" TRANSEXUALISMO " Dr. José Manuel Reverte Coma El término transexualismo fué usado por primera vez por CAULDWELL en 1949. FISK propone en 1973 el término "gender disphoria" para este síndrome que se engloba en el más amplio concepto de disforias sexuales. Hay noticias históricas de la existencia de transexualismo en todo el mundo y en todas las épocas. Entre los pueblos primitivos la creencia era que un espíritu del sexo opuesto había penetrado en el cuerpo y a estas personas se las respetaba por este motivo. En muchas culturas se los ha sacralizado. GOOREN observó en Birmania que a los transexuales se les consideraba como seres poseídos por un espíritu del sexo contrario y se les distinguía teniéndolos presentes como parte indispensable de los ritos y actos que se relacionaban con la vida y la muerte. HIPOCRATES relata la existencia entre los pueblos que habitaban el Ponto Euxino de la que llamaba "enfermedad de los escitas". Dice en su obra "De los aires, de las aguas y de los lugares": "Entre los escitas hay muchos que se vuelven impotentes, se dedican a trabajos femeninos y hasta su voz se hace afeminada; son los llamados anarieos. Los nativos piensan que tal condición es enviada por la divinidad y honran a estos hombres con respeto y temor y se postran ante ellos...se ponen vestidos femeninos, viven como las mujeres y comparten sus trabajos". Cuando VASCO NUÑEZ DE BALBOA atravesó el Istmo de Panamá en su viaje de descubrimiento del Mar del Sur, relata en sus cartas al Rey que encontró una tribu de indios en el Darién en la que había varios individuos, varones por el sexo aparente, pero que vestían y actuaban como mujeres. Se define el transexualismo como "un complejo conjunto de características, incluyendo la creencia de que uno es miembro del sexo opuesto, vistiéndose y apareciendo en el papel del sexo opuesto, sintiéndose heterosexual aunque los compañeros sexuales sean anatómicamente idénticos, sintiendo repugnancia por los propios genitales unido a un vivo deseo de transformarlos, eliminarlos y convertirse así en un sujeto acorde con sus tendencias psicológicas y anímicas" (ROBERTS, 1983). "El transexual puro se autodefine como víctima de un error inexplicable de la Naturaleza en virtud del cual ha nacido con una mente de mujer o de hombre en un cuerpo y genitales del sexo contrario", dice el Prof. Aurelio USON. "Ser transexual es un drama", sigue diciendo USON, "el transexual se siente atrapado en la cárcel de su propio cuerpo, se sienten frustrados, angustiados, engañados por la Naturaleza, viviendo en una contradicción permanente entre su cuerpo y su mente". A las personas con mente de mujer y cuerpo y genitales de hombre se les llama transexuales masculinos y a los que tienen mente de varón y cuerpo y genitales de mujer se les conoce como transexuales femeninos. Esta sensación que les lleva a sentirse "atrapados", es lo que les hace repudiar su sexo aparente, sufriendo profundamente su tragedia personal, situación que les traumatiza continuamente, lo que unido a la incomprensión familiar y al rechazo de la sociedad, aumenta su problema y les conduce con frecuencia a la depresión, la desesperación y el suicidio. Es preciso no confundir el transexualismo con el trasvestismo, ni con la homosexualidad afeminada, el lesbianismo ni con otros estados intersexuales. Hay diferencias bien marcadas que separan unos casos de otros. El verdadero transexual, el transexual puro, repudia sus genitales y quiere eliminarlos. El homosexual disfruta con sus órganos genitales y no desea de ninguna forma eliminarlos. El transvestismo es una desviación sexual. Los psiquiatras ven a los transvestidos como psicópatas (psicosis latente) y sin embargo existen transvestistas de caracter moralmente irreprochable mientras otros se prostituyen. Los estudios realizados en un elevado número de casos por autores como BENJAMIN (1979), CAULDWELL (1949), DOLAN (1987), FISK (1973), MONEY (1974), USON (1980) y otros muchos sobre el transexualismo verdadero, les han hecho fijar una serie de rasgos que son constantes. En el caso del transexualismo masculino: 1. Tienen la convicción de por vida de sentirse mujer y no varón. Hasta cuando orinan lo hacen instintivamente "sentados" y no de pie. 2. Poseen cara y figura física atractivas y posturas, gestos y ademanes del sexo femenino, que acentúan y son "muy femeninos". 3. Tienen antecedentes de haberse peinado, vestido y maquillado como una verdadera mujer desde temprana edad. 4. No hay antecedentes de haber salido con chicas, ni tenido amores románticos con mujer alguna. La masturbación ha sido rara o nula. La relación con otras mujeres es amistosa, de "mujer" a mujer. 5. Tienen sueños y fantasías en los que siempre se identifican con el rol propio de mujer. Siempre se imaginan que tienen relaciones sexuales con un hombre y "ella" es mujer. En el transexualismo femenino los signos descritos son los opuestos: 1. Tienen la convicción de por vida de sentirse varón en un cuerpo de mujer. 2. Los rasgos físicos son masculinos, así como sus gestos, posturas y ademanes. 3. Tienen antecedentes de haberse peinado y vestido como un verdadero varón desde temprana edad. 4. No hay antecedentes de haber salido con chicos, ni tenido amores románticos con un varón. La relación con otros varones es amistosa; no buscan la unión heterosexual sino la camaradería propia de los varones. 5. Tienen sueños y fantasías en los que siempre se identifican con el rol propio de varón, imaginándose que tienen relaciones sexuales con una mujer y que "él" es el varón. El transexualismo, por todo lo expuesto, es una dislocación sexual psique-soma, capaz de producir un dolor psíquico mucho más terrible que el dolor físico al comprender la imposibilidad de armonizar la constitución sexual y el sexo anatómico con el psiquismo sexual, lo que lleva con frecuencia a las depresiones reactivas y a la suicidiomanía. ETIOLOGIA La génesis de la transexualidad está aún por aclarar. El transexualismo ha atraído un gran interés por parte de la Medicina y del gran público en las últimas décadas, publicándose gran número de estudios, informes, investigaciones psicológicas, y realizándose gran número de intervenciones quirúrgicas de cambio de sexo (la llamada SRS, Sex Reassignment Surgery). Dos ideas predominan en el complejo panorama que constituye el hallar una causa de la aparición de este síndrome: mientras algunos autores consideran que existe una base biogenética en la propia organización del genoma, otros consideran que el origen puede estar en influencias nocivas recibidas durante la infancia como sucede en la homosexualidad (BENJAMIN, 1979) con una madre sobreprotectora, un padre que no ha servido como modelo al hijo, o el deseo expresado por los padres repetidamente de tener un hijo y no una hija o viceversa. En alguno de los casos estudiados personalmente por mí, existía una evidente macrogenitosomia que podía calificarse de monstruosa y que desde la infancia escolar fué motivo de atención desmedida por parte de los compañeros de escuela. Algunos autores consideran que puede existir una combinación de ambos factores: genético e influencias educativas en la primera infancia que llevan a esta disociación psiquesoma. Una característica que define bien al transexual es que no quiere que se le considere ni homosexual ni invertido (BENEDETTI, Suplemento Roche). Así como existe un sexo anatómico-morfológico, un sexo gonádico, un sexo cromosómico, un sexo psicológico, un sexo jurídico-civil que muestra la partida de nacimiento, existe también un sexo cerebral. MARAÑON decía que "el cerebro es el órgano sexual más importante del ser humano". El P.J.GAFO menciona los trabajos de G.DÖRNER expuestos durante uno de los Cursos de Verano de El Escorial, sobre sexualización del cerebro. Sus experiencias parecen confirmar que "las hormonas sexuales son responsables, al menos parcialmente, de la organización sexual del cerebro durante el desarrollo embrionario, tanto a niveles absolutos como en la proporción existente de andrógenos/estrógenos. Si esta proporción se altera durante el segundo trimestre del desarrollo embrionario por razones diversas como deficiencias enzimáticas, hiperfunción suprarrenal o hipofunción androgénica testicular, se pueden producir cambios estructurales y/o biológicos de las regiones cerebrales asociadas con el comportamiento y la orientación sexual". Quizás por este camino se pueda llegar a la verdadera etiología de la transexualidad y de otros trastornos de la sexualidad. Las estadísticas mundiales señalan que hay 1:100.000 hombres que se sienten mujer psíquicamente y 1:200.000 mujeres que psíquicamente se consideran varones. COHEN-KETTENIS y col. (1981) realizaron una encuesta entre los especialistas que tratan estos casos de transexualismo para tener una idea de la situación en 15 países de Europa (tanto en clínicas como entre cirujanos privados). Recibieron respuesta del 70 % de los cuestionarios enviados. La estadística resumida de esta investigación arroja cifras de 1:35.000 varones transexuales y 1:105.000 mujeres transexuales. Especialmente fué elevado el número de casos en Holanda (1:20.000 varones y 1:50.000 mujeres) y Reino Unido, lo que atribuyeron a que gran número de extranjeros son tratados en estos países. Lo que es evidente es que el número de transexuales varones sobrepasa siempre al de transexuales femeninos en proporciones de 3-5 varones por cada hembra (3:1, 5:1). Esta proporción de 5:1 se da también en Alemania y Polonia. Según HARRY BENJAMIN que presentó una comunicación sobre el tema en el VI International Gender Dysphoria Simposium en San Diego de California en febrero de 1979, una estimación de los americanos adultos que quieren cambiar de sexo (hormonal y quirúrgicamente) se estimó entre 3.000 y 6.000, pero había otros 30.000 a 60.000 que se consideraban candidatos al cambio de sexo, esto sin contar los que habrá de los que aún no se sabe nada. En España se calcula que hay una proporción de 1:100.000 transexuales masculinos y 1:200.000 transexuales femeninos. En 1978 existían 40 centros en el hemisferio occidental que ofrecían estos cambios a personas de muy variados diagnósticos. TRATAMIENTO Una constante en todos los casos de transexualismo, según expresan la mayoría de los especialistas dedicados a este tema, es el rotundo fracaso de la psicoterapia como tratamiento exclusivo. Según algunos autores, sólo en los adolescentes proporciona algunos resultados positivos, pero el problema emerge de nuevo en la edad adulta. Por ello hay que recurrir a un complejo tratamiento en que se combinan los medios psicológicos, psicoterápicos, endocrinológicos (hormonales) y quirúrgicos. Para ello se requiere un equipo multidisciplinar formado por psiquiatras, ginecólogos, urólogos, psicólogos, cirujanos estético-plásticos, endocrinólogo, laboratoristas y cirujanos especializados en Cirugía transexual. En los años 30 fueron llevadas a cabo las primeras intervenciones quirúrgicas en Europa con objeto de cambiar el sexo anatómico. A partir de entonces, los procedimientos han ido evolucionando hasta el punto de que lo que al principio era algo excepcional, ha llegado a convertirse en varios países en una cirugía rutinaria. En algunos países incluso la Legislación ha ido siendo adaptada para proporcionar un estado civil y social legal a estos pacientes, reconociendo así su problema psico-físico con una dimensión social. Un principio que hay que tener en cuenta es que el tratamiento hormonal y quirúrgico es un tratamiento rehabilitador y no curativo. Además es sumamente complicado y el paciente ha de ser sometido a una serie de requisitos selectivos sin los cuales el fracaso del tratamiento sería la consecuencia. El tratamiento comprende las siguientes fases o etapas: evaluación y selección, tratamiento psicológico-psicoterápico, tratamiento hormonal, tratamiento quirúrgico y etapa de consolidación y aspectos legales. Desde que uno de estos pacientes llega a la clínica del especialista a consultar su problema y a solicitar un tratamiento radical, se le somete en primer lugar a una evaluación que comprende según el Prof.USON los siguientes requisitos: 1. Someterle a una serie de pruebas clínicas y de Laboratorio que permitan descartar la existencia de alguna enfermedad que pueda ser la causa del trastorno, o bien la existencia de otro tipo de proceso patológico que pueda interferir. 2. El paciente ha de ser soltero o soltera, o legalmente divorciado/a y sin antecedentes civiles o penales. 3. Vivir un año como mínimo insertado en la sociedad tal y como si ya hubiera sido transformado, de acuerdo a su identidad psicosexual. Su comportamiento ha de ser normal, soportando con naturalidad todas las dificultades que puedan surgir de su adaptación al nuevo rol familiar, social, laboral y de identidad sexual. El transexual debe vivir en todo y por todo como si se tratara de una persona normal de dicho sexo. Es una prueba dura y difícil, pero el transexual puro la pasa fácilmente. En cambio no la pasan los homosexuales, transvestidos, homosexuales afeminados y lesbianas viriles. 4. Durante todo ese año no debe tomar hormonas ni medicación alguna, pero debe ser evaluado periódicamente, clínica, psiquiátrica y psicológicamente para comprobar su sinceridad. 5. Los padres, si viven, o algún allegado, deben saber el verdadero problema psicosexual y las posibilidades terapéuticas así como sus complicaciones. Además deben firmar junto con el paciente el adecuado consentimiento para el tratamiento quirúrgico. 6. No han de existir causas patológicas, razones legales o deontológicas que contraindiquen la cirugía. COHEN y col. ("Sex reassignment Surgery in Europe: a survey), una vez establecido correctamente el diagnóstico, señala como requisitos para seguir adelante con el cambio de sexo los siguientes: 1. Ser mayor de 18-20 años 2. Uno a dos años de vida real de prueba ("prueba del fuego"). 3. Observación psiquiátrica/investigación somática. 4. Estabilidad mental. No psicosis. 5. Un año de terapia hormonal. 6. Estructura corporal, voz, crecimiento del pelo, etc. no demasiado conspicuos. 7. Contacto continuo con el equipo de evaluación durante el tratamiento del caso. 8. Ningún otro tratamiento. 9. Psicoterapia. 10. Opinión médica de dos expertos. 11. Informe sobre la terapia hormonal/cirugía. 12. Ausencia de criminalidad, drogas o alcohol. 13. Situación social bajo el mejor control posible. 14. Falta de conducta del sexo anatómico demasiado promi- nente. 15. Acuerdo del paciente y el terapeuta sobre el cambio de sexo (SRS). Debe hacerse ver al paciente con toda claridad todas las posibles complicaciones que puede haber. Todo ello debe quedar bien claro en el documento que el paciente y allegados han de firmar antes del tratamiento, documento en el cual no se prometen ni garantizan resultados positivos, haciendo constar que la cirugía es total, definitiva e irreversible. El que pasa todas estas pruebas es indudable que tiene una voluntad decidida de cambiar de sexo. En cierta ocasión un transexual se expresaba así: "Nadie se puede imaginar los problemas de todo tipo que tenemos los transexuales: problemas de marginación, de falta de integración, en primer lugar porque es uno mismo el que se rechaza. Creo que si se conociesen nuestros casos, la opinión de muchas personas cambiaría respecto a nosotros". Y a todo esto hay que añadir las intervenciones quirúrgicas mutiladoras, peligrosas y a veces de dudosos resultados. En Estados Unidos y los países del Norte de Europa, que llevan muchos años de experiencia en transexualismo, señalan las estadísticas que los resultados son excelentes cuando la selección para operar se hizo bien. No es igual la Cirugía transexual en los casos masculinos que en los femeninos. Mientras en los primeros se obtienen mejores resultados, en los cambios de mujer a hombre, los resultados suelen ser muy pobres o desastrosos. La transformación de un hombre en mujer es técnicamente más fácil que la inversa, es decir de mujer a hombre, aunque ambas son igualmente peligrosas. La terapia endocrina u hormonal es practicada después que se ha hecho la debida selección del candidato, rechazando delincuentes, psicópatas, esquizofrénicos. La hormonoterapia es reversible y alivia mucho la psique de estos pacientes. Los tratamientos hormonales nunca son idénticos en cada caso sino que pueden presentar variaciones. Se utilizan estrógenos y progesterona en dosis variables en los geno y fenotipos masculinos y andrógenos en los geno y fenotipos femeninos, con lo cual se consigue un acercamiento lo más perfecto posible al aspecto físico fenotípico del sexo psicológico. El tratamiento hormonal en el varón genético a base de estrógenos/andrógenos determina una distribución feminoide del tejido adiposo corporal, disminuye la fuerza muscular y el vello, hay reducción de la líbido así como de las erecciones y eyaculaciones, atrofia testicular y prostática, ginecomastia (aparición de senos), aumento de la pigmentación de las aréolas mamarias y de los pezones y se produce un efecto tranquilizante sobre la ansiedad del paciente. Por el contrario, la administración de testosterona a la mujer transexual, produce disminución de la menstruación, cambio tonal de la voz (enronquecimiento que es irreversible), aumento del tono muscular así como del vello corporal y facial, aumento de la líbido y atrofia mamaria, ovárica y uterina. El tratamiento hormonal debe simultanearse con la psicoterapia. Suele ser también necesaria alguna intervención de Cirugía estético-plástica para mejorar el aspecto físico de la cara y figura corporal (en el varón transexual, mamoplastias de ampliación, rinoplastias y cricoplastias, depósitos subcutáneos de silicona para redondear mentón, pómulos, caderas). En el transexual femenino, para mejorar el aspecto exterior se realiza una prótesis testicular y se practica la electrólisis de la barba para hacer desaparecer toda sombra de vello. También se recurre a la logopedia, es decir el aprendizaje y control de la voz para enseñar a hablar con el tono que corresponde al nuevo sexo. Llegado el momento que el equipo evaluador considere oportuno, se procede al tratamiento quirúrgico, con el cual, según palabras de BENJAMIN (1979) "lo que se persigue es facilitar a estos pacientes una vida emocionalmente soportable, previniendo así automutilaciones e intentos suicidas, muy frecuentes". La intervención radical en los casos de transexualismo masculino, consiste en la amputación del pene (falotomía) y testículos (orquidectomía), reparación uretral, disección perineal para crear una vagina aceptable (vaginoplastia) y revestimiento de esta cavidad con piel ventral del pene. Para evitar la contracción y retracción de estos tejidos, el paciente lleva durante tres meses un molde vaginal y durante otros tres meses se alterna el ponerlo y quitarlo. Después se practican dilataciones fisiológicas dos o tres veces por semana. Con esto se pretende conseguir una elasticidad de los tejidos lo más parecida a la normal y evitar la mayor complicación postoperatoria que es la estrechez vaginal (ROWAN, 1972). Si la vagina se cerrase, una segunda intervención o segundo intento operatorio para reconstruirla es sumamente peligroso por las lesiones del recto que se suelen producir. También puede presentarse una estrechez uretral que se trata con dilataciones con sondas y eventualmente meatotomía. Las operaciones en transexuales femeninos llamadas "de mujer a hombre", son mucho más complicadas y requieren seis o siete intervenciones quirúrgicas. 1ª intervención: Esencialmente consiste en la histerosalpinguectomía total por vía abdominal y vaginotomía. 2ª intervención: mastectomía bilateral (mamoplastia de reducción) lo que es más difícil que crearlas artificialmente. 3ª intervención: Es la más delicada y difícil de todas. Consiste en construir un pene que tenga la doble función de órgano urinario y sexual. Esta intervención suele descomponerse en otras cinco operaciones. Se utiliza el músculo gracilis de la pierna o el músculo recto abdominal con los que se construye el pene en el que se inserta una prótesis de silicona anclada en el hueso pubis. Se reviste luego con piel del abdomen o del antebrazo. Los resultados no son siempre buenos. El Prof. USON utiliza la técnica llamada "técnica de Shangai" o "técnica del colgajo", construyendo un falso pene con la piel, tejido subcutáneo y parte superficial del antebrazo del paciente, conservando la arteria radial, nervios y venas. El resultado es un cilindro carnoso que se injerta en el pubis (autoinjerto), prolongando la uretra. Este miembro puede adquirir de esta forma sensibilidad de 8-10 meses después de la intervención, pero la erección se consigue con una prótesis que se coloca posteriormente. El primer caso de implantación de un pene con posibilidad de erección tuvo lugar el año de 1977 en la Universidad de Missouri en Estados Unidos. A veces hay que luchar mucho contra los síntomas menopáusicos que se presentan. Los estudios realizados en Estados Unidos han demostrado que cuando un transexual es cuidadosamente seleccionado previo estudio de su caso, la cirugía transexual es probablemente el mejor medio de tratar este problema tan vejatorio para el individuo. Fué la Universidad de John Hopkins la primera de América en realizar la compleja cirugía transexual. HUNT y HAMPSON informan en el American Journal of Psychiatry (1980) que en la Universidad Washington de Seattle se consiguieron buenos resultados quirúrgicos y de posterior ajuste y aceptación familiar y social. El Dr. SHARON SUTTERFIELD, psiquiatra que dirige el programa universitario de sexualidad humana en la Universidad de Minnesota, informa que en 22 pacientes operados, ocho años después de la intervención, todos habían mejorado psicológicamente. Los resultados quirúrgicos eran mejores en unos casos que en otros, pero todos tenían una vida mejor, más en consonancia con su psique. El Dr. LOUIS GOORAN que en 1989 obtuvo la Cátedra de Transexualismo en Holanda, manifestaba que a sus pacientes siempre les explicaba que el entrenamiento y las pruebas a que serían sometidos eran muy duros (casi disuasorios), tendrían que enfrentarse con el rechazo social, la marginación y muchos otros problemas que no resuelven ni la intervención quirúrgica ni las hormonas. Su pasado les acompañaría siempre aunque el cirujano les ayude a reconciliarse con su cuerpo y es por eso que el tratamiento psicoterápico debe continuarse después de la operación por tiempo indefinido. En cuanto al pronóstico es difícil de valorar, tanto en el reajuste psíquico como biológico, ya que cada caso es diferente a los demás. Pero casi siempre se consigue, si la selección y preparación fueron bien hechas, la disminución de la ansiedad y la depresión de estos pacientes. Si fracasa la intervención. la desesperación y el suicidio les espera. Hoy sin embargo puede aceptarse según los numerosos estudios realizados en todos los países donde se realiza la Cirugía transexual, que los resultados son muy buenos o aceptables en el 80 % de los casos, y que en el 20 % restante, los resultados son insatisfactorios o mediocres. Una última etapa o fase del cambio de sexo es la jurídica que comprende el cambio de nombre, adaptación de todos los documentos a la nueva identidad legal, registro civil y la continuación de la psicoterapia con objeto de adaptar a la nueva persona creada a su rol social y familiar. LEGISLACION No hay Ley Civil en España que aborde el problema de la transexualidad. Sin embargo en la reforma del Código Penal (Ley del 25 de junio/julio 1983) en su artº 428 se exime de responsabilidad penal a "la cirugía transexual realizada por un facultativo" si hay libre consentimiento expresamente emitido por el paciente. El artº 21 del Reglamento del Registro Civil (reformado por R.D. de 29 de agosto de 1986) advierte que no dará publicidad de la rectificación del sexo "sin autorización especial". El cambio quirúrgico de sexo conlleva consecuencias registrales, cambio de nombre y documento de identificación para evitar situaciones de indignidad. La Sentencia del Tribunal Supremo de 2 de julio de 1987 en el caso del transexual canario Antonio Castillo, sentó Jurisprudencia. Esta sentencia acepta el hecho expresando que "las leyes positivas pueden subsistir intactas en el tiempo; pero hay que convenir también en que, bajo la presión de los hechos y de las necesidades prácticas, se presentan, las más de las veces, situaciones nuevas, imprevistas por el legislador, que demandan una solución. Tal ocurre en la transexualidad: un problema de nuestros días, una realidad evidente que demanda una solución jurídica". "En una primera aproximación al problema, justo es convenir que la solución que se adopte ha de ser netamente jurídica, pues la puramente biológica no puede aceptarse en tanto en cuanto en ésta no puede haber cambio de sexo, ya que continúan inmutables los cromosomas". "La ficción desempeña en el Derecho un papel tan importante como la hipótesis en las Ciencias. Esta ficción ha de aceptarse para la transexualidad; porque el varón operado transexualmente no pasa a ser hembra, sino que se la he de tener por tal por haber dejado de ser varón por extirpación y supresión de los caracteres primarios y secundarios y presentar unos órganos sexuales similares a los femeninos y caracteriologías psíquica y emocional propias de este sexo". "En tesis de recurso y de planteamiento de la problemática procesal se postula una sentencia -que ha de calificarse de constitutiva- en la que se declare que el actor, por cambio ulterior de sexo, tiene en la actualidad el femenino, ordenando la rectificación del sexo en la inscripción de nacimiento". "En el supuesto que se estudia y enjuicia, el transexual operado es morfológicamente una hembra, caracteriológicamente es femenino y se comporta social e individualmente como una mujer". Esta solución jurídica no afecta sólo al transexualismo masculino que son los casos más conocidos por el público a través de la prensa, sino también al grupo de mujeres que se transforman en varones. Existe una Asociación de transexuales españoles llamada "Transexualia" cuya finalidad es la protección mutua, y que trata de propiciar que exista una mayor tolerancia social, que se facilite la transexualidad física y la asistencia psicológica, el cambio automático de la identidad tras la operación y una lucha contra la discriminación laboral. CONSIDERACIONES ETICAS EN LA CIRUGIA TRANSEXUAL ¿Tiene derecho el cirujano a realizar este tipo de intervenciones? ¿Es una exigencia indispensable para la vida normal de un individuo? No todos los autores están de acuerdo con este tipo de intervenciones ni con el tratamiento hormonal para "feminizar" a transexuales, ni consideran que tenga valor legal el deseo expreso y el consentimiento del paciente. Los países del Sur de Europa en general presentan más oposición contra la Cirugía transexual que los del Norte. Influyen en ello la educación, las ideas religiosas y el concepto antropológico de la hombría que les hace ver como degenerados a los que son simplemente enfermos. La doctrina de la Iglesia Católica es explícita en este punto: "El hombre no tiene derecho sobre su propio cuerpo". Idea que se ha suavizado en los últimos tiempos con la Cirugía de los transplantes que se ha visto que puede salvar muchas vidas. Hoy se acepta que una persona deje en su testamento una cláusula en la que deja que se le extraigan todos los órganos necesarios para permitir dar vida a otros seres que irremisiblemente morirían sin esta Cirugía reparadora y substitutiva. Hay por ello una corriente de opinión en el ámbito científico que considera que este tipo de operaciones no sólo son lícitas sino necesarias ya que al conseguir la armonización entre la sexualidad corporal y la psíquica, permiten la incorporación normal a la vida en sociedad de tal persona y se evitan casos de desesperación y atentados contra la propia vida. El P.J.GAFO,Director de la Cátedra de Bioética en la Universidad Pontificia Comillas, con quien hemos consultado estos problemas éticos, dice: "La Teología moral católica ha tratado bastante poco este problema. No existen tomas de postura oficiales de la Iglesia. Tradicionalmente, la Teología ha considerado inmoral todo cambio de sexo. COZZOLI señala que el cuerpo no es una realidad sin valor, sino que contribuye de modo originario y esencial en la integridad de la persona. Para los autores que mantienen este punto de vista, es inaceptable una cirugía que transforme el cuerpo en función del deseo psicológico. Se trata de una mutilación no terapéutica, ya que se mutilan órganos sanos". "En cambio, sigue diciendo GAFO, hay autores que sostienen que la identidad sexual del individuo (su conciencia de ser psicológicamente varón o mujer) debe valorarse por encima de los datos biológicos que configuran la corporeidad del individuo y que debe darse primacía a la psicología sobre la biología", máxime cuando la psioterapia fracasa en estos casos. LOPEZ AZPITARTE (1991) dice que "la única alternativa existente en estos casos, es acomodar su morfología en la medida de lo posible, a su identidad psicológica, incluso mediante la mutilación de órganos aparentemente sanos". Esto estaría justificado, sigue diciendo el mismo autor "por el principio de totalidad, que afirma que una parte del organismo, aún sana e importante, puede ser sacrificada cuando lo exija con certeza y sin alternativas, la salvación de todo nuestro ser. Es una acción necesaria para superar la angustia y la tragedia de quien se siente patológico por la presencia de algo que le destruye por dentro". El propio Papa PIO XII decía (AAS, 15 nov 1953): "El que ha recibido el uso de todo el organismo tiene el derecho de sacrificar un órgano particular, si su conservación o funcionamiento ocasiona un daño notable al todo, que es imposible evitar de otra forma". También decía PIO XII (Dis. 4 oct 1958 sobre Cirugía Plástica): "Sed siempre conscientes de que vuestra misión puede y debe sobrepasar los tejidos y las formas hasta llegar al alma, cuya belleza interior enseñaréis a estimar". TRANSEXUALIDAD Y DEPORTE En el mundo del Deporte han existido muchos casos de cambio de sexo que se han hecho muy famosos por la publicidad que rodea a los atletas en las prácticas deportivas, especialmente los que participan en encuentros mundiales. No todos los cambios de sexo de deportistas pueden atribuirse a transexualismo. Muchos han sido casos de seudohermafroditismo, hermafroditismo verdadero y otras anomalías del aparato genital y de las glándulas endocrinas o trastornos genéticos. El control del sexo de los atletas no tuvo lugar hasta el año 1964 en Tokio. Antes de esa época hubo un gran número de fraudes, compitiendo como mujeres y batiendo una tras otras repetidas plusmarcas y records atléticos femeninos quienes en realidad eran varones con la fuerza muscular propia del sexo masculino. En España hay varios casos famosos como el de Marisol Patiño, baloncestista que se negó al control del sexo. Y el caso de María Amparo Rita Torre-Madé, la atleta española más famosa de los primeros tiempos del deporte femenino nacional, que resultó ser un varón y a los 19 años se convirtió en Jordi Torre-Madé abandonando el deporte competitivo. La atleta checa Zdena Koubkóva, campeona mundial de los 800 metros fué operada y se transformó en Zdenek Koubek, jugador de fútbol. Erika Schinegger, esquiadora austriaca, campeona mundial en Chile, se transformó por medios quirúrgicos en Erik Schinegger. El tenista Richard Raskind, se convirtió quirúrgicamente en la tenista Renée Richards. La atleta polaca Eva Klobukowska, campeona mundial en Tokio en los 100 metros resultó tener un sexo cromosómico masculino, por lo que fué descalificada en 1967. La lista sería interminable. De hecho muchos atletas femeninos tienen un aspecto hombruno que hace pensar que detrás de su apariencia existe un varón. Los controles de sexo han podido detectar e impedir muchos de estos fraudes, pero no todos. Muchos casos han sido ocultados para evitar la publicidad negativa que recaería sobre sus respectivos países. CASOS FAMOSOS DE TRANSEXUALISMO Aunque no sean casos quirúrgicos mencionaré un caso que cita MARAÑON que ocurrió en el s. XVII. Es el famoso caso de la Monja de Ubeda, Magdalena Muñoz "que un día sintió un gran dolor en las ingles y al cabo de tres días se le había resuelto la hinchazón y le había salido naturaleza de hombre". El famoso pintor RIBERA por su parte tiene un famoso cuadro que se haya en Toledo y es el de la "mujer barbuda" Doña Magdalena Ventura que se ve cómo amamanta a su hijo con unos prominentes senos mientras muestra su poblada barba. Pero ya en la Cirugía transexual, comienza con la famosa COCCINELLE, una artista francesa del mundo de las Varietés, que fué operada en 1960. Se hizo tan famoso el caso que su imagen era habitual en las publicaciones de la época. Otro caso muy famoso fué el de CAROLINE CASSEY, que nació como varón de nombre Barry Cassey. Desde muy temprana edad sintió que era una mujer, una niña en un cuerpo de varón. En la Escuela la mortificaban mucho sus compañeros. A los 20 años, en 1975, desesperado se sometió a una intervención quirúrgica de cambio de sexo y se convirtió en Caroline Cassey. Su cuerpo escultural y su talla poco común, 1.80 metros unido a una belleza cálidamente femenina, le permitieron trabajar como modelo. Escribió su autobiografía titulada "TULA: soy una mujer", en la que planteaba su situación paradójica así: "Me puedo casar con una mujer, lo que no pretendo hacer, pero no puedo consumar el matrimonio, por lo que sería un matrimonio nulo. En cambio puedo consumar el matrimonio con un hombre, pero las leyes no me permiten casarme con él, según las leyes británicas". Recurrió al Tribunal de Estrasburgo, pero éste ratificó las leyes británicas. Hay también el caso trágico de LORENA CAPELLI, que decía después de operada: "Si lo llego a saber, nunca me hubiera operado". Quería casarse, pero su vagina había quedado muy corta. Se sometió a una nueva intervención quirúrgica y murió desangrada en la mesa de operaciones en 1776. La Prensa norteamericana daba el 2 de febrero de 1979 la noticia siguiente: "El Departamento de Policía de Washington D.C. ha perdido un policía, llamado ORMUS W. DAVENPORT al retirarse para serle practicada cirugía transexual". Y seguidamente venía la otra noticia complementaria: "Pero la Policía ha ganado una nueva oficial mujer llamada BONNIE SUE DAVENPORT, en la que ha sido convertida el anterior. Es el primer transexual de 4.200 miembros de la Policía que incluye en Washington a 300 mujeres". Miss Davenport, cuando era Ormus, era viudo con tres hijos. Sus médicos le recomendaron que hiciese trabajos suaves hasta su total restablecimiento después de la Cirugía radical a que ha sido sometido. "Después de todo, decía ella, sólo tengo dos meses de edad como mujer". El 28 de diciembre de 1983 el Juez Grady de Distrito Federal en Chicago, ordenó a la Eastern Lines readmitir a un piloto que fué sometido a Cirugía transexual en 1980. El piloto había volado en aviones de esta Compañía como Kenneth Ulane durante 12 años. Ahora se había convertido en Mis KAREN F. ULANE. El Juez Grady señaló que la Compañía aérea era culpable de discriminación sexual. La Compañía se defendía diciendo que como Miss Ulane, el piloto constituía ahora un peligro para la seguridad de pasajeros y aviones. El Juez Grady basó su decisión en el Acta de Derechos Civiles de 1964. La actual Miss Ulane, cuando fué Mr. Ulane, estuvo en Viet Nam como piloto, portándose con enorme valor y riesgo de su vida por lo que fué condecorado varias veces. Se casó dos veces como varón y se divorció dos veces teniendo un hijo de 16 años. La decisión de cambiar de sexo fué resultado de varios años de consultas con varios médicos especialistas. Después de la intervención manifestó: "Considero que ahora soy la persona que siempre quise ser". Después de una serie de rigurosos exámenes y pruebas físicas, en enero de 1981, la Administración Federal de Aviación dió a Miss Ulane el certificado que le permitía volar. La Eastern tuvo que readmitir a Miss Ulane con el mismo sueldo y grado y pagarle los atrasos. Ahora ya había tres mujeres entre 4.200 pilotos de la Compañía aérea. Otro caso que fué muy sonado fué el de JANE DOE, de Concord, New Hampshire. Era un manager de ventas de la Electro-Kraft Corporation de Salem que se convirtió en mujer por medio de una intervención de cambio de sexo, después de lo cual fué despedido de su trabajo. Demandó a la Empresa por discriminación sexual y expuso el caso en la Comisión de Derechos Humanos del Estado, que se inhibió. Recurrió a la Corte Suprema. Sus excelentes antecedentes de trabajo como varón no quiso la empresa atribuírselos siendo una mujer. Aquella misma situación se había presentado en un trabajador del Correo Federal hacía dos años. Tuvieron que admitirle. Este problema de la aceptación por parte de la sociedad es uno de los mayores aunque no el único que confrontan los transexuales en su nuevo rol después del cambio de sexo. Quizás el más famoso caso de transexual operado y convertido de hombre en mujer es el de CHRISTINE JORGENSEN, que siendo varón fué oficial del Ejército en Bronx con el nombre de George Jorgensen Jr. En 1952 fué sometido a tratamiento hormonal y quirúrgico en Dinamarca para cambiar su sexo. En su autobiografía titulada : "Christine Jorgensen: a personal biography", publicada en 1967, cuenta que tuvo una infancia feliz, pero en la pubertad sintió una gran frustración que le hizo pensar que era una mujer atrapada en un cuerpo de hombre. Por ello, a los 24 años, en 1950, decidió someterse a un tratamiento hormonal y quirúrgico para cambiar de sexo, lo que quedó completado a los 26 años en el Danish State Hospital de Copenhague bajo la dirección del Dr. Christian Hamburger, del que tomó el nombre de Christine. A su regreso a los Estados Unidos en 1955, su transformación fué motivo de sensacionalismo por la prensa, haciéndole numerosas entrevistas exclusivas. Fué el primer transexual en Estados Unidos que anunció públicamente su cambio de identidad sexual. En lugar de esconderse de la atención pública, transformó su notoriedad en ventaja para ella. Con una serie de lucrativos tours y conferencias así como de exhibiciones en clubs nocturnos. Hasta se le hizo una popular canción: "I enjoy being a girl". Dice en su Biografía: "Decidí que si querían verme tenían que pagar por ello". En 1959 quiso obtener una licencia para casarse, cosa que no pudo hacer pues su certificado de nacimiento decía que era varón. Así que decidió no casarse. De todas maneras no podía tener hijos, sólo adoptar algún niño. Sus últimos 20 años vivió en California y los dos últimos en San Clemente. El 4 de mayo de 1989 la Prensa norteamericana daba la noticia de su muerte a los 62 años de un cáncer de pulmón y vejiga en el Hospital General de San Clemente en California. El caso de ANTONIO SORIA, conocido como MONIKA SORIA en el mundo del strip-tease, es el primer caso de español transexual que sometido a una operación de cambio de sexo, ha sido reconocido legalmente como mujer. Gaditano, de 41 años, le fueron extirpados sus genitales masculinos implantándole una vagina artificial. El reconocimiento legal fué realizado por el Juez de 1ª Instancia del Juzgado nº 2 de Cádiz, aunque el Fiscal de la Audiencia gaditana presentó un recurso de apelación contra la sentencia. Otro caso parecido es el de PABLO RUIZ ESCOBAR, nacido e Tetuán en 1952, que adoptó el nombre de VALERIA y todos los atributos de mujer, operado para cambiar de sexo. Deseando contraer matrimonio y fundar una familia, consigue en 1988 que un Juzgado de Ibiza reconozca jurídicamente su nuevo sexo y como tal ser inscrito en el Registro Civil. Recurrida esta resolución por la Fiscalía, la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca la declaró nula. Aunque dicho Tribunal ha reconocido en tres sentencias diferentes como mujeres a tres transexuales operados por cambio de sexo, se les ha impuesto la prohibición de casarse o establecer una adopción y relación madre-hijo. El calvario que han de padecer los transexuales en los que como hemos visto la Naturaleza les gastó la "broma" de poner un alma de mujer en un cuerpo de hombre o un alma de hombre en un cuerpo de mujer, es enorme. Primero la lucha enconada interior, psique-soma, luego la presión exterior que les señala como "gente rara", distinta de la norma, mas la desesperación que les lleva a odiar aquello que contraría su psiquismo, la decisión de someterse a una intervención quirúrgica que suele ser múltiple, dolorosa y muy costosa, con los riesgos consiguientes y sin serles asegurado el éxito de la misma. Más tarde, si logran una intervención y tratamiento aceptable, han de cambiar su papel en la sociedad, casi siempre con dificultades de aceptación familiar, pérdida del trabajo, lucha enconada para cambiar su registro civil, sus documentos. Nueva lucha para crear un hogar de acuerdo a su psicología como todo el mundo a sabiendas de que son estériles, adoptando un niño y encontrando una pareja que sea lo suficientemente comprensiva para hacerla feliz y ser feliz al mismo tiempo. Lucha constante contra el medio ambiente. No es extraño pues, que un 17 a 20 % según algunas estadísticas, en su desesperación, se dediquen a la prostitución y otro porcentaje que discretamente tratan de ocultar las estadísticas, decida suicidarse al caer en la depresión reactiva y la desesperación al verse rechazados por la sociedad y la familia. Terrible problema entre los muchos terribles problemas que confronta la Humanidad en nuestro tiempo, problema ante el que se enfrenta también el médico y ante el que hay que tener una gran comprensión, comprensión que necesita la sociedad de nuestros días a la que queda un largo camino para llegar a alcanzar los niveles de educación en todos sus estratos, sin la cual no es posible una convivencia normal.