Ucrania y la UE: una vía prometedora

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JAVIER SOLANA - 22/01/2005
Ucrania y la UE: una vía prometedora
JAVIER SOLANA - 00:00 horas - 22/01/2005
EFREM LUKATSKY / EFE
CITA EN KIEV. Javier Solana
(derecha) almorzó ayer con
Viktor Yushenko en su casa de
Kiev
Con la toma de posesión de Viktor Yushenko, Ucrania entra en una
nueva era. El reto ahora planteado estriba en apoyarse en este nuevo
capítulo de la historia de Ucrania para construir una sólida relación
entre este país y la Unión Europea. Y se trata de una buena ocasión
para ambas partes para reflexionar sobre la forma de colaborar más
eficazmente para alcanzar nuestros objetivos comunes. La posición de
la Unión Europea es clara: creemos que se ofrecen nuevas e
importantes oportunidades para reforzar aún más los lazos que nos
unen, aun cuando también estamos persuadidos de que el logro del
éxito exigirá, por ambas partes, un denodado esfuerzo y compromiso.
En una palabra, la calidad de nuestras relaciones dependerá de la
calidad de la democracia ucraniana y de sus reformas internas.
Hace tan sólo algo más de un mes, Ucrania se hallaba sumida en
plena crisis política. Sin embargo, los ucranianos han demostrado que
es posible avanzar desde unas elecciones que no llegaron a cumplir
requisitos esenciales según los parámetros de la Unión Europea, hacia
un proceso electoral aceptable. Un logro de los propios ciudadanos
ucranianos mediante un proceso negociador pacífico y democrático.
El tamaño de Ucrania, su amplia y bien formada población, sus ricos
recursos naturales y su importante situación geográfica contribuyen a
hacer de este país un socio de importancia estratégica para la Unión
Europea. Compartimos la responsabilidad necesaria para garantizar la
unidad, estabilidad y seguridad de nuestro continente. Por otra parte, la
exitosa conclusión del proceso electoral muestra a las claras que la UE
y Ucrania comparten asimismo valores importantes.
El presidente Yushenko ha dado comienzo a un diáfano -y también
ambicioso- programa de reformas en el terreno económico, político y
social. Nos importa en gran medida que Ucrania se convierta en un
país moderno, próspero y consolidado, dotado de un auténtico sistema
democrático según las normas del derecho. Por es-ta razón, la Unión
Europea apoyará con toda energía la aplicación de las reformas
previstas aportando a tal efecto sus recursos y asesoramiento.No
obstante, aun cuando podamos y deseemos aportar una ayuda y
aliento esenciales, son los propios ucranianos quienes deben mostrar
la motivación y resolución necesarias para rehacer el sistema
económico, político y jurídico de Ucrania.
La nueva Ucrania, basada en las aspiraciones populares, emplaza al
nuevo presidente ante importantes desafíos. Sé bien que es
consciente de las elevadas expectativas del pueblo de Ucrania. La
superación de las recientes divisiones políticas constituirá una
importante tarea en manos de las nuevas autoridades. Todos los
líderes democráticos han de emplearse a fondo para demostrar su
compromiso y voluntad de servicio incluso ante quienes no les
apoyaron en las urnas. En consecuencia, es altamente positivo y
sensato que los líderes que ahora se hacen cargo del país tiendan su
mano a todas las regiones del país. Mantener la unidad de una Ucrania
culturalmente diversa y rica en recursos reviste un gran valor.
Se ha acostumbrado a afirmar que la posición geográfica de Ucrania
entraña grandes desafíos e, incluso, dificultad añadida. Sin embargo,
contar con líderes sensatos es un factor susceptible de transformar los
desafíos en oportunidades. Ucrania está preparada para forjar una
creciente y más profunda relación con la UE, sin dejar al propio tiempo
de mantener buenas relaciones de vecindad con Rusia. La política
exterior no es un juego de ganas o pierdes. Ucrania puede, y debería,
entablar buenas relaciones con todos sus vecinos y socios.
En el momento actual, progresamos -gracias a un amplio conjunto de
medidas- para reforzar y dotar de mayor contenido y solidez a nuestra
determinación de alcanzar un grado de cooperación más profundo, el
denominado plan de acción UE-Ucrania, precursor de un nuevo
periodo específico en nuestras relaciones mutuas. Se trata de un plan
ambicioso, especialmente diseñado para el caso de Ucrania, que
puede aplicarse de forma gradual y flexible; el ritmo de su puesta en
práctica dependerá de la medida en que Ucrania consiga impulsar sus
reformas y designios políticos. En el caso de la UE, su compromiso
con este plan representa asimismo un paso importante, paso cuya
importancia debe necesariamente reconocerse. Hemos de esforzarnos
codo a codo con Ucrania a fin de aprovechar al máximo estas
oportunidades nuevas y trascendentales. Por ejemplo, el plan ofrece a
Ucrania, en principio, total acceso al mercado único de la UE, el mayor
conjunto de consumidores de economía próspera. Según este plan,
Ucrania se hallará en condiciones de asociarse a la política extranjera
y de seguridad europea, en rápida evolución. Deberíamos aprovechar
todas las oportunidades existentes para cooperar a fin de promover la
estabilidad regional. La Unión Europea calificará muy positivamente la
aportación de Ucrania a las actuales y futuras operaciones de gestión
de crisis que hacemos en el marco de nuestra política exterior común,
como por ejemplo en Bosnia.
La vía que se ofrece a la Unión Europea y Ucrania es altamente
prometedora. Nos encontraremos sin duda a veces en difíciles
encrucijadas, pero en el momento actual nuestra tarea consiste en
empezar a andar, juntos, por la senda de una mayor cooperación. Soy
un gran optimista con respecto al futuro de las relaciones entre la
Unión Europea y Ucrania.
JAVIER SOLANA, alto representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad
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