18. Corazón de María, océano de bondad La bondad es una de los mayores atributos de Dios, Tú, Madre, como estás llena de El, eres la Madre buena donde podemos acudir para experimentar la bondad de Dios. Concédenos, Madre, sumergirnos en el mar sin fondo de tu corazón amante para desde ahí, contemplar la bondad de Dios sólo así, viviremos nuestra vida en la alabanza gozosa del que se sabe amado con amor gratuito. Madre, océano de bondad, intercede por nosotros ante el Señor para que nos conceda un corazón bueno, en el que el mismo Señor pueda encontrar su complacencia, que sólo la bondad de Dios nos habite, para que seamos en el mundo manifestación del amor del Señor. Amén. 19. Corazón de María, milagro de inocencia y pureza En este mundo en el que cada vez se vive menos la inocencia y la pureza, acudimos a ti, María, para que nos enseñes que la verdadera felicidad de todo hombre está en ser para el Señor, el inocente y el puro es el que tiene al Señor en su corazón, el que vive para agradarle, el que sabe que su vida no la puede malgastar lejos del Señor en placeres que no le dan más que una felicidad momentánea y le dejan vacío. Madre, enséñanos a tener el amor del Señor en nuestro corazón, enséñanos a ser fuertes ante la tentación impura, enséñanos que la pureza es la virtud de los fuertes Madre, hoy y siempre llévanos a tu Hijo, queremos entregarle todo nuestro ser. Tú que eres nuestro mejor modelo enséñanos a ser puras e inocentes, a presentarnos delante de nuestro Señor como un niño que se sabe amado y protegido delante de su Padre. 20. Corazón de María, espejo de todas las perfecciones divinas Madre nuestra, María, deseamos aprender a ser y vivir como tú, que eres espejo perfecto del amor divino del Padre, eres la gracia hecha realidad y la paz encarnada, el amor y la misericordia de Dios que te había elegido desde el vientre materno y que te consagró para Él. Tú eres la humilde sierva que se humilló y se abandonó en las manos del Padre para que tuviera de ti y en ti muchas maravillas. Eres el espejo por donde el Señor nos da a conocer su amor y sus cuidados de Madre. A ti Madre, Corazón de corazones, que siempre uniste tu alma a la de tu Hijo, a ti venimos hoy para poner ante tu presencia nuestras vidas para que las purifiques y las presentes ante tu Hijo y podamos de esa manera reflejar la bondad y la misericordia de nuestro Dios y ya no ser nosotras, sino Él quien viva en nuestro interior y llegar a ser algún día reflejo perfecto de su amor a los hombres. NOVIPOST · NOVICIADO Y POSTULANTADO HERMANAS FRANCISCANAS DE LOS SAGRADOS CORAZONES www.madrecarmen.org · [email protected] De la mano de María. Letanías del Corazón de María 007