3 Formadores en Educación y Procesos Humanos LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO 3.1 ANTECEDENTES DE LA NUEVA ESPAÑA. “EL SIGLO DE LAS LUCES” En el siglo XVIII, para estudiar, trabajar y organizarse, muchos hombres y mujeres empezaron a confiar más en la razón que en la autoridad. Se atrevieron a revisar y a rectificar lo que habían dicho los sabios del pasado. Sintieron que la razón era una luz poderosa que acababa con las tinieblas de la ignorancia, el atraso y la pobreza. Por eso llamamos a ese tiempo el “Siglo de las Luces o de la Ilustración”. Esta corriente inició en Inglaterra y en Francia; después en el resto de Europa y en América. Los pensadores ilustrados estaban a favor de la libertad y de la igualdad ante la ley de todos los hombres, y en contra de los privilegios de los reyes, los nobles y la Iglesia católica. En los dominios españoles de América, esas ideas contribuyeron a que algunas personas comenzarán a creer que era posible luchar contra los gobiernos injustos y en favor de la independencia. Durante el Siglo de las Luces, la Nueva España tuvo un gran crecimiento económico, basado sobre todo en la minería. Pero esas riquezas beneficiaron sólo a los españoles y a unos pocos criollos. Los reyes españoles mandaban en sus territorios sin tomar en cuenta la opinión de los habitantes. La mayoría de los puestos importantes en el gobierno, la Iglesia católica y el Ejército de la Nueva España se otorgaban a españoles, nacidos en la vieja España. Los criollos (hijos de españoles que habían nacido en el Virreinato), tenían muchas menos oportunidades. correr la misma suerte pero, al verse descubiertos, optaron por tomar las armas el 16 de septiembre de 1810 en compañía de los habitantes indígenas y campesinos del pueblo de Dolores (Guanajuato), convocados por el cura Miguel Hidalgo y Costilla. Los criollos sentían que la Nueva España era su patria y que debían participar en su gobierno, pero no eran tomados en cuenta por las autoridades españolas. Su descontento, junto con las diferencias entre los ricos, que eran pocos, y los pobres, que eran muchísimos, causaron un malestar social cada vez mayor. 3.2 Por otro lado, en 1808 España sufrió la invasión Francesa; esto generó una crisis política que desembocó un movimiento armado en aquellos lugares. Este hecho, aumentó el deseo por independizarse de España. En ese año, el rey Carlos IV y Fernando VII abdicaron sucesivamente en favor de Napoleón Bonaparte, que dejó la corona de España a su hermano José Bonaparte. Como consecuencia, México reclamó la soberanía en ausencia del rey legítimo; la reacción condujo a un golpe de Estado contra el virrey y llevó a la cárcel a los cabecillas del movimiento. Pero a pesar de esta derrota de los criollos en la Ciudad de México (en 1808), en otras ciudades de Nueva España se reunieron pequeños grupos que pretendieron seguir sus ideales de independencia, tal fue el caso de la conjura de Valladolid, descubierta en 1809 y cuyos participantes fueron puestos en prisión. Los conspiradores de Querétaro estuvieron a punto de MIGUEL HIDALGO Después de varios intentos fallidos de conspiración en contra del Gobierno de la Antigua España, en Querétaro, en casa de los corregidores Miguel Domínguez y Josefa Ortiz se planeaba lo que fue el último intento de conspiración. A estas reuniones asistieron algunos de los más famosos revolucionarios de los primeros momentos de la independencia: los capitanes Arias, Aldama e Ignacio Allende. El 13 de septiembre de 1810 se informó al juez eclesiástico Rafael Gil de León, que se estaba preparando una conspiración en Querétaro para proclamar la independencia de México, puesto que se estaban almacenando armas en las casas de los simpatizantes del movimiento revolucionario. Rápidamente dicho juez informó al corregidor Domínguez (esposo de Josefa) para que interviniera en el asunto. Tras informar a su esposa de que la conjura había sido descubierta por las autoridades españolas, decidió encerrarla en su habitación para evitar que informara a los implicados en un intento de salvar a su familia y a él mismo de posibles represalias, puesto que eran conocidas tanto sus inclinaciones políticas como las de 21 Formadores en Educación y Procesos Humanos su mujer. Pero Josefa decidió intervenir y avisar a los revolucionarios. De este modo elaboró una nota con letras impresas sacadas de periódicos para evitar que se reconociera su propia caligrafía. Decidió enviársela al capitán Allende a través del alcalde Ignacio Pérez, el cual cabalgó en busca del capitán; al no encontrarle en San Miguel el Grande entregó la misiva al padre Miguel Hidalgo. Tras esta notificación, el padre Hidalgo decidió adelantar el levantamiento la madrugada del 16 de septiembre de 1810. En un principio, dicho levantamiento estaba previsto que se iniciara el 1 de octubre de ese mismo año. Miguel Hidalgo aprovechando su posición como párroco de Dolores, convocó a sus feligreses y les instó a luchar por conseguir un gobierno más justo y logró su propósito, puesto que la mayoría de los convocados eran indios, los cuales se encontraban en una situación precaria debido a las malas condiciones de vida y a las tremendas desigualdades que imperaban en la vida del virreinato. El movimiento encabezado por Hidalgo recorrió varios puntos del Bajío, una de las más prósperas regiones de Nueva España. En Atotonilco tomaron el estandarte de la Virgen de Guadalupe, que es considerado emblema del movimiento; en las poblaciones del oriente de Guanajuato se unieron al contingente mineros y peones de haciendas aledañas, mal armados y entrenados. Cuando llegaron a Celaya el 21 de septiembre de 1810, los insurgentes podrían haber sumado veinte mil hombres. Celaya fue saqueada por los insurgentes (los que estaban a favor de la independencia). Tras este episodio, Hidalgo fue proclamado “Capitán General de América” por encima de Allende, que tuvo el rango de teniente general. Después de apoderarse de Salamanca, Irapuato y Silao; el ejército insurgente llegó a Guanajuato el 28 de septiembre. A pesar de las simpatías que despertó inicialmente, el movimiento de Hidalgo fue mal visto por las clases medias y altas, pues los líderes eran incapaces de contener a su tropa (porque saqueaban los lugares a donde llegaban). Por el mismo motivo comenzaron a hacerse más visibles las diferencias entre Allende (también insurgente) e Hidalgo. En el año de 1811, los insurgentes fueron derrotados en la Batalla del Puente de Calderón por Félix María Calleja, Sus líderes Hidalgo, Aldama, Allende y Jiménez fueron apresados en Acatita de Baján, Coahuila, fusilados y decapitados. Sus cabezas quedaron exhibidas en las cuatro esquinas de la Alhóndiga de Granaditas en Guanajuato, permaneciendo a la vista de los habitantes hasta 1821. 3.3 JOSÉ MARÍA MORELOS Y PAVÓN La muerte de los principales caudillos (dirigentes) de la independencia no acabó con el movimiento. La insurgencia se había hecho fuerte en la zona sur de México encabezados por el Cura y Generalísimo José María Morelos y Pavón, quien recibió la orden directa de Hidalgo de encabe- zar la revolución en la Sierra Madre del Sur y quien llegaría a dar la organización, estrategia y carácter militar que no había tenido entonces. Rayón (quien se ocupó del movimiento al norte) perseguido por el realista Calleja (a favor de la realeza y la dictadura monárquica) se trasladó a Zitácuaro, Michoacán y convocó a una reunión donde se formó la junta de Gobierno para unir y reorganizar el ejército y para establecer un gobierno libre; para ello expidió un “Manifiesto a la Nación”, este documento fue enviado a Morelos, que lo rechazó porque no estaba de acuerdo con que Fernando III siguiera gobernando a la colonia, como proponía la junta de Gobierno. Mientras tanto, al sur, Morelos formó un ejército, cumpliendo las indicaciones que tiempo atrás le dictara Hidalgo. Utilizó como táctico militar la rapidez para actuar y la sorpresa como rama de lucha; al mismo tiempo hizo uso de las guerrillas en todos los pueblos para reforzar más ataques (este tiempo es conocido como “guerra de guerrillas”). El movimiento de Morelos inició en Octubre de 1810; salió de Carácuaro con 25 hombres armados y algunas escopetas rumbo a la costa, a su ingenio militar Ganó adeptos en todo el territorio, se le unieron varios caudillos que fueron de gran ayuda. Durante tres meses Morelos organizó lo necesario para la lucha gracias a grandes sumas de dinero que recibía y que se manejaba en beneficio siempre de la causa. Adquirió provisiones 22 Formadores en Educación y Procesos Humanos como pólvora y otras cosas, la situación del país se presentaba muy favorable para los insurgentes. El virrey Venegas daba instrucciones a Calleja y le informaba sobre la inseguridad que se vivía en Nueva España: “… la Ciudad de México estaba rodeada de insurgentes; en Tecpan, estaban los hermanos insurgentes Pablo, José Juan y Hermenegildo Galeana; en Chilpancingo, Nicolás Bravo; y en Tuxtla, Vicente Guerrero; además las comunicaciones estaban interrumpidas tanto en Veracruz como en Acapulco. La finalidad de Morelos era avanzar hacia el centro del país y llegar a la capital. Dividió a sus hombres en cuatro partes: una bajo las órdenes de Miguel Bravo y Valerio Trujano que se dirigirían a Oaxaca; los hermanos Galeana a Toluca; otra parte de su tropa cerca de Acapulco (por si se reiniciaba la lucha) y él hacia Puebla y México. Ante tal acometida, el virrey ordenó a Calleja que detuviera al avance de los rebeldes. Morelos y su ejército ya habían tomado Cuautla e instalado una fortificación para vencer a Calleja (quien hasta entonces había ganado todos los encuentros contra los insurgentes). Éste, al ver que no podía vencerlos en combate, intentó dominarlos por hambre; los cercó durante 73 días, esperando la rendición que no iba a llegar; incluso le ofreció un indulto que Morelos no aceptó. Cuando Morelos vio la imposibilidad del triunfo y que la ayuda de víveres y municiones no llegaba, se vio obligado a romper el sitio y abandonar el lugar. Logró salir con pocas bajas del ejército insurgente y volvió a Chilapa, Guerrero. Ahí planeó su siguiente campaña. De Chilapa partió a Huajuapan para ayudar a Valerio Trujano. Luego de la victoria en ese lugar, estableció su cuartel general en Tehuacán, Puebla que fue un lugar estratégico porque comunicaba con el puerto de Veracruz y las ciudades de México y Puebla. La dificultad para entrar al centro del país orilló a Morelos a marchar sobre Oaxaca, donde consiguió un vigoroso triunfo. Ahí organizó un gobierno provisional y fundó el periódico “El correo Americano del Sur” cuyo propósito era difundir la doctrina revolucionaria. Los éxitos obtenidos por Matamoros y Bravo en Puebla y Veracruz animaron a Morelos a tomar Acapulco, lo cual logró en 1813. Tales victorias fortalecieron la causa insurgente y le dieron mayor esperanza de triunfo. El 13 de septiembre de 1813, Morelos convoca al primer congreso independiente, donde se instaló el Congreso de Chilpancingo (también llamado Congreso de Anáhuac que sustituyó a la junta de Zitácuaro, declarando “La independencia de la América Septentrional del Trono Español”). En este congreso Morelos, dio lectura a un documento al que llamó “Sentimientos de la Nación”, en el que destaca la importancia de los Derechos Humanos y de la Libertad; esta carta se conoce como el primer antecedente de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. El congreso abolió la esclavitud, estableció los derechos del pueblo sin distinción de clases ni castas; ordenó el reparto de los latifundios (fincas que tuvieran más de dos leguas), y votó la declaración de Independencia. Con este hecho, Morelos estableció las bases del Gobierno Mexicano. En ese mismo año (1813), nombran virrey a Calleja (acérrimo enemigo de los insurgentes). Morelos estaba motivado para enfrentar al nuevo virrey, sin embargo, poseía un alto sentido de respeto y disciplina a la autoridad y los representantes de la nueva Constitución, que habían acordado que nadie podría levantar una batalla sin su consentimiento. Desanimado por esto, se fue a Acapulco, donde permaneció inactivo hasta 1815. En este sitio se enteró de las persecuciones y recuperación de algunos territorios por parte de los realistas. Calleja lo acosaba sin descanso, obligándolo a huir a distintos lugares, hasta que fue atrapado por Manuel de la Concha en las cercanías de Puebla y Guerrero en pleno combate en Temalaca y trasladado a la Ciudad de México para ser juzgado, pues la iglesia lo consideró hereje y enemigo cristiano. Fue fusilado en San Cristóbal Ecatepec, el 22 de diciembre de 1815. 3.4 LA ETAPA DE RESISTENCIA La muerte de Morelos dejó al movimiento 23 Formadores en Educación y Procesos Humanos insurgente nuevamente sin un jefe capaz de acaudillarlos. Los combates se sucedían aislada y desordenadamente. En 1816, el nuevo virrey, Juan Ruiz Apocada sustituyó a Calleja debido a sus crueldades y excesos, prometió el perdón a los insurrectos si entregaban las armas; muchos de ellos lo aceptaron, pues creyeron perdida la lucha. Esto fue un golpe para los que seguían luchando ya que se cedieron varios territorios que antes se había ganado como el puerto de Boquilla de Piedra que permitía la entrada de Armas y municiones procedentes de los estados fronterizos. Los fracasos continuaron, los lugares fortificados como el fuerte de Palmillas en Veracruz o el de Jaujilla en Michoacán, cayeron en manos de realistas, lo mismo que jefes como Rayón y Bravo, que fueron condenados a cadena perpetua. Una nueva etapa de lucha estaba cerca, Guadalupe Victoria peleaba en Veracruz, mientras Vicente Guerreo lo hacía en las montañas del sur. Guerrero tenía experiencia en la insurgencia; había combatido bajo las órdenes de Galeana y Morelos, quien lo consideró un hombre valiente y de cualidades que no tardó en demostrar. Guerrero libró muchas batallas con éxito. En 1812 siendo apenas capitán derrotó al español Llano, lo que le valió seguidores para la causa insurgente; en 1815, con el grado de coronel, obtuvo en Tiapa una gran victoria; en 1816 derrotó a los realistas (a favor de la realeza española) en el cerro de Piaxtía. Debido a sus victorias, fue nombrado general en jefe de las tropas del sur, sostuvo una lucha en casi toda la zona del río balsas y la costa del sur, que le proporcionó valiosos recursos para la lucha. Mientras tanto el brigadier Armijo renunció a su cargo porque no pudo detener el avance de las tropas sureñas, que afianzaron la acción bélica del insurgente hasta la consumación de la independencia. Ilustración -, Utopismo: la aplicación de la razón a todos los aspectos de la vida humana que permitirá una mejora constante de la sociedad y un progreso económico y cultural ilimitado, Progreso y felicidad: se aspira a conseguir la felicidad en este mundo, Reformismo: modernizar la sociedad mediante reformas que serán llevadas a cabo por reyes y gobiernos de carácter absolutista). 3.5 Además, organizaron juntas que gobernaran al país en la ausencia de su monarca. Las Cortes reunidas en Cádiz, en 1810, habían redactado una constitución de enfoque liberal (el liberalismo surgió de la lucha contra el absolutismo e inspiró en parte, la organización del Estado de Derecho con poderes limitados y sometido a una constitución, que permitió el surgimiento de la democracia liberal la cual se encuentra vigente en muchas naciones actuales, especialmente en las de Occidente. Sus características principales son: El individualismo, que considera al individuo primordial, como persona única y en ejercicio de su plena libertad, por encima de todo aspecto colectivo; La libertad como un derecho inviolable que se refiere a diversos aspectos: libertad de pensamiento, de expresión, de asociación, de prensa, cuyo único límite consiste en la libertad de los demás, y que debe constituir una garantía frente a la intromisión del gobierno en la vida de los individuos; Igualdad entre las personas, entendida en lo que se refiere a diversos campos jurídico y político, es decir, para el liberalismo, todos los ciudadanos son iguales ante la ley y ante el Estado. El derecho a la propiedad privada como FACTORES POLÍTICOS QUE INFLUYERON EN LA CONSUMACIÓN DE NUESTRA INDEPENDENCIA 3.5.1 EN LA VIEJA ESPAÑA… A Principios de Siglo XIX España se hallaba convulsionada debido a la ocupación de su territorio por el ejército francés, por el encarcelamiento de Fernando VII y por la imposición de José Bonaparte (hermano de Napoleón Bonaparte) como gobernante. Los patriotas españoles organizaron la lucha para deshacerse de los franceses y de paso terminar con el gobierno absolutista (dirigido por un rey), basándose en las ideas de la Ilustración (Empirismo: contraponer la fe en la experimentación para poder conocer el mundo y conseguir el progreso. Criticismo: someter a crítica racional todo el conocimiento, Deseo de conocimiento: deseo de conocer por completo el mundo donde habita, de iluminarlo - de ahí el nombre de 24 Formadores en Educación y Procesos Humanos fuente de desarrollo e iniciativa individual, y como derecho inalterable que debe ser salvaguardado y protegido por la ley. El establecimiento de códigos civiles, constituciones, e instituciones basadas en la división de poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) y en la discusión y solución de los problemas por medio de asambleas y parlamentos. La tolerancia religiosa en un Estado laico). El 30 de septiembre de 1810, se declaró a los pueblos como soberano y a las Cortes como su representante, limitándose a la autoridad del rey. Se juró y promulgó la constitución de Cádiz fue jurada y se dispuso que también fuera aplicada a las colonias americanas. Al regreso de Fernando VII de su cautiverio en Bayona, Francia, en marzo de 1814, tuvo que acatar la Constitución (aunque un año más tarde, el 4 de Mayo de 1814, la suprimió, hizo desaparecer a la Cortes, ordenó la persecución de los liberales y recuperó el carácter de monarca absoluto). Ante esta situación, las logias masónicas comenzaron a actuar, decidiendo terminar con la tiranía, para lo cual hicieron labor de proselitismo en el ejército y prepararon una revolución. En enero de 1820 el coronel Rafael Diego, comandante del batallón de Asturias, se pronunció en contra del rey y le exigió el restablecimiento de la constitución. 3.5.2 EN MÉXICO… Cuando lo ocurrido en España se empezó a conocer en México, el virrey Apodaca se las arregló para evitar que se difundieran las noticias del movimiento revolucionario español, pues no deseaba acatar la Constitución. Pero su esfuerzo fue en vano, ya que en Veracruz los liberales se lanzaron a la calle y presionaron al gobernador García Dávila, logrando que proclamase la nueva ley. Apodaca al ver que sucedía lo mismo en otras ciudades, se dispuso a actuar de igual manera. El 31 de Mayo jura y hace jurar la Constitución a las autoridades; además toma el nombre de jefe político superior y capitán general (en vez de virrey) como correspondía a la nueva situación de gobierno. Poco después convocó a elecciones municipales y estableció la libertad de imprenta. Lo anterior causó mucha inquietud entre los españoles peninsulares y demás partidarios de la monarquía, pues las nuevas leyes constituían una amenaza para sus privilegios. Comenzaron a organizarse para separarse de España y unirse a las ideas independentistas. Desde luego que sus ideas no perseguir el mejoramiento de las condiciones socioeconómicas de la población, sino de su bienestar personal. Los criollos, por su parte, propagaban las ideas liberadoras a través de diversas publicaciones; entre los periodistas de ese momento destacan Carlos María Bustamante y José Joaquín Fernández de Lizar- di, el pensador mexicano. Los españoles inconformes, entre ellos el virrey, se reunían en el templo de la profesa para conspirar (en contra de las decisiones de la Vieja España). El plan consistía en separarse de España, impedir la aplicación de la constitución de Cádiz y ofrecer el trono a un miembro de la familia real española. Para los efectos del plan eran necesarios los servicios de un militar español que les inspiraba confianza; por tanto, se propuso al coronel Agustín de Iturbide, quien se había distinguido por ser muy combativo en las batallas que sostuvo contra los insurgentes. 3.6 ALIANZA DE LAS FUERZAS ENCABEZADAS POR GUERRERO E ITURBIDE. Alrededor de Iturbide, nuevo centro de atención, se fue conformando un partido integrado por miembros del alto clero, propietarios de minas y grandes haciendas, comerciantes, autoridades y, desde luego, altos jefes militares. Los conjurados de la profesa lograron que Iturbide tuviera el mando del ejército del Sur. Con este apoyo y con más efectivos militares. Iturbide se lanzó en contra de Guerrero y Pedro Asencio, pero al evaluar la situación – que no era favorable – decidió aliarse con Guerrero y entrevistarse con los jefes insurgentes en Acatempan el 10 de febrero de 1821. Guerrero representaba la lucha por la consecución de los ideales de los primeros insurgentes, deseaba obtener la independencia para que cam25 Formadores en Educación y Procesos Humanos biara el modo de vida de los mexicanos y ya no dependieran de la corona española formando una nación gobernadora con leyes liberales y democráticas. Iturbide, por el contrario, quien representaba a la corriente conservadora, era un oportunista que aprovechaba todas las ocasiones para colocarse ventajosamente, aunque para ello tuviera que atropellar los intereses y derechos de los demás. Quería la independencia, pero únicamente para que las clases privilegiadas conservaran su situación y él pudiera obtener su correspondiente recompensa. 3.7 EL PROGRAMA POLÍTICO DEL PLAN DE IGUALA El día 24 de febrero de 1821 se firmó el Plan de Iguala, en este, se proclamaron tres garantías: la independencia de México, la igualdad de derechos para españoles y criollos y la supremacía de la Iglesia Católica. Su gobierno sería una monarquía constitucional, a cargo de un miembro de la casa de Habsburgo. Todos los habitantes tendrían la categoría de ciudadanos y el derecho a ocupar cargos públicos, según sus méritos. El gobierno así forrado sería protegido por el ejército de las tres garantías. Religión, independencia y Unión. Gradualmente diversos jefes militares se fueron sumando al Plan y se enfrentaron a los realistas, hasta dejarles únicamente las ciudades de México y Veracruz. El 30 de julio desembarcó Juan O´donojú, último virrey en sustitución de Apodaca. O´donojú al darse cuenta de que no podría detener el rumbo del acontecimiento, decidió buscar un arreglo con los insurgentes, para lo cual se reunió en Córdoba con Iturbide. Se acordó reformar el Plan de Iguala, obteniendo como resultado que se firmara el 24 de agosto los tratados de Córdoba. Entre los asuntos pactados figuran: →→Sustituir al posible monarca de Habsburgo por uno de la casa de Borbón. →→Nombrar a la nueva nación como Imperio Mexicano. →→Considerar a O´donojú para ocupar un puesto en la nueva junta provisional de gobierno. Para consumar la ansiada independencia sólo faltaba entrar en la capital, en la que se encontraba fuerzas del ejército español al mando del mariscal Novella. O´donojú, según los tratados, arregló la salida de esas tropas y se preparó la llegada del ejército trigarante. Tres días después, el 27 de septiembre de 1821, entraron las fuerzas trigarantes con Iturbide al frente, se dirigieron al Palacio, en donde, junto con O´donojú, presenciaron el desfile de las tropas. Una vez terminado el desfile, en la Catedral de México se celebró una misa, después Iturbide dirigió un discurso a la población. «Mexicanos: Ya estáis en el caso de saludar a la patria independiente como os anuncié en Iguala; ya recorrí el inmenso espacio que hay desde la esclavitud a la libertad, y toqué los diversos resortes para que todo americano manifestase su opinión escondida [...] Ya me veis en la capital del imperio más opulento sin dejar atrás ni arroyos de sangre, ni campos talados, ni viudas desconsoladas, ni desgraciados hijos que llenen de maldiciones al asesino de su padre; por el contrario, recorridas quedan las principales provincias de este reino, y todas uniformadas en la celebridad han dirigido al ejército trigarante vivas expresivos y al cielo votos de gratitud [...] Se instalará la Junta; se reunirán las Cortes; se sancionará la ley que debe haceros venturosos, y yo os exhortó a que olvidéis las palabras alarmantes y de exterminio, y sólo pronunciéis unión y amistad íntima...» Agustín de Iturbide, 27 de septiembre de 1821. 3.8 ENTRE EL IMPERIO Y LA REPÚBLICA. El 28 de septiembre de 1821 se instaló una Junta Provisional de Gobierno, encargada de redactar el Acta de Independencia y de organizar un congreso que decidiera la forma de gobierno para el país. La situación era difícil. Habían muerto seiscientos mil hombres: casi la décima parte de la población y la mitad de los que trabajaban. Minas, campos y fábricas estaban abandonados; casi nadie pagaba impuestos y los gastos del gobierno aumentaban día con día, sobre todo para mantener al ejército. Hasta entonces las tierras de los indígenas pertenecían a los pueblos y no a las personas. Las trabajaban entre todos los habitantes del pueblo y nadie podía venderlas. Como los indígenas no estaban acostumbrados a que la tierra fuera propiedad privada, la igualdad de todos los 26 Formadores en Educación y Procesos Humanos mexicanos ante la ley los dejó en desventaja frente a los criollos. España no reconoció los Tratados de Córdoba que O’ Donojú había firmado. No aceptó que México era independiente; hasta 1825 siguió ocupando el fuerte de San Juan de Ulúa, en Veracruz. Además de España, otros países europeos querían apoderarse de México, para explotar sus riquezas. A los mexicanos les faltaban armas y dinero, y así tendrían que defenderse. Lo peor era que se encontraban divididos, porque no estaban de acuerdo en la forma de gobierno que debían adoptar: unos querían una república y otros una monarquía. De estos últimos, unos querían que reinara algún príncipe español, y otros que fuera coronado Iturbide. España no aceptó enviar un príncipe al trono de México y eso reforzó las ambiciones de Iturbide, que quería ser emperador. Sus seguidores ejercieron mucha presión para que éste fuera coronado. Así, el Congreso lo declaró Emperador, con el nombre de Agustín I. La coronación fue muy elegante, pero el imperio duró apenas once meses, hasta marzo de 1823. Muchos mexicanos se oponían a Iturbide, y algunos diputados conspiraron en su contra. El 31 de octubre de 1823 Iturbide decidió disolver el Congreso y realizó otros cambios políticos; el cambió que tuvo mayor repercusión fue haber destituido a Antonio López Santa Anna como general de la provincia de Veracruz, con lo cual el pacto de unión establecido en el Plan de Iguala se rompió. Santa Anna, se puso de acuerdo con Guadalupe Victoria y en febrero de 1823, se proclamó el Plan de Casa Mata (por el que negaban al gobierno de Iturbide y anunciaban la instauración de una república que proponía establecer el sistema republicano) al cual se unieron los antiguos insurgentes Guadalupe Victoria, Nicolás Bravo y Vicente Guerrero. 3.9 GOBIERNO CONSERVADOR O GOBIERNO LIBERAL, ¿QUÉ SIGNIFICAN?... Al final del imperio de Iturbide, se permitió el desarrollo de dos formas de percibir la parte política: el Partido Conservador y el Partido Liberal. 3.9.1 PARTIDO CONSERVADOR Quienes lo apoyaban: gente rica, del ejército, terratenientes, etcétera. Proyecto político: continuar con el antiguo régimen y orden social español basado en privilegios en prejuicio de otros. Son sin elecciones. Monarquía centralista con estados convertidos a departamentos, que son 100% independientes del monarca. Son anti-federalistas. Iglesia: lo es todo para ellos. La única religión permitida es la católica con una unidad eclesiástica. Tienen una fuerza eco- nómica debido al monopolio de muchas cosas. Tienen la fuerza pública para “moralizar”. Se dejan los privilegios y la iglesia coordina la educación para que así no haya ideas liberales. Ejército: 100% apoyado, ya que una monarquía sin un buen ejército no serviría para mucho. Se dejan los fueros y es un ejército bastante competente. Educación: es solamente para los ricos. El clero la controla para que no haya derrames de ideas liberales. Países a favor: España y Francia. 3.9.2 PARTIDO LIBERAL Llamado también partido del Progreso y dividido en puros y radicales, fue fundado por José María Luis Mora a principios del s. XIX. Quienes lo apoyaban: gente de modestos recursos; profesión abogados, clero bajo y juventud. Proyecto político era introducir cambios profundos en la sociedad para quitar el despotismo y poner libertades políticas y civiles. Se pensaba en una república federal, democrática, representativa, burguesa y popular, estableciendo los tres poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. Querían que hubiese igualdad ante la ley manteniendo la constitución de 1824. Otorgar libertades individuales para consagrarse al trabajo, a la industria y al co27 Formadores en Educación y Procesos Humanos mercio. Tolerancia de religiones. Iglesia: separación de la iglesia con el estado; suprimir la campaña de Jesús y quitarle los bienes a la iglesia para que ser usados como los tributos, los registros civiles, los fueros, los votos y la educación. Ejército: en relación a los conservadores, disminuido. Suprimir los fueros, que estén aparte de los asuntos civiles y que sea una milicia civil. Educación: laica, obligatoria y gratuita. En manos del estado y siguiendo las líneas de la ciencia. Países a favor: Estados Unidos. 3.10 LOS INICIOS DE LA REPÚBLICA Cuando Iturbide dejó el trono, el gobierno quedó en manos de un Supremo Poder Ejecutivo formado entre otros por Nicolás Bravo, Guadalupe Victoria y Vicente Guerrero; que convocaron a un segundo Congreso. Los diputados del nuevo Congreso decidieron que México sería una república. Unos querían que la república fuera federal, formada por la unión de varios estados, libres y soberanos para resolver sus problemas internos. Otros querían que fuera centralista, con provincias o departamentos en lugar de estados, y un poder central que resolviera todos los asuntos. La Constitución de 1824, preparada por este Congreso, se promulgó el 4 de octubre. Se decidió que México fuera una república federal, y que se llamara Estados Unidos Mexicanos. Dicha Constitución asentaba que la nación adoptaba como forma de gobierno la república federal, con división de poderes, éstos residirían en la Ciudad de México y estaría integrada por estados federados y territorios federales; declaraba que todos los mexicanos eran iguales, que la única religión sería la católica, y concedía la libertad de imprenta. El Congreso convocó a elecciones, las primeras que hubo en el México independiente; resultaron electos, como presidente Guadalupe Victoria y como vicepresidente Nicolás Bravo para el período de 1824 - 1828. A partir de la conclusión del período de Victoria, la vida política mexicana se tornó inestable, debido a las pugnas entre la antigua aristocracia y el pequeño grupo de burgueses liberales del país. El personaje central a lo largo de la primera mitad del siglo XIX fue Antonio López de Santa Anna, quien repelió la intentona hispana por reconquistar México y ascendió al poder once veces: cinco de ellas como abanderado de los liberales y las otras seis como conservador. El 6 de enero de 1843, fue proclamada la segunda república centralista de México, encabezada por Santa Anna. La vida de la república sería muy corta, pues tres años más tarde fue incapaz de enfrentar la invasión estadounidense, hecho que los liberales aprovecharon y terminaron por rehabilitar la constitución de 1824 el 22 de agosto de 1846. Estados Unidos anexó a su territorio a Texas en 1841, y en 1846 reclamó a México la posesión de la franja de tierra comprendida entre el río Bravo y el río de las Nueces. El límite de la provincia texana históricamente había sido el río de las Nueces, unos 300 km más al norte del Bravo, por lo que las reclamaciones eran infundadas. El gobierno estadounidense acometió contra México y ocupó el país desde 1846 hasta 1848; en la Ciudad de México, tomaron el Castillo de Chapultepec que era el colegio militar y donde se encontraban sólo unos cuantos cadetes de guardia, ahora conocidos como “los Niños Héroes”; después izaron su bandera en el Palacio Nacional. La guerra concluyó con la firma del Tratado de Guadalupe-Hidalgo, en el que México reconocía la frontera texana en el río Bravo y cedía los territorios de California y Nuevo México (cerca de 2, 000,000 de km² que hoy conforman los territorios de California, Nuevo México, Arizona, Nevada, Utah, la mayor parte de Colorado y la región suroeste del Wyoming y Kansas, y el oeste de Oklahoma). Tras la guerra con Estados Unidos, fue electo para la presidencia José Joaquín de Herrera. El gobierno de Herrera fue más o menos tranquilo, aunque las elecciones para relevarlo fueron presa de la división entre liberales y conservadores. Este nuevo conflicto se resolvió con la llegada de Santa Anna al poder, que gobernó por última ocasión la república entre 1853 y 1855. Santa Anna se autonombró dicta28 Formadores en Educación y Procesos Humanos dor de México y gobernó con el título de “Su Alteza Serenísima” (el tratamiento fue elevado al rango de ley constitucional). Mientras tanto, la mayor parte del país seguía en la miseria. El colmo fue el aumento en el monto de los impuestos y la creciente corrupción del gobierno. En 1854 los liberales se fueron a la guerra, amparados en el Plan de Ayutla. Este documento planteaba la necesidad de formar un frente nacional para derrocar al gobierno dictatorial de Santa Anna. Álvarez y Comonfort; el nombramiento de una presidencia interina de corte liberal y la convocatoria a un Congreso Constituyente que redactara una nueva constitución para el país (dado que la de 1824 había sido abolida por Santa Anna, que en su lugar impuso las Siete Leyes, de orientación centralista). Al plan se unieron Benito Juárez, Melchor Ocampo y otros liberales desterrados por él mismo. Este movimiento, conocido como Revolución de Ayutla, concluyó con la renuncia y destierro de Santa Anna y la instalación de Álvarez como interino. Durante las presidencias de Álvarez y Comonfort, fueron promulgadas varias leyes de corte liberal, conocidas como Leyes de Reforma, que, entre otras cosas, establecieron la separación entre el Estado mexicano y la Iglesia Católica y anularon los privilegios de las corporaciones (incluidas las comunidades indígenas). La puesta en marcha de estas leyes dio lugar a un nuevo conflicto entre liberales y conservadores, conocido como Guerra de los Tres Años o Reforma. Benito Juárez ocupó la presidencia interina de la república tras la renuncia de Comonfort, y fue convocado un nuevo congreso constituyente que promulgó el 5 de febrero de 1857 la nueva constitución mexicana, de orientación liberal moderada. Sin embargo, las reformas contempladas por la nueva constitución fueron motivo de una nueva rebelión conservadora en Tacubaya y, desconociendo el gobierno de Juárez, nombraron un presidente provisional. Las huestes de ambos bandos se enfrascaron en una guerra que concluyó con la victoria de los liberales en enero de 1861. Juárez siguió en el poder hasta su muerte el 18 de julio de 1872. Los últimos años de su gobierno fueron duramente criticados por las diversas facciones en que se habían dividido los liberales. Para las elecciones de 1871, se presentaron como candidatos Sebastián Lerdo de Tejada, Porfirio Díaz y el mismo Juárez, quien ganó. A su muerte ocupó la presidencia Lerdo de Tejada, que elevó a rango de ley constitucional las leyes radicales de reforma promulgadas durante el periodo de 1855-1856. Cuando Lerdo intentó reelegirse, los porfiristas se levantaron en armas y lo derrocaron. Aunque por ley la presidencia debía ser ocupada por José María Iglesias, los porfiristas desconocieron su gobierno y finalmente Díaz ocupó la presidencia en 1876. Así comenzó el período que en la historia de México es conocido como el Porfiriato. 3.11 EDUCACIÓN DURANTE LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO A partir de 1833, Valentín Gómez Farías llega interinamente a la presidencia de la república, cuando el grupo liberal va a imponer su proyecto educativo concentrado en resolver tres graves problemas para la época: primero someter al clero y evitar su injerencia en los asuntos de gobierno; segundo, disolver el ejército conservador y sustituirlo por una Guardia Nacional, y tercero, implantar una reforma educativa. Podemos considerar que este intento de reforma, aún con sus limitaciones en cuanto a sus alcances, significó el primer intento serio, de darle a la educación la responsabilidad de formar ciudadanos con una ideología que respondiera al sistema político nacional. La Educación, para su mejor administración, sería dirigida por una Dirección General de Instrucción Pública para el Distrito y Territorios Federales y los estados se encargarían de controlar la educación en sus jurisdicciones respectivas quienes delegarían su responsabilidad a los municipios. Este periodo inmediato a la Independencia, pretende que la educación forme ciudadanos aptos para el ejercicio de la democracia, la defensa del territorio nacional y se fortalezcan los sentimientos nacionalista. Se descubre que se hace necesario que las escuelas incluyan el 29 Formadores en Educación y Procesos Humanos llamado Catecismo Político y nociones de historia patria; así mismo, encontramos que en este periodo le dan al país un símbolo: la Bandera, que nos identifique y en consecuencia nos distinga de las demás naciones y al final se agrega el Himno Nacional como fortalecimiento del sentimiento patrio. La nación buscaba una identidad, la educación sería la encargada de acentuarla, transmitirla y perpetuarla. El mayor alcance en ésta época fue conseguir que la educación fuera popular e independiente de las determinaciones eclesiales. Aunque la educación ya era laica, era muy escéptica. Al mismo tiempo que conseguían libertades se respiraba mucha confusión porque no se lograba estabilidad económica, política y mucho menos social. Al triunfo de la Revolución de Ayutla, la nueva generación de dirigentes llevaría al país por una radical reforma para salir del caos en que se encontraba. Parte de esta Reforma comprendía a la escuela, que según Juárez ejercía una importante influencia en la moral y los ideales sociales. Con Benito Juárez como presidente de México, se decretó la obligatoriedad de la escuela primaria en todo el país para acabar con el analfabetismo. El lema de Benito Juárez fue “El Gobierno procurará generalizar la instrucción primaria, perfeccionará la facultativa en todas las profesiones y merecerá todos su cuidado…en el desarrollo de inteligencias y en la difusión de las ideas”. Para ese tiempo, el porcentaje de la población era de 20-80 (20 alfabetizados por 80 anafabetizados); este decreto no funcionó sino hasta 100 años después por la falta de escuelas; pero esta época marcó la intención de educar a todos los niños de nuestro país. El Art. Tercero de la Constitución de 1857 es bastante escueto pues solo se concreta a afirmar que la enseñanza es libre, la ley determinará que profesiones necesitan título para su ejercicio y con qué requisitos se deben expedir. Para 1867, después del triunfo de las fuerzas liberales contra el ejército expedicionario de Napoleón III y el frustrado Imperio de Maximiliano, Juárez encarga al Dr. Gabino Barreda redactar la Ley de Instrucción Pública en la que se contempla la instrucción primaria gratuita para los pobres y obligatoria en los términos que expondrá el reglamento. (Vázquez, 1979:56), además Barreda se encarga de organizar la escuela preparatoria de acuerdo a principios positivistas. dependiente hasta 1874 se vio interrumpido por las guerras constantes del país. De los pocos datos estadísticos que se tienen, revelan que al triunfo de los liberales sobre los conservadores y el imperio de Maximiliano, los esfuerzos educativos se incrementaron en el siguiente orden; en 1843 con el Gobierno de Santa Anna había 1,310 escuelas y para 1874, con Sebastián Lerdo de Tejada existían 8,103 escuelas. Aún cuando existía un considerable incremento de instituciones educativas, era mínimo ante la demanda educativa. Según datos proporcionados por Barreda solo asistían a la escuela 349,000 niños de un total de 1, 800,000. La obra de Barreda es importante en varios sentidos: primeramente interpreta la historia de México desde el punto de vista positivista, para después reconocer en los liberales los salvadores de la nación y por lo tanto las fuerzas positivas que harían posible el triunfo de su filosofía. La escuela según el positivismo permitiría alcanzar libertad, orden y progreso, y de la preparatoria saldría el grupo selecto que llevaría los destinos de la nación. El crecimiento educativo del México in30 Formadores en Educación y Procesos Humanos REFERENCIAS →→Alamán, Lucas (1849): Historia de México, desde los primeros movimientos que depararon su independencia en 1808 hasta la época presente, Herrerías, México. 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