los velos de carne donde Cristo se
manifestó, y los mensajeros de las diferentes dispensaciones
fueron los velos de carne donde Cristo se manifestó, o sea, donde
el Espíritu de Cristo se reveló.
San Pedro dice: “Y el Espíritu de Cristo que estaba en ellos,”
en los profetas, dice que “anunciaba los sufrimientos que le
vendrían al Mesías y las glorias después de esos sufrimientos.” Y
luego, cuando apareció Jesús, allí moró el mismo Espíritu Santo,
el mismo Espíritu de Dios que estaba en los profetas del Antiguo
Testamento. Ahora, en Cristo moró, en Jesús moró, en toda su
plenitud. Era la divinidad manifestada en carne en toda su
plenitud.
Luego que tuvo Su ministerio de 3 años y medio, y al final
cumplió la Obra para la cual había venido, la Obra de Redención
en la Cruz del Calvario, Obra que ninguna otra persona podía
realizar; encontramos que luego de morir el día viernes a las 3 de
la tarde, que era la víspera de la Pascua; o sea, que murió el día
13 en la tarde, a las 3 de la tarde, y luego el día de la Pascua, que
comenzaba a la caída del sol, pasó Su cuerpo en el sepulcro y Su
Espíritu descendió al infierno y le predicó a las almas
encarceladas que fueron desobedientes en el tiempo de Noé, que
fueron incrédulas al Mensaje de Noé, y por consiguiente, cuando
vino el diluvio, fueron destruidos; se los llevó el diluvio por ser
incrédulos al Mensaje de Dios por medio de Noé, y no se
prepararon, no se arrepintieron y no se prepararon para escapar
del juicio del diluvio que vendría sobre la Tierra.
Allí estaba presente un profeta dispensacional con el Mensaje
para una nueva dispensación, para la Dispensación del Gobierno
Humano; pues la Dispensación de la Conciencia, que fue la
segunda dispensación, había llegado a su final; pero, así como los
días se entrelazan unos con otros, las semanas y también los
meses y los años, también las generaciones, las edades y las
dispensaciones también se entrelazan.
Y allí estaba entrelazándose una nueva dispensación con la
dispensación que había llegado a su final. Y no entendieron, no
conocieron, que allí estaba presente el Mensajero para una nueva
120
WILLIAM SOTO SANTIAGO
dispensación: el profeta Noé; y allí estaba con el Mensaje
correspondiente a esa nueva dispensación, y allí estaba con el
Mensaje con el cual estaba dando a conocer las cosas que iban a
suceder en aquel tiempo, los juicios divinos que vendrían sobre
la Tierra, y también la forma de escapar de esos juicios divinos.
Jesús citando lo que sucedió en aquel tiempo, en donde
comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta que
vino el diluvio, hasta que llegó el tiempo del juicio divino, y no
conocieron, no entendieron, el Programa que Dios estaba
llevando a cabo en aquel tiempo, hasta que vino el diluvio y se
los llevó a todos.
Lo que Noé estaba haciendo parecía ser algo ridículo, parecía
ser un hombre loco, Noé construyendo un arca, porque vendría
un diluvio que inundaría la Tierra, lo cual nunca antes había sido
visto; pues no llovía sobre la Tierra, sino que de la tierra, durante
la noche, subía un vapor, y así regaba toda la tierra.
Ahora Noé está anunciando cosas nuevas que han de suceder,
lo cual nunca antes había sucedido, y pensaban que Noé estaba
equivocado; pero Noé estaba correcto, pues ese era el profeta
mensajero para la nueva Dispensación del Gobierno Humano,
que se estaba entrelazando en aquellos días con la Dispensación
segunda de la Conciencia, y el pueblo no conoció, y conoció
comiendo, bebiendo, casándose y dándose en casamiento, hasta
el día en que Noé entró al arca, y luego vino el diluvio y se los
llevó a todos.
La raza humana en la actualidad está en la misma condición.
Si ustedes observan, tiene un ciclo en que nace, crece, estudia,
luego trabaja, come, duerme y después se muere. Ese ciclo lo
tenía la raza humana antes del diluvio, en donde comían, bebían,
se casaban y se daban en casamiento, y aún se iban más allá del
límite normal. O sea, que estaban en fiestas y en muchas otras
cosas.
Ahora, lo que aquella generación tenía que entender era el
Mensaje de Noé, y reconocer que Noé era el profeta de Dios
correspondiente a aquel tiempo, por el cual únicamente se podía
conocer las cosas que iban a suceder de acuerdo al Programa
LA REVELACIÓN DE JESUCRISTO PARA...
121
divino.
No era por estudios universitarios, no era por estudios
teológicos, no era por estudios de seminarios, de institutos
religiosos, o de estudios científicos que la gente de aquel tiempo
podrían conocer las cosas que iban a suceder conforme al
Programa de Dios, sino por medio de un hombre, de un profeta.
El tenía todo lo que había sido profetizado por Enoc, uno de
su línea, de sus ascendientes, y Enoc era el séptimo de esa línea,
y Noé era el número 10, el cual recibió de parte de Dios la
revelación divina de las cosas que iban a suceder en aquel tiempo,
y las dio a conocer.
Ahora, este hombre era sencillo, este era un hombre del
campo, pero era un profeta de Dios, el cual había recibido la
revelación divina de las cosas que iban a suceder en aquellos días.
Ahora, Noé estaba dando a conocer esas cosas; por cuanto
Noé era un profeta dispensacional, el juicio sería entonces a nivel
mundial, o sea, que alcanzaría a la raza humana completa; sería
afectado el planeta Tierra con todos sus habitantes.
Ahora, Cristo dijo: “Como fue en los días de Noé, así será
también la Venida del Hijo del Hombre.” O sea, así será el Día en
que el Hijo del Hombre se revele, se manifieste. La revelación
del Hijo del Hombre, la revelación de Jesucristo, manifestando
Su ministerio nuevamente sobre la Tierra, a través de carne
humana, a través del último profeta dispensacional que Dios
enviaría a la Tierra en el Día Postrero. Esta revelación de
Jesucristo es la que nos da a conocer las cosas que deben suceder
en el Día Postrero.
Ahora, así como el Espíritu de Dios se reveló por medio de
los profetas del Antiguo Testamento, en la porción
correspondiente a cada dispensación y a cada edad, y luego por
medio de Jesucristo en toda su plenitud, Juan el Bautista dice:
“porque de su plenitud tomamos todos, gracia por gracia.”
Ahora, en Jesús estaba la plenitud, en los demás profetas
estaba una porción. Luego encontramos que después de Cristo
morir, resucitar y ascender al Cielo y sentarse a la diestra de
Dios, el día de Pentecostés, el mismo Espíritu que estaba en Jesús
122
WILLIAM SOTO SANTIAGO
de Nazaret, descendió sobre 120 personas que estaban en el
Aposento Alto el día de Pentecostés; y el Espíritu Santo ha estado
formando la Iglesia del Señor Jesucristo, ha estado llamando de
entre los gentiles, personas, por medio de la predicación del
evangelio y por medio del ministerio que el Espíritu Santo ha
manifestado en Sus siete ángeles mensajeros de las siete edades
de la Iglesia gentil, o sea, de las siete etapas de la Iglesia gentil,
por las cuales ha estado pasando la Iglesia del Señor Jesucristo
desde el día de Pentecostés hacia acá.
Ahora, el Espíritu Santo, el mismo Espíritu que estaba en
Jesús, ha estado en Su Iglesia manifestándose, revelando a Cristo,
de edad en edad, en la porción correspondiente para cada edad.
Y esa ha sido la revelación de Jesucristo correspondiente a cada
edad.
Y luego la revelación de Jesucristo para el Día Postrero, para
la Dispensación del Reino y la Edad de la Piedra Angular, es por
medio de Su Angel Mensajero, al cual El envía en el Día
Postrero, para por medio de Su Angel dar a conocer las cosas que
deben suceder pronto, y así llamar, juntar y preparar a Sus
escogidos para ser transformados y raptados.
En Apocalipsis, capítulo 4 y verso 1, Cristo con Su Voz como
de trompeta, nos dice: “Sube acá, y yo te mostraré las cosas que
han de suceder después de estas.”
Esa es la Voz de Jesucristo en el Día Postrero, en el Día del
Señor; pues en Apocalipsis, capítulo 1 y verso 10 al 11,
encontramos las palabras de Juan el apóstol con relación a lo que
él escuchó en el Día del Señor. Y dice:
“Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor...” O sea, no en
carne humana, sino en el Espíritu. O sea, que el fue transportado
del primer siglo del quinto milenio al séptimo milenio; y dice:
“...y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta...”
¿Dónde y cuándo él vio, él escuchó esa Voz? El la escuchó en el
Día del Señor, donde él fue transportado en Espíritu.
“...que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el
último.” ¿Y quién es el Alfa y Omega? ¿Quién es el Primero y el
Ultimo? Nuestro amado Señor Jesucristo. El es la piedra de jaspe
LA REVELACIÓN DE JESUCRISTO PARA...
123
y también la de sardio. El fue la piedra de jaspe en Su Primera
Venida, y la piedra de sardio es en Su Segunda Venida. El
primero y el postrero, el Alfa y Omega, el jaspe y el sardio, es
nuestro amado Señor Jesucristo.
Y esa Gran Voz de Trompeta es la Voz de nuestro amado
Señor Jesucristo hablándole a Su Iglesia en el Día Postrero. O
sea, en el séptimo milenio, el Día Postrero, en el fin del tiempo
en donde nosotros estamos viviendo.
Y El dice con esa Gran Voz de Trompeta: “Sube acá, y yo te
mostraré las cosas que han de suceder después de éstas.” O sea,
después de las que ya han sucedido en las edades pasadas de Su
Iglesia gentil.
Ahora, encontramos que así como El dio a conocer en el
Antiguo Testamento Su Palabra y las cosas que iban a suceder,
las cuales fueron profetizadas por el Espíritu de Dios a través de
Sus profetas, y luego en el Nuevo Testamento por medio de Sus
apóstoles y de Sus siete ángeles mensajeros; y para el Día
Postrero, para el séptimo milenio, esa Trompeta final o Gran Voz
de Trompeta, que es la Voz de Jesucristo hablándole a Su Iglesia
por medio de Su Angel Mensajero... Por eso es que en
Apocalipsis, capítulo 22 y verso 6, El envía Su Angel Mensajero
para dar a conocer las cosas que deben suceder pronto, y así tener
un conocimiento claro de todo lo que debe suceder conforme a
las profecías bíblicas correspondientes al Día Postrero, y ser
preparados nosotros para escapar del juicio de la gran tribulación
que ha de venir, y ser transformados y raptados; estar en pie
delante del Hijo del Hombre en el Día Postrero.
Apocalipsis, capítulo 22 y verso 6, nos dice:
“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el
Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su
ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder
pronto.”
Cosas que solamente por medio de Su Angel Mensajero,
Jesucristo las estará dando a conocer en el Día Postrero, porque
es a través de este Angel Mensajero que Jesucristo estará
hablándole a Su Iglesia con Su Voz de Trompeta, Su Gran Voz
124
WILLIAM SOTO SANTIAGO
de Trompeta, en el Día Postrero, en el Día del Señor. Pues el Día
del Señor es el Día Postrero, es el séptimo milenio, en donde la
Voz de Cristo es escuchada por Su Iglesia a través de Su Angel
Mensajero. Por esa causa es que Juan el apóstol, en dos ocasiones
quiso adorar a los pies del Angel del Señor Jesucristo, pues vio
la revelación de Jesucristo a través de Su Angel Mensajero y
quiso adorar a los pies del Angel de Jesucristo.
Apocalipsis, capítulo 19, verso 10, nos dice el apóstol San
Juan:
“Yo me postré a sus pies (a los pies del Angel) para adorarle.
Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus
hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios;
porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.”
Y en Apocalipsis, capítulo 22, verso 8 al 9, Juan quiso
nuevamente adorar a los pies del Angel de Jesucristo, y nos dice:
“Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las
hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que
me mostraba estas cosas.”
¿Quién le mostró toda esta revelación apocalíptica? El Angel
del Señor Jesucristo.
“Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo
tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las
palabras de este libro. Adora a Dios.”
Juan el apóstol quiso adorar a este Angel de Jesucristo,
porque vio a Jesucristo revelado en Su Angel Mensajero. Vio la
revelación de Jesucristo del Día Postrero a través de Su Angel
Mensajero, vio el mismo Espíritu Santo, el mismo Angel del
Pacto que estuvo en los profetas del Antiguo Testamento y con
los profetas del Antiguo Testamento, y también que estuvo en la
persona de Jesús de Nazaret, manifestado en carne humana, y
luego estuvo en los apóstoles, y luego en los siete ángeles
mensajeros; ahora en el Día Postrero lo ve en el Angel del Señor
Jesucristo. Ahí es donde él ve al Espíritu Santo, al Angel del
Pacto, revelado, manifestado, en el Día Postrero; y esa es la
revelación de Jesucristo para y del Día Postrero.
Este Angel Mensajero es el que también aparece en
LA REVELACIÓN DE JESUCRISTO PARA...
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Apocalipsis, capítulo 7 y verso 2, que viene con el Sello del Dios
vivo; y el Sello del Dios vivo es el Espíritu Santo. Y es el
Espíritu Santo por medio de este Angel Mensajero, el cual estará
hablándole a Su Iglesia gentil en el Día Postrero con esa Gran
Voz de Trompeta o Trompeta final; y también le estará hablando
luego a Su pueblo hebreo; 144 mil que lo van a recibir.
Dice Apocalipsis, capítulo 7, verso 2 en adelante:
“Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y
tenía el sello del Dios vivo.”
El Sello del Dios vivo, como todos saben, es el Espíritu
Santo. San Pablo nos dice en Efesios, capítulo 4 y verso 30:
“Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual
fuisteis sellados para el día de la redención.” Para ese glorioso
Día en el cual los muertos en Cristo van a resucitar. ¿Quiénes?
Aquellos que han sido sellados con el Espíritu Santo, cuando
creyeron, los cuales nacieron de nuevo del Agua y del Espíritu,
y entraron a formar parte del Cuerpo Místico de Jesucristo, que
es Su Iglesia.
Esos son los que han de resucitar, si murieron sus cuerpos, y
los que estamos vivos seremos transformados. Toda persona que
ha nacido de nuevo del Agua y del Espíritu, que ha recibido ese
nuevo nacimiento y ha entrado al Cuerpo Místico de Cristo, el
cual ha nacido en ese Cuerpo Místico, en el Día Postrero, si está
vivo, será transformado, pues ha sido sellado con el Sello del
Dios vivo, con el Sello del Espíritu Santo, para el Día de la
Redención, en donde nuestros cuerpos serán redimidos, en donde
obtendremos un cuerpo eterno y glorioso para vivir por toda la
eternidad; un cuerpo inmortal, incorruptible, el cual no se pondrá
viejo; siempre estará representando de 18 a 21 años. Y en ese
cuerpo es que todo hijo de Dios que ha nacido de nuevo del Agua
y del Espíritu, luego de haber creído en Cristo como su Salvador,
vivirá por toda la eternidad. Es en ese cuerpo en que nosotros
seremos raptados y nos iremos a la Cena de las Bodas del
Cordero.
Por eso es que el profeta Elías tipifica a los santos en Cristo
que están vivos en el Día Postrero, los cuales serán transformados
126
WILLIAM SOTO SANTIAGO
y raptados para no ver muerte, como el profeta Elías fue raptado
para no ver muerte, como también fue raptado el profeta Enoc
para no ver muerte.
Ahora, encontramos que fue un carro de fuego o platillo
volador el que se llevó al profeta Elías. En el tiempo del profeta
Elías y en el tiempo del profeta Eliseo, y en el tiempo del profeta
Moisés, encontramos una manifestación grande, y una
manifestación llevada a cabo en bastantes ocasiones, o repetidas
en diferentes ocasiones, en el Monte Sinaí, por ejemplo; también
en el tiempo de Elías aún fue raptado por un platillo volador, y
también en el tiempo de Eliseo, cuando lo iban a tomar preso, en
donde el siervo de Eliseo le dijo a Eliseo: “Mira, los ejércitos del
enemigo están rodeando la casa.” Eliseo le dijo: “No tengas
miedo, más son los que están con nosotros que los que están en
contra.”
Y por cuanto Eliseo era un profeta, tenía las dos conciencias
juntas y podía ver en la dimensión en donde estaban los carros de
fuego, los platillos voladores, donde estaban los ángeles de Dios;
y el siervo de Eliseo, no siendo profeta, o sea Giezi, no podía ver,
pero por cuanto estaba con mucho miedo, vino por segunda
ocasión y le dijo que los montes o derredor de la casa de Eliseo
estaban los ejércitos del enemigo. Y Eliseo oró a Dios para que
le abriera los ojos a Giezi, su siervo, para que viera que más eran
los que estaban con Eliseo, que los que estaban en contra.
Y cuando Dios le abrió los ojos a Giezi, vio los montes llenos
de carros de fuego y gente de a caballo, gente de otra dimensión;
eran los ejércitos celestiales que estaban cuidando al profeta
Eliseo, como siempre ha sucedido.
Porque cuando Dios ha enviado un profeta mensajero para
una edad o para una dispensación, también envía huestes
celestiales que lo cuiden, que lo protejan y que lo ayuden en todo
para llevar a cabo el ministerio que le ha sido encomendado. Así
aparece en la historia de los profetas de Dios.
Encontramos en diferentes ocasiones que han aparecido
arcángeles de Dios y ángeles de Dios con los profetas de Dios.
Ahora, encontramos que con el pueblo de Dios también han
LA REVELACIÓN DE JESUCRISTO PARA...
127
estado los ejércitos de Dios, y el mismo Cristo dijo en una
ocasión que los ángeles de estos pequeñitos, que son estos
pequeñitos los miembros del Cuerpo Místico de Jesucristo, o sea,
los que componen la Iglesia de Jesucristo; El dice: “sus ángeles
miran el rostro de mi Padre cada día.” Pues cada hijo de Dios,
cada persona que ha nacido de nuevo del Agua y del Espíritu,
tiene un ángel, o sea, un cuerpo teofánico de la sexta dimensión.
Ese es el Angel de Jehová que acampa en derredor de los que le
temen y los defiende; y él es el que intervendrá para la
transformación de nuestros cuerpos, y para el rapto de cada
escogido de Dios.
Y lo que hoy en día es llamado “platillos voladores,” lo cual
en el tiempo del Antiguo Testamento eran llamados carros de
fuego, tendrán una intervención directa con la resurrección de los
muertos en Cristo y con la transformación de nosotros los que
vivimos.
Encontramos que el mismo Señor Jesucristo en diferentes
ocasiones estuvo acompañado de ángeles que le ayudaban y le
fortalecían, como en los cuarenta días de ayuno en donde fue
tentado por el diablo, y también en el Getsemaní fue fortalecido
por un ángel, y en otras ocasiones.
El mismo Jesús dijo a Natanael: “De aquí en adelante verán
los cielos abiertos, y ángeles de Dios que suben y bajan sobre el
Hijo del Hombre.” Y encontramos que eso ha sido una realidad.
Y para el ministerio del Espíritu Santo en las diferentes edades de
la Iglesia gentil, ángeles de Dios, ángeles de Jesucristo, han sido
enviados, o sea, ángeles mensajeros, profetas mensajeros, para
cada edad de Su Iglesia gentil.
Y en el Día Postrero el último ángel mensajero, el último
espíritu teofánico ministerial que Dios enviaría a Su Iglesia y
luego al pueblo hebreo, el cual viene con el ministerio para la
Dispensación del Reino y para la Edad de la Piedra Angular es un
espíritu teofánico de profeta dispensacional, para abrir una nueva
dispensación trayendo un nuevo Mensaje dispensacional,
predicando el Mensaje del Evangelio del Reino, y así abriendo la
Dispensación del Reino en un tiempo en donde la Dispensación
128
WILLIAM SOTO SANTIAGO
de la Gracia ha llegado a su final; un tiempo en donde hay un
suspenso entre la vida y la muerte, como siempre ocurre cuando
hay un cambio de edad o un cambio de dispensación; siempre hay
un lapso de tiempo, de silencio, en donde muchas personas
piensan que ese profeta mensajero está equivocado, y que ese
hombre no es un profeta de Dios, y menos un profeta de una edad
o de una dispensación.
Lo que sucedió en el tiempo de Noé: No se daban cuenta que
Noé era un profeta de los grandes, un profeta dispensacional; y
que lo que él predicaba era el Mensaje correspondiente a su
tiempo.
También así sucedió con Moisés: El faraón no creía que
Moisés era un profeta, no creía que Moisés tenía un Mensaje de
Dios para el pueblo, y pensó que lo que hacía era quitando al
pueblo hebreo de sus labores que el faraón le había
encomendado. No se dio cuenta que allí en la Tierra estaba un
profeta dispensacional donde estaba el Espíritu de Dios, para
llevar a cabo la Obra correspondiente a este tiempo, la liberación
del pueblo hebreo, pero sin antes traer los juicios divinos sobre
el imperio del faraón, así como traerá Cristo en el Día Postrero
los juicios divinos sobre el imperio del anticristo, sobre el
imperio que estará en los pies de hierro y de barro cocido.
Ahora, para el Día Postrero, el Espíritu de Cristo, el Espíritu
de Dios, desciende a la Tierra envuelto en una nube, en esa
Columna de fuego, con Su rostro como el sol, con Sus ojos como
llama de fuego, con un arco iris alrededor de Su cabeza y con un
Librito abierto en Su mano.
Es la Venida del Espíritu Santo, del Angel del Pacto, del
Angel de Jehová, del Espíritu que estuvo en Cristo, el cual había
estado en los profetas del Antiguo Testamento, y el cual estuvo
en los apóstoles y también en los siete ángeles mensajeros de las
siete edades de Su Iglesia gentil.
Y ahora, El viniendo con ese Título de Propiedad en Su
mano, abierto, el Libro de los Siete Sellos, lo entrega a Su
instrumento, Su velo de carne, Su último Angel Mensajero, Su
profeta mensajero para la Dispensación del Reino y para la Edad
LA REVELACIÓN DE JESUCRISTO PARA...
129
de la Piedra Angular, para que se lo coma y profetice sobre
muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes; pues donde esté el
Espíritu Santo, Cristo, el Angel del Pacto, el Angel de Jehová
manifestado a través de carne humana, ahí tiene que estar ese
Título de Propiedad. Y siendo que el Angel Mensajero de
Jesucristo es un miembro del Cuerpo Místico de Jesucristo, por
consiguiente el Título de Propiedad, el Libro de los Siete Sellos,
viene a estar en Su Iglesia gentil, lo cual le da las bendiciones de
la Primogenitura, las cuales son habladas a Su Iglesia gentil, pues
Su Iglesia gentil son los Primogénitos escritos en el Cielo desde
antes de la fundación del mundo en el Libro de la Vida del
Cordero.
San Pablo, en el capítulo 12, verso 22 en adelante, del libro
o carta a los Hebreos, nos dice que hay un grupo de personas que
son los Primogénitos de Dios escritos en el Cielo. Dice así:
“sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad
del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos
millares de ángeles,
a la congregación de los primogénitos que están inscritos en
los cielos...”
¿Quiénes son los que están inscritos en los Cielos, en ese
Libro de la Vida del Cordero? Los Primogénitos de Dios, que son
los miembros del Cuerpo Místico de Jesucristo, los miembros de
la Iglesia del Señor Jesucristo, que han creído en Jesucristo y han
nacido de nuevo del Agua y del Espíritu.
Ellos son los Primogénitos de Dios, los cuales son herederos
de Dios y coherederos con Cristo Jesús Señor nuestro. Ellos son
los que tienen el derecho a la Primogenitura, a la Bendición de la
Primogenitura, para ser cumplida en ellos, ser materializada en
ellos. Pero primero tiene que ser hablada esa Bendición de la
Primogenitura contenida en ese Título de Propiedad, para ser
restaurados a esa Bendición de la Primogenitura que la raza
humana perdió allá en el Huerto del Edén con la caída de Adán
y Eva miles de años atrás.
Ahora, para ser restaurados los Primogénitos de Dios a la
Herencia divina, a la Herencia eterna, a la vida eterna, a la
130
WILLIAM SOTO SANTIAGO
juventud eterna y al gobierno eterno y al Reino eterno, se
requiere que la Iglesia del Señor Jesucristo reciba el Título de
Propiedad. Y para eso Cristo tendrá a Su Angel Mensajero en la
Tierra, en el Día Postrero, en el séptimo milenio, en el Día del
Señor.
Y al recibir ese Título de Propiedad el Angel del Señor
Jesucristo, por consiguiente lo ha recibido la Iglesia del Señor
Jesucristo. Y el Angel del Señor Jesucristo cuando le habla la
Palabra, el Evangelio del Reino, a la Iglesia de Jesucristo, le está
dando el contenido de ese Libro de los Siete Sellos, el contenido
del Libro de la Redención; y sobre todo, el contenido del Séptimo
Sello, que es el Sello del Día Postrero, del tiempo del fin.
El Séptimo Sello es la Venida de Cristo como el León de la
tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra
de Reclamo. Y la Voz de Cristo, esa Gran Voz de Trompeta, que
también es la Voz de los Siete Truenos de Apocalipsis, capítulo
10, que es también la Voz de Cristo en el Día Postrero, en la
Venida del Angel del Pacto, en la Venida del Espíritu Santo,
encontramos que cuando coloca su pie derecho sobre el mar y el
izquierdo sobre la Tierra, clamó como cuando ruge un león, y
siete truenos emitieron sus voces.
Esas siete voces, esos siete truenos, que es la Voz de Cristo
hablándole a Su Iglesia en el Día Postrero, contienen la
revelación divina de Jesucristo, contienen la revelación divina de
la Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey
de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo.
Y siendo que la Voz de Cristo estará hablándole a Su Iglesia
por medio de Su Angel Mensajero, para escuchar los siete truenos
de Apocalipsis, capítulo 10, se requiere que el pueblo, la Iglesia
del Señor Jesucristo, reciba y escuche al Angel Mensajero del
Señor Jesucristo que El envía en el Día Postrero. Cristo, en
Apocalipsis, capítulo 22 y verso 16, dice:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para dar testimonio de estas
cosas en las iglesias.”
¿A quién envía? A Su Angel Mensajero. ¿Quién lo envía?
Jesucristo. ¿Para qué? Para dar testimonio de estas cosas, de estas
LA REVELACIÓN DE JESUCRISTO PARA...
131
cosas que deben suceder pronto, dar testimonio de ellas a Su
Iglesia. Viene dando testimonio de estas cosas, y así viene dando
a conocer la revelación de Jesucristo del Día Postrero, como el
León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores,
en Su Obra de Reclamo. Viene la revelación de Jesucristo en el
Día Postrero como Hijo del Hombre e Hijo de David; revelación
que El manifiesta, que El da a conocer, por medio de Su Angel
Mensajero a Su Iglesia gentil, y así El llama y junta a todos Sus
escogidos en el Día Postrero y los prepara para ser transformados
y raptados.
Ninguna persona podrá ser transformada y raptada, de los que
estamos viviendo en el Día Postrero, en este tiempo final, sin
recibir la Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá,
como Rey de reyes y Señor de señores; la Venida del Hijo del
Hombre en Su Reino, la Venida del Hijo del Hombre en el Día
Postrero, como Hijo del Hombre e Hijo de David, revelándose
por medio de Su Angel Mensajero, y hablándole a Su pueblo, a
Su Iglesia, con esa Gran Voz de Trompeta o Trompeta final, con
esa Gran Voz de Trompeta con la cual habla en Apocalipsis,
capítulo 1 y verso 10 en el Día del Señor.
Juan dice: “Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor (en
qué Día? En el Día del Señor, que es el séptimo milenio), y oí
detrás de mí una gran voz como de trompeta,
que decía (o sea, no es una trompeta literal; es la Voz de
Jesucristo con un Mensaje dispensacional) ...que decía: Yo soy el
Alfa y la Omega, el primero y el último.”
Ahora, es el mismo Espíritu Santo que se reveló por medio de
carne humana en la persona de Jesús dos mil años atrás,
revelándose en el Día Postrero por medio de Su Angel
Mensajero, y dando testimonio de estas cosas que deben suceder,
hablándole a Su Iglesia todas estas cosas que deben suceder. Y
eso es la Trompeta final o Gran Voz de Trompeta: Es la Voz de
Cristo, por medio de Su Angel Mensajero, revelándole a Su
Iglesia todas estas cosas que deben suceder, conforme a como
están profetizadas en la Escritura.
Es por medio de Su Angel Mensajero que Cristo en el Día
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WILLIAM SOTO SANTIAGO
Postrero estaría hablándole a Su Iglesia con esa Gran Voz de
Trompeta. Es la Voz de Jesucristo, en el Día Postrero,
revelándole a Su Iglesia las cosas que deben suceder, y
llamándola, juntándola, y preparándola para su transformación y
el rapto.
Ninguna persona podrá entender todas estas cosas que deben
suceder sin escuchar la Voz de Cristo, esa Gran Voz de
Trompeta, por medio de Su Angel Mensajero; ni tampoco podrá
ser transformado y raptado sin escuchar esa Voz.
Y el que es de Dios, la Voz de Dios oye, la Voz de Jesucristo,
la Gran Voz de Trompeta, en el Día Postrero. Así como cada
escogido en cada etapa, en cada edad, escuchó la Voz de Dios,
por medio del instrumento a través del cual Dios le habló a Su
pueblo en el pasado; así es para el Día Postrero, así es la
revelación de Jesucristo del Día Postrero. Esa es la forma en que
el Hijo del Hombre se revelaría en el Día Postrero, es el
ministerio de Jesucristo repitiéndose en el Día Postrero a través
de Su Angel Mensajero.
Pero el Angel Mensajero de Jesucristo no es el Señor
Jesucristo, sino Su instrumento, Su velo de carne, a través del
cual Jesucristo se revela en el Día Postrero a Su Iglesia y le habla
con esa Gran Voz de Trompeta, y le da a conocer todas las cosas
que deben suceder; y así prepara Jesucristo a Su Iglesia, usando
a Su Angel Mensajero y hablando por medio de él a Su Iglesia.
La prepara para ser transformada y raptada, prepara a cada
miembro del Cuerpo Místico de Jesucristo para su transformación
y el rapto, para ir a la Cena de las Bodas del Cordero.
Así es como ha sido prometida la revelación de Jesucristo en
el Día Postrero. Misterio que no había sido comprendido en las
edades pasadas, porque para ser entendido se requiere escuchar
el Mensaje del Evangelio del Reino, que es la Gran Voz de
Trompeta o Trompeta final.
O sea, que es la Voz de Jesucristo en el Día Postrero
hablándole a Su Iglesia por medio de Su Angel Mensajero, que
es el último ungido de Jesucristo, del Espíritu Santo, para dar
testimonio de estas cosas que deben suceder, dar testimonio de
LA REVELACIÓN DE JESUCRISTO PARA...
133
estas cosas a la Iglesia del Señor Jesucristo, darle testimonio a
todas las iglesias, y luego al pueblo hebreo.
Esta es la única forma señalada en la profecía del Antiguo
Testamento y del Nuevo Testamento, para el Día Postrero, para
la revelación de Jesucristo del Día Postrero.
Ver en el pasado, en el Antiguo Testamento, la manifestación
del Espíritu de Dios en cada profeta mensajero, era ver a Cristo,
al Espíritu Santo, manifestado a través de carne humana en la
porción correspondiente a cada tiempo, llevando a cabo Su Obra
de cada tiempo, por medio de carne humana.
Así fue también a través de Jesucristo, a través de los
apóstoles y a través de los siete ángeles mensajeros. Y así es en
este Día Postrero a través del Angel del Señor Jesucristo. Así es
la revelación de Jesucristo del Día Postrero. Es Jesucristo
revelado o revelándose por medio de Su Angel Mensajero.
“LA REVELACION DE JESUCRISTO POR MEDIO DE
SU ANGEL MENSAJERO.”
Ahora, podemos ver la importancia de esa revelación, a tal
grado que Juan se postró a los pies del Angel del Señor Jesucristo
para adorarlo. Pero él le dijo: “Mira que no lo hagas; porque yo
soy consiervo tuyo, de tus hermanos, y de los que guardan las
palabras de esta profecía, adora a Dios.”
Hemos visto que la revelación de Jesucristo, del Día Postrero,
es la revelación del Espíritu Santo, la manifestación del Espíritu
Santo, del Angel del Pacto, a través del Angel del Señor
Jesucristo. Esa es la revelación de Jesucristo del Día Postrero.
Que Dios le abra los ojos espirituales a todos los que tienen
sus nombres escritos en el Libro de la Vida del Cordero, y
también los que los tienen en la otra sección, para ver en el Día
Postrero, en el séptimo milenio, la revelación de Jesucristo del
Día Postrero.
Ha sido para mí un privilegio muy grande estar con ustedes
en esta ocasión, dándoles testimonio de la revelación de
Jesucristo del Día Postrero.
Que las bendiciones de Jesucristo en y para el Día Postrero,
sean sobre cada uno de ustedes, y sobre mí también, y se
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WILLIAM SOTO SANTIAGO
materialicen en cada uno de ustedes y en mí también.
Que Dios les continúe bendiciendo a todos, que Dios les
guarde. Muchas gracias por vuestra amable atención, y será hasta
el domingo próximo a las 10:00 de la mañana, hora de Puerto
Rico, para la primera actividad, y luego a las 3:00 de la tarde para
la segunda actividad; y luego, para la tercera actividad en la
noche, a las 9:30 de la noche.
Estaremos aquí el domingo en la noche, desde las 9:30 de la
noche comenzaremos a reunirnos, y comenzaremos con los
cánticos, para así también tener la despedida del año 1995, en
donde Dios nos ha dado grandes bendiciones; y darle también la
bienvenida al año 1996, donde esperamos grandes bendiciones
también, y en donde esperamos que la misericordia de Dios esté
manifestada en favor de cada uno de nosotros, y que Dios nos
prepare más y más para estar listos para nuestra transformación
y el rapto.
Así que el domingo tendremos tres actividades: a las 10:00 de
la mañana el domingo, la primera; a las 3:00 de la tarde, la
segunda; y a las 9:30 de la noche, la tercera.
Será hasta el domingo, Dios mediante. Vengan preparados,
después de la segunda actividad tendrán suficiente tiempo para
regresar a sus hogares, y luego regresar a la actividad de la noche,
y despedir el año dándole gracias a Dios por Sus bendiciones y
por Su misericordia, y así luego recibir el nuevo año.
Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos. Y para los
que están a través del satélite, también estaremos transmitiendo
las tres actividades para todas las naciones que estarán a través
del satélite recibiendo estas conferencias.
Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos los
presentes, y también a los que están a través del satélite Galaxy
VII, canal 11, y a través de Cable BuenaVisión, y a través de los
diferentes canales de televisión en Puerto Rico y en otros países.
Que Dios les bendiga, que Dios les guarde, y pasen todos
muy buenas noches.
“LA REVELACION DE JESUCRISTO PARA EL DIA
POSTRERO.”
LA PUERTA ABIERTA
AL CIELO
LA PUERTA ABIERTA AL CIELO
Por William Soto Santiago
31 de diciembre de 1995
Cayey, Puerto Rico
uy buenos días, amados amigos y hermanos presentes, y
televidentes por Galaxy VII, canal 11, y por Cable
BuenaVisión y demás canales de televisión de los diferentes
países, y también por las diferentes radioemisoras de Puerto Rico
y de otros países. Que las bendiciones de Jesucristo, el Angel del
Pacto, sean sobre cada uno de ustedes y sobre mí también.
En esta ocasión quiero leer en el evangelio según San Juan,
capítulo 10, verso 1 al 9; y nos dice así la Escritura:
“De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta
en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es
ladrón y salteador.
Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es.
A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas
llama por nombre, y las saca.
Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de
ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.
Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no
conocen la voz de los extraños.
Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué
era lo que les decía.
Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo:
Yo soy la puerta de las ovejas.
Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y
salteadores; pero no los oyeron las ovejas.
Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará,
y saldrá, y hallará pastos.”
Esto es lo que dijo Jesús: “Yo soy la puerta; el que por mí
entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.”
Y leo también en Apocalipsis, capítulo 4, verso 1 en adelante,
M
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WILLIAM SOTO SANTIAGO
y dice así:
“Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el
cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando
conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que
sucederán después de estas.
Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono
establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado.
Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de
jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris,
semejante en aspecto a la esmeralda.
Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados
en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas,
con coronas de oro en sus cabezas.
Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del
trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete
espíritus de Dios.
Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante
al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres
vivientes llenos de ojos delante y detrás.”
Que Dios bendiga Su Palabra en nuestros corazones y nos
permita entenderla. Tomamos de Apocalipsis, capítulo 4, verso
1, donde dice:
“Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el
cielo.”
Nuestro tema para esta ocasión es: “LA PUERTA
ABIERTA AL CIELO.”
Para poder entender lo que es esta Puerta abierta en el Cielo,
en Apocalipsis, capítulo 4, hemos leído también en San Juan,
capítulo 10, verso 1 al 9, donde nuestro amado Señor Jesucristo,
nuestro Salvador, nos dice:
“Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y
entrará, y saldrá, y hallará pastos.”
Aquí podemos ver que la entrada a la vida eterna, la entrada
al Cielo, es nuestro amado Señor Jesucristo. El en Su Primera
Venida fue manifestado en este planeta Tierra como el Cordero
de Dios para quitar el pecado del mundo. Y El dijo que los que
LA PUERTA ABIERTA AL CIELO
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vinieron antes que El, hablando acerca de esos hombres como
Teudas y Judas y demás grandes líderes de religiones paganas,
eran robadores y eran salteadores; pero no los oyeron las ovejas,
no los escucharon los que tienen sus nombres escritos en el Libro
de la Vida del Cordero.
Ahora, encontramos que en este planeta Tierra hay muchas
religiones, pero el único camino a la vida eterna es nuestro amado
Señor Jesucristo.
Ahora, el pueblo hebreo tuvo la Ley y también tuvo otras
dispensaciones, pero encontramos que todo desembocó en la
Primera Venida de Cristo, como estaba profetizado en el Antiguo
Testamento por los profetas de Dios de otras dispensaciones
divinas que fueron manifestadas en la Tierra.
En la primera dispensación se habló de la Venida de Cristo en
el tiempo de Adán; o sea, terminando la dispensación primera,
encontramos a Dios haciendo la promesa de la Venida de Cristo,
cuando le habló del hijo o simiente de la mujer, el cual heriría a
la simiente de la serpiente en la cabeza.
Encontramos que esto se cumplió en la persona de Jesucristo,
en donde encontramos que Cristo hirió en la cabeza al diablo;
pero encontramos que Cristo fue herido en Sus manos, en Sus
pies y en Su costado, y esto fue conforme a lo que Dios dijo; pues
Dios le dijo a la serpiente allí, hablándole de lo que sucedería más
adelante, en el capítulo 3, verso 15. Dice de la siguiente manera:
“Y pondré enemistad entre ti y la mujer (hablándole a la
serpiente), y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en
la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.”
Por eso Cristo fue herido en el calcañar, en Sus manos y en
Sus pies; pero Cristo hirió al diablo allí, en la cabeza, y le quitó
el imperio de la muerte al diablo, y descendió al infierno y le
quitó las llaves del infierno y de la muerte.
Y por eso es que luego en Apocalipsis, encontramos a Cristo
diciendo que El tiene las llaves del infierno y de la muerte;
porque El fue el que obtuvo la victoria contra el diablo; y aunque
murió, luego resucitó victorioso y le quitó el imperio de la muerte
al diablo; pues se levantó de entre los muertos el Hijo de Dios, al
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WILLIAM SOTO SANTIAGO
cual ni la tumba ni el infierno ni el diablo lo pudieron tener preso,
sino que Dios lo libertó el domingo en la mañana, en la cuarta
vigilia, y apareció vivo a Sus discípulos, desde el día domingo en
adelante, hasta que fue recibido arriba en el Cielo cuarenta días
después.
Ahora, encontramos que Cristo ha estado en el Cielo haciendo
intercesión como Sumo Sacerdote, con Su propia Sangre allá en
el Trono de Intercesión en el Cielo. Y el Cordero que se requería
en la Tierra para morir y Su Sangre ser derramada por los
Primogénitos de Dios, como fue tipificada en la muerte del
cordero pascual, el cual moría la víspera de la Pascua, y luego su
sangre era colocada en el dintel y los postes de cada casa, para
que los que estaban dentro comiendo el cordero no tuvieran luto
con la muerte de los primogénitos que allí estaban; y
encontramos que cuando vino el ángel de la muerte hiriendo a los
primogénitos en la tierra de Egipto, en donde murió el
primogénito del rey, el hijo del rey, del faraón, y murieron todos
los primogénitos allá en Egipto, incluyendo los primogénitos de
entre los animales también; encontramos que en medio del pueblo
hebreo, los que tenían la sangre del cordero aplicada, no tuvieron
luto, porque sus hijos primogénitos no murieron, y tampoco
murieron los primogénitos de entre los animales, porque tenían
la sangre del cordero aplicada.
Ahora, Cristo siendo nuestro Cordero Pascual murió la
víspera de la Pascua, y Su Sangre ha sido aplicada en el dintel del
corazón de cada Primogénito de Dios. Esa Sangre ha estado en la
Casa de Dios, en el Templo espiritual de Cristo, siendo aplicada
en el corazón de cada hijo de Dios.
Y encontramos que estando en la Casa de Dios, en la Iglesia
del Señor Jesucristo aplicada esa Sangre, encontramos que la
muerte no puede entrar a esa Casa para matar con muerte
espiritual a los hijos de Dios; pues la muerte espiritual es más
terrible que la muerte física.
Pues una persona puede morir físicamente, pero ir al Paraíso,
seguir viviendo allá, y cuando ocurra la resurrección se
levantarán en un cuerpo eterno y vivirá por toda la eternidad.
LA PUERTA ABIERTA AL CIELO
143
Pero cuando una persona muere espiritualmente, cuando la
muerte espiritual azota esa casa, esa persona, entonces esa
persona estará separada de Dios para siempre; y luego, cuando
muere su cuerpo, no puede ir al Paraíso, pues no está preparado
para ir al Paraíso; y luego tendrá que resucitar al final del Reino
Milenial de Cristo, para ir delante del Trono Blanco, ir delante de
Jesucristo para ser juzgado; en donde estará Jesucristo con Su
Iglesia juzgando al mundo, a toda persona que ha vivido en este
planeta Tierra y no ha tenido su nombre escrito en el Libro de la
Vida del Cordero.
Y toda persona que muere espiritualmente, cuando se levante
allá para ser juzgado, será condenado y echado luego al lado de
fuego, que es la muerte segunda, en donde estará por un tiempo
y en donde será destruido su cuerpo físico, será destruido su
espíritu, y será destruida su alma también.
Cristo dijo: “Yo les enseñaré a quién ustedes deben temer: No
teman a los que matan el cuerpo y luego no pueden matar ni el
espíritu ni el alma; teman a Aquel que puede matar el cuerpo y
también el espíritu y el alma, y destruirlos allá en el infierno (o
sea, en el lago de fuego).”
Por eso es tan importante tener aplicada la Sangre de nuestro
amado Señor Jesucristo, que es nuestro Cordero Pascual; para así
tener nuestra salida a la tierra prometida del nuevo cuerpo y a la
tierra prometida del glorioso Reino Milenial.
Ahora, encontramos que para entrar al Cuerpo Místico de
Cristo, se tiene que entrar por esa Puerta, que es Jesucristo en Su
Primera Venida como el Cordero de Dios, y luego nacer de nuevo
del Agua y del Espíritu; y así nace en el Reino de Dios, así entra
al Reino de Dios, entra a formar parte de la Iglesia del Señor
Jesucristo; pues no hay otra forma para entrar a ser parte de la
Iglesia del Señor Jesucristo, El es esa Puerta para entrar a Su
Iglesia.
Ahora, encontramos que siendo Jesucristo la Puerta a Su
Casa, a Su Iglesia, a Su Familia, a la descendencia de Dios, las
palabras de Jesús dichas dos mil años atrás: “Yo soy el Camino,
la Verdad y la Vida. Y nadie viene al Padre, sino por mí.” Es por
144
WILLIAM SOTO SANTIAGO
medio de Cristo, el cual es la Puerta al Cielo, el cual es la Puerta
a Su Iglesia, y el cual es la Puerta a la vida eterna, por el cual
todo ser humano tiene que entrar.
No hay otra forma para ir al Cielo, no hay otra forma para
vivir eternamente. Tiene que ser por medio de nuestro amado
Señor Jesucristo, que es el Cordero de Dios que quitó el pecado
del mundo dos mil años atrás.
Y ahora, para el Día Postrero, Juan el apóstol en su visión
apocalíptica, el cual fue transportado a través del tiempo, y vio
los diferentes tiempos o etapas o edades por las cuales pasaría la
Iglesia del Señor Jesucristo, encontramos que él vio una Puerta
abierta en el Cielo, y escuchó una Voz como de trompeta que le
hablaba y le decía: “Sube acá, y yo te mostraré las cosas que han
de suceder después de éstas.” Después de las cosas que ya
sucedieron en las siete edades de la Iglesia gentil durante la
Dispensación de la Gracia, durante dos mil años
aproximadamente.
Hay otras cosas que tienen que suceder que corresponden a
otra dispensación, o sea, a la Dispensación del Reino, y a otra
edad, la Edad de la Piedra Angular.
Ahora, para conocer esas cosas que deben suceder, se requiere
que la Iglesia del Señor Jesucristo suba donde Cristo está. Y hay
una Puerta abierta en el Cielo para entrar por esa Puerta y poder
escuchar esa Gran Voz de Trompeta dando a conocer esas cosas
que deben suceder pronto, las cuales la Iglesia del Señor
Jesucristo necesita conocer; porque esas son las cosas que están
prometidas para ser realizadas en el Día Postrero, en el séptimo
milenio.
Ahora, Juan también en Apocalipsis, capítulo 1 y verso 10,
dice: “Yo estaba en el Espíritu en el Día del Señor.” ¿En qué día?
En el Día del Señor. O sea, que ya no estaba en las siete etapas o
edades de la Iglesia gentil, sino en el Día del Señor.
El Día del Señor es el séptimo milenio, es ese ciclo divino
donde entra la Dispensación del Reino y la Edad de la Piedra
Angular, en donde Cristo es revelado, es manifestado, hablándole
a Su Iglesia con esa Gran Voz de Trompeta.
LA PUERTA ABIERTA AL CIELO
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Una trompeta hablando está dando un mensaje, y siendo que
esa Gran Voz de Trompeta es la Voz de Cristo, pues dice:
“Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de
mí una gran voz como de trompeta,
que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último.”
¿Y quién es el Alfa y la Omega? ¿Quién es el primero y el
último? Nuestro amado Señor Jesucristo. Es Jesucristo
hablándole a Su Iglesia en el Día Postrero, dándole Su Mensaje
final, que es el Mensaje de la Gran Voz de Trompeta o Trompeta
final.
De esto nos habló el apóstol San Pablo en I de
Tesalonicenses, capítulo 4 y versos 14 en adelante, diciéndonos
de la siguiente manera (y quiero leer para que todos tengan un
claro entendimiento de lo que fue dicho por el apóstol San
Pablo). Dice I de Tesalonicenses, capítulo 4 y verso 14:
“Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también
traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.
Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que
nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del
Señor, no precederemos a los que durmieron.
Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de
arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los
muertos en Cristo resucitarán primero.
Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado,
seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para
recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el
Señor.”
Aquí tenemos la promesa de la Gran Voz de Trompeta, esta
Trompeta de Dios que es tocada o sonada; tenemos también la
Voz de Arcángel y tenemos también la Voz de Mando. Esto es lo
que está prometido para el tiempo final, para los que estarán
vivos en el Día Postrero para ver la Venida de Cristo, y luego ver
los muertos en Cristo resucitados; y luego esas personas que
estarán viendo estas cosas, y han creído en Cristo, serán
transformados y luego raptados juntamente con los muertos en
Cristo que han de aparecer en el Día Postrero en cuerpos eternos.
146
WILLIAM SOTO SANTIAGO
Y todos juntos, con cuerpos eternos, seremos raptados y
llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero en el
Cielo, en la Casa de nuestro Padre celestial; y allí estaremos por
tres años y medio, mientras en la Tierra estarán pasando por la
gran tribulación, donde los juicios divinos estarán siendo
derramados sobre las naciones, y en donde conforme a la profecía
del profeta Malaquías, y capítulo 4, dice:
“He aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los
soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día
que vendrá los abrasará (o sea, los quemará), ha dicho Jehová de
los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.”
Esto es lo que está profetizado para el mundo, para ser
manifestado en el Día Postrero. Por eso Jesucristo en la parábola
del trigo y de la cizaña dijo que la cizaña será atada en manojos
y será echada al fuego, será echada en el horno de fuego, donde
será el lloro y el crujir de dientes. Esto es para el Día Postrero,
para el tiempo de la Cosecha.
¿Pero qué será de los hijos de Dios, de los escogidos de Dios?
Cristo dijo que para los escogidos lo que habrá será un
recogimiento: el recogimiento del Trigo, la Cosecha del Trigo, y
serán colocados en el Alfolí de Dios. Y en Malaquías nos dice,
capítulo 4, verso 2, acerca de los escogidos de Dios:
“Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de
justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis
como becerros de la manada.”
O sea, que para los que temen el Nombre del Señor, habrá
salvación. Esto está prometido para el Día Postrero, porque
nacerá el Sol de Justicia.
¿Y qué es el nacimiento del Sol de Justicia? Así como en lo
natural todas las mañanas nace el sol, en la cuarta vigilia;
encontramos que el sol comienza a alumbrar, y eso es señal de
que un nuevo día ha comenzado para los seres humanos, para
llevar a cabo las labores de ese día y para ver claramente las
cosas que tienen que verse.
Ahora, el sol representa a Cristo. El dijo: “Yo soy la Luz del
mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, mas tendrá la Luz
LA PUERTA ABIERTA AL CIELO
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de la Vida.” Para que pueda vivir la persona eternamente se
requiere que tenga la Luz de la Vida, que es nuestro amado Señor
Jesucristo, el Sol de Justicia.
Ahora, encontramos que para el Día Postrero, o séptimo
milenio, o Día del Señor, la Venida del Sol de Justicia, o sea, el
nacimiento del Sol de Justicia, es la Segunda Venida de Cristo
como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de
señores en Su Obra de Reclamo.
El fue el Sol de Justicia dos mil años atrás, y es el Sol de
Justicia en el Día Postrero también; pues El es el Alfa en Su
Primera Venida y El es el Omega en Su Segunda Venida. El es
el Primero en Su Primera Venida, y El es el Postrero en Su
Segunda Venida. El es la piedra de jaspe en Su Primera Venida,
y El es la piedra de sardio o cornalina en Su Segunda Venida.
Así que podemos ver que siendo El la piedra de jaspe en Su
Primera Venida y la piedra de cornalina en Su Segunda Venida,
es el mismo Espíritu Santo que estuvo en los profetas del Antiguo
Testamento, luego estuvo en la persona de Jesús de Nazaret en
toda Su plenitud. Es el Angel de Jehová, el Angel del Pacto,
como lo había prometido el profeta Malaquías en el capítulo 3, el
cual habló de la Primera Venida de Cristo y también de Su
Segunda Venida.
¿Y qué fue la Primera Venida de Cristo? Fue la Venida del
Angel del Pacto, la Venida del Angel de Jehová, la Venida del
mismo Dios, del Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, vestido
de carne humana en la persona de Jesús de Nazaret.
Eso fue la Primera Venida de Cristo como Cordero de Dios
para quitar el pecado del mundo; lo cual el pueblo hebreo no
comprendió, pues vio a Jesús de Nazaret como un hombre de allá
de Nazaret, un hombre común y corriente, un sencillo carpintero,
el cual no había estudiado, no tenía una preparación universitaria,
tampoco tenía una preparación teológica, no tenía una
preparación de los seminarios ni de los institutos religiosos de
aquel tiempo, no tenía un diploma, no tenía credenciales como
ministro de aquel tiempo, no tenía su título o credencial de los
fariseos, ni de los saduceos, ni de los herodianos; tampoco tenía
148
WILLIAM SOTO SANTIAGO
una credencial dada por el Sumo Sacerdote para ser ministro.
Pero Cristo vino como Sumo Sacerdote según el orden de
Melquisedec; y de ahí sí que tenía Sus credenciales, que era el
Espíritu Santo que había estado en los profetas del Antiguo
Testamento, ahora en El en toda Su plenitud. Y la enseñanza que
El tenía, la doctrina que El tenía, era la doctrina del Padre, la
doctrina del Cielo. El decía: “Yo no digo nada de mí mismo, sino
lo que yo oigo al Padre hablar, eso es lo que yo hablo.” Y orando
por Sus discípulos, El dijo: “Padre, la Palabra que me diste, les
he dado, y ellos la recibieron.”
Ahora, podemos ver que Su Mensaje, Su doctrina, era del
Cielo. No era una enseñanza humana, o sea, no era una enseñanza
intelectual, no era una enseñanza venida por medio del intelecto
humano, no era una enseñanza obtenida en un seminario, en un
instituto religioso o en una universidad, sino que era la enseñanza
del Padre celestial, la enseñanza del Cielo, para todos los hijos de
Dios.
Y ahora, miren cómo el profeta Malaquías tuvo el privilegio
de ver la Primera Venida de Cristo y también ver la Segunda
Venida de Cristo; vio la Segunda Venida de Cristo como el Sol
naciente. Y ahora, encontramos que en el capítulo anterior al 4,
o sea, el capítulo 3, él había visto la Primera Venida de Cristo, y
también ahí hay una parte que corresponde a la Segunda Venida
de Cristo, o sea, a la Segunda Venida del Espíritu Santo, del
Angel de Jehová, en una manifestación plena.
Ahora, capítulo 3 de Malaquías dice: “He aquí, yo envío mi
mensajero, el cual preparará el camino delante de mí...”
Este Mensajero que es enviado le va a preparar el camino a
aquel que lo está enviando. Dice:
“He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el
camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor
a quien vosotros buscáis (¿quién es el que vendría? El Señor, el
Señor Dios Todopoderoso al cual el pueblo hebreo servía), y el
ángel del pacto, a quien deseáis vosotros.”
¿Quién es éste que vendrá, al cual este mensajero que El
envía delante de El, le estaría preparando el camino? Sería la
LA PUERTA ABIERTA AL CIELO
149
Venida del Angel del Pacto, la Venida del Angel de Jehová, que
es el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob; pues el Angel de
Jehová cuando le apareció a Moisés en el Monte Sinaí, cuando
Moisés pastoreaba las ovejas de su suegro, ahí en el Exodo,
capítulo 3, aparece que este Angel de Jehová, el Angel del Pacto,
le dijo a Moisés: “Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de
Jacob.” Y Moisés tuvo miedo de mirar a Dios, y se cubrió su
rostro. ¿Por qué? Porque este Angel de Jehová es el mismo Dios
en Su cuerpo teofánico; y aquí lo encontramos envuelto en una
nube de fuego, en esa Columna de fuego, pero está hablándole a
Moisés.
Este es el Angel del Pacto que está prometido que vendrá,
aquí en Malaquías, capítulo 3: “...a quien vosotros buscáis, y el
ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha
dicho Jehová de los ejércitos.”
Aquí tenemos la promesa de la Primera Venida de Cristo. El
mensajero que El enviaría delante de El para preparar el camino
era Juan el Bautista. Juan el Bautista fue el que cumplió esta
promesa de preparar el camino al Señor. Y siendo el precursor de
la Primera Venida de Cristo, cuando el Mesías apareciera sería
también un profeta, así como Su precursor; así como el que le
estaría preparando el camino era un profeta, el precursado
también sería un profeta. Pero en Juan el Bautista estaba una
porción de la manifestación divina, estaba una porción del
Espíritu de Dios, en el cumplimiento de la porción de la Palabra
correspondiente a ese tiempo para preparar el camino al Señor
para Su Primera Venida en toda Su plenitud.
Luego, cuando apareció Jesús, ahí estaba el Espíritu Santo en
toda Su plenitud. Juan vio al Espíritu Santo descender sobre El y
posar sobre Jesús.
Así que Juan lo identificó diciendo: “El que me mandó a
bautizar, me dijo: Sobre aquel que tú veas al Espíritu Santo
descender en forma de paloma sobre él y permanecer en él o
sobre él, ése es El.” Y Juan dice: “Yo no lo conocía, pero yo lo
vi, al Espíritu Santo descender sobre El (señalando a Jesús).” Y
dijo: “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del
150
WILLIAM SOTO SANTIAGO
mundo.” Juan el Bautista lo presentó como el Cordero de Dios.
Todos los sacrificios que el pueblo hebreo realizaba por el
pecado, por la reconciliación, por la paz, todos estos sacrificios
de animalitos, estaban señalando la Venida de Cristo, estaban
señalando la manifestación del Espíritu Santo en toda Su plenitud
en carne humana, en la persona de Jesús de Nazaret, el Ungido
con el Espíritu Santo en toda Su plenitud.
Ungido significa Mesías, significa Cristo. Por eso Jesús dijo
en San Lucas, capítulo 4, leyendo la Escritura, en donde le dieron
en la sinagoga de Su ciudad el libro del profeta Isaías, en el
capítulo 4, verso 14 en adelante, nos narra lo que allí sucedió:
“Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se
difundió su fama por toda la tierra de alrededor.
Y enseñaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado por
todos.
Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo
entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a
leer.
Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el
libro, halló el lugar donde estaba escrito:
El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido
para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a
los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos;
A predicar el año agradable del Señor.
Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos
de todos en la sinagoga estaban fijos en él.
Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura
delante de vosotros.”
Aquí Jesucristo les está mostrando a todos allí en la sinagoga,
que la Escritura del hombre Ungido por el Espíritu de Dios en
toda Su plenitud, estaba cumplida. Estaba mostrándoles que el
Espíritu de Dios, el Espíritu Santo, estaba en El, lo había ungido,
era el Ungido de Jehová, era el Ungido del Espíritu de Dios; y
por consiguiente encontramos que era el Rey de Israel. Porque el
Ungido, o sea, el Mesías, el Cristo, es el Rey de Israel.
LA PUERTA ABIERTA AL CIELO
151
Bien dijo el arcángel Gabriel en San Lucas, capítulo 1 y verso
32, hablando acerca del niño que nacería de la virgen María, dijo:
“Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el
Señor Dios le dará el trono de David su padre;
y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no
tendrá fin.” ¿Por qué? Porque este es el Ungido con el Espíritu
de Dios. Es Jesucristo el Hijo de Dios.
Ahora, en San Lucas, capítulo 4, donde hemos leído,
Jesucristo no leyó ese capítulo completo, ni tampoco leyó el
verso 2 completo, sino que leyó hasta la mitad del verso 2.
Veamos lo que dice este verso 2:
“A proclamar el año de la buena voluntad de Jehová.”
Y ahí se detuvo Jesús, pues lo que continúa diciendo es
(Isaías 61:2-3):
“...y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos
los enlutados;
a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar
de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en
lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de
justicia, plantío de Jehová para gloria suya.”
Ahora, encontramos que en Su Primera Venida como Cordero
de Dios, El vino para predicar el año de la buena voluntad de
Jehová, no para predicar el día de venganza del Dios nuestro; y
por eso El no podía leer esa parte y decir: “Hoy se ha cumplido
esta Escritura.”
¿Por qué? Porque esa segunda parte sería cumplida por el
Espíritu Santo a través del Ungido que El tendría en el Día
Postrero, en el Día del Señor, a través del cual estaría el Espíritu
Santo dando a conocer, predicando, por medio de Su Ungido, el
Día de venganza del Dios nuestro; o sea, predicando los juicios
divinos que han de caer sobre este planeta Tierra, y la causa por
la cual caerán esos juicios divinos sobre este planeta Tierra.
Eso corresponde al Día Postrero, al Día del Señor;
corresponde a este tiempo en el cual nosotros vivimos, donde el
Espíritu Santo vendrá sobre un hombre, lo ungirá, y colocará en
su corazón y en su boca el Mensaje final, el Mensaje del
152
WILLIAM SOTO SANTIAGO
Evangelio del Reino; con el cual será predicado el juicio divino
que ha de venir sobre la Tierra, y también serán predicadas las
bendiciones de Dios que han de ser cumplidas, que han de ser
materializadas, en los escogidos de Dios en el Día Postrero.
O sea, que el Mensaje que traerá el Ungido de Dios, el
Ungido con el Espíritu Santo en el Día Postrero, hablará de los
juicios divinos que han de venir sobre la Tierra, los juicios
divinos de la gran tribulación, y también hablará las bendiciones
divinas que han de venir sobre los escogidos de Dios para ser
transformados y raptados.
Ahora, encontramos que en ese Ungido de Dios estará la Voz
de Jesucristo como una Gran Voz de Trompeta, como esa
Trompeta final, hablándole a Su Iglesia las cosas que deben
suceder.
Por eso es que en Apocalipsis, capítulo 1, verso 10, dice:
“Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de
mí una gran voz como de trompeta,
que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último.”
Es el mismo Espíritu Santo que estuvo en Jesús de Nazaret
dos mil años atrás, el que estaría en el Día Postrero manifestado,
revelado, nuevamente, en carne humana; dándole a la Iglesia del
Señor Jesucristo Su Mensaje final, el Mensaje del Evangelio del
Reino, el Mensaje representado en la Trompeta final o Gran Voz
de Trompeta que los escogidos en el Día Postrero estarán
escuchando; sin la cual ningún escogido podrá estar preparado
para ser transformado y raptado.
Esa Trompeta final o Gran Voz de Trompeta es la que
antecede a la resurrección de los muertos en Cristo y a la
Transformación de nosotros los que vivimos. Esa Trompeta final
es la que llama y junta a todos los escogidos de Dios; pues esa
Trompeta final es la Voz de Jesucristo a través de Su Ungido, en
el Día Postrero, en el Día del Señor, llamando y juntando a todos
los escogidos; dándoles a conocer las cosas que deben suceder
pronto.
Por eso es que en Apocalipsis, capítulo 4, y verso 1, San Juan
el apóstol nos dice: “Después de esto miré, y he aquí una puerta
LA PUERTA ABIERTA AL CIELO
153
abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta,
hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que
sucederán después de estas.”
Y después, en Apocalipsis, capítulo 22 y verso 6, podemos
ver por medio de quién es que esa Voz de Trompeta o Gran Voz
de Trompeta estará en el Día Postrero dándole a conocer a la
Iglesia de Jesucristo las cosas que deben suceder. En Apocalipsis,
capítulo 22, verso 6, dice:
“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el
Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su
ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder
pronto.”
La Voz de Trompeta dijo: “Sube acá, y yo te mostraré las
cosas que han de suceder pronto.” Y luego en Apocalipsis,
capítulo 22, verso 6, encontramos ya a Cristo dando a conocer las
cosas que deben suceder pronto por medio de Su Angel
Mensajero. Porque ese es el Ungido de Jesucristo, el Ungido con
el Espíritu Santo, con el mismo Espíritu Santo que estuvo en
Jesucristo; ese es el Ungido de Dios para el Día Postrero, para el
séptimo milenio. Es el Ungido de Dios para la Dispensación del
Reino, es el Ungido de Dios para la Edad de la Piedra Angular,
es el Ungido de Dios para ser usado por el Espíritu Santo en el
Día Postrero, y el Espíritu Santo por medio de él dar a conocer
las cosas que deben suceder pronto.
Por eso es que en Apocalipsis, capítulo 7, aparece también,
verso 2 en adelante, y dice así:
“Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y
tenía el sello del Dios vivo.”
¿Cuál es el Sello del Dios vivo? El Espíritu Santo. Y este
Angel Mensajero, este Profeta Mensajero, es el que viene ungido
con el Espíritu Santo en el Día Postrero, para por medio de él el
Espíritu Santo dar a conocer las cosas que deben suceder pronto.
Y por medio de ese Angel Mensajero llamar y juntar a los
escogidos de entre los gentiles primeramente, y después de en
medio del pueblo hebreo. Aquí veamos lo que a continuación
sigue diciendo:
154
WILLIAM SOTO SANTIAGO
“...y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les
había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar,
diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los
árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de
nuestro Dios.
Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil
sellados de todas las tribus de los hijos de Israel.
De la tribu de Judá, doce mil sellados (y así sigue
enumerando doce mil sellados de cada tribu).”
Porque en este Angel Mensajero es que viene el Espíritu
Santo; el mismo Espíritu Santo que estuvo en Jesús, viene en toda
Su plenitud en el Día Postrero. Y por consiguiente estará
manifestando, estará operando, el mismo ministerio que estuvo
en Jesucristo dos mil años atrás, lo estará operando en el Día
Postrero, como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y
Señor de señores en Su Obra de Reclamo; y también estará
operando el ministerio de Moisés por segunda vez, como uno de
los dos Olivos de Apocalipsis, capítulo 11 y verso 3 en adelante,
y Zacarías, capítulo 4; también estará operando el Espíritu Santo
el ministerio de Elías por quinta vez; pues siempre ha sido el
Espíritu Santo el que ha dado los ministerios a Sus profetas
mensajeros, y ha sido también el que ha operado esos ministerios
en las diferentes edades y dispensaciones.
Y ahora, en el Día Postrero, en el cual nosotros vivimos, el
Espíritu Santo desciende a la Tierra, desciende a Su Iglesia, y se
manifiesta en el Día Postrero en Su Angel Mensajero; y por
medio de él da a conocer las cosas que deben suceder pronto,
como El prometió que las daría a conocer.
Y así será que la Iglesia del Señor Jesucristo estará
escuchando la Gran Voz de Trompeta, la Trompeta final, que es
la Voz de nuestro amado Señor Jesucristo hablándole a Su Iglesia
y dándole Su Mensaje final: el Mensaje del Evangelio del Reino
para la Dispensación del Reino; en donde se abre una Puerta, la
cual es Cristo en Su Segunda Venida como el León de la tribu de
Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de
Reclamo, en el Día Postrero manifestándose, revelándose, por
LA PUERTA ABIERTA AL CIELO
155
medio de Su Angel Mensajero; y manifestando, operando, el
ministerio de Jesucristo en esta Tierra nuevamente, en una nueva
dispensación, y operando el ministerio de Moisés y el ministerio
de Elías.
Es el Espíritu Santo, el Angel del Pacto, el Angel de Jehová,
Jesucristo, en el Día Postrero revelándose, manifestándose, y
dando a conocer las cosas que deben suceder pronto, por medio
de Su Angel Mensajero.
Así es como es abierta esta Puerta, la cual Juan vio en
Apocalipsis, capítulo 4, y por la cual entró al Cielo; pues Cristo
es la Puerta, El es la Puerta al Cielo. En Su Primera Venida El
fue la Puerta y en Su Segunda Venida El es la Puerta también.
En la Primera Venida de Cristo el Espíritu Santo, el Angel del
Pacto, el Angel de Jehová, manifestado en carne humana en la
persona de Jesús: allí estaba la Puerta para entrar a la
Dispensación de la Gracia, y para entrar al Programa de vida
eterna, para entrar al Cuerpo Místico de Jesucristo, y así nacer en
ese Cuerpo Místico de creyentes, así entrar al Reino de Dios.
Y ahora, en la Venida del Angel del Pacto, del Angel de
Jehová, que es el Espíritu Santo, que es el mismo Cristo en
Espíritu Santo viniendo en el Día Postrero en Su Angel
Mensajero, sigue El siendo la Puerta al Cielo. Cristo es la Puerta
al Cielo: en Su Primera Venida y en Su Segunda Venida.
Ahora, la Iglesia del Señor Jesucristo ha estado esperando por
miles de años, por dos mil años, aproximadamente, la Venida de
Cristo para ser transformada y raptada. Hay una Puerta para
entrar: es la Segunda Venida de Cristo, es la Venida del Angel
del Pacto, del Angel de Jehová, para el Día Postrero, conforme a
la promesa divina. Es El esa Puerta abierta en el Cielo para entrar
todos los escogidos de Dios en el Día Postrero, entrar por la
Puerta abierta de la Segunda Venida de Cristo como el León de
la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, en Su
Obra de Reclamo en el Día Postrero, manifestándose,
revelándose, a través de Su Angel Mensajero.
Su Angel Mensajero no es el Señor Jesucristo, solamente es
Su instrumento, Su velo de carne, en donde el Espíritu Santo en
156
WILLIAM SOTO SANTIAGO
el Día Postrero estaría revelándose, estaría manifestándose y
dando a conocer las cosas que deben suceder pronto; porque ese
Angel del Señor Jesucristo es el Ungido del Espíritu Santo en el
Día Postrero, es el Angel Mensajero que viene con el Sello del
Dios vivo, o sea, viene con el Espíritu Santo en el Día Postrero,
para llamar y juntar a los escogidos de entre los gentiles
primeramente, y luego a los escogidos del pueblo hebreo, que son
144 mil hebreos, doce mil de cada tribu.
De los escogidos de entre los gentiles no señala el número
aquí en la Escritura; por lo tanto, ese número lo conoceremos
cuando ya todos estemos transformados. Así podemos ver
entonces que mientras no haya ocurrido la resurrección de los
muertos en Cristo y la transformación de los que estamos vivos,
hay oportunidad para todos continuar entrando, todos los que
están escritos en el Libro de la Vida, hay oportunidad para entrar
por esa Puerta, la Puerta abierta al Cielo en el Día Postrero, en el
séptimo milenio, que es el Séptimo Sello abierto.
Dice Apocalipsis, capítulo 8 y verso 1: “Cuando abrió el
séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora.”
El Séptimo Sello y su misterio es la Segunda Venida de
Cristo, o sea, la Venida del Espíritu Santo, del Angel de Jehová,
en el Día Postrero, en medio de Su Iglesia en carne humana. El
Séptimo Sello es la Venida del Espíritu Santo ungiendo a Su
Angel Mensajero del Día Postrero.
Ese misterio, cuando fue abierto en el Cielo, causó silencio;
para que así nadie supiera lo que era ese Séptimo Sello, y así se
cumpliera ese Séptimo Sello, y los entendidos entendieran por
medio del Mensaje del Angel del Señor Jesucristo, que es el
enviado y es el Ungido del Espíritu Santo para dar testimonio de
estas cosas que deben suceder, es el Ungido para dar a conocer
estas cosas que deben suceder en el Día Postrero.
Por eso es que Cristo en Espíritu Santo ungiendo a Su Angel
Mensajero, coloca en él Su Mensaje de la Trompeta final o Gran
Voz de Trompeta, que es también el Mensaje de los Siete
Truenos de Apocalipsis, capítulo 10; pues los siete truenos, como
podemos ver en Apocalipsis, capítulo 10, es la Voz de Cristo con
LA PUERTA ABIERTA AL CIELO
157
Su rostro como el sol y con el Librito abierto en Su mano. Dice:
Apocalipsis, capítulo 10 y verso 1 al 3:
“Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una
nube (o sea, envuelto en la Columna de fuego), con el arco iris
sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como
columnas de fuego.” Esta es la Venida del Angel del Pacto, del
Angel de Jehová, descendiendo del cielo en esa Columna de
fuego, envuelto en esa Columna de fuego.
“Tenía en su mano un librito abierto...” Ese Librito abierto
es el Libro de los Siete Sellos, que él tomó de la mano del que
está sentado en el Trono, o sea, de la mano de Dios, lo abrió en
el Cielo, y luego lo trae a la Tierra aquí en Apocalipsis, capítulo
10; que corresponde al Día Postrero, al tiempo del ministerio del
Angel del Señor Jesucristo. Ahora, dice:
“...y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la
tierra;
y clamó a gran voz, como ruge un león...”
¿Por qué? Porque ahora es el León de la tribu de Judá. No es
el Cordero de Dios, sino el León de la tribu de Judá, el Rey de
reyes y Señor de señores. Y viene con el Título de Propiedad en
Su mano, viene con sus derechos, para traerlos a Su Iglesia, para
la restauración a la vida eterna de Su Iglesia. Sigue diciendo:
“...y clamó a gran voz, como ruge un león; y cuando hubo
clamado, siete truenos emitieron sus voces (cuando clamó como
cuando ruge un león es que los siete truenos emitieron sus
voces).”
En la manifestación del Espíritu Santo, del Angel de Jehová,
viniendo en esa Columna de fuego y ungiendo a Su Angel
Mensajero en el Día Postrero, y clamando como cuando ruge un
león a través de Su Angel Mensajero y dándonos Su Mensaje del
Evangelio del Reino, es que esos siete truenos emiten sus voces,
o sea, es que la Voz de Cristo como León le habla a Su Iglesia,
y le da a conocer las cosas que deben suceder pronto; y le da a
conocer a Su Iglesia el gran misterio abierto en el Cielo del
Séptimo Sello, o sea, el gran misterio de la Segunda Venida de
Cristo como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor
158
WILLIAM SOTO SANTIAGO
de señores en Su Obra de Reclamo.
Es por medio de Su Angel Mensajero que Cristo da a conocer
todas estas cosas que deben suceder en el Día Postrero; o sea, las
abre a Su Iglesia, le abre a Su Iglesia las Escrituras para que
puedan entender, puedan ver, las cosas que deben suceder pronto
en el Día Postrero.
“Sube acá, y yo te mostraré las cosas que han de suceder
después de estas.”
Ahora, ¿a dónde tiene que subir Su Iglesia? Cristo estuvo en
cada edad manifestado. Su Espíritu Santo, a través de cada
mensajero de cada edad, estuvo hablándole a Su Iglesia en cada
edad. Los que subieron a cada edad donde estuvo el Espíritu
Santo, Cristo hablándole a Su Iglesia por medio del mensajero de
cada edad, escuchó la Voz de Cristo. El que es de Dios, oye la
Voz de Dios. “Mis ovejas oyen mi Voz y me siguen.”
Las ovejas del Señor, los escogidos de Dios, en la edad que
les ha tocado vivir en el pasado, escucharon la Voz de Dios, la
Voz de Jesucristo, por medio del mensajero que Dios envió. Y en
el Día Postrero los que son de Dios escucharán la Voz de Dios,
la Voz de Jesucristo en el Día Postrero como una Gran Voz de
Trompeta, dándonos a conocer las cosas que deben suceder
pronto, por medio de Su Ungido, por medio de Su Angel
Mensajero.
Por esa causa Cristo nos dice en Apocalipsis, capítulo 22 y
verso 16:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas
cosas en las iglesias.”
Ahora podemos ver a través de la Escritura quién es el
Ungido de Dios para el tiempo final, para el Día Postrero: es el
Angel del Señor Jesucristo, el último Profeta Mensajero que
envía Jesucristo a Su Iglesia, ungido con el Espíritu Santo, para
por medio de ese Mensajero el Espíritu Santo hablarle a Su
Iglesia, darle a conocer las cosas que deben suceder pronto,
llamarla y colocarla en una nueva edad y en una nueva
dispensación: en la Edad de la Piedra Angular, que es la Edad de
la Venida de Cristo, la Edad de la Piedra no cortada de manos;
LA PUERTA ABIERTA AL CIELO
159
que es la Edad en donde se lleva a cabo la Cosecha, el
recogimiento de los escogidos, y en donde son preparados para
ser transformados y raptados.
Es en la Edad de la Piedra Angular y en la Dispensación del
Reino, en el Día Postrero, donde estaría la Voz de la Trompeta
final, esa Gran Voz de Trompeta, la Voz de Cristo, en el Día
Postrero, hablándole a Su Iglesia por medio de Su Angel
Mensajero, Su Ungido final, Su profeta final; para así, todas las
cosas que Su Iglesia necesita saber para tener la fe, para recibir
la fe, la revelación del rapto, recibirla, y ser así raptada,
transformada y raptada como Dios lo ha prometido.
Por eso es que se requiere en el Día Postrero reconocer que
Cristo es la Puerta abierta al Cielo, en Su Primera Venida y en Su
Segunda Venida. Para ir al Cielo, a la Cena de las Bodas del
Cordero, hay una Puerta abierta en el Cielo, en Apocalipsis,
capítulo 4. Y cuando Juan, en la visión, entró por ella, llegó al
Cielo, entró al Cielo; así como todos los escogidos de Dios, la
Iglesia del Señor Jesucristo en el Día Postrero, entrará por esa
Puerta abierta en el Cielo, por la Segunda Venida de Cristo, esa
Puerta abierta en el Cielo, y entrará en el rapto que Cristo ha
prometido. Seremos transformados y raptados y nos iremos a la
Cena de las Bodas del Cordero.
Esa Puerta abierta en el Cielo es la Segunda Venida de Cristo
en el Día Postrero. Esa Puerta se abre en la Iglesia del Señor
Jesucristo, o sea, se cumple, en la Iglesia del Señor Jesucristo, y
se da a conocer este gran misterio de la Segunda Venida de Cristo
como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de
señores en el Día Postrero, revelándose, manifestándose, por
medio de Su Angel Mensajero.
Hemos visto en esta ocasión lo que es la Puerta abierta en el
Cielo: Es la Segunda Venida de Cristo, la Venida del Angel del
Pacto, del Angel de Jehová, la Venida del Espíritu Santo viniendo
a la Iglesia del Señor Jesucristo, ungiendo a Su Angel Mensajero
del Día Postrero, de la Dispensación del Reino y de la Edad de la
Piedra Angular, y a través de él dándole a conocer a Su Iglesia las
cosas que deben suceder pronto.
160
WILLIAM SOTO SANTIAGO
Esa es la Puerta abierta en el Día Postrero, para todos los
escogidos de Dios entrar por ella para ser transformados y
raptados, e ir al Cielo, a la Casa de nuestro Padre celestial, a la
Cena de las Bodas del Cordero.
“LA PUERTA ABIERTA AL CIELO.”
Que las bendiciones de Jesucristo, el Angel del Pacto, el
Angel de Jehová, como León de la tribu de Judá, como Rey de
reyes y Señor de señores, sean sobre cada uno de ustedes y sobre
mí también.
Será hasta las 3:00 de la tarde, Dios mediante, en que estaré
con ustedes nuevamente, que estaré nuevamente aquí con ustedes,
y también a través de Galaxy VII, canal 11, y a través de Cable
BuenaVisión, y demás canales de televisión de los diferentes
países de la América Latina y del Caribe; y también a través de
las diferentes radioemisoras amigas que están transmitiendo en
esta ocasión esta actividad; también estaremos a través de estas
radioemisoras amigas a las 3:00 de la tarde.
Y luego, a las 9:30 de la noche, estaremos nuevamente aquí
reunidos para comenzar la actividad de despedida de año, y para
darle también la bienvenida al nuevo año 1996. Así que
tendremos dos actividades más: a las 3:00 de la tarde, la próxima;
y luego a las 9:30 de la noche, la tercera.
Será hasta las 3:00 de la tarde, Dios mediante, en que estaré
con ustedes nuevamente, y con cada uno de ustedes, amigos
televidentes y radioyentes. Esto es hora de Puerto Rico.
Que Dios les bendiga, que Dios les guarde. Muchas gracias
por vuestra amable atención y pasen todos muy buenas tardes, y
que tengan un año 1996 lleno de las bendiciones de Dios. Con
nosotros nuevamente Miguel Bermúdez Marín para continuar en
esta ocasión nuestra parte, y también finalizar. Que Dios les
bendiga y les guarde a todos.
“LA PUERTA ABIERTA AL CIELO.”
(El hermano William sigue hablando fuera del aire:)
Miguel les tiene algunos anuncios también. Les va a dar a
conocer cómo vamos en el compromiso y bendición que tenemos
LA PUERTA ABIERTA AL CIELO
161
para lo del satélite. El les dará a conocer cómo estamos nosotros
en estos días, y cuánto, pues, nos falta para completar.
Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos, que Dios
les guarde, y hasta las 3:00 de la tarde, Dios mediante.
EL MINISTERIO
PROFETICO
DEL DIA POSTRERO
EL MINISTERIO PROFÉTICO DEL DÍA POSTRERO
EL MINISTERIO PROFETICO
DEL DIA POSTRERO
Por William Soto Santiago
31 de diciembre de 1995 P.M.
Cayey, Puerto Rico
uy buenas tardes, amados amigos y hermanos presentes y
televidentes, que las bendiciones de Jesucristo, el Angel del
Pacto, sean sobre cada uno de ustedes y sobre mí también.
En esta ocasión quiero leer en el libro del Apocalipsis, en el
capítulo 10 y verso 1 al 11, donde dice así:
“Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una
nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el
sol, y sus pies como columnas de fuego.
Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho
sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra;
y clamó a gran voz, como ruge un león; y cuando hubo
clamado, siete truenos emitieron sus voces.
Cuando los siete truenos hubieron emitido sus voces, yo iba
a escribir; pero oí una voz del cielo que me decía: Sella las cosas
que los siete truenos han dicho, y no las escribas.
Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó
su mano al cielo,
y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó el
cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están
en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no
sería más,
sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él
comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará,
como él lo anunció a sus siervos los profetas.
La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Ve y
toma el librito que está abierto en la mano del ángel que está en
pie sobre el mar y sobre la tierra.
Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él me dijo:
M
167
Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será
dulce como la miel.
Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y
era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido,
amargó mi vientre.
Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre
muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.”
“EL MINISTERIO PROFETICO DEL DIA
POSTRERO.”
Eso es lo que nos muestra aquí este capítulo 10 de
Apocalipsis, cuando este Angel fuerte le entrega este Libro al
apóstol San Juan.
“EL MINISTERIO PROFETICO DEL DIA
POSTRERO.”
A través de la Escritura hemos visto que la Palabra profética
no ha venido por voluntad humana, no ha venido por
conocimientos humanos, no ha venido por enseñanza teológica,
no ha venido por instrucción de seminarios e institutos religiosos;
sino que los hombres de Dios han hablado inspirados por el
Espíritu de Dios. Estos hombres han sido los profetas del Antiguo
Testamento y también del Nuevo Testamento. Y ahora, para el
Día Postrero, tenemos la promesa del ministerio profético del Día
Postrero.
Para este ministerio profético del Día Postrero, encontramos
que Dios tendrá en este planeta Tierra un hombre al cual El ha
enviado entre los seres humanos con las dos conciencias juntas,
para a través de ese hombre llevar a cabo el ministerio profético
del Día Postrero.
Este es un ministerio que está prometido en la Escritura desde
el Antiguo Testamento y también en todo el Nuevo Testamento
hasta el libro del Apocalipsis.
Ahora, Juan el apóstol en la revelación apocalíptica es tipo y
figura de la Iglesia del Señor Jesucristo y de Sus mensajeros que
El envía en Su Iglesia, en sus diferentes etapas y edades, hasta
llegar al último mensajero que Dios envía a Su Iglesia, en donde
El estará operando el ministerio profético del Día Postrero.
168
WILLIAM SOTO SANTIAGO
Ahora, no puede Dios enviar un mensajero sin un Mensaje.
Lo que identifica a un mensajero es su Mensaje. Por ejemplo, lo
que identifica a Noé como el Profeta Mensajero de aquel tiempo,
y como el Profeta Mensajero para la Dispensación del Gobierno
Humano, es su Mensaje; pues él fue el Profeta Mensajero que
recibió la revelación divina de las cosas que iban a suceder en
aquellos días, y tuvo la revelación divina de la construcción del
arca para la salvación de todas aquellas personas que estarían
creyendo el Mensaje de Noé.
Ahora, Dios ha enviado profetas mensajeros para diferentes
edades en las diferentes dispensaciones, y también ha enviado
Profetas dispensacionales, que son mayores que los profetas de
edades.
Ahora, cuando Dios envía un profeta para una edad, algo
grande Dios tiene para llevar a cabo a través de ese profeta; pero
cuando envía un Profeta dispensacional es algo mayor lo que
Dios tiene para realizar. Y como Dios no hace nada sin que antes
revele Sus secretos a sus siervos los profetas, tiene que ser
aquello que Dios ha prometido realizar para ese tiempo; esa es la
Obra que Dios tiene que llevar a cabo en el tiempo en que El
envía un profeta o para una edad o para una dispensación.
Dios unge a ese profeta, lo envía con las dos conciencias
juntas, y por esa causa puede escuchar la Voz de Dios en otra
dimensión, puede tener las visiones de Dios que Dios quiere
comunicarle a él y al pueblo, y luego las puede traer al pueblo en
la forma en que el pueblo las pueda entender, usando las cosas
que ya el pueblo conoce; como hizo por medio de los profetas del
Antiguo Testamento y por medio de nuestro amado Señor
Jesucristo, y por medio de Juan el Bautista, los cuales usaron,
para mostrar al pueblo la revelación divina de su tiempo, usaron
los árboles, usaron el trigo, usaron la cizaña, usaron el agua; y así
por el estilo encontramos que usaron diferentes cosas que ya la
gente conocían, para representar en esas cosas la Obra de Dios,
la revelación divina correspondiente a su tiempo.
Por ejemplo, Juan dijo: “El hacha está puesta a la raíz de todo
árbol, y el árbol que no lleva buen fruto, será cortado y echado al
EL MINISTERIO PROFÉTICO DEL DÍA POSTRERO
169
fuego.” Ahí Juan el Bautista estaba hablando de árboles, pero
esos árboles representaban a los seres humanos; pues la Escritura
muestra que los árboles son tipo y figura de seres humanos.
También muestra que Cristo es el Arbol de la Vida; Cristo
representado en un árbol. Y encontramos que siendo El el Arbol
de la Vida, ese Arbol de la Vida produce el Pan del Cielo, el
alimento espiritual para cada hijo de Dios. El dijo: “Yo soy el
Pan vivo que he descendido del Cielo. Y el que come de este Pan,
vivirá eternamente, no verá muerte.”
La persona tiene la promesa de que si muere, será resucitado
en el Día Postrero, o sea, en el séptimo milenio, en el Día del
Señor. Y si está vivo, pues será transformado conforme a la
promesa de Cristo dada por medio de Sus apóstoles y profetas del
Antiguo Testamento y también del Nuevo Testamento.
Ahora, encontramos que es muy importante entender lo que
es un ministerio profético; y comprender que un ministerio
profético siempre cuando Dios lo ha enviado, ha sido el Espíritu
Santo en un hombre, ungiéndolo con ese espíritu ministerial de
profeta. El coloca en ese profeta un espíritu teofánico de la sexta
dimensión. Ese espíritu teofánico es un espíritu de profeta, el cual
es enviado a la Tierra en carne humana para ser el instrumento de
Dios para esa edad o para esa dispensación. Y a él viene la
Palabra de Dios correspondiente a ese tiempo.
“Porque no hará nada el Señor Jehová sin que antes revele
Sus secretos a Sus siervos los profetas.” Nos dice el profeta
Amós en el capítulo 3 y verso 7.
Así que siempre que Dios va a revelarle al algo pueblo, El
enviará un Profeta Mensajero. Esa es la forma que Dios ha usado
desde el comienzo de la Biblia, desde el Génesis, hasta el final,
hasta el libro del Apocalipsis, en donde encontramos en el
capítulo 22 y verso 16, que dice:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas
cosas en las iglesias.”
Este Angel Mensajero enviado por Jesucristo es el último
Profeta Mensajero que Dios enviaría a la Tierra en carne humana.
Este fue el Profeta Mensajero que le dio a Juan la revelación del
170
WILLIAM SOTO SANTIAGO
Apocalipsis, la cual fue enviada por medio de ese Angel a Juan
el apóstol, el cual escribió esa revelación que le trajo el Angel del
Señor Jesucristo.
Ahora, para el tiempo de Juan el apóstol, todavía no había
llegado el tiempo de la encarnación de ese Angel del Señor
Jesucristo. Juan recibió esta revelación apocalíptica en el Espíritu,
y el Angel del Señor Jesucristo también estaba en el Espíritu, y
le dio esta revelación apocalíptica a Juan.
Juan el apóstol vio todas las cosas que Cristo hizo en esta
visión apocalíptica por medio de Su Angel Mensajero. Vio la
manifestación poderosa del Espíritu de Dios en Su Angel
Mensajero, a tal grado que Juan el apóstol se postró a los pies de
este Angel del Señor Jesucristo para adorarlo; pero él le dijo:
“Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo y de tus
hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de esta
profecía.”
En Apocalipsis, capítulo 19, verso 10, dice el apóstol San
Juan:
“Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira,
no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que
retienen el testimonio de Jesús (o sea, de los cristianos, de los
hijos e hijas de Dios, de los miembros del Cuerpo Místico del
Señor Jesucristo). Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es
el espíritu de la profecía.”
Y en Apocalipsis, capítulo 22 y verso 8 al 9, dice:
“Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las
hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que
me mostraba estas cosas.
Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo
tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las
palabras de este libro. Adora a Dios.”
Ahora, Juan, siendo un apóstol de Cristo y siendo también un
profeta, quiso adorar en dos ocasiones delante del Angel del
Señor Jesucristo, porque él vio el Espíritu que estaba en
Jesucristo, lo vio en el Angel del Señor Jesucristo manifestándose
y mostrándole todas estas cosas que iban a suceder, y lo vio en
EL MINISTERIO PROFÉTICO DEL DÍA POSTRERO
171
esta visión apocalíptica realizando estas cosas que iban a suceder.
O sea, que Juan el apóstol vio al Espíritu Santo en Su Angel
Mensajero, en el ministerio profético del Día Postrero, y como
Juan y los apóstoles de Jesucristo habían adorado a Jesucristo
cuando El había estado con ellos aquí en la Tierra, Juan pensó
que al ver el mismo Espíritu Santo que había estado en Jesucristo,
manifestado en Su Angel Mensajero en esa revelación
apocalíptica, pensó que tenía o que podía adorar a los pies de este
Angel Mensajero, de este Profeta Mensajero, pero el Angel le
dijo que no.
Ahora, en la primera ocasión le dijo que no, y Juan trató en
una segunda ocasión, y le fue dicho que no nuevamente. Juan el
apóstol tuvo la visión apocalíptica de la Segunda Venida de
Cristo, de la Segunda Venida del Angel del Pacto, del Angel de
Jehová, del Espíritu Santo, manifestado en toda Su plenitud en el
Día Postrero como fue manifestado dos mil años atrás en la
persona de Jesús de Nazaret; vio al Espíritu Santo, al Angel de
Jehová, al Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, manifestado en
Su Angel Mensajero, en el ministerio profético del Día Postrero,
que es un ministerio profético en favor de la Iglesia del Señor
Jesucristo para darle a conocer las cosas que deben suceder
pronto, para dar testimonio de estas cosas que deben suceder
conforme a Apocalipsis, capítulo 22 y verso 16, donde dice:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas
cosas en las iglesias.”
Es Jesucristo enviando Su Angel Mensajero en el Día
Postrero, para dar a conocer estas cosas a todas las iglesias, a
todos los hijos de Dios, a Su Iglesia gentil, y luego al pueblo
hebreo.
Es la misma Columna de fuego que estuvo con Moisés allá en
el desierto y con el pueblo hebreo hablándole, la Columna de
fuego que le dijo a Moisés: “Yo soy el Dios de Abraham, de
Isaac y de Jacob.” Luego estuvo esa Columna de fuego en la
persona de Jesús de Nazaret, y seguía siendo el Dios de Abraham,
de Isaac y de Jacob, seguía siendo el mismo Dios Todopoderoso
creador de los Cielos y de la Tierra.
172
WILLIAM SOTO SANTIAGO
Por eso dice San Juan en el capítulo 1:
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el
Verbo era Dios.
Este era en el principio con Dios.
Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que
ha sido hecho, fue hecho.
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.”
Ahora, sigue diciendo: “Aquella luz verdadera, que alumbra
a todo hombre, venía a este mundo.”
¿Y cómo venía a este mundo esa Luz verdadera que alumbra
a todo hombre, que creó los Cielos y la Tierra? Venía a este
mundo en carne humana, venía a este mundo como Emanuel, el
hijo de la virgen, como dijo el profeta Isaías en el capítulo 7 y
verso 14: “Porque he aquí el Señor os dará señal, la virgen
concebirá y dará a luz un hijo. Y se llamará su nombre Emanuel.”
Emanuel significa Dios con nosotros.
Ese niño que iba a nacer de una virgen, sería el velo de carne
donde habitaría el Dios Todopoderoso, el Angel de Jehová, el
Angel del Pacto, que es el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob,
y tendría el ministerio profético correspondiente a la Primera
Venida del Mesías, a la Primera Venida de Cristo como Cordero
de Dios, quitando el pecado del mundo al morir en la Cruz del
Calvario y derramar Su Sangre por cada uno de nosotros.
Y ahora, ese mismo Angel del Pacto, el Angel de Jehová,
encontramos que es el Verbo. San Juan, capítulo 1 y verso 14,
dice:
“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y
vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de
gracia y de verdad.”
Y el verso 18 de este mismo capítulo 1 de San Juan, nos dice:
“A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el
seno del Padre, él le ha dado a conocer.”
Ahora, aquí podemos ver lo que sucedió en la persona de
Jesús de Nazaret. Era la Venida del Angel del Pacto, del Angel
de Jehová, que es el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, en
medio del pueblo hebreo, en carne humana, apareciendo en
EL MINISTERIO PROFÉTICO DEL DÍA POSTRERO
173
medio del pueblo hebreo como un profeta; pues el Mesías para el
pueblo hebreo es un profeta; y en Su Primera Venida fue Jesús de
Nazaret. Allí estaba la plenitud de la divinidad manifestada en
carne humana. Era Emanuel, Dios con nosotros, visitando la raza
humana dos mil años atrás, para llevar a cabo la Obra de
Redención como el Cordero de Dios.
Gracias a Cristo en Su Primera Venida, al Angel del Pacto,
que llevó a cabo la Redención en la Cruz del Calvario al morir.
De otra forma, en la actualidad no existirían seres humanos; pues
había llegado el tiempo para la ira de Dios ser derramada sobre
la Tierra. Y Cristo dijo: “Si el grano de trigo no cae en tierra y
muere, él solo queda.” Solamente estaría viviendo en este planeta
Tierra un solo hombre, el cual es nuestro amado Señor Jesucristo;
pues El no tenía pecado, y por consiguiente no podía morir;
porque la única forma para la persona morir es el pecado, tener
pecado en él.
Ahora, Cristo no tenía pecado en El, no podía morir. El decía:
“Nadie me quita la vida. Yo la pongo por mí mismo para volverla
a tomar.” Y en el Getsemaní El aceptó el Programa de la
Redención, el Programa en el cual El tenía que morir en favor de
cada uno de nosotros; y para eso El tenía que hacerse pecado por
nosotros. Para esto El no tenía que ir a pecar, sino tomar nuestros
pecados y así hacerse mortal.
Tomó nuestros pecados, se hizo mortal; porque la paga del
pecado es muerte, y fue tomado preso, fue juzgado, condenado,
y murió crucificado y muerto allí en la Cruz del Calvario.
Pero luego encontramos que El fue al infierno, dice San
Pedro y Judas, que fue y le predicó a las almas encarceladas que
fueron desobedientes en el tiempo de Noé. Aquellas personas que
fueron incrédulas al Mensaje de Noé, cuando vino el diluvio
fueron destruidos, y fueron echados en el infierno. Y cuando
Cristo fue allí, al infierno, los encontró y les predicó, pero no un
Mensaje para salvación, sino un Mensaje con el cual condenó la
incredulidad de ellos y les dio testimonio de porqué estaban en el
infierno: por ser desobedientes a la Palabra de Dios dada por
medio del profeta Noé. Eso fue lo que ocasionó que aquellas
174
WILLIAM SOTO SANTIAGO
personas fueran al infierno; porque no escucharon la Voz de
Dios, el Mensaje de Dios por medio del profeta Noé.
Porque toda persona que no escucha la Voz de Dios por
medio del profeta que Dios envía para el tiempo en que vive esa
persona, está sentenciada a muerte, y está sentenciada a ser
echada en el infierno cuando muera.
En Deuteronomio, capítulo 18, verso 15 al 19, dice así:
“Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo (está
hablando Moisés al pueblo hebreo), te levantará Jehová tu Dios;
a él oiréis.”
La Orden divina dada a Moisés, y Moisés dándola al pueblo,
es que a ese profeta que Dios levante de en medio del pueblo, lo
escuchen todas las personas. Dice:
“A él oiréis; conforme a todo lo que pediste a Jehová tu Dios
en Horeb el día de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a oír la
voz de Jehová mi Dios, ni vea yo más este gran fuego, para que
no muera.
Y Jehová me dijo: Han hablado bien en lo que han dicho.
Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú
(o sea, como Moisés); y pondré mis palabras en su boca (¿dónde
coloca Dios Su Palabra? En la boca del profeta que El envía)
...pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo
le mandare.
Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare
en mi nombre, yo le pediré cuenta.”
Porque toda persona está llamada a escuchar la Voz de Dios,
la Palabra de Dios colocada en la boca del profeta que El envía
para esa edad o para esa dispensación; y el que no la escucha,
pierde la bendición de Dios y pierde el derecho a vivir
eternamente; pero el que la escucha recibe la bendición de Dios.
Jesús dijo: “El que oye mi Palabra tiene vida eterna, y no
vendrá a condenación, mas pasó de muerte a vida.” Esto es lo que
dice Cristo para todos aquellos que escuchan Su Palabra.
Ahora, encontramos que cuando Jesucristo apareció en la
Tierra, el Padre colocó Su Palabra en la boca y el corazón de
Jesucristo. Y Jesucristo, el Mensaje que predicaba no era de El,
EL MINISTERIO PROFÉTICO DEL DÍA POSTRERO
175
sino del que lo envió. El dijo: “La Palabra que yo les hablo no es
mía, sino del que me envió, del Padre.” El les dijo: “Yo no hablo
nada de mí mismo, sino que como yo escucho al Padre hablar, así
yo hablo. Y las obras que yo hago, no las hago de mí mismo, sino
el Padre que mora en mí, El hace las Obras.”
El Padre que moraba en El: el Espíritu Santo, que es el Padre
de Jesús; el cual en el vientre de María creó una célula de vida,
una célula de sangre, la cual se multiplicó célula sobre célula y
formó el cuerpo de Jesús; el cual nació en Belén de Judea,
conforme a la profecía de la Primera Venida del Mesías.
Ahora, encontramos que en el ministerio profético del Día de
Jesucristo, el Espíritu Santo estaba en El en toda Su plenitud, el
Padre estaba en El, y era el que le daba la Palabra que El tenía
que hablar, y era El el que le daba esos milagros para ser llevados
a cabo.
Por esa causa encontramos que hubo ocasiones en que estaban
muchas personas enfermas, como en el estanque, como en un
estanque, en donde estaban muchas personas enfermas, muchos
paralíticos y enfermos también de diferentes enfermedades; y
cada cierto tiempo bajaba un ángel del cielo y removía las aguas,
y el que entraba primero allí, a las aguas, se sanaba, no importaba
la enfermedad que él tenía.
Ahora, hubo un hombre allí paralítico, el cual estaba en su
lecho, y cuando Jesús lo vio en un día sábado, le preguntó porqué
estaba allí y si quería ser sanado. El le dijo: “lo que sucede es que
cuando desciende el ángel y remueve las aguas, como yo estoy
aquí en mi lecho y no tengo quién me meta al agua rápidamente,
viene uno primero que yo y entra al agua o lo meten al agua, y es
sanado, y como uno solo puede ser sanado, a mí no me da tiempo
para entrar al agua y ser sanado.”
Jesús le dijo, le preguntó, si quería ser sanado. El, pues, le
expresó que sí. Y Jesús le dice que tome su lecho y se vaya a su
casa. Y así lo hizo el hombre en un día sábado. Y no dice la
Escritura que sanó a otras personas, solamente a esa persona. Ese
era un lugar en que una sola persona era sanada en cada ocasión
que el ángel descendía sobre las aguas; y allí estaba el Angel de
176
WILLIAM SOTO SANTIAGO
Jehová, el Angel que descendía sobre las aguas ahora estaba en
carne humana. Y lo mismo que hacía, lo mismo que sucedía
cuando entraba al agua la persona, la primera persona, fue lo que
sucedió cuando recibió la Palabra este hombre paralítico: recibió
la Palabra, el Agua de la Palabra, fue el primero que la recibió
allí, y fue el que quedó sano en esa ocasión.
Ahora, no dice la Escritura que sanó a otras personas; porque
solamente a esa persona era a la que el Espíritu de Dios sanaría
en esa ocasión y en ese lugar. Eso fue lo que el Padre le mostró
a Jesús, y eso fue lo que hizo Jesús; porque El no podía hacer
nada de sí mismo, sino lo que le mostraba el Padre que hiciera,
eso era lo que el Padre respaldaba, eso era lo que el Padre
realizaba a través de Jesús. Porque allí estaba el ministerio de
aquel día, de aquel nuevo Día dispensacional que estaba
comenzando, del Día de la Dispensación de la Gracia que estaba
comenzando, que estaba entrelazándose con la Dispensación de
la Ley; estaba entrelazándose al comienzo del quinto milenio. En
el primer siglo del quinto milenio se llevó a cabo el entrelace de
la sexta dispensación con la quinta dispensación.
Ahora, podemos ver que en ese primer siglo grandes
profecías fueron cumplidas, las cuales habían sido dadas por el
Espíritu Santo a través de los profetas del Antiguo Testamento,
incluyendo al profeta Juan el Bautista.
Las profecías desde el Génesis hasta Malaquías, con relación
a la Primera Venida del Mesías, estaban allí siendo cumplidas en
ese primer siglo del quinto milenio, en ese entrelace de la
Dispensación de la Gracia con la Dispensación de la Ley. Y aún
de 4 a 7 años antes del quinto milenio, ya se estaban cumpliendo
profecías relacionadas a la Primera Venida del Mesías. Y
encontramos que algunas fueron cumplidas al final del cuarto
milenio, y otras al comienzo del quinto milenio; unas al final de
la Dispensación de la Ley, y otras al comienzo de la Dispensación
de la Gracia.
Siempre ha sido así cuando hay un entrelace de edades o de
dispensaciones, y siempre hay un ministerio profético para ese
Día, para esa edad o esa dispensación. Y para ese ministerio
EL MINISTERIO PROFÉTICO DEL DÍA POSTRERO
177
profético, pues, siempre hay un velo de carne, un hombre, un
profeta, con las dos conciencias juntas, para así el Espíritu Santo
que estuvo en los profetas del Antiguo Testamento y también en
Jesús en toda Su plenitud y en los apóstoles y en los siete ángeles
mensajeros de las siete edades de la Iglesia gentil; también para
el Día Postrero, para el ministerio profético del Día Postrero,
tendrá un velo de carne, un Profeta Mensajero con las dos
conciencias juntas, en donde estará manifestado el ministerio
profético del Día Postrero prometido en la Escritura.
O sea, que no es algo de invención humana, no es algo que no
estaba planificado en el Programa divino, sino algo que ya estaba
profetizado, estaba establecido en el Programa divino para ser
cumplido en el Día Postrero.
Y estando nosotros viviendo en el Día Postrero, necesitamos
conocer el ministerio profético del Día Postrero para escuchar la
Voz de Dios, la Voz de Jesucristo, dándonos a conocer las cosas
que deben suceder pronto, para así ser transformados y raptados
antes que comience la gran tribulación.
Este ministerio profético del Día Postrero será el ministerio
profético del Verbo manifestado en carne humana, será el
ministerio profético del mismo Espíritu Santo que estuvo en
Jesucristo dos mil años atrás manifestado en carne humana en el
cumplimiento de la Venida del Señor, del Angel del Pacto, del
Angel de Jehová, como Cordero de Dios en Su Obra de
Redención. Y ahora, para el Día Postrero tenemos la promesa de
Dios de que el Verbo se hará carne nuevamente.
En Apocalipsis, capítulo 19 y verso 11 en adelante, está la
promesa y la visión profética de la Palabra, del Verbo, hecho
carne para el Día Postrero, para tener el ministerio profético del
Día Postrero. Aquí encontramos al Espíritu Santo que viene sobre
un caballo blanco como la nieve en el Día Postrero. Es la Venida
del Angel del Pacto, del Angel de Jehová, del Espíritu Santo, en
carne humana.
Apocalipsis, capítulo 19, verso 11 en adelante, dice:
“Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y
el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia
178
WILLIAM SOTO SANTIAGO
juzga y pelea.
Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza
muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno
conocía sino él mismo.”
Este es el Nombre Nuevo del Señor Jesucristo, el Nombre
eterno del Señor Jesucristo; pues el nombre Jesús todos lo
conocen y saben su significado, que es Redentor o Salvador.
Ahora, este Nombre con el cual viene el Espíritu Santo, el
Angel del Pacto, el Angel de Jehová, que es Jesucristo en Espíritu
Santo, este Nombre nadie lo conocía ni conocía su significado, es
este el Nombre eterno de Jesucristo como el León de la tribu de
Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de
Reclamo. Este es el Nombre eterno de Jesucristo, es el Nombre
Nuevo del cual habla Jesucristo en Apocalipsis, capítulo 3, verso
12, donde dice:
“Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi
Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre
de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva
Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre
nuevo.”
Ese Nombre Nuevo es el que El recibió cuando ascendió al
Cielo victorioso y se sentó a la diestra de Dios, a la diestra del
Padre, y recibió todo poder y autoridad de los Cielos y de la
Tierra.
Y ahora, aquí en Apocalipsis, capítulo 19, verso 12, nos dice
que tiene un nombre escrito que ninguno conocía sino El mismo:
“Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre
es: EL VERBO DE DIOS.”
Es el Verbo haciéndose carne nuevamente en el Día Postrero,
es la Venida del Espíritu Santo en toda Su plenitud en el Día
Postrero, en carne humana, en el Profeta Mensajero que tendrá el
ministerio profético del Día Postrero.
“Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco
y limpio, le seguían en caballos blancos.
De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las
naciones (esa espada aguda que sale de su boca es la Palabra de
EL MINISTERIO PROFÉTICO DEL DÍA POSTRERO
179
Dios, el Mensaje de Jesucristo del Día Postrero, el Mensaje del
Evangelio del Reino que está prometido para ser predicado en el
Día Postrero por el Mensajero final del Señor Jesucristo con el
ministerio profético del Día Postrero), y él las regirá con vara de
hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios
Todopoderoso.
Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre:
REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.”
Porque en esta ocasión el Espíritu Santo que estuvo en
Jesucristo, dos mil años atrás, el cual vino como Cordero de Dios
en Su Obra de Redención, para el Día Postrero ese mismo
Espíritu Santo vendrá en carne humana, en el Profeta Mensajero
con el ministerio profético del Día Postrero, como León de la
tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra
de Reclamo; viene el Espíritu Santo, el Angel de Jehová, en el
Día Postrero manifestado en carne humana en Su Angel
Mensajero.
El velo de carne para esta manifestación y para este
ministerio del Día Postrero, este ministerio profético, es el Angel
del Señor Jesucristo. Por eso es que viene dando testimonio de las
cosas que deben suceder pronto, viene dando testimonio a todas
las Iglesias, viene dando testimonio a todos los creyentes en
Jesucristo, viene dando testimonio a la Iglesia del Señor
Jesucristo entre los gentiles, y después le dará testimonio al
pueblo hebreo, de estas cosas proféticas que deben suceder en el
Día Postrero. Y todo lo que esté escrito de él, cumplimiento tiene
para el Día Postrero en el ministerio profético del Día Postrero.
Y bajo ese ministerio profético serán dadas a conocer las
cosas que deben suceder pronto, en el Día Postrero, en el séptimo
milenio, en el Día del Señor. Y así es como Cristo a través de Su
Angel Mensajero le abre las Escrituras proféticas
correspondientes al Día Postrero, a Su Iglesia, que en el Día
Postrero estará esperando la transformación de sus cuerpos y el
rapto que Cristo ha prometido para Su Iglesia.
Con el ministerio profético del Día Postrero se lleva a cabo la
preparación de la Iglesia del Señor Jesucristo para ser
180
WILLIAM SOTO SANTIAGO
transformada y raptada. Es por medio de este ministerio profético
que viene la Palabra de Dios, la Palabra de Jesucristo, a Su
Iglesia, el Mensaje de la Gran Voz de Trompeta o Trompeta
final, que es el Evangelio del Reino, con el cual todos los
misterios que no fueron abiertos en el pasado, son abiertos en el
Día Postrero, en la Edad de la Piedra Angular, y en la
Dispensación del Reino, en el séptimo milenio; y así será
preparada la Iglesia del Señor Jesucristo, los escogidos de
Jesucristo, los Primogénitos de Dios, para su transformación y el
rapto, para ir a la Casa de nuestro Padre celestial.
“En la casa de mi Padre muchas moradas hay. Si no fuera así,
yo lo hubiera dicho antes; voy, pues, a preparar lugar para
vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y
os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros
también estéis.” Así dijo Cristo dos mil años atrás, hablándonos
de la transformación de nuestros cuerpos y el rapto para ir a la
Casa de nuestro Padre celestial, a la Cena de las Bodas del
Cordero.
Por eso es tan importante el ministerio profético del Día
Postrero. Y para que pueda ser manifestado ese ministerio
profético del Día Postrero, el Angel que desciende del Cielo con
Su rostro como el Sol, que es Cristo como Rey de reyes y Señor
de señores, El viene con el Librito abierto en Su mano, el Título
de Propiedad, el Libro de la Vida del Cordero, donde están los
nombres de todos los escogidos de Dios; y viene con el arco iris
alrededor de Su cabeza, o sea, que viene con el Pacto divino para
restaurar a la vida eterna a todos los escogidos de Dios. Y por eso
trae también el Título de Propiedad, el Libro de los Siete Sellos,
abierto, y lo entrega a un hombre aquí en Apocalipsis, capítulo
10.
Este Libro de los Siete Sellos que estaba sellado en
Apocalipsis, capítulo 5, en la mano del que está sentado en el
Trono, encontramos que cuando se pidió que alguien se
presentara y tomara ese Libro y abriera esos sellos, no había
ninguno digno, ni en el cielo, ni en la Tierra, ni debajo de la
Tierra, para tomar ese Libro y abrir esos sellos, ni aún para mirar
EL MINISTERIO PROFÉTICO DEL DÍA POSTRERO
181
ese Libro. Pero luego encontramos que apareció Cristo, el
Cordero de Dios, y también el León de la tribu de Judá, que es la
misma persona, que es nuestro amado Señor Jesucristo, el cual
vino sin pecado a este planeta Tierra y llevó nuestros pecados; El
es el único digno en el Cielo de tomar ese Libro y abrir esos
sellos. Y así lo hizo en Apocalipsis, capítulo 5; y luego en el
capítulo 6 de Apocalipsis abrió esos sellos; y luego en
Apocalipsis, capítulo 10, lo trae a la Tierra abierto. Y Juan
escucha una Voz del Cielo, la cual había escuchado antes, la
escucha nuevamente que le dice así:
“La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Ve y
toma el librito que está abierto en la mano del ángel que está en
pie sobre el mar y sobre la tierra.
Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él me dijo:
Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será
dulce como la miel.”
El Libro que en el Cielo nadie era digno para tomar, excepto
Jesucristo, ahora Cristo lo trae a la Tierra y lo entrega a un
hombre para que se lo coma.
Ese hombre, al comerse ese Libro, se está comiendo el Título
de Propiedad, está comiendo del Arbol de la Vida; para él, con
los escogidos de ese tiempo, ser restaurados a la vida eterna, ser
restaurados a todo lo que perdió Adán y Eva en la caída, ser
restaurados conforme a la promesa de Dios para el Día Postrero;
y así que ocurra la resurrección de los muertos en Cristo y la
transformación de nosotros los que vivimos.
Porque al comerse este Libro un hombre, en el Día Postrero,
el cual está representado en el apóstol San Juan, este hombre
tendrá la Palabra hecha carne en él, será el Verbo hecho carne
nuevamente en la Tierra. El Angel del Jehová, el Angel del
Pacto, haciéndose carne en la Tierra en el hombre que se come
este Libro en el Día Postrero.
Y luego, ¿qué sucederá con ese hombre? Veamos aquí. Estoy
leyendo Apocalipsis, capítulo 10, verso 8 al 11. Vamos a leer
verso 10 en adelante aquí, dice:
“Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y
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WILLIAM SOTO SANTIAGO
era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido,
amargó mi vientre.”
Este Librito, encontramos que al comerlo es dulce, pero en el
vientre es amargo; porque las amarguras son los problemas y
dificultades que le vendrán al que se come este Librito abierto; le
vendrán persecuciones y le vendrán problemas en la vida. Porque
muchas personas no entenderán que este hombre es el Angel
Mensajero del Señor Jesucristo, enviado para dar testimonio de
estas cosas a las Iglesias, no comprenderán que este es el profeta
final con el ministerio profético del Día Postrero; y lo
perseguirán y lo malinterpretarán, y dirán de él muchas cosas en
su contra, como hicieron con Cristo dos mil años atrás, y como
hicieron con los profetas del Antiguo Testamento, y como
hicieron con los apóstoles, y como hicieron con los siete ángeles
mensajeros de las siete edades de la Iglesia gentil.
Ahora, encontramos que aunque tendrá amarguras,
problemas, dificultades, persecuciones, con todo y eso, él
permanecerá fiel a Cristo, y él tendrá el ministerio profético del
Día Postrero.
Aquí Cristo le encomienda el ministerio profético del Día
Postrero, diciéndole: “Y él me dijo (¿quién? el Angel fuerte que
trajo el Librito abierto en Su mano, o sea, Cristo, el Angel de
Jehová, le dijo): Es necesario que profetices otra vez sobre
muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.”
Es el Profeta Mensajero que se come el Librito de los Siete
Sellos ya abierto y recibe el ministerio profético del Día Postrero,
en donde los ministerios de Jesucristo, de Moisés y de Elías serán
vistos nuevamente en la Tierra siendo operados por el Espíritu
Santo en Su Angel Mensajero; porque él es el que tiene el
ministerio profético del Día Postrero, para así dar testimonio de
todas las cosas que deben suceder sobre pueblos, naciones,
lenguas y reyes, y para también dar testimonio de las cosas que
deben suceder en y con la Iglesia del Señor Jesucristo en el Día
Postrero.
Y por medio de ese ministerio profético del Día Postrero es
que todos los hijos de Dios recibirán el conocimiento de todas las
EL MINISTERIO PROFÉTICO DEL DÍA POSTRERO
183
cosas que deben suceder, y recibirán la preparación para ser
transformados y raptados en el Día Postrero.
Será por medio de este ministerio profético del Día Postrero,
operado por Cristo, por el Espíritu Santo, por el Angel fuerte, en
Su Angel Mensajero que El envía, que Cristo estará cumpliendo
toda promesa que El ha hecho para el Día Postrero. Y así Cristo
cumplirá todo Su Programa correspondiente al Día Postrero.
Por eso es que la Iglesia del Señor Jesucristo y también el
pueblo hebreo necesitan el ministerio profético del Día Postrero,
para ser manifestado en medio de Su Iglesia gentil, y luego en
medio del pueblo hebreo, a través del Angel del Señor Jesucristo;
que viene con el Sello del Dios vivo, con el Espíritu Santo en el
Día Postrero, con el ministerio profético del Día Postrero, para
profetizar sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.
Y luego, en Apocalipsis, capítulo 11, encontramos ya ese
ministerio profético operando. Apocalipsis, capítulo 11 y verso
3 en adelante, dice:
“Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos
sesenta días, vestidos de cilicio.
Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que
están en pie delante del Dios de la tierra.”
Aquí encontramos que ya para este ministerio profético de los
dos Olivos, de los dos Candeleros, que son los ministerios
proféticos de Moisés y Elías, en Apocalipsis 11; encontramos que
ya ese Libro de los Sellos se lo ha comido el velo de carne, el
Angel del Señor Jesucristo en el Día Postrero, para tener la
manifestación del ministerio profético del Día Postrero, en donde
los ministerios de los dos Olivos, los ministerios de los dos
Candeleros, los ministerios de Moisés y de Elías, estarán
operando en el Día Postrero; y también el ministerio de
Jesucristo, el ministerio del Hijo del Hombre, operando en el Día
Postrero, en el Angel del Señor Jesucristo que se come ese Título
de Propiedad, ese Libro de los Siete Sellos abierto, que trae
Cristo en Su Venida en el Día Postrero.
Por eso es tan importante el ministerio profético del Día
Postrero, porque sin ese ministerio profético el pueblo perecería
184
WILLIAM SOTO SANTIAGO
en el Día Postrero, el pueblo sería engañado por los falsos
profetas que han salido en este mundo. Pero Cristo envía el
ministerio profético del Día Postrero, en donde El, Cristo, estará
manifestado a través de Su Angel Mensajero, para dar testimonio
de estas cosas que deben suceder, y conocer así la Iglesia del
Señor Jesucristo todas estas cosas proféticas que deben suceder
en el Día Postrero; y así recibir la preparación para su
transformación y rapto, prometido por Cristo para el Día
Postrero.
Ahora, hemos visto este misterio del Día Postrero: EL
MISTERIO DEL MINISTERIO PROFETICO DEL DIA
POSTRERO, prometido en la Escritura.
No es un invento humano, no es una fabricación teológica,
sino que es un ministerio profético prometido en la Palabra
profética para el Día Postrero. Es el ministerio profético de la
Dispensación del Reino bajo el ministerio del Angel de
Jesucristo, a través del cual Jesucristo estará revelándose a Su
Iglesia gentil, y luego al pueblo hebreo, a través de Su Angel
Mensajero en el ministerio profético del Día Postrero.
Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta
tarde, dándoles a conocer el misterio del ministerio profético del
Día Postrero, prometido por Dios en Su Palabra para ser
cumplido en el Día Postrero en el cual nosotros estamos viviendo.
Que las bendiciones de Jesucristo, el Angel del Pacto, en el
ministerio profético del Día Postrero, sean materializadas en cada
uno de ustedes y en mí también; todas esas bendiciones que El ha
prometido para Su Iglesia en el Día Postrero, se conviertan en
una realidad en y para cada uno de ustedes, y para mí también.
Que Dios les continúe bendiciendo a todos, que Dios les
guarde. Y estaré con ustedes nuevamente a las 9:30 de la noche;
ya estaremos reunidos aquí para la primera parte, el devocional,
los cánticos, y también el Mensaje de despedida de año, y
también el Mensaje de bienvenida de año, de comienzo de año,
para así estar dándole gracias a Dios por Sus bendiciones que El
nos ha dado en este año 1995, que llega a su final hoy 31 de
diciembre, a las 12:00 de la noche, conforme al calendario que se
EL MINISTERIO PROFÉTICO DEL DÍA POSTRERO
185
usa entre los gentiles, entre el cristianismo.
Y luego a las 12 y un segundo ya estaremos comenzando el
año 1996, donde yo deseo, espero y pido a Dios grandes
bendiciones para cada uno de ustedes y para mí también. Y mi
deseo es que Dios adopte a Sus hijos en este próximo año, o a lo
menos a uno; pues con la Adopción, aunque sea de uno, luego
vendrá la Adopción del resto de los hijos de Dios.
Así que mi deseo en el corazón es que venga la Adopción de
los hijos de Dios en este próximo año 1996. Y si en el Programa
de Dios está la Adopción para ser realizada en el año 1996, pues
se estará realizando esa Adopción. No sabemos, pero sí deseamos
nuestra Adopción, la Adopción de cada miembro del Cuerpo
Místico de Jesucristo que está vivo en este tiempo final, y que en
este Día Postrero está bajo el ministerio profético de Jesucristo a
través de Su Angel Mensajero; pues esos son los que serán
adoptados en el Día Postrero, los que estarán bajo el ministerio
profético del Día Postrero, en una nueva edad y en una nueva
dispensación.
Así que ese es el deseo de mi alma, de mi corazón, para la
Iglesia del Señor Jesucristo, en este nuevo año 1996 que ha de
comenzar, conforme al calendario de los gentiles, esta noche,
después de las 12:00 de la noche, o sea, comenzará a las 12 y un
segundo de la noche; ya será un nuevo año, y también un nuevo
día.
Muchas gracias por vuestra amable atención, y que Dios les
continúe bendiciendo a todos, y nos veremos nuevamente a las
9:30 de la noche, esta noche 31 de diciembre, aquí en este mismo
lugar; y también estaremos transmitiendo a través de Galaxy VII,
canal 11, y a través también de diferentes canales de televisión y
de radioemisoras en diferentes países.
Que Dios les bendiga y les guarde a todos.
“EL MINISTERIO PROFETICO DEL DIA
POSTRERO.”
Ahora tendremos nuevamente a Miguel Bermúdez Marín para
continuar y finalizar nuestra parte en esta tarde, dándole gracias
a Dios por Sus bendiciones; y luego tendrá Miguel las reuniones,
186
WILLIAM SOTO SANTIAGO
actividades, que él les anunció y que anunciará nuevamente.
Luego de terminada esta actividad, ya Miguel se reunirá con las
personas que él estará anunciando e invitando para esas
reuniones.
Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos. Ya
estamos fuera del satélite, así que vamos a dejar a Miguel con
nosotros. Y que Dios les continúe bendiciendo a todos.
LA HORA DEL
SEPTIMO SELLO
LA HORA DEL SÉPTIMO SELLO
LA HORA DEL SEPTIMO SELLO
Por William Soto Santiago
31 de diciembre de 1995 al 1 de enero de 1996
Cayey, Puerto Rico
uy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes y
televidentes. ¡Que tengan todos un feliz y próspero año
nuevo 1996!
En esta noche quiero expresar mi aprecio y agradecimiento a
todas las personas que han trabajado en la Obra del Señor
Jesucristo en este Día Postrero, en la Edad de la Piedra Angular
y Dispensación del Reino:
A Miguel Bermúdez Marín, a Julio Cruz López y a su hijo
Julio Angel, y también a Patricia, esposa de Julio Angel; y
también a todos los que han estado trabajando con Julio Cruz
López en toda la Obra que se ha estado llevando a cabo aquí en
Puerto Rico: En todo lo que se ha realizado aquí de
construcciones; y también a todo lo relacionado al satélite, o sea,
a la estación de transmisiones a través del satélite. Y también las
tomas de las conferencias con las cámaras de televisión, y todo el
trabajo que se ha estado realizando aquí en Puerto Rico.
Y a todas las demás personas que en una forma o en otra han
estado trabajando, que las bendiciones de Dios sean sobre cada
uno de ustedes, y les bendiga y les use grandemente en Su Obra.
Y también a todos los ministros que han estado con Miguel
Bermúdez Marín, en Puerto Rico y en toda la América Latina y
el Caribe, trabajando en la Obra de Dios de nuestra Edad y de
nuestra Dispensación, la Edad de la Piedra Angular y
Dispensación del Reino.
Que Dios les bendiga grandemente y les use grandemente en
Su Obra, cada día más y más, en este año 1996 que ha de
comenzar en esta noche, Dios abra las ventanas de los Cielos y
derrame bendición en abundancia sobre cada uno de ustedes,
ministros, y sobre vuestras congregaciones; y también sobre
M
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nosotros aquí en Puerto Rico.
Que Dios bendiga a cada una de las personas en las diferentes
congregaciones, que han trabajado en el Reino de Dios. Y a los
que no han trabajado, o han trabajado muy poco, que Dios les
bendiga también para que puedan trabajar más ampliamente en
la Obra de Dios.
Ha sido para mí un privilegio estar con ustedes en Puerto
Rico y en la América Latina y todo el Caribe trabajando en la
Obra de Dios en este año 1995, al igual que en los años
anteriores.
Ha sido realmente una bendición grande que Dios me haya
enviado a ustedes, latinoamericanos y caribeños, para la etapa de
la construcción del Lugar Santísimo de Su Templo espiritual, el
cual es Su Iglesia.
Y en ese Templo espiritual, en este Día Postrero, con
latinoamericanos y caribeños, Jesucristo ha estado construyendo
el Lugar Santísimo de Su Iglesia, de Su Templo espiritual, para
morada de Jesucristo en Su Templo espiritual, en ese Lugar
Santísimo de ese Templo espiritual.
Es realmente un privilegio grande para mí estar en medio de
ustedes, latinoamericanos y caribeños, dándoles el Mensaje de
Jesucristo para el Día Postrero y para la Edad del Lugar
Santísimo de Su Templo espiritual.
Ha sido por medio de Su Palabra correspondiente al Día
Postrero, para Su Iglesia, con la cual Cristo ha estado
construyendo el Lugar Santísimo de Su Templo espiritual. Así
como el Lugar Santo de Su Templo ha sido construido con seres
humanos, pues Su Templo es Su Iglesia, también el Lugar
Santísimo es construido con seres humanos. Y para bendición de
los latinoamericanos y caribeños, Dios ha estado llamando un
pueblo de entre los latinoamericanos y caribeños, para formar
parte de ese Templo espiritual, y sobre todo de la parte más
importante de ese Templo, o sea, del Lugar Santísimo de Su
Templo espiritual.
Los latinoamericanos y caribeños son bienaventurados,
porque Dios escogió y dejó para el Día Postrero la bendición más
192
WILLIAM SOTO SANTIAGO
grande que El tenía, para darla a los latinoamericanos y
caribeños. Y es un privilegio y bendición grande trabajar con los
latinoamericanos y caribeños en la Obra del Señor Jesucristo en
este Día Postrero, en donde el Séptimo Sello, en cuanto a su
cumplimiento, ha estado siendo abierto, y ha estado teniendo el
ministerio del fin del tiempo, fin del siglo, fin del mundo y Día
Postrero.
Y bajo el ministerio del Séptimo Sello es que toda esta Obra
que hemos estado viendo realizada se ha estado llevando a cabo.
Ha sido bajo el Séptimo Sello todo lo que ha sido llevado a cabo.
Y lo que falta, también será llevado a cabo bajo el Séptimo Sello,
bajo el ministerio del Séptimo Sello en este Día Postrero.
Quiero leer en Apocalipsis, capítulo 8, verso 1 en adelante, y
dice así:
“Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo
como por media hora.
Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les
dieron siete trompetas.
Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un
incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las
oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba
delante del trono.
Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo
del incienso con las oraciones de los santos.
Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar,
y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y
un terremoto.”
Que Dios bendiga Su Palabra en nuestros corazones y nos
permita entenderla en este Día Postrero. Nuestro tema para una
corta plática que tendremos será: “LA HORA DEL SEPTIMO
SELLO.”
Tema que está basado en Apocalipsis, capítulo 8 y verso 1,
que corresponde a este Día Postrero. “LA HORA DEL
SEPTIMO SELLO.”
El Séptimo Sello, encontramos que es el último de los sellos
del Libro sellado con siete sellos que aparece en la mano del que
LA HORA DEL SÉPTIMO SELLO
193
está sentado en el Trono, en Apocalipsis, capítulo 5, verso 1 en
adelante. Y dice así:
“Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono
un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos.
Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es
digno de abrir el libro y desatar sus sellos?
Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra,
podía abrir el libro, ni aun mirarlo.
Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno
digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo.
Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León
de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el
libro y desatar sus siete sellos.
Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres
vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero
como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales
son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.
Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba
sentado en el trono.”
Aquí, en este pasaje de Apocalipsis, capítulo 5, verso 1 en
adelante, podemos ver a Dios sentado en Su Trono, con el Libro
de los Siete Sellos, el Libro de la Redención, el Libro de la Vida
del Cordero; donde están escritos los nombres de todos los
escogidos de Dios, por los cuales Cristo murió en la Cruz del
Calvario.
La Escritura nos dice que el Cordero fue inmolado desde la
fundación del mundo. En otros lugares nos dice, por ejemplo San
Pedro: “desde antes de la fundación del mundo.” Pero
materializado todo, convertido en una realidad aquí en la Tierra
en la Primera Venida de Cristo, dos mil años atrás.
Lo que en la mente de Dios fue programado, se materializó
luego, cuando Jesús estuvo aquí en la Tierra, hace dos mil años
aproximadamente; en donde El materializó todo ese pensamiento
divino, y en donde El redimió con Su muerte y Su Sangre
derramada en la Cruz a todos los que están escritos en el Libro de
la Vida del Cordero; que es este Libro que está en la diestra del
194
WILLIAM SOTO SANTIAGO
que está sentado en el Trono allá en el Cielo, o sea, está en la
diestra de Dios.
Este Libro, a medida que han ido transcurriendo las etapas o
edades de la Iglesia gentil, ha estado cumpliéndose de edad en
edad la parte correspondiente a cada edad. Y encontramos que en
ese Libro sellado con siete sellos, una parte pertenece a los
gentiles, y otra parte a los hebreos.
Ahora, encontramos que bajo los primeros tres sellos se han
cumplido las siete etapas o edades de la Iglesia gentil; donde
Cristo ha estado con Su Iglesia y en Su Iglesia llamando y
juntando a Sus hijos en cada edad, en Su Cuerpo Místico de
creyentes. También podemos ver cómo el enemigo de Dios se
levantó en cada etapa, en cada edad de la Iglesia gentil, para
combatir la Obra que Jesucristo estaba llevando a cabo en medio
de Su Iglesia, en donde El estaba llamando y juntando a Sus hijos
de cada edad, y así completando el número de Sus hijos de cada
edad.
Luego, en el cuarto sello, encontramos las cosas que estarán
pasando, sucediendo, después de las siete etapas o edades de la
Iglesia gentil; tanto las cosas que estarán sucediendo de parte de
Cristo con Su Iglesia y en Su Iglesia, como también las cosas que
el enemigo estará llevando a cabo aquí en la Tierra, y cómo se
levantará en el Día Postrero en contra de Jesucristo y Su Iglesia
y la Obra que Jesucristo estará haciendo en el Día Postrero en y
a través de Su Iglesia; en donde estará llamando y juntando a los
escogidos del Día Postrero, para colocarlos en Su Iglesia; y así
completar el número de los escogidos de entre los gentiles, los
escogidos de Su Iglesia; y así terminar Su labor con Su Iglesia
gentil, transformando a cada miembro de Su Iglesia gentil que ha
recibido a Cristo y ha nacido de nuevo del Agua y del Espíritu,
y ha entrado a la Obra de Jesucristo que El lleva a cabo bajo el
Séptimo Sello y bajo el cuarto sello, y también bajo el ministerio
del Día Postrero.
Todas estas cosas que estarán sucediendo en medio de la
Iglesia gentil en el Día Postrero, están bajo diferentes sellos del
Libro de la Redención, del Libro de la Vida del Cordero.
LA HORA DEL SÉPTIMO SELLO
195
También están bajo el quinto sello y sexto sello, el pueblo
hebreo que murió bajo las persecuciones que Hitler, Mussolini y
Stalin realizaron en contra del pueblo hebreo; donde mataron
millones de judíos, solamente porque eran hebreos, y querían
terminar con la raza hebrea. Por lo cual, toda nación que se
levantó en contra del pueblo hebreo, en el día de venganza del
Dios nuestro recibirá su paga, su recompensa, que será el juicio
divino sobre esas naciones que se levantaron en contra del pueblo
hebreo, y también contra las naciones que se levantaron en contra
de la Iglesia del Señor Jesucristo mientras pasaba por sus
diferentes etapas desde el principio hasta el final.
Por esa causa, el reino de los gentiles, representado en la
estatua que vio Nabucodonosor... Reino que ha estado pasando
por diferentes etapas desde su comienzo en el tiempo del rey
Nabucodonosor, en donde comenzó ese reino de los gentiles con
el reino babilónico. Luego pasó a su segunda etapa: el pecho y los
brazos de plata, que fue el imperio medo-persa. Y luego pasó a
la tercera etapa: el vientre y los muslos de bronce, que fue el
imperio griego, imperio de Grecia. Y luego pasó a su cuarta
etapa, la cual tiene dos partes: la cuarta etapa es las piernas de
hierro, y sus pies de hierro y de barro cocido.
La primera parte de la cuarta etapa ya se cumplió en el
imperio romano, bajo los Césares; y luego, la segunda parte del
cuarto imperio, es la parte que en el Día Postrero se consolida: en
donde diez reyes le darán su poder y su autoridad a la bestia, y
ahí estará formado ese cuarto imperio en su segunda parte, estará
formado completamente. Y ese será el reino, el imperio, del
anticristo, que gobernará en este tiempo final, y que obligará a la
raza humana a estar sujeto a ese imperio; y el que no tenga la
marca de la bestia o su número no podrá comprar ni vender. O
sea, que habrá un completo control en el imperio de la bestia, del
anticristo, en el Día Postrero, en el tiempo final.
Pero la Piedra no cortada de manos, que es Cristo (la Piedra
que los edificadores desecharon en Su Primera Venida, y que fue
crucificado por el imperio romano), en el Día Postrero, en Su
Segunda Venida, esa Piedra no cortada de manos herirá a la
196
WILLIAM SOTO SANTIAGO
imagen en los pies de hierro y de barro cocido; porque el
enemigo de Dios, manifestado en el tiempo final a través del
anticristo, del hombre de pecado, se levantará en contra de
Jesucristo y de Su Iglesia y de la Obra que estará siendo llevada
a cabo por Jesucristo en Su Iglesia y a través de Su Iglesia.
Pero Jesucristo desmenuzará los pies de hierro y de barro
cocido, enviando el juicio divino sobre el reino de los gentiles,
enviando las plagas apocalípticas que están señaladas para caer
durante la gran tribulación sobre el reino del anticristo, el imperio
de la bestia, que estará consolidado con esos diez reyes que le
darán su poder y su autoridad a la bestia.
Todo eso sucede en la hora del Séptimo Sello, en la hora en
que el Séptimo Sello estará abierto en cuanto a su cumplimiento
en medio de Su Iglesia, y luego en medio del pueblo hebreo.
Porque el Séptimo Sello, siendo la Venida del Angel del Pacto,
del Angel de Jehová, del Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob,
del Espíritu Santo, de Cristo, en el Día Postrero a Su Iglesia y
luego al pueblo hebreo; encontramos que en la hora del Séptimo
Sello todas estas cosas deben ser cumplidas, como Cristo anunció
cuando estuvo aquí en la Tierra, y como también el Espíritu
Santo, por medio de los profetas del Antiguo Testamento y
también por medio de los apóstoles y de los siete ángeles
mensajeros, anunció para el Día Postrero, para el tiempo de la
hora del Séptimo Sello; en donde el ministerio del Angel que
tiene el Séptimo Sello, que fue el Angel que arrebató, que raptó,
al séptimo ángel mensajero, al mensajero de la séptima edad de
la Iglesia gentil, y lo llevó juntamente con los otros ángeles de las
edades de la Iglesia gentil; y allá en el Cielo, a unas 27 millas de
altura, aparecieron, fueron vistos en sus cuerpos teofánicos, y
fueron retratados y publicada su fotografía en la revista LIFE y
en la revista CIENCIA (en el mes de febrero de 1963 fue tomada
esa foto y fue publicada posteriormente).
Ahora, el ministerio de ese Angel era el único que no había
sido manifestado en la Tierra a través de carne humana; pero
sería manifestado en la Tierra en la hora del Séptimo Sello, en la
hora del ministerio del Séptimo Sello, del ministerio de Cristo
LA HORA DEL SÉPTIMO SELLO
197
por medio de Su Angel Mensajero.
Esa es la hora del Séptimo Sello: La hora de la repetición del
ministerio de Cristo a través de Su Angel Mensajero. La hora del
Séptimo Sello en la Iglesia del Señor Jesucristo es la hora del
ministerio de Cristo a través de Su Angel Mensajero, enviado
para dar testimonio de estas cosas en las iglesias, conforme a
como dice Apocalipsis, capítulo 22 y verso 16.
Estemos puestos en pie y oremos a Dios:
Oh, Dios eterno, en esta noche estamos aquí reunidos, y
también en diferentes naciones, escuchando Tu Voz.
Hemos tenido un año 1995 lleno de Tus bendiciones en la
hora del Séptimo Sello, en la hora del ministerio del Séptimo
Sello.
Hemos cometido errores, hemos pecado. Y te pedimos perdón
por nuestras faltas y pecados. Y te pedimos que para el año 1996
Tú nos ayudes, nos fortalezcas, y nos cuides de todo peligro y nos
ayudes para ser más cuidadosos y evitar errores y pecados, y ser
fieles a Ti en todo el año 1996, el cual está comenzando dentro
de algunos segundos, pues el año 1995 ha llegado a su final.
Señor, Dios Todopoderoso, ante Tu Presencia estamos en
esta noche, dándote gracias porque hemos llegado al final del
año 1995, y estamos entrando al año 1996 en esta noche; en la
cual te pedimos Tus bendiciones sobre cada uno de Tus hijos, de
Tus escogidos, que están escuchando Tu Voz en este Día
Postrero, en la hora del Séptimo Sello y Su ministerio.
Te pedimos que todo escogido que falta por llegar a Tu
Cuerpo Místico de creyentes, sea llamado y juntado en este año
1996 que ha comenzado, y que en este año 1996 se complete el
número de Tus escogidos, de Tu Iglesia gentil, y seamos todos
transformados y raptados. Este es mi deseo del corazón, del
alma, es la petición de mi alma, de mi corazón, en favor de todos
Tus hijos, de toda Tu Iglesia gentil.
Y también te pido Tu bendición para el pueblo hebreo, de los
cuales hay un grupo de 144 mil hebreos que tienen sus nombres
escritos en el Libro de la Vida del Cordero, y tienen que ser
llamados y juntados en el Día Postrero, en el séptimo milenio,
198
WILLIAM SOTO SANTIAGO
por el ministerio del Séptimo Sello, en la hora del Séptimo Sello.
Señor, cuando haya entrado el último de Tus escogidos de Tu
Iglesia gentil, te pido que la transformación de nuestros cuerpos
sea realizada, y la manifestación gloriosa de los hijos de Dios se
convierta en una realidad, manifestados en cuerpos eternos,
juntamente con los muertos en Cristo que Tú has prometido
resucitar en este Día Postrero.
Y luego de estar aquí 30 ó 40 días, manifestados en cuerpos
eternos, que todos seamos raptados y llevados a la Cena de las
Bodas del Cordero. Pero que Tu pueblo Israel vea Tu Gloria, vea
Tu manifestación final, en la hora del Séptimo Sello antes que Tu
raptes a Tu Iglesia gentil.
Oh, Dios eterno, te pido estas cosas en el Nombre eterno y
glorioso de nuestro amado Señor Jesucristo.
Hemos llegado al año 1996 para la continuación de la Obra
de Jesucristo en Su Iglesia, y para ser instrumentos de Cristo en
este Día Postrero durante el año 1996, como hemos sido en los
años anteriores, y para ser instrumentos de Cristo por toda la
eternidad.
Hemos llegado a un año muy importante, en el cual grandes
profecías deben ser cumplidas, pues en cada año han estado
cumpliéndose profecías; y este año 1996 tiene grandes profecías
para ser cumplidas, conforme al Programa de Dios; porque lo que
está escrito, cumplimiento tiene; y lo que está escrito de la Iglesia
del Señor Jesucristo, cumplimiento tiene; lo que está escrito de
cada uno de ustedes, cumplimiento tiene; y lo que está escrito de
mí, cumplimiento tiene también.
¡ASI QUE EN ESTA NOCHE EN QUE HA COMENZADO
EL 1996, LE DAMOS LA BIENVENIDA CON TODAS LAS
BENDICIONES QUE TIENE PARA NOSOTROS DE PARTE
DE JESUCRISTO!
Que Dios les continúe bendiciendo a todos, amados amigos
y hermanos presentes. Y recuerden que estamos viviendo en la
hora del Séptimo Sello, en la hora en donde todas estas profecías
correspondientes al Día Postrero, al tiempo final, al fin del siglo,
al fin del mundo y al fin del tiempo, tienen que ser cumplidas.
LA HORA DEL SÉPTIMO SELLO
199
Porque estamos en la hora del Séptimo Sello, la hora más
importante del Programa divino.
Que las bendiciones de nuestro amado Señor Jesucristo, el
Angel del Pacto, el Angel de Jehová, sean sobre cada uno de
ustedes y sobre mí también, y se materialicen todas esas
bendiciones en cada uno de ustedes y en mí también.
Ha sido para mí un privilegio muy grande estar con ustedes
en esta noche, despidiendo el año 1995 y dándole la bienvenida
al año 1996.
El año 1995 fue un año de grandes bendiciones y grandes
éxitos para la Iglesia del Señor Jesucristo en este tiempo final. Y
el año 1996 será un año lleno de grandes bendiciones y de
grandes éxitos para la Iglesia del Señor Jesucristo, y para cada
uno de sus miembros que en este Día Postrero estarán trabajando
en la Obra de Jesucristo, siendo instrumentos de Cristo, para que
así Cristo haga todo lo que El ha prometido para el Día Postrero.
Que Dios les continúe bendiciendo a todos, que Dios les
guarde, y tengan un año 1996 lleno de felicidad, de paz, de amor
divino, de gozo, y de grandes bendiciones de Dios, y sean
instrumentos de Cristo en este año 1996.
Un feliz y próspero año 1996 para cada uno de ustedes aquí
presentes, y para cada uno de ustedes, amigos y hermanos
televidentes y radio-oyentes, y también para los que están a través
de la línea telefónica, y para todos los que están en el Día
Postrero escuchando la Voz de Jesucristo, la Voz de la Gran
Trompeta, de la Trompeta final.
Que Dios les bendiga y les guarde a todos. Y pasen todos un
día feliz, ya comenzado el primer día del año 1996. Que pasen un
día, el primer día del año, feliz, llenos de las bendiciones de Dios,
junto a su familia, junto a sus familiares, su esposa, sus hijos y
demás familiares. Y así también todos los días del año 1996: más
unidos en el amor divino, y en el amor familiar, y en el amor
conyugal; más unidos y más preparados esperando nuestra
transformación. Con todo arreglado para pronto ser
transformados y raptados.
Mantengan sus hogares en paz, sin peleas, sin discusiones y
200
WILLIAM SOTO SANTIAGO
unidos en amor, y toda su familia unida en amor divino,
escuchando la Palabra de Dios. Porque no queremos que se quede
ninguno de nuestros hijos aquí en la Tierra para pasar por la gran
tribulación, que será un tiempo terrible. Queremos que sean
transformados y raptados, y vayan con nosotros a la Cena de las
Bodas del Cordero.
Así que estemos preparados en este año 1996, porque podría
ser el año en que todas estas Escrituras que faltan por ser
cumplidas, sean cumplidas; yo no sé. Pero lo importante es estar
preparados para nuestra transformación. Si la deseamos en el año
1996, pues estemos preparados para esa transformación, con
nuestras vidas arregladas. El santo siendo santificado todavía,
siendo santificado más; el justo siendo justificado todavía, siendo
justificado más; siendo preparado cada hijo e hija de Dios para
nuestra transformación y el rapto que Cristo ha prometido para
cada uno de nosotros.
Es una promesa para Su Iglesia, los que han creído en Cristo
y han nacido de nuevo del Agua y del Espíritu, y así han entrado
al Cuerpo Místico de creyentes del Señor Jesucristo, que es Su
Iglesia, en la hora del Séptimo Sello, donde nosotros ya estamos
viviendo.
Que Dios les continúe bendiciendo a todos, y les ayude para
estar preparados para nuestra transformación, y les use
grandemente en Su Obra.
Dejo con nosotros nuevamente a Miguel Bermúdez Marín
para continuar y finalizar nuestra parte en esta noche, dándole
gracias a Dios por Sus bendiciones; y así llegaremos al final de
esta actividad de despedida de año, y de bienvenida al nuevo año
1996. Con nosotros Miguel Bermúdez Marín.
Que Dios les continúe bendiciendo a todos grandemente, hoy
y por toda la eternidad.
“LA HORA DEL SEPTIMO SELLO.”
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