Precio: Diez céntimos Dieciséss páginas MADKi.., ENERO imiiiliiiiiiiiliiiiiiiiiiiiiiiniiiuiiiiiiiiniiiiitniíiiiiiiiiiiiiiniiiiniMiMiiiiiniiiiiiitiiiiitiinKiifiiiiiiiiiiiniiiii^ iniiiMiiinniininiiiiiiiniiniiiiiiiiJiinniininiiiMiiniiitinitiMiniiiiiiMiMniniiniiuiiiiiiiiiiiiiHnMitiiiiititiiiiiitiiiiuiniiiii^ LA MUERTE OIEL VEI^CEOOe OHI- i¥IAR§lH • — - — El mariscal Joffre, gran repubücano de Franda, ha fallecido esta mañana a primera hora iiiiniiiiMiiiiiiiniiiniiiiniiiniiinniniiinniiniiiiniMinniiiiMindiiiiiiniiiniiiiniiintiiiiiiiiiiiiniiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiHin Anoche, a las diez, el pulso del enfermo acusaba ya una gran debilidad P A n i S 3 (URGENTE.) EL MARISCAL JOFFRE HA FALLECIDO ESTA M A Ñ A N A , A L A S O C H O Y V E I N T I T R É S M I N U T O S . — F a b r a . Fué en 1869 cuando ingresó en la Escuela Politécnica. Ya intervino en Li guerra del 70, penosa para Francia y de triste recuerdo. Entonces sirvió como subteniente. Al firmarse la paz se reintegró a la Escuela, en la que continuó sus estudios. Durante su larga vida militi-r el mariscal Joffre h a ido al Extremo Oriente, donde hizo los trabajos de defensa de Formosa ; al Sudán para el trazado de la vía férrea de Kayes a Bafulode ; mandó una de las dos columnas que marcharon sobre Tumbuctú, y fué la suya la que izó por primera vez la bandera francesa en Monsieur Briant!, informado del esla Metrópoli negra. También fué a tado desesperado de Joffre, sale de la clínica donde éste acaba de morir. Madagascar. En 1901 y a era general, y en el 10 formaba parte del Consejo Superior no pudo con sus fuerzas sobreponerde Guerra. A la dimisión del gene- se e imponerse al arrollador avance ralísimo Michel, en 1911, se nombró alemán. a Joffre No obstante, su firme voluntad hi^: Desde entonces, previsor de una zo el milagro del Marnc. Allí estuvo nueva guerra con Alemania, se dedi- el resurgimiento de una Francia que có a preparar a Francia, llevando sus ya parecía en absoluto vencida. Y de planes en el secreto más absoluto, allí el principio de la victoria. tan absoluto que lo ignoraban muEl mariscal Joffre desarrolló duchos ministros. Sin embargo se pre- rante esta sangrienta guerra todos cipitaron los acontecimientos. Y él sus esfuerzos. LOS Ú L T I M O S M O M E N T O S P A R Í S 2 (12 n.)-—A !as diez de la noche el mariscal Joffre continuaba en el mismo estado. El parte médico señala que e! pulso es cada vez más déb i l , la respiración se acelera y la temperatura del enfermo baja. ll@ciioSy |3alaibr>as y pasos de la vida del itiariscal El mariscal Joffre tiene algunas anécdotas, que hoy serán 7nuy gratan de recordar, donde revela su espíritu sencillo y nohle,_ su continente un poco de campesino que jamás se avergonzó de su condición, que no tiívo durante su largfl, y fértil vida un solo momento de snobismo, de pretensión impertinente, de esq que en España lla?na.nios "delirios de grandeza^. líTo le veía—nos dice en su libro '.'.Tres mariscales» el coronel Mayer—cotnu indolente sobre su caballo blanco, que habían arrimado lo más posible a la acera para disminuir el trayecto de loascensión, ir por la mañana, hacia el bosque de Bolonia.» Con aire indolente y sencillo, con ese aire que JIM ido arraígamelo sus convicciones y que le ha definido en todos los momentos. Así, en uno de ellos al obtener uno de los inoportantísimos cargos que ha disfrutado y desempeñado respondió con bastante escustismo a un antiguo camarada qu^ le preguntó si se encontraba preparado para desempeñar, airosamente sus funciones. "Sí, tiene usted razón en pregvMtármelo; puede ser, en efecto, que yo carezcp, de talla. Pero trabajaré para cutnplir satisfa^igzvmyenie con mi deber...» Ya en plena guerra, irymediatamiervte a varios contÍ7iufidos desastres- sufridos por el Ejército francés, y en ocasión de ocupar Joffre, en Bar-sur-Auhe, la misma casa ocupada por el emperador de Rusia, Alejandro el rey de Prusia, Federico Guillermo III, en febrero y marzo de ISH, el dueño de la vivienda le pregvmtó sobre el desastre, y como reprochándole, si ya no había más Ejército francés, ai ya jamás éste podría batirse, si habrífl, de recular hasta el Loira o el Garona. El mariscal entonces, con un aire simple y dulce, respondió míU/rmíurando nielancolicamente, sin dar una respuesta directa: «Señor; cuando se sepa todo h a» b r á más ináfulgemna. para nosotros.» Sin embargo, el mariscal republie¡a/iU)_ sabía anteriormente, los horrores, los remedios, las consecuencias y los nuevos procedimientos bélicos de la guerra. Stéííhanie Lauzanne ha contado lo qu,e le di]o '^'^u motivo de una,s maniobras en 1913. «Primero. Las grandes m a nióbras están mtty lejos de aproícimar siquiera una imagen de la- guerra. Segundo. La guerra próxima no se parecerá en absoluto a las . maniobras. Tercero. Ta no serán los gelíerales en jefe quienes ganen batallas. GuAirto. Los combates se librarán en frentes enormes de extensión, de iOO y 500 kilómetros. Quinto. En la próxima guerra no se podrá—aquí el término técnico—«combinar», y el papel de general en jefe habrá termi•nado en el momento de colocar en el punto proyectado sobre la linea de fuego a los ejércitos que deberán combatir. Sexto. Jja lucha puede ser larga, mucho más larga de lo que pensamos. Porque se tratn de nficiones las que esta vez iremos «a la greña». Y una nación se resquebraja, pero no se desploma en unas ctuintas horas. Séptimo. Las tropas que venzan .serán las que resistan más tiempo, las que tengan en más alto gr/xdo las cualidades y las virtudes que requiere la «duración». Nada, más cierto c/ue esto último iiÁ. mejor previsto, como se demostró poco tiempo • después en la Gran Guerra. Una graciosa anécdota del mariscal Joffre, ^isojMt_am.enle inédita, pusds. entresacarse de sti viaje a Barcelona,. Nosotros la hemos obteiiido de nuestro director. He regreso de Barcelona, y hacia Perpiñán, acompañaban al mariscal como periodistas nuestro director, Manuel Fontdevila—a quien debemos 1.a anécdota-^, el inquieto Francisco Madrid, el caricaturista «Ficarol» y el literato Pablo Turull. Este, en cada estación en que el tren se detenía aprovechaba para dedicar uno de sus mimerosos volúmenes publicados a madame Joffre. listos volúmenes los llevaba el autor en unas artísticas alforjas. Guando ya lo, habla entregado en diversas estaciones unos cuantos ejemplares a la dama, el mariscfil preguntó amable, aunque mwj intrigado: —/Pero cuántos libros quedan aún? A lo que -.luestro director se apresuró a contestar: —Ocho estaciones, mariscal. Su «bonhomie» le. ponía a cubierto de cualquier asechanza irónica. El mariscal de Francia se'reía con la misma ingenua picardía del niño que es actor de una graci.a. Y el mismo Pablo Turoll rió la gracia de la pregunta de Joffre y siguió dedicando ejemplares a niadame. Estas son, pues, algunas anécdotas de la vida del gran republicano a quien cupo la gloria de ganar el «Mame» en el momento más decisivo para la historia moderna de su país. El general norteamericano Dawes abandona la clínica donde agoniza su insigne colega francés, muerto en la mañana de hoy. • (Foto Marín.) La personalidad de JoffE*e|;iazga£Ía poi* algunos de eisiestros -''' genei^aies • '•''^•; El mariscal Joffre h a muerto. L a Infatigable h a rendido p o r fin l a vida valerOi&a y enérgica de este caudillo, figura de valoa- mundial, que los obuses del gran conflicto bélico respetaron. Todos sabemos cómo se reflejaban en España y qué comentarios sugerían los episodios de la terrible con tienda según se iban desarrollando. Nosotros hemos querido conocer ahora, remansadas las pasioines que la proximidad del hecho guerrero sin precedente en la Historia despertó, cuál es la opinión de nuestros más El mariscal Joffre nació en loe Pi- destacados valoi-es militares acerca del vcnMdor del Marne. Y nuestros rineos orientales, en liivesaltes. A geiie-rales dicen: principios del año 1852, e! 12 de eneii.s soldados a vencer o morir; pero, La baíaüa del Marne ro. No procedia de noble familia, sisobre todo, a la «admirable previsión no que era liijo de un tonelero pró¡ Ha muerto un gran soldado! La del gran jeffí, que con diez días de digo en iiijos, ya que el mariscal tuvo Francia está de luto, pues país es diez hermanos. Su educación no pu- ése que sabe exaltar a los genera- anticipación había concebido el plan, ao ser esmerada en cuanto a vigilan- les que llevaron sus ejércitos a la y durante seis días que duró la batacia profesoral y familiar. En Perpi- victoria, y la del Marne, en que se La no dejó de dirigirla, a pesar de su ñán, en un modestísimo colegio, re salvó la independencia de Francia, amplitud, y, en fin, por la habilidad cibió sus primeros conocimientos. está vinculada en el glorioso muer- maniobrera de sus subordinado'^, su to, que 6upo lanzar con imano vigo- efpiritu üp iniciativa y df' compañerosa y cod-azón firme los soldados ga- rismo». Del lado alemán lo alejado de] tea~ fos contra sus tradicionales enemitro de la batalla del genera] en jefe gos los germanos. A todos por igual cubre el roble y que delegó funciones en un oficial el laurel. Son bien conocidos los an- de Estado Mayor, la rigidez de su tecedentes de la batalla del Marne : dispositivo y ©1 error de origen d e contribuel plan de guerra alemán, derivado debilitar el ala derecha del del general von Svchüeffen, con- j'eron a su vencimiento. sistía en contener al ejército ruso El día 11 de septiembre el general en el frente oriental y batir rápida- Joffre pudo decir la frase célebre: mente a los franceses en el occiden- «-La batalla del Marne ha terminado tal, violando la neutralidad de Bél- en victoria incontestable». gica y empleando como maniobra Esta batalla fué decisiva para ©1 estratégica la de Aníbal en la bata- éxií-o de Ja guei-ra, no obstante la lla de Cannas : es decii-, el doble mo- duración de ésta hasta fines de 1818. vimiento envolvente. Por ello Francia es deudora al geFracasada la primera parte del neral Joffre de eterno reconocimienplan, por lo impensado de la ofensi- to de estatuas coronadas de laurel. va rusa, que obligó a debilitar el ala José Villalba, general de división. envolvente del ejército alemán, su general en jefe, Moltke, decidió con- Los hechos y sus autores tinuar el plan primitivo, y después Los hechos son el mej oír comentade batir a los franceses les obligó a rio de las condiciones de los homemprender la retirada, que duró del bres que los realizan; los he-ohos se "D de agosto al 6 de septiembre. han encargado de cantar las gloTÍa.s Rl rápido avance del ejército ale- del general Joffre, cuyo nombre siglan y la ofensiva del sexto ejército nifica la redención de Francia, y ote 'ranees sobre el Ourcq contra su ala los países aliado.s.—General Martílereeha los separó del segundo ejér- nez Anido. •ito, y el general Joffre, pleno de •apacidad técnica, de resolución y de Joffre o la voluntad erenidad, decidió hacer frente al Joffre era, aates que todo, nna» •jéi'cito invasor y empeñar la más voluntad enérgica y una constanoia, 'ormidable batalla que vieron los que valen en estos tiempos más que lempos. t/odas las iiispiraoiones geniales, voEl 7 de septiembre de 1914 lanzó a lunt-a.d permanente, persistemte, t e II ejército—que había de combatir n a z ; voluntad es cualidad del espíII unión del pequeño pero vigoroso ritu que salvará al Mundo.—^Valles^ í'jército ingléiS—la siguiente orden ge- pinosa. ral : Ei apellido Joffre «En el momento en que se empeña Cuanto pudiera decirse del gene;ina batalla do la que depende la salud del país importa recordar a to- ral Joffre lo dice muy expresiva^ dos que no es el momento de mirar mente su apellido: Joffre significaíi retaguardia; cada soldado debe ba • ya en lenguaje _ militar del ai-. comprender que realmente ha sona- glo XVI muro de piedia seca o raa-< do la hora decisiva y debe estar dis- melón de tierra. Dique, en una pa^ puesto a hacerse matar en su puesto labra, de fortifioación, que contuvo la oleada impetuosa del avance ale-i antes que retroceder.» La batalla fué en su conjunto del man en el Marne.—General Burguelado francés un ataque de frente, eje- te. cutado por los cuarto, noveno y quin(Ultimas noticias del faüecimienf to ejército, encuadrado por dos ata- io, en la página 11.) ques de flanco, ejecutados a la derecha por el tercer ejército y a la iz- =iiiiiiiiiiiii)Miiiiniinniiitiiiiiiiiiniiniiiiiitiiiiiiiiiiiiliiiii5 quierda por los ingleses y el sexto. Durante seis días, del 6 al 12 de I En la sesión de Bolsa | septiembre, combatieron encarnizada y bravamente, en un frente de 280 i de hoy se cotizó la l¡- | kilómetros, cerca de un millón de i bra a 46,30; el íranco f fvancoingleses y 900,000 alemanot. La UNA INTERESANTE FOTOGRAFÍA DEL MARISCAL J O F F R E . victoria de los primeros so debió al i francés, a 37,40, y el | Representa al vencedor del Marne e n los días memorables de la Gran valor incomparable de los soldados, dólar, a 9,53 | Guerra saliendo del ministerio del Ejército francés acompañado de un a la admirable resolución de los ofi- I ayudante (Foto Marín.) ciales, decididos como el último de ílIltltMIilllMIIIMinillIMHIMirflIllllllllMllllllIflIllliniKllllj Patos i3iograti< maplsoa! eos