Pedro Bordaberry Junio/2015 ¿Qué pasó en Salto? Página 1

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Pedro Bordaberry
Junio/2015
¿Qué pasó en Salto?
¿QUE PASÓ EN SALTO?
En las últimas semanas, a pedido de Germán Coutinho, mantuve silencio sobre lo que se decía y escribía acerca de su gestión en la Intendencia de Salto. Él me hizo ese pedido de no hablar públicamente porque no quería
que por ello se entorpecieran las delicadas gestiones que estaba llevando a cabo ante la OPP y el BROU para
solucionar el problema.
Con dolor (e impaciencia), vi como una y otra vez lo denostaban sus rivales políticos, mientras él, callado,
privilegiaba la solución del problema a la pelea.
Hoy solucionado el tema, me siento liberado de la obligación de permanecer callado.
La primera pregunta que uno se hace, que nos viene a la mente ante esta situación, es simple: ¿qué sucedió
en Salto?
¿Cómo es posible que quien hasta hace poco era el Intendente con mayor aprobación del país, con una opinión
favorable del 75%, ahora parece ser el peor de todos?
Todos queremos saber qué sucedió para que quien el propio ex Presidente Mújica puso como ejemplo de gran
Intendente (llegando a decir que “en Salto había Intendente para rato“), sea señalado hoy en la forma en que
lo es.
Es la pregunta que le hicimos a Germán, esa que todos nos hacemos hoy: ¿qué pasó?
Después de escucharlo, aproveché este tiempo para analizar cifras, números, y sobre todo documentos. Luego
de estudiar en profundidad la información de la propia Intendencia y también la del Tribunal de Cuentas de la
República (órgano tercero, independiente) llegué a varias conclusiones.
Las comparto.
EL DÉFICIT.
De acuerdo con la última información disponible del Tribunal de Cuentas de la República, Salto acumulaba, al 2013,
un déficit de 585 millones de pesos. Ello equivale a unos 23
millones de dólares.
Similar al déficit acumulado de Artigas (518 millones de
pesos) y Rocha (477 millones de pesos) pese a ser estos
departamentos con menos población. Déficit bastante menor que el de Maldonado (607 millones), Canelones (2.709
millones) y Montevideo (2.300 millones). En realidad, el
déficit acumulado de Montevideo no es 2.300 millones, sino
que es 8.900 millones de pesos como se verá más adelante.
Solo dos departamentos no tenían déficit acumulado según
el informe del Tribunal de Cuentas: Lavalleja y Durazno. Un
tercero, Treinta y Tres, tiene un déficit muy pequeño (30
millones de pesos).
Pero salvo estos tres, los otros dieciséis departamentos
tienen ese déficit.
Si sumamos todos los déficits de los gobiernos departamentales nos encontramos que, como porcentaje del total, el
que más influye es Montevideo que representa el 57 % del
mismo, según puede verse en el cuadro adjunto. Lo sigue
Canelones con el 17 %. Salto, Artigas, Rocha y Maldonado
representan, cada uno entre el 3 y el 4% del total, mientras
que los otros Departamentos deficitarios oscilan entre el 1 y
el 2%.
Lo que nos lleva a preguntarnos ¿por qué es que Salto estuvo en la tapa de todos los diarios y Montevideo o Canelones,
Rocha o Artigas no?
Hay una respuesta obvia: estuvo en la tapa por no poder
pagar los salarios en fecha, pese a que su déficit es menor
que el de otras Intendencias.
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Lo que lleva entonces a preguntarse los motivos por los que se llegó a esa situación en Salto y no en las otras
Intendencias.
Contestaré esas preguntas más adelante, aunque, a cuenta de ello, les hago notar que alcanza con ver de qué
partido son los Intendentes que gobernaron en los Departamentos con mayor o similar déficit al de Salto, en
los últimos cinco años.
EL DEFICIT DE LA INTENDENCIA DE MONTEVIDEO.
La Intendencia Municipal de Montevideo figura con un déficit acumulado de 2300 millones de pesos, pero,
como dije, es mucho mayor.
Ello porque considera como ingreso a los préstamos del BID, entre otras cosas, y por eso su déficit real acumulado es de 8.903 millones de pesos a 2013 (416 millones de dólares).
LOS MOTIVOS DEL DEFICIT EN SALTO. EL PECADO ORIGINAL.
Cómo se dijo, existen Intendencias con mayores déficits que la de Salto. También Intendencias con menos
déficit.
Como el mal de muchos es el consuelo de tontos, pregunté qué había pasado en Salto para llegar a tener déficit y me puse a analizar la información. Fui directamente a las causas.
Porque dejemos claro algo antes de seguir: los déficits son malos, sean de quien sean. Identificar las causas de
este, servirá para evitar que se repita. Por ello, a las cosas.
Si analizamos los grandes números del déficit de Salto nos encontramos con cosas malas y cosas buenas. Para
ser concreto, hay dos buenas, una más o menos y una mala.
Las dos buenas, de las que nadie habla, son que en este período, según los números oficiales, se bajaron los
gastos de funcionamiento de la Intendencia en 41 millones de pesos, y se ahorró en la Junta Departamental 6
millones. Bien. Casi dos millones de dólares menos en gastos de funcionamiento, siempre es bueno.
El déficit comienza a explicarse cuando se analiza otro número, regular pero no malo: en el rubro “Inversiones” se invirtieron 168 millones de pesos de más; es malo gastar de más, pero si es en inversiones podemos
decir que es menos malo.
El verdadero número malo, el que explica especialmente el déficit, es el gasto en retribuciones durante el
período. El mismo asciende a 447 millones de pesos de más. He ahí la madre del borrego.
El déficit de la Intendencia de Salto, al igual que el de muchas otras (el caso de Montevideo es el más ilustrativo) proviene del peso que las retribuciones personales tienen, como puede verse en el siguiente cuadro.
NÚMERO DE FUNCIONARIOS. UNA HERENCIA QUE SE DEBIÓ ENFRENTAR Y NO SE ENFRENTÓ.
Llegado a este punto, la pregunta que se hace quien analiza la situación de Salto, es ¿cómo se produjo ese
exceso de gasto en retribuciones personales?
Existieron a mi juicio dos hechos que condicionaron y condicionan severamente, la gestión financiera de la
comuna salteña (al igual que lo hacen con otras).
El primero fue el aumento de la cantidad de funcionarios en la gestión frenteamplista del período 2005-2010.
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En el año 2005, cuando el Frente Amplio asumió por primera vez el gobierno departamental de Salto, la Intendencia contaba con 1.250 funcionarios. Cuando en el 2010 el FA entregó el gobierno esos 1.250 se habían
transformado en 1.735 (un aumento de 38.8%). Actualmente, son 1.870 (aumento de 7.8%).
Entre el 2005 y el 2010 (gestión del Frente Amplio) se aumentó el total de funcionarios en 485 (ingresaron
más, pero ese es el aumento real deducidos los que se jubilaron y retiraron). Mientras que en este último
período (gestión colorada) el aumento total fue de 135 (siguiendo el mismo criterio).
No hay duda alguna de que el gran aumento de funcionarios explica el déficit, en la medida en que este, a su
vez, tiene como causa el aumento del rubro retribuciones personales.
La pregunta que se debe estar haciendo el lector, que es la que nos hicimos nosotros, es ¿por qué se siguieron
contratando funcionarios en este período de gobierno y se aumentó la dotación en 135 cuando en el anterior
ya se había aumentado en 485?
Bucear en busca de esa respuesta nos llevó a encontrarnos con otra explicación del déficit.
LOS ASCENSOS DEL 2010.
En el año 2010, contra todos los pronósticos, German Coutinho ganó la elección municipal. En el período que
fue desde la noche de la elección que él ganara y la entrega del gobierno (dos meses), el Intendente saliente
tomó una medida que comprometió severamente a la futura administración: ascendió a 573 funcionarios y
presupuestó a varios de ellos.
Había olvidado el hecho, pero lo recordé cuando me lo mencionaron porque lo denuncié en una media hora
previa en el Senado de la República en mayo del 2010. Además fue objeto de tratamiento en la prensa y
puede consultarse aquí http://www.diariocambio.com.uy/index.php?id=2368 .
En ese corto período que va desde la elección a la asunción del nuevo Intendente, la administración saliente
otorgó ascensos de 2, 3, 4, 5 y hasta 10 grados a 573 funcionarios. Esto tuvo dos efectos inmediatos.
El primero, un aumento del rubro retribuciones en general que se arrastra hasta nuestros días. Resulta obvio
que un aumento en los grados se ve reflejado también en el monto salarial que se abona. El segundo, fue que
al ascender en especial a los que estaban en grados más bajos, la Intendencia quedó sin los que prestaban
tareas a ese nivel.
Hablando en criollo, se quedó con muchos caciques y pocos indios. Muchos para dar órdenes y pocos para
ejecutarlas. La combinación fue explosiva puesto que se aumentaban las retribuciones y quedaban grados sin
atender.
LOS CAMINOS QUE TENÍA GERMAN.
Conversé el tema con Germán el otro día y me contó cuál fue su disyuntiva en ese momento. Ante el aumento
de la cantidad de funcionarios (casi 500 más) que heredaba, y las presupuestaciones y cambios de grados, el
nuevo Intendente tenía distintos caminos.
El primero era ir al enfrentamiento, dejar sin efectos las presupuestaciones y los ascensos hechos en ese período, realizar despidos y así bajar la cantidad de funcionarios. Ello habría significado, ¿quién lo duda?, pasarse los primeros dos o tres de los cinco años de su mandato con paros, huelgas, enfrentamientos con el gremio,
acusado de neoliberal, de que “los trabajadores son siempre la variable de ajuste“, de generar desempleo,
persecuciones políticas y varias cosas más.
También habría sido para Germán ir contra la propia esencia de su sentir, colorado y batllista, de no dejar a la
gente en la calle y de poder hacer obras.
Un segundo camino que tenía Germán en el 2010, era pasarle el costo de esos desvíos al pueblo de Salto,
mediante el aumento de impuestos (camino hoy sugerido además desde el gobierno central). Él se negó y creo
que hizo bien. Los ajustes fiscales, los aumentos de impuestos como respuesta no son buenos.
Un tercer camino que se le abría era el de no reponer las vacantes que se originaran y, poco a poco, iniciar la
baja de la plantilla y el peso de las retribuciones en el presupuesto municipal. Este camino tenía un problema:
se necesitaba cubrir urgentemente los grados inferiores en la Intendencia, esos que los ascensos y presupuestaciones de último minuto habían dejado vacantes.
Entonces tomó un cuarto camino, el de la paz con el gremio, con quien llegó a un acuerdo. Respetó los derechos y los ingresos del gobierno anterior, e hizo más lento el aumento de funcionarios bajándolo de 485 a 135
(340 menos en el período). Trató también, y lo logró, de bajar los gastos de funcionamiento.
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Pero no fue suficiente. La herencia (485 nuevos funcionarios y los ascensos de 573) era muy pesada y ello se ve
en la incidencia que las retribuciones personales tuvieron en el déficit.
MAL DE MUCHOS.
Hablar de herencia maldita o de que otros están peor, no ha sido el estilo de Germán. Nunca quiso hacerlo,
aunque le sugerimos que lo hiciera.
Porque llama la atención la virulencia con que se ha atacado un déficit de 22 millones de dólares en Salto
cuando el de Montevideo es de 416 millones, el del Fonasa de 400 millones, y Ancap en tan sólo dos años perdió 500 millones.
Ni que hablar que el déficit de Salto es similar al de Artigas o el de Rocha, y que el de Canelones es de más de
100 millones.
La diferencia parece ser el signo político de quienes originan los déficits. Si son los gobiernos frenteamplistas
de Artigas, Maldonado, Canelones, Rocha o Montevideo, o los directorios frenteamplistas de Ancap, el Fonasa
o Antel, por más que sean mayores, no hay problemas. Pero si es de un Intendente colorado, que tuvo la mayor aprobación durante varios años, entonces carguemos todos contra él.
Ancap, por ejemplo, hace dos años recibió un crédito del Ministerio de Economía de 500 millones de dólares, y
además demora la baja de sus tarifas para financiarse.
Tampoco se dice nada de las ayudas que reciben del gobierno central las Intendencias. Si se observa el cuadro
inferior, se verá que tomando en cuenta el porcentaje del aporte del gobierno central a las intendencias del
interior del país sobre el total de sus recursos, hay nueve departamentos que reciben más dinero que Salto
(Treinta y Tres, Artigas, Tacuarembó, Cerro Largo, Rivera, Lavalleja, Durazno, Río Negro y Paysandú).
Pero eso no es todo.
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MATEO 7, 1-5.
Llama la atención la saña con que desde muchas tiendas, mejor dicho, desde casi todos los partidos, se ataca
la gestión de Coutinho, y se mira para otro lado cuando en la mitad del tiempo, Ancap pierde 500 millones de
dólares, el Fonasa 400, la Intendencia de Montevideo 416, Canelones 100, y Maldonado, Artigas y Rocha cifras
parecidas.
Esa dureza con quien no oculta las dificultades, me hizo acordar la que se tuvo en su momento con el futbolista Luis Suárez desde la FIFA. Suárez había cometido una falta, pero el exceso, la dureza con que fue tratado,
fueron desmedidos. Hace unos días vimos lo que sucedió con esos que desde la FIFA miraban la paja en el ojo
ajeno y tenían una viga en el propio.
Cuidado, no justifico el déficit, ni el de Salto, ni el de ningún departamento, ni el de Ancap, ni el del Fonasa,
ni el de Antel, ni el de Maldonado, Canelones, Montevideo, o el que sea. Como dije, el déficit en la gestión
pública es malo y debe evitarse.
Señalo sí la dureza para tratar un déficit de 22 millones de dólares en Salto frente a, por ejemplo, el de Ancap. Mientras a Germán, como a Suárez, se lo crucifica públicamente, los que ocasionaron ese déficit de 500
millones de dólares en el ente petrolero, sus últimos tres Presidentes, son ensalzados y promovidos. Uno es
Vice Presidente de la República, otro Intendente de Montevideo y al actual Presidente se le acaba de renovar
el puesto por 5 años más. ¡Llevaron el endeudamiento de Ancap de alrededor de 300 millones en el 2005 a casi
2.000 millones hoy, originando pérdidas de 500 millones en dos años y son promovidos!
El actual Presidente de Ancap era el gerente responsable frente al Directorio del departamento que concedió
un crédito sin autorización a Pluna por 30 millones de dólares. Esos 30 millones nunca se cobraron y al responsable se lo premió con la Presidencia del ente.
La Presidente del Frente Amplio se muestra preocupada por lo que sucedió en Salto y nada dice de esto. Un
diputado carroñero, le pega en el piso a Germán y calla frente a todo esto.
Reitero, no justifico el déficit, solo señalo la diferencia en la medición de una y otra situación.
LA INTENDENCIA DE SALTO TIENE SOLVENCIA. EL PROBLEMA FUE POLÍTICO.
El Banco de la República acaba de otorgarle un crédito a la Intendencia de Salto por 1.000 millones de pesos.
Con eso se puede atender todo el déficit y sobra dinero para que el nuevo intendente encare su gestión.
Durante el período de gobierno de German, la Intendencia recurrió a fideicomisos con AFISA por 740 millones
de pesos, de los que se pagaron 713 millones y existe un saldo impago de 27. Reitero, se pagaron 713 de 740
millones de pesos.
El solo hecho que el BROU acaba de otorgar un crédito de 1.000 millones es suficiente prueba de la solvencia
(no le va a prestar esa cifra a quien no es solvente, evidentemente).
EL USO POLÏTICO DE LA SITUACION.
Se preguntará usted, como me pregunté yo: ¿por qué no se pudo pagar los salarios en mayo, los paros, etc.?
Toda esa situación que fue tapa en los diarios y objeto de tantos comentarios.
La respuesta es sencilla: para tomar deuda más allá del período de gobierno se necesitan mayorías especiales
en la Junta Departamental. Votos que se negaron. Varios de los que hoy votaron el crédito para que se puedan
pagar los sueldos y lo pueda utilizar el nuevo Intendente, se lo negaron a Germán en su momento.
Para ser claro, mientras no se necesitó ir más allá del período de gobierno no hubo problemas. Pero en el
momento en que, por acercarse el fin del mandato, fue necesario ir más allá, aparecieron.
Ese fue, a mi juicio, el segundo gran error de Germán. No hacer una planificación financiera. La falta de la
planificación, se agudizó cuando la campaña electoral nacional y se hizo insoportable cuando llegó el momento de la elección municipal.
Desde el oficialismo, creo, nunca le perdonaron a Germán el haberlos derrotado en el 2010, pero sobre todo
su gestión con especial énfasis en los más humildes. Pensaron que ante el aumento de los funcionarios y de sus
retribuciones en el mes anterior a entregar el mandato, German encararía una gestión no sólo complicada sino
que enfrentándose con los trabajadores.
Este, en lugar de ello, recorrió un camino distinto con mensajes bien claros como negarse a usar y vendiendo
el lujoso Mercedes Benz que utilizaba el Intendente frenteamplista. A eso le sumó una cantidad de obras que
contrastaban también con la gestión del Frente Amplio.
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Construyó piscinas en los barrios y pueblos más humildes (Barrio Artigas, Saladero, Palomar, Rincón de Valentín, esta financiada por una Fundación), remodeló e iluminó los accesos, llenó de semáforos la ciudad, atendió
más de 4.000 km de caminería rural, compró 9 buses nuevos, colocó 120 garitas, reformó y puso en condiciones dignas el servicio velatorio municipal, llevó el boleto a 6 pesos, construyó refugios para mujeres víctimas
de violencia doméstica y para personas en situación de calle, construyó cientos y cientos de metros de cordón
cuneta, modernizó las Termas del Dayman, reconstruyó vestuarios, piscinas, parques y juegos de Arapey,
incluso haciendo su saneamiento a nuevo, promovió la inversión privada y la generación de empleo, y sobre
todo realizó una gestión cercana a la gente.
A los que apostaban a que iba a ir al enfrentamiento con el sindicato, no les dio el gusto. Ellos sabían que lo
habían herido y complicado en su gestión con el aumento de los funcionarios, la presupuestación y los ascensos de último momento que le dejaron, y apostaban a que le harían daño durante su gestión.
Entonces, ahora, le culpan de un déficit cuyo origen está claro.
LO QUE SE VIENE.
Pese a todo esto, en mayo pasado Germán fue el ciudadano más votado a Intendente de la historia en Salto.
Sus 38 mil votos contrastan con los 23 mil que obtuvo el nuevo Intendente. Ley de lemas mediante, fue vencido por escasos votos.
Es un hombre con un apoyo enorme y había que destruirlo. Aprovecharon que no solucionó el problema que le
dejaron, y entonces se completó el cerco financiero. Recién se votó en la junta departamental la solución al
problema cuando había vencido el plazo para pagar los sueldos, había paros y la situación era insostenible.
La pregunta es sencilla: ¿por qué se esperó a que venciera el plazo para que los ediles de la oposición (de toda
la oposición) dieran sus votos a la solución? ¿por qué esperaron a que estallara el conflicto con el sindicato
para hacerlo? La respuesta cae de madura.
Ahora hay un nuevo Intendente.
El mismo deberá encarar, no lo que le deja Germán Coutinho sino lo que dejó su compañero de Partido hace
cinco años: el aumento de la cantidad de funcionarios y los ascensos. Será interesante ver que hará.
¿Lo solucionará con la receta neoliberal del ajuste fiscal y aumento de los impuestos, del boleto y otros rubros
que pagará el pueblo salteño?
¿O irá por el lado de que el fusible sean los trabajadores, reduciendo la plantilla, no llenando vacantes?
Si opta por cualquiera de estos dos caminos seguramente buscará echarle la culpa a Germán. Sus últimas
salidas públicas parecen abonar que seguirá este camino.
Sobre él pesan severos cuestionamientos que, por ejemplo, se hicieron desde el propio Ministerio de Economía
y pueden verse aquí http://subrayado.com.uy/Site/noticia/31834/astori-acuso-a-diputado-de-irse-con-sendica-cambio-de-dinero .
También errores groseros cometidos antes de asumir, como este
otro http://www.elpais.com.uy/informacion/andres-lima-prometio-casa-cliente.html .
Parece claro que el nuevo Intendente no encarará la reducción de la plantilla de funcionarios. Su triunfo se lo
debe, en gran parte, al apoyo que recibió de Adeom Salto. Reeditando algo que sucedió en Montevideo, el
gremio tuvo una activa participación en la llegada del nuevo Intendente y lo condicionará severamente durante toda su gestión. Por lo que parecería ser que la variable vendrá por el lado de los impuestos o por seguir
postergando la solución y aumentando los pasivos.
Mientras tanto, anuncia acciones penales contra la anterior administración después de que realice una auditoría (sería bueno saber cómo es que anuncia una acción penal si todavía no hizo la auditoria, o cómo es que
sabe que de ella resultarán hechos que ameritan una denuncia).
Germán sigue viviendo en la misma casa alquilada en que vivía hasta ahora. En ciudades como Salto todos se
conocen y todo se sabe, por lo que está bien tranquilo. Sabe que cometió errores y de ello aprendió. Planificación financiera teniendo en cuenta los factores políticos es uno. Que los déficits son malos es otro.
Parece que de lo que realmente se lo acusa es de mala gestión, del déficit de la Intendencia. Si van a hacer
una denuncia penal por ello tendrán que empezar por el que entregó la Intendencia hace cinco años con 485
funcionarios más.
O quizás, si son tan celosos en el cuidado de los déficits, denunciar a la Intendente de Montevideo, o al Directorio de Ancap, o a los directores del Fonasa, o a los Directores de Antel.
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Como dice el Libro, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra.
Germán se equivocó, de eso no hay dudas, en no solucionar el problema de aumento de retribuciones personales y plantilla que heredó, y en no tener planificación financiera y con humildad lo reconoció.
Lo que sucede es que hay algunos que, como los de la Fifa con Suárez, no solo lo quieren sancionar sino humillar.
Quizás Salto lo que necesita es que, con madurez, todo el sistema político encare la solución del aumento de
la cantidad de funcionarios del período 2005-2010, realizar una verdadera planificación financiera, comprometerse y llevarlo de nuevo al número anterior.
Para empezar.
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