La formación espiritual es integral en su enfoque

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La formación espiritual es integral en su enfoque
“Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.” Lucas 2:52
Con demasiada frecuencia se trata inadecuadamente el alcance del desarrollo de la formación
espiritual. ¿Cuáles son los elementos en la vida del creyente que deben ser nutridos para que él pueda
desarrollarse espiritualmente? En conversaciones con creyentes, misioneros, y líderes, ha sido la
experiencia del autor que los elementos de preparación de la formación espiritual generalmente se
limitan al cultivar la vida espiritual de uno mismo. Rara vez el autor ha encontrado a alguien que ha
expresado un entendimiento amplio de las áreas incluidas en la formación espiritual. Como resultado
de este punto de vista limitada la mayoría de los programas o materiales de formación espiritual están
diseñados principalmente para el desarrollo espiritual.
La Escritura deja en claro que la formación espiritual incluye el desarrollo de la persona total
(espiritual, pero también físico/emocional, intelectual/profesional, y relacional). El texto principal para
nuestro estudio es Lucas 2:52, “Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los
hombres.” (RVR1960) Dios nos ha creado para ser seres multidimensionales con cada parte
necesitando ser alentados y cuidados. Son inseparables el vivir la vida espiritual y la necesidad de
practicar un desarrollo integral.
La tendencia existe en que nos enfocamos en un elemento particular del cuidado espiritual sin
captar el significado de la persona total. Covey (el autor) señala con exactitud, “Aunque la renovación
en cada dimensión es importante, solo es idealmente eficaz mientras nos encargamos de las cuatro
dimensiones en una forma balanceada y sabia. En desatender un área, impacta negativamente a las
demás. Las cosas que hace usted para afilar el hacha (refiriéndose al desarrollo/cuidado espiritual) en
cualquiera de las dimensiones, tiene un impacto positivo en otras dimensiones porque están
sumamente interrelacionados…Cuando mejora en una dimensión, usted incrementa su habilidad en
otras dimensiones también.”1 Para poder obtener una salud espiritual bíblica y genuina, el desarrollo
integral no es una opción.
No hay discusión en que la Escritura nos manda el crecimiento y madurez espiritual; sin embargo, un
enfoque limitado a solo el elemento espiritual de un hombre es incompleto. De hecho, muchos
problemas y fracasos entre creyentes y líderes suceden por muchas causas más allá de lo espiritual. Es
alarmante observar que muchas Iglesias invierten poco tiempo en asegurarse que sus líderes sepan
cómo cuidarse físicamente por medio de dietas, ejercicio, y descanso; que desarrollen habilidades
relacionales que les permitan amar, relacionarse bíblicamente con otros, incluso tener las aptitudes de
comportamiento para vivir con éxito. La importancia de un enfoque integral para el desarrollo se
1
Stephen Covey, The Seven Habits of Highly Effective People (New York: Simon & Schuster Inc., 1989), 302.
The term “sharpen the saw” is a metaphor that Covey uses to refer to four fundamental areas –physical, social,
mental, and spiritual.
aumenta cuando uno considera el estrés generado por las presiones que los líderes de la Iglesia
enfrentan.
Cristo se desarrolló como una persona en su totalidad. Él también trabajó para desarrollar
completamente a los discípulos, para que pudieran poseer la información necesaria, el entendimiento y
la capacitación (sabiduría/intelecto/habilidades de vida); Él modeló la importancia del cuidado físico y
emocional (en estatura); Él les guío a una relación espiritual íntima con el Padre (en gracia para con
Dios); y Él les demostró como edificar relaciones efectivas en todos los niveles y con todo tipo de gente
(en gracia con los hombres). Nuestro Señor modeló lo que era ser plenamente humano y él definió para
nosotros el proceso que esto involucra.
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