“You have shown me the path of life.” Journey to Psalms 16:11 12501 Old Columbia Pike Silver Spring, MD 20904-6600 www.adventistrecovery.org Email: [email protected] THE NEWSLETTER OF ADVENTIST RECOVERY MINISTRIES, sponsored by NAD Health Ministries Mensaje del Editor La dedicación de Dios a la persona adicta S i fuéramos honestos con nosotros mismos, admitiríamos que cada uno de nosotros luchamos con algún tipo de apego, algún hábito, compulsión o práctica al que nos hemos rendido. Lo usamos como forma de manejar nuestro dolor, desilusiones o anhelos. Al hacerlo, nos convertimos de hecho en nuestro propio dios y le decimos a Dios que no lo necesitamos. Aunque que estamos seguros que Dios se duele mucho por la forma en que lo tratamos, no nos ha dejado a merced de nosotros mismos. Nos ha dado un Salvador de nuestras tendencias adictivas, en la persona y justicia de Jesucristo. En su amor por nosotros (Efesios 3:17), no nos deja ir o nos abandona a nosotros mismos sin hacer antes todo lo posible por salvarnos de nosotros mismos. Es conmovedor leer los testimonios que muestran las formas específicas como Dios ha intervenido en la vida de sus hijos errantes a fin de traerlos de regreso a casa. La gracia de Dios trabaja lenta y a veces imperceptiblemente a través de circunstancias, abriendo el corazón a la obra del Espíritu Santo. ¿No amarás a Dios por no haberse rendido contigo? Pero una de las verdades más poderosas acerca del interés y dedicación de Dios en favor del adicto, es el poder de transformación. Dios hace algo más que salvarnos y cubrirnos con su justicia. Tiene también el poder de cambiarnos. Comienza con amarnos y aceptarnos tal como somos. Entonces nos ayuda a comenzar a ver aspectos de nuestra vida que nos destruyen: pensamientos, emociones y comportamientos. El Espíritu Santo nos está hablando constantemente, dejándonos saber cuándo necesitamos corrección y afirmándonos cuando ganamos la victoria. Esta entrega de Dios en favor de nosotros es tan fuerte que terminará en nosotros la obra de la santificación (Filipenses 1:6 y 1 Tesalonicenses 5:23-24), a menos que nosotros se lo impidamos. Él no viola nuestro libre albedrío aun para sanar nuestra adicción. Él sabe la razón por la que nos aferramos a nuestros ídolos. Como Ray Nelson, en su contribución con respecto al Paso 5, es importante admitir no solo lo que hacemos, sino la razón por la que lo hacemos. ¿Estamos consolándonos por una herida o supliendo una necesidad percibida? Dios quiere que lo conozcamos como Consolador (2 Corintios 1:3) y Proveedor de todas nuestras necesidades (Filipenses 4:19). Si se lo permitimos, Dios no dejará de hacer su labor de limpieza del templo de nuestra alma hasta llegar a la raíz misma del problema del pecado en nosotros. Él sabe cómo obrar en cada uno de nosotros como individuos, usando precisamente los métodos que necesitamos. ¿Cómo no amaríamos a esa clase de Dios? Por favor continúen enviando sus testimonios sobre recuperación y realimentación a este boletón de noticias. Estamos esperando de ustedes noticias de eventos de recuperación recientes o futuros. Si deseas escribir acerca de tu experiencia al seguir los pasos señalados, ponte en contacto conmigo. n David Sedlacek, PhD, LCSW, CFLE Profesor de Ministerio de La Familia y Formación de Discípulos Universidad Andrews [email protected] noviembre/diciembre 2012 • Volume 1, Number 6 Misión y Visión de ARMin Nuestra Misión: Promover la salud y liberación de prácticas dañinas al proveer recursos y entrenamiento para facilitar la recuperación. Nuestra Visión: Personas saludables que crecen en su relación con Cristo al usar los principios de la Palabra de Dios y al elegir prácticas saludables encaminadas a liberarse de los hábitos dañinos y las conductas adictivas. Objetivos o Blancos Potenciales: • Promover la sanidad (individual y corporativa) utilizando los principios saludables y equilibrados de la Palabra de Dios. • Proveer recursos para las Iglesias y personas, a fin de formar conciencia y educar en relación con la raíz de las disfunciones que crean la falta de unidad entre personas, familias, iglesias y comunidades, a través de pruebas, problemas y tragedias no resueltos. • Instruir personas que puedan dirigir grupos de apoyo permanentes y hacer labor de mentores en un ambiente seguro y de cuidado y apoyo Creemos que al sanar de las pruebas, problemas y tragedias de la vida, recibimos inspiración para dedicarnos a ayudar a otros como resultado de nuestra gratitud por nuestra sanidad personal; para cuidar de otros, porque nuestra vida ha sido tan enriquecida por el perdón de Cristo y la bendición de la liberación que hemos experimentado debido a su gracia y misericordia sin fin. n Journey to Focus on the Recovery Process El valor sanador de los 12 Pasos Pasos 5 — “Admitir ante Dios, ante nosotros mismos y ante otro ser humano, la naturaleza exacta de nuestros errores.” Comparación bíblica “Confesaos vuestras faltas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados.” – Santiago 5:16 Eventos próximos 15 al 17 de marzo de 2013 – Haz planes desde ahora para asistir al entrenamiento oficial del Ministerio Adventista de Recuperación (ARMin) en la Cumbre Regional de Salud de la NAD, en la ciudad de Nueva York, el 16 y 17 de marzo de 2013. Para saber más al respecto, e inscribirte, favor de acceder a www.NADHealthSummit. com en donde encontrarás información sobre cómo inscribirte. Este entrenamiento ayudará a los dirigentes a entender los principios de la recuperación, cómo utilizar el nuevo recurso Jornada hacia la Vida Plena, para grupos de apoyo en iglesias, escuelas y otros centros de influencia (see resource info on page 3). 2 12 Pasos hacia la Recuperación Testimonio O C PASO #5 De todos los pasos, este es probablemente el menos comprendido por los cristianos sinceros que piensan que la admisión o confesión del pecado debe hacerse solamente a Dios. Hace muchos años, una dirigente pionera de la iglesia adventista, escribió: “… muchos ocultan pecados de egoísmo, extralimitación, deshonestidad hacia Dios y su prójimo, pecados en su familia y muchos otros que es apropiado confesar en público” -Signs of the Times, 5 de mayo de 1881. Nota que este paso no menciona específicamente la confesión. Se refiere a admitir “la exacta naturaleza de nuestros errores”. Esto significa revelar respuestas a no solamente la pregunta “qué”. También las preguntas y respuestas en relación al dónde, cuándo y sobre todo al “por qué”, deben ser admitidas. “¿Por qué sigo haciendo lo malo?” ¿Cuáles son los motivos implicados en la acción incorrecta y los intentos de negar y justificar lo incorrecto? “El orgullo, el egoísmo y la codicia… son pecados que ofenden especialmente a Dios” (ver El camino a Cristo, p. 30). Esos pecados involucran razones (el porqué, los motivos) de otras más obvias “equivocaciones”. Por ejemplo, un adicto a alimentos puede mencionar que ansía una golosina cada vez que se siente desanimado o se siente mal por haber cometido un error. Entonces puede continuar diciendo que esto le ayuda olvidar sus sentimientos negativos. Puede describir también varios rituales relacionados con este hábito prejudicial, tales como mantener una provisión de su golosina preferida en varios lugares ocultos en su hogar, automóvil u oficina. En su admisión del hecho ante Dios, ante sí mismo y otra persona, es muy probable que incluya varios intentos para ocultar, minimizar, culpar a otros y justificar sus errores. Dos importantes preguntas a contestar antes de dar a conocer los errores a otro ser humano, son: ¿Es esta la persona correcta y el tiempo correcto para hacerlo? El seguir las instrucciones en este paso dará como resultado la liberación de las emociones negativas asociadas con los pecados secretos. Al reconocer la verdad acerca de nosotros mismos y admitir nuestros pecados y equivocaciones, encontraremos la libertad de la culpa y la vergüenza en y a través de Cristo Jesús (ver Juan 8:31-36. n Ray Nelson De borracho a diácono uando era joven me enlisté como soldado en la Fuerza Aérea y recibí órdenes de ir a Viet Nam. Tenía dudas acerca de un “Dios amante” después de ver y hacer las cosas que hice en Viet Nam. Fui dado de alta en marzo de 1970. Podía ver la diferencia en cuanto a cómo veía las cosas en el mundo después de haber estado en Viet Nam. La gente me preguntaba acerca de Viet Nam, pero parecía no poder explicárselos. Esta es la conexión que los veteranos de guerra tienen entre sí –no se requiere explicación. Entré muy hondo al mundo del alcohol y las drogas. Podía sentir que mi vida se estaba saliendo de control y que necesitaba hacer algo para cambiar. En una vacación en 1978, Dios puso una dama en mi vida, la cual eventualmente se convirtió en mi esposa y la que me guiaría a conocerlo. Después de diez años más de consumo de drogas, mi esposa estaba lista para abandonarme. Un día estaba hecho un desastre por consumo de pastillas y perdí el conocimiento en el sofá. Mi esposa llamó a uno de mis trabajadores y él trajo consigo a un hombre que había estado en un programa de rehabilitación. Me contó todo acerca de este programa y al día siguiente mi esposa y yo entramos al programa de 90 días para pacientes externos. No se habló de Dios en este programa, pero las reuniones de los 12 pasos a los que asistimos hablaron acerca de “el más alto poder”. Después de 18 años de sobriedad, se comenzó a despertar en mi mente la curiosidad acerca de Dios, pero todavía le estaba echando la culpa por todos mis problemas. Mi esposa se había bautizado en la Iglesia Adventista del Séptimo Día, pero se había alejado de la iglesia por treinta años. A través de una serie de circunstancias dirigidas por Dios, Dios nos hizo volver a la iglesia adventista. Desde entonces comenzamos un programa de recuperación de la adicción. Dios nos ha bendecido grandemente al usar toda esa insensatez que atravesamos en el pasado, para ayudar a otros con nuestro testimonio. Soy ahora el jefe de diáconos de mi iglesia. De borracho a diácono; ¡que increíble jornada!, y apenas acaba de comenzar. ¡Alabado sea Dios! n John J O U R N E Y T O L I F E | noviembre / d i c iembre 2 0 1 2 | A D V E N T I S T H E A LT H M I N I S T R I E S | N O R T H A M E R I C A N D I V I S I O N Featured Article Resources Journey to Wholeness: A series that can be used in support groups or small groups as a resource to facilitate recovery of breaking away from harmful practices and strengthening an intimate relationship with God in the Journey to an abundant life. Facilitator guides and participant guides can be purchased in our online store at www.AdventistRecovery.org Cuán difícil es decir ADIÓS M e despedí de mi padre con un beso, al alejarme esa mañana de enero para pasar el día con mis amigos. Al regresar a casa esa noche, me recibió en la puerta mi hermana, con la noticia de que mi padre había muerto. Menos de dos meses antes, el cardiólogo,un familiar nuestro, le había dicho: El cigarrillo que fumaste antes de venir a verme, debe ser tu último, si quieres seguir viviendo”. Unos cuarenta años de fumador le habían causado un gran daño y en esa mañana de enero, un ataque masivo al corazón le quitó la vida. Con su muerte unió su suerte a la de su propio padre y cuatro más de sus hermanos, quienes murieron todos de la misma condición. Tal vez ustedes piensen que con ese trasfondo familiar nadie volvería a tocar un cigarrillo; sin embargo, a unas cuantas semanas de su muerte, yo me fumé el primero de mi vida. Me sentí con náusea, mareado, y mi rostro se puso pálido. Mi madre me vio y me preguntó si me sentía bien, pero le mentí. “Sí”, le dije, “estoy bien…seguramente es algo que comí”. No me gustó esa sensación; sin embargo, ese fue el primero de centenares que fumé en los años siguientes. Hice lo mejor que pude varias veces para dejar el hábito, solamente para recaer de nuevo. Puedo repetir muy bien las palabras de Mark Twain: “Es muy fácil dejar de fumar. Yo le hecho centenares de veces”. A las pocas horas de haber tomado esa resolución y de haber arrojado a la basura el último paquete de cigarrillos, iba a la tienda a comprar un nuevo paquete antes de que terminara por volverme loco. Son incontables las veces que practiqué ese ritual: Abandonarlo, arrojar lejos el paquete, comprar una nueva cajetilla y comenzar de nuevo. Nunca asistí a un Programa de Cinco Días para dejar de Fumar, o a cualquier otro tipo de programa de tratamiento. Trataba de hacerlo solo… y continuaba fracasando solo…hasta la primavera 1976, cuando comencé a asistir a la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Nadie me dijo que debía dejar el cigarrillo. Nadie me dijo cómo debía hacerlo; pero en esta ocasión y por primera vez, ¡no lo estaba intentando solo! ¡Esta vez no hubo una lucha! Esta vez no abandoné el cigarrillo por mí mismo; lo abandoné por Jesús –¡o Jesús lo hizo por mí! Por primera vez en aproximadamente tres años, fui liberado, ya no era un adicto a la nicotina. Jesús me quitó la adicción; pero sobre todo, me quitó el deseo. La nicotina es la protección natural de la planta de tabaco para no ser devorada por los insectos. Su amplio uso como insecticida en campos de cultivo es reconocido ahora como el culpable de matar a las abejas productoras de miel. Gota por gota, la nicotina, una super toxina, es más letal que la estricnina o el veneno de la serpiente de cascabel diamante del Este y tres veces más mortal que el arsénico.1 Cada fumada de cigarrillo envía nicotina al cerebro en unos diez segundos. Pronto cambia de hecho la estructura química del cerebro; el cual se queda enganchado en el deseo de tener más y más nicotina para que duren sus efectos. Unos 13 millones de fumadores al año tratan de dejar el cigarrillo; sin embargo, menos del 5 por ciento de quienes lo intentan sin ayuda, quedan libres de éste después de 6 a 10 meses, por una simple Journey to Life Newsletter: This bi-monthly newsletter is available in English, Spanish, and soon in French as well. Print a free pdf copy, download, or register to subscribe and receive it via email at www.AdventistRecovery.org Choose Full Life Resources: These are posters, calendars/ bookmarks, booklets that can be used to share with others 10 Ways to Choose a Full Life embarking on a Journey to Recovery. For more information and to place an order please go to www.NADHealthMinistry.org and check out the online store. The Choose Full Life theme song is also available for download. continued on page 4 J O U R N E Y T O L I F E | noviembre / d i c iembre 2 0 1 2 | A D V E N T I S T H E A LT H M I N I S T R I E S | N O R T H A M E R I C A N D I V I S I O N 3 Journey to ARMin News Noticias de la Iglesia Adventista Plain está patrocinando y presentando a la Mensaje de la Directora Featured Article continued from page 3 El equipo misionero de MS Maple Adventist Health Ministries North American Division www.NADhealthministries.org comunidad un Seminario sobre Adicción y Recuperación, del 25 de septiembre al 13 de noviembre de 2012. En la reunión inicial, asistieron aproximadamente 15 visitantes, cuatro de ellos no miembros. La reunión marchó muy bien. Continuamos recibiendo preguntas, así que ¡no nos saques de tu lista de oración! ARMin coordinator El sábado 15 de septiembre de 2012, la Iglesia Adventista Aberdeen, en Aberdeen, MD, patrocinó una reunión educacional ARMin, de 12 pasos, cuyo orador principal fue el Dr. DeWitt Williams, ex director de Ministerio Adventista de Salud. Hubo seminarios todo el día. Esta reunión fue planificada por Raye Scott, coordinador ARMin para esta región. n razón, la adicción a la nicotina es más difícil de vencer de lo que la gente piensa. La nicotina al fumar cigarrillos cambia la estructura y función del cerebro. Cuando el cerebro cesa de obtener nicotina a la que se ha acostumbrado, se comienzan a experimentar fuertemente los síntomas del síndrome de abstinencia. Tú piensas que quieres un cigarrillo, cuando de hecho, lo que tu cerebro quiere es nicotina. Más difícil de vencer que la dependencia química, es la adicción sicológica, porque la repetida acción ha formado senderos muy sólidos entre las neuronas del cerebro, que hacen que la persona continúe buscando los cigarrillos en su cartera o en su bolsillo, aun cuando sabe que ya no están allí. Como pastor, tuve el gran honor de ayudar a muchas personas a ganar su victoria sobre la adicción al cigarrillo, al prepararse para su bautismo. Los alenté con varios versículos de la Biblia, comenzando con las palabras del apóstol Juan: “Porque todo lo que nace de Dios vence al mundo. Y ésta es la victoria que vence al mundo, nuestra fe” (1 Juan 5:4). Siendo que Dios nos da la victoria, debemos aceptarla como un hecho. El apóstol Pablo escribió: “Consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús” (Romanos 6:11). Al mismo tiempo, y siendo que Dios nos da la victoria cuando se lo pedimos (Mateo 7:7-8), la persona debe deshacerse de todos los materiales y parafernalia (cigarrillos, ceniceros, fósforos, etc.); o como Pablo escribió: “Vestíos del Señor Jesucristo, y no fomentéis los malos deseos de la carne” (Romanos 13:14). Sí, para aquellas personas adictas al cigarrillo, es muy difícil decirle adiós al hábito del cigarrillo; sin embargo, como un joven huérfano, puedo testificar que es mucho más difícil tener que decir adiós a un ser amado que ha muerto por causa de su adicción. Piensa en lo que el hacer esta decisión puede hacer por ti y tu n familia. Con mucha frecuencia, la gente recibe mensajes mixtos de parte de la comunidad científica. Tomemos como ejemplo el consumo de bebidas alcohólicas. Durante los últimos años, algunos estudios han afirmado que el tomar vino tiene beneficios para la salud. A causa de esos informes, tal vez algunos hayan consumido vino diariamente, pensando que recibirían beneficios de salud. Sin embargo, uno necesita ser inteligente al sopesar la calidad de un estudio, quién es su patrocinador financiero, además de consultar lo que Dios dice al respecto. Recientemente se ha publicado un nuevo estudio que les recuerda a las personas los efectos negativos que el alcohol tiene en el cerebro. De hecho, el estudio sostiene que el alcohol disminuye las células del cerebro. Este estudio fue hecho por investigadores de la Universidad Rutgers y fue publicado en Neuroscience. Llegaron a la conclusión de que el consumo moderado o mayor de bebidas alcohólicas (2 a 4 por día) solamente en 2 semanas, reduce en casi un 40 por ciento la producción de células en el hipocampo. Curiosamente, la concentración de sangre notada al terminar de beber fue solamente de 0.08 por ciento, y cerca del límite legal para conductores de vehículos. Los autores señalan que hay “una línea muy fina entre el beber ‘inofensivo’ o supuestamente saludable y el relacionado con disfunción y daño neuronal. El beber “social” o diario puede ser más prejudicial para la salud del cerebro que lo que el público en general reconoce comúnmente”. 1 Dios, nuestro Creador, sabe mejor y aconsejó a sus hijos a través del sabio Salomón, diciendo: “¿Para quién es el ay? ¿Para quién el dolor? ¿Para quién las rencillas? ¿Para quién las quejas? ¿Para quién las heridas de balde? ¿Para quién los ojos amoratados? Para los que se detienen en el vino, para los que buscan la mistura. No mires al vino cuando rojea, cuando resplandece su color en el vaso. Entra suavemente, pero al fin morderá como serpiente, y como víbora dará dolor. Tus ojos verán cosas extrañas, y tu corazón hablará perversidades. Serás como el que yace en medio del mar, o como el que está en la punta de un mástil. Dirás: ‘Me hirieron, y no me dolió; me azotaron, pero no lo sentí. En cuanto despierte, volveré a pedir más’”. (Proverbios 23:29-35). Esta temporada de acción de gracias, estoy agradecida porque nuestro Dios amante siempre está buscando nuestro bienestar y ofreciéndonos el poder de elegir sabiamente. n Claudio Consuegra, DMin Katia Reinert, PhDc, CRNP, FCN [email protected] Directora de Salud y ARMin División Norteamericana Claudio es actualmente director del Ministerio de Vida Familiar en la División Norteamericana de la Iglesia Adventista del Séptimo Día http://whyquit.com/whyquit/linksaaddiction.html 1 4 Anderson et al. Neuroscience 224 (2012) 202–209. 1 J O U R N E Y T O L I F E | N O V E M B E R / d i c iembre 2 0 1 2 | A D V E N T I S T H E A LT H M I N I S T R I E S | N O R T H A M E R I C A N D I V I S I O N