Factores de riesgo Tabaco: Todos los datos epidemiológicos disponibles han demostrado una fuerte correlación entre el hábito de fumar y el cáncer de laringe. Se cree que el hábito tabáquico es directamente responsable de hasta un 95% de los carcinomas glóticos y supraglóticos. El humo del tabaco actúa como un carcinógeno completo, es decir, contiene iniciadores (hidrocarburos) y promotores (fenoles), de manera que por sí solo es capaz de inducir la aparición del cáncer. Los CL se presentan casi exclusivamente en fumadores. Se ha demostrado una relación dosis-efecto, es decir, a mayor cantidad de tabaco fumado, mayor riesgo de desarrollar un CL, calculándose el riesgo relativo para los fumadores de cigarrillos entre 6,1 a 15,8 con relación a los no fumadores. En los grandes fumadores (más de 35 cigarrillos/día) se ha demostrado que aproximadamente el 70% desarrolla cambios microscópicos en la mucosa laríngea, de los que aproximadamente un 20% acabará desarrollando un CL, mientras que solo un 0,3% de los no fumadores lo desarrollaran. Estos cambios en la mucosa laríngea son reversibles si el paciente deja de fumar. Alcohol: Se ha demostrado que el abuso de las bebidas alcohólicas potencia el desarrollo del CL, en particular los supraglóticos, especialmente cuando se asocia al tabaquismo. El alcohol parece que no tendría un papel carcinógeno directo, sino de co-carcinógeno (potencia la acción carcinogénica del tabaco) en los carcinomas de glotis y subglotis. Sin embargo, en los carcinomas de la supraglotis parece que podría actuar de forma más directa como carcinógeno. Así mismo, el alcoholismo crónico provoca un estado inmunosupresivo que favorecería la aparición de cualquier cáncer del organismo. Asbestos y otras sustancias de exposición laboral: Existen datos contradictorios sobre la influencia de diversas sustancias de exposición laboral en la aparición del CL. La exposición al asbesto incrementa la incidencia de CL, especialmente en fumadores. Además del asbesto, otros agentes ocupacionales se han asociado al CL, y aunque no existen datos irrefutables, los más citados son el níquel, el polvo de madera, el polvo de cemento, los barnices, el ácido sulfúrico, la fibra de vidrio, las resinas termoplásticas, los pesticidas y las pinturas. Virus La papilomatosis laríngea del adulto, en especial aquella debida a la cepa 16 del Virus Papiloma Humano (HPV), tiene un potencial de malignización y se plantea como factor causal de algunos casos de cáncer de laringe, en particular del carcinoma verrucoso de laringe. Vitaminas y factores alimentarios Los déficit nutricionales desempeñan un papel, aún mal conocido, en la carcinogénesis. En un estudio sobre casos-control se demostró que las personas que tomaban menos de un tercio de la dosis aconsejada de vitamina A y C en la dieta tenían un riesgo tres veces mayor de padecer un CL comparados con los que tomaban una cantidad normal de esas vitaminas. Otro estudio europeo mostró que una dieta con un consumo elevado de frutas, verduras, aceite vegetal, pescado y un consumo limitado de manteca y carnes conservadas se asociaba con un riesgo reducido de padecer un CL, después de ajustar el consumo de tabaco y alcohol.