Martín Seco: ´La crisis en Europa se llama euro, una unión

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Martín Seco: ´La crisis en Europa se llama
euro, una unión monetaria sin unión fiscal´
"Se está produciendo una reversión del estado social y una vuelta al estado liberal del capitalismo
salvaje", según el economista E"El BCE aniquila la democracia", asegura
26.02.2013 | 07:29
F. FRANCO "La crisis en Europa se llama euro -dijo ayer en el Club FARO el economista
J. F. Martín Seco-. El fondo del asunto, por más que quieran buscar otros argumentos, se
encuentra en las contradicciones del proyecto y en la inviabilidad de una unión monetaria
sin verdadera unión fiscal, a la que Alemania y otros países del norte no estarán
dispuestos nunca porque toda unión fiscal, por poco progresiva que sea, conduce a fuertes
flujos de recursos de las regiones más opulentas a las menos favorecidas. Así, la Unión
Monetaria no se puede mantener".
Presentado por el inspector de Hacienda Joaquín Bobillo, el que fue interventor general de
la Administración del Estado y Secretario General de Hacienda comenzó su charla
refiriéndose a la pregunta que sirvió de título a la conferencia: "¿Hay vida fuera del euro (la
dictadura de la moneda única"). "Lo más propio sería preguntarse -dijo- si hay vida dentro
del euro y yo creo que la respuesta es que no, entendida la vida en un sentido pleno. La
eurozona la hace imposible, va contra el bienestar".
Martín Seco, cuyo último libro es "Contra el euro" (editorial Península) sostiene una tesis
clara. "Lo que llamamos Unión Europea -dice- ni es europea ni es unión. No es europea
porque elimina la democracia, que es su primera víctima, hurta la voluntad democrática.
Va contra el estado social. Y no es unión monetaria porque conduce a la profundización de
diferencias entre ciudadanos europeos".
Para Martín Seco, "el Banco Central Europeo es un engendro que no sufre la presión
popular y ataca la democracia. Se le otorga independencia con respecto al poder político,
que es lo único democrático que existe. Lo grave de la unión monetaria es que nos han
quitado la política. No la lleva el Gobierno, sino el BCE". La lógica que este economista
explicó ayer puede ser discutible pero es clara, sin abstracciones, implacable en su
afirmación. Los ciudadanos europeos, según él, se irán percatando de que la idea de
democracia se les escurre poco a poco entre las manos, para quedar reducida a una
palabra sin contenido, y que las decisiones económicas, aquellas que afectan
fundamentalmente a sus vidas, son tomadas bien por los mercados financieros eufemismo para indicar los poderes económicos- o bien por instituciones europeas
políticamente irresponsables y sobre las que ellos no tienen ninguna influencia.
"Todo esto -afirma- se suma a los sistemas fiscales en un mercado único con libre
circulación de capitales, sin armonización fiscal, que lleva a una situación en la que los
países del sur de Europa queden totalmente indefensos ante las instituciones europeas.
Ya lo vimos en Grecia y en Italia, en donde se impusieron cambios políticos desde ellas,
induciendo a crear tecnocracias o elegir tecnócratas que, en román paladino, no son más
que vasallajes encubiertos o vasallos del poder económico".
Los costes de toda esta operación que disminuye el estado social responden según Martín
Seco a las clásicas peticiones de las grandes empresas (abaratamiento del despido,
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convenios de empresa, separación de incrementos salariales de la inflación... ) y van
recayendo en exclusiva sobre los trabajadores, mientras las rentas empresariales y de
capital se ven exentas de toda tributación ante el chantaje de emigrar a otros territorios
dentro de la Unión más confortables fiscalmente. "La libre circulación de capitales -dicecrea una competencia entre países que se dirime reduciendo salarios, disminuyendo
impuestos a empresas, reduciendo gastos sociales en una carrera al infinito que genera
creciente desigualdad entre países".
"Los mandatarios europeos, sobre todo los del sur, debieran recordar según el profesor el
endeudamiento en dólares que vivió América Latina. "El FMI solo les prestaba dinero para
pagar a sus acreedores ¿cómo iban a salir de la situación? Lo hicieron diciéndole al FMI
que no querían su ayuda y negociando quitas directamente con los acreedores
internacionales. En este momento la situación de los países del sur de Europa es muy
parecida. Cierto que nosotros no estamos endeudados con una moneda extranjera como
ellos, el dólar, pero tampoco controlamos la nuestra, sino que lo hace el BCE".
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