EDICION ESPECIAL 60 AÑOS: EL PAIS: 16-09-1955 / EL DERROCAMIENTO DE PERON El golpe de 1955: Perón comienza su largo exilio El cruento bombardeo sobre Plaza de Mayo el 16 de junio precipitó el final. Sectores opositores al peronismo organizaron un golpe de estado con la decisiva participación de oficiales del ejército y la marina. Y el 16 de setiembre se inauguraba desde Córdoba la llamada "Revolución Libertadora." María Seoane. Perón fue reelecto presidente por segunda vez, en 1952. Pero la situación del país y de su gobierno ya no eran las mismas: había muerto Evita y despuntaba una crisis económica que no se detendría. En tanto, por la declaración de la conmoción interior que se había producido a raíz del fallido golpe militar de 1951, se había intensificado la censura y la presión sobre la oposición. Esos sectores comenzaron a conspirar, entonces, para derrocar a Perón. Organizaron un golpe de Estado con la decisiva participación de oficiales del Ejército y principalmente de la Marina. Las razones del descontento anidaban en el creciente enfrentamiento de Perón con la Iglesia Católica debido a la sanción de una ley de divorcio, el permiso que habilitaba prostíbulos y la decisión de abandonar el sostén del culto por parte del Estado. En verdad, la crisis económica había precipitado también la puja distributiva: el sector más rico y propietario, del campo o la industria, no estaba dispuesto a tolerar una distribución del ingreso semejante: el 50 por ciento del PBI pasaba a los trabajadores. El primer intento golpista ocurrió el 16 de junio. Con el objetivo de matar a Perón, aviones de la Marina y de la Fuerza Aérea, con escaso apoyo del Ejército, bombardearon la Plaza de Mayo. Fue una masacre de ciudadanos de a pie. Se estimó en unos mil muertos, aunque las cifras oficiales nunca se conocieron. Perón se había escondido en el Ministerio de Guerra y los conspiradores al final se rindieron. Causas y consecuencias El gobierno peronista se enfrentó con empresarios, especialmente los agrícolo-ganaderos, la Iglesia Católica y también la oposición radical y de izquierda. Su caída supuso un embate contra un modelo económico basado en la participación activa del Estado en el desarrollo económico y en una distribución progresiva a favor de los trabajadores. Con la proscripción, se abrió también un largo período de crisis de representación política. DESTROZOS. PERON, AL DIA SIGUIENTE DEL BOMBARDEO A PLAZA DE MAYO. (Foto: AGN) Ese golpe trágico tensó aún más la furia de los peronistas. Esa noche, varias iglesias fueron incendiadas. Perón hizo algunas concesiones entonces: defenestró a varios ministros para aplacar la furia opositora. Pero era tarde. El 16 de septiembre estalló un levantamiento en Córdoba encabezado por el general Eduardo Lonardi, secundado por el general Pedro Eugenio Aramburu. Las tropas leales a Perón no pudieron sofocarlo. La Marina, liderada por el almirante Isaac Rojas, encabezó el golpe contra Perón: sus naves bloquearon Buenos Aires y su estado mayor amenazó con volar los depósitos de combustible de La Plata y Dock Sud. El Ministro de Guerra, general Lucero, pidió parlamentar y leyó una carta en la que Perón solicitaba la negociación de un acuerdo. La carta no hablaba de renuncia, sí de renunciamiento, pero la Junta de Generales Superiores del Ejército decidió considerarla como una renuncia y negociar con los golpistas, mientras miles de peronistas fieles, encolumnados detrás de la CGT pedían armas para defender a lo que consideraban su gobierno. El 20 de septiembre Perón se refugió en la embajada del Paraguay y en la Cañonera que lo llevó a Asunción y a lo que sería el comienzo de su largo exilio de casi 17 años. http://edant.clarin.com/suplementos/especiales/2005/08/28/l-00701.htm